Los secretos de Grimmauld Pla...

By harrisonpotter04

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Verano del quinto año. Mientras deambula por el número 12 de Grimmauld Place, Harry encuentra el diario de la... More

Los secretos de Grimmauld Place - El diario de Walburga

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By harrisonpotter04

La noche se cernía sobre Londres. Ni siquiera la Luna o alguna estrella podía divisarse desde la ventana donde Harry miraba hacia el exterior. Solo el negro y extenso manto de la noche. Ron dormía a pierna suelta. Pero él no podía. No había podido hacerlo desde que llegó aquí hacia una semana. Esta vieja y corcomida casa le daba raras sensaciones. No sentía repulsión por la casa, ni por las paredes oscuras, ni por las pinturas, ni por los artefactos, ni por el viejo elfo doméstico llamado Kreacher, quien de alguna forma había sido amigable con él, y en susurros le decía “te pareces tanto al maestro Regulus”. No sabía quién era Regulus, y no había preguntado. Aquella casa, le resultaba fascinante. Le hubiera gustado recorrerla, explorarla, conocerla a fondo, pero la señora Weasley, no los dejaba ni respirar. Había oído a Sirius hablar de una biblioteca llena de viejos libros de magia oscura, y aquello activó en el su gen gryffindor.

Esta noche, no se quedaría allí para ver el amanecer, se puso la capa y con ayuda de su varita y su sigilio recorrería Grimmauld Place y encontraría la biblioteca. Tras asegurarse de que todos se habían retirado, salió de la habitación que compartía con Ron. Ya eran pasadas las doce de la noche.

El primer piso estaba prohibido, no quería despertar a la desagradable madre de Sirius y arriesgarse a ser descubierto. Así que decidió empezar por la última planta. Según sabía nadie dormía allí. En algunos puntos, la madera de las escaleras, chirrió bajo su peso, pero nada que hiciera mucho ruido. A medida que hizo su camino, oyó ronquidos, a los gemelos haciendo experimentos, y a Remus hablar con alguien. No se interesó mucho en nada de eso, tenía un objetivo.

Cuando estaba a unos escalones del último piso, enredó sus pies con la capa y casi se cae de las escaleras. Pero afortunadamente, pudo agarrarse rápidamente.

El cuarto piso estaba desierto, no se sentía ni una mosca, estaba tremendamente oscuro. Las paredes estaban llenas de pinturas antiguas, y algunos retratos que al parecer habían perdido su magia. Pudo leer sus nombres en la placa de oro que descansaba bajo los retratos. Nombres tan interesantes como el de Sirius, o el del tal Regulus. Alya. Rigel. Alexia. Elladora. Aries. Princeps. Y otros más. Mientras leía los nombres en las placas, deseó tener también un nombre interesante. No ser simplemente Harry, era para su gusto un nombre demasiado común, y deseó también, que su apellido no fuera Potter, sino Black. Se lo imaginó por un segundo: Princeps Black, Aries Black, Eduardus Black o Leo Black. Si tuviera cualquiera de esos nombres, podría ser él, tener personalidad, no ser Harry Potter, el niño que vivió, el héroe. Preferiría haber sido criado en esta casa en ruinas que en Privet Drive, en ocasiones Walburga Black parecía mejor que su tía Petunia. Desde pequeño había aprendido a observar a las personas, a interpretarlas, a escuchar, y no pudo evitar notar como los ojos de la mujer en el retrato brillaban cada vez que miraba a Sirius, si es que los ojos de una pintura pudieran brillar.

Miró las puertas a lo largo del pasillo, imaginó que la puerta de la biblioteca sería grande con inscripciones o dibujos tallados, de doble hoja y un pomo dorado, aunque debía estar gastado. Y así fue. Estaba en medio del pasillo. Un grim se alzaba en medio cerca de un árbol que cubría toda la puerta, y debajo, casi invisible, tapado por el polvo y la suciedad estaba el lema de la familia Toujours Pour.

