No puedo ver la diferencia,
Esta sonrisa malintencionada luce igual a las que me sacas con tus palabras,
Sé que no puedes entenderme. Tú y yo no hablamos el mismo idioma,
Fuimos criados en una tierra sagrada, violada por reyes,
Pero no puedes manejar los secretos que me esforcé por transmitirte.
En lindos cuadros los pinté; en bellas melodías los compuse,
En elegías ocultas los recité; en imponentes construcciones los mantuve,
Aún así, eres la elegida. La corte habló,
Debatió y decidió, mas ni cuenta me di yo.
Seguramente no eres tú, ¿qué sigues haciendo en mi camino?,
Ellos dicen que sí, asienten sin más,
Es otro engaño; ya me han engañado antes,
Susurran que estoy loco, pero al fin hallé lo que había después,
No lograron ocultarlo para siempre, ya adopté una nueva realidad.
Fuiste tú; te maniaté y jugué, me aburrí y te liberé, pero jamás te dejaré ir,
Te he capturado, de forma justa eres mía,
Mi mascota, por haber llegado a mí, gateando.