Devilish | kv

By nirex-

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"Si me ves, bésame, hazme un lugar entre tu piel, que los rasgos de mi cara no te impidan ver mi ser..." Tras... More

👹 Warning.
Booktrailer.
Capítulo uno.
Capítulo dos.
Capítulo tres.
Capítulo cuatro.
Capítulo final.
Extra.

Capítulo cinco.

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By nirex-

03 de noviembre de 1986.
Mandeok-dong, Busan, Corea del Sur.

Las hojas caducas de los arbustos descienden hasta caer sobre la zona verde que rodea un gran lago cristalino de color azul cielo, en el cual se refleja un bello arrebol producto del sol que se oculta entre las nubes.

El viento es cálido, capaz de ondear la melena lacia de aquel hombre que mira a su alrededor con curiosidad, precatándose de que está completamente solo en aquel bosque. Decide colocarse de pie a la orilla del lago y retirar su calzado, saca su camisa de algodón por arriba de su cabeza y lanza la prenda hacia un abono de hojas secas las cuales se dispersan por el césped, lleva ambas manos a sus pantalones para tirar de ellos a la par de su ropa interior. Una vez que su desnudez se refleja contra el agua cristalina, y una sonrisa se apodera de su atractivo rostro, se lanza hacia el lago para comenzar a nadar con tranquilidad, sintiendo sobre su piel la tibieza del agua, así como el relajante sonido de las olas chocar contra el tronco de los arbustos y contra su piel desnuda.

La tenue oscuridad inicia a medida que pasa el tiempo, observa el cielo y por su aspecto, deduce que son las siete y treinta de la noche y decide seguir esperando... sin embargo no tiene que hacerlo más, lo sabe pues escucha a una distancia no muy lejana, un andar suave, incluso, percibe un dulce aroma, el de "su" cabello.

Coloca sus pies desnudos sobre las rocas y se pone de pie, tirando su cabello hacia atrás, las gotas de agua recorren abdomen y bíceps marcados, por vez que se da a la tarea de observar con atención hacia el frente, y a un costado de un bello sauce, aparece él, con un lindo conjunto blanco que es capaz de destacar el dorado de su piel, el cabello rizado y castaño oscuro al ritmo del viento que sigue soplando; su mirada brillante al observarlo de pie bajo el agua, y su hermosa sonrisa iluminando su rostro fino y precioso.

─ ¿Me extrañaste? ─ la voz aterciopelada y suave es como música para sus oídos, le da tranquilidad escucharle hablar.

─ Como no tienes idea. ─ sonríe mientras le llama para que se sumerja junto a él. ─ ¿Tú lo hiciste?

─ Siempre lo hago, siempre te necesito cerca de mí... ─ responde una vez que coloca sus delicadas manos sobre su camisa de botones para comenzar a abrir con lentitud esta hasta mostrar su torso desnudo. La camisa se desliza por sus hombros tan delicadamente que el hombre que se encuentra en el lago, suspira profundamente sin importarle cuán expuesto pueda llegar a ser su enamoramiento por aquel joven que deja caer su camisa de seda hacia el césped, para así tantear el sujetador de su pantalón y tirar de el, dejando al descubierto sus muslos y aquellas sensuales bragas de encaje bordado.

─ Eres tan perfecto, ven aquí dulzura... ─ pide el hombre con voz entrecortada, el cual observa con parsimonia como esas bragas van recorriendo los muslos ajenos, mostrando nada más que preciosa desnudez.

El de cabello castaño oscuro asiente y con sensualidad se sumerge en el lago hasta llegar al otro extremo y acercarse a él. Coloca sus manos en los anchos hombros y se sujeta de ellos, luego de sentir como la calidez de los fuertes brazos de Jungkook le envuelven su cintura.

─ Bésame, demuéstrame cuanto me extrañaste. ─ pide el mayor con un tono tranquilo, que en realidad solo está ocultando la gran excitación que es tener a su musa entre sus brazos una vez más.

Y cuando sus bocas rozan y se juntan, una electricidad recorre su espina dorsal. Ellos aman besarse así, lento para poco a poco ir subiendo de nivel hasta rozar la zona sur de sus cuerpos y satisfacerse hasta el cansancio, lo harían así incluso toda su vida, si tan solo pudiesen...

─ Ngh, Jungkook-ah cariño, yo... ─ gime una vez que siente los dedos ajenos hundirse entre sus glúteos. ─ Te necesito...

Una sonrisa se dibuja en los labios que ahora se encuentran sobre el lóbulo contrario, lamiendo delicadamente, por vez que sus dedos sujetan la nuca de su musa, el cual ladea su cabeza y expone su cuello. Jungkook siempre deseó marcar esa dulce piel con sus besos, mostrarle al mundo entero que «Kim Taehyung» es suyo, que un estúpido anillo de boda en el dedo anular no significa nada en lo absoluto cuando ambos se encuentran en su lugar seguro, en donde pueden ser libres, donde se pueden amar sin limite y hacer el amor bajo el bello sauce que en su tronco se hallan talladas sus iniciales al centro de un corazón. Cursi, lo sabe, pero Taehyung le provoca ser así, hacer cosas que jamás imaginó, enamorarse profundamente y locamente fue una de las primeras cosas que Taehyung provocó en él sin mucho esfuerzo, pues solo con su simple mirada y sonrisa le atrapó.

