Ravia miró a su sumiso hermano, que fue descrito como alguien que carecía de afecto en la novela.
Una tarde, cuando ella lo estaba consolando.
Ese día, Ravia definitivamente extendió su mano a Tidwell. Lo hizo para salvar su vida en el futuro.
No estoy segura de si es porque está demasiado absorto en su papel o si es porque me está probando...
Pero una cosa es segura.
Lo que quería decir con no me tires.
— ¿Estás diciendo que quieres que siga siendo tu familia?
— Así es.
¿Pero por qué?
¿Solo para que puedas matarme?
— ¿No te lo dije antes? Esa no es una buena idea.
— Sé que estoy siendo desvergonzado.
— Me voy a casar y dejar esta mansión de todos modos. Hablar de ser una familia no tiene sentido ahora que voy a dejar Leontine pronto.
— Pero sigues siendo mi hermana.
Ja.
— De hecho, eres un hermano tan amable.— Ravia se burló.
Fue una suerte que su entorno fuera oscuro. Porque le resultó difícil mantener la cara recta en esta situación.
Para ella, que no confiaba en Tidwell en absoluto, esta situación era horrible.
¿Cómo puedes llamarte a ti mismo un hermano amable después de quitarme todo, actuar muy groseramente conmigo de vez en cuando y obsesionarte conmigo?
— No quisiste decir eso, ¿verdad?.
Lo que Tidwell dijo fue una línea así que diría el protagonista masculino de una trágica novela romántica, y le dio escalofríos.
Me pregunto si Tidwell está momentáneamente obsesionado con la idea de fingir ser familia. Es solo algo que cruzó por mi mente, pero creo que es bastante plausible.
Mientras Ravia actuara como una hermana amable, y Tidwell actuara como si tuviera mucho afecto por su hermana, cualquier otra cosa no importaba. No le importaba si a Tidwell le gustaba tal cosa, o si solo la estaba probando.
Todo lo que tenía que decir o hacer ya estaba grabado en piedra en primer lugar. Es por eso que la conclusión siguió siendo la misma.
— Si eso es lo que quieres, haz lo que quieras.
Una voz tranquila envolvió el tranquilo jardín de una manera similar a cómo cayó el atardecer.
— Seré tu familia.
Mientras me dejes vivir, puedo hacer cualquier cosa. No importa lo frustrante que sea la situación, puedo soportarla.
No es difícil amar a una persona tan engañosa.
Más aún, ya que incluso pasó por todo tipo de dificultades cuando pretendía convertirse en duque de Leontine en su vida anterior. La única diferencia era su propósito. Cambió de herencia a supervivencia.
Uno de los talentos de Ravia era la resistencia, y la actuación era una de sus especialidades.
Ravia vio a su hermano besar el dorso de su mano con una sonrisa satisfecha. Mientras tanto, la mirada persistente de Tidwell permaneció en Ravia mientras doblaba su cuerpo.
Como un depredador mirando a su presa.
¿Esto disminuirá la sospecha de Tidewell sobre mí por un tiempo?
Estoy aliviada, pero por otro lado, no puedo evitar pensar que estoy metiendo la cabeza en la boca de un león. Como si estuviera entrando en un pozo ardiente para vivir.
La idea fue divertida para Ravia, así que sonrió.
Tidwell, que vio su expresión, se rió y dijo:— Hoy sonríes mucho.
— Bueno, supongo que yo también tengo esos días.
— Parece que estás de buen humor.
Ravia no negó lo que dijo. Fue porque no podía decir si su sonrisa era genuina o falsa.
Sin embargo, ella no tenía ni idea. Que acaba de hacer un comentario peligroso.
Lo que dijo hoy y esta situación en sí eventualmente la arrastrarían hacia abajo.
Si Ravia lo hubiera sabido, nunca se habría reído.
Un poco más tarde, Ravia caminaba sola. La razón era simple.
Esto debería ser suficiente.
Porque Leticia y Tidwell finalmente se conocieron.
No hace mucho, cuando Tidwell le dijo a Ravia que parecía feliz, había una razón más por la que Ravia no lo negó.
Justo a tiempo, Ravia notó rápidamente que una sombra se acercaba a ellos.
— ¿Señorita Ravia? ¡No puedo creer que haya llegado a verte aquí!.
Habiendo escuchado una voz tan alegre como un capullo de flores, Ravia le dio la espalda de inmediato.
Una mujer, cuyo pelo era tan encantador como las flores de cerezo, se acercaba a los dos. Ella era la carta de triunfo de Ravia, Leticia.
— Laricia. ¿Qué haces aquí?.
— Recibí una invitación. Decidí asistir, pero no esperaba ver a la señorita Ravia aquí. Me alegro de haber venido.
— ¿Es así?.
Una sonrisa sincera y pura se levantó en su rostro.
— ¡Sí! Quería volver a verte. Te envié entradas, pero no viniste. Así que me decepcionó.
— Lo siento. No puedo salir de la mansión porque estaba castigada. Me aseguraré de ir más tarde.
— ¡Entonces te estaré esperando! Um, pero ¿quién es la persona a tu lado?.
Leticia inclinó la cabeza suavemente, y luego Tidwell abrió la boca con su sonrisa distintiva.
— Me llamo Tidwell Leontine.
