personajes utilizados en esta historia no me pertenecen, créditos a sus respectivos creadores.
El devastado campo anunciaba cuán grande era la batalla, las llamas ardían en todo sitio y lo que una vez fue britannia ahora no era nada más que ruinas.
-aún quedan 8 minutos!.- la voz de merlín se escuchó en el lugar, frente a su rostro unas llamas esmeralda brillaban formando un reloj que con su marcha atrás anunciaba lo que ella había proclamado.
-dejen de interrumpir!.- zeldris vociferó peleando con aquel arcángel del cual en un punto se le fue engañado, desde entonces llegó a pensar que era su hermano mayor y le tuvo mucho repudio, pero ahora la realidad había llegado y se encontraban peleando como los enemigos que eran personas destinadas a luchar por uno de los bandos que, de alguna u otra manera les beneficiarían.
Su cuerpo desgastado por la batalla apenas se lograba mantener en pie, tal vez eso fue lo que le condenó o pudo ser su voluntad de seguir, pero al final de alguna u otra forma el arcángel se quedó con la victoria y él se encontró precipitándose desde las alturas, moribundo, débil y acabado, solo observando como la oportunidad de ver a su amada se marchaba con cada segundo que pasaba, ya no se volvería a parar, no podría blandir su espada ni desatar su oscuridad, pero aún había una cosa que podía hacer y eso era lamentarse, lamentarse por ser tan débil, atormentarse por estar solo, maldecirse así mismo por no cumplir sus promesas.
Pero el golpe que debía recibirle nunca llegó, por el contrario se sintió en algo bastante reconfortante siendo recibido gentilmente por unos brazos, sus pesados ojos trataron de aclarar la imagen y después de un tiempo lo lograron, y notaron ese oscuro cabello puntiagudo mecerse con el pesado viento del lugar.
-arriba hijo del rey demonio, no es momento para que te rindas!.- la voz del son resonó en todo lugar, alarmando a todo que pudiese oír, trayendo angustia a todo aquel que conociese su fuerza.
-tu...- balbuceó apenas pudiendo hablar, el hijo del rey demonio que se enfrentó a los siete pecados capitales y a dos de los arcángeles al fin tenía refuerzos y no se supo de dónde, pero tomó fuerzas para ponerse de pie otra vez. -sí viniste...-
-no te confundas, si he venido aquí es por Meláscula-chan.- aclaró dejando en el suelo al pelinegro.
-así que ella no nos ha abandonado?.- se cuestionó, quién iba a pensar que la serpiente le brindaría su ayuda después de años de haberla despreciado, no cabía duda que esto era un milagro.
-e-él es!.- la gigante apuntó al hombre que llegó de la nada y ayudó a zeldris.
-es la persona que venció a meliodas en su modo asalto, él está con los demonios!.- aquellas declaraciones hicieron preocupar a merlín que volviéndose lo confirmó, aquel del que no conoce nada había llegado.
-muchos de ellos le desconocían, pero por el simple hecho de escuchar que venció al temido meliodas era para al menos considerarlo, y aunque Ludociel no lo creyó, mael sí que lo hizo, lo sabía, había peleado directamente con aquel que hizo retroceder a los mandamientos y que por advertencias de meliodas sería mejor no enfrentarlo.
-no-no hay tiempo, hay que evitar que la maga complete el hechizo, de lo contrario todo se habrá perdido.- jadeante se preparó para la lucha.
-yo iré por esos que tienen alas que parecen ser los más fuertes.- explicó gokú y el malherido zeldris asintió, poco a poco su oscuridad le sanaba y ya tenía un poco más de fuerza para continuar.
-¡solo quedan 6 minutos!.- alertó merlín, el arsenal que tenían era poderoso, pero saber si sería suficiente era desconocido y algo de angustia comenzó a invadirla.
-¡aquí voy!.- despegando rápidamente fue en contra de todo el grupo y zeldris le siguió, el rey hada, mael y ludociel se posicionaron al frente y aquella lanza se transformó en un enorme monstruo que le ayudaría cuerpo a cuerpo, sin embargo no pudo ser tan efectivo al final porque la fuerza del hombre fue tan superior que la criatura fue enviada a estrellarse en los restos de britannia.
-e-es increible...- la gigante no evitó asombrarse y temer ante tal muestra de poder.
