En OriginalProff el chisme y las fiestas son las prioridades.
Resumen matutino:
Mis papás ya se habían marchado, mamá lloro y papá lloro por ver a mamá llorar y yo termine llorando también por ver a mis padres llorar... Fue todo un momento de lágrimas y mocos viscosos, todo bastante exagerado cualquiera pensaría que estaríamos años separados cuando en realidad sólo sería un meses y medio y a cinco horas de aquí...
Mi nariz estuvo congestionada toda la mañana, pero algo me pareció extraño y es que mientras caminaba por los pasillos todos me miraban y susurraban cosas, se codeaban y me señalaban con descaro, como si corriera algún otro chisme con mi nombre.
Una vez tocó la campana para el receso me encamine a la cafetería, pedí unas papas fritas y pollo frito acompañado por una gaseosa... Pronto el lugar se fue llenando...
—Madi, estuve buscándote —la voz de Harold se hizo presente lleve mi mirada al castaño quien pronto tomó asiento a mi lado.
—¿Qué pasó? ¿Me tienes chismesito? —le pregunté dejando ir una risa y subiendo y bajando una ceja.
—Bueno... —metió unas cuantas de mis papas a su boca—. El chismesito son tú y Eliot...
—¿Qué? ¿Yo y el antipático? ¿Por qué?
Parecía que le incomodaba un poco repetir lo que había oído, incluso tenía los hombros tensos.
—Dicen que ayer los vieron... besarse y estar uno casi encima del otro en la biblioteca —me miró—. Es chistoso, Jonathan escuchó el rumor y se puso como loco hasta discutió con Elena. Creo que nunca te conoció realmente.
Reí por lo bajo —A él solo le interesa su abdomen y ser competitivo.
—Estuve a punto de escribirte si de verdad lo habías besado, pero te conozco, si quisieras besar a alguien intentarías me besarías a mi.
Entorne los ojos y sentí mis mejillas arder —Puede ser. Quizá. Probablemente.
—No dijiste que no, así que me funciona.
Bien lo admito, Harold y yo, fuimos pareja una vez, nos gustábamos, estuvimos juntos un tiempo pero no funcionó y decidimos dejarlo.
Pero esa atracción o «lazo» entre ambos siempre existió la mayor parte del tiempo, pienso que confundimos nuestra amistad con algo más, fuimos hechos el uno para el otro pero como amigos, esa era la verdad.
—Dejando de lado nuestra relación de tres semanas fallida.
Él soltó una carcajada y se cubrió los oídos un instante —Dios, ¿Por que se nos ocurrió eso?
Reí —Éramos como un matrimonio de señores mayores del nuevo nivel de confianza que desarrollamos juntos.
Él me miró, su mirada se iluminó un segundo, sus manos ya habían descendido a la mesa otra vez.
—¿Recuerdas cuando fuimos a casa de Clay a comer con sus padres y fuiste al baño y tapaste el retrete?
La carcajada salió de mi garganta por inercia me cubrí la cara, era vergonzoso recordar eso —Te llame para que me ayudaras y cuando llegaste lo que hiciste fue preguntarme porque la caca era tan larga.
La carcajada que dejamos salir resonó en todo el lugar, mi abdomen empezó a quemar, la risa de Harold se tornó chistosa y empecé a reír más fuerte, en pocos segundos llegamos al punto en que terminamos llorando de risa.
—Te juro que son momentos premium de mi vida —confesó limpiándose las lagrimas.
Mis ojos estaban en él —Sí, pienso lo mismo.
—Acabamos de decir que nuestro mejor momento juntos involucra un retrete tapado y tu caca de quince centímetros.
—¡No era de quince centímetros!
—Tenía el largo de mi verga, no me jodas.
Nuestras risas y carcajadas se mezclaron y llenaron la cafetería, ni siquiera sé si alguien estaba morándonos o si había alguien, lo único que sé es que reírme con mi mejor amigo es una de las cosas que más amo en la vida.
