Miró por la ventana y observó el cielo azul. Realmente necesitaba tomar un poco de aire puro.
Creía que al fin era un buen día para salir ella sola.
Hinata se miró al espejo y después de arreglar su cabello y cambiarse el pijama por un vestido, decidió que iba a cruzar esa puerta después de mucho tiempo.
Caminó uno, dos, tres pasos. Lo estaba haciendo. Las terapias estaban funcionando.
Cuanto quería llegar con Naruto y darle la sorpresa de que se encontraba mucho mejor y ya no tenía tanto miedo. O era quizás que lo extrañaba demasiado y no le importaba las demás personas a su alrededor.
Muy contenta iba por las calles donde no había mucha gente.
Según la aplicación de su celular ya faltaba muy poco para llegar.