todo lo relacionado con el manga de nanatsu no taizai y dragon ball no es propiedad mía.
el frío bajó por su espalda, pero no se preocupó, de hecho aún mantenía una clara sonrisa bajo las tinieblas de esa ahora abandonada casa, no sabría a dónde gokú fue, pero le encontraría y de alguna u otra forma saciaría alfín sus dudas, también por el brillo en su mirada podría decirse que la manera en que lo haría tampoco es que le importase mucho.
-me pregunto cómo terminará esto gokú...- susurró antes de desaparecer.
-vaya, en realidad no tardaste demasiado...- se sorprendió de verle llegar tan rápido y por las cosas que traía consigo si parecía haber ido a la antigua casa como había dicho, aunque pudo notar en su rostro que se miraba mucho más preocupado. -ha pasado algo?.- preguntó, pero la respuesta no llegó durante el resto del día.
arreglaron todo lo mejor que pudieron, ahora sí que parecía un nuevo hogar y algo en el fondo le hacía feliz a gokú, sobretodo porque la dama también parecía contenta, su estilo de vida habría regresado a la normalidad y solo quedaban pocas cosas de las que se ocuparía luego, por el momento solo quedaba seguir viviendo, aunque tanto para el chico como para la demonio había quedado claro que no podría ser así de fácil.
-oye, ¿crees que podríamos ir a darnos un baño?.- repentinamente preguntó, petición que llamó la atención del joven.
no contestó de inmediato, sus ojos señalaron al pálido cielo sobre ellos, también habría que tomar en cuenta que no faltaba mucho para que el día muriese, no parecía ser una buena idea.
-creo que va a llover, sería mejor quedarnos.- contestó, pero en realidad sus preguntas poco o nada valían, porque la chica le tomó de su mano y comenzó a sacarle de su hogar. -hay que buscar un buen lugar para nadar.- no le importó mucho las palabras del joven y decidida fueron río arriba caminando a la orilla del caudal decidida a buscar algo que fuese similar al antiguo sitio que ocultaba el río y el bosque.
-ven humano, estoy segura que podemos encontrar una cascada.- parecía bastante animada, no lo comprendía del todo, era mucho más feliz de lo que se mostraba, por alguna razón eso no le terminó de convencer.
claro que terminaron encontrando un lugar donde las aguas se precipitaban y golpeaban un ancho tramo del río en que el agua tardaba en reanudar su recorrido, por ello mismo era como un pequeño lago cuya corriente era bastante calmada.
-ya vez, te lo dije!.- exclamó feliz. -quiero que saltemos al agua como ese día.- aún parecía ser un día cualquiera de verano, pero incluso en esa época del año hay días grises como el que sobre ellos se acumulaba, incluso decir que era gris se quedaba corto, pues las ennegrecidas nubes presagiaban una fuerte lluvia, pero no podían detenerse, ella formó su capullo en el cual se quitaría las prendas y para gokú solo quedaba hacer lo mismo.
-hace frío...- gokú habló sintiendo el helado viento que golpeaba su piel, aún manteniendo el mal presentimiento sobre lo que había ocurrido últimamente, merlín, Meláscula y todo esto que no parecía venir bien.
pero antes de que pudiese seguir sintió una fuerza empujarlo desde su espalda, misma que le envió a sumergirse en el agua frente a él.
-me-Meláscula-chan!.- tomando varias bocanadas de aire emergió de entre el agua y observó a la dama reír descontroladamente en la orilla. -¡debiste ver tu cara!.- se burló apuntando al rostro del saiyajin, quien entrecerró su mirada.
mientras la mujer reía a carcajadas él le sujetó de los tobillos en un rápido movimiento y la hizo caer al agua. -no es justo que Meláscula-chan sea la única que se divierta.- habló y el que pasó a reírse fue él cuando el húmedo rostro de la mujer emergía aburridamente.
a veces solo quedaba dejar de divagar en el pasado o futuro, ya sea cualquier cosa que pueda o no pasar terminó olvidando el frío o el día gris, porque aunque la lluvia se precipitó con fuerza las sonrisas no desaparecían, lo disfrutaban incluso cuando el agua mojaba absolutamente todo.