Traté de calmar mi risa, me dolía el abdomen —A veces pienso que te enamoraste de esa caca.
Él volvió a reír y se limpió unas lagrimas de debajo de los ojos —Ya no hablemos de eso, juro que terminare llorando de verdad.
Me frote los ojos y suspire tratando de calmarme, él hizo lo mismo, volvimos a reír un poco hasta que pudimos parar.
—De acuerdo, fue mucho. Volviendo al tema, dime ¿que más dijeron sobre la pelea de la rata y Elena?
Fue como si recopilara nuevamente toda la información en su cabeza —Estaban en las gradas, Elena practicaba para el próximo partido de tenis y de repente la escuchar discutir con Jonathan, ella le dijo: "Si no estás enamorado de ella entonces ¿¡por qué te importa tanto!?"
Mi sonrisa desapareció —No, eso no está bien... No quiero lastimarla a ella, solo a la rata...
—Pero no estás lastimando a nadie, es la misma rata el que actúa así y está lastimando a Elena... Él escucho el rumor de ti y "tu novio" —hizo las comillas con sus dedos— y se puso histérico, tú no hiciste nada...
Harold tenía razón, yo no hice nada. Pero no me parece justó que Elena también la pasase mal, debe estar muy triste. Además ella no me ha hecho nada.
—En ocasiones me da miedo cuando te quedas callada, es como si entraras en coma estando en frente de mi —admitió él con inquietud sacándome de mis pensamientos.
Reí —Estaba pensando... Elena debe estar triste
—¡Bueno! —se reclinó al respaldo de la silla—. Yo la vi besarse bien a gusto con Clay.
—¡¿QUÉ?! ¡No te creo!
—Pues créelo, princesa, porque estos ojos —señaló sus ojos azules—, estos ojos que algún día serán comida de gusanos lo vieron todo.
Solté una risa —¡Que bonito día! —suspiré echándome hacia atrás en la silla, entonces sentí que alguien tocó mi hombro y me giré para encontrar a Eliot con su cara de mierda pisada—. Era. Que bonito día era.
Eliot puso sus ojos en blanco —¿Puedo sentarme? —inquirió.
Miré hacia todos lados —¿Donde vienen los insultos?
Me di cuenta que la sonrisa de Harold había desaparecido y que varios estudiantes nos estaban mirando.
—Sabes porque estoy aquí, mañana es tu estupida fiesta y dijiste que me entregarías la carta.
¿Le dije eso? Bueno, quizá le cuente
—Si todo sale bien en la fiesta, únicamente así te la entregaré —aclare—. Siéntate de una vez y quita esa cara, trata de sonreír, varias personas nos ven.
Eliot se sentó, y su atención fue totalmente dada a mí —Tienes cara de payasa pero no de las que hacen gracia. Y sería muy cliché que apenas te vea empiece a sonreír, tú forma de engañar es una mierda.
La voz de harold tomó poder —Ey, tranquilízate. Solo quita la cara de "se me murio alguien" es un consejo. Al menos mientras estés con ella.
Asentí —Además hay reglas. Debes fingir ser feliz conmigo, debes tratarme bien y nada de insultos en francés, ni gritos, ni caras de odio, ni jalones
—¿Como que gritos y jalones? —la mirada severa de Harold cayó como un hacha contra Eliot.
Lo mejor sería evitar que ellos dos pelearan.
—Solo son advertencias, tranquilo —aseguré.
Eliot continuaba con esa indiferencia ni siquiera nos miraba a Harold o a mi... Él simplemente se levantó de la mesa y se fue a la mierda.
—¡Por todos los teletubbies! —deje caer mi cabeza hacia atrás—. Esto será un fiasco...
—La verdad, sí.
Levante la cabeza —¡Vamos! Pero que buen amigo tengo, la sinceridad ante todo ¡gracias por las buenas vibras! —frote mis ojos—. Si esto sale mal seré la burla.