-era de esperarse de aquel que derrotó a los mandamientos y al capitán.- murmuró el rey hada, que con su poder desbordando como nunca no se esperó encontrarse con un adversario así.
-serán 6 minutos de los cuales tendré que contenerte, y serán 6 minutos en los cuales tendrás que acabar con nosotros, veamos qué rumbo toma esta batalla.- mael recitó cuando cruzó miradas con el hombre, gokú le miró y se lanzó hacía él, sin embargo antes de asestarle un golpe un incandescente brillo le cegó y le empujó, era un ataque de Ludociel que a espaldas del guerrero cubría a su hermano.
-he estado en situaciones peores.- fue lo que gokú dijo y extendió sus manos hacía los arcángeles y de ahí sus poderes emergieron en una luz celeste. -ustedes no son nada.- exclamó y disparó a los mismos que lo esquivaron a duras penas .
-qué clase de magia es esa?.- Ludociel cuestionó, pues no había poder mágico alguno en ese ataque, sin embargo la presión que arrastraba con ellos es muy alta.
-no se confíen.- dijo gokú y con su voluntad hizo regresar los ataques en un repentino movimiento que esos dos siervos no pudieron evitar y con el calor intenso sobre sus espaldas fueron enviados a estrellarse brutalmente con el suelo.
-ludociel, mael!.- gritó king apretando sus dientes, canalizando poder mágico a su lanza deshizo el monstruo y con ello hizo caer una lluvia de espadas que desde el cielo se precipitaron ferozmente con la intención clara de acribillar al saiyajin.
"qué molesto" pensó gokú y desapareciendo de la vista del hada esquivó todas y cada una de las cuchillas.
-que-qué?!.- ante ese movimiento observó como pudo a los alrededores, pero no pudo verle. -es muy rápido!.- masculló, pero antes de poder tener la mirada al frente, el guerrero se presentó repentinamente como si solo hubiese aparecido de la nada.
como una poderosa bomba pudo escucharse el estruendo en todo lugar, los suelos se agrietaron y las pocas ruinas colapsaron por el inmenso poder que se descargó, el resto que trataban de hacer frente a zeldris observaron en la cúspide del lugar a gokú levantar de la cabeza al gobernante de las hadas después de haber sido estampado en las tierras de camelot.
-king!.- gritó la gigante al verlo moribundo, qué clase de monstruo era esa persona para lograr causar tanto daño a la fuerza del posible rey más fuerte, tampoco era de esperar mucho, pues el castaño ya estaba en su límite.
De repente soltó la cabellera del chico y retrocedió, porque en un destello pudo verse las blancas alas del arcángel ludociel arremeter con fuerza.
-me logró ver a esta velocidad?!.- bastante aturdido por el anterior ataque trató de procesar lo sucedido. -muy directo!.- exclamó gokú y acertando con una patada golpeó el abdomen del arcángel más importante.
La sangre bañó el escenario y el azabache cayó de rodillas ante la fuerza efectiva del son, fuerza bruta que no proviene de ninguna magia, un guerrero que habría librado batallas más fuertes que estas.
-sol prominente!.- se escuchó gritar la voz desde los cielos y el incandescente poder descendió a gran velocidad, gokú lo observó y se dispuso a esquivarlo, sin embargo el ataque le siguió y atrayéndolo con el poder de una estrella le arrastró bastante más lejos, un poder que fue capaz de acabar con el demonio original y ahora arrastraba a gokú a su posible muerte.
Alivio fue lo que vieron cuando en la lejanía observaron la explosión darse, pensaron algunos que el final habría llegado, pero para su mala suerte no era así, porque del núcleo del fuego se pudieron ver algunos destellos brillantes, mismos que a gran velocidad se acercaron a los arcángeles que trataban de recomponerse.
-cuidado!.- alertó la hija de la deidad suprema cuando la lluvia se aproximaba, pero todo intento de advertir era completamente en vano, pues sin poder hacer algo sus compañeros fueron acribillados por las constantes ráfagas que golpeaban más que cualquier ataque mágico.
-no!.- gritó la albina, pero apenas pudieron prestar atención a aquello por los constantes ataque que zeldris lanzaba, gracias al poder de la gigante estaban defendiendo a la maga, pero poco a poco comenzaron a ceder.