-podríamos quedarnos así más tiempo?.- en un momento de pausa la pregunta nació, débil que a oídos del joven apenas pudo ser captada. -¿podríamos estar así para siempre?, ¿podrías ser solo para mí?.- sus miradas se cruzaban mutuamente, una roca les dividía y el mismo objeto les ofreció soporte. Inevitablemente se perdió en la mirada de la joven demonio, podría decir que cada día era más bella inexplicadamente, aunque seguía siendo la misma dama que porta esa oscuridad, tal vez en ese instante ya comprendió que era tarde, había dejado de preocuparse por ella y hace tiempo dejó la amabilidad de un lado y eso solo significaba que esa manera en la que se sentía le obligaba a no parar de apreciarla, a desear que esa sonrisa solo fuese suya y de nadie más, pero aún la incógnita no se solucionaba, pues él ya era de alguien más, su vida en ese lugar no era más que una farsa y querer estar así para siempre no podría darse, aunque lo quisiese, porque debería regresar algún día, o al menos así lo suponía, incluso no sabría si quería regresar sabiendo que muy seguramente allá Meláscula no podría seguirle.
-bien, será mejor que regresemos, el caudal del río aumentará y el agua se ha tornado oscura.- a pesar de no responderle ella asintió feliz, no parecía angustiarse por como él la seguía evadiendo. -quiero que regresemos tal y como llegamos, aún no quiero ir a casa.- ella propuso antes que nada.
de alguna manera le complació, bajo el espeso bosque las gotas caían mucho más gruesas, pero la oscuridad de la demonio les cubrió en todo momento. -¿no crees que ha sido divertido?.- preguntó, a decir verdad no había sido tan malo, incluso caminar de esa forma era un tanto tranquilo y fresco.
-si, así es.- respondió y acarició el rosa cabello de la mujer. -me divertí hoy...- terminó por decir, ella solo sonreía, aunque ese movimiento de gokú sirvió para que la diablesa tomase ese brazo y se acercara al son.
-yo también me he divertido mucho contigo todo este tiempo.- confesó y abrazó el pecho del hombre. -me he sentido bien, porque nadie me había tratado tan bonito.- siguió diciendo. Aquel inesperado momento se sintió extraño, tanto que detuvo sus pasos y tomó un momento para apreciar ese gesto, muy pocas veces solía mostrarse así de afectuosa con él, pero nunca antes así. ya sea bajo la oscura sombra, bajo la lluvia o en el río; no lo llegó a comprender, porque por nada del mundo sabría que esa podía ser la última vez que podrían tener la oportunidad de demostrar ese tipo de cosas.
no importa cómo hubiese concluido aquel día, no recordó que hizo de cenar, ni cómo llegó a casa, lo único en lo que vagaba era en aquellos cálidos gestos de la dama que duerme junto a él, acurrucándose inconscientemente para sentirle más cerca, aprisionándolo con sus manos débilmente para no separarse de él.
-dime gokú...- susurró, eran muy pocas las veces que utilizaba su nombre, aunque debía admitir que últimamente lo pronunciaba mucho. -te alegra haberme conocido?.- preguntó.
-si, Meláscula-chan a traído alegría a mi vida.- contestó.
-¿entonces no te molesta tenerme a tu lado?.- siguió preguntando, él negó con su cabeza.
Su mirada se conectaba con la oscura retina de ella, estaba seguro que esos ojos no eran de ese color en realidad. -¿no te molestaría que te siga acompañando?.- siguió y cada vez la distancia entre ambos se reducía, pues con cada palabra suplicante de una respuesta ella se acercaba. -¿no te molesta que siga queriendo que seas amable conmigo?, ¿no te molesta que te acompañe a las villas humanas?, ¿no te molesta que te despierte cuando tengo hambre?.- podría seguir si tuviese oportunidad, pero ella misma causó que las respuestas no llegasen, pues los labios del hombre fueron tomados por los suyos, los aprisionó en un cálido y casto beso, el primero que ambos habrían consumado en sus largas vidas solitarias.
