Rayo de sol~
Noche del 29 de Diciembre, todos los alumnos de la escuela de magia y hechicería Hogwarts se encontraban planeando sus planes de año nuevo.
El grupo más famoso de Gryffindor estaba disuelto. Nadie en toda la semana les había encontrado a ninguno de ellos junto con otro.
Frank paseaba tranquilamente repasando sus apuntes de pociones. No se le daba muy bien esa asignatura y tenía que estudiar más de la cuenta. Cuando llegó al patio trasero, el cual casi siempre estaba vacío porque eran muy pocas las personas que querían estar ahí, notó un olor a cigarro y alcohol. No tuvo que ni siquiera apartar la mirada de sus libros para saber de quien se trataba.
-Sirius, ¿me puedes explicar que haces aquí?
-¿Tú que crees? Morirme en mi miseria - suspiró un poco de humo hacia el cielo.
-¿Desde cuando tan dramático? Pensaba que te la sudaba todo.
-Mira cállate no estoy para hablar ahora.
Frank solo suspiró en desaprobación y se sentó al lado de su compañero.
-Venga cuéntame que te pasa drama queen.
Sirius solo le observó entrecerrando los ojos y miró de nuevo a otro lado.
-Si no lo sé ni yo, de verdad que estoy hecho un lío. Necesito ayuda con Remus. Probablemente ya te lo haya contado Lily o Alice, así que no me voy a poner a soltar detalles - murmura bebiendo de la botella de licor que poco antes había estado derramándose por el suelo.
El pecoso solo miró para el césped pensativo sin decir nada. Sabía perfectamente que le pasaba a Sirius, pero no quería cagarla diciendo algo erróneo.
-¿Bueno te vas a quedar callado ahí? Para eso hablo con las piedras, Frank, que hacen más trabajo que tú - bufó y con las mismas se iba a levantar pero el otro lo cogió del brazo y lo sentó a la fuerza.
-Vamos a ver, pedazo de forúnculo. ¿Qué dudas tienes con Remus? ¿Mmh? Si el único problema aquí es tu ego y tu supuesta "popularidad" de mierda que tienes que mantener como intocable que crees que eres, pero, ¿sabes que? Cuando salgamos de aquí eso no va a significar nada. Te aseguro de que te arrepentirás de no haber hecho aquí lo que de verdad sentías porque, luego va a ser muy tarde y verás lo gilipollas que estás siendo.
El pelinegro se quedó petrificado pestañeando varias veces mirándolo fijamente.
Frank después de repetir en su cabeza ese diálogo se sonrojó por la vergüenza y miró a otro lado.
-Perdón por ser tan directo... - se rasca la nuca algo nervioso.
-No me esperaba eso, joder... - sale de su bucle y deja de pestañear como un idiota y empieza a reír - vaya quien lo diría... El tímido Frank Longbottom insultando e imponiéndose, esto no se ve todos los días.
-Imagina entonces como de subnormal estás siendo...- murmura entre dientes mirando sus apuntes.
-¿Has dicho algo?
El otro chico negó con la cabeza.
-No Sirius... Para nada - alargó la "a" de la última palabra para sonar irónico y se levantó - Bueno... Creo que debo seguir repasando para pociones.
-Gracias por hablar conmigo compañero- le dedica una sonrisa sincera mientras ajusta su cabello despeinado detrás de su oreja porque no veía nada y se le estaba pegando a la frente por el sudor.
-Un placer ayudar siempre - le sonrió de vuelta - y dúchate un poco, das asco - giró sus pies por donde había venido para comenzar a caminar dirección al centro del colegio.
Sirius dejó caer su cuerpo hacia el césped con la cabeza mirando hacia el cielo mientras suspiraba.
-Tampoco huelo tan mal.
(Sí, Frank tiene pecas para mi)