PUNTO DE VISTA DE EMMA SWAN
Emily ya estaba en el hospital, fue difícil para Regina explicarle que era necesario, pero lo hizo con una paciencia y amor, que me hizo enamorarme más de ella, de ambas, mi pequeña pelinegra estaba siendo muy valiente.
Llegué a la habitación de Emi, mi corazón se apretó al ver a Lexie y Regina besándose y a Emi haciendo caras de falso disgusto.
-Mami, eso es asqueroso- dijo haciendo reír a las mujeres.
-Buenos días- dije secamente y Regina se separó torpemente de su novia, ambas respondieron mi saludo y me acerqué a Emi- ¿Cómo te sientes cariño?- Besé su frente.
-Bien, pero quiero irme a mi casa- Hizo un puchero.
-Lo sé mi amor, pero haremos todo lo posible para que estés cómoda y te vamos a consentir mucho ¿Qué te parece?- Acaricié su nariz con la mía y ella asintió entre risitas adorables.
-Emma- Mills se aclaró la garganta.
-¿Qué pasa Mills?- Pregunte sin voltear a verla.
-Lex se quedará con Emi en lo que mi mamá llega, necesito ir a trabajar, pedí permiso a partir de la próxima semana que será el trasplante.
-No es necesario, me quedaré con esta monita en lo que llega Cora- Me giré hacia ella y vi a Lexie tomarla de la mano.
-¿Está segura jefa? Mi turno inicia hasta medio día y había pensado en jugar videojuegos con Emi- Habló Grey y su voz me molestaba.
-A Emi no le gustan mucho los videojuegos- Dije poniendo los ojos en blanco- Ella prefiere los legos, de hecho, compré unos nuevos para que construyamos un castillo ¿Qué opinas cariño?- Le pregunté a Emi que me miraba con los ojos entrecerrados.
-Pueden quedarse las dos- Dijo encogiendo los hombros.
-Pequeña traidora- Pensé.
-Lex ¿Qué te parece si mejor me llevas al hospital? Le dejé mi coche a mi mamá para que pueda moverse- Le habló con suavidad y mis tripas se retorcieron.
-Por supuesto amor- Respondió dulcemente y quise vomitar- Emi, te veo en la noche- Besó su frente y controlé el impulso de limpiarla.
-Adiós Lex, cuida a mami- Dijo con inocencia y yo sentí otra torcida de tripas al imaginarla cuidándola de una manera más física.
-Lo haré bonita, hasta luego jefa Swan- Hice un movimiento de cabeza de despedida.
-Pórtate bien mi amor- Dijo besando la frente de su hija- Adiós Emma, gracias por cuidar de mi pequeña plaga- Me sonrió.
-Adiós Brownie- Vi con el rabillo del ojo que Lexie frunció el ceño por el apodo- Y no tienes nada que agradecer, sabes que amo a esta cosita hermosa- Me puse de pie y besé su mejilla- Ten un buen día de trabajo- Le sonreí.
-Gracias, um, también tú- Se balanceó sobre sus pies torpemente y me pareció encantadora- Emi, obedece a Emma en todo ¿De acuerdo?
-Sip.
-Te amo monita.
-De aquí hasta el infinito- Dijo Emi con una sonrisa amorosa.
-De aquí hasta el infinito mi amor- Besó repetidamente su rostro y yo siempre me perdía en su amorosa interacción.
-Ya vete mami, vas a llegar tarde- Habló riendo y Regina levantó las manos.
Cuando por fin salieron, Emi me vio con sospecha.
-¿Qué?- me mordí el interior de la mejilla.
-¿Por qué no te gusta Lexie? ¿Es por qué es la novia de mi mamá?
-Eres muy astuta ¿No es así pequeña monita?- Soplé repetidamente su barriga ganando risitas.
-Yo quería que tu fueras la novia de mami- Dijo haciendo un puchero.
-¿Te digo un secreto?- Asintió- Yo también.
-¿De verdad?- Preguntó emocionada y asentí- ¿Y si te ayudo?
-¿A qué?- Alcé una ceja.