gokú no supo lo que pasaba, desconocía por qué el gesto de juntar sus bocas se dio y de haberlo sabido antes tal vez pudo haberse opuesto incluso, pero lamentablemente no sabría darle un valor a cosas como esa, al menos no hasta ahora porque dicha suavidad de ese par de labios le cautivó y después de que los brazos de la mujer le rodeasen se quedó ahí, entregándose a la demonio que lo anhelaba de todas formas, lo quería para ella, su mirada, sus caricias y sus palabras, por supuesto esto era lo que más había esperado.
el torpe beso concluyó cuando el aire escaseo, esta vez los ojos de Meláscula incluso parecían brillar, el rubor de sus mejillas no se borraba y ahora más que nunca se avergonzó por sus actos, por lo cercanos que estaban y por las palabras que nacerían de ahora en adelante.
-¿te molesta que te quiera de esta forma?.- preguntó desviando la mirada, pero en último momento decidió tener el valor suficiente para verle a los ojos otra vez y de daba igual que no recibiese una respuesta, porque no valía hacer algo al respecto en estos instantes, sin embargo lo que añoraba escuchar se le fue entregado y solo entonces al fín logró conocer la verdadera felicidad.
-no, porque yo también quiero a meláscula-chan.- no lo comprendió del todo cuando se expresó, y claro que le quería porque no vio momento alguno en que la pudiese odiar o le haya causado algún sentimiento de rechazo, sin embargo aquello pareció ser suficiente para cautivar a la chica pelirosa que se acercó nuevamente a su boca y le besó una segunda vez, nuevamente de forma torpe, pero se empeñaba en hacerlo lo mejor posible, quería demostrarle cuanto era su aprecio al humano, pero aún cuando aceptaba todos esos sentimientos y consideraba vivir con aquel hombre para ser feliz, sabía que ella y él no podrían estar juntos, no mientras tenga que servir al rey demonio y esté atada a la oscuridad.
al fin los gestos cariñosos cesaron, el sueño consumió al humano, pero ella no cedió al profundo descanso y la mayoría de la noche pasó apreciando el rostro de aquel al que ahora pertenecía su último corazón. Rozó con las yemas de sus dedos la piel del hombre y acarició el puntiagudo cabello que le caracterizaba. -eres mi humano...- susurró y en un tierno movimiento se acercó hasta él para tocar su frente con la suya, no podría decir cuánto añoraba permanecer así, pero no todo lo bueno podría ser tan fácil de obtener y debería actuar para hacer posible esta nueva forma de vida, por ello mismo cuando gokú abrió los ojos, su figura se había desaparecido.
se despertó bastante más tarde de lo común y por ello mismo sintió el mal de un pasado no muy lejano, y tan pronto sus ojos notaron su ausencia llamó a su nombre. -¿meláscula-chan?.- apartando las sábanas se puso en pie, la estufa nunca había sido encendida y la ventana estaba cerrada. -¿meláscula-chan?.- siguió, pero una respuesta nunca llegó, ni lo haría y diferente a aquella vez, ahora no tenía ni la más mínima idea de dónde encontrarla.
voló lejos de ahí y buscó un excelente lugar en el cual poner en marcha su plan, no sabía a ciencia cierta cómo ejecutaría todo lo que en su mente tenía, pero algo era claro, que si tenía éxito, podría tal vez lograr ser libre.
por lo poco que sabía, tenía entendido que zeldris debía seguir vivo y muy seguramente estaría allá donde el reino fue invadido, no sentía alguna clase de poder mágico ajeno al demoníaco, por ello mismo los pecados capitales irían muy seguramente a camelot, solo debía buscar un lugar conveniente para emboscarles y vaya que lo encontró, solo quedaba esforzarse y hacer lo mejor que esté a su disposición, daría lo mejor de sí y la imagen de gokú siempre estaría presente en su mente.