Sin embargo, al comienzo no fue así, ya que la llegada de Kim Taehyung fue sorpresiva para él, pues no tenía idea de que su esposa tenía un hermano menor que estudiaba en el extranjero, debido a que nunca se les oía hablar de él, tampoco había fotos o algo relacionado con Taehyung, incluso, en su fiesta de bodas él no se presentó. Lo cual siempre le hizo creer que Aisha era la hija única de los Kim.

Pero, ese 03 de noviembre de 1984, fue la primera vez que se conocieron y que se presentaron formalmente en una cena de bienvenida después del regreso de Kim Taehyung de Reino Unido, nada fuera de lo normal ocurrió, charlaron y convivieron normalmente. No hasta que los días transcurrieron y las cosas se comenzaron a poner extrañas en el comportamiento de los Kim, pues evitaban de todas las maneras posibles que Taehyung y él estuviesen a solas, incluso, cuando él deseaba acercarse amablemente para tener una charla amena con su cuñado, Taehyung simplemente le ignoraba y pasaba de él cada que tenía oportunidad. Y le incomodaba hasta cierto punto, dejando en él un atisbo de duda.
Asimismo, la gota que desbordó el vaso fueron aquellos celos posesivos que Aisha comenzó a experimentar de un momento a otro, cuestionando todo lo que hacía, siguiendo cada uno de sus pasos, hasta asfixiarlo, y no comprendía, como tampoco las actitudes de Taehyung hacia él. De alguna manera todo eso le comenzó a generar curiosidad, debido a que por las noches antes de dormir, pensaba en él, se cuestionaba si había hecho algo mal que tal vez hubiese logrado esa extraña actitud.

Entonces, aquella bendita noche, Jungkook decidió encararlo después de seis meses de indiferencia, y con mentiras piadosas le llevó a por unos tragos a un famoso bar de la ciudad en donde la pasaron realmente bien, disfrutaron de la noche y de las charlas, nada iba mal, no hasta que llegaron a casa ebrios, Taehyung un poco más que Jungkook.

Esa noche, siendo las 3:00 AM del 30 de octubre, se adentraron a la casa, el mayor tomando de la cintura al joven que apenas y podía ponerse en pie. Le ayudó a llegar hacia su alcoba y a recostarse sobre su cama. Lo que Jungkook no se esperó fue que una vez solos en la habitación con sus manos en la cintura de Taehyung y sus ojos encontrándose entre sí, su cuñado le tomara de su camisa de vestir y lo halara hacia su cuerpo, lo que provocó que la anatomía de Jungkook quedase sobre la de Taehyung, y sus labios a centímetros de distancia, lo que concluyó con un beso lento que poco a poco se volvió lascivo hasta el punto en el que ambos quedaron en ropa interior, frotándose y acariciándose entre sí hasta el amanecer.

Y aquello que tal vez pudiese ser "un error", algo "prohibido y atroz" para la sociedad, para Jungkook se convirtió en una necesidad, en un suplicio por tener que verlo todos los días y no poder acercarse a él, tener que fingir ante los demás un amor que dejó de sentir por Aisha una vez que cayó a los pies de Taehyung. Sin embargo, para no poner en duda el "amor y fidelidad" hacia su esposa frente a los demás, debía complacerla y hacer bien su papel de "marido" cuando al único que deseaba complacer era a Kim Taehyung.

Joven al cual siempre terminaba hiriendo al no poder demostrarle que era a él al que deseaba a su lado, al que necesitaba día y noche sobre su piel, con el que quería hacer el amor hasta el amanecer.

Le dolía tener que fingir no amar a Taehyung, pero si a Aisha.

Los días y los meses transcurrieron, y Jungkook sentía como su relación con Taehyung iba decayendo cada vez más hasta el punto en el que lo escuchaba llorar en su habitación, y cuando trataba de hablarle y acercarse, Taehyung le alejaba, y eso le volvía loco, no deseaba perderlo se rehusaba a hacerlo. Por ello, decidido, le convenció hasta llevarlo hacia un bosque alejado de la propiedad, para estar a solas y celebrar su aniversario. Entre charlas finalmente decidieron que necesitaban un lugar seguro para ambos, en el cual pudiesen ser ellos mismos y demostrar cuán enamorados estaban el uno del otro, por lo que concluyeron que ese bosque, rodeado de frondosos arbustos que se reflejaban sobre las aguas cristalinas del lago, fuese su lugar perfecto, el único que pudiese guardar su más grande secreto.

Lugar en el cual se hallaban ahora, dos años después, haciendo el amor bajo el sauce. Jungkook sobre Taehyung, moviendo su cadera y embistiendo con suavidad por vez que sus gemidos eran amortiguados sobre la boca entreabierta ajena, sintiendo el aliento a fresa fresca mezclarse con el suyo, respirando boca a boca mientras sus pieles se deslizan por la humedad del reciente baño en el lago.

