Devilish | kv

By nirex-

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"Si me ves, bésame, hazme un lugar entre tu piel, que los rasgos de mi cara no te impidan ver mi ser..." Tras... More

👹 Warning.
Booktrailer.
Capítulo uno.
Capítulo dos.
Capítulo tres.
Capítulo cuatro.
Capítulo cinco.
Extra.

Capítulo final.

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By nirex-

02 de noviembre de 2021.
9:00 PM.
Horas antes...

No volvió a casa, incluso aunque el cielo se estuviese ensañando contra la ciudad de Daegu en una de las peores tormentas torrenciales del año. Tampoco lo hizo pese a que Taehyung, su error al cual llama hijo, se encuentra encerrado en su habitación sin probar bocado desde hace más de veinticuatro horas.
En realidad, no le interesa en lo más mínimo, incluso, en sus pensamientos más oscuros sueña entrando a casa, con exactitud a la habitación de Taehyung y encontrarlo muerto; lo desea, pues siempre se ha caracterizado por hacer la vida de su hijo miserable, quitarle las pocas ganas que tiene de vivir arrebatándole cosas que para él son sagradas, y reprendiéndolo hasta apaciguar su ira. Todo con el fin de no ensuciarse las manos e incitar a que sea Taehyung quien decida terminar con su vida. Pues Kim Chung-ho ya un par de veces ha matado a sangre fría con sus propias manos, lo disfruta, es placentero, sin embargo, está vez no quiere teñir sus manos con "sangre impura y pecadora", no otra vez...

─ ¡Señor! ¡Es imposible detenerlos! ¡Esperamos órdenes!

Kim Chung-ho por ahora deshecha cualquier pensamiento que impida focalizarse en la misión de esa noche. Los wones que recibiría si el plan marcha correctamente, es su prioridad ahora. Por lo que entre sus dedos toma el walkie talkie para demandar...

─ Apunten hacia la cabeza de esos imbéciles, quiero verlos muertos.

Posicionan la mira, halan el gatillo y lanzan disparos hacia el vehículo blindado. Chung-ho está desesperado por detenerlos y acabar con sus vidas de porquería pues, ¿quién osaría verle la cara y traicionarlo de esa manera? Nadie que no quisiese conocer el infierno por supuesto.

Finalmente la caza fue favorable, pues uno de los tiros dio justo al neumático, provocando que el vehículo derrape en el asfalto y salga del camino hasta parar en la vereda. Con una sonrisa en su rostro dirige la furgoneta hacia los vehículos aparcados, y con las luces de los faros ilumina la escena; por la ventana observa a sus lacayos acercarse al vehículo, y ya saborea la victoria; siente entre sus dedos los fajos de wones que los tipos le deben a su jefe por mercancía, wones que estaría llevando hacia sus bolsillos para continuar consumiendo y vendiendo a las espaldas de su líder.
Sin embargo, que sus hombres se hallen intranquilos mirando el vehículo provoca que la ira vuelva a él.

─ Se han ido... ─ aquello fue el detonante para que tomara el arma de la guantera e importando poco la tormenta, saliera del auto y aparte de su camino a todo aquel que se le cruce.

─ ¡Y qué esperan para ir a por ellos, inútiles! ¿O tendré que hacerlo yo? ¡Por qué lo haré, después de despedazarlos a ustedes!

Los hombres cogen linternas, cargan sus armas y se adentran a la arboleda dispersándose por el camino. Chung-ho le ordena a tres de sus hombres que esperen en las camionetas y resguarden el perímetro, no desea una fortuita sorpresa como la última vez, aunque claro, no es como si eso le afectara si finalmente siempre se salía con la suya, se deshacía de todo aquello que le estorbara, y está vez no sería la excepción, pues decidió que también iría en busca de los tipos para así llevarse todos los créditos de la misión y recibir el mayor pago.

Sin embargo, lo que se rehúsa a aceptar, es que arrastrarse a lamerle las botas a su jefe no le beneficia en lo absoluto, pues sigue siendo el mismo inútil y miserable de siempre.

