Ｃ Ａ Ｐ Í Ｔ Ｕ Ｌ Ｏ １ ８
𝐏 𝐄 𝐒 𝐀 𝐃 𝐈 𝐋 𝐋 𝐀 𝐒
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—Dime, Olivia.— Ella giró viendo a Brett, quien tenía una sonrisa burlona en su rostro.— ¿Qué es lo que más te duele?
—¿Brett?.— Preguntó confundida, él solo sonrió aún más.— ¿Qué está pasando? ¿Tú no estabas...?
—¿Muerto?.— Él río sin gracia alguna.— Así es, yo estoy muerto. Estoy muerto gracias a ti.— La señaló mientras se notaba su molestia.— Tú me hiciste demasiado daño.
—Yo no...— Ella negó repetitivamente con la cabeza mientras sentía el nudo en su garganta y sus ojos lagrimear.— Yo nunca quise hacerte daño.
—¡Por favor!.— Río aún más fuerte.— Jugaste con mis sentimientos, ¿lo olvidas? Nunca me amaste. Siempre fue Scott McCall
—Brett, no...— Intentó acercarse pero él la empujó haciéndola caer
—Nunca te importé, nunca me quisiste, solo me usaste como una distracción.
Olivia sentía una fuerte presión en su pecho, sentía como ardía y sus ojos no paraban de soltar lágrimas, mientras que tragaba saliva tratando de deshacer el nudo en su garganta.
—Tú me hiciste demasiado daño.— Se acercó peligrosamente a ella, mientras ella se arrastraba por el suelo alejándose.— Tú y solo tú tienes la culpa de que haya muerto.
—Mientes.— Negó mientras chocaba con la pared
—Nunca pensaste en mí, Dunbar.— Escupió con molestia, ella negó.— Aquí la única persona que importaba, eras tú.
—Basta, por favor.— Se cubrió los oídos con sus manos, cerrando fuertemente los ojos
—Y ahora te haces la víctima, como si te hubiera importado aunque sea un poco.— Sintió su aliento cerca de su rostro.— Tan débil e indefensa. Te mereces la muerte.
Sintió como algo se clavó justo en su corazón, abrió los ojos bajando ambas manos, viendo un tubo enterrado en su pecho, miró a Brett quien tenía una sonrisa victoriosa.
Olivia empezó a toser, sintiendo toda la sangre escurrir por su boca, se estaba ahogando con su propia sangre.
Se despertó de inmediato, sentándose en la cama, hiperventilando mientras trataba de convencerse que había sido un sueño. Scott, a su lado, se levantó de inmediato, encendiendo la pequeña luz que tenía en su mesita, giró a verla, tomando su rostro.
Quitó algunos mechones que se habían pegado un poco con el sudor que corría por toda su cara, mientras sus ojos estaban llorosos.
—Liv, cariño.— Acarició levemente sus mejillas.— ¿Qué sucede?
—Es mi culpa.— Murmuró mientras su respiración seguía agitada y sus ojos se volvían llorosos.— Por mi culpa está muerto.
Scott en ese momento supo de lo estaba hablando, de quien se estaba culpando.
—No digas eso, por favor.— Hizo que lo mirara.— No fue tu culpa.
—Le hice demasiado daño.— Repitió lo que anteriormente me había dicho.— Lo lastimé.
Scott la miró a los ojos, notando como debajo de sus lágrimas, había demasiado dolor, su mirada lucía apagada.
Olivia tenía guardado tanto dolor y rencor, que no sabía en qué momento llegó a tanto, donde antes era la dulce chica amigable, ahora solo era una persona más, sintiendo sus emociones apagarse, como dejaba de importarle todo a su alrededor.
—No fue así.— Ella soltó un pequeño sollozo, Scott la acurrucó en su pecho, abrazándola.— Todo está bien. No fue tu culpa.
[...]
—Bueno, aquí sigue. Aún está muerto.
Las chicas estaban en la morgue del hospital, viendo el cuerpo de Halwyn.
—¿Qué se supone que hagamos?.— Preguntó Olivia viendo el cuerpo
—Descubrir cómo él me llevó a encintar otro cuerpo sin cara, estando técnicamente muerto.
—Técnicamente.— Mencionaron Malia y Olivia a la vez viendo a su amiga pelirroja frente ellas
—No me hubiera llevado ahí si estuviese completamente muerto.— Negó viendo el cuerpo con detenimiento
—No creo que debamos quedarnos aquí esperando que vuelva a la vida.— Dijo Malia haciendo una mueca, Olivia ladeó la cabeza estando de acuerdo
—No tenemos que esperar si descubrimos cómo pudo contactarme.— Explicó Lydia viendo a ambas chicas
—¿Cómo hacemos eso?.— Preguntó Olivia haciendo una mueca de confusión
—Voy a preguntarle.
