Amor Entre Mundos Distintos

By Killedfics

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Goku x Melascula un extraño encuentro cambiará la vida de una demonio y un saiyajin. Créditos de la portada a... More

Capítulo 1 - Humano.
Capítulo 2 - Preocupación.
Capítulo 3 - Tragedia Después del Encuentro.
Capítulo 4 - Confrontación.
Capítulo 5 - Declaraciones Inesperadas.
Capítulo 6 - Llamado.
Capítulo 8 - Pecado.
Capítulo 9 - ¿Comienzo?.
Capítulo 10 - Te quiero.
Capítulo 11 - Melascula.
Capítulo 12 - Mi deseo.
Capítulo 13 - Tentación.
Capitulo 14 - Confesiones.
Capítulo 15 - Errores del Pasado.
Capítulo 16 - Rey demonio.
Capítulo 17- Verdad.
Capítulo 18 - Hambre destructiva.
Capítulo 19 - Caos.
Capítulo 20 - Final.
Epílogo.
No tengo miedo.
Reencuentro.
Fin

Capítulo 7 - Llamado

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By Killedfics

personajes utilizados en esta historia no son de mi propiedad, créditos a sus respectivos creadores.

no pudo sentirse capaz de contestar, por qué ni siquiera sabía en lo que indagaba, al principio no la vio más que alguien a la cual prestar ayuda con urgencia, de ahí que evadiendo lo que creía correcto la trajo a su hogar, luego ni siquiera pensó en qué momento la comenzó a considerar una amiga, ella le rechazó desde un principio y tal vez el que se equivocó fue él. No debió preocuparse por una demonio de esa manera, pero a pesar de todo lo que habían pasado... ¿la odiaba?, ¿en realidad la detestaba por todo lo que había hecho o dicho?, ¿así se sentía realmente?.

la diablesa notó el silencio del saiyajin, pero no renunció a la respuesta que esperaba, quería borrar sus dudas y por ese momento se olvidó de todo, de su misión, de los mandamientos, britannia y el rey demonio, solo era ella y goku, pero todo era difícil, el sudor recorría la mejilla del Son y su boca se vio incapaz de pronunciar una palabra, se perdió en la oscura retina de la chica, sintiendo la calidez ajena de aquella piel y de la respiración que percibía, no había otra forma de decirlo, todo esto era extraño, que una mujer le hiciese poner nervioso estaba mal y cuando apreció todas las facciones de la mujer recordó la primera pregunta que ella le hizo.

-meláscula chan es muy linda.- al fin había hablado, los ojos de la dama se abrieron ante ese comentario. Lo que quería escuchar y de la persona que quería hacerlo al fin le había sido otorgada, su corazón se negó a mantenerse tranquilo y palpitó como nunca lo había hecho, acaso se sentía ¿feliz?.

-entonces no me odias.- concluyó y no pudo no sonreír. Por primera vez la miraba de esa forma y se sintió incapaz de decir lo próximo que pensó aclarar, ella puso su cabeza en el pecho del son y se acurrucó lo mejor que pudo, ahora nuevamente creyó que todo estaba aclarado, pero no era así, se equivocaba como lo hizo con la primer disculpa que ofreció y pensaba que todo se solucionaba así de fácil creyendo que si había encontrado a ese humano debía ser de ella, no lo compartiría con nadie, sentía que esa amabilidad no le pertenecería a nadie más.

no reprochó por dormir junto a él, está en sus genes ser ambicioso con lo que desea para sí misma, lo reclamaría como suyo de ahora en adelante. -mi humano...- murmuró en medio de la noche, su esclavo, su siervo y el único que le mira distinto a los demás.

cuando los rayos del sol trajeron calidez, cuando las aves anunciaban el bello amanecer y cuando notó la ausencia de alguien en aquel colchón entendió que debería dejar el sueño de un lado.

era agradable de alguna manera, el sentir esa calidez sobre su piel, percibir el aroma del chico aún en las sábanas era muy placentero. No era como el descanso antes de la guerra o como el sello que la había aprisionado por milenios, se sentía más cómoda que nunca y al abrir los ojos solo pensó en encontrar al chico, su deber y el propósito al que debía servir no cruzaron por su mente.

-gokú está haciendo comida.- solo con escuchar el aceite hervir, las brasas quemarse y el agradable aroma se daba una idea, su bella cabellera se descubrió de entre la tela con ojos perezosos que tardaron un momento en aclararse, decididos a encontrar al humano de la casa y no tardó mucho en hacerlo, porque el recinto era muy pequeño.

saliendo de la habitación dio con él.