Su risa fue suave —Si sale mal, diremos que terminaron porque te encontró besándote conmigo, hablaran de una infidelidad pero tu noviazgo falso será real.
—Bien, sería creíble. Por cierto ¿Ya te encargaste de la fiesta y las máscaras?
Me miró ofendido —¿Si no me hubiera encargado de ello crees que estaría aquí sin hacer nada? —sacó su teléfono—. Mira, es un post de la fiesta tiene más de dosmil me gusta y lee lo que dice...
Tomé el teléfono y leí —Gran fiesta este fin de semana, temática de máscaras y antifaces, after de cuatro horas y el alcohol empieza a ser gratis cuando alguien vomite —lo miré—. ¿Es enserio?
Me sonrió y se encogió de hombros —Somos milenials esta es la publicidad que nos gusta, rápida, honesta, con humor y algo gratis.
Le di otro vistazo a la publicación.
—La cosa es que, irán varias personas que no tienen nada que ver con OriginalProff —añadió—. Esperemos no estar cometiendo un error solo por querer saber algo.
Respire hondo —Él no sabe que la fiesta es de máscaras y antifaces... Le compraré una máscara.
—¿De anonimus?
—Dudo que quiera ponérsela. Quizá una máscara blanca, tipo "the boy" la película. ¿Si ubicas?
Harold sonrió —Claro y sé donde podemos comprarla.
Las cosas marchaban muy bien.
Estábamos en un pequeño local de artículos de fiesta en la plaza. Había de todo.
—¿Crees poder convencerlo de usar alguna de estas? —Harold sostenía en sus manos varios antifaces brillantes y con plumas.
—Uno de esos lo dudo, debe ser algo más sobrio, que vaya con su personalidad aburrida.
Empezamos a buscar entre las cajas de máscaras.
—Iré a preguntarle a la encargada de la tienda si tiene alguna máscara blanca —se puso de pie y se alejó.
Continué buscando, hasta que encontré un antifaz negro con brillos, me puse de pie y me lo coloqué para luego observarme en el pequeño espejito que colgaba de una pared.
—Te luciría más uno rosa...
Me giré de golpe, había un chico de pie a varios metros de mi, tenía puesto un antifaz púrpura, era alto, sus hombros eran anchos y sus brazos estaban apretados por las mangas de una camiseta blanca con el logo del instituto.
—¿Qué haces aquí Robert?
Se quitó el antifaz —Lo mismo que tú, buscando una máscara para la fiesta, en otras tiendas se agotaron, irá mucha gente. Será una locura.
Volví a mirarme al espejo —Sí, eso escuché.
—Por cierto, escuché ese rumor de que te vieron besándote con el chico ese... —chasqueo los dedos—. ¿Cómo era su nombre?
—Su nombre es Eliot.
—Ese... Bueno no importa —lo miré y él me sonrió divertido—, Jonathan dice que realmente no es tu novio, que te esta ayudando a "limpiar tu nombre" del chisme de ex obsesionada.
No pude evitar reír —¿En verdad dijo eso? Yo digo que le da celos por eso esta diciendo esas cosas. Le molesta saber que la gente muestra más interés por mi relación que por la de el.
Robert levantó las cejas —Bueno, es que "tu relación" no está tan expuesta como la de él. Llevas la ventaja porque tienes algo que Jonathan no, privacidad. Cuando se filtra algo de tu vida íntima todos quieren devorarlo y saberlo porque saben que es algo prohibido y que luchas por proteger, no te mentiré, al ser humano lo mueve el morbo por lo incorrecto.
—Y tienes toda la razón —admití.
—Bien, debo irme, tengo cosas que hacer —fue hasta entonces que me di cuenta que en su otra mano sostenía otra mascara.
Esta era blanca, y cubría la parte superior del rostro y la parte izquierda de la mejilla en un corte puntiagudo, como si estuviera rota, la parte de los labios mentón y mejilla derecha quedaban a la vista.
