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Yamaguchi estaba a punto de gritar, no entendía lo que estaba pasando en lo absoluto. En un momento era un día completamente normal y al otro, ¡bum! Kenma había conseguido su número de alguna manera y le había dado una dirección para que fuera, diciendo además que no le podía contar nada por mensaje.
Realísticamente sabía que no lo iban a secuestrar para meterlo a una cabaña oculta en el bosque torturándolo mientras contactaban a su familia para pedir algún rescate, pero siempre hay una pequeña posibilidad.
Incluso le había mandado un mensaje a Tsukishima preguntando si acaso sabía algo o si sabía cómo Kenma había conseguido su número, pero el rubio dijo que no sabía absolutamente nada.
Miedo.
Confirmó la dirección por enésima vez y confirmó que, en efecto, había llegado al lugar. Fue un viaje de 20 minutos, pero pareció uno de dos horas y tres minutos al mismo tiempo.
El tiempo ya no existía, las horas son un constructo social.
Mientras estaba buscando dónde estacionarse, la garganta se le secó al observar los edificios a su alrededor. Toda la zona estaba lleno de edificios de gran altura, que con solo verlos sabías que personas importantes trabajaban en ellos, y Yamaguchi no sabía qué sentido tenía que él estuviera allí. Lo más importante que había hecho era que una vez había abierto un Mazapán sin romperlo, pero fuera de eso nada.
Finalmente, y conteniendo las ganas de acostarse en el pavimento mirando al suelo, salió del auto con el celular en la mano para seguir aún más direcciones para llegar a donde Kenma lo había citado.
Entró al edificio y ver tantas personas en traje haciendo llamadas importantes lo mareó un poco. Caminó lentamente hacia la persona en el escritorio de la recepción pareciendo un cachorrito perdido y se quedó parado ahí por unos segundos preguntándose cómo demonios iba a llamar la atención de la señorita sentada ahí sin humillarse. Por suerte, ella lo vio primero.
—Sí, ¿se le ofrece algo? —Preguntó amablemente, aunque la ansiedad de Tadashi le estaba diciendo que probablemente lo estaba juzgando por estar ahí.
—Uh, sí, uhm, Kenma... ¿Kozume? uh, me dejó un mensaje hace una hora diciendo que viniera porque me quería hablar de un asunto —Tartamudeó Tadashi.
—Eso campeón, ahora van a saber que no tienes ni puta idea qué estás haciendo. Buena.
—Oh —Dijo la recepcionista sorprendida. —Si me disculpas por un minuto, voy a hablar a la oficina de el señor Kozume para confirmar que lo estaba esperando —Anunció alcanzando el teléfono.
—Okay —Respondió Tadashi sonriendo incómodamente y se alejó de el escritorio para que no pensara que era un pesado.
—¿Me puede dar su nombre?
—Sí, uh, es Yamaguchi Tadashi. —La recepcionista apuntó el nombre en un a hoja y marcó un número en el teléfono.
En ese momento Tadashi pasó por lo mismo que siempre pensaba cuando iba a un aeropuerto: aunque Tadashi sabía que él no llevaba drogas o algún arma, por alguna razón cuando le revisaban la mochila él pensaba que había una posibilidad de que tuviera la maleta llena de cocaína, por lo que se ponía nervioso el 99% de las veces. Ahora algo similar estaba ocurriendo; aunque él sabía de verdad que Kenma le había hablado de su teléfono personal y le había citado (incluso seguía teniendo el teléfono en ese mensaje, por lo que tenía evidencia), pensaba que habría una posibilidad de que se hubiera inventado todo y que la señorita en verdad estaba hablando con seguridad.
—¿Disculpe? —Le llamó la señorita. Yamaguchi casi se tropieza con el aire.
—¿Sí? —Respondió apresuradamente.
—Puede pasar con el señor Kozume, ¿sabes dónde está la oficina? —Preguntó.
—Sí, en el mensaje me dijo donde ir, gracias —Respondió el castaño ya un poco más relajado. La señorita asintió y volvió a su trabajo. Tadashi se giró y comenzó a caminar hacia donde suponía había un elevador.
Colocando su mano en su corazón y exhalando aire, desbloqueó el teléfono una vez más y siguió las direcciones como pudo.
Eventualmente llegó a una oficina con puertas un poco más grandes que las demás. Armándose de valor formó un puño para tocar la puerta y...