─ ¡Oh, Ggukie! Mmh aah, se, se más duro...

Jungkook le obedece y sus embistes comienzan a ser más fuertes y certeros, coge entre sus manos los muslos ajenos y los coloca sobre sus hombros para tener más acceso a esa suave entrada, la cual observa ser llenada con su esencia al correrse después de un fuerte orgasmo. Siente su miembro ser presionado tan bien, tan placentero. Kim Taehyung lo tiene loco, completamente loco por él.

─ Oh, Taehyung... Joder, que rico dulzura por dios, te amo tanto.

Sin aliento, cae sobre el cuerpo desnudo de su novio, esconde el rostro en la suave curvatura de su cuello y le comienza a besar con parsimonia una y otra vez, lo cual logra que Taehyung sonría tan precioso, que sus ojos se llenan de lágrimas al tenerlo unido a su cuerpo. Por dios que lo había extrañado.

─ Fue... fue perfecto, te extrañé. ─ dice Taehyung con lentitud, y le es inevitable que sus ojos se pongan vidriosos y Jungkook se percate de ello, y se da a la tarea de retirar algunas lágrimas de su precioso rostro y cambiar de posiciones. Taehyung ahora yace sobre él, acurrucado en su pecho, con las piernas a los costados, regulando su respiración entrecortada por vez que Jungkook le acaricia la espalda con la yema de sus dedos, palpando la tersa piel.

─ ¿Que ocurre dulzura? ¿Pensabas que está noche no nos encontraríamos en nuestro lugar seguro? ¡Por dios! Es nuestro aniversario mi amor, necesitaba demostrarte que sigo amándote, cada vez más con el paso de los días. ─ deja un beso sonoro en su cabello rizado y Taehyung eleva la mirada para conectar sus ojos. ─ Yo fui el que creí que no vendrías.

─ De hecho, no lo haría Jungkook... ─ el mencionado le mira sin comprender sus palabras, Taehyung después de suspirar pesadamente, coloca sus manos en el pecho ajeno y se impulsa para ponerse de pie. ─ Aisha noona me retuvo en casa, me contó con alegría que tú y ella planean tener un bebé pronto. ─ el mundo de Jungkook se vino abajo apenas le escuchó. ─ Muchas felicidades Jungkook, de verdad, les deseó felicidad a ambos.

Taehyung se aparta de la anatomía contraria y coge sus cosas para comenzar a vestirse bajo la mirada de Jungkook, quien comienza a imitarlo.

─ Cariño, yo, puedo explicártelo ¿De acuerdo?

─ En verdad no hace falta Jungkook. Pues yo comprendí desde hace mucho tiempo que lo de nosotros jamás va a llegar a más. Siempre seré el que mendigue amor y el que recoja las sobras que deja mi hermana. Simplemente soy ese amante que verás a escondidas de los demás y al cual buscarás cada que quieras saciar tus deseos, y yo ya no puedo más, te juro que ya no puedo. ─ Taehyung finalmente coloca su calzado, retira con el dorso de su mano las lágrimas que a brotado sin evitarlo, pues se dijo a sí mismo que no lo haría, que no se mostraría débil ante su hombre, pero aquellos besos en el lago, aquellas caricias bajo el agua y hacer el amor una vez más después de un tiempo de no hacerlo, hicieron estragos en él, porque le amaba profundamente y es por eso que lo dejaría ir.

─ Dulzura, no, aguarda un segundo, te suplico me escuches solo una vez más, yo te juro que...

─ No más juramentos, Jungkook, no más. Solo... olvídate de mí, ¿de acuerdo? sigue con tu vida junto a mi hermana, ella es linda, capaz de darte lo que yo no puedo...

─ Te equivocas Taehyung... ─ Jungkook se acerca a él y lo toma del rostro, acunándolo con adoración. ─ Aisha no puede darme el amor sincero que tú me das, tampoco aquellas charlas de la vida, divertidas y amenas mientras vemos las estrellas. ─ Jungkook y Taehyung cierran lentamente sus ojos a la vez que unen sus frentes en un tierno gesto. ─ Tampoco aquellas caricias y besos que necesito antes de ir a dormir, como tampoco me dará las noches más mágicas al hacer el amor. Ella no eres tú Taehyung, así que a ella no la necesito a mi lado, a nadie necesito más que a tí. ─ el mayor está a punto de juntar sus labios a los ajenos y mostrarle con un beso, que a él es al que ama, pero que Taehyung remueva su rostro y se aparte, hace que su corazón se parta en pedazos pequeños y lágrimas desciendan por sus ojos, lo que siempre temió está ocurriendo, lo está perdiendo.

─ Yo me iré Jungkook, volveré a Reino Unido, hablaré con mis padres y partiré en unos días.

─ No, tú no puedes irte Taehyung, no puedes dejarme. Yo iré contigo amor, me fugaré contigo si es necesario, y me importa una mierda todo, tus padres, tu hermana, la maldita sociedad. Todos. Yo no puedo dejarte ir, simplemente no puedo.