—Creo que llevaré el antifaz púrpura, te hizo mirarme los brazos así que es la indicada —dejó la máscara blanca sobre una caja de dulces embolsados—. Nos vemos en la fiesta, preciosa.
Cuando se alejó me acerqué a tomar la máscara, era la indicada.
————
Volví a casa sola, Harold recibió una llamada en el camino y tuvo que desviarse hacia algún lado. Me dijo que nos veríamos en la fiesta y que le llamara si pasaba algo.
Mientras caminaba por la vereda vi a alguien sentado en las escaleras de la entrada de mi casa. Era Jonathan, movía su pierna con impaciencia y tenía los brazos apoyados a las rodillas, traía la camiseta del instituto y el cabello vuelto un leño.
Cuando me vio se levantó tomando su mochila y se acercó a mí con rapidez.
—Madi... —su voz fue ansiosa—. ¿Podemos hablar?
Me detuve y él también, estábamos frente a frente. —¿Hablar? ¿De qué?
Él dejó ir un suspiro —¿Por qué te besaste con Eliot? ¿En verdad te gusta? Se qué haces esto para competir conmigo, te conozco y para besarme a mi esperaste casi un mes. Jamás lo besarías a él y menos a dos días de "andar"
—No me conoces, quizá no hacía cosas contigo o tardaba tanto en hacerlas porque había algo en ti que no me convencía... Y ahora me doy cuenta que debí hacerle caso a mi intuición.
Intenté pasarle de largo pero no me dejó ir.
—Vamos, Madi. Eliot es todo un debilucho parece un drogadicto de lo delgado y pálido que es; ahora mírame a mi —dio un paso atrás y abrió sus brazos—. Soy mucho mejor partido, tus padres me conocen, incluso hiciste de todo para que tu papá me aceptara.
Y lectoras y lectores, estamos ganando, nuestro plan de engaño perfecto lleva la delantera y no hemos sacado nuestra jugada maestra.
Cerré los ojos como si ya estuviera cansada de repetir lo mismo una y otra vez —Jonathan, no tengo porque darte explicaciones a ti. Pero lo haré, Eliot y yo estamos juntos y sí empezamos a andar hace unos días, pero ya nos conocíamos —mentí,Jonathan frunció el ceño y me escuchó con atención—. Mientras tú me ignorabas un mes atrás, me dieron como castigo por llegar tarde a clases darle a Eliot el recorrido en el instituto y orientarlo en varias clases.
—Espera... ¿Tú y él estaban saliendo mientras... Éramos pareja?
Parpadeé un par de veces —Eh, si... —estuvo por reclamarme, lo señalé—. No puedes decirme nada, tú salías con Elena y...
Me miró indignado y me interrumpió —Claro que no.
—Estoy segura que... —Lo miré—. ¿No?
—No —chilló.
Deje de señalarlo —Ah...
—¿Me fuiste infiel? —era como si no se lo creyera.
Miré a mi alrededor disimuladamente —Bueno, solo salimos un par de veces, conociéndonos, como amigos.
Se cruzó de brazos —Entonces es verdad... Son... Novios.
Apretujé mis dedos, él no lo noto —Ajá, somos —aclare la voz—. Somos novios.
—Bien... —se cruzó de brazos—. Entonces quiero que sepas que el día de tu cumpleaños la verdad no estaba en el hospital con mi abuela, estaba en una fiesta dándome más que un beso con una chica universitaria qué sí tiene busto y los brazos más delgados que los tuyos —alzo una ceja con orgullo, casi diciéndome "Tómala desgraciada".
Tragué saliva, le sostuve la mirada —Bien... Entonces ninguno de los dos puede quejarse.
Frunció el ceño —¿No te vas a enojar?
Respire hondo, sentí que la vena de la frente me explotaría.
Negué —No tengo porqué. Tú tienes ahora tu nueva pareja y yo la mía...