-A que mami prefiera que seas su novia- Reí ante su entusiasmo- Podríamos ser una familia las tres, mamá siempre me ha dicho que cuando se case, será con una mujer que me ame y yo la ame también, y tú y yo nos amamos- Mi corazón se calentó y la abracé y besé su hermosa carita- Haremos un complot para que conquistes a mamá- Dijo con seriedad y yo me reí de su lindura.
-¿Sabes lo que es un complot bebé?
-Mi abuela y mi mami dicen que mi tía Z y yo siempre hacemos complot para salirnos con la nuestra- Dio una sonrisa traviesa.
-Aceptaré tu ayuda, con la condición de que no hagas nada que lastime a nadie, eso incluye a Lexie- Dije su nombre con una mueca y ella se rio.
-No le haría nada, ella me gusta, es buena conmigo y con mamá, pero yo quiero que tú te cases con mi mami Gina para que seas mi otra mamá- Dijo entre bostezos, estaba cansada.
-Escucha una cosa mi amor, no importa lo que suceda entre tu madre y yo, siempre te voy a amar como si fuera mi hija ¿De acuerdo?- Acaricié sus rostro y ella asintió tallándose los ojitos- Descansa mi hermosa, estaré aquí cuidándote.
-¿Lo prometes?
-Lo prometo cariño- Besé su frente- Dulces sueños mi niña bonita.
Velé su sueño mientras revisaba algunos correos.
Pronto dejaría la jefatura del hospital, algo por lo que trabajé a pesar de ser una de las dueñas, pero no me arrepiento ni un poco, Emi me ha elegido para ser su otra madre, y una madre hace cualquier cosa por sus hijos, como lo hace Regina, como Cora, como mis madres.
-Hola mi pequeña rubia- Cora entró y besó mi cara- ¿Cómo se ha sentido mi nieta?
-Hola Cora, estuvo tranquila, solo cansada.
-No veo la hora de que esto termine para que pueda llevar una vida normal, me parte el corazón verla así- Yo estuve de acuerdo- ¿Dónde está Regina? Pensé que la alcanzaría.
-Se fue al trabajo, acompañada de su noviecita- Dije molesta.
-¿Qué pasa cariño? Pensé que no querías nada romántico con mi hija.
-Lo intenté, intenté mantener a raya mis sentimientos por Regina, pero no puedo- Tragué saliva- La quiero de regreso Cora, la amo, la amo tanto y me duele verla con otra.
-Entiendo, ella estaba igual cuando estabas con ese bastardo de tu ex.
-¿Crees qué tengo una oportunidad con ella?- Pregunté insegura.
-No solo lo creo, mi hija también te ama- Dijo con una sonrisa y yo sentí mi corazón latir más fuerte- Está encariñada con Lexie, esa chica es maravillosa- Vio que mi postura se tensó- Pero no la ama, su corazón ha sido tuyo desde que tenían diecisiete años- Dijo con convicción y mi enamorado corazón se agitó.
-Y el mío también ha sido, sigue y seguirá siendo de ella, Regina es el amor de mi vida- Dije con una sonrisa acuosa.
-Lo sé mi pequeña rubia, creo que todos lo sabemos, excepto mi hija, puede ser tan inteligente para unas cosas y tan bruta para otras- Dijo divertida y yo asentí.
FLASHBACK
-No entiendo Emma- Habló Regina después de explicarle que no había aceptado ser novia de Killian- Pensé que te gustaba mi amigo- Su ceño estaba adorablemente fruncido.
-Me gusta alguien más- Dije tímidamente sintiendo mis mejillas arder.
-Oh, bueno, lo siento por Kill, y ese chico que te gusta es muy afortunado- Dio una sonrisa forzada.
-Eres una bruta Mills- Dije rodando los ojos y ella hizo un lindo puchero- Anda, vamos a recoger a Belle para irnos a tu entrenamiento.
-¿No me vas a decir quién te gusta?- Dijo mientras se echaba la mochila al hombro.
-No creo que esté lista para decirlo ni tú para escucharlo- Dije mirando su hermosos rostro a través de mis gafas.
-¿Qué se supone que significa eso?- Ladeó la cabeza y alzó una ceja y sentí mi corazón atronar en mi pecho ante esos gestos.
