Pov ____:
Pasaron los días, comencé mi trabajo, ahora vivo sola, adopté un gato, mi novio va más seguido al instituto y me paso los días estudiando, preparándome para la época de exámenes.
..
Llegó el viernes luego de una ardua semana.
Hacía tiempo que no nos encontrábamos todos los chicos, así que organizamos una reunión de los altos mandos de la ToMan.
Más allá de mi estrés y cansancio, debo adaptarme a el ritmo de mis compañeros de pandilla y acatar las ordenes de mi novio.
La reunión es exclusivamente para enfrentarnos entre nosotros.
No sé que va a resultar de esto.
Por las dudas avisamos a Emma para que llame por una ambulancia si es necesario y no... no exagero.
Yo no sabía que a veces se reunían para medir sus fuerzas.
Pero para mí, es mejor, pues no se que tan cerca o lejos estoy de su nivel.
Este pequeño encuentro no afectará en jerarquías ni mucho menos, simplemente necesitamos saber en que condiciones estamos.
Nos reuniríamos en la noche así que, mientras tanto, tenía un tiempo libre luego de salir del instituto.
...
Hoy un chico del instituto se ofreció a acompañarme a casa, era un senpai, un par de años mayor que yo.
Obviamente rechacé la oferta porque siempre iba algún integrante de la ToMan a buscarme.
Pero parece que hoy, todo sería distinto.
Al salir por las rejas del colegio noté que no había ninguna moto, era posible que haya ido alguien a pie así que me entretuve algunos segundos observando a mi alrededor buscando alguna chaqueta de la pandilla.
Los resultados fueron negativos, no había nadie de la ToMan.
-____, disculpa que sea tan molesto - habló el chico anteriormente mencionado, apareció corriendo detrás mío luego de ver cómo comenzaba a caminar sola.
- Oh, no pasa nada. Dígame senpai - lo miré deteniéndome en el lugar.
- Em... llámame Kenta, no me molesta. - dijo rascando su nuca.
No me molestaba conversar con él, pero debía apresurarme para cambiarme y calentar mis músculos y así luchar esta noche.
Los chicos no se van a contener conmigo, o eso espero.
-¿Quieres que caminemos mientras hablamos? - pregunté al de pelo negro.
- Claro, además... ya sabes, está vez quería acompañarte. - dijo colocandose a mi lado y comenzamos a caminar.
El chico hablaba de muchas cosas, de los exámenes, me contó que era capitán del equipo de Handball y un par de cosas más.
Finalmente llegamos a mi casa.
- Muchas gracias senpai - dije haciendo una leve reverencia.
- D...dime Kenta. Y no hay de qué.
Me di vuelta con una sonrisa para abrir mi puerta, pero una mano detuvo la acción.
Levanté mi vista hacia un costado y ahí estaba este chico. Bastante cerca para ser sincera.
-___... yo... quería confesarte.. que me gustas. - Kenta estaba algo sonrojado y bastante cerca mío.
Di un paso hacia atrás tomando distancia y aún con su mano sujetandome ya que aún no me había soltado.
Él me jaló juntando nuestros rostros y estampandome un brusco beso en los labios.
Me aparté enseguida arrojándolo unos metros hacia atrás, fui bastante bruta pero ¡Que horror! tengo novio y no lo conozco.
-¡¿Qué haces?!! - grité enojada.
- D..disculpa, creí que...
El rostro del chico desapareció de mi vista. Y ahora estaba en el suelo. Detrás de él estaba la "dulce" figura de mi novio.
Prometo que nunca no había visto con tal gesto.
El muchacho, en el suelo, hizo algunos ruidos de dolor pero estaba casi inconsciente.
No les voy a mentir, creo que el chico se lo merecía. En ningún momento insinúe nada con él, no lo conocía y me besó sin mi consentimiento.
La verdad es que me causaba algo de gracia la situación, así que se escapó una pequeña risa de mis labios.
- ¿De qué mierda te ríes? - preguntó enojado Manjiro.