Las heridas dejaban escapar la roja sangre del cuerpo de los arcángeles, gokú se paró frente a ellos con su doji algo roto y las quemaduras podían verse en algunas partes de su cuerpo.
-eso fue sorpresivo.- murmuró el saiyajin al ver a los supuestos seres más fuertes a sus pies. -no permitiré que hagan daño a Meláscula-chan otra vez.- dijo antes de darse media vuelta y dirigirse a los pecados capitales restantes.
-no puede ser, ese hombre ya viene!.- alertó el cerdo, los ojos de todos señalaron al horizonte donde la figura del saiyajin se mostró.
-aún faltan 4 minutos para completar el hechizo, no hay forma de detenerlo?.- dijo el débil pecado del orgullo que tartamudeó al momento de expresarse, muchos retrocedieron y diane apenas si se mantenía en pie soportando la constante lluvia de ataques mágicos que zeldris proporcionaba, sin embargo no podían rendirse así de fácil.
-iré yo.- fue la princesa de lionés la que habló asombrando a todos y comenzó a acercarse al saiyajin. -no lo hagas, no podrás hacerlo!.- gritó el cerdo junto con diane y escanor, pero ella no se volvió, no era cobarde, eso era muy seguro.
y más temprano que tarde los ojos propios del poder de las diosas señalaban los oscuros orbes de gokú.
-¿por qué haces esto?.- le preguntó y las manos de elizabeth comenzaron a bañarse en luz. -por qué te empeñas tanto en seguir con esta guerra. -cuestionó, sin embargo a pesar de sus preguntas gokú no perdió más tiempo con ella y comenzó a caminar hacía la maga que seguía murmurando el conjuro.
-no lo harás!.- dijo la princesa y se posicionó al frente del joven. -si quieres impedirlo tendrás que pasar por encima mío!.- vociferó. -no tienes por qué seguir con ellos, en el fondo de tu corazón no hay maldad, puedo sentirlo, así que no tienes porqué hacer esto!.- exclamó.
-no le hagas caso!.- zeldris vociferó desde las alturas. -ella fue quien comenzó todo esto, habla de no seguir con la guerra cuando ella y mi hermano comenzaron todo en primer lugar.- jadeante siguió diciendo lo que parecía verdad, porque algo de intimidación nació en la princesa de lionés. -estoy seguro que meláscula te habló sobre como las diosas masacraron a los nuestros, solo es una hipócrita, sedujo a mi hermano y lo puso de su lado, dice que no quiere la guerra, pero terminó provocando más muertes de las que pudo haber, incluso gowther tuvo que sacrificar su vida para parar sus errores!.- cualquiera podría pensar que mentía y cualquiera le daría la razón a elizabeth, pero la realidad así era y aunque todo pudo ser culpa del amor, para gokú nada de eso importaba.
-¿y crees que yo no perderé nada al darte victoria?.- preguntó y extendió su brazo por encima del hombro de la diosa y de ahí comenzó a nacer una calidez que antes de reconfortar solo traía temor y angustia.
-meláscula-chan no tiene por qué pagar todo lo que estos conflictos han causado.- de su boca nacieron palabras vacías, la diosa arremetió con todo lo que tuvo, le golpeó con su luz y con todo lo que pudo y aunque devastó aún más el escenario no pudo mover ni un solo centímetro al supuesto humano y cuando su poder estuvo listo, lo disparó contra el resto de los pecados capitales.
La explosión que generó fue tal que deshizo el conjuro de merlín y a todos los involucrados les envió lejos del lugar, la caída de la gigante hizo temblar el suelo y el resto apenas si siguieron vivos después de sentir semejante desate de energía, y al fin el caos por ganar tiempo desapareció dejando la victoria para los demonios.
-al fin, al fin derrotamos a estos malditos.- jadeante zeldris descendió de la alturas aún mal herido y cansado por todo lo que había hecho. -el nacimiento del nuevo rey demonio será inevitable y nuestros objetivos serán cumplidos.- declaró el hijo menor y tanto él como gokú se posicionaron frente al capullo de oscuridad.
-muy pronto Meláscula-chan podrá ver otra vez.- murmuró con esperanza, sus puños se apretaron decididos a defender al que está a sus espaldas.