Pensó que estaría cerrada, con hechizos oscuros y tenebrosos para evitar la entrada de intrusos como él. Pero poco él sabía que la biblioteca tenía un solo hechizo para evitar a los intrusos. Era inmensa, estanterías repletas de libros de todos los tamaños, una chimenea a uno de los lados, y sillones acolchados. En el medio de la habitación, un pedestal sobre el que flotaba un libro lleno de cadenas. Parecía sobrenatural. El polvo no había llegado a la habitación. En la parte opuesta a la chimenea, detrás de las estanterías, un tapiz que cubría la pared completa. Apenas entró a la habitación, la puerta detrás de él se cerró, y la chimenea y las lámparas se encendieron.

Los libros brillaron ante la luz. Resultaba difícil elegir cuál tomar primero. Empezó por la parte que estaba más cerca, y con un dedo recorrió los lomos, despedían una sensación especial. El libro en el centro de la habitación, le causó asombro e interés pero cuando intentó acercarse a él, un campo invisible apareció y lo empujó lejos.

A la quinta noche de sus escapadas nocturnas, descubrió una estantería en una de las esquinas, prácticamente escondida en la pared. No eran libros, no estaban cuidados ni en perfecto estado, sino que estaban corroídos, el cuero de la tapa se caía. Las hojas sobresalían y se notaban resentidas por el uso. Al final descubrió que eran diarios.

Arrastró la estantería, y los diarios continuaron apareciendo. Los diarios de cada uno de los Blacks, podía continuar arrastrando la estantería, tenía espacios para los diarios de las próximas cien generaciones de la familia Black. Esos diarios si lo entretuvieron, eran una verdadera clase de historia. Los primeros de ellos estaban en lo que parecía latín, databan de mucho antes de la caída del Imperio Romano, y de cuando aún Inglaterra no era más que un montón de tribus dispersas, pero para aquel entonces los Blacks ya existían. Harry apenas podía entender latín, pero sí pudo descifrar las fechas y algunos nombres. El que parecía el primer Black se llamó Arthur como el legendario rey y vivió doscientos años antes del nacimiento de Cristo, en una aldea céltica en Gales.

Decidió que quizás después leería esos diarios. Pero le interesaban los más recientes, encontró al tal Regulus, y era el hermano menor de Sirius. Y también a los padres de estos, Orión y Walburga.

Los diarios de Walburga, comenzaron cuando ella era apenas una niña de 5 años. Pero Harry saltó hasta el 1 de septiembre de 1936, cuando ella abordó el tren hacia Hogwarts.

“Querido diario.
Por fin estoy en Hogwarts. Todos estamos excitados, mamá y papá incluso lloraron en casa y Alphard y Cygnus dieron una pataleta porque los dejaba, costó trabajo de los abuelos para calmarlos.
La despedida en la plataforma, fue muy formal y seria, pero mamá y la abuela Violetta soltaron una lágrima. Papá me abrazó fuertemente y me dijo que me portara bien, se lo prometí aunque cruce mis dedos mientras lo decía.
El viaje en tren fue muy divertido. Muchos dulces, y me reuní con mis amigas y con mis primas. Incluso conocí a otras personas. Entre ellos un niño de segundo año, que me ayudó a llegar al baño. Se llama John Lupin y está en Gryffindor. Fue muy amable y no me trató mal cuando le dije mi nombre.
Mañana te contaré más cosas sobre el viaje y la Selección, pero estoy muy cansada y prometía enviar una carta a casa.
1º de septiembre de 1936. Dormitorio de las niñas de primer año de la
Casa Slytherin. Hogwarts.”

Harry continuó leyendo hasta que oyó voces en el piso inferior. El resto de las entradas tenían el mismo tono que esta, no había ninguna mención a castigos o gritos, o personas horribles como Sirius había descrito a su familia. Había cartas que ella había enviado o había recibido de casa. Incluso hubo otras menciones a John Lupin, y ninguna ella con odio hacia él o la Casa Gryffindor, eran más las palabras de admiración de una niña a lo que parecía su admiración secreta. Nada más. Esas primeras palabras no pudieron alertar a Harry de los secretos que yacían enterrados en esas páginas.

Noches después, Harry ya había llegado al sexto año de Walburga.

