Devilish | kv

By nirex-

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"Si me ves, bésame, hazme un lugar entre tu piel, que los rasgos de mi cara no te impidan ver mi ser..." Tras... More

👹 Warning.
Booktrailer.
Capítulo uno.
Capítulo dos.
Capítulo tres.
Capítulo cuatro.
Capítulo cinco.
Capítulo final.

Extra.

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By nirex-

La brisa cálida se siente como una caricia sutil en su dermis dorada, se remueve a ritmo lento y la tenue luz diurna que se cuela por el follaje del arce japonés, ilumina su piel. Las hojas se desprenden en grandes cantidades, adornando de un rojizo cereza las hebras castañas y el atuendo blanco que cubre su delgado cuerpo cual yace sobre un abono suave de hojas que lo cobijan.
El canto de las aves es el motivo por el cual sigue tumbado, le calma y le consuela en demasía la tranquilidad que se percibe a su alrededor, no desea abrir los ojos, al menos no por ahora. Pues el suave aroma a petricor y flores frescas ingresa por sus fosas nasales una vez que suspira profundamente y suelta el aire. Tan relajante.

Entonces, un ápice de tiempo pasa y sus ojos azules se abren despacio hasta observar el alba en todo su esplendor. Sonríe tenuemente, es hermoso, todo lo que le rodea lo es, los arbustos y la arboleda que adorna el perímetro; el olor a césped y flores que cosquillea en la punta de su nariz, el cielo más azul que sus propios ojos, y las nubes, creando formas preciosas que daría lo que fuera por permanecer ahí, recostado hasta adivinar cada una de ellas. Sin embargo, un fuerte aroma a loción dulce se hace perceptible para un Taehyung quien provoca que las hojas se dispersen por el pasto luego de sentarse de inmediato y observar a los costados; sin poder creer lo que sus ojos que ya se encuentran humedecidos, logran ver...

Una melena oscura, larga y lacia se ondea al ritmo del viento de igual forma que los holanes de aquel vestido rosado con pequeñas flores bordadas en éste. Su corazón late con desenfreno al verle de cerca caminar hacia la tierra fresca, sentarse sobre sus piernas, colocar la canasta de mimbre repleta de flores a su costado, para posteriormente comenzar a plantar vida en ella. No obstante, antes de tocar con sus dedos la primera flor, ella eleva la mirada hasta posarla sobre la de Taehyung, quien abre sus labios y susurra...

─ ¿Mami...? ─ con su voz entrecortada al nudo en la garganta ser inmenso.

Ella solo sonríe en grande con ternura y asiente por vez que se coloca de pie al mismo tiempo que Taehyung para ambos encontrarse en un abrazo cálido y amoroso que tanto habían deseado. Pues Kim Go Eun le esperaba todos los días en el mismo lugar, contemplando el alba, sentándose junto al arce unos minutos para luego plantar las flores más bellas para su pequeño; esperando que a su llegada, él se sintiera feliz y cobijado por ellas, sin más miedo, sin más desasosiego. Pues ella se encargó de que fuera su paraíso el cual lo recibiera con amor antes de juntos partir.

Y se separó, para tomarlo de las mejillas y darle un suave beso en la frente y retirar sus lágrimas con las yemas de sus pulgares, no deseaba verlo llorar, no ahora que estaban juntos.

─ No sabes lo mucho que te extrañé... ─ decía entre hipidos, por vez que Go Eun le acariciaba con cariño su melena.

─ Ya no lo harás más mi bebé, pues ya estoy aquí, estaremos juntos de ahora en adelante, nada ni nadie nos separará de nuevo. Mami te ama mi osito de miel, hasta la eternidad.

Taehyung se abalanza cayendo ambos sobre césped, ahora entre sollozos de felicidad plena al verse unidos...

─ ¿Cómo es estar aquí? ─ cuestiona ahora a un costado de Go Eun, ambos sentados sobre sus piernas, removiendo la tierra con sus dedos para luego plantar lirios y crisantemos, logrando que sus colores resalten sobre la tierra y el espacio luzca armonioso. ─ ¿Fuiste feliz?