[...]
Lydia estaba acostada en una mesa de metal, estando cerca del cuerpo de Halwyn, Olivia veía su celular con aburrimiento, mientras estaba recargada en su mano.
Malia se asomó entre ambas mesas.— ¿Ya sientes algo?
—¿A diferencia de hace tres minutos que preguntaste?.— Preguntó en un murmuro sarcásticamente.— No.
Olivia río ligeramente viendo a ambas chicas, Lydia se sentó en la mesa y Malia se levantó acercándose a ella.
—No funciona.— Dijo decepcionada
Bajó de la mesa, Olivia se acercó a ellas volviendo a ver el cuerpo.
—Tal vez, deberías tocarlo.— Mencionó Olivia
—Eso es ridículo, no creo...
Olivia tomó su mano poniéndola sobre el brazo del hombre
—¿Algo?
—Nada.— Puso su mano ahora en su pecho
—¿Qué tal ahora?
—No.— La puso en su cara
—¿No?
—Bien, detente.— Giró a ver a su amiga soltándose de su agarre
Malia tomó delicadamente su cabeza girándola
—¿Y si lo intento?.— Preguntó refiriéndose a entrar a su mente
—Dañarías su cerebro.— Negó la rubia.
—Tal vez mucho más que la misma bala.— Acotó Lydia
—¿Cómo funcionó la vez pasada?.— Le preguntó la coyote regresando a la mesa
—La vez pasada, yo estaba inconsciente.
—Inconsciente.— Malia comenzó a buscar algo en la
morgue, viendo un martillo.— ¡Podemos utilizar eso!
Lydia y Olivia se miraron asustadas.
[...]
Golpeó la mesa con el martillo para después mostrarlo inocentemente.
—¿Ves? Sería rápido.
—No, así no.— Negó rotundamente
—Quieres que alguna te noquee, ¿no?.— Le preguntó la rubia quien estaba a lado de Malia
—Que me dejen inconsciente.— Corrigió, aplaudió y se levantó.— Preferentemente, sin dolor. Y que sea Olivia.
Se acercó al cuerpo y lo vio por unos segundos, para después volver a ver a la chicas.
—Bueno. Esto es lo que haremos.— Olivia se puso frente a ella.— Vas a presionar mi pecho con fuerza, cortando el flujo de sangre y oxígeno al cerebro. Mi presión disminuirá, y yo quedaré inconsciente.
—Eso no suena nada seguro.— Mencionó Malia detrás de Olivia
—No lo es.— Afirmó Olivia mirando a Lydia preocupada
—¿Segura?.— Volvió a preguntar Malia
—No.— Suspiró.— Pero hagámoslo.
Olivia hizo exactamente lo que Lydia le dijo, para que segundos después, cayera inconsciente en el suelo.
[...]
Malia y Olivia estaban sentadas en el suelo, esperando que Lydia reaccionara, la rubia veía el suelo como si fuese lo más interesante, pero trataba de ignorar la mirada de la castaña.
—¿Estás bien?.— Se atrevió a preguntarle, ella la miró de reojo y asintió.
Malia bufó y tomó su mentón haciendo que la mirara, ella de mala gana aceptó.
—¿Por que todos tienen la manía de tomarme del mentón para verlos?.— Se preguntó recordando las infinitas veces que Scott y Stiles hacían eso.
—¿Te sientes mejor después de lo que hiciste?.— Le preguntó ignorando su comentario.— No puedes ponerte en riesgo. Menos en estos momentos.
—No me interesa ponerme en riesgo si eso significa proteger a los que quiero.— Negó viendo a Malia, ella suspiró
—Créeme, yo haría lo mismo por ti.— Olivia asintió sabiendo que estaba en lo correcto.— Pero ahora no debemos de llamar la atención y meternos en problemas.
—Yo me metí en problemas.— Corrigió rápidamente.— Yo fui la que hice ese disturbio. No ustedes.
—Ajá. Somos una manada.— Le recordó, ella rodó los ojos.— Las manadas se cuidan entre ellos. Tú eres parte de esa manada, te cuidaremos de quien sea.
Olivia la miró, Malia también pudo notar en su mirada el dolor que tenía, dejó detener ese característico brillo en sus ojos que tenía cuando la había conocido, podría decirse que dentro de ella, solo había un enorme vacío. Estaba dejando de ser ella misma.
—No está muerto.— Reaccionó Lydia tratando de recuperar aire. Malia la ayudó a levantarse.— Halwyn no está muerto. Y sé cómo salvarlo.
[...]
Malia y Lydia jalaban la camilla con el cuerpo del sabueso, mientras que Olivia fingía leer unos documentos, las tres iban vestidas de enfermeras.