Se acobardó como una gallina y caminó al lado contrario del pasillo. Después volvió a paso de pingüino a la puerta y se puso a mirarla, entrecerrando los ojos como si nunca hubiera visto una puerta en su vida. Alzó la mano pero la bajó de nuevo.
Miró hacia los lados para confirmar que nadie lo estaba mirando raro (o mirando en general) y suspiró. Se dio una cachetada y levantó la mano una vez más para finalmente tocar la puerta.
Antes de que sus nudillos tocaran la puerta, sintió una mano en su brazo.
—Yamaguchi, llegaste pronto —Dijo Kenma justo detrás de él.
Tadashi saltó por la sorpresa y se llevó una mano al corazón usando cada parte de su cerebro para no gritar como niño asustado. Tosió para disimular. —Sí, no vivo tan lejos de aquí —Dijo volteando a ver a Kenma quien estaba intentando suprimir su sonrisa, pero Yamaguchi se dio cuenta.
—Lo siento, estaba uhm, mandando unos mensajes. De todos modos, entremos.
Tadashi asintió, quedándose atrás para que Kenma entrara primero.
Kozume se sentó detrás de su escritorio y Tadashi estaría mintiendo si dijera que no se veía intimidante.
—Bien —Comenzó Kenma abriendo sus notas en su computadora. —Probablemente te estés preguntando por qué te llamé abruptamente sin decirte nada más. Bueno, hace unos meses hemos estado colaborando con una compañía que nos contactó primero a nosotros. En resumen, esa compañía va a crear un juego. No puedo decir aún de qué se trata, pero la compañía nos está contactando para compartir nuestro equipo y financiar cosas y demás. Ahora, te llamé porque en una reunión que acabo de tener, dijeron que necesitaban de una persona que pudiera actuar como el narrador, pero principalmente una persona que pudiera cantar en su Soundtrack ya que el narrador de la historia termina siendo un personaje importante y la letra de las canciones está ligado con la historia. Tienen opciones, pero ya que tenemos que llegar a un acuerdo con las personas que van a trabajar en el juego, además de que ellos son un equipo pequeño, preguntaron si teníamos a alguien, y sinceramente, cuando estaban planteando la idea, la primera persona que se me vino a la mente fuiste tú —Kenma terminó la explicación, tomando un sorbo de su vaso de agua como si sus palabras no fueran la gran cosa.
Tadashi está seguro que se desmayó por un momento. —¿Yo? ¿Eh? ¿Qué? —Dijo elocuentemente Yamaguchi.
—Te doy un minuto para procesar —Ofreció Kenma.
Tadashi se negaba a creerlo. ¿Él? ¿Trabajar en algo profesional? El último cover que había subido fue una canción de Phineas y Ferb, ¿Cómo iba a estar al mismo nivel que las demás opciones? Claro, no sabía quiénes eran, pero estaba casi seguro de que eran mucho mejor que él. Además, no es como que tuviera experiencia trabajando en proyectos así. Esto era mucho para su cerebro.
—Yo- uhm, gracias, uh, no se qué decir. —Tadashi miró a su regazo tratando de buscar las palabras adecuadas. —Estoy muy agradecido, de verdad. Aunque no sé nada del proyecto es un honor que me haya considerado, pero —Tadashi se decidió por solo soltar la duda más grande que tenía. —¿Por qué yo?
Kenma levantó las cejas como si la respuesta fuera obvia. —Bueno, no me parece muy difícil de encontrar razones, tus covers son públicos.
Yamaguchi negó la cabeza. —No es eso, digo, no soy profesional o nada parecido. Puede ser que cante medianamente bien, ¿pero para algo profesional? ¿y ya el equipo teniendo opciones que seguramente tengan más experiencia que yo? No entiendo.
Kenma lo miró atentamente, estudiando su rostro. —Oh, estás hablando en serio —Dijo genuinamente sorprendido.
Yamaguchi parpadeó varias veces incrédulo.
—Yamaguchi, ¿Cuántos suscriptores tienes ahora? No tiene que ser un número exacto, con un estimado basta —Kenma preguntó sacando su celular.
Yamaguchi se desconcertó por la pregunta. —Uh, la última vez que revisé fue a los 100 mil —Dijo, no seguro a lo que Kenma iba con esto.
Sin decir algo, Kenma giró la pantalla de su celular para que Yamaguchi la viera. En ella estaba su canal de YouTube, el único cambio era que la cifra de los suscriptores había subido a 108,000. Yamaguchi, anonadado, sacó su celular y revisó su canal, confirmando la nueva cifra.