Con cada paso, la oscuridad se va haciendo cada vez mayor, sus botas negras lucen con salpicaduras de fango al adentrarse más al bosque por lugares pantanosos, lúgubres. La tormenta sigue en todo su esplendor empapando completamente su anatomía, sus huesos de pronto comienzan a doler pues un fuerte viento helado sopla a su espalda. Chung-ho con su antebrazo aparta las gotas de agua que cubren sus ojos y le impiden ver, al mismo tiempo que coje fuertemente el arma y la linterna que poco a poco va bajando de intensidad. Resopla frustrado, pensándolo dos veces antes de seguir adentrándose por la arboleda, es estúpido seguir en tales condiciones y solo, sin algún lacayo que haga el trabajo sucio, así que decide volver.

No obstante, cuando gira sobre sus talones y dirige su andar en línea recta, en dirección al norte, puede vislumbrar una silueta a unos cinco metros de distancia...

Entre la penumbra, yace un hombre encapuchado, alto y corpulento de pie sobre la maleza, incluso, aunque la oscuridad reine el lugar, sus iris brillantes se pueden distinguir al igual que la media sonrisa que se va ensanchando cada vez más hasta lucir sombría.

Chung-ho con un ápice de temor, cubre rápidamente la linterna y tan rápido como le es posible desenfunda el arma y la detona; la bala sale disparada hacia una de las piernas del hombre, el cual sigue en su misma posición. Un sentimiento inquietante que lo inunda se apodera de Chung-ho al percatarse de que el sujeto no cae al suelo, por lo que sigue disparando una, dos, tres, por vez que sus pasos se hacen cada vez más pesados y su cuerpo se estremece. Ha gastado balas sin lograr que caiga a la superficie, y no entiende el porqué...

No puedes dañarme pedazo de mierda.

Chung-ho pierde la movilidad al escuchar esa grave y siniestra voz de cerca. El viento ha parado de golpe al igual que la lluvia, y una tenue luz proveniente de la luna llena, que ha aparecido súbitamente, les ilumina. Tembloroso se queda en su sitio, y con una lentitud innata alza el brazo y apunta la linterna hacia el cuerpo robusto que se encuentra ahora solo a tres metros de distancia; su respiración se corta, no lo puede creer, es inaudito, ¿cómo podría él estar ahí después de tantos años?. Sus pensamientos le embriagan al mismo tiempo que una sonrisa tétrica y oscura aparece en el rostro ajeno...

─ Finalmente te encontré Chung-ho, y mírate, sigues siendo el mismo hijo de puta de siempre.

Una bala vuelve a resonar en el campo penetrando el pecho del hombre encapuchado, que solo se limita a bajar la mirada y ver la herida que paulatinamente se va regenerando por sí sola, a ojos de Chung-ho, quien con cobardía comienza a correr despavorido por la maleza. Sus piernas se debilitan con cada zancada, la oscuridad es abrumante, y sentir cómo el ser le persigue de cerca, logra que su corazón casi salga disparado. Es un vil cobarde, lo sabe cuando sus lágrimas descienden, al igual que la orina que empapa sus pantalones.

Su cuerpo choca contra los troncos de los arbustos, la maleza que rodea el campo y el fango ocasiona que sus pies resbalen unas cuantas veces y caiga con fuerza sobre la tierra, debilitándolo cada vez más, hasta que uno de sus tobillos colisiona y cae sobre una zanja, golpeándose terriblemente la parte frontal de su cuerpo. Entre quejidos de dolor intenta ponerse de pie, pero le es imposible cuando se percata que tiene una fractura en el tobillo, por lo que con desesperación trata de arrastrarse sobre el suelo cuando le ve a él acercarse con lentitud hasta frenar sus movimientos; lo coge del cabello y lo alza del suelo con una poderosa fuerza que le hace maldecir una vez que sus dos pies tocan el suelo y el sujeto patea con una fuerza bestial su rótula hasta partirla en dos.

Un grito de sufrimiento sale de la garganta de Chung-ho debido al dolor y al ser lanzado con firmeza hacia uno de los arbustos cercanos a un pequeño lago al centro de la arboleda. Su anatomía cae estrepitosamente hacia la superficie mientras que observa sus manos temblorosas manchadas de su propia sangre, y sabe que está jodido, cuando el hombre se acerca a él, mirándolo con desprecio, ira y asco al cogerlo del cuello, alzarlo del suelo y estampar su espalda sobre el tronco.

