Martina E.:
Bebo un poco de agua y pienso en el día de ayer. Ángela se fue tarde, estuve a un palmo de acompañarla, pero ambas estuvimos de acuerdo en que este día tenía mucho trabajo por delante y que no queremos abusar de la ''tolerancia'' de mamá.
− ¿Comprendido Dra. Edwards? −Dice ella con su habitual rectitud, siempre nos habla como si estuviese dando una clase. Asiento para luego recordar que estamos en una reunión con los directores de área.
−Si. −Digo fuerte y claro inmediatamente incorporándome.
Su expresión no cambia, pero siento la llama amenazante en su mirada.
Carajos, me pilló perdida en mis pensamientos.
(...)
− ¿Todo bien Martina? −Dice frente a mí. −Noté que no estabas atenta.
Típico de mamá. Afortunadamente ya casi todos se fueron.
−Ya vi esa presentación −Como tuvo la amabilidad de insistir reiteradamente en que revisara.
−Si, pero... debes dar el ejemplo. −Terminamos a coro.
¿Serán las madres de otros chicos así?
− ¡No puede ser que Gabriela tenga más concentración que tú! −Bromea mirando despectiva detrás de mí.
− ¡No sabes lo que dices Christine! A veces también me he ensimismado pensando en Charlotte. −Dice con una sonrisa resplandeciente.
Mamá se indigna.
− ¡No estaba pensando en...! −Empiezo.
Ella me mira condescendiente.
− ¿Decías? ¿Quién ahijadita?
Me sonrojo al pensar en que casi grito su nombre, reconocerlo con esa sinceridad hace que me sonroje más. Siento el calor de mi rostro emanar.
Carraspeo.
−Como sea, tenemos mucho trabajo. −Me pongo de pie. −Debo ir a atender asuntos y luego iré a ver al abuelo. −Informo −Señoras ¡adiós! −Espeto en broma.
Las beso a ambas y me voy.
[...]
Christine E.:
−No puedes negar que Tina es tan disciplinada −Suspira Gabriela mirándola irse. −Es lindo ver que algo más ocupa su mente... −baja la voz. −o alguien. Ironías de la vida.
−No hay ninguna ironía −Gruño− No sé que habrá visto en esa chica −Me trago las palabras en donde insulto el hogar de donde proviene.
− ¿Y qué tal la cena?
−Suficientemente prudente o asustada para no decir mucho −Entrecierro los ojos.
Ella se ríe.
−Pobre chica, debe gustarle mucho Tina para acceder a un interrogatorio.
Elevo una ceja.
−Yo no soy tan terrible.
Me da una mirada.
−No jodas conmigo Edwards.
−Enserio, solo fueron preguntas para saber en qué se ha mantenido ocupada.
− ¿Y qué tal?
−Bastante bien −Reconozco enojada por opinar eso.
− ¿Ya terminó la reunión? −Noelle se aproxima a nosotras recelosa de interrumpir algo.
Noelle, mi esposa. Es de esas idealistas hippies que consideran que hacer lo que las hace feliz es más importante que cualquier cosa. Cuando le ofrecí otro puesto en el hospital me dijo que aparte la nariz de su trabajo y que saque hora si necesitaba hablar con ella. Sublevación a flor de piel.
−Si, ya terminó −Con Noelle podía ser de otra forma.
Se sienta animadamente a nuestro lado, la beso.
−No entiendo por qué no puedes entrar y ya. −No imagino a nadie diciéndole a mi mujer que no puede entrar a donde quiera.
No si quiere vivir.
−Me incomodan las reuniones con esos estirados. Además, prefiero ser tu mujer de compañía −Bromea.
− ¿Ah sí? Tenemos asuntos que atender −la miro con cara de buitre hambriento.
− ¿Y qué asuntos atendían ustedes? −Pregunta ella. Miro a Gabi de reojo para que no se deschavete.
−A tu nuera, parece ideal y Christine no lo acepta. −Se deschaveta.
Entrecierro los ojos.
−Oh, Christine −Dice esta mientras fulmino con la mirada a la traidora. −Deberíamos conocerla mejor, recuerda que ha pasado por mucho solo por Tina −Lo piensa.
No me interesa.