...
no podría saber dónde estaba, incluso si se ponía a pensar la última vez que logró dar con su paradero fue netamente suerte el que la encontrase en aquel torneo, pero ahora no tenía posibilidades de dar con su paradero.
al principio creyó que habría salido a dar un paseo, pero cuando la tarde comenzó a llegar la preocupación fue inevitable. Fue a distintos sitios, al pueblo, más arriba del valle e incluso al río donde se habían divertido solo hace un día, pero todo fue en vano.
cuando el amanecer del siguiente día terminó por llegar él fue quien se encontró recostado sobre el marco de la ventana detallando el sol naciente que se alzaba poco a poco en la lejanía.
-¿se ha ido...?- era la pregunta que rondaba ahora en su cabeza, no es que fuese del todo seguro, pero todo indicaba que podía ser de esa manera, y si era así solo significaba que tal vez las palabras de merlín podrían ser verdad.
caminó hasta el recinto pensando que podría encontrar una pista, pero fracasó, no había nada y era como si literalmente hubiese desaparecido de la nada, no podían sentirle en ningún lugar.
-pero si se iba a marchar... por qué hizo todo eso ayer?.- se siguió cuestionando en voz baja, pero solo al formularse aquello fue que pudo comprender todo al fin, y supo que se mostró de esa forma porque tal vez significaba una despedida, ella se iba a marchar y por eso mismo quiso disfrutar y pasar todo el poco tiempo que podría tener, pero eso solo dejaba una duda más, ¿por qué había hecho tantas preguntas?.
pasó un día más, olvidó incluso cenar y no pudo conciliar el sueño, siempre aguardó a que la dama apareciese de repente y explicara las cosas, pero nada de eso pasaría.
-yo quiero a meláscula-chan...- seguía repitiendo la última frase que le entregó, las yemas de sus dedos pasaban de vez en cuando sobre sus labios, recordando aquel contacto que tuvo con ella, dulce que ahora no podía olvidarlo. -¿ella me quería?.- se formuló aún teniendo en cuenta las declaraciones que ella había ofrecido, pero tal vez lo había malinterpretado, ahora que lo recordaba milk siempre solía decirle eso cada noche y si tal vez ella lo decía con las mismas intenciones, no un "te quiero" amistoso, si no aquello que va un poco más allá, no sabía cómo explicarlo porque casi nunca lo había experimentado, pero de seguro se relacionaba con lo que ahora le invade, pues solo quería estar con ella y no podía pensar en algo más, era una forma de querer bastante más fuerte que cualquier cosa que haya sentido en el pasado, al menos con una mujer.
-¿acaso ella se siente de esta forma?.- siguió vagando, pero esta vez no se encontró en su nuevo hogar, ahora en lo alto de la colina pensaba en las cosas que se acumulaban y le afectaban, sobre todo esa pregunta que no parecía dar una respuesta, mejor dicho se negaba a buscarla, porque de ser así... él debió lastimarla cuando la mujer le hizo aquellas cuestiones mientras la lluvia les golpeaba, pero él no se encontró capaz de contestar.
"¿podríamos estar así para siempre?". obvio se refería a no limitarse a seguir siendo una amiga o compañera, literalmente quería formar parte de su vida, tal y como milk lo hizo, o se supone debía ser.
-¿podría estar con Meláscula-chan?.- ahora la cuestión fue otra, y tal vez por muchos factores la respuesta era clara, él pertenece a otro mundo, allá donde tiene una vida, pero ¿si no era así?, si volver ya no era una opción y estaba destinado a estar en este lugar?, podría empezar desde cero tal vez, pero no era justo. Debería aclarar las cosas con aquella dama de rosa cabellera, explicarle todo y disculparse, ya vería lo que después pasaría, pero encontrarla era su objetivo principal ahora.