─ Esperé tantos años para esto, Chung-ho. Por tener mis manos en tu cuello y apretarlo hasta romperlo.

Chung-ho eleva sus manos y las coloca sobre las ajenas, tratando inútilmente de retirarlas, pero es imposible cuando la fuerza sobre humana es aplicada con una bestialidad que logra que en un segundo su respiración se corte antes de sentir un golpe duro en su cuerpo al caer hacia la superficie.

─ Dime, ¿cómo se sienten mis manos en tu cuello? ¿Se siente bien? ¡Contesta hijo de puta!

Sus iris destellan en un escarlata intenso, su mandíbula se tensa y el calor se intensifica antes de elevar sin tocar el cuerpo de Chung-ho, quien le maldice una y otra vez aterrorizado.
«Jungkook está aquí, y ha venido a matarme», son algunos de los pensamientos que desbordan su mente antes de percibir una fuerza que presiona su cuerpo al tronco, quedando inmóvil y sin fuerza, acorralado a la espera de ser asesinado.

─ ¡Basta! ─ brama Chung-ho con desespero. ─ ¡Ya has ganado, te has ensañado, me has sometido y eso era lo que querías!, ¡Ahora déjame ir asqueroso demonio!

Jungkook le ve solo un segundo, mueve su cabeza de un costado a otro crujiendo su cuello en el proceso, luego de escudriñar al hombre y echarse a reír ahí mismo, logrando que Chung-ho le devuelva la mirada con odio.

─ Eres tan patético Chung-ho. ─ retira su capucha con lentitud, peina su cabello azabache hacia atrás, escapando algunos mechones de estos sobre su frente. ─ Pero en algo tienes razón. Deseé por tantos años ser el causante de tu sufrimiento, romper cada uno de tus huesos y perturbarte hasta tenerte justo así, destrozado, lloriqueando y orinando tus asquerosos pantalones. ─ ríe con desdén, luego de acercarse temerario al cobarde que tiene frente y escupir hacia su rostro. ─ Aunque ahora que te tengo cerca, lo único que deseo es destruir cada parte de tu nauseabunda anatomía hasta saciar mi maldita sed de venganza, y hacerte pagar, cada una de las asquerosidades que cometiste contra él, y contra mí. ─ se acerca un poco más a paso lento hacía Chung-ho, el cual abre los ojos al escucharlo susurrar... ─ No sin antes hacerlo partícipe de ello...

Jungkook lleva su mirada hacia el oeste, Chung-ho quien lo imita, abre sus ojos escandalizado y tironea sus extremidades, tratando inútilmente de deshacerse de aquel fuerte agarre que mantiene su espalda unida al sauce, cuando vislumbra entre la niebla, la figura de Kim Taehyung; quien sobre su cabeza lleva una capucha que cubre su rostro dejando ver únicamente sus labios, los cuales son humedecidos cada segundo, su andar es cabizbajo, sus manos se resguardan dentro del buzo, pateando una pequeña roca con la suela de sus Converse negros. Jungkook eleva la curvatura de sus labios en una tenue sonrisa al verlo llegar, lo ansiaba, tenerlo cerca, y juntos deshacerse de Chung-ho cuanto antes. Sin embargo, antes de ejecutar alguna acción; Taehyung se acerca hacia el hombre, eleva la mirada, le observa unos segundos antes de extraer una de sus manos del bolsillo y apuntar con aquella M9 hacia la frente de Chung-ho, quien se exalta al sentir el frío metal en su piel.

─ ¿Esta es tuya, cierto? La encontré en mi caminata por el bosque, la verifique y lleva dos balas únicamente, me pregunto si solo utilizaré una o las dos ¿Tú qué dices Jungkook? ─ cuestiona sin apartar la mirada a Chung-ho, al cual observa colérico

─ Lo que tú desees está bien para mí, dulzura. ─ responde calmado y con una sonrisa dibujando su rostro.

─ Vale, de acuerdo. Supongo que usaré las dos, una para darte directo aquí... ─ lleva el arma blanca hacia la pelvis del hombre, quien sigue tratando de librarse del agarre con desespero. ─ ... y la segunda para rematarla contra tu cráneo.