— ¡Ah, debes ser el hermano de la señorita Ravia!.
— Sí. Ella es mi hermana.— Los dos continuaron hablando.
Ella ya sabía que el protagonista masculino y la protagonista femenina serían un buen partido, pero superaron sus expectativas.
Leticia y Tidwell ya parecen quererse. Creo que puedo irme ahora.
Habiendo notado el ambiente agradable entre los dos, Ravia dio un paso atrás.
— ¿A dónde vas, hermana?.
— Ah.— Pero la atraparon.
Solo dio un paso atrás, pero Tidwell no dejó de darse cuenta. Pero no fue un problema, porque tenía muchas excusas.
Y así, dijo Ravia con una sonrisa tranquila.— Acabo de recordar que mi padre me pidió que saludara a uno de los patrocinadores.
— ¿Lo hizo? Sin embargo, ¿no creo que lo haya oído mencionar tal cosa?
— ¿Supongo que el hijo del patrocinador está en edad de contraer matrimonio? Tal vez mi padre me pidió que los saludara con eso en mente. De lo contrario, no me habría comprado un vestido nuevo.
— Entonces iré contigo.
¿Qué le pasa a este tipo?
Ravia retrocedó aún más y agitó la mano.— No, estoy bien sola. Más importante aún, me parece que la señorita Laricia necesita una escolta más que yo. Señorita Laricia, ¿cuándo va a volver?.
— Oh, estoy... a punto de irme.— Leticia, que miró la torre del reloj, dijo con una mirada decepcionada en su cara.
Era comprensible que estuviera decepcionada. El reloj había pasado mucho más de las 10, pero no había nadie más en la fuente aparte de ellos...
Leticia solo vino aquí para comprobar si la carta era cierta, pero es hora de que ya regrese.
Leticia probablemente pensó que podría conocer a la persona que le escribió la carta secreta y a la que tenía la cura para la flor oscura.
Siendo ese el caso, Leticia ya había logrado sus dos objetivos. Simplemente no se dio cuenta.
Leticia pensaría que todo era en vano, y que ya no tenía razón para quedarse aquí.
— Entonces, Tidwell, ¿por qué no escoltas a la señorita Laricia? ¿Estará de acuerdo con eso, señorita Laricia?
— Por supuesto. Me alegraría si lo hicieras, pero no quiero causarte problemas.
— ¿Causar problemas? De ninguna manera. ¿No es así, Tidwell?
Ravia sonrió y miró a Tidwell. Estaba oscuro, pero ella podía ver su cara gracias a la estrecha distancia entre ellos.
Sin embargo,
...¿Eh?
Justo ahora...
— Por supuesto, es un placer acompañarte.
¿Has fruncido el ceño? ¿Estoy equivocada?
Debido a eso, Ravia miró fijamente al sonriente Tidwell durante bastante tiempo.
Así es, no hay manera de que frunce el ceño.
— Hermana, ¿tengo algo en la cara?.
Actuar así solo lo hará más sospechoso de mí.
Solo después de que Ravia escuchara su baja voz, vino a sus sentidos.
— ...Me preguntaba si tenías una expresión problemática en tu cara, pero parece que lo vi mal.
— Ya veo. Tal vez lo hice porque estaba triste de que mi hermana me estuviera alejando de nuevo.
— Debes estar bromeando.
— No. Me siento triste.
Su voz, que era extrañamente baja, sonaba peligrosa. Tanto es así que parecía que era capaz de hacer cualquier cosa a este ritmo.
— Entonces, nos vemos más tarde... hermana.
Pero Tidwell no hizo nada. Más bien, simplemente escoltaba a Leticia con una leve sonrisa como si se estuviera riendo de Ravia.
Ravia solo se quedó allí y vio a los dos alejarse durante mucho tiempo, y apenas pudo mover su cuerpo cuando los dos desaparecieron por completo de su vista.
Hice todo lo que pude...
Ravia apretó los puños. Su plan estaba progresando bien.
Leticia era la heroína, así que no defraudará a Ravia.
Pero, ¿por qué estoy tan nerviosa? ¿Es por la sombría expresión de Tidwell?
Estoy segura de que lo vi mal.
No importa lo mucho que lo piense, Tidwell no tenía ninguna razón para hacer tal expresión. Pero estaba oscuro en ese momento, y sucedió en un abrir y cerrar de ojos.
Ravia comenzó a dudar aún más de sus ojos. Pero en ese momento,
— ¡Señorita! ¿A dónde vas?.
— ¡Ahh!.
Alguien salió de los arbustos.
Ravia no pudo evitar gritar, pero pudo calmarse después de verlo.
— ¡Cuervo! ¡Qué demonios estás haciendo!.
— Jaja, ¿te sorprendió? Vine aquí para darte algo, pero parecías muy preocupada.
— ¿No acabas de terminar tu tarea? ¿Tienes algo más que decirme?
— Ah, la tarea que quieres decir es asegurarte de si Laricia estaba aquí o no, ¿verdad? De hecho, he terminado de hacer eso, pero estoy seguro de que había algo más que querías que hiciera.
El hombre enmascarado se rió y se quitó un pedazo de papel de los brazos.
— Me pediste que encontrara información sobre un hombre con el pelo rojo y los ojos rojos en Cosmo.
Era un pedazo de papel que contenía información personal simple y un retrato.