» 𝚜𝚎𝚟𝚎𝚗 «
𝚝𝚒𝚌𝚔𝚕𝚒𝚗𝚐
» • 𝙷𝚞𝚗𝚝𝚎𝚛 ;
Volví al hospital la tarde siguiente. Y la siguiente, y así continua siendo durante las próximas semanas hasta que se convierte en una rutina. Salgo del instituto, almuerzo y me voy a ver a Edric. A veces incluso comemos juntos (normalmente es cuando mi tío está en casa). No hay mucho que podamos hacer. A Edric no le dejan salir del hospital por ahora. Se encuentra bien, y sus heridas están recuperándose correctamente, pero ahora lo tienen en observación, lo que significa más análisis, más pruebas y estar rodeado de vías y agujas por todos lados. Se que a él no le gusta eso, ni tampoco estar encerrado, así que trato de hacérselo más ameno, acompañándole cuando tiene pruebas (siempre que me dejan estar claro) o simplemente estando ahí con él, hablando. Yo le cuanto lo que ha pasado hoy en clase, alguna estupidez por la que se haya enfadado mi tío o lo que sea para hacerle reír.
Edric no se lo podía creer cuando le conté como era mi tío conmigo. Me dijo que cuando lo conoció parecía de lo más agradable. Y no lo culpo, es una cosa que tiene él. Mostrarse amable ante todos como un alma caritativa que quedó destrozado por la muerte de su hermano pero que adora a su tanto a su sobrinito querido que decidió hacerse cargo de él sin pensarlo dos veces. Como no adorar a un tipo así. Hasta yo mismo, que se como es él de verdad, me trago ese cuento a veces. El de que mi tío es una excelente persona, que me recibió con los brazos abiertos cuando no tenía a nadie y que yo solo soy un adolescente rebelde y testarudo incapaz de valorar lo que tiene. Eso me hace sentir culpable, pero en el fondo se que no es así. Cuando está conmigo es el ser más desagradable jamás visto. Piensa que soy un coñazo inaguantable y haría hasta lo imposible por dejarme en un reformatorio por ahí. A veces me pregunto que si tanto me odia por qué no hizo eso en primer lugar. Presión social supongo.
Por eso Edric flipa cuando le cuento todo esto. Los dos nos reímos cuando le cuento las burradas que suelta mi tío, pero se que en el fondo se siente mal por mi. Se sintió mal también cuando le dije que mis padres murieron cuando yo era pequeño. Sinceramente, odio esa sensación de darle pena a alguien. No se por que, pero me pone enfermo saber que seguramente esa persona estará pensando "oh, pobre chico" cuando le digo que no tengo padres, como si yo viviera de la compasión de otros. No me importa tanto cuando lo hace Edric. Porque es Edric, y es especial, pero aun así le dije que no tenía porque sentir pena por mi, que estoy bien. Pero por algún motivo, nadie piensa en serio que yo esté bien. A veces ni siquiera él lo piensa.
La señora Noceda tampoco lo piensa. Bueno, Camila. Ella parece ser la única persona a parte de mí mismo que conoce la verdadera faceta de mi tío, la que no le muestra a nadie. Al principio ella no sabía que era su sobrino, pero cuando le dije mi apellido abrió mucho los ojos y alzó las cejas, como hace cuando se da cuenta de algo.
- ¡Claro! Si eres el sobrino de Belos. Como no me había dado cuenta antes ¡Os parecéis mucho! - exclamó mientras me observaba más de cerca. Si que nos parecemos un poco, a decir verdad. Tenemos el mismo color de pelo, rubio platino casi blanco, el de mi tío ligeramente atravesado por franjas más claras debido a las canas y los pómulos marcados. Sin embargo, nuestros ojos eran distintos. Los míos no sabría muy bien decir de que color son, pero los de mi tío son azules y fríos, como dos piedras de hielo incrustadas en su mirada, que meten respeto con solo verle. - Sin embargo, no os parecéis tanto en el carácter. Tu eres mucho más dulce - añadió sonriendo.
No se que me sorprendió más, que no pensara que mi tío era dulce, o que pensara que yo lo era.
Esa y algunas otras cosas más, me hizo darme cuenta de que en verdad parecía agradarle a la Señora Noceda. Siempre que aparezco por el hospital me pregunta como estoy o si he estado durmiendo bien, si como lo suficiente... Las típicas cosas que preguntan los adultos, supongo, pero aún así está más pendiente de mi de lo que mi tío ha estado nunca. Es una sensación extraña la de agradarle a las personas mayores, quizás porque no suele pasarme. Extraña, pero no desagradable. Camila no me desagrada en absoluto.