─ ¡Hijo, basta! ¡Ayúdame! ¡Ayuda a tu padre! ─ brama frustrado por lo que Taehyung escupe una risa ronca por vez que se niega sin dar crédito a lo que escucha.

─ ¿Ahora sí soy tu hijo no? ¡Jodido imbécil! ─ arrastra sus palabras y en un movimiento de muñeca, golpea la boca de Chung-ho con la empuñadura del arma, para luego posicionarla nuevamente entre sus cejas. Su brazo está extendido, empuñando el arma con fuerza, logrando que sus venas se hinchen, está decidido, lo matará, lo hará, pues no siente temor, no más.

Chung-ho suelta una risa amarga luego de escupir su sangre hacia los zapatos de Taehyung quien no se aparta, en cambio, es Jungkook quien observa de cerca la escena con cólera, y únicamente con su mirada es capaz de descargar su furia hacia el cuerpo de Chung-ho, dislocando en el proceso ambos hombros a la par, logrando que lloriquee del fuerte dolor.

─ ¡¿Cómo puedes tener los huevos para decirme hijo después de todo el dolor que me ocasionaste?! ─ cuestiona afligido y le es imposible retener sus lágrimas, por lo que se permite llorar. ─ ¡Me quitaste todo, mi felicidad, mi esperanza, mis ganas de amar y de vivir! ¡Me quitaste a mamá, me la arrebataste de la peor manera y te odio, joder te odio con toda mi alma!

─ ¡¿De qué jodidos hablas estúpido enfermo?! ¡Yo no maté a la puta de tu madre! ¡Aaah, mierda!

Brama con frustración debido a la fuerza descomunal que se hace cada vez mayor, Jungkook no aparta sus ojos escarlata de Chung-ho, pues es él quien causa que el sujeto esté acorralado sin escape.
Y le partiría en dos si fuese posible, pues le enferma la forma en la que le habla a su Taehyung, nadie tiene permitido meterse con él, insultarlo o rebajarlo, primero tendrían que pasar sobre él antes de siquiera tocarle un cabello.

─ ¡Deja de mentir, tú la mataste, tú la destrozaste y te deshiciste de ella en este mismo bosque! ¡Mataste a una mujer inocente que solo quería huir de tus malos tratos y de la vida miserable que vivía a tu lado! ¡Ella solo quería comenzar de cero y ser feliz! ¡Le arrebataste sus sueños, al igual que los míos y los de Jungkook hace 35 años atrás!

Kim les mira a ambos con asco y comienza a reírse descaradamente, tosiendo y escupiendo su propia sangre hacia la superficie, entendiendo adónde va todo.

─ Ya veo, al parecer tu noviecito te lo mostró ¿Cierto? Sabía que tarde o temprano encontrarías la tabla de la estúpida de tu bisabuela, la causante de toda esta mierda. ─ Chung-ho abre los ojos y hace contacto visual con Taehyung, ambos retándose entre sí. ─ Crecí escuchando sus pendejadas de: "Recibirás el castigo que mereces Kim Chung-ho, tarde o temprano lo harás".
Y vaya que tenía razón cuando naciste tú, cuando volví a ser tu padre 35 años después. Fue asqueante verte, no lo puedo negar, pero me juré que iba a remediar lo que hice en el pasado, así que cuando volví me desvivi educándote para que fueras un hombre hecho y derecho como yo. Pero la inútil de tu madre te consintió, te dió libertad y mira lo que resultaste, una copia de ella, ambos abriéndole las piernas a cuan hombre se les acerca, siendo sus rameras de mierda.

Jungkook con las manos a los costados de su cuerpo, se acerca hacía el sujeto y estampa su puño contra la nariz de Chung-ho, la cual inmediatamente comienza a sangrar al igual que su labio.

─ ¡Estoy harto, voy a matarle de una puta vez! ─ brama Jungkook totalmente cabreado.

─ ¡Vendrán por mí!, ¡los imbéciles de mis ayudantes sabrán que estoy aquí y vendrán a auxiliarme! Y a ti inmundo ser demoníaco, te mandarán al asqueroso agujero del que jamás debiste haber salido, y a ti Taehyung, te descuartizaremos al igual que a la puta de tu madre.