-Nada señorita hermosa y sexy- Dije sin pensar y Regina sonrió de lado- Vámonos Regina, vas a llegar tarde y la entrenadora te va a llamar la atención otra vez- La tomé de la mano y tiré de ella.
FIN DEL FLASHBACK
-Tienes razón, no se daría cuenta que todavía la amo aunque tomara su mano, la metiera en mi pecho y sintiera mi corazón latir por ella- Resoplé.
-Esa es mi hija, cuando Arizona la pretendía, tuvo que literalmente lanzarse sobre ella frente a todos en una fiesta- Se rio y su risa murió cuando vio mi cara de disgusto- Fue hace años mi pequeña rubia, ellas ahora son mejores amigas.
-Lo sé, pero no me gusta saber que otras mujeres estuvieron con ella, ni que una mujer en particular comparte su vida y su cama actualmente- Volví a resoplar.
-Esperemos que eso cambie pronto.
-¿Me apoyarías? Si decido intentar recuperar a mi Brownie?
-Por supuesto cariño, porque sé que ustedes se pertenecen la una a la otra, pero debes tener paciencia, mi hija puede ser muy testaruda.
-Tendré toda la paciencia del mundo, aunque a veces quiera abofetear su hermoso rostro y retorcerle su sexy cuello.
PUNTO DE VISTA DE REGINA MILLS
Podría sonar cruel, pero salvar vidas de niños y no poder salvar la de Emily me estaba haciendo sentir inadecuada, tener que depender de ese miserable de Chase, que no solo abusó de mi mientras estaba drogada, sino que lo hizo mientras era novio de la mujer que siempre he amado, que hasta hace poco iba a casarse con ella, me tenía jodidamente enojada, sobre todo, porque no podía hacer nada, ni siquiera romperle su cara de ken de plástico.
Solo quiero que salve la vida de mi hija y olvidar que existe.
-Hola- El saludo tímido de Emma me sacó de mis pensamientos.
-Emma ¿Qué haces aquí?
-Vine por ti para llevarte al Swan Grey.
-¿Emily se puso mal?- Pregunté con preocupación.
-No, tranquila, es solo que, como le dejaste tu coche a Cora, pensé en, ya sabes, venir aquí y recogerte- Se acomodó un mechón dorado detrás de la oreja mientras se movía torpemente pero adorable.
-No tenías que molestarte- Sonreí- Estaba por pedir un taxi.
-No es molestia, yo um, tal vez quieras comer algo, hay un lugar a un par de cuadras en el que venden unos mariscos deliciosos, aunque tal vez prefieras otra cosa, y está bien, si quieres podemos...
-Eres adorable cuando estás avergonzada- Dije con una sonrisa ladeada viéndola sonrojarse más.
-Cállate- Golpeó mi brazo juguetonamente- ¿Entonces?- Sus ojos brillaban como esmeraldas.
-¿Quién se quedó con mi monita?
-Ari y Callie, terminaron su turno y relevaron a tu mamá para que fuera a comer algo y darse una ducha ¿Vamos?- Extendió su mano y me miró ¿Con amor? Sacudí la cabeza y tomé su mano.
No me podía hacer ilusiones, ya lo hice y terminé con el corazón roto porque eligió a Chase, aunque ya no estén juntos gracias a que se dio cuenta de la clase de porquería que es ese cabrón, ella lo eligió sobre mí cuando aceptó su propuesta de matrimonio, cuando yo estuve ahí, inclusive acostándome con ella esperando que me diera una oportunidad real.
Avisé que estaría en el restaurante del lado, ya había terminado mi turno, pero a veces había emergencias y mi celular estaba descargado.
El trayecto fue en silencio, Emma parecía nerviosa, se mordía constantemente el labio inferior y tamborileó los dedos en sus piernas.
-Es un lugar agradable- Dije apenas entrando para romper el incómodo silencio.
-Sí, a mis mamás y a mí nos gusta venir aquí, espero la comida sea de tu agrado- Retiró una silla para que me sentara y alcé una ceja- ¿Qué? ¿Crees qué solo tú puedes ser caballerosa?- Sonrió y las mariposas en mi estómago aletearon.
-Gracias.
-No tuvimos oportunidad de hablar- Fruncí el ceño sin comprender- De lo que te hizo Robert- Dijo con la mandíbula apretada pero su miraba denostaba dolor.