Entraron a la habitación donde llevarían acabo su plan, se quitaron la mascarilla viendo frente ellas la máquina
—Paso uno, completo.
—Si mi papá me ve aquí, me asesinará.— Murmuró la rubia con un poco de temor
—No te verá.— Negó Malia.— ¿Cómo encenderemos esto?
Lydia mostró su celular
Manual de operación técnica IRM.
—Con el manual.— Dijo obvia
Lydia encendió la máquina, vieron cómo el cuerpo de Halwyn entraba por esta.
—Miren.— Señaló la pelirroja la computadora.— ¿Ven las distorsiones en la imagen? Significa que la bala es ferro magnética. Quizá de acero. Reaccionará a la resonancia. Aumentamos el poder del imán, y la máquina sacará la bala de ahí. ¿Listas?.— Giró a verlas, quienes parecían sorprendidas.— Podría ser sangriento.
—He visto cosas peores.— Miraron a la rubia quien solo ladeó una mueca
—Hazlo.
Lydia iba a oprimir el botón, pero volvió a revisar la radiografía que estaba en la computadora, dándose cuenta de algo, apartando su dedo.
—No puedo hacerlo.— Las chicas la miraron confundidas
—¿De qué hablas?
—De la bala. No es solo acero.— Acercó una imagen, señalándola.— ¿Ven los fragmentos? Son de plata. La bala estaba cubierta de plata.
—Por esa razón murió al instante.— Murmuró la mujer lobo recordando la plática que tuvo con Argent hace unos días.— La plata no reaccionará al
imán.
—Si sacamos la bala, empezará a sanar.— Acotó la banshee.
—Sanar es bueno.— Mencionó la castaña viendo a sus amigas
—Pero un sabueso del infierno se calentará. Cuando eso pase, la plata se derretirá y se meterá en su cerebro.
—¿Qué hay con un poco de plata?.— Volvió a preguntar viendo a ambas chicas, quienes compartieron una mirada preocupante.
—Argiria, envenenamiento por plata.— Respondió Olivia preocupada.— Y no tenemos cómo sacarla.
—Así que, si sacamos la bala, se morirá otra vez.
[...]
Malia veía por la pequeña ventana de la puerta, vigilando que nadie se acercara, suspiró y volvió a la habitación donde se encontraban las chicas.
—Debe haber otra manera.— Supuso la pelirroja ansiosa
—Sí, si tuviéramos más tiempo, seguro que podríamos resolverlo, pero no lo tenemos. — Mencionó Malia posicionándose a lado de Olivia
—Alguien va a cruzar esa puerta en cualquier momento y nos verá.— Admitió Olivia sintiendo los nervios crecer
—Nuestra última oportunidad para vencer al Anuk-ité podría estar en esa mesa, así que debemos una tomar una decisión ahora.
—No tienes que decidir, tienes que actuar.
—Sí, creo que es la decisión correcta.— Miraron a la última chica, quien no había hablado
—Si fuera Parrish, él querría que lo hiciéramos.— Murmuró ladeando la cabeza.— Se sacrificaría por todos en Beacon Hills.
—Pero Parrish podría tomar esa decisión.— Se negó nuevamente Lydia.— No sabemos qué haría Halwyn.
—Lo sabemos.— Mencionó viendo a Lydia.— Él construyó Eichen. Se congeló por 100 años, para estar listo para pelear contra el Anuk-ité.
—Lo primero que hizo al ser descongelado fue empezar a cazarlo.— Apoyó la rubia tratando de convencer a su amiga.— Si eso es lo único que le ha importado, él querría que lo hiciéramos.
La banshee suspiró mientras se acercaba a las chicas, las miró para después encender la máquina.
[...]
Olivia notó algo inusual, se acercó a la mesa observando detenidamente en cuerpo, mientras agudizaba su oído.
—Algo anda mal.— Confesó la coyote, miró a la rubia quien seguía viéndolo detenidamente, pero su ceño se frunció
—¿Qué pasa?.— Preguntó al notar la mirada de la rubia
—Su corazón.— Explicó viendo aún el cuerpo de Halwyn.— Late demasiado rápido y de manera arrítmica.
De un momento a otro, Halwyn comenzó a convulsionar, mientras que la máquina hacía un sonido.
—¡Apágalo! ¡Apágalo!.— Le pedían a la pelirroja, mientras las tres oprimían botones.— ¡Rápido!
Escucharon como Halwyn soltó un fuerte rugido, para que después, la luz se fuera por completo. Salieron rápidamente yendo hacia el hombre, quien ya estaba de pie.
