Opening
Dylan
Jeremy actúa extraño, no sé qué ocurre con él, pero me preocupa.
Estamos los dos sentados en un sillón de su sala viendo una peli.
Le sostenía la mano y recargaba mi cabeza en su hombro, y eso me encantaba. Me gustaba sentir su piel contra la mía, me gustaba mucho, y aun mas viéndolo sexy, con esa camisa de tirantes blanca y ese short, sí que me ponía.
Pero lo notaba tenso, y llego a un punto que no pude más.
Alcance el control del DVD y le puse pausa, me le quede mirando un rato, pero el solo seguía mirando a la pantalla.
-Jeremy...-.
No contesto
-JEREMY-.
Sacudió su cabeza como si estuviera en trance, me miró fijamente y solo sonrió.
-¿Que pasa amor?- Con su sonrisa empezó acariciar mi pierna.
-¿Que te sucede? Últimamente te eh notado raro...-.
-Raro, si sigo siendo el mismo de siemp...-.
-No me salgas con eso, dime que te pasa-.
-...Nada amor, no me pasa nada-. Con un ágil movimiento logro sostenerme de mi cadera y me había aproximado a él.
-¿Nada? No creo que te pongas así por nada....-.
Me miro inexpresivo, me acaricio la mejilla y me beso.
-Dylan....¿Me quieres?...-.
-Que si te quiero...Jeremy, te amo, hiciste que mi vida tuviera sentido...¿Porque lo dudas?-.
-No no, digo...que si me quisieras aun pase lo que pase-.
-Jeremy...claro qu...-.
-Prométeme algo-
Agarro mis dos manos y las sostuvo fuertemente.
-Lo que sea-.
-...Prométeme, que aunque el día se torne negro, si las estrellas cayeran, si el mismo sol explotara justo ahora...prométeme que si por alguna razón, yo ya no tuvieras salida...tú te salvarías por los dos...-.
-¿Qué?...Jeremy de que...-.
-Promételo....promete que te salvarías tu antes de arriesgarte por mí...si me amas, promételo...-.
Había puesto más presión a mis manos que llego a dolerme.
Di un solo y fuerte suspiro.
-Si...te lo prometo Jeremy-.
Me dio un gran abrazo. Temblaba pero no lo mencione.
-Yo te prometo...-.
Se separó y me miro a los ojos.
-Te prometo, que no dejaría que te pasara nada...daría mi vida por ti...daría lo que fuera por mantenerte a salvo, y si es necesario vendería mi alma...-.
Fucione mis labios con los suyos, no por deseo, si no para ya no seguir escuchando esa puñalada de palabras.
Sus labios seguían siendo suaves, y tenían sabor a palomitas.
Me senté sobre él, rodee mis piernas alrededor de su cintura, y sin esperar más empecé a quitar su camisa.
Me excitaba demasiado, como siempre, me preguntaba cómo alguien como él se había fijado en mí, él tiene un cuerpo espectacular.
Sus brazos rodeaban mi cadera y yo solo tocaba su pecho.
Aun con nuestros labios fusionados y yo rodeando su cadera con mis piernas, Jeremy se levantó y comenzó a subir las escaleras.
Me sostenía de mi trasero para evitar que me cayera.
Al llegar al su recamara me coloco sobre su cama, y sin darme cuenta ambos estábamos desnudos.
Su miembro tocaba mi abdomen, su boca recorría mi cuello, y yo tocaba su espalda.
-Hoy solo quiero ser tuyo- Le dije en un susurro.
-Siempre has sido mío-.
Dejando un camino de besitos llego hasta mi miembro, acariciaba mis piernas, y de momento empezó se lo metió a su boca.
Esa sensación aun seguía siendo nueva para mí, sentir la calidez de su boca era especial.
Después de un rato Jeremy se acostó, dándome a entender que era mi turno.
Empecé por sus pectorales, que además de que estaban muy bien marcados era lo que lo hacía aún más atractivo.
Lentamente comencé a bajar hasta su pene que lamí durante un rato.
Jeremy sacaba suspiros durante el tiempo que chupaba sus genitales.