Jungkook no puede evitar sollozar y tomar entre sus brazos a Taehyung, el cual intenta apartarse, pero deja de luchar y finalmente se deja envolver por aquellos fuertes brazos que lo toman con posesividad y desespero. No puede evitar sollozar también.

─ Deja de engañarme, ya no puedo seguir escuchando más. Tú quieres una familia sólida, algo que yo no podré darte nunca...

─ Basta por favor mi amor, mírame, mira mis ojos, mírame a mí solo a mi... ─ Taehyung obedece y se miran totalmente enamorados el uno del otro. ─ Ella lo deseó y yo solo la escuché y continué con ello, pero te juro que solo lo hice para no discutir. Después inventaría alguna excusa, lo que sea para pasar de ello, yo no puedo tener un hijo y formar una familia con alguien que no amo Taehyung.

─ Y aunque tú me ames yo no podré dártelo tampoco...

─ No me interesa en absoluto amor. Yo lo único que deseo es pasar el resto de mi vida a tu lado, ¿acaso es muy difícil de entender?. Te amo con cada fibra de mi ser, ¿tú me amas? Yo sé que lo haces Taehyung, me lo demostraste esta noche cuando hicimos el amor, te entregaste por completo a mí, mi amor...

─ Lo hice porque sería la última vez. Pretendo alejarme de tí, pues solo vine a arruinar tu vida, a confundirte, porque tú amabas a mi hermana, por ello te casaste con ella. Y si yo no hubiese aparecido todo sería diferente, ahora ustedes estarían bien.

─ Taehyung...

─ Me tengo que ir Jungkook, buenas noches...

Taehyung se alejó pero Jungkook fue tras él para tomarlo de la cintura y juntar sus cuerpos contra el tronco dónde yacen escritas sus iniciales, con el viento ondeando las pequeñas hojas que van descendiendo hasta caer sobre sus cuerpos, los cuales se encuentran abrazándose con amor mientras se besan con desespero entre lágrimas de dolor y amor.

─ Dame unos días para arreglarlo todo, nos iremos y...

─ No más promesas vacías Jungkook. Por favor basta, solo suéltame y déjame ir. ─ responde exhausto y hecho pedazos.

─ Hey, cariño, está bien, yo haré lo que desees ¿de acuerdo? ¿Quieres partir está noche? Si es así, tomemos nuestras cosas y vayámos de aquí. Tengo el dinero suficiente para hospedarnos en un hotel unos cuantos días para posteriormente comprar nuestros pasajes.

─ No juegues así conmigo Jungkook, no digas más cosas que no vas a cumplir. ─ dijo Taehyung entre sollozos, golpeando en repetidas ocasiones el pecho ajeno sin dar crédito a todo lo que escuchaba, no quería una decepción más.

─ No lo hago, pues adonde tú vayas iré, por siempre mi amor...

Taehyung se abalanzó contra su cuerpo y ambos se fundieron en un efusivo abrazo para a los pocos segundos separarse y comenzar a besarse apasionadamente, retirando nuevamente sus ropas para así demostrarse una vez más cuán enamorados estaban haciendo el amor. Aunque está vez no solo la luna fue cómplice de su secreto, si no también una mujer que se hallaba oculta entre la espesura, la cual lloraba de la rabia al sentirse terriblemente traicionada...

04 de noviembre de 1986.
12:00 AM.

El fuerte viento de aquella madrugada ondeaba el cortinaje de seda que adornaba la ventana de la alcoba de Taehyung, el cual ahora, bajo una tenue oscuridad, se encuentra extrayendo sus prendas confeccionadas a su medida, para luego guardarlas en los bolsos de cuero.
Finalmente Jungkook y él decidieron encontrarse en la caballeriza, para juntos partir, y de solo pensarlo, su corazón comienza a latir con desenfreno, se siente feliz e ilusionado. Sin embargo, está consciente que lo que estan a punto de hacer es en demasía arriesgado, no obstante, Taehyung se dice a sí mismo que por amor, las personas hacen lo que fuese, en este caso, se arriesgarían para estar juntos, disfrutar de su amor y ser felices.
Pero segundos después, esa bella sonrisa e ilusión se desvanece cuando la puerta de su alcoba se abre, y frente a ella aparece Aisha...

─ ¿Que se supone que estás haciendo, Taehyung? ─ cuestiona ella, adentrándose lentamente hacia la habitación. Taehyung deja lo que está haciendo para mirarla con atención, algo no está bien, lo presiente.

─ ¿Noona, que haces aquí?, deberías estar dormida y...

─ Tú también deberías, pero te vi llegar hace diez minutos, ¿dónde estabas y qué se supone que hacías?

─ Yo... yo solo no podía dormir y fui a dar una caminata. Y ahora solo estoy separando la vestimenta que ya no se ajusta a mi cuerpo para obsequiarles algunas prendas a los chicos que conocimos el otro día en la iglesia ¿los recuerdas? Ellos son tan...

─ Taehyung, solo cállate la maldita boca y dime a dónde carajos vas... ─ la mirada de ella se vuelve más oscura, y Taehyung camina hacia atrás por vez que siente la pared sobre su espalda.