Go Eun sujeta entre sus manos las de Taehyung para darles un tierno beso en el dorso de estás, después de asentir y tomar una pequeño alcatraz y colocarlo detrás de la oreja de su hijo, sonriendo feliz al su pequeño Taehyung lucir tan tierno y precioso.

─ Lo fui, cuando llegué aquí me inundó aquella paz que jamás sentí en vida, fue extraño estar feliz y tranquila. Sin embargo, algo dentro de mí se sentía vacío, eso era por ti cariño, te extrañaba. ─ con la yema de su dedo índice, acaricia la punta de la nariz ajena, logrando una sonrisa en ambos. ─ Aunque debo decirte que el paisaje no era tan precioso como lo es hoy. Pues me encargue de adornarlo para tu llegada mi amor.

─ Lo dejaste precioso mami, gracias. ─ dice, acurrucándose a la anatomía de su madre, quien lo abraza y mima con amor.

─ No hay que agradecer amor. Gran parte del trabajo se lo debo también a un chiquillo que sigue deambulando por aquí. En esta área que es nuestra...

Taehyung frunce su ceño y se incorpora en su lugar, mirando a Go Eun sin comprender.

─ ¿Nuestra área?

─ Si bebé, cada persona tiene un lugar especial para llegar después de morir, así como a una persona que es la responsable de esperarnos, arroparnos y llevarnos hasta el camino correcto. En pocas palabras, cada persona tiene su propio paraíso, éste es el nuestro.

Taehyung observa su hermoso alrededor, el viento aún es cálido y los rayos del sol iluminan el espacio, suspira pesadamente y asiente con lentitud.
─ ¿Quien esperó por ti mami?

─ Nadie amor, pues mi deber fue esperarte a tí. ─ responde con tranquilidad, llevando una flor hacia su rostro para percibir el dulce aroma.

─ Pero... ¿y el chico que mencionas? ¿A quién espera?

─ ¡Oh! Uhm... Lo único que puedo decirte amor es que él siempre viene a la puesta del alba, también, fue quien me ayudó a plantar todo esto, es un buen chico, fue una gran compañía estos meses. Y hoy por su ausencia, creo que deberías buscarle y mandarle esto... ─ con delicadeza sujeta la canastilla, dónde se hallan dos flores mugunghwa, Taehyung coge ésta entre sus manos para luego ponerse de pie. ─ Él me comentó que una vez que llegaras le gustaría plantar junto a ti las últimas dos flores que quedan en la canastilla, así que ve amor...

─ Pero mamá, no puedo dejarte solita aquí, no cuando ansiaba estar a tu lado. ─ hace un tierno puchero con sus labios y Go Eun deja lo que está haciendo para ponerse de pie y abrazarlo con cariño.

─ Bebito... solo serán unos minutos, cuando termine de plantar los lirios te alcanzaré ¿Si amor?

Taehyung acepta y con pesar se aleja de Go Eun para comenzar a caminar con calma hacia el norte.
En su camino se encontró con una parvada de aves bebiendo de las fuentes que rodean el sendero, así como conejitos de colores que saltaban unos detrás de otros ocultándose entre los arbustos, para luego dejar a relucir entre el follaje sus naricitas y orejitas que provocaba no sólo ternura, si no también risas por parte de Taehyung, las cuales inundan e iluminan incluso más la arboleda. Pues su luz, es particularmente más resplandeciente que la del propio sol cuyos rayos pegan de lleno en su melena, que ahora luce dorada, al igual que su piel; y en tono carmesí sus mejillas, al calor instalarse en su piel.

Sus pies duelen un poco pues ha caminado un buen tramo a la espera de encontrar al chico misterioso del cual habló Go Eun. Aún entre sus manos lleva la canastilla con las flores, protegiéndolas del fuerte viento que de un momento a otro comenzó a soplar. Sin embargo, su cansancio no le impidió seguir su andar hasta que vislumbró, no muy lejos, el haz que se refleja sobre el agua, creando senderos de luz que con cada paso, se pueden percibir con majestuosidad debido a que pequeñas olas chocan contra los troncos, humedeciendo la tierra y el olor a petricor siendo más perceptible que antes.