-buenos días Meláscula- chan...- girándose y sonriendo ofreció el saludo. -puedes sentarte, el desayuno estará listo pronto.- hizo caso y tomó asiento, pronto los platos se posaron en la madera, degustaría lo que gokú preparaba para ella.

gokú no dijo mucho después de ese saludo, se limitó a desayunar en silencio, en ordenar la casa sin dirigirse a la demonio. No es que no quisiera hablar con ella, es solo que desde la noche anterior buscaba la respuesta a la declaración que ella le había dado.

-¿gokú?.- un llamado le sacó de su pensamiento y la pudo ver sobre el marco de la ventana, ella se había dado cuenta de la actitud que ese chico está demostrando.

-pasa algo Meláscula-chan?.- sacudió su cabeza y se dirigió a la peli-rosa que abrazó sus bellas piernas antes de contestar.

-estás extraño otra vez, ¿qué pasa?.- fue directa, el chico rascó su cabeza al saber que era muy evidente.

-no es nada, es solo que estaba pensando en el almuerzo.- se excusó causando que la chica levantase una ceja de duda. -por ahora voy a salir.- explicó y fue con dirección a la puerta, no obstante antes de que abriese el objeto la oscuridad de la demonio emergió y obstaculizó la salida.

-¿a dónde vas?.- inconforme con las explicaciones cuestionó, se podía ver en sus ojos la molestia que tenía. -¿vas a ir a esa colonia de humanos otra vez?.- interrogó de forma más concreta.

-no-no, yo solo pensaba ir a darme un baño.- sin pensar mucho habló, pero de ninguna manera sería suficiente para convencerla.

-¿supongo que te bañarás atrás de tu casa no?.- sin parar el inesperado interrogatorio siguió, claro que por el bien de los mandamientos no permitiría que el se marchase ni quería que regresase allá dónde las humanas parecen desearlo, quería tenerle cerca por alguna razón.

-pe-pero solo utilizo eso de vez en cuando.- pensó y rascó su mejilla tratando de procesar las palabras de la mujer. - hoy pensaba en ir al río que está cerca, también quiero pescar algo para el almuerzo.- explicó, ella tomó aire y luego desvió levemente la mirada.

-supongo que no te molesta que te acompañe.- supuso sin razón alguna, no es que fuese de esa manera, pero esto se tornaba un tanto extraño para el saiyajin.

-claro que no, pero si deseas puedes quedarte en casa.- de inmediato ella descendió de la pared y comenzó a flotar después de haber abierto la puerta. -estar aquí es aburrido, quiero ir contigo.- aclaró demostrando que no le dejaría ir solo.

el agua golpeaba con fuerza al caer de una pequeña cascada, el sitio era refrescante tan pronto se situaron a una orilla del río. 

las espesas hojas de los árboles apenas si dejaban pasar la luz directa del sol, pues aquel sitio se encontraba en un pequeño bosque, era bastante lindo a decir verdad.

-no sabía que te gustaba asearte en un lugar como este.- ella comentó observando a todos lados, no es algo que le llamase la atención.

-es muy refrescante en el verano, además hay muchos peces que puedo atrapar.- comentó, bajó de sus manos una canasta que traía consigo y se paró en el borde de la orilla. -hoy es un excelente día para nadar.- aclaró despojando todas y cada una de sus prendas a excepción de su ropa interior.

-o-oye, qué haces!.- le reclamó ante el poco pudor que mostraba y desvió la mirada inmediatamente. -¿hacer qué?.- cuando terminó se arrojó al agua y un chapoteo fue lo primero que se logró escuchar, ahí fue cuando los ónix ojos de la demonio señalaron al Son nuevamente que dejaba sobresalir sus mojados cabellos y rostro del cristalino líquido.

-ven Meláscula-chan, es muy refrescante!.- al sentir la agradable sensación se olvidó de sus dudas y solo pensó en divertirse, ella pareció notar su alegría y al menos en ese momento creyó ver al chico que conoció desde el principio.

pero dudaba de hacer lo mismo, nunca pensó en asear su cuerpo en un lugar como este, además le avergonzaba por alguna razón descubrirlo frente a él, parecía que olvidaba que estuvo desnuda desde que fue encontrada hasta que se mostró en aquel torneo.