−Si ¡aún recuerdo verlas siempre juntitas por aquí yendo a todos lados! −Dice Gabi melosa. – Ahora solo es Tina... y sus amigos −Hace un puchero.
−No permitiré que vuelva−Gruño.
−Aun así, haremos algo en familia −Dice mi esposa animada.
−Hmm − ¿Yo? ¿Familia de esa?
−Si− me mira amenazadora. − ¿Qué hacías tu Gabi? Imagino que Will ha llevado a alguien a casa.
−Si... ha llevado chicas −Dice pensativa −Solo conversábamos, ya sabes, para amenizar el ambiente −Nos cuenta − luego de que se iba la chica, yo le tomaba el pelo porque era tímido y Charlotte me retaba −Dice encantada por recordarlo− ¡Son mis tímidos!
Ah, pero viene a mi oficina a llorar que le quitan a su ''niño especial''.
Luego de almorzar me inclino a Noelle.
− ¿Estás segura de lo de la chica Grant? −Me mira de reojo y sé que es por la forma en que me refiero a ella. −Debemos proteger nuestra privacidad. −susurro.
−Si Tina confía en ella confiaremos en ella. −Lo piensa un poco −Tal vez si la conocemos mejor descubramos a alguien muy interesante −Sonríe tan genuinamente como solo ella podría – Dale un chance a tu hija ¿eh?
Es verdad, después de todo Tina la eligió... nos miramos, hago una mueca.
−Espero tengas razón Noellita. −Acaricio su mejilla.
−No me digas Noellita. −Eleva una ceja amenazadora.
[...]
Martina E.:
−Buenas tardes, magnánimo señor −Me inclino con mi mejor voz lameculos.
− ¡Martina! −Saluda tan animado como siempre. – ¡Pasa! ¡Pasa! ¡Ponte cómoda! −Se pone de pie trabajosamente tras el escritorio. − ¿A qué se debe esta maravillosa sorpresa?
Ay, el abuelo tan tierno y yo bromeando.
−A que tengo algo pendiente que hablar contigo −Digo incómoda. −No lo haría si no comprometiese... intereses familiares −No es como que te esté saliendo con cualquiera. −Digamos que me inmiscuí sin querer en tus asuntos.
Carajos, acabo de darme cuenta de que esto, junto con una declaración de amor al enemigo, es una salida del closet frente a él. Nunca tuve algo muy serio con una chica como para que lo supiese y apenas vio a Bruno un par de veces.
− ¿Qué pasa? −Sus ojos verdes concentrados en mi rostro y el brillo cariñoso que veo en ellos me hacen recordar que me apoyo con el último escándalo.
−Digamos que... −Me muevo incómoda en la silla − ¿Recuerdas el último escándalo?... −Lo miro incomoda, asiente. −Pasa que mamá no solo estaba furiosa por el encubrimiento de Ángela Grant.
− ¿Ocurrió algo más?
Evito poner cualquier expresión en mi rostro con respecto a eso.
−Digamos que... se enteró de que... −Miro mis piernas cruzadas y acaricio mis manos sudadas −Estoy... en... algo con ella. −Digo. Levanto la mirada luego de dos segundos encontrándome con unos ojos verdes concentrados en mi rostro como si le estuviese explicando algo que no entiende.
−Algo como ''qué'' exactamente. −Pregunta con seriedad.
−Estoy... saliendo con ella, ya sabes... pareja −por decirlo así...
Recuesta la espalda en el respaldo y me mira en silencio.
−Si... si... ya sé que la cagué −Digo. −Pero no estaba dentro de mis planes, puedes estar seguro de eso. Ni yo sabía quién era... −Un leve reconocimiento en sus ojos.
'' ¡Es su culpa por haberme ocultado el maldito nombre!'' '' ¡Me hubiese...!'' Interrumpo mis pensamientos. '' ¿Me hubiese alejado?''
''Claro, tanto como te alejaste cuando fuiste la primera en enterarte'' Me respondo.
Me rasco la cabeza de nerviosa. Me sorprende con otra pregunta.
− ¿Te interesa aun sabiendo de donde proviene? me imagino que te lo reveló en algún momento, ¿A pesar de esa mentira? ¿Aun así la quieres? −Me sorprende la tranquilidad con la dice semejante pregunta. Siendo el padre de mi madre... estaba preparada para otra bomba estallando.