“1º de septiembre de 1941.
Hoy vi a Jhon nuevamente. Ha sido maravilloso. Estábamos los dos solos en el compartimento, me ha confesado su amor y nos hemos besados. Fue celestial, nunca me había sentido tan feliz.
En noticias más tristes, hemos tenido que huir de Londres debido a los bombardeos alemanes, ahora estamos viviendo en el Castillo Black en Escocia. Toda la familia, somos como 100 personas allá dentro. Los adultos se reúnen durante horas, y sus expresiones siempre son sombrías. No comparten nada con nosotros. Temo por la familia, el ascenso de Grindelwald es una amenaza para la paz que se ha construido en la Gran Bretaña Mágica.
Pero Jhon y yo somos felices.”

“3 de febrero de 1942
El tío Lycoris ha sido asesinado tratando de ayudar a otros magos a escapar de Francia. Papá en persona nos trajo la noticia. Cygnus, Alphard y yo no hemos parado de llorar. Jhon me ha reconfortado. Hemos hablado de ir a América, huir de la guerra y los horrores.”

Las entradas continuaron. John y Walburga, y los horrores de vivir en los tiempos de una de las guerras más cruentas y violentas de la historia, que había afectado a magos y muggles por igual.

“5 de junio de 1942
Papá ha decidido alargar mi salida a la sociedad. No son los mejores tiempos para comprometerme, ha dicho. Yo respiré aliviada, cuando el momento llegara Jhon haría su propuesta. Ya está a punto de graduarse, pero ha prometido seguirnos viendo en las salidas de Hogsmeade. Alphard se ha enterado de mi relación con él, pero prometió no contarle a nadie, sé que cumpliré su promesa, si no quiere que le corte los genitales, es su posesión más preciada”

Los años continuaron avanzando, y la relación de Walburga y Jhon evolucionó. Pero Harry sabía que esa historia no tendría un final feliz.

“21 de octubre de 1958
Mi familia empieza a sospechar. Tengo 33 años, y sigo soltera, sin ningún interés por casarme. Así que papá ha arreglado un compromiso con el primo Orión, no es desagradable pero no es Jhon. Desafortunadamente, los Lupin han perdido casi todo su dinero como consecuencia de la guerra y las malas inversiones, y mis padres rechazaron rotundamente a Jhon, de eso hace más de 10 años ya. Le propuse huir, pero él se negó, dijo que no me avergonzaría delante de la sociedad, que no me convertiría en una paria. Mi compromiso con Orión se realizará mañana y la boda en febrero”

Harry no pudo evitar entristecerse por Walburga.

“17 de febrero de 1959.
La boda ha sido hermosa, eso han dicho todos. Yo no he podido evitar sentirme como si la tristeza se apoderara de mí, un vacío inmenso se ha instalado en mi corazón. Orión no es malo, pero tampoco es Jhon. Sé que será un buen esposo, pero jamás podré amarlo. Ayer me reuní con mi querido Jhon por última vez, no ha sido el encuentro ideal, pero bueno, consumamos nuestro amor. Me ha dicho que está comprometido y que se casará en unos meses. Pero bueno, lo peor ha pasado. Me queda el resto de mi vida para seguir sufriendo”

Harry no pudo evitar llorar. Esta mujer triste y resignada, era la mujer horrible y chillona del retrato. Esta mujer dolida, era la arpía de la que hablaba Sirius. La vida era injusta.

“23 de abril de 1959.
Estoy embarazada. La familia completa está encantada, al fin un heredero para la línea Black. Pero yo sé que este niño solo será Black por mi lado, porque Orión no es su padre, aunque consumamos la noche de bodas, sé que no es de él. Este será mi secreto, y prometo llevármelo a la tumba”

Harry se tapó la boca, sorprendido. Tenía los ojos abiertos como platos. Sirius Orión Black, no era Sirius Orión Black, era Sirius Lupin. Su padrino y su tío adoptivo eran hermanos, medio-hermanos.