- No me hables así. - respondí enojada.
- ¿Te causa gracia que te haya besado este idiota? ¿Te parece divertido? - Mikey no levantaba la vista del chico.
- No digas estupideces Manjiro. Ni siquiera lo conozco. Me causa gracia que haya recibido lo que merece.
- Estaba viendo todo. Desde que llegaron a la puerta. - ahora me miraba fijo.
- Y si lo viste acercarse ¿Por que no lo detuviste? - pregunté confundida y algo molesta
- Esperaba que te des cuenta y le revientes el rostro, pero parece que en el fondo si querías.
- Manjiro ¿Qué diablos dices? ¿Acaso te escuchas? ¿No haz visto como reaccioné?
- Pero tardaste mucho - se cruzó de brazos de forma infantil.
Me causó algo de ternura.
- Ven aquí - le dije acercándome juguetona para besarlo.
- No, ni lo sueñes. Tus labios acaban de besar a otro. - bajó su mirada y se paró encima de él muchacho.
- Okay. No más besos entonces - dije algo molesta.
- Bien, no más besos. - salió de encima del chico y se fue caminando por la acera.
Me di vuelta y entré a mi casa golpeando con fuerza la puerta al cerrarla. Estoy muy enojada.
- ¡Idiota! ¡Infantil de mierda! - grité a la puerta.
Me acicalé, me cambié de ropa y comencé a entrenar frente al espejo.
:Estoy tan, tan molesta. No puedo creer que esté enojado de verdad, era casi imposible evitar ese beso con el chico. Pero no, él ve ese 0,001% de posibilidades de evitarlo y cree que yo aceptaba que pase eso.
Ya suficiente estrés tengo con el colegio para que ahora este peleada con mi novio. "
- Estúpido.
...
Me encaminé al punto de encuentro, esta vez sería en un estacionamiento. Nadie suele andar por esta zona.
A mitad de camino oí unas motos a lo lejos y,sin duda alguna, la de Mikey venía ente ellas.
"Tsk, lo que faltaba"
En menos de un minuto llegaron a mi lado y se detuvieron.
Yo estaba encapuchada con una sudadera negra debajo un top deportivo y mi joggin gris claro.
- ¿Vienes? - preguntó frío Manjiro.
Ignoré su pregunta y miré detrás de él, caminé por su lado sin voltear a verlo y me subí a la moto de Mitsuya.
- ¿Quieres que me mate no? - preguntó mi amigo susurrando.
- Sh. -respondí
Mikey aceleró y despareció en el camino.
Detrás de él las motos se movieron.
Llegamos al sitio. Nos bajamos y caminaron al centro.
Yo estaba nerviosa y enojada, con un nudo horrible en la barriga.
Me aparté del grupo y me apoyé en una farola detrás mío, y aún más apartada estaba Emma.
Los observabamos desde lo lejos.
- Bien - dijo fuerte Ken -Ya saben de que va esto, lo hemos hecho durante años.... - hizo una pausa - faltan algunos pero eso no es motivo para dejar de hacerlo.
- _____. - habló Mikey fuerte causandome temor con ese tono de voz.
Caminé hacia él con las manos en los bolsillos y me coloqué enfrente.
Intentando parecer ruda saqué mis manos y desenvolví un caramelo, lo metí a mi boca y miré fijo a Manjiro.
Eran sus dulces favoritos, los había comprado para él, pero se los pierde por celoso y exagerado.
Más allá de la actuación, piernas temblaban de forma casi imperceptible, tenía un nudo en aumento en la barriga y creía que si la tensión entre nosotros continuaba así, iba a desvanecerme pronto.
Manjiro ignoró mi acción y con su mano señaló la farola en la que estuve anteriormente.
- Tu te quedas ahí - dijo sin más.
Caminé dándole la espalda y me apoyé de nuevo con los brazos cruzados.
Claro en mi mente me sentía "ruda".
Primero hicieron un "todos contra todos" , Mikey observaba y, desde lo lejos, yo también.