Asimismo, con una sonrisa dibujada en su rostro, retira cuidadosamente su calzado y procurando que las flores mugunghwa no se estropeen, las coloca al costado de una roca donde es imposible que el agua del lago llegué hasta ahí.
Camina de puntillas hacia la orilla, y una risilla curiosa se escapa de sus labios cuando una fuerte ola alcanza a humedecer sus pies, el agua es bastante cálida, por lo que decide retirar sus prendas y quedar únicamente en ropa interior. Entonces se dijo a sí mismo que, disfrutar un poco del lago antes de seguir en su búsqueda por el chico misterioso, no estaba nada mal, por tal razón se lanza con un grito eufórico al sentir el agua sobre su dermis hundiéndose hacia la profundidad. Abrió sus ojos a la espera de encontrar cosas fantásticas bajo ésta, sin embargo, sólo encontró rocas, helechos y lirios danzando al son de las olas.
Así que decide impulsarse con sus piernas hasta llegar a la superficie, y quedarse ahí, observando un breve momento a su alrededor, sintiendo de pronto un nudo en la garganta cuando un recuerdo efímero aparece frente a él una vez que sus ojos se cierran, lo que provoca que una sonrisa aparezca y unas cuantas lágrimas traicioneras desciendan por sus mejillas al verse junto a Jungkook dentro del lago, besándose apasionadamente. Un suspiro pesado se escapa por vez que susurra un tenue...

Ggukie, ¿Dónde estás? Te echo mucho de menos... ─ aparta sus lágrimas y se abraza a sí mismo. ─ ¿Sabes? Me gustaría verte y estar contigo, porque me amaste y cuidaste de mí hasta el final. Yo te amé, te amo, y no quiero partir si no es también a tú lado. Dulce amor, ven, encuentrame por favor...

Lo hice, te encontré mi amor...

Taehyung abre los ojos de inmediato y se pone de pie para girar sobre sus talones y percatarse que Jungkook está ahí, de pie junto a un sauce en dónde se hallan talladas sus iniciales, los rayos del sol iluminan su rostro y su mirada que está puesta en él.
Asimismo se da cuenta que, entre ellos, no son necesarias las palabras, no cuando son sus ojos los que hablan por sí solos.

─ ¡Ggukie, mi amor!

Taehyung no se hace esperar más y corre hacia los brazos de su hombre, el cual lo alza del suelo para que él enrede los muslos en su cintura y juntos girar sobre su propio eje, sollozando entre la curvatura de sus cuellos, sintiendo sus cuerpos por fin unidos después de tanto tiempo.

─ Por dios, estás aquí mi vida, conmigo, entre mis brazos. ─ dice Jungkook repartiendo besos desde la curva de su cuello hasta su hombro desnudo y húmedo. ─ Te amo mi amor, tanto tanto.

Taehyung se remueve y coloca sus manos en las mejillas ajenas para acercar sus labios a los de él, y un ósculo lleno de amor les da la bienvenida, sus labios como hace 35 años atrás siguen encajando a la perfección, al igual que el sabor dulce de sus bocas al estar unidas como si fuesen una sola. Se habían añorado tanto, la espera había sido dura para Jungkook, pero sentir sobre su piel la de Taehyung, se dió cuenta que esperar a por él había valido cada segundo.

─ Besarte ya no me trae recuerdos. ─ dice Taehyung con una sonrisa iluminando su precioso rostro, Jungkook le devuelve el gesto y junta su nariz a la ajena para acariciarlas entre sí.

─ No hace falta cuando ahora vamos a crear nuevos recuerdos juntos, acompañados de Go Eun, dulzura.

─ ¿Tú eres el chico misterioso? ─ cuestiona Taehyung sorprendido.

─ ¿Chico misterioso? ─ Jungkook eleva una de sus perfectas cejas y besa el pequeño pero notorio puchero de su musa.

─ Mamá me habló sobre un chico que también me esperó junto al alba. Ahora se que fuiste tú Ggukie, me esperaste... ─ añade, sintiendo las suaves manos ajenas retirar sus lágrimas.

─ Siempre lo haría, incluso aunque pasara un siglo esperaría por ti. Fuiste y eres el amor de mi vida Kim Taehyung, no sería capaz de dejarte ir una vez más.

─ Tampoco yo, pues recuerdas el; adónde tu vayas iré. Ahora yo me encuentro aquí, dispuesto a ir de la mano contigo adónde sea que quieras ir. Te amo Ggukie, eternamente.