—Ahora, ¿Por qué crees que tus suscriptores suben tanto en pocos intervalos de tiempo? —Preguntó Kozume, dejando su teléfono de lado.
—Bueno, últimamente ha sido porque estoy interactuando mucho con ustedes, y al principio fue porque Yachi habló de mí, entonces probablemente porque su grupo me conoce —Respondió Tadashi.
—Yamaguchi —Dijo Kenma con un rostro más suave y una voz más amigable en vez de la de autoridad que tenía segundos atrás. —Si bien es verdad que hay personas que nos siguen que han revisado tus redes y vídeos porque interactuamos mucho contigo, ¿Por qué crees que se suscriben y te empiezan a seguir? Porque les gusta tu contenido. Se ve a leguas que tienes talento, que le pones trabajo, y que tienes una personalidad que le atrae a mucha gente. No es por nosotros, nosotros no tenemos nada que ver. Es por ti.
Yamaguchi se recostó en la silla mirando a otro lado para ocultar su sonrojo.
—Viendo los comentarios a tus vídeos, incluso los que no son de covers, lo que veo repetirse más es cumplidos a tu voz, y la verdad yo estoy de acuerdo con ellos. Tienes mucho control y puedes tener varios tonos, no soy un experto, pero eso es lo que se busca en estos proyectos. Y de tu voz cantando no tengo que decir nada, ya sabemos que tu voz es muy buena.
Si Yamaguchi no estaba rojo antes, ahora definitivamente lo estaba.
—No te quiero presionar, pero te aconsejaría decir que sí. Después de todo es una buena oportunidad, pero en serio, no te estoy tratando de convencer porque si dices que sí me harías el trabajo más fácil, es que de verdad creo que darías buenos resultados.
Tadashi asintió procesando la información. Si lo que Kenma estaba diciendo lo pensaban varias personas... Podría estar mintiendo, pero Kenma era famoso por ser tremendamente honesto aunque la verdad doliera, por lo que no era muy probable. No tenía experiencia, pero esta sería la forma perfecta de obtener experiencia. De todos modos, que dijera que sí no garantizaba que lo fueran a elegir, por lo que en verdad no tendría nada que perder.
—Okay —Dijo finalmente. Alzó la mirada para mirar a Kenma. —Okay, ¿Qué tengo que hacer para que me acepten?
—Gracias al cielo, porque ya les di tu nombre. Podría cancelar, pero tendría que hablar con muchas personas y la verdad tengo sueño —Dijo Kenma. Tadashi resopló.
Yamaguchi se sintió aliviado, de alguna forma extraña. Se estaba comenzando a emocionar de lo que esto significaría para él, esto lo acercaba a aquel sueño que pensaba no sería posible jamás.
Kenma sonrió satisfecho. Podía ver que Tadashi estaba comenzando a interesarle la idea. —No tendrías que hacer mucho por ahora. Ya que ya les di tu nombre al equipo como mi sugerencia personal, ellos te buscarán y van a escuchar, probablemente los covers más recientes, para ver si encajas con el rumbo que van a tomar.
Yamaguchi abrió los ojos lo más que pudo. Oh no. Oh no no no no no. ¿Por qué siempre le pasaba una pendejada cuando quería hacer algo? —¿Cuándo dices que probablemente revisen mi canal? —Preguntó nervioso. Había esperanza.
—Oh, mañana probablemente. La reunión de hoy ya se terminó, mañana cuando empiece el día les podría mandar el mensaje. —Kenma miró a Tadashi y se dio cuenta de el cambio en su rostro. —¿Pasó algo?
Yamaguchi, en lugar de responder, escondió su rostro en sus manos.
—¿'Tas bien? —Preguntó preocupado el teñido. No vaya a ser que le haya dado una embolia y le echen la culpa a él.
Yamaguchi le mostró algo a Kenma en su celular. —Este cover lo tengo programado para que se suba hoy en la noche.
Kenma apretó los labios y abrió los ojos. —Bueno, al menos hará impacto —Dijo después de un rato en silencio, sonriendo torpemente.
Tadashi gruñó. Siempre se destruía las oportunidades, maldita sea.
¿Yamaguchi exitoso? Yamaguchi exitoso.
P.d: Me van a poner la vacuna del covid, voy a llorar banda, ya me dijeron que no duele pero igual soy bien marica con las agujas adjkbwsabo
También un amigo que se la puso hoy salió en la tele y si salgo yo me homisidio.