Observaba un poco la pelea y otro poco a mi novio, es tan lindo hasta cuando está enojado.
Como era de esperarse terminaron agotados y lastimados, pero debían continuar.
Luego se enfrentaron:
Chifuyu - Smiley
Chifuyu - Mitsuya
Mitsuya - Smiley
Todas las veces que me acerqué para hablar y pedir que me elijan, fui rechazada con un "¿Qué te dije? , por lo que solamente, podía volver a mi lugar y seguir observando desde lejos.
Como era de esperarse, no podrían enfrentarse a Draken ni a Mikey.
Entonces antes de que hablen para finalizar interrumpí rápidamente.
-Ahora... ¿Ya están lo suficientemente débiles para enfrentarse a mi? - pregunté mirando de reojo a Mikey.
Estaba indignada, ¿Acaso cree que no estoy al nivel de ninguno de ellos?
- Mikey. ¿Puedo pelear ahora? ¿O me tendrás como una princesita que no se puede defender? - hablé fuerte.
Mikey me miró serio, frío y directamente a los ojos. Su mirada estaba vacía.
- ¿Quieres que me secuestren como aquella vez? - si, continuaba nerviosa - ¿No te preocu...?
- BASTA. - me gritó - no vamos a hablar de eso ahora.
- ¡Entonces hazme pelear!. - grite acercándome a él.
- No, basta. - dijo un poco más despacio.
- Prefiero que me golpeen mis amigos antes que mis enemigos. - dije nerviosa ya a pocos metros de él. - ¿Cómo quieres que me fortalezca si no me dejas pelear?
- YA B A S T A - pronunció remarcando las letras y acortando la distancia.
- Idiota - dije quitando mi mirada de la de él.
- Chifuyu - lo llamó Mikey.
Pov Mikey:
- Chifuyu - lo llamé.
Le daría la orden de pelear con ella.
Para darle el gusto, no quería que siguiera con ello.
Ella no necesita pelear, para eso estoy yo, para protegerla siempre.
El de ojos esmeraldas comenzó a caminar hacia nosotros, yo lo observaba fijo pero podía percibir la respiración agitada e irregular de ____ a mi lado.
Estaba volteando a verla, pero solo alcance a ver su pierna levantada y luego todo en negro.
Sentí mi cuerpo caer de rodillas y recuperé la visión.
Me puse de pie y voltee a buscarla.
No podía estar enojado, era por muy poco la misma patada que la mía.
La vi alejarse enfadada en dirección a las motos.
Una gota de sangre salió de mi nariz y orgulloso de mi chica esbocé una sonrisa.
- Ey - hablé - creo que te has salvado - dije a Matsuno.
Sin borrar esa tonta sonrisa de mi cara ordené que se retiraran.
Caminé con ellos hacia las motos. ____ estaba esperando a Mitsuya.
- Vuelves conmigo - dije a mi novia y me senté en un pequeño muro de concreto.
Ella miraba el suelo, la capucha tan grande tapaba su rostro.
No sé si sentía miedo, culpa, risa o ira.
Se acercó a mi sentándose a mi lado.
El silencio era incómodo pero lo mantuvimos al menos unos 7 minutos.
Por momentos me sentía orgulloso de ella, luego culpable por lo de la tarde, y después ansioso por robarle un beso, ese beso que le había negado en la tarde.
Jamás alguien había logrado causar tantas sensaciones en mi, y en su mayoría son cosas lindas.
- Sabes... - hablo ella, menos mal - detesto estar peleada contigo.
No sabía que responder, yo pensaba lo mismo, pero solo la miré.
Ella miraba el suelo y estaba con... lagrimas en sus ojos.
- Hey, tranquila. Es mi culpa. - hable tocándole un hombro.
-Si, lo es - respondió ella firme
Eso no lo esperaba
- Tú - continúo - Eres celoso, está bien, pero a veces exageras. A mi también me hubiera molestado ver algo así, pero oye, lo aparté, le grité... - su voz se quebraba.