─ Lo hago también, pero ¿sabes amor? Deseo sellar nuestro amor eterno con algo especial. ─ añade Jungkook, bajando con delicadeza el cuerpo de Taehyung.

─ ¿Con qué cariño?

Jungkook se acerca después de tomar entre sus dedos la barbilla de Taehyung para dejar un dulce beso en sus labios, y separarse solo un poco para ir hacia la roca y coger las flores mugunghwa, entregándole una al amor de su vida.

─ Mugunghwa "la flor eterna que nunca se marchita". Somos los dos y nuestro amor, eterno que jamás se terminará, y no importa el tiempo que pase mi amor, siempre volveremos el uno con el otro, pues estés dónde estés, siempre iré por ti o bien, te esperaré...

Y sosteniendo entre sus dedos cada uno se dio a la tarea de colocar su flor a un costado del sauce, prometiendose entre caricias y besos dulces que, una vez que el destino les permitiera volver a renacer, ambos se encargarían de buscarse entre cielo mar y tierra hasta estar juntos sin importar cuán difícil fuera, pues sabían que cada obstáculo por más doloroso que fuese, podían superarlo, solo si los dos se encontraban juntos, de la mano entregándose todo de sí hasta la eternidad.

─ Tae y Ggukie, ¿están listos? Llegó la hora de irnos bebés.

Ambos enamorados recostados sobre el césped observando y adivinando las formas de las nubes, al escuchar la voz suave de Kim Go Eun, se levantan de inmediato, ambos limpiando sus ropas para retirar todo rastro de pasto y tierra que quedó adherido a la tela. Y con una gran sonrisa, Taehyung corre hacia ella para abrazarla con dulzura, luego de separarse un poco y llamar a Jungkook para entrelazar sus manos.

─ Estamos listos, ¿cierto Ggukie?

Él solo se limita a asentir despacio, por vez que Taehyung lleva una de sus manos hacia la de Kim Go Eun para entrelazarla también y juntos caminar por la vereda.
El castaño al centro, moviendo sus brazos de adelante hacia atrás, con una sonrisa en su rostro, pues por primera vez, se siente pleno y feliz, por que no le hacía falta nada más, tenía consigo a las personas que amaba y eso era lo único que él necesitaba para conseguir la ataraxia que siempre necesitó en su vida. Y no se arrepentía, de nada de lo que ocurrió, pues estando junto a las dos personas que más amaba en el mundo, se dió cuenta que su muerte no había sido en vano, al no solamente vengar la muerte de su madre, si no también la del Jungkook y Taehyung del pasado y presente. Entendiendo así, que Jeon Jungkook y Kim Go Eun, eran el paraíso que siempre soñó...

─ ¿Corazón?, tenemos que irnos...

─ Ahora voy... ─ dijo luego de delinear con la yema de sus dedos el nombre que yace sobre aquel féretro. ─ La próxima semana volveré y te traeré las flores más preciosas ¿de acuerdo? También le dejaré algunas a Go Eun, estoy seguro que les encantará. ─ afligido, retira sus lágrimas con el dorso de su mano para luego sonreír y añadir... ─ Espero que dónde sea que te encuentres, tengas la felicidad que siempre deseaste y mereciste, te amo mucho Taehyung, gracias por un año más de amistad bebé...

Y antes de ponerse de pie y partir después de su visita dónde festejó con su mejor amigo su aniversario; una de las velas que adornaba la lápida se encendió, y un llanto exasperado se ocultó sobre el pecho de Yoongi, quien abrazó a su novio al percatarse del curioso pero lindo suceso.
Pues no era la primera vez que ocurría, Jimin siempre se percató de que Taehyung seguía cerca de él, cuidándolo y protegiéndolo cómo alguna vez Jimin lo hizo con él.

─ Parece que Tae te respondió. Seguro te dijo que también te ama. ¿No lo crees?

Jimin asintió entre sollozos luego de acercarse a paso lento y acariciar la lápida susurrando un...

─Te veo pronto mi bebé.

Alejándose después del lugar acompañado de su novio. A la espera de volver la siguiente semana como lo venía haciendo desde hace cinco años atrás, para así pasar tiempo con su siempre eterna, alma gemela...

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