-e-es muy fuerte, no podemos detener a gokú!.- fue la voz de merlín que recomponiéndose trataba de procesar la situación, el desgaste mágico que conllevaba el hechizo le había agotado y sus fuerzas para pelear se veían reducidas.
-¿cuánto tardará en aparecer ese tal rey demonio?.- preguntó el saiyajin al zeldris.
-solo necesitamos un poco más de tiempo, solo hay que preocuparnos de esa maga, sus hechizos nos pueden joder nuestros planes.- informó el demonio menor y gokú asintió.
-no podemos dejar que ellos se salgan con la suya, debemos ayudar al capitán!.- exclamó la gigante empuñando su martillo y decidida a atacar comenzó a caminar, pero la maga le detuvo.
-gokú pudo contra el modo asalto de meliodas, además no tuvo problema contra los arcángeles y el poder mágico de king fue repelido con facilidad, no sabría decir cual es su nivel de poder, pero se sale de lo que podemos hacer.- exclamó la maga y cuánto odiaba encontrarse en esta situación, cuánto deseaba tener algo para encontrar una debilidad, pero no había opción, deberían esperar al nacimiento del rey demonio o sucumbir ante el descomunal poder de ese hombre.
-¿haces esto por ella no es así?.- una vez más la albina se acercaba al guerrero que custodiaba el capullo del rey demonio. -hablo de Meláscula, lo haces por ella no es así?.- preguntó y sin señales de hostilidad se dirigió al saiyajin.
-así es, si debo hacer esto para ayudarla, lo haré sin duda alguna.- contestó. ella sabía por la boca de meliodas lo que era Meláscula en realidad, comprendía su situación si ya había entregado su mandamiento y por más que rebuscó no pudo encontrar algo para reprochar la forma de actuar de esta persona, actuaba por amor y ella lo hizo también en el pasado, ¿como poder cuestionar eso?.
-te lo pido...- entre lágrimas se desplomó de rodillas ante el saiyajin que le miró desde arriba. -te lo suplico, detén esto... ¡por favor!.- los ojos de todos se mostraron atónitos, por ver a la fuerte princesa de lionés doblegare por su cuenta ante esa persona.
-e-elízabeth!.- diane apretó sus dientes no aceptando eso, de ninguna manera permitiría ver a su amiga humillarse ante gente como esta y sin hacer caso a las advertencias de merlín y sin importar la devastación del humano ella se dirigió hacía los enemigos.
El no evitó sentir la melancolía de la dama, su ser pareció estremecerse con la sinceridad de la chica. Extendió su brazo dispuesto a levantarla y explicarle amablemente sus razones, pero en tanto se desconcentró de sus alrededores un codo azotó fuertemente contra su rostro y no fue diane u otra persona el que le envió a azotarse contra el poco escenario que quedaba, aquel que le golpeó fue el zorro albino que esbozando una sonrisa había llegado al campo de batalla.
-¡¿me extrañaron?!.- de forma burlona ban interrogó y extendió su mano para ayudar a albina. -levántate princesa, no quiero pensar lo que el capitán me haría si permito que su majestad se arrodille ante escoria como esta.- de forma burlona levantó a la dama, zeldris se reincorporó como pudo preparando su espada de oscuridad.
-ma-maldito!.- exclamó apretando sus dientes, al parecer más pecados capitales habían llegado y por alguna razón este era supremamente fuerte.
-veo que tienen problemas, qué tal si me dejan ayudarles?.- entonando sus frases tronó sus nudillos, la esperanza en todos regresó.
-ese cerdo por fín ha llegado, su poder de pelea será suficiente para derrotar a esta basura.- exclamó el cerdo emocionado cuando observó al pecado de la avaricia, todos recobraron los ánimos y se dispusieron a atacar, si esto salía bien podrían contener a meliodas, aunque supusieron que esto no sería tan fácil, pues de el lugar del impacto los escombros salieron volando y la figura de gokú se levantó, esta vez pudiéndose notar en su rostro el daño de ese sorpresivo golpe.
-debo admitir que eso me ha dolido bastante.- comentó gokú, a pesar de ello no se veía aturdido o algo por el estilo.
-qué sorpresa.- dijo el zorro en un tono burlón. -miren al novio de la serpiente con cara de tonta, ¿estás otra vez en contra nuestra?.- quien sabe si así era su actitud o en realidad planeaba provocarlo, sin embargo lo pagaría caro.