-Me sorprendió que haya sido precisamente él- suspiré profundamente- Me repugna que haya puesto sus asquerosas manos sobre mí y lo que me hizo- Asintió como si compartiera mi sentimiento.
-Lo siento Regina, fue mi culpa, él sabía de ti, lo que tuvimos, por eso él...- Tragó y cerró los ojos intentando mantener las lágrimas a raya.
-Hey, no Emma- Tomé sus manos sobre la mesa- No fue tu culpa, lo único que hiciste fue enamorarte de un hombre tan despreciable, pero tú no lo sabías, así que por favor, no te adjudiques algo que no te corresponde ¿De acuerdo? Además, creo que te hizo más daño a ti que a mí ¿Tú cómo estás?
-Estoy enojada ¿Te das cuenta qué pase cinco años saliendo con un asqueroso violador?- Asentí- ¿Cómo puedes estar tan tranquila? Yo quiero castrarlo- Dijo con seriedad y yo me reí.
-Comparto el sentimiento, pero tengo una ventaja sobre ti- Frunció el entrecejo- No tengo recuerdos de él.
-Le agradezco a Dios por eso Brownie, no me imagino como te sentirías, si yo, que no fui obligada, me siento jodidamente sucia, solo recordar que compartí la cama con él me hace querer vomitar- Hice una mueca de disgusto.
-Cuando te enamores nuevamente, esa persona hará que se borren todos esos malos recuerdos- Dije con una sonrisa que estoy segura que no llegó a mis ojos.
-No creo que pueda enamorarme de nadie más- Me miró con una sonrisa nostálgica y un dolor atravesó mi pecho ¿Tanto lo amaba? Por supuesto, había aceptado ser su esposa.
-Emma- Lo que diría después sería doloroso, pero la quiero tanto que no me importa, si eso la haría feliz- Si quieres perdonarlo por lo que me hizo, yo no te lo voy a reprochar, si tanto lo amas, tal vez...
-¿Qué demonios Regina?- Se exaltó y yo parpadeé repetidamente- ¿Cómo se te ocurre que dejaría pasar algo así? Aunque lo amara, jamás estaría con alguien así- Sonaba ofendida.
-Lo siento, es solo que... espera ¿dijiste aunque lo amaras?- Ella asintió.
-No me refería a Robert cuando dije que no creo que pueda enamorarme de nadie más- Su mirada era tan intensa sobre mí y a la vez tan dulce- Regina yo...
-Doctora Mills, lamento interrumpirla, pero tenemos una emergencia en pediatría- Un interno se dirigió a mí.
-Voy de inmediato, Emma, lo siento, pero tengo que...
-No te preocupes, ve a ser la maravillosa doctora que eres- me sonrió cálidamente.
-Correcto, espero probar los mariscos pronto- Antes de irme, la rubia tomó mi mano.
-Regina, Aunque lo que nos hizo Robert fue una canallada y en tu caso, un delito imperdonable, nos dio a Emily, yo tampoco concibo ya un mundo en el que mi pequeña pelinegra no exista- La miré con todo el amor que le tengo y la abracé con fuerza.
-Gracias mi hermosa y adorable blondie- Besé su mejilla y me fui a atender al paciente.
Una hora después, salí del hospital, el viento frío golpeó mis rostro y no pude evitar pensar en lo que estaba a punto de decirme Emma, sacudí la cabeza, ahora lo único importante es ir a ver a mi monita.
Apenas había dado un par de pasos cuando mi celular timbró, sonreí al leer el nombre de Emma.
-¿Ya me extrañas blondie?- No pude evitar coquetear y me regañé mentalmente.
-Siempre Brownie ¿Necesitas un aventón?
-Sería grandioso, estoy cansada y muero de ganas de ver a mi hija- Suspire pesadamente.
-Voltea a tu izquierda.
Ahí estaba ella, recargada en su coche, con esa dulce sonrisa que hacia aletear las mariposas en mi estómago.
-¿Regresaste por mí?- Seguía en el celular mientras me acercaba.
-Nunca me fui, pregunté de que se trataba la emergencia y supe que no tardarías más de una hora en salir, así que comí algo y esperé, compré comida para llevar, supongo que no has comido.