Hoy reflexiono sobre ese tema mientras camino por los pasillos del hospital, acompañado de Luz. A ella parece que también le agrado. Cuando no está con Amity o Emira se la pasa revoloteando a mi alrededor, hablándome de sus libros, o del anime que está viendo. A mi también me agrada Luz. No he interactuado demasiado con niños mucho menores que yo, pero con ella es distinta al resto de niños. Parece que no le da miedo nada, ni le importa lo que los demás puedan pensar de ella. Noto como a veces me estudia en silencio, como si tuviese una gran curiosidad por mi y estuviese tratando de averiguar que es lo que pienso. Me agrada Luz. En cierto modo es como tener una hermana pequeña. Me pregunto si de haber vivido mis padres habría tenido hermanos.
Cuando llegamos a la habitación de Edric me sorprende ver la puerta entreabierta. Oigo otra voz a parte de la suya, pero no parece la de Emira ni la de su madre. Me asomo lentamente y enseguida reconozco a la melena azabache de la profesora Lilith, que cae por su espalda como una cascada. Edric nota mi presencia y me saluda con una sonrisa. La profesora se gira hacia mi y también sonríe.
- Hunter, sabía que estarías por aquí. - dice suavemente. La señorita Clawthorne puede dar mucho miedo a veces. Siempre tiene una expresión muy severa, y cuando te mira parece que está a punto de helarte el alma. Es muy estricta, pero muy comprensiva también. Supongo que gracias a ella estoy aquí.
- Hola, señorita Clawthorne... Veo que usted también esta de visita.
-Si, algo así... Tenía que ver unos asuntos por aquí, y me pareció buena idea venir a ver como estaba Edric. - explica mientras juguetea con los puños de su blusa. No se demasiado sobre la vida personal de la profesora (por no decir nada) pero no se me ocurre que clase de asuntos tendría que atender en un hospital.
Tampoco me da mucho tiempo a pensarlo, porque de pronto Luz irrumpe en la sala, entrando como un torbellino y se tira a los brazos de la señorita Clawthorne. Esta esboza una sonrisa y le revuelve el cabello.
- ¡Seño, sabía que vendría ! - Anuncia la niña, tan animada como siempre.
- Hola, Luz. Perdona por no venir estos días, he estado realmente ocupada ¿Cómo está Edalyn ?
- ¡Muy bien! Mamá dice que a lo mejor le dan el alta
- Oh, eso es fantástico - dice mientras sigue enredando los dedos en su pelo.
En mi vida he oído a la señorita Clawthorne mencionar a una tal Edalyn, pero por suposición será una familiar o amiga suya.
Aprovecho el barullo de Luz para sentarme al lado de Edric. Este me mira con un gesto amable y se acerca un poco más a donde estoy yo.
- ¿Cómo estás?- le pregunto
- Bien, pero adolorido- se queja mientras se despereza como un gato- Me han clavado tantas agujas a lo largo de la mañana que bien podría ser un alfiletero
Dejo escapar una carcajada. Admiro la manera en la que Edric es capaz de bromear incluso en los peores momentos.
- ¡Seño , seño! ¿Podemos llevar a Edric y Hunter a ver a Eda? Quiero que les cuente la historia la vez que estaba en el instituto y les hizo creer a todos que el vestidor de las niñas estaba embrujado - Exclama Luz tirando de la falta de la profesora. Esta estalla en carcajadas.
-Claro, supongo que mi hermana ya no se sorprenderá de que me traiga a mi alumnos cada vez que voy de visita.
Nunca habría sospechado de que la profesora Clawthorne tendría una hermana, y aunque las hubiese tenido a las dos en frente, tampoco habría sospechado ni que eran familiares. Son demasiado distintas.
La habitación de Edalyn ,o Eda, como Luz la llama, está en el mismo piso que la de Edric, unos cuantos metros más a la izquierda. Entramos, y en seguida me encuentro con la imagen de una mujer, aproximadamente de la misma edad que la profesora, pero a diferencia de ella, su cabello esponjoso esta totalmente descolorido por las canas, seguramente causadas por el envejecimiento precoz de alguna enfermedad. Ella esta parada frente a la ventana sostiene un cigarrillo a medio terminar. Esto hace que su hermana arrugue la nariz, como hace siempre que está disgustada.