─ ¿Por qué me estás hablando así, noona?

─ ¡Déjate de hacer el estúpido y ten los suficientes pantalones para decirme la verdad! ¡Oh, pero al parecer le pido demasiado a un intento de hombre ¿Cierto?!

─ ¡No voy a permitir que me hables así! ─ brama por vez que sus ojos se llenan de lágrimas.

─ ¡Y yo no voy a permitir que un sucio como tú se enrede con Jungkook!, ¡¿Dime, desde cuando te revuelcas con mi marido?! ¡Contéstame asqueroso enfermo! ─ Aisha golpea el rostro de su hermano menor con fuerza lastimando su labio, lo que provoca que sangre comience a empapar su camisa de seda.

─ Yo... yo no sé de qué me hablas noona, déjame tranquilo por favor... ─ su delgado cuerpo se contrae debido a los sollozos exasperados, y un golpe más se instala en su rostro y cuando dirige una vez más su mirada hacia su hermana, le ve con un filoso cuchillo entre sus dedos. Su corazón se detiene unos segundos y empieza a palpitar desbocado, está aterrado. ─ Aisha basta, por favor baja ese cuchillo, te lo suplico...

─ Eres un malagradecido y un mentiroso Kim Taehyung, les ví en el bosque besarse y revolcarse, fue tan nauseabundo.. ─ al finalizar cada palabra, ella se acerca cada vez más a él con su mirada perdida y elevando más el arma punzocortante. ─ Yo te defendí ¿sabes? Cuando mis padres te encerraron en aquel internado para encarrilar tu camino hacia el bien, siempre se los reproché, les pedí que te devolvieran conmigo pues te extrañaba. Pero ellos siempre se negaban, diciendo que traerte de vuelta era condenarnos pues siempre enfatizaron que eres un caso perdido, un pecador que jamás debió existir...

Taehyung se sentía muerto en vida, absorto en desdicha al escuchar a su propia sangre expresarse así de él, como si su sola existencia fuese un error. Entonces se quedó helado en su lugar, observando un punto muerto en la habitación, dejando correr sus lágrimas mientras cada palabra se clavaba como puñal en su corazón hasta hacerlo pedazos.

─... Y aún así, te defendí, por mí es que ahora estás aquí, pero vamos, que solo regresaste para meterte en mi vida y abrirle las piernas a mi esposo, a mi pobre esposo al cual lo llevaste hacia tu mierda. ─ le toma por el cuello de su camisa con fuerza, pero Taehyung está tan destrozado y débil, que apenas y percibe como Aisha coloca el arma en su abdomen. ─ Él no es como tú, lo sé porque antes de que llegaras a nuestras vidas, Jungkook me adoraba, me hacía el amor mejor que a tí todas las noches, mientras me juraba que ambos formaríamos una familia. Y tú solo viniste a destruir todo lo que él y yo construimos con la ayuda de Dios. Y lo peor de todo, Taehyung, es que deseábamos tener un bebé, pero ahora el saber que tú y él hacían actos pecaminosos, me asquea.
¡Papá y mamá tienen razón, tú no eres mi hermano, tú eres el mismo diablo encarnado que ha venido únicamente a corromper lo sagrado...!

Taehyung solo puede sentir un ardor instalarse en su abdomen. La debilidad de su cuerpo, el dolor de su pecho y las lágrimas acumulándose en sus ojos cafés le impidieron percibir cuando Aisha se acercó más hacia su anatomía y clavó el filo en su abdomen provocando que cayera al suelo de rodillas y con sus delgadas manos temblorosas trataba de detener el sangrado; sin embargo, le fue imposible una vez que su alrededor se oscureció y cayó inconsciente sobre la alfombra...

04 de noviembre de 1986
12:40 AM.

Jungkook observa su reloj y sus maletas que se encuentran a su costado, está nervioso, y teme que su Taehyung se haya arrepentido de fugarse con él, pues el tiempo que lleva esperando, se dedicó a llenar su mente de pensamientos negativos, los cuales concluían en Taehyung dejándolo para siempre, por lo que decide tomar sus maletas y salir de la caballeriza en busca de su amor; pero cuando estaba a punto de llegar hacia la puerta de madera, la sombra del señor Kim se refleja y él detiene sus movimientos abruptamente.

─ ¿Vas a algún lado, querido yerno?

─ ¿Qué hace aquí señor Kim?

─ Lo mismo debería preguntarte Jeon, que mierda haces aquí con tus maletas ¿Esperas a mi hija? ¿O a la basura de Taehyung?

─ ¡No le voy a permitir que hable así de él! ─ Jungkook suelta las maletas cabreado y con los puños a los costados de su cuerpo, camina hacia el señor Kim, amenazante, pero un fuerte golpe en su espalda le hace flaquear y caer hacia el suelo por vez que cuatro hombres lo toman a la fuerza al mismo tiempo de que Jungkook trata de librarse del fuerte agarre.