Mi atención reparó en el chico que se acercaba por la vereda a espalda de Jonathan, era Eliot. Se detuvo frente a mi casa pero su mirada viajó hasta nosotros.
Le di una sonrisa a Jonathan —Me voy, tengo una cita con mi chico —le di una sonrisita, aunque la verdad quería llorar, pero de rabia.
Jonathan miró por encima de su hombro dándose cuenta de que Eliot estaba a varios metros de nosotros. Eliot se acercó de mala gana, tenía un vaquero oscuro y una camiseta negra.
Eliot se colocó a mi lado y miró con severidad a Jonathan, su voz salió demandante —¿Hay algún problema?
Jonathan le dio una mirada ruda —No a menos que tú lo quieras.
El corazón se me subió a la garganta. Miré a Eliot, tenía cara de mierda. Miré a Jonathan, tenía cara de querer pisar la mierda.
Eliot esbozó una sutil sonrisa, casi como si quisiera provocarlo —Si estás molestando a mi novia, te aseguro que querré problemas, muchos.
Y de pronto un día de sueeeeerte...
Tomé la mano de Eliot y nos miramos —Cariño esta bien, él ya se iba.
Su respiración era calmada pude verlo por la forma en que su pecho subía y bajaba —¿Estas segura que estás bien?
Mi corazón latió fuerte, tragué saliva —Sí, estoy bien...
Eliot miró a Jonathan pero yo no pude dejar de verlo a él, su voz salió firme cuando se dirigió a mi ex —Nos vemos... —frunció el ceño—. ¿Te llamas?
Jonathan le dio una mirada de vivo rencor —Jonathan.
Eliot dejó ir una risa corta —Eso, es que ella no habla de ti. Nos vemos.
No pude evitar sonreír, miré a Jonathan —Nos vemos en la fiesta del sábado.
Y le pasamos de largo, nos dirigimos a mi casa y entramos.
Cerré la puerta y giré sobre mis talones —Ay por Dios...
Eliot estaba caminado hacia la cocina —Callate o juro que voy y le digo que estaba fingiendo.
Levanté las cejas y me acerqué a la cocina —No vas a arruinar mi felicidad, ademas esa rata se lo merece es un —Eliot estaba lavándose las manos con jabón de lavar los trastes—. ¿Qué haces? ¿No me digas que nunca te tomaron de la mano?
Cerró la llave y sacudió sus manos —Claro que me han tomado la mano, pero es la primera vez que una loca entrometida lo hace y admito fue asqueante.
Apoyé la cadera a la isla de la cocina —¿Tu mamá te amamantaba con ácido cuando eras bebé o qué? Porque no entiendo como puedes ser tan repelente y antipático...
—Vine para preguntarte algo... —apoyó las manos a la isla, estaba a poca distancia de mi—. ¿Qué demonios fue lo que hiciste para que todos estuvieran viéndome como si fuese una atracción de circo?
—Ah, eso. Todos creen que nos besamos en la biblioteca —le reste importancia con un movimiento de manos.
Entorno los ojos y se dirigió a la salida, lo seguí con la mirada —¿A dónde vas?
—Que te importa.
Abrí mi mochila —Espera un poco, debo darte algo...
Se había detenido a poca distancia de la puerta, saque la máscara de la mochila y me acerqué a él y se la extendí.
La miró con asco —¿Y quieres que robe algo?
—No, idiota. Debes usarla mañana en la fiesta.
Frunció el ceño —¿Es una fiesta de disfraces?
—No, de máscaras y antifaces, no importa como te vistas lo importante es que lleves una máscara o antifaz.
Me miró con una ceja alzada —¿Es en serio? El trato era acompañarte y fingir ser tu pareja, no acompañarte, fingir ser tu pareja y hacer el ridiculo.
—Literalmente solo debes ponerte la máscara, fingir amarme y ya.