“3 de noviembre de 1959.
Sirius ha nacido. Es un bebé hermoso. No se parece en nada a su padre. Es todo un Black. Cuando lo vi respiré del alivio. Orión cayó enamorado de él al instante. Este bebé es mi tesoro”

Harry no podía superarlo. Ya se sentía un intruso, como si una carga invisible y silenciosa hubiera caído sobre él. Estaba aturdido, no podía moverse. Estuvo casi una hora en la penumbra de la biblioteca, pegado a la pared, con el diario en el piso y no pudo evitar pensar en lo equivocada que había estado Walburga, Sirius se parecía demasiado a su padre. Era un Gryffindor, tal como su padre y su hermano. Y si los relatos de Walburga eran ciertos, era tan rebelde, loco y divertido como lo había sido Jhon Lupin.  Sirius era inteligente, de eso no había duda, pero prefería ocultar su inteligencia con bromas, chistes, y un supuesto aire de despreocupación e indiferencia sobre todo y para con todos, excepto con Harry y Remus.

“2 de septiembre de 1971.
¡Por Merlín! Mi niño, mi querido niño es un Gryffindor. Un maldito león, Jhon estaría tan orgulloso de él. Pero no pude evitar preocuparme, es el primer gryffindor en la familia, pero estoy feliz. No es solo es un gryffindor, comparte el cuarto con su medio-hermano, un hombre lobo. Jhon ha sido muy estúpido. Enfrentarse a un hombre lobo, no es cosa que un mago sensato haga”

“10 de julio de 1972.
Soy una mala madre, le he pegado a Sirius. El pobre ha llorado tanto, que mi corazón se ha roto. Se ha encerrado en su habitación, y solo Regulus puede entrar. He intentado hablar con él, pero me ignora. ¡oh, por Merlín! Solo había sido una tontería, pero me he sobrepasado. Se parece demasiado a Jhon como para pasar desapercibido, necesito que mi niño, mi Sirius, sea un Black, un Slytherin, alguien lo suficientemente inteligente como para fingirlo”

Aquí empezó todo, pensó Harry. Walburga Black no odiaba a su hijo, solamente había intentado que sobreviviera.

“27 de junio de 1974.
Andrómeda ha huido con un hijo de muggles. Frente a la familia he sido su mayor crítica, pero no puedo evitar alegrarme por ella, por tener el valor de hacer lo que yo no pude. Le escribiré una carta para que sepa lo orgullosa que estoy de ella. No todos tenemos la fuerza para buscar la felicidad”

“22 de noviembre de 1976.
La tía Cassioppeia se ha enterado. De alguna manera descubrió que Sirius no es hijo de Orión, y me ha amenazado con contarle al resto de la familia. No puedo hacer nada, solamente huir con Sirius. Y no puedo contarle a Sirius, me odiaría por haberle mentido.”

“4 de marzo de 1977.
Sirius no me hace las cosas más fáciles, he podido contener a la tía Cassioppeia. Pero Sirius está saliendo con una muggle. Y ha enviado una carta diciendo que apenas cumpla la mayoría de edad le pedirá matrimonio. Estoy a punto de hacer algo que me romperá el corazón, pero mi hijo debe vivir, debe disfrutar de su juventud, y tener hijos, debe envejecer, y si eso significa herirlo aún más, entonces lo haré”

“17 de agosto de 1977.
El humor ha sido sombrío en los últimos días. Sirius invitó a su novia a cenar, para presentarla a la familia, debo admitir que la chica ha sido increíble, y es perfecta para Sirius. Lily Evans se llama. Pero después vino el pandemónium, he expulsado a Sirius de la casa y aparentemente lo he desheredado. Su mirada rota y su expresión rota, me siguen a todos lados, no salen de mi mente. Pero tenía que hacerlo, no podía seguir arriesgando su vida.”

Lily Evans, pensó Harry. Era el nombre de su madre, o lo había sido. Nadie jamás había mencionado que su madre y Sirius fueron pareja. Lo encontraba todo demasiado extraño.