─ Yo puedo referirme como me plazca de ese pedazo de mierda que tengo por hijo. ¡Bah, el solo decir que es mi hijo me causa repulsión!, así como verte a ti, pues ya me enteré de las prácticas inmundas que los dos hacían en el bosque ¡Ja! Que patéticos y soñadores fueron ustedes dos al creer que lo que sea que tuvieran duraría por la eternidad. Me dan asco, así como imaginar cómo el idiota de Taehyung se revolcaba contigo... ¿Cómo pudiste caer tan bajo Jeon Jungkook? Tu familia muerta debe de estar retorciéndose en el infierno si se enterasen de las prácticas que hacías con alguien de tu mismo sexo...

─ ¡Cállate la asquerosa boca si no quieres que te la parta en pedazos hijo de puta!

─ ¿Tú, a mi? ¿De verdad? No me hagas reír Jeon, tú solo eres un maricón más al que le faltan huevos para enfrentarse a un hombre hecho y derecho como yo. ¡Agh, me cansé de discutir, llévenselo de aquí!

Jungkook jadea cuando enredan las espinas en sus muñecas y tobillos, las cuales penetran su piel y le hacen sangrar, al mismo tiempo que brutales golpes son dirigidos hacia su abdomen, quitándole la respiración con cada impacto. Su sangre espesa recorre la comisura de sus labios hasta llegar al suelo donde yace en posición fetal, cubriéndose de los feroces golpes que está recibiendo por parte de cuatro hombres que braman con repulsión blasfemias contra su persona; liberando toda su frustración con él, ensañándose con su anatomía que ahora se siente adormecida. Estaba seguro de que habían destrozado alguno de sus huesos, pues el dolor era insoportable, sin embargo, no se detuvo a pensarlo mucho una vez que lo tomaron de sus hebras azabaches y lo arrastraron por el suelo de la caballeriza hasta llegar a una camioneta parqueada fuera de ésta, lanzando su cuerpo con fuerza hacia la cabina para luego cerrar las puertas, encender el motor y echar marcha.

El camino fue un suplicio para él, pues en su mente estaba Taehyung, se sentía aterrado, pues si esto le hacían a él, no quería imaginar lo que serían capaz de hacerle al amor de su vida. Estaba frustrado, llorando a lágrima viva por no tener la fuerza necesaria para cuidar de él, y sollozó un poco más cuando se percató de que la camioneta se hacía paso por el lugar que solo le pertenecía a Taehyung y él, su lugar seguro. Con desesperación comienza a tratar de romper el amarre que envuelve sus muñecas, pero con cada movimiento las espinas se adhieren más a su piel. Sin embargo, sus movimientos fueron frenados desde el momento en el que los cuatro hombres subieron a la cabina y lo arrastraron nuevamente hasta tirarlo sobre la superficie.

Una vez en el suelo, Jungkook abre sus ojos con lentitud y lo que logra vislumbrar es terrible; el rostro de Taehyung es irreconocible bajo aquellas capas de sangre, su conjunto blanco está ensangrentado, y su delgado cuerpo sujetado con unas gruesas sogas atadas al tronco del sauce con sus nombres tallados, el cual se encuentra a un costado del lago, de SU lago, de su refugio de amor...

─ Mi amor, que te han hecho... ─ susurró Jungkook devastado sin poder contener las lágrimas saladas que descienden en grandes cantidades. ─ ¡Son unos hijos de puta asquerosos! ─ les brama con cólera a los Kim, que se hallan frente al sauce, observando su sufrimiento.

─ ¡Aquí los únicos asquerosos son ustedes dos, sobetodo ese pedazo de mierda! ─ señala hacia Taehyung, y voltea a mirar a uno de sus trabajadores.─ ¡Hey tú, despiértalo, quiero decirle unas cuantas cosas antes de deshacerme de él!

─ Lo que ordene reverendo Kim.

El hombre hace una venia frente a él y luego camina hacia la camioneta, toma una cubeta plástica y la llena con el agua del lago para posteriormente lanzársela a Taehyung lo que hace que éste abra los ojos débilmente, que al estar desenfocados, solo logran percibir figuras irreconocibles al estar únicamente iluminados con la luz de aquella luna llena.
Jungkook, no puede evitar contraerse en el suelo al ver lo que han hecho con su razón por la que la vida tenía sentido; odiaba no poder levantarse y matar con sus propias manos a esa familia de sádicos; lo único que podía hacer es estar tendido sobre el suelo mientras le retenían entre tres, inmobilizandolo.

─ ¡Hey! ¿Me escuchas bastardo? ─ vocifera el reverendo, y le abofetea una vez tras otra, esperando a que Taehyung reaccione.

─ ¡No lo toques hijo de puta! ─ brama Jungkook para posteriormente recibir un golpe brutal en su abdomen, lo cual provoca que comience a toser y a expulsar sangre.

─ ¡Papá, me dijiste que a Jungkook no le harías nada, basta, a él déjalo tranquilo! ─ Aisha está a punto de acercarse al cuerpo de Jungkook, pero su madre la coje con fuerza de los brazos y la retiene en su lugar.