- Edalyn, creí que habíamos dejado en claro que fumar no te haría ningún bien. - gruñe, cruzando los brazos sobre su pecho. La mujer le da otra calada al cigarro y sonrie, volteando para vernos.
- Vamos, Lilith. Me quedan dos días de vida, al menos déjame disfrutarlos. - suelta una risotada al mismo tiempo que Luz se abalanza sobre ella para abrazarla. - Si te sirve de consuelo, tu pequeño renacuajo me ha estado recordándomelo en tu ausencia. Deja de influenciarla así o acabará siendo una amargada como tú. - dice refiriéndose a la niña. mientras le devuelve el abrazo. Lilith, sique con los brazos cruzados, pero no puede reprimir una sonrisa ladeada. Es entonces cuando Eda repara en Edric y yo. Nos estudia con la mirada durante unos segundos- A vosotros no os había visto antes ¿También son alumnos tuyos?
- Si, Edric lleva unas semanas ingresado, así que vine a visitarle de camino - El aludido esboza un gesto amable y saluda inclinando ligeramente la cabeza.
- Cielos, siendo tan joven...- murmura Eda por lo bajo, entonrnando los ojos. - No serás tú como esos muchachos que van una noche de fiesta y entre copa y copa acaban en un coma etílico
- No digas tonterías, Edalyn- regaña la señorita Clawthorne- Edric tiene la cabeza sobre los hombros, no como tú.
-No lo dudo, tan solo bromeaba- dice riendo. Entonces sus ojos bicolores se posan en mi- Juraría haberte visto en otro lado ¿ Tú eres...?
- Hunter Wittebane
-Wittebane... Wittebane... Oh cierto, el doctor- dice con una mueca de desagrado. Parece que tampoco es muy fan de mi tío- ¿Eres su hijo o algo así?
- Su sobrino...
- Ya veo. Os parecéis un poco, sí. - me pongo un poco tenso. Odio que me comparen con mi tío.- ¿ Y ustedes son... algo?- continúa mientras su mirada pasa de Edric a mi continuamente.
Noto como me pongo colorado hasta las orejas y de inmediato bajo la cabeza, ocultando mi vergüenza.
- Hunter y yo somos amigos- aclara Edric, quien parece no haberse dado cuenta de la insinuación. - él viene a verme todas las tardes
- Oh, ya veo...- le da otra calada al cigarro. Eda me mira de reojo y con media sonrisa, me guiña su ojo, el de un color grisáceo. No entiendo muy bien que quiere decir con el gesto, pero me vuelvo a sonrojar.
Lo que resta de la tarde se me pasa volando. Tan rápido que cuando me doy cuenta el cielo ha comenzado a oscurecerse. Me apresuro a recoger mis cosas y despedirme. para ir a casa antes de ganarme una buen bronca por parte de mi tío por llegar tarde. Edric insiste en acompañarme hasta la salida y yo no me niego. Ambos bajamos a la planta baja del hospital y tras atravesar la puerta que da al recinto del aparcamiento, nos quedamos mirándonos a los ojos. Él sonríe. Yo sonrío. Y el cosquilleo en mi pecho regresa.
Al darse cuenta del frío invernal, Edric se abraza a si mismo, frotándose los brazos.
-Será mejor que vuelvas dentro, no vaya a ser que te resfríes- le digo en voz baja. Él asiente.
- Tú también, apresúrate en llegar a casa. - me envuelve entre sus brazos, estrechándome contra su pecho. Yo solo me dejo hacer. A penas me han abrazado durante mi vida, pero la forma en la que Edric lo hace me da una sensación de seguridad que nunca antes había experimentado
Nos separamos un poco y mirándonos el uno al otro. La piel pálida de Edric resplandece bajo la luz de la luna. Oigo su respiración, lenta y calmada, que se transforma en nubes de vaho al rededor de nosotros. Con cuidado, sus dedos finos tocan mi rostro helado y apartan un mechón de cabello rubio , colocándolo cuidadosamente detrás de mi oreja. Me observa de nuevo, con sus ojos almendrados estudiando los míos. Con suma lentitud acorta la distancia entre nosotros hasta el punto en el que puedo sentir su aliento en mi cara. Y entonces, ladeando un poco la cabeza deja un delicado beso en mi mejilla.
Doy un respingo, sintiendo como el cosquilleo nervioso se extiende desde mi pecho hasta mi estómago.
-Buenas noches, Hunter
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N/A: Actualice tempranoOOOOO. Y además es cap largo. Espero que os haya gustado. Estos dos van a ponerse aún más homos, así que wait and see.