—¿Dónde está?.— Gruñó, intentó acercarse pero de inmediato se tambaleó, las chicas lo detuvieron, apoyándolo en la pared, sentándose en el suelo.— ¿Qué está pasando?
Las chicas se miraron preocupadas
—El Anuk-ité está destruyendo la ciudad, eso es lo que pasa.— Explicó brevemente la coyote.— Y tienes que decirnos cómo matarlo.
—Malia.— La llamó Olivia
—¿Tiene alguna debilidad?.— Miró a los chicas.— ¿Hay un arma que podamos usar?
—Malia.— La llamó ahora Lydia, las tres se miraron para después ver a Halwyn, viendo su nariz sangrar mercurio
—¿Qué hicieron conmigo?.— Preguntó luego de limpiarse viendo su dedo manchado
[...]
—Lo siento.— Se disculpó la pelirroja.— Era la única manera de revivirte.
—¿Me revivieron para que muera?.— Preguntó incrédulo.
—No, para que nos ayudes.— Admitió la rubia.— Dinos cómo detenerlo.
—No pueden detenerlo.— Miró a la mujer lobo.— No pueden matarlo.
—Pero tú lo hiciste.— Miró a la banshee
—Lo atrapé.— Corrigió
—¿Cómo hiciste eso?
—Que no encuentre su otra mitad.
—¿Cómo sabemos que aún no lo ha hecho?.— Preguntó ansiosa Olivia
—No vivirían para cintarlo.— Comenzó a quejarse aún más.— Manténganlos separados. Aún es débil.
—Uno de ellos no es débil, es sobrenatural.— Negó la banshee
—¿Cambia formas?.— Preguntó asombrado
—Es un hombre lobo.— Explicó Olivia.
—No pueden dejar que las mitades se unan.— Negó mirándola.— Si los dejan... no podrán detenerlo.
—No debimos hacer esto.— Miró Lydia preocupada al hombre que se retorcía de dolor.— Lo lamento, perdóname.
—Escúchenme bien.— Miró a las tres chicas.— Si encuentras su otra mitad, si los dos se convierten en uno, no lo miren. No pueden mirarlo.— Sus ojos se pusieron anaranjados.— Las matará con una mirada.
Olivia, quien sostenía una mano de Halwyn, sintió como su agarre se relajaba, con lágrimas en los ojos vio cómo su mano se caía lentamente, dando a entender que había muerto.
[...]
—¿Cómo peleamos con algo que no podemos mirar?.— Preguntó Liam mientras veía los cuerpos de piedra
—No tengo idea.— Admitió Lydia
—No será fácil, es obvio.— Apoyó Malia mientras veía con detenimiento
—Aprenderemos a pelear sin ojos.— Giraron viendo a Scott llegar junto con Olivia
—Pelear sin ver, significa...
—Deucalion.
[...]
Olivia veía con detenimiento la bala, sintiendo tristeza al recordar la muerte de Halwyn, ella ya no podría soportar más muertes de personas inocentes.
Escuchó como el agua caía, dejó la bala en cama, acercándose al baño, viendo cómo Scott se limpiaba sus manos.
—Gabe tenía un ojo morado y el labio partido.— Informó Scott al sentir la presencia de su novia
—Se lo merece.— Se acercó a él ayudando a limpiarlo.— Que agradezca que no lo mate.
—Gracias.— Le agradeció, ella sonrió, comenzando a limpiar su pecho.— Estoy muy sucio, ¿no?
Olivia paró de limpiar, levantó la mirada, viéndolo
—Es demasiada sangre, deberías darte una ducha.— Propuso haciendo una mueca. Él miró la regadera para después verla, aclarándose la garganta.— Me has visto desnuda.
Se acercó abriendo las llaves de la ducha, Scott se quitó la camisa.
Olivia también comenzó a quitarse la suya, quitándose también su sostén, mientras que ambos mantenían la mirada fija.
Entraron a la ducha, mientras que ella apretaba sus músculos con delicadeza. Scott repartía besos sobre sus hombros, acariciando sus espalda.
La tomó del rostro para besarla, la tomó de las piernas, ella brincó enrollándolas sobre su cadera, para que después Scott la pegara en la pared.
Repartiendo besos sobre su cuello, ella levantaba la cabeza dándole un mejor acceso.
Se sentía demasiado bien para ambos, sentían la conexión, una conexión que iba más allá de lo sobrenatural, de un alfa y su beta, era una conexión amorosa.
Ambos se sentían seguros uno con el otro, algo que no habían encontrado en alguien más.
Solo eran ellos dos.
vaya, vaya. miren
quien volvió 🤨
yo
tenía pensado
dejar la historia pero dije
"solo faltan cuatro
capítulos no es nada"
espero poder subir mañana otro
feliz navidad atrasada <33
Atte. Isa <3