─ ¡Aisha, no seas estúpida! ¡¿Acaso no te das cuenta de que el imbécil de tu marido también es igual a la porquería que tengo frente a mí?! ¡Ambos merecen ser castigados!

─ ¡No! ¡Ensáñate con Taehyung, descarga tu ira con él, pero deja a mi esposo en paz! ─ remueve con desesperación sus brazos hasta soltarse del agarre de su madre, para correr hacía su padre e hincarse frente a él, tomar su mano y comenzar a besarla entre lágrimas. ─ Te lo suplico padre, deja que me lleve a Jungkook de aquí, él no tiene la culpa de nada, fue ese ser demoníaco, él fue el que indujo a mi esposo al camino de lo incorrecto, lo corrompió como el asqueroso demonio que es, mátalo a él papá, regrésalo al inferno de donde jamás debió haber salido...

Señala hacia Taehyung, el cual se encuentra semi inconsciente, pues ha perdido demasiada sangre producto de la herida provocada por el arma blanca; sin embargo y lamentablemente, puede escuchar y entender las blasfemias que dicen sobre él, y solo espera la hora en la que deje de sentir dolor, no solo en su cuerpo si no en su corazón, pues puede ver a Jungkook tendido en el suelo, llorando desconsoladamente mientras le mira con pesar. Le rompe y le destroza lo que él mismo provocó, porque su hermana tenía razón, él y nadie más que él corrompió a Jungkook y lo arrastró hacia la miseria. Por tal razón Taehyung deseaba que alguien acabara con su sufrimiento, pues ya no podía seguir...

─ Ella tiene razón reverendo Kim... ─ Taehyung toma el valor y con voz entrecortada se dirige al hombre y a las dos mujeres que le miran con asco y repulsión. ─ Yo obligué a Jungkook a estar conmigo, él no quería, pero yo lo seduje hasta que cayó a mis pies. Déjenlo tranquilo, yo soy el único culpable.

─ ¡Pero que mierda estás diciendo Kim Taehyung! ─ grita Jungkook totalmente abatido, sin dar crédito a lo que está escuchando. ─ ¡Aquí el único culpable fui yo, nadie más que yo!. Yo soy el maldito que me aproveché de su inocencia, fui el que lo corrompió hasta tener lo que tanto deseaba, soy el hijo de puta que lo arrastró hasta todo esto, y si con alguien se tienen que ensañar, que sea conmigo. ¡A él déjenlo libre y en paz!

Taehyung y Jungkook hicieron contacto visual y les fue imposible no llorar el uno por el otro, deseaban tanto estar juntos, abrazarse y darse palabras de aliento, decirse que se adoraban y que todo iba a estar bien, pero era imposible, nada estaba bien, todo había terminado para ambos...

─ Me dan tanto asco los dos, culpándose para salvar el pellejo del otro, asqueroso. ─ retira con agresividad la mano que toma su hija entre las suyas y comienza a caminar de un lado al otro, retrasando lo inevitable. ─ Para mi los dos son unos pecaminosos de mucho cuidado, y tú ─ señala a Taehyung. ─ ¡Maldita escoria, te envié a un internado para que te arrepintieras y te apartaras del pecado!... Y de verdad creí que lo habías hecho, por eso acepté la estúpida idea de Aisha de traerte de vuelta a casa. Pero mira con lo que me encuentro ahora, dos años revolcándote con este imbécil bueno para nada... ─ se acerca a Jungkook y golpea con fuerza su rostro.─ Confíe en ti, te confié a mi hija a pesar de que eras un don nadie al igual que tus padres que no tenían ni dónde caerse muertos hasta que te di trabajo en mi finca. Luego cuando Aisha me confesó que tenía sentimientos por ti y que tú le correspondías, cumplí su capricho y confíe en ti pedazo de imbécil. ¡Ahora mírala, destrozada por tus deseos impúdicos y por caer en las garras de aquel hijo de satán! Los dos me traicionaron, así que lo van a pagar con creces...

─ ¡Papá, por favor, a Jungkook déjalo en paz, te lo suplico, a mi esposo no...!

─ ¡Cállate la maldita boca idiota y lárgate, las dos, lárguense no las quiero ver aquí! ¡Y tú, inmoviliza a Jeon en aquel tronco, quiero que ambos se observen agonizar, hasta que sus ojos se oscurezcan y vayan a dónde pertenecen por pecadores!

Taehyung no tiene las suficientes fuerzas para gritar que se detengan, que suelten a Jungkook y lo dejen ir, por lo que solo puede sollozar por vez que observa como lo sujetan al tronco y lo atan con fuerza a él. Su corazón se oprime cuando sus ojos conectan entre lágrimas de dolor, era su despedida, ambos lo sabían bien.

─ Veamos... ¿Quién será el primero? ¿Acaso tú Taehyung?

─ ¡No te atrevas a tocarlo cabrón!

─ ¿Y que harás estando amarrado querido Jeon Jungkook? Por favor, solo cállate. ¡Y ustedes! ¡Muévanse con las cosas! ¡¿O acaso tendré que hacerlo yo?!