-Excelente aseveración doctora Swan y gracias por eso- Colgué al estar lo suficientemente cerca.
-¿Qué puedo decir? Soy una buena doctora y no quiero que mueras de hambre- Abrió la puerta para que subiera y alcé una ceja- Ya te dije que no solo tú puedes ser caballerosa- asentí agradeciendo y me subí, de inmediato me perdí en mis pensamientos- ¿Qué pasa por esa linda cabecita?- Llevó su mano a mi muslo y lo alisó suavemente.
-¿Y si cambia de opinión?- Me miró por un instante- Ese cabrón de Chase ¿Qué voy a hacer si decide que no quiere donar médula para mi monita?- Sentí que me faltaba el aire ante la sola idea.
Emma se hizo a un lado de la avenida y paró el auto al darse cuenta que estaba a punto de tener un ataque de ansiedad.
-Hey cariño, respira conmigo- tomó mi mano- Eso no va a pasar, nuestra nena tendrá ese trasplante y cuando menos te des cuenta, la tendremos saltando sobre nosotras y agotándonos con su energía- eso me hizo sonreír y sentí abrirse mis vías respiratorias- así tenga que poner una pistola en la cabeza de ese cabrón, va a cumplir con lo acordado, lo prometo amor- acaricié con ternura mi rostro y escucharla llamarme amor me llenó de aire los pulmones- ahora vamos a ver a nuestra pequeña pelinegra ¿De acuerdo?- Asentí y besó mi frente.
Durante el trayecto hablamos del procedimiento de Emi, de lo felices que estamos por la relación de mi hermana con Belle y la de Ari con Callie.
Llegamos y mi madre estaba con Emi, ambas hablaban en voz baja.
-¿Qué están cuchicheando ustedes dos eh?- Me acerqué y besé a mi madre y después todo el rostro de mi hija.
-Es algo entre abu y yo- Respondió con seriedad.
-No debe ser nada bueno- entrecerré los ojos en su dirección.
-Es muy bueno ¿Verdad abu?
-Lo es mi amor.
-Estoy segura que esta pequeña y dulce niña solo puede tener planes buenos- Dijo Emma y besó a mi hija también.
-¿Ves por qué amo a Emma mami?- Dijo con cara de fingida dulzura.
-Ya veo, pero dime ¿Comiste bien?- Asintió- ¿Eso es verdad mamá?
-Fue Emma quien me dio de comer antes de ir por ti porque tenía muuuuuchas ganas de verte- Dijo con una sonrisa exagerada y vi a Emma sonrojarse.
-Comió como una campeona ¿Cierto mi amor?- Habló la rubia avergonzada.
-Además comió yogurt y gelatina antes de que llegaran- Intervino mamá y yo sonreí- Ya que estás aquí hija, será mejor que me vaya, mañana regreso- Se despidió besándonos la cara.
-Emma ¿Sabes si está Ingrid aquí en el hospital? Me gustaría preguntarle cómo van las cosas.
-Sí, debe estar en mi oficina.
-La abuela Ingrid me dijo que será solo mi doctora porque soy muy especial- Habló con suficiencia mi hija.
-¿Cómo la llamaste?- No es que me moleste, pero mi pequeña plaga no puede ir dándoles títulos a las personas.
-Regina, no te molestes, sé que mis madres no son realmente abuelas de Emi, pero ella...
-Si lo son- Gritó exaltada Emily.
-Cariño, no es necesario que alces la voz.
-Pero tú me dijiste que a veces la familia no lleva la misma sangre, como mi papi Killian ¿él tampoco es realmente mi papá?- Sus ojos se llenaron de lágrimas.
-Lo es mi amor, porque te amó desde que supo que estabas en mi barriga y eras un pequeño frijolito que se alimentaba de mis entrañas- Hizo una mueca de asco a pesar de las lágrimas.
-¿Te cuento algo?- Le preguntó Emma y mi hija asintió- Yo tampoco tengo la misma sangre que mis mamás, me adoptaron cando era pequeña, así como tú y definitivamente son mis madres de verdad- Mi monita abrió los ojos cómicamente y la rubia limpió sus mejillas con ternura.