−Si −Respondo− Entiendo la situación por la cual, se sintió obligada a esconderse.
Y con situación me refiero a mi madre.
−Ok, ¿y la situación sabe de esto? −Levanta una ceja.
−Si, lo sabe... y su padre también. −Resoplo−Un escándalo.
− ¡Y no me enteré! −Se indigna. − ¡Espero que ese hospital no esté en algún titular!
−Con suerte lo digirió −Gruño. −Al menos no llego la TV ni nada de eso descuida. −Muevo la mano espantando algo molesto.
−...Y es una suerte que te ame tanto como para que Ángela siga en una pieza −Comenta −Si no, no veo como fue tan delicada con una Grant. Tu madre los detesta... diciéndolo amablemente.
¿Acaba de decir de-li-ca-da?
− ¿Y tú los detestas?
−Claro que no, nuestras familias eran amigas de toda la vida, y como no, si Enrique se casó con mi prima, y no es el primero de nosotros que yo sepa −Arrugo la frente por esa revelación − Ambos, tuvimos que ponerles un ''stop'' a sus estupideces ¿O crees que se detuvieron por algún empate o algo así? Lo hicimos por el bien de todos ¡ustedes no eran más que niños!
−Tiene sentido −No veo a ninguno de los dos diciendo ''Ok, fue suficiente, detengámonos por la paz''. − ¿Qué piensas tú de todo esto? −Voy al grano.
−Pensé que su identidad secreta duraría más. −Resopla como diciendo ''ni modo'' −Pero al parecer cada vez que hago un plan para esta familia ustedes se interponen. A Christine la queríamos con Enrique, y salió con que amaba a tu madre ¡y esa sí que fue una sorpresa! −Niega con la cabeza. − A ti te quería ignorante de la existencia de esa chica y resulta que ahora... estás frente a mi diciéndome que te gusta... aunque fue bastante evidente la última vez que nos vimos. Estabas al borde del colapso nervioso −Me mira burlón.
Enrojezco de golpe.
¿Cuándo fue la última vez que mostré interés genuino por la integridad física de alguien que no fuese Sam o Chloe? En lo personal disfrutaba ver a mamá acabando con todo el mundo... menos ella.
Carraspeo.
−Si... bueno, ¿entonces por ti no hay problema?
−En absoluto, y si hubiese... ¿cambiaría en algo tu decisión? −Me mira tan creído como mamá cuando ya sabe la respuesta
Al final sabe que le estoy avisando y no pidiendo permiso.
−No −río a regañadientes. − ¿Pero sabes que te amo verdad? −Me emociono ¡El abuelo es el hombre más lindo del mundo!
−Más te vale −Dice erguido elegantemente en su silla.
(...)
G. Edwards.
Cuando Tina se despide tomo el teléfono aireadamente.
− ¡Eh! ¿¡Planeaste esto no es así!?
−Si, buenas noches−Saluda Enrique con un gruñido agotado. − ¿Por qué interrumpes? es tarde. −Escucho un largo bostezo.
− ¡¿Enviaste a tu nieta con alguna doble intención?! − No me extrañaría después de lo que planeamos con Christine.
− ¿De qué... hablas?
− ¡No te hagas! −Miro hacia la puerta. − ¿Enviaste a Ángela a coquetearle a mi nieta?
− ¡¿Qué?! −Se espanta tan genuinamente que probablemente perdió el sueño. − ¡¿Qué locuras hablas?! ¡Ángela tenía la misión de evitar a Martina!
−Si, la evitó tan bien que ahora están... saliendo. Escucha... −Miro a la puerta. −Realmente espero que no tengas nada que ver, es mi nieta.
Nos equivocamos con Christine, y no me permitiría perder a Tina.
−No tengo nada que ver. −Dice −No es mi culpa que las Edwards caigan como moscas con nosotros los Grant −Bromea.
Frunzo el ceño.
−Indagaré en el asunto −Escucho un resoplido cansado. −Ahora si no tienes nada más con qué joder... −Me corta.
[...]
Ángela G.:
− ¡No me iré! −Escucho tras la puerta.
−LÁRGATE −Grito enojada.
