Cuando llegó a la escuela me quedo con la boca abierta. En mi lugar hay rosas. Leo la nota:
"Hola hermosa.
Hoy no pude ir a la escuela, pero mañana nos vemos y espero tu respuesta.
PD. No me decepciones."
No sé qué decir. Nunca nadie me había dado rosas.
- ¡Ah! Esas rosas te las manda Robert ¿verdad?
Emily esta junto a mi silla feliz dando brinquitos y aplaudiendo.
-Si Emily. –digo un poco nerviosa.
-Pero que bonito ¿ya son novios?
-No aún no. Hoy no viene a la escuela, pero mañana le tendré una respuesta.
-No lo decepciones Ema.
No respondo solo asiento pero pienso que eso mismo me dijo él.
En todo el día me la paso pensado en Robert. Es demasiado tierno.
Cuando llegó a la casa me encuentro a mi mamá.
-¿Qué es eso? –pregunta molesta.
-Pues rosas.
-Ya sé que son rosas. ¿Quién te las dio? –dice con voz aún más molesta.
-Alguien. –digo ignorándola.
-Ema que te dije de tener novios hum...
-¡Jamás voy a encontrar un novio vampiro! ¿Porque no lo entiendes? Tú tienes a papá por eso no te sientes sola, pero yo no he conocido a nadie que sea vampiro. En todos nuestros años juntos no hemos visto a nadie que sea vampiro, así que ¡déjame ser feliz! –grito un poco desesperada.
- ¿Y qué paso con Richard?
- ¡Él ya está muerto!
Cuando digo eso desaparezco de ahí. Llegó a mi habitación no sé qué hacer. Otra vez tengo ese horrible nudo en la garganta que me quema.
Richard ya es del pasado por supuesto que me dolió mucho cuando el murió
Pero se acabó y ya no voy a pensar nunca más en él.
*****
En la mañana me visto y me arreglo lo mejor que puedo, todo para ver a Rob. Llegó a la escuela antes que Rob y ahora soy yo la que me siento en su lugar, él es demasiado tierno así que yo seré linda con él.
Como el compre unas rosas un poco más discretas y en la tarjeta le puse:
"No te voy a decepcionar
SI"
Me canso de esperar así que me salgo del salón y lo espero cuando llega por suerte no me ve.
Agarrar el ramo de rosas y voltea para todos lados. Entonces toma la tarjeta lee. Pone una gran sonrisa.
Entró al salón y me ve. Nos vemos y son decir nada me carga y me besa.
-Gracias.
No contestó, me baja y me vuelve a besar.
-Estas muy fría.
Mierda...
-Es que hace frío...
Oh vaya excusa.
*****
Durante toda la semana Rob es demasiado lindo. Me entero de que le gusta el color rojo, que le encanta leer, quiere estudiar literatura a y que vive solo.
Por supuesto me va a dejar a mi casa todos los días mis papás no dicen nada, solo se me quedan viendo muy feo, o al menos mi mamá.
-Vamos a mi casa hoy. –dice Rob muy emocionado.
-¿A qué hora? –pregunto igual emocionada.
-A las 6:30. Paso por ti. –asegura.
-Me parece bien, gracias Rob. –digo mientras salgo del carro.
-Nos vemos al rato.
Cuando entro a mi casa sé que algo malo va a pasar. Papá y mamá están en la entrada muy serios.
Me voy a ir a mi recámara cuando escucho a mi papá hablar.
-Ema ven aquí. –dice con voz seca.
Nerviosa me doy la vuelta.
-Cariño el chico que siempre viene a dejarte ¿es tu novio? –pregunta ya un poco más relajado.
-Si papá. –admito avergonzada.
-Te vamos a dejar estar con el cariño. Solo que ten mucho cuidado. –pide dulcemente.
Nunca les pedí permiso, pienso dentro de mí.
-Gracias papá. Y si tendré cuidado. Por cierto hoy voy a ir a su casa a las 6:30. –digo rápidamente.
-Está bien pero con mucho cuidado. –dice mi papá otra vez con cara seria.
Asiento y volteo a ver a mi mamá, su cara es inescrutable.