-¿dónde podría encontrarla?.- se dijo así mismo sin tener ni una sola idea, sin embargo, si él no podía había mucha más gente que sí, solo debería encontrar a esos mandamientos y podría tener una pista. -la ciudad de camelot ha sido invadida por demonios, tal vez allí puedan ayudarme!.- bastante entusiasmado pensó y en un parpadeo se encontró en su cabaña, se cambiaría de ropa y llevaría algunas cosas por si las necesitaba porque el viaje emprendería en ese mismo instante.
abrió el armario donde recordó haber guardado todo, pero apenas hacerlo un bonito recuerdo fue lo que recibió antes de disponerse continuar, pues junto a uno de aquellos dogis de pelea, un vestido azul le acompañaba, recordó a la demonio traerlo sobre ella y lo primero que se le pasó por la mente fue en verla otra vez con él, solo eso. Definitivamente encontraría a Meláscula.
no es que fuese el mejor paisaje que tuviese frente a él, tampoco es como se imaginaran una gran ciudad, pues la oscuridad opacaba la luz del sol y en los alrededores no había más que destrucción. -vaya, así que esto es camelot.- murmuró nada contento por lo que sus ojos presenciaban, los alrededores estaban devastados en su mayoría y el aire se sentía pesado.
supongo que esta es una señal de que hay demonios aquí.- habló y comenzó a acercarse poco a poco, tal vez si contaba con suerte podría encontrar a la dama en este mismo lugar.
llegando a las grandes murallas se preparó para ir diréctamente al gran castillo que más adelante se alzaba, era seguro que si deseaba encontrar algo sólo sería ahí, sin embargo antes de hacer algo al menos 5 demonios azules de bajo rango aterrizaron cerca de él.
-vaya, que es lo que tenemos aquí!.- uno exclamó con fuerte voz detallando al joven. -es un humano, que bien, nos podrá servir como sacrificio.- hablaron entre ellos y sin pararse a decir más se lanzaron para atraparle, vaya error que cometieron.
de un momento a otro, cuatro de sus semejantes se encontraron estampados contra el suelo o destrozados en sus alrededores y solo uno de ellos había sido dejado con vida. -no quería lastimarlos, pero ustedes atacaron primero.- se excusó el saiyajin ante la poca amabilidad que esas criaturas mostraron.
-no puede ser, cómo puede ser tan fuerte!.- se preguntaba el último demonio y vaya terror que le invadió.
-dime algo, ¿aquí hay alguno de esos mandamientos?.- interrogó, pero la voz no ofreció respuesta alguna. -si no me contestas tendré que golpearte.- apretando sus nudillos hizo escapar el sonido que dejaba en claro que no jugaba, el demonio solo se asustó mucho más.
-ze-zeldris-sama se encuentra aquí.- respondió.
-que bien, necesito que me lleves con él.- levantó al monstruo alado con su mano como si se tratase de muñeco e incluso golpeó su espalda para generarle confianza. -vamos, si eres un buen chico no pasará nada.- explicó con una sonrisa, si bien el demonio no tenía muchas opciones, tenía entendido que el hijo del rey demonio mataría a ese humano si llegaba a pasar algo malo, no era su culpa no estar al tanto de esa situación.
-zeldris sama!.- chilló el monstruo entrando a los aposentos del último hijo del patriarca de su raza. -y ahora que quieres, si se trata de más problemas respecto a los sacrificios humanos soluciónalo tú, de lo contrario te mataré.- de forma fría contestó a los llamados del demonio.
-no es eso, hay un humano bastante poderoso que quiere verlo!.- anunció, declaración que llamó la atención del pelinegro. -un humano?.- se preguntó, a estas alturas no sabría de quién se podría tratar, ya había muchos humanos exageradamente fuertes que pueden causarle un problema.
-dice que no viene con malas intenciones pero ya ha matado a algunos de los nuestros, no tuve más opción que traerlo.- explicó causando que la mirada del mandamiento mostrase poco ánimo respecto al asunto.
-déjalo seguir y prepárense, puede que esto no acabe bien.- preparó su espada y esperó impaciente la llegada de aquel que irrumpe en sus territorios con tanta simpleza, aunque lo que se imaginaba terminó siendo real, pues aquel que se llama gokú entró a la sala, tal vez lo que quedó inconcluso se dejaría en claro, o en el mejor de los casos podría terminar de una buena forma para ellos y sí que había grandes probabilidades.
fin del capítulo 10.
bueno pues, aquí el nuevo cap de este ship, espero que les haya gustado y no olviden votar si es así.
espero que estén bien y sobre todo, gracias por leer.