Maldita Catalina, no puedo dejar pasar esto ¡nos hizo mucho daño!
−No puedo creer lo que me hiciste, soy tu hermana, y Aida ¡¿cuál fue el afán?! −Las palabras salen de mi impulsadas por la rabia ¡¿cuál es la necesidad de meter a Aida en esto?! ¡Más te vale pedir disculpas jovencita! – Señalo la puerta como si fuese la traidora y no mi hermana.
− ¡He intentado hablar con ella! ¡pero dice que no quiere verme!
− ¡Yo tampoco quiero verte! −Sé en mi interior que es mentira, quiero golpearla por pendeja y estúpida. Pero también quiero ver que esté bien... aunque es una estúpida.
−Ángela, debes entender, fue por una buena causa. Además, esa mujer ... te haría daño si pudiera ¡y ahora estás más cerca que nunca!
−He estado cerca y sigo viva −gruño. − ¡No te entrometas! Además, salgo con Tina no con su madre... ella solo... aparece a veces.
−Espero que en una de esas apariciones no se vuelva loca.
Ya entiendo.
−Catalina no tienes que tomar enserio todo lo que papá dice. −Miro la madera de la construcción a mi pesar. −Es un hombre lleno de prejuicios. −A veces me hubiese gustado que papá sea diferente. Pero luego me conformo, veo casos peores y pienso que no ha sido tan malo.
−Si, por eso te fueron a buscar a la policía.
−Eso no es asunto tuyo, déjame ser. −Ok, sueno como la hermana problemática.
−Sabes que lo hago por tu bien, soy tu hermana.
− ¡Demuéstralo y déjame en paz!
−No sé como te puede gustar tanto ¡apenas entramos este año!
−Yo te he visto enamorada a la semana −Le tomo el pelo.
−Ya sabes a que me refiero. −Si, supongo a que pareciese que voy en serio.
Ni siquiera me puse a pensar en ello, solo quería estar con Tina y ya.
− ¡Solo estoy defendiendo mi derecho a salir en paz con quién yo quiera! −Me sonrojo.
− ¡Aaaargh! −Escucho cargadamente afuera. −Está bien, pero porque esa...
− ¡Si no tienes nada bueno que decir lárgate!
− ¡Ángela! ¡Perdóname! −Golpea la puerta.
A este ritmo atraerá la atención de mis vecinos y pensarán que soy una desquiciada.
[...]
Martina E.:
−Entonces se quedó ahí sentada y se fue solo porque un vecino le pregunto qué demonios hacía ahí.
−Hmm −Estamos sentadas en una cafetería, me abstengo de decir lo que pienso de su hermana o volarán las tazas. − ¿Y la vas a recibir?
Ahora es turno de ella de dudar.
−Necesito tiempo para pensarlo.
−Debe ser interesante tener hermanos −Digo. −Aunque no te envidio.
−Ja, ja. −Hace una mueca desagradable −Imagino que debe ser bonito, aunque estos son un culo. Siempre pensé que había uno malo y una buena, ahora parece que es al revés−Mueve la mano.
− ¿Y de dónde saliste tú? −Sonrío mirándola de los ojos hacia abajo.
−Supongo que los padres sienten cuando tienen la mala semilla, al hacer diferencias, empiezas a apartarte. −Me mira burlona. −Hace muchos años es probable que pensara igual que mi hermana de ti.
−Así que supongo puedes ponerte en su lugar.
−Nah, está peluda −Bromea. −Seguir repitiendo las idioteces de papá para mí a esa edad, ya es decisión personal. −Comienza a rozar nerviosamente con el pulgar en el borde de la taza.
−Pero aun así quiere hablar contigo. − Finalizo.
−Exacto −Su rostro se vuelve sombrío. Pongo mi mano sobre la suya, se queda quieta.
Exhalo un poco nerviosa, no es que yo haga estas cosas habitualmente y menos en público. Le doy un apretón.
Ignorando todo lo que detesto a esa maldita mocosa dejo salir.
−El tiempo es el mejor consejero.
− ¿Ah sí?
−Deja que lo piense mejor... −Sonrío creída. −Porque no me haré a un lado.
Libera una risita a regañadientes.
−Tina...
Se hace un silencio.