-Entonces sí son mis abuelas, porque dijeron que me amaron desde el primer día que me conocieron- Sonrió y mi corazón se derritió.
-Pero, tienes que pedirles permiso para poder llamarlas abuelas mi cielo- Dije dándole un beso de esquimal.
-Ellas están encantadas, Emi ya las ha llamado abuelas ¿cierto cariño?- Asintió.
-Entonces- Se tomó su pequeña barbilla- ¿Emma puede ser mi otra mamá?- Preguntó, su mirada era brillante y casi me ahogo con el agua que estaba bebiendo.
¿Qué se supone que le responda? Vi a Emma y sus ojos estaban llorosos.
-Buenas noches- La voz dulce de Lexie nos sacó del momento, no incómodo, pero en lo que a mí respecta, no sabría cómo reaccionar- Vine a ver a dos de mis mujeres favoritas.
PUNTO DE VISTA DE EMMA SWAN
Cuando Emi preguntó si podía ser si otra mamá, mi corazón se hinchó de felicidad, Regina casi se ahoga con el agua y sus ojos estaban desorbitados, no sé cómo tomar su reacción, no tuve tiempo de pensar en eso porque la novia de mi Brownie llegó diciendo que venía a ver a dos de sus mujeres favoritas, ante lo que puse los ojos en blanco.
-¿Tienes más mujeres favoritas?- Le preguntó Regina con una ceja alzada y yo quería abofetearla ¿En serio estaba coqueteando con su novia frente a mí?
-Me refería a Meredith y a su hija, no hay necesidad de estar celosa- Se acercó y besó los labios de Mills, lo que me hizo mirar hacia otro lado- ¿Cómo te sientes hoy nena?- Le preguntó a Emi.
-Bien Lex, estoy contenta porque Emma se quedará conmigo esta noche- La miré con los ojos entrecerrados y Regina frunció el ceño.
-¿Vas a quedarte con mi hija?
-Eh, sí, si no tienes inconveniente por supuesto- Seguí el juego de Emi.
-Genial, ya que la jefa se quedará contigo, me llevaré a tu mamá a descansar a mi casa, mañana temprano la...
-No- Dijimos la pequeña pelinegra y yo al mismo tiempo.
-Emma va a quedarse porque me prometió que hoy podemos ver una película, quiero que mi mami también la vea conmigo- Hizo un puchero y ojos de cachorro y Regina suspiró.
-Esa era la idea, pero si Regina prefiere irse a pasar la noche con su novia, está bien, seremos tu y yo con algunos bocadillos saludables- Dije a Emi para disfrazar mi exabrupto anterior.
-¿Mami?- La miró con falsa tristeza.
-Esa pequeña plaga manipuladora- Pensé.
-De acuerdo, ahora regreso, saldré un momento con Lex- Besó la frente de su hija, hizo lo mismo Lexie y a mí me dijo hasta mañana jefa.
-¿Qué fue eso jovencita?- Cuestioné con una ceja alzada.
-¿Quieres qué mi mamá se vaya a dormir con Lex?- Negué con la cabeza- Entonces solo dime gracias- Puso los ojos en blanco como lo hace su madre y me reí.
-Gracias mi pequeña cómplice, iré a pedir que traigan una cama extra- Besé su frente y salí.
En uno de los pasillos escuché la voz de Regina y Lexie.
-Te deseo tanto Regina, extraños tus manos sobre mi cuerpo, que me hagas tuya- Habló Grey y sentí mis ojos llenarse de lágrimas.
-También yo cariño, sé que te estoy descuidando, pero entre mi trabajo y la enfermedad de Emily, me he sentido agotada.
-¿Por qué no vamos un rato a mi casa? Hacemos el amor deliciosamente, esta vez prometo ser yo la más activa, haré que te relajes.
Ya no quise seguir escuchando, di la orden para la cama y regresé con Emi, que estaba dormida.
Me senté en el sillón y una cascada de lágrimas bañaba mis mejillas, no sé cuánto tiempo pasó, pero por más que intentaba no podía dejar de llorar silenciosamente.
-Emma ¿Qué pasa?- Se acercó una preocupada Regina arrodillándose frente a mí y tomó mis manos.