-bueno, no es que vaya a estar de ese modo ahora.- pensó y se sentó en una roca, donde lo primero que despojó fueron sus largas medias que se extendían a lo largo de sus bellas piernas, rosas como el cabello de la mujer y lo hizo lento, un espectáculo que de alguna manera cautivó a gokú , porque solo de esa forma pudo apreciar de mejor manera aquella blanca piel que cualquiera pudo haber llegado a desear.

las prendas cayeron sobre la verde y suave hierba del lugar, por alguna razón él se quedó observándola cuando esas manos se dirigieron al pecho de la demonio con la intención de desabrochar los botones que cierran esa prenda, pero entonces una mirada molesta le señaló.

-¡¿qué es lo que miras?!.- le reclamó, en ese instante él se asustó por el repentino regaño y sumergió todo su cuerpo en el agua para ocultarse de ella, quien terminó por quitar esa única prenda que cubría su cuerpo y ayudándose de su oscuridad cubrió sus zonas más íntimas, recordó a su compañera Derieri cuando hizo eso.

caminó hasta la orilla aún con dudas de entrar, además gokú no había aparecido nuevamente y decidió buscarle con la mirada, pero en el instante en que apartó su atención del agua, unas manos le sujetaron de sus piernas y la arrastraron al río.

ni alcanzó a gritar cuando manoteaba en el agua algo agotada por el repentino susto, posteriormente gokú emergió y reía por la broma que acababa de hacer.

-e-estúpido.- exclamó enojada por el acto del joven, nada conforme con cada carcajada que de él nacía.

-¡debiste verte!.- contestó sin poder detenerse, ella entrecerró su mirada e hizo emerger su oscuridad rodeando a gokú.

-a sí?, pues dos pueden jugar eso!.- y de forma repentina aprisionó a gokú de sus extremidades y le envió hacia la profundidad. -¡a ver qué te parece esto!.- sonreía cuando miraba a gokú forcejear con las extensiones de su poder evitando ser hundido en el líquido.

-no, lo siento, ¡solo era una broma!.- se excusaba sin poder convencerla, porque la que ahora reía era ella.

parecía se divertían, se arrojaban agua el uno al otro, saltaban desde la pequeña cascada que formaba la pequeña laguna en la que nadaban y como se esperaba apaciguaron un día de calor fastidioso y después de algunas horas se encontraban descansando sobre las rocas comiendo algún bocadillo que el Son abría traído.

-siempre haces esto?.- ella preguntó, había recogido su larga y Rosa cabellera en una sola coleta, por otro lado gokú permanecía sentado en la orilla mirando su reflejo.

-bueno, por lo general solo me baño y lavo mi ropa, no me divierto tanto como lo hice hoy.- contestó trayendo un pequeño tinte rojizo a las mejillas de la diablesa. dijo lo mismo que ayer pero esta vez sí que pareció creérselo.

-bueno, ya que lo menciono, es hora de lavar la ropa.- se levantó y fue por las prendas que había traído y tirado en la hierba.

-lavarás tu ropa ahora?, eso es un desperdicio de tiempo.- habló y antes de que gokú recogiese la ropa sucia para mojarla un leve tinte rosa cubrió cada fibra de aquella tela, luego de eso un brillo le cegó momentáneamente al hacer efecto el pequeño conjuro que ejecutó en las prendas.

-¿qué hiciste?.- asombrado preguntó.

- solo he limpiado tu ropa con magia, es un conjuro sencillo.- explicó la dama e hizo lo mismo con la suya. -en la guerra es fastidioso cambiar o lavarla, la sangre no se quita tan fácil de esa forma.- siguió comentando, aunque gokú no pareció interesarle mucho porque ya no tendría que lavar sus prendas.

-gracias Meláscula-chan!.- fue sincero al verle a los ojos, de alguna manera ese rubor regresó otra vez, casi por nada parecía sentirse bien.

-me-me voy a vestir.- dijo con algo de dificultad, y formó un capullo alrededor de ella para que no la viese, cada vez todo cerca de él se le dificultaba.





decidió no regresar a casa de inmediato con la teletransportación, misma que aunque no pudiese utilizar de la misma manera le ayudaba bastante en sus largos recorridos, pero aquel día solo quería matar el tiempo antes de volver a casa.

-vas a preparar todo eso?.- ella interrogaba observando al pez que se recargaba en el hombro del joven, un gran ejemplar que ni siquiera sabía cómo podía vivir en un pequeño río como ese.

-no te preocupes, lo prepararé de la mejor manera y comeremos hasta que no quede nada de él.- contestó a la duda de la demonio que no se preocupó, el chico cocinaba delicioso así que todo estaría bien.