- ____, no llores.... no lo hagas. Sabes que no es tu culpa.
-No... no lo es pero... - lágrimas ya salían de sus ojos - odio que te enojes, que me ignores, porque... siento que ya no me quieres y... yo sé que a veces hago las cosas mal y eso te cansará en algún momento.... pero.. no quiero que me dejes, no lo soport..
La calle con un cálido y corto beso.
- No sigas - la miré a los ojos y sequé sus lágrimas. - No podría dejarte, no podría dejar a la persona que me hace feliz, la persona que quiero, que me gusta - me coloqué enfrente de ella algo agachado - esa hermosa muchacha que casi siempre está de buenas, la chica que me roba sonrisas todo el tiempo, la que me soporta en las buenas y sobre todo las malas.... no podría dejarte. Eres mi todo.
Simplemente las palabras salieron de mi boca.
Observaba sus facciones, el brillo de sus ojos, el maquillaje corrido, la curva hacia abajo que sus labios dibujadas por el llanto.
Dios mio que cosa más hermosa.
Ella titubeando un poco pasó su manos por mi cuello y me acerco tímidamente.
Acorté esa distancia en un movimiento brusco y la besé.
La besé con ternura, con tranquilidad, con todo el cariño que sentía por ella.
Nos besamos unos minutos, entre mocos que se le caían, algunas risas y algún que otro apretón en sus nalgas.
Finalmente, una vez más tranquilos, subimos a la moto y nos encaminamos a su casa.
En el camino cruzamos un puesto de comida rápida y la invité.
Comimos al lado del puesto, reímos y hablamos de cualquier cosa.
Simplemente esa sonrisa, SU sonrisa, podría mantenerme embobado toda la vida.
Terminamos de cenar y continuamos nuestro camino principal.
Llegamos y coloqué la moto en el pequeño patio delantero.
- Oye.. ____. - Le hablé, mientras ella colocaba la llave en la puerta - ¿Desde cuándo sabes usar esa patada?
- Mmh... después de mi secuestro. - miró el suelo.
- ¡¿En que momento entrenaste?! - pregunté exaltado.
- Casi... casi todos los días, en la habitación de Emma.
Me quedé en silencio pensando.
Debe haber entrenado mucho para lograr esa velocidad y fuerza... o... en el peor/mejor de los casos, tiene un don innato.
En fin, le costaba un poco abrir la puerta. Ya me estaba causando gracias así que me acerqué a ayudarla.
- Yo puedo - me dijo seria
Continuaba forcejeando y la situación se volvía más divertida.
La observé un rato, esta vez colocándome un poco detrás de ella y me distraje viendo su cuerpo.
Finalmente se puso de cuclillas intentando mirar por la cerradura, buscando alguna obstrucción.
Pero verla así...
Era inmenso el calor que inundaba mi cuerpo, e imposible de controlar ,también lo era, el crecimiento del bulto en mis pantalones.
- ____... - pregunté ansioso - ¿Me dejas intentar?
Ella giró su cabeza aún en esa posición.
Su rostro estaba algo rojo por el enfado y esfuerzo que requería la puerta.
Se levantó acomodando el pantalón que se había incrustado donde no era cómodo y extendió hacia mi el manojo de llaves.
Algo nervioso y sonrojado caminé a ella y tomé las llaves. Las coloqué en la cerradura e hice fuerza con mi hombro contra la puerta logrando destrabarla.
La necesidad que sentía por su cuerpo superó mis límites al abrir la rebelde puerta.
♡♡♡♡♡♡
Se viene una larga noshe
Holis
Ya se ya se.. "la escritora actualiza cuando quiere"
Pues no.
La escritora se wa morir con tantas cosas que hacer.
Escribir es un hobbie por lo que lo hago cuando estoy inspirada y... de esa forma surgen buenos capítulos, una buena historia.
Dicen que lo bueno tarda en llegar (?
En fin, paciencia.
Los quiero ♡