-Es...espera...detente que no te voy a durar-.
Rio por su comentario y me coloque frente a él.
-Entonces has que dure-.
Nos besamos hasta que Jeremy se colocó frente a mí.
-Aunque no tengamos relaciones con otros, será mejor que usemos condón siempre- Aconsejo Jeremy con su blanca sonrisa.
Abrió el paquetito y se colocó el condón.
Coloque mis piernas sobre sus hombros hasta que lentamente Jeremy fue entrando a mí.
Y si además de mamar era una nueva experiencia, ser penetrado era otra.
Cada vez que entraba más y más sentía como si me lograría partir en dos, bueno, con el tamaño del miembro de Jeremy no me era de sorprender.
Cada embestida que Jeremy daba cada vez era más profunda y más rápida.
Sudor nos comenzaba a bañar cada minuto, pero verlo directo a los ojos en estos momento era penetrante.
Su cara se tornaba de color rojo, y cada vez que me besaba suspiraba en mi boca.
-..ah...Dylan...-
Sus movimientos se profundizaron más y más, hasta que sentía como empezó a masturbarme.
-Jeremy...-.
Ambos movimientos eras más y más rápidos hasta que empezamos a llegar al orgasmo.
Jeremy y yo dimos un grito al unísono, eyaculando al mismo tiempo, yo en su mano y mi pecho y el dentro de mí.
Jeremy se desplomo junto a mí con cortadas respiraciones, pero con esa típica sonrisa.
-Fue...fue...maravilloso...- Hablaba entrecortado por falta de aire, me abrazo y me dio un besito en la mejilla. Hasta que se quedó dormido.
Durante un rato lo admire, era el sueño de cualquier chica y chico, alma noble, cuerpo admirable, y esa sonrisa blanca.
Pero a pesar de todo eso ¿Cómo era que cuando lo conocí, trataban de alejarme de el?.
Un leve ronquido me hizo despertar, mire junto alado y era Jeremy. Aun me seguía abrazado, con una pierna sobre las mías.
-Jeremy-. Lo sacudí para que se despertara.
-¿Qué? Eh ¿qué? ¿Qué pasa?-.
-Nada, solo quería ver esos lindos ojos-.
-Payaso- Me beso suavemente en los labios.
-Jeremy...-.
-Si bebe-.
Me senté rectamente y lo mire serio.
-¿Porque te odian?-.
-¿Heee?-.
-Es que cuando recién me mude, bueno, querían que no me acercara a ti-.
Me miro unos segundos
-Porque era un imbécil-.
-No enserio-.
-Es enserio, trataba a todos como insectos...-.
-Pero...-.
-Eso ya no importa, ahora solo me importa cuidarte para que nada malo te pase...-.
Sentí como mis mejillas se tornaban rojos. Le acaricie su cachete y lo bese.
-Vomitas arcoíris de unicornio rosa, pero amo cuando te vuelves cursi-.
-Solo por ti soy así-.
Recargue mi cabeza en su pecho, y solo escuchaba su respiración y su latir de su corazón.
-Dylan...-.Le escuche decir después de un rato- Quiero saber más de tu vida anterior, quiero decir, antes de que te mudaras, y de lo que ya me contaste...-.
Sentí un gran nudo en mi garganta.
-¿Que más quieres saber?, sufría bullying, era un marginado, y todo era por Jorge...pero cuando recuerdo que está en la cárcel me tranquilizo un poco-.
-¿Aun tienes esas pesadillas que me contaste?-.
Si las tenía, y cada vez eran más frecuentes, pero lo que me preocupaba era que en ellos Jeremy comenzó aparecer, pero ya no era yo quien recibía los golpes, si no el.
-No...Ya no los tengo...-.
-Eso me tranquiliza...y...Dylan...¿qué pasaría...si algún día...saliera ese tal Jorge de la cárcel?....-.
-Cállate Jeremy- Salté de la cama- Jamás pienses en eso...-.
-Solo quiero saber...-.
Mis manos empezaron a temblar, al igual que mis piernas.
-Bueno, supongo que estaríamos en problemas...-.
-¿Los dos?-.