-Me duele Regina, me duele tanto- Sollocé.
-¿Qué te duele blondie? ¿Necesitas que te revise? ¿Quieres qué busque a algún especialista en particular?- Preguntó todo de un tirón.
-Ningún especialista puede ayudarme- La hice sentarse a mi lado y me recargué en su hombro- Solo tú.
-Lo que necesites blondie- Acarició mi cabello.
-¿Me abrazas?- Con ternura me acomodó en sus brazos y suspiré en la curva de su cuello- Te extraño Regina, nos extraño.
-Estoy aquí bonita, siempre estaré aquí para ti- Besó mi cabeza.
-Yo también- Habló Emi con voz somnolienta y le dirigí una sonrisa acuosa- ¿Te sientes mal mami rubia?- Ya estaba sensible, escucharla llamarla así me hizo enterrar el rostro en el pecho de la morena y sollozar- no llores- Cuando volví a verla, vi que intentaba bajarse de la cama y me levanté de inmediato.
-Tómalo con calma mi amor- La volví a acostar y me acosté a su lado- Estoy llorando de felicidad- No mentí, si bien hace momentos era de dolor por no tener a Regina, escuchar a Emi llamarme mami me lleno de gozo- Eres lo mejor que me ha pasado mi pequeña pelinegra, te amo tanto.
-Y yo a ti mami- Volteé a ver a Regina y tenía una dulce sonrisa en los labios, no estaba molesta porque Emily me diga mamá.
-Oigan ¿Y yo qué? Hizo un lindo puchero.
-Ven aquí Brownie- Hice una señal con la cabeza y ella se acostó del otro lado de Emily.
-¿Solo será un ratito verdad? Estamos muy apretadas- Refunfuñó Emi y Regina y yo nos reímos.
-Sí mi amor, solo déjanos apachurrarte un poquito más ¿De acuerdo?
Mi madre Ingrid entró aclarándose la garganta.
-Hora de hacerle estudios a la niña más hermosa del hospital- Sonrió y me dio una mirada cómplice al ver nuestra posición.
-¿Solo del hospital?- Alzó una ceja Emi.
-Del mundo entero- Corrigió mamá.
-Entonces sí soy yo- Dijo segura y reímos nuevamente.
-Te ha afectado pasar tanto tiempo con la tía Ari mi amor- Dijo divertida Regina.
-Abuela Ingrid ¿Cuándo van a dejar de picar mis brazos?- Preguntó con tristeza y mi corazón se encogió.
-Pronto mi princesa, pero piensa que es para que te sanes más rápido y puedas regresar a tu casa y a tu escuela, podrás volver a correr y nadar ¿Qué te parece eso?- Emi asintió entusiasmada.
Mamá la revisó y le sacó sangre, mi niña se estaba portando muy valiente y yo estaba muy orgullosa de ella.
Mi mamá apapachó un poco a mí ahora hija y Regina y yo vimos la interacción con sonrisas en los labios.
-¿Qué película vamos a ver entonces?- Preguntó Regina una vez que mi madre se despidió y la cama extra quedó prácticamente pegada a la de Emi.
-¿Qué?- Fruncí el ceño.
-La película mami- Me dijo Emi entre dientes.
-Ah sí, claro, la película- Tomé el control de la pantalla y me senté en la cama extra con la espalda recargada en la cabecera.
Regina se quiso subir a la cama con Emi.
-No mami, ve a la cama con mi mami Emma, es más grande- Dijo extendiendo sus bracitos y piernas abarcando el mayor espacio posible.
-Emi, son iguales, muévete por favor cariño- Dijo con los brazos cruzados.
-No, soy una niña en crecimiento- Dijo astuta y yo me reí entre dientes.
-Tienes cuatro años monita- Resopló, pero Emi no cedió, así que suspiró- ¿Te importa?- Me preguntó tímidamente- O mejor tomaré el sillón- Se dirigió allí y Emi me hizo una mueca y se palmeó la frente.
-No me importa, quiero decir, podemos compartir la cama- También dije algo tímido y la pequeña plaga levantó un pulgar en mi dirección aprovechando que Regina le daba la espalda.