La siguiente vez que exhaló aire, lo hizo forzosamente, pues en su abdomen tenía el puño del saiyajin y de su interior la sangre se expulsó agresivamente.
-no te refieras a ella de esa forma, ¡¿te quedó claro?!.- aún por más fuerte que fuese, por más resistente que su cuerpo se haya transformado, al final los golpes de gokú parecían superar eso.
Trató de acertar un segundo golpe, sin embargo en tanto trató de hacerlo la figura de ban desapareció de su mirada.
-aunque no pudo golpearle, sí que logró mirarle hacía donde escapó. -está atrás!.- dijo el saiyajin y se agachó permitiendo seguir de largo la patada que el zorro había lanzado, inmediatamente sostuvo esa extremidad con su mano derecha y de manera sorprendente le azotó tres veces contra el suelo antes de liberarle.
-es hora!.- exclamó diane y con su danza arremetió con inmensos y filosos picos en contra del hijo del rey demonio que se vio obligado a retirarse para atacar también.
-ese sujeto es bastante fuerte, no comprendo cómo puede tener tanta fuerza!.- limpiando la sangre de la comisura de sus labios analizó al saiyajin, cuantos años y peleas contra el rey demonio para ahora verse opacado por este hombre que le seguía superando.
Se recompuso y una nueva serie de golpes fueron lanzados hacia él, una pelea cuerpo a cuerpo que tanto el uno como el otro parecían estar parejos.
La patada azotó con fuerza en el bazo del saiyajin y luego el combo de golpes se avecinó a su rostro.
-es un tanto directo su estilo de pelea.- pesó el saiyajin, este era el oponente más fuerte al que había enfrentado y sí que le estaba dando batalla.
-qué pasa, esto es todo lo que tienes?, ¡¿estás seguro que tú fuiste quien derrotó al capitán?!.- se burló el pecado, sin embargo el último golpe que lanzó fue aprisionado por la mano de gokú y de ahí no pudo liberarlo.
-qué arrogante.- algo fastidiado por este hombre aclaró y toda la fuerza que puso el zorro fue inútil, pues no pudo liberarse, pero al mismo tiempo fue golpeado por una patada que por la fuerza se hundió en ese duro abdomen y luego fue estampado cuando el dodo del saiyajin arremetió en su espalda y le hizo estrellarse en el suelo.
-mi-mierda!.- a pesar de su resistencia esos golpes físicos eran muy efectivos y el aire escapó de su organismo en totalidad. -esto es por dañar el cuerpo de Meláscula-chan!.- aclaró observando al jadeante pecado que solo de escuchar ese nombre sintió repulsión.
-¡infeliz!.- exclamó y señaló con su brazo al saiyajin.
-¡arrebato!.- exclamó, pero antes de siquiera ejecutar bien la técnica recibió un golpe del hombre fuertemente en su rostro directamente.
-esto es por romperle el cuello a Melascula-chan!.- siguió el saiyajin.
sintiendo como algunos de sus huesos se fracturaron navegó por el aire hasta estrellarse con algo que le detuvo.
-maldito, sus golpes son más fuertes que los míos y más rápidos, no puedo anticiparlos.- pensó y se reincorporó aún con los estragos de esos choques sobre su cuerpo, pues los mismos permanecerían ya que abandonó su inmortalidad, pero eso solo empeoraría ya que en un instante el hombre apareció frente a él a esa velocidad imperceptible.
-¡se acabó!.- con esa frase envolvió al mandamiento con el poder que emergió de entre su mano derecha y con esa misma que chocó en el abdomen del zorro, le envió a las afueras de camelot donde la potente explosión se desató.
-qué fastidio.- limpiando la sangre de su rostro observó a la otra pelea, zeldris parecía apenas ser capaz de contenerlos, pero la verdad era que ya no hacía falta, porque pudo ver cómo el capullo se abrió y con ello pudo sentir que su objetivo estaba casi cumplido y cuando regresaría a casa vería al fin el color de los ojos de la mujer que le espera.
fin del capítulo 15.
bueno pues aquí el nuevo capítulo. Comenten o voten si les ha gustado, y si no ya saben que son libres de dejar su odio en los comentarios.
espero que estén bien, nos vemos en el próximo capítulo.
bye.