-Si...veras- Me volví a acostar a su lado- Cuando arrestaron a Jorge, me dijo que lo esperara...me dijo que volvería por mí...y que...y...-.
-Y que acabaría con cualquiera que se acercara a ti ¿no?...-.
-No quiero que te pase nada Jeremy...-.
-Tranquilo- Sostuvo mi cabeza con ambas manos y pego su frente con la mía- No dejare que nada te pase, y si sucediera...moriría antes de que te alejaran de mi lado....-.
Lo abrace temblorosamente.
-Bueno amor, no pienses más en eso, así que dime, ¿listo para mañana?-.
Por supuesto...que no... mañana es la ceremonia de aniversario del instituto, donde tendré una presentación...cantando...frente a todos...más de doscientos alumnos...
-Este...-.
-¿Nervioso?-.
-Algo-.
-Tranquilo, estere ansioso por oírte cantar...como cuando quería verte desnudo por primera vez...-.Lo mire ruborizado, pero el solo sonreía.
-Aunque claro, ahora mismo lo estás, junto a mí...mostrándome esas adoradas y suaves nalg...-.
-Dios...Jeremy...-.
-¿Qué? Estas guapetón novio mío, y como dice la canción de Rio Roma, Eres mi Persona Favorita...claro, antes que yo-.
-Jaja Chistosito...mejor cállate y bésame fortachón-.
Sabemos que el reloj siempre avanza y que nunca se detendrá, y cada segundo a su lado es mejor que el anterior, y si muriera en los próximos minutos, me gustaría que sus ojos fueran lo último que viera.
-Ya llegue hijo-.Escuchamos la voz de su madre, que cerraba la puerta de la entrada.
-MI MADRE...-.
Inmediatamente Jeremy y yo como locos empezamos a vestirnos, pero las pisadas de que subían las escaleras nos decía que no teníamos tiempo.
-Dios dios dios, si nos encuentra así seguro que nos fusila a los dos...estoy seguro que algún día se tendría que enterar...pero no así, en mi cuarto desnudo junto a otro chico...y en su casa-.
Desnudo se paseó por la recamara pensando rápidamente en una solución. Me miro, recogió mi ropa y me la aventó.
-Ten...sal al balcón y escóndete detrás de las macetas-.
-¿Qué? Que salga, Jeremy alguien puede verme, además mira, tengo una erección al 100...-.
-Lindo...-.Sonrió pícaramente y me beso.
-Jeremy...-.
-¿Hijo?-Se escuchaba a su mamá detrás de la puerta.
-Corre, sal de aquí...te escondería debajo de la cama pero es lo primero que revisa-.Susurro. Me empujaba para que saliera al balcón y una vez que me saco, cerró la puerta.
Me tape con mi ropa mi erección, me escondí detrás de unas macetas y permanecí callado.
-Jeremy, ¿porque le pones seguro a tu puerta?, ¿y porque andas semidesnudo?-. Escuchaba decir a la madre de Jeremy.
-Ay mamá, ya no tengo 5 años, además estaba a punto de meterme a bañar...-.
-Y mira esto-.
Lentamente me asome para ver que sucedía, y como había dicho Jeremy, su mamá estaba arrodillada viendo debajo de su cama.
-¿Desde cuando no limpias tu cuarto?-.
Mi mirada se desvió rápidamente y mi corazón dio un gran salto al ver el condón que había usado Jeremy, pegado en el piso. Jeremy lo vio igual que yo, y mientras su mamá se levantaba lo único que pudo hacer fue pisar el condón con sus pies descalzos.
-Lo limpiare pronto mamá, y como sé que no te gusta la suciedad- Empezó a decir mientras tomaba de la mano a su madre y salían junto de su cuarto- será mejor que salgas de aquí, ve a prepárate una taza de té, o ve la rosa de Guadalupe que yo me voy a bañar y de inmediato me pongo a limpiar-.
Cerró la puerta y me vio con cara de alivio. Se despegó el condón de su pie y me lo aventó mientras yo aguantaba la risa.
-Lo que está dentro es lo que provocas que expulse cuando me seduces-.Ambos nos reímos ya que era verdad.