Jungkook está a punto de alejarse para seguir con lo planeado, sin embargo, rápidamente Taehyung se coloca frente a él, acuna su rostro con suavidad y lleva sus labios hacia los ajenos. Y cuando sus ojos se cierran, los recuerdos de hace 35 años atrás aparecen efímeramente; Taehyung mueve sus labios y adentra su lengua para rozar la opuesta luego de vislumbrar a ambos haciendo el amor dentro del lago. Pero dicho recuerdo se desvanece cuando Jungkook lo aparta, tomando su nuca y negando con lentitud.

─ Solo cálmate y espera... ─ le susurra Taehyung, acariciándole las mejillas.

─ ¡¿Ahora le abres las piernas a un demonio, Taehyung?! Que bajo has caído niñato asqueroso.

─ ¡Cállate la puta boca basura! ─ desenfunda el arma y dispara hacia la pelvis de Chung-ho, quien aprieta los ojos y grita en alto debido al dolor insoportable. ─ ¡Y debo decirte que los tipos con los que venías se largaron sin ti! Echaron andar los vehículos y se llevaron las asquerosidades ilegales que consumen.─ abulta sus labios en un puchero que no pasa desapercibido por Jungkook, quien muerde su labio, deseando besarlo una vez más. ─ ¡Qué triste! Me hubiese gustado que te viesen lloriqueando como un bebé, y agonizando después de que te perfore la cabeza. ¡Oh! claro, no omitamos la parte en dónde Jungkook se encargará de prenderle fuego a tu cuerpo hasta que te conviertas en cenizas, suena divertido, ¿no lo crees? ─ cuestiona con una sonrisa tétrica por vez que se acerca al hombre que yace semi inconsciente aún retenido en el arbusto. ─ Para nosotros lo es, así que, llegó la hora Jungkook.

Chung-ho abre con lentitud sus ojos y vislumbra como Jungkook y Taehyung se alejan de su anatomía, posicionándose a unos tres metros al norte; Taehyung aún apuntando con el arma, al mismo tiempo que Jungkook le mira con profundidad antes de abrir sus labios y decir...

Púdrete en el infierno, Kim Chung-ho...

─ ¡Espera! ─ grita Taehyung sorpresivamente, Jungkook le mira sin comprender. ─ Antes, me quitaré las ganas de dispararle a ese hijo de puta.

Y todo culmina con una bala perforando el cráneo de Kim Chung-ho, antes de arder en llamas bajo la mirada de Jeon Jungkook y Kim Taehyung, quienes han conseguido vengar su fatídico pasado, con la muerte del ser que tanto sufrimiento y dolor les provocó.

Taehyung desliza el arma entre sus dedos y cae sobre la maleza. Lágrimas se acomulan en sus iris, las cuales brotan sin más, un dolor en el pecho es lo que siente en ese momento, no por la muerte del que fuera "su padre", sino por todo lo que se vio obligado a afrontar en tan pocas horas. Seguía conmocionado, procesando que se encontraba frente al cuerpo sin vida de Kim Chung-ho, el asesino de su madre. Shockeado, toma entre sus dedos las hebras de su cabello castaño y hala de ellas con desesperación.
Mientras que Jungkook, sigue observando el cuerpo ser consumido por las llamas. Es fortificante ver cómo la última persona responsable de su miseria al fin está pagando con creces todo el dolor causado.

Sin embargo, los leves sollozos de su musa logran que aparte su vista y la dirija hasta él; está de rodillas en la superficie, sus manos están cubriendo su rostro por vez que su cuerpo se contrae por los sollozos exasperados que intenta ocultar, por lo tanto, camina con calma sobre la maleza, se coloca en cuclillas frente a Taehyung y lleva el dorso de su mano hacia los cabellos lacios para repartir caricias lentas y pausadas. Decir que no sentía nada al verlo sufrir sería una blasfemia; pues desde que conoció a Taehyung, éste se quedó tan impregnado en su piel y corazón, que le era imposible no ser empático solo si se trataba de él. Sonríe abrumado por los recientes pensamientos y sentimientos que se acomulan dentro de él sin entenderlo del todo bien, hasta que Taehyung eleva la mirada, y le ve con esos ojos azules destellantes antes de lanzarse a sus brazos y fundirse en un cálido abrazo.