“10 de febrero de 1979.
Los horrores de la guerra siguen. Bellatrix se ha unido al tal Señor Oscuro, igual que el esposo de Narcissa. Sufro por los que quedamos. Esto es en lo que se ha convertido la familia Black, en una panda de cobardes, que prefieren doblegarse y rendirse, antes que luchar. Nunca nos doblegábamos, los Black no servían a nadie, los demás servían a los Black. Sé que Sirius se ha casado con la chica. Andrómeda me envió una foto. Aunque a los ojos del público el matrimonio ha sido entre ella y el chico Potter. Los seguidores del tal Señor Oscuro están detrás de mi hijo, ya sea para asesinarlo o para intentar que se una a su causa. Pero yo sé que mi hijo es demasiado testarudo, y tiene valores demasiado fuertes como para unirse a ellos. Me alegro por él, no quiero que nadie más de mi familia se una”
Sirius y su madre estaban casados, era surrealista, impensable, pensó Harry. Harry necesitaba aclarar algunas cosas con su padrino.

“31 de diciembre de 1979.
Este ha sido el peor fin de año de mi vida. Estoy sola. Regulus, mi estrella, ha muerto, a las órdenes de Lord Voldemort. Solo puedo escupir sobre su nombre. Pero Kreacher, me ha contado la verdad, y ya he destruido esa abominación, un horrocrux, no puedo ni siquiera pensar en esa aberración contra la magia. Orión ha muerto. Me sentí triste, estuvimos casados por más de 20 años, pero el alivio fue también inmenso. Y Jhon, mi querido Jhon, el amor de mi vida, también ha muerto, asesinado por esos mortífagos. Pero me consuelo en que Sirius aún vive, es mi única esperanza."

“1º de agosto de 1980.
Soy abuela. He tenido un nieto. Sirius ha tenido un hijo. Cuando recibía la carta con el puño y letra de mi hijo, lloré como una niña pequeña. Se llama Regulus Aries Black. Le he enviado un regalo. Ese niño y Sirius son la última esperanza de esta familia. James Potter fue nombrado su padrino, aunque para el mundo es su padre. Sé que los tres harán un buen trabajo.”

Harry se quedó congelado allí. Él, él, no era hijo de James Potter. Su padre estaba vivo, respirando dos pisos más abajo. Su vida, su vida completa había sido una mentira.

“1º de noviembre de 1981.
Las noticias se han propagado como pólvora. Voldemort ha muerto, aunque yo no estoy tan segura. Y ese imbécil de Dumbledore ha secuestrado a mi nieto, y encarcelado a mi hijo. Mi Sirius jamás traicionaría su esposa y a su hijo, Sirius jamás se arrodillaría ante esa excusa de ser humano. He querido ir al Ministerio y exigir que liberen a mi hijo y me devuelvan a mi nieto. Pero que puedo hacer yo, una vieja, que apenas puede caminar, nadie me escucharía. He encargado a Kreacher que vigile a mi nieto, que cuide de él. El viejo elfo me ha dicho que el niño tiene un glamour, pero que debajo de él, su pelo es rizado y oscuro igual que el de Sirius, y sus ojos verdes."

Estaba enojado, la ira se apoderaba de él. Quería destrozarlo todo. Quería bajar y pedir respuestas, a Sirius, a Dumbledore y a Remus. Quería saber la verdad. Necesitaba saberla.

“4 de junio de 1983.
Visité a Sirius hoy en Azkaban. Quise abrazarlo, sostenerlo entre mis brazos. Mis fuerzas apenas han dado para llegar allí. Verlo en ese estado me ha roto el corazón. No  es siquiera la décima parte de lo que había, estaba esquelético, y sus ojos brillaban atormentados. No pareció reconocerme, y solo murmuraba: Lo siento, Lo siento. Discretamente le hice un hechizo de examen, y me di cuenta que la vieja cabra ha hechizado a mi hijo y encerrado sus recuerdos. Ni siquiera recuerda a su hijo. Pero no he podido hacer nada más, era demasiado peligroso intentar algo más.

“8 de septiembre de 1985.
Creo que esta será mi última entrada. Las fuerzas me abandonan cada día. Andrómeda ha estado a mi lado estos últimos días, y su hijo metamorfomaga también. Esa niña es un torbellino. Le he contado todo a Andy, estas verdades no pueden irse conmigo, le he encomendado cuidar de mi nieto, y hacer todo lo posible en liberar a Sirius, pero esto será muy difícil. Estoy demasiado vieja y cansada, demasiado agotada cómo para seguir viendo. Soy la última de mi familia. Todos han muerto, solo quedo yo, Sirius y mi nieto, al que le he legado todo. Solo espero que me perdones por no haber sido más fuerte, por no haber luchado más."