− ¿Quieres quedarte conmigo hoy? −Pone los ojos cristalinos. −Extraño dormir contigo.
Si... yo también. Mañana hay trabajo, pero Ángela, debe ir al suyo, ha aumentado su presencia en los Spa y me alegra mucho por ella, quizá podamos irnos juntas mañana.
... quedo mirando mi mano sobre la suya, la aparto sintiendo algo de vergüenza por el tiempo que la tuve allí.
−Está bien, pero acompáñame a casa primero. −Debo avisar y acariciar a Sandy.
−Sabes que puedes venir con tu mascota −Me da una miradita divertida.
−Bueno. −Me ruborizo −Pero mañana tenemos trabajo. −Apremio. −Así que solo iré a hacer acto de presencia y me voy.
[...]
−No llegues tarde a trabajar −Gruñe mamá cruzada de brazos. Nos da una dura mirada.
−Estaré a la hora −La tranquilizo. Mi Madre Noelle nos mira encantada.
−Descuida, Sandy estará aquí cuando llegues.
−Quien sabe −susurra mi otra madre. Le doy una miradita indignada.
−Está bien, confío en ti −Le digo... claramente a mamá Noelle.
−Por cierto... −Dice esta. Aunque mirando a Ángela.
Ángela G.:
Me alegra que la que se dirija a mí, sea la ''mamá buena''. O como le digo a la Sra. Noelle.
−Estuvimos conversándolo... −Su esposa hace un sonido despectivo, para mi sorpresa recibe una dura mirada, cuando pensé que respondería algo por tamaña insolencia, guarda silencio y mira a otro lado. – ... y pensábamos en que podríamos hacer alguna actividad juntas −Sonríe animada. −Ya sabes... algo al aire libre, o alguna salida −Dice pensativa.
No me esperaba esa, mis cejas suben por mi frente evaluando las posibilidades... no sé que demonios tenemos en común, pero me parece una buena oportunidad y no la pienso desperdiciar ¡Piensa Ange!
Carraspeo para usar mi mejor tono que uso en exposiciones en el trabajo.
−Si me lo permite puedo ofrecer mis Spa. sin duda podremos compartir en un ambiente grato y revitalizante. −Digo. −Tenemos los mejores servicios, digno de las invitadas −me inclino galantemente.
− ¿Spa? −Pregunta ella perdida.
−Son a los que vamos −Dice Tina dándome una miradita. −Tenemos algo así como un convenio de hace años con ellos.
− ¡¿Cómo pudo pasar eso bajo mi mandato?! −Se indigna Christine.
−Por que ese acuerdo lo celebró el abuelo y la madre de Ángela −Responde Tina. −Y no ha traído más que beneficios si me lo preguntas.
−No lo sé. −Lo piensa un poco.
En cambio, su esposa está encantada.
− ¿Masajes? −Pregunta con los ojos brillantes.
−Masajes y todo lo que usted desee −Ofrezco. Mi intuición me dice que me centre en ella. −la oferta está en pie cuando quiera.
− ¡Voy! −exclama emocionada. − ¡Me encantan los Spa! ¿Recuerdas al último que fuimos Christine?
Ambas Edwards la quedan mirando. Pero ninguna dice que no... interesante.
−Muy bien lo pensaremos −Dice Christine de mala gana. −Que tengan una tranquila noche. −Gruñe.
−Gracias −Digo. Tranquila mi culo.
(...)
−Esa fue una buena jugada ¿quién eres? −Bromea Tina cuando salimos de su apartamento.
− Como que quién soy −Paso mi brazo por su espalda y la acerco de la cintura a la mía mientras caminamos −He hecho más de una buena jugada −Muevo las cejas y a toda velocidad le robo un beso. −Viste eso −Digo− ¡Otra buena jugada!
Se ríe.
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AAAAAAAAAAAAAAAAAAARGH
No importa como lo escriba ¡Ángela porque eres tan linda t.t!
¿Ángelas por aquí? ¿Alguna que se identifique con el personaje? <3
Gracias por sus lecturas, me ha costado actualizar, después de la Pfizer estuve convaleciente XD pero aquí estamos, yerba mala nunca muere >:D
Saludos, cuídense, respete para que lo respeten. Okno
¡Nos leemos pronto!