Lo siente temblar cerca de su cuerpo, su piel se siente helada y Jungkook no hace más que acogerlo en sus brazos y darle calor. Percibe como Taehyung solloza suave, escondiendo su rostro húmedo en la curvatura de su cuello, aferrándose a su cuerpo con furor mientras le susurra...

─ Perdóname, no quise esto para ti, ni para mamá. Ustedes dos no debieron morir por mi culpa, yo debí hacerlo desde un inicio, no ustedes...

Jungkook se aleja un poco de la anatomía de Taehyung, coge su rostro entre sus manos y cuando sus ojos conectan, ese mismo sentimiento embriaga su piel; que no es más que amor, el cual no había sentido desde hace 35 años, no hasta que encontró a Taehyung, el cual le hizo rememorar su pasado y olvidarse por un momento de su venganza...

─ No te culpes más, además, ¿recuerdas lo que te dije una vez?; yo decidí estar contigo, y si por ello tengo que morir, lo haré, lo aceptaré, y me iré sabiendo que al menos encontré al amor de mi vida, al chico que siempre soñé...

Taehyung sonríe tenuemente y asiente despacio.
─ Lo recuerdo, como también recuerdo las promesas que ambos nos hicimos antes de morir. Yo te buscaría y tú a mí...

─ Tú me llamaste, y yo vine a ti...

─ Y, ¿cumplirás con la última promesa? ─ cuestiona, retirando con su antebrazo sus lágrimas. ─ ¿Me llevarás contigo?

Jungkook le mira unos segundos y asiente lentamente para luego vislumbrar entre la oscuridad, como Taehyung baja la mirada y se permite llorar nuevamente, abrazándose a sí mismo al saber que ha llegado el fin...

─ ¿Dolerá? ¿Morir dolerá cómo la última vez? ─ le mira a los ojos y Jungkook le acaricia con las yemas de sus dedos las mejillas, retirando todo rastro de agua salina.

─ Me encargaré de que no dulzura. No sentirás nada, será como caer en un profundo sueño...

Taehyung asiente y cierra sus ojos cuando percibe las manos de Jungkook acunar su rostro y acercarse a él.

─ Jungkook... ¿Qué ocurrirá con el cuerpo de Chung-ho, con mis huellas en el arma, con...?

Sus palabras se silencian cuando los labios de Jungkook se hacen paso por la comisura de sus labios, dando besos cortos ahí. Logrando que Taehyung se calme un poco y suspire pesadamente luego de escucharle susurrar...

─ No te preocupes más, déjamelo a mí, solo cierra tus ojos y bésame...

Jungkook no mintió cuando le dijo que no sentiría dolor, pues una vez que sus labios se juntaron sus recuerdos aparecieron siendo Taehyung el espectador. Solo fueron efímeros momentos que le hicieron feliz en vida; como las tardes que pasaba con Jimin saliendo del instituto, las risas y charlas hasta pasada la madrugada en el jardín de su hogar, mirando las estrellas mientras se prometían ser almas gemelas incluso en la siguiente vida...
Asimismo, recuerdos con Kim Go Eun fueron los que más aparecieron frente a los ojos de un Taehyung, que si bien se percató de que físicamente no dolía morir, sin embargo por dentro sí que dolía, ya que se estaba destrozando en pedazos minúsculos al rememorar cuando algún día fue feliz junto a su madre y mejor amigo. Decidió que esos recuerdos serían los que atesoraría por la eternidad una vez que poco a poco todo comenzó a desvanecerse hasta no ver más que un haz de luz resplandeciente que lo cobijó una vez que llegó ahí, y fue entonces, que Kim Taehyung se permitió descansar una vez que su cuerpo cayó a la superficie, al mismo tiempo que el cuerpo de Jungkook se desvaneció entre cenizas que se esparcieron por el aire...

04 de noviembre de 2021.
10:10 PM.