Entonces, con otra letra rezaba:

Walburga Violetta Black murió el 10 de septiembre de 1985, a las 8:45 pm, en el # 12 de Grimmauld Place, a su lado estaba Andrómeda Lyra Tonks, nacida Black. Le han sobrevivido su hijo Sirius Orión Black, encarcelado en Azkaban,y su nieto de 4 años Regulus Aries Black, los últimos de la línea.

Harry cerró el diario, con los ojos llenos de lágrimas. Esta mujer, era su abuela. Harry prometió terminar lo que ella había empezado.

Escribió una carta a Andrómeda Black, y juntos lograron liberar a Sirius de los hechizos. Cuando terminaron, Sirius, se levantó aturdido de la cama, lo miró, y mientras lloraba lo abrazó. Murmurando Lo siento, lo siento. Harry no recordaba haber sido más feliz en toda su vida.

Cuando se quitó el glamour, y se miró al espejo lo que lo recibió fue una copia joven de su padre, el pelo rizado oscuro le llegaba por encima de los hombros, pero sus ojos verdes se mantuvieron, y también pudo notar cosas de Remus, como su nariz.

Sirius le había gritado al retrato de su madre durante cuatro horas seguidas cuando Harry o Regulus, como ahora se llamaba, le contó todo. Al final tanto el retrato como Sirius estallaron en lágrimas, suplicando perdón.

Cuando Harry enfrentó a Voldemort en el atrio de Ministerio algo siguiente, se aseguró que esa vez si fuera para siempre. Los otros horrocruxes fueron fáciles de recuperar, un anillo en una cabaña abandonada, una copa en la boda de la loca Bellatrix Lestrange, la serpiente Nagini, una diadema escondida en Hogwarts y el mismo Harry. Los duendes fueron más que amables, por una suma considerable de galeones, de destruir el horrocrux dentro de Harry.

Al final, Harry venció. Y no solo a Voldemort, sino también a Dumbledore, cuando este le atacó tras haber acabado con Voldemort, volviéndose loco, hablando de profecías. Harry, antes de acabar con Dumbledore, le hizo confesar todos sus crímenes, y se aseguró de que de su reputación no quedara nada.

Ron y Hermione, jamás entendieron a Harry, ni las razones que lo condujeron a hacer ciertas cosas. Y Harry jamás se detuvo a explicarles. Se había dado cuenta que ellos eran solo parásitos, que no eran sus verdaderos amigos. Al final quedaron en conocidos. Ron y Hermione se casaron, pero su matrimonio no duró mucho, y al final Ron murió atropellado por un auto, y Hermione se mudó al mundo muggle, con su hijo, que resultó ser un squib.

Sirius jamás se volvió a casar, y dividió el resto de sus días entre la casa de Harry y la casa de Remus, Nymphadora y Teddy Lupin, quienes estaban más que contentos con tenerlo allí. Sirius le contó todo a Remus, y aunque al principio todo fue tenso, ellos siempre habían sido hermanos, desde mucho antes que supieran que la sangre los unía. Ambos visitaban a menudo la tumba de su padre, y a Remus incluso le llegó a agradar el retrato de Walburga, quien siempre le decía: Te pareces mucho a él.

-Tu madre era el amor de mi vida –le confesó una noche a Harry– para mí no hay nadie más que ella.

Harry al final terminó casándose con Astoria Greengrass, con quien acabó teniendo cuatro hijos, tres niños y una niña: Sirius Jhon Black-Potter, Aries James Black-Potter, Lyra Walburga Black-Potter y Regulus Remus Black-Potter.

Para el final de su vida, Harry descubrió casi todos los secretos que se escondían dentro de las paredes de Grimmauld Place. Pero solo el secreto de Walburga cambió su vida para siempre.

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Nota: Aquí está este one-shot que prometí escribir hace más de un año. Espero que lo disfruten.

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