La morena se acercó con las manos metidas en los bolsillos traseros, miró hacia todas partes y después se subió y se sentó a mi lado, la distancia entre nosotras era poca y quería terminar con ella.
-¿Qué tal la nueva película de Cruella?- Preguntó la morena a mi lado después de aclararse la garganta.
Si me preguntan por la película, no le puse mucha atención, mi atención estuvo en mis hermosas pelinegras, cuando aparecieron los créditos, Emi ya estaba dormida, así que salimos a tomar un café.
-Gracias Emma- Fruncí el ceño son comprender- Por todo lo que haces por nosotras, por entregar tu patrimonio sin dudarlo para salvar la vida de mi hija.
-Nuestra hija- Dije emocionada y ella sintió con una sonrisa- Regina, daría mi vida por esa niña, daría todo por ustedes- La miré a los ojos y vi que una lágrima escapaba de uno de sus hermosos marrones y la limpié con mi pulgar.
-No sé qué decirte- hizo una pausa- Bueno, sí, que yo también haría cualquier cosa por ti- suspiró y yo sonreí como idiota- Emma yo...
-Aquí están- Aparecieron mis madres y Dios sabe que las amo, pero son muy inoportunas- Vine por tu madre para llevarla a casa y les traje el asado que tanto le gusta a Regina.
-Gracias Mary, es muy amable de tu parte, no he comido asado desde que- Tragó saliva- Desde que es estaba en preparatoria- Estoy segura que diría que desde que nos fuimos.
-No agradezcas, por cierto, me regalaron dos boletos para un partido de baloncesto de los Lakers contra los Bulls, ni Ingrid ni yo somos muy fanáticas, así que pensé que te gustaría ir.
-Eso sería increíble, hace mucho que no voy a un partido de los playoffs de la NBA, pero no puedo, no quiero estar lejos de Emily a menos que sea por trabajo, te lo agradezco- Declinó amablemente.
-Regina, somos muchas personas que estaremos encantadas de pasar tiempo con Emi- Intervino mi madre Rubia- De hecho, ese día había pensado que Mary, Cora y yo podemos pasar un tiempo de abuelas con nuestra nieta- Dijo con una sonrisa y la miré con sospecha mientras Regina debatía si aceptar.
-Siendo así, te compraré los boletos y le preguntaré a Lexie si quiere ir, no estoy segura de que sea fanática del baloncesto- Habló distraídamente y yo hice una mueca ante su intención de llevar a su novia, lo cual era normal, pero no por eso odiaba menos la idea.
-Emma puede ir contigo, ella se muere de ganas de ir a ver un partido en vivo desde hace tiempo ¿No es así cariño?- Me preguntó mi madre morena y la miré sin comprender- Inclusive nos pediste los boletos porque ya no alcanzaste y querías ir con Belle- Me sonrió e hizo un gesto para que le siguiera el juego.
-Oh es verdad, pero Regina es más fanática del baloncesto, así que debería ir y llevar a su novia- Dije con una sonrisa resignada.
-No, mejor vayan Belle y tú, ya iré en otra oportunidad- Se encogió de hombros y mis madres rodaron los ojos, yo tuve que hacer un esfuerzo para no abofetearla por lenta.
-¿Hay algún problema en que vayan juntas a un partido de baloncesto?- Preguntó algo exasperada Ingrid y Regina y yo nos miramos y negamos con la cabeza- Entonces ya está, mañana temprano le damos los boletos a Emma, el partido es a las 6pm- Se despidieron y cuando Ingrid me besó me susurró- Emi nos dijo sobre el complot, estamos dentro- me guiñó un ojo- Emi nos dijo que ahora Emma es su mamá también, estamos felices por eso.
-Sí, también yo, parece que mi monita y Emma se enamoraron a primera vista- Dijo con una sonrisa encantadora.
-Lo hicimos, tuvo un gran efecto en mí desde que la vi por primera vez, igual que cuando conocí a su madre- Le guiñé un ojo.
Parece que tengo más aliadas en este complot para recuperar a mi Brownie, lo siento por su novia, pero en la guerra y en el amor, todo se vale, haré todo lo que pueda para hacerle ver a Regina que nadie va a amarlas a ella y a Emi como yo.
Continuará...