Sus pies se desplazan con rapidez por los pasillos de la estación de policía. Su corazón palpita con rapidez, y teme que sea capaz de romper su caja toráxica al ser sus latidos erráticos, trata de aligerar su respiración pero no puede, simplemente se ve incapaz de lograrlo desde el momento en el que el oficial Jackson Wang le llamó por teléfono para citarlo en su oficina y hablar. Sería estúpido mentir y decir que no tiene una pizca de esperanza, porque Park Jimin la tenía, incluso Min Yoongi el cual seguía sus pasos detrás.

Sin embargo, una vez que llegaron a la oficina y se sentaron frente al escritorio del oficial, Jimin se rompió en pedazos al observar en el escritorio el vestido rosado adornado con flores bordadas que le perteneció a la madre de Taehyung, dentro de una bolsa plástica marcando la prenda como evidencia. Sus ojos dolieron al igual que su pecho y antes de que el oficial Wang siquiera hablara, ya se encontraba cubriendo su boca con la palma de su mano para ahogar sus sollozos. Yoongi inmediatamente lo toma entre sus brazos y le abraza tratando de reconfortarlo con su calidez, pero es imposible, Jimin está destrozado, a la espera de que las malas noticias lo rompan un poco más...

─ Bueno, saben porque les he citado aquí está noche, y antes de explicarles lo que encontramos sobre Kim Taehyung, debo decirles a ambos que visitamos su hogar y al llegar encontramos esto...

El oficial acerca hacia Yoongi algunas de las fotografías que el perito proporcionó para el caso. Y cuando se percató de lo que en ellas contenía, cubrió a Jimin contra su pecho para evitarle un duro golpe al ver la casa de Kim Taehyung siendo consumida por el fuego.

─ Dentro del hogar encontramos el cuerpo calcinado de Kim Chung-ho, el padre de su amigo. Pudimos notar golpes y fracturas abiertas en su cuerpo, además de dos heridas de arma de fuego. Pensamos que se trató de un atraco a mano armada, el hombre se quiso defender y bueno, ustedes pueden imaginar lo que ocurrió después... ─ dice el oficial después de suspirar pesadamente y posar su espalda en el asiento.

─ ¿Y mi, mi bebé se encontraba ahí? ─ cuestionó Jimin entre sollozos una vez que se separó de la anatomía de su novio.

─ No, yo, lamento mucho lo que les diré pero, encontramos el cuerpo de Kim Taehyung en una arboleda a las afueras de Daegu a un costado de un lago, junto al sauce en el cual fueron encontrados los restos de Kim Go Eun... Él murió de forma natural señor Park, un ataque al corazón me informan, él llevaba en brazos esto...─ hace una reverencia y desliza la bolsa plástica dónde yace el vestido. ─ Lo lamento mucho.

Y fue así como el corazón de Park Jimin se hizo añicos, al saber que nunca más volvería a ver a su pequeño gran amigo.
Por lo que con desesperación lloró y golpeó el pecho de Min Yoongi, quien le dejó descargar sus sentimientos pues, él sabía que su novio no solamente perdió a un amigo, si no a su otra mitad, a su alma gemela por la eternidad.

─ Les entregaremos el cuerpo para que puedan darle santa sepultura, señor Park y Min, lo lamento tanto.

El oficial se pone de pie y hace una reverencia antes de salir de la oficina y darles unos minutos para que procesen la trágica noticia. Sin embargo, Jimin no se creía capaz de procesar jamás la pérdida de Taehyung, ya que si bien no compartían los mismos genes, lo sentía como su hermano de sangre al que debía cuidar y proteger a capa y espada «Pero no te cuidé lo suficiente mi bebé» pensó entre los brazos de su novio, quien lo arropó con amor, mientras entre sollozos y con los ojos cerrados, Jimin le pedía disculpas a Taehyung por ser el culpable de su muerte al no estar ahí para auxiliarlo o bien, estar ausente en sus últimas horas de vida.

No obstante, lo que Jimin no sabía era que el destino ya estaba dictado para Kim Taehyung, quien desde un inicio fue la pieza exacta para concluir con aquel rompecabezas incompleto. Siendo su muerte el precio a pagar por saber la verdad y así, darle fin a un pasado y un presente tormentoso...

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