Kim y sus trabajadores se apartan hacía la camioneta, dejando solos a Jungkook y Taehyung, los cuales se observan con desdicha.

─ Perdóname Ggukie, yo no quería esto para ti...

─ Yo no tengo que perdonarte nada, yo decidí estar contigo mi amor, y si por ello tengo que morir, lo haré, lo aceptaré, y me iré sabiendo que al menos encontré al amor de mi vida, al chico que siempre soñé...

Sus lágrimas brotaron deseando fervientemente no estar en esa situación en la que solo se podían observar de un extremo a otro, sin poder besarse y acariciarse por última vez...

─ Te amo Jeon Jungkook, hasta la eternidad, pues fuiste mi primer gran amor, la luz de esperanza que siempre anhelé, y te doy gracias por aparecer en mi vida. Por tal motivo, te buscaré dónde sea que te encuentres, y cuando aquello ocurra, podremos ser felices. ¿Cierto Ggukie? Prométeme que seremos felices...─ Taehyung se deshizo ahí mismo, cerrando sus ojos al sentirse de pronto débil y soñoliento. Mientras que Jungkook asentía con el corazón hecho añicos.

─ Si dulzura, seremos los hombres más felices, me encargaré de cuidarte y protegerte contra todo y todos, te lo prometo. Cómo también te prometo que si no me encuentras primero, yo iré a buscarte, y cuando lo haga, te llevaré conmigo. ¿Estarías dispuesto a irte conmigo? ─ Jungkook observa como el delgado cuerpo de Taehyung se desvanece lentamente hasta quedar tendido sobre las sogas que lo sujetan, y fue en ese momento que perdió la cabeza.─ ¿Amor? Taehyung... abre los ojitos mi amor y dime si me has escuchado... ¿Mi vida? ¡Taehyung por dios, abre tus ojitos cariño, te lo suplico dulzura, no te vayas aún sin decirme que te irás conmigo! ¡Taehyung! ¡Dulzura por favor! ¡No dios mío no, devuélvemelo!, ¡¿Por qué me lo arrebatas así?! ¡Mi amor, mi precioso Taehyung...!

Jungkook agachó la mirada y se permitió llorar sin consuelo. El amor de su vida se había ido y él no hizo nada para impedirlo; afligido y absorto en rabia se culpó e insultó de una y mil maneras así como acusó a ese "Dios" en el que creía fervientemente. Pidiéndole que también se lo llevara, ¿pues qué sentido tenía la vida sin Taehyung en ella...?

─ Qué lástima. Me hubiese gustado verlo agonizar. ─ exclama el reverendo Kim, a un costado del cuerpo sin vida de Taehyung.

─ ¡Eres un hijo de puta! ¡Un cabrón que merece ser purgado al igual que la asquerosa sociedad hipócrita en la que vivimos! Tú le culpabas a él, pero jamás te diste cuenta que eres tú el maldito demonio disfrazado del "honorable hijo de Dios".
Kim Chung-ho, tú eres el pecador por haber matado a tu propio hijo, y el que da asco por ser un hipócrita de mierda.

El hombre, totalmente cabreado por las palabras de Jungkook, las cuales se rehusaba a aceptar cuando sabía perfectamente que tenía razón en cada una de ellas, tomó entre sus manos un galón de combustible y con ira se lo vertió a Jungkook encima, y lo hizo así con los siguientes dos, mientras Jeon reía fuera de sí, completamente enloquecido.
Sin embargo, cuando los tres hombres encendieron sus fósforos, Jungkook paró de reír, les miró a los ojos y dijo...

─ Juro que volveré, les buscaré hasta derramar su asquerosa sangre. Marcaré sus almas y con mi regreso dejaré huella, la cual ni la iglesia ni Dios, podrán borrar...

─ Púdrete en el infierno, Jeon Jungkook.

Y con ello los cuatro hombres lanzaron el fuego hacia su cuerpo. Observaron cómo las llamas lo consumieron completamente, al mismo tiempo que escuchaban sus bramidos de agonía y las blasfemias que escupía con rencor a la par de jurar con ira que acabaría con cada uno de ellos y que vengaría la muerte de Kim Taehyung. Pero dichas amenazas terminaron una vez que el reverendo Kim apuntara su arma hacia su cabeza y halara del gatillo. La anatomía de Jeon Jungkook se desvaneció al igual que las llamas que lo envolvían.

─ Desháganse de los cuerpos, iré a dormir.

─ ¿Qué hacemos con Kim Taehyung, lo quemamos también?

─ No hace falta, solo láncenlo al lago al igual que a esta porquería. ─ pateó el cuerpo de Jungkook que ya se hallaba calcinado.─ Pero antes me quitaré las ganas de dispararle a ese marica. ─ apuntó su arma hacia la cabeza de Kim Taehyung y la perforó con una sola bala antes de dar la media vuelta y perderse entre la maleza.

Sus trabajadores sólo se limitaron a desatarlos de los arbustos, coger sus cuerpos sin vida y arrastrarlos hasta la orilla para posteriormente lanzarlos hacia el lago en donde ambos se hundieron hasta no dejar rastro...

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