—No puedo creer que me estés usando para esta inmadurez... Te dije que iré, confórmate con eso, no fingiré que te amo, fingiré que no te odio tanto. Es lo qué hay tú veras qué haces.
Tomó la manija de la puerta dispuesto a irse pero lo detuve —Todo debe salir bien, Eliot. Solo haz lo mismo que hiciste hace un momento atras. Mentalízate en que me amas, soy lo mejor qué pasó en tu vida, te hago feliz y tenemos planeado un gran futuro juntos.
—Dudo mucho que seas algo bueno en la vida de alguien —comentó con desagrado—. No puedo hacer eso... El amor no se puede fingir...
—Pues ingéniatelas, ve a mirar algún tutorial en YouTube o que se yo —me acerqué lentamente diciéndole con seriedad—: Pero si algo llega a salir mal, si nuestra relación no es lo suficientemente creíble y arruinas todo, te juro Eliot Lacroix, te juro que te arrepentirás.
Alzó una ceja —¿Estas intentando intimidarme?
—No, dulzura. Tómalo más como una advertencia. Es más, hagamos algo, di que me amas...
—¿Qué?
—Di que estás enamorado de mi, anda —lo alenté.
—Pero no es verdad.
—¿Y? No necesito que sea verdad y tampoco quiero. Solo dilo. Tómalo como una práctica para mañana en la noche.
Negó con la cabeza y me miró como si no entendiera algo en mi, fue como si tratara de buscar alguna respuesta a algo.
Soltó un suspiro y abrió los brazos cuestionando —¿Por qué tuviste que meterte en mi camino, Madison? Quiero decir, de tantas desgracias que me han pasado definitivamente tú eres la peor de todas.
Fingí ternura —Awww, es exactamente como yo me siento contigo.
—Hablo en serio.
—Y yo igual.
Él siguió —Me desagradas, me molestas, tu presencia, tu voz, tu personalidad —fue como si se frustrara, se froto la cara y añadió—: Absolutamente todo de ti es tan insoportable que provoca ganas de cortarse la garganta.
Parpadeé un par de veces sin dejar de sostenerle la mirada —Bien, mientras te desahogabas me puse a pensar que también deberías ponerme un apodo lindo, no lo sé, algo como: amor, bebe, hermosa.
—¿Que te parece el de "Loca metida, manipuladora e insoportable"?
—Me parece que es muy largo —le dije con sarcasmo y sin perder la calma—. ¿A ti que te parece el de "Osito"?
Me hubiera gustado fotografiarle la cara de asco que puso, juro que hubiera sido viral en segundos.
—Si me vuelves a decir así juro que me matare y te quedarás sin novio falso.
Me encogí de hombros —Seria la viuda falsa, suena intrigante y misterioso, empezaría a decir que moriste al proponerme matrimonio.
Entorno los ojos y me dio la espalda abriendo la puerta para irse —Dudo que algún hombre mentalmente saludable te pida matrimonio.
—¿Eso fue una indirecta? —le pregunté viéndolo alejarse hacia la vereda.
—¡No, fue un insulto pasivo agresivo! —dijo sin mirarme.
—¡Es tu forma de coquetear por lo que veo!
Se giró hacia mi —Es mi forma de tratar de alejarte de mí.
Hice un puchero —No trates de engañarme te traigo loco admitelo.
—Me traes loco pero de la rabia —me dio la espalda y se alejó.
—¡Adiós, osito! —le grite pero no respondió ni volvió a mirarme.
No será un problema para mi hacerle falsos cumplidos así que estoy más que lista para decir que "lo amo y que es lo mejor que me pasó en la vida" si alguien llega a preguntarnos algo en la fiesta.
Y otra cosa para la que estoy lista es para descubrir si se oculta de alguien o algo, no es normal que no exista información de él en internet y que los documentos del instituto no den detalles que son fundamentales para la inscripción.
Estoy segura que oculta algo o se oculta de alguien.
La pregunta es: ¿De qué o quién y por qué?