-hoy fue divertido.- comentó nuevamente, la sonrisa de siempre se dibujaba en su rostro, se preguntó hace cuanto no se sentía de esa forma, tal vez desde que se separó de sus amigos y familia a quienes solo tiene ahora como un recuerdo, uno que le permite mantener la esperanza de volverles a ver. -muy divertido...- musitó de forma débil mientras llevó su vista al cielo, ocho años, ocho largos años en los que ha vivido lo más aislado posible del mundo, solo esperando el día en que alguien venga por él.

y así como lo prometió, preparó la carne de la mejor manera posible y lo hizo fuera de la casa en dónde con una fogata cocinó al pez.

la noche terminó cayendo cuando al fin se dispusieron a cenar, llenos de la calidez que el fuego desprendía y cobijados por el cielo nocturno, no dijeron mucho en ese instante, solo parecían disfrutar mutuamente de la compañía del otro.

de alguna forma gokú terminó devorando la mayor parte del animal, cosa que le sorprendió a la demonio, bueno, tampoco es que fuese un humano ordinario así que podía ser pasable en cierto punto.

aquella noche decidió reposar en la cama que él había preparado para ella, no quería invadir su espacio nuevamente ahora que ya no tenía dudas que le quiten el sueño, aunque debía admitir que no era tan cálido como dormir con él.

-me pregunto cómo va la invasión...- susurró y antes de decidir dormir se acercó a la ventana que suele frecuentar y decidió pensar un momento. -si es así, qué harán con gokú después de haber conquistado britannia?.- era seguro a que vendrían por él y entonces ya tendrían una forma de vencerle, la pregunta era si podría hacer algo al respecto.

-gokú...- musitó sin dar con una respuesta y sin querer alargó un poco la vista a través del cristal.

 allá en aquella colina pudo verlo, solitario que vigilaba el cielo como aquella fría noche, una que no se diferenciaba mucho de esta, que hacía allí y en qué podía pensar, solucionaría esas dudas de alguna u otra forma.



-ocho años...- susurró, tal vez cuando la melancolía le invadía subía a ese lugar a vagar en el motivo de su existencia. -pronto serán nueve años...- murmuraba, sin despegar la mirada de una de esas brillantes estrellas que parpadeaban en la oscuridad de la noche, porque esa en particular carecía de luz lunar y eso las hacía resaltar mucho más. -me pregunto si en realidad nunca fui importante para ellos...- casi a veces decía cosas sin pensar mucho, balbuceaba para su soledad, pero olvidaba que no estaba solo, alguien le acompañaba.

-de quiénes estás hablando?.- la pregunta y la presencia de la demonio le tomó por sorpresa obligándole a volver a la realidad, pues sin darse cuenta tenía frente a él a la bella demonio intrigada por sus palabras.

-meláscula...chan.- fue lo único que pudo decir, ella se acercó con ese rostro que demandaba una explicación.

-¿para quién deberías ser importante?.- decidió interrogar otra vez, pero era fácil suponer que no daría respuesta.

-qué haces aquí Meláscula-chan, hace mucho frío.- ignorando la pregunta dijo, pero ella omitió contestar. -quienes son los que te despreciaron?!.- fue directa, había escuchado suficiente y se hizo la idea de que aquellos eran la causa de esa tristeza que parecía emanar.

-no es nada, olvida eso y regresemos a la casa.- se puso de pie e ignoró a la demonio, pero ella no se quedaría de brazos cruzados.

la oscuridad de la chica obstaculizó su camino y no le permitió seguir. -sucede algo?.- le preguntó y ella se acercó a él.

-¿qué es lo que me ocultas?.- sin titubear le interrogó levantando una ceja, solicitando una respuesta más concreta.

-no oculto nada, solo estaba tomando un poco de aire.- explicó, ella dudó.

-como sea.- terminó por decir y desvió la mirada. -no deberías salir en una noche así, puede ser peligroso.- y como si los papeles se hubiesen invertido, esta vez fue ella quien tomó la mano del son. -hay que regresar.- terminó por decir y le llevó a ese hogar, el nido en donde podría estar caliente y olvidó completamente el respeto por el espacio del hombre, porque antes de darse cuenta ya permanecía bajo la tela de esa blanca sábana que no era su cama y frotaba su mejilla contra el pecho del Son como la noche de ayer, asegurando en sus pensamientos que él debía ser de ella y nadie más.





no fue el canto de las aves ni la calidez mañanera lo que les hizo despertar, porque lo que interrumpió el reconfortante descanso fue un par de golpes que llamaron a la puerta, cosa que intrigó a goku en gran manera, pues en todo el tiempo que ha vivido ahí nunca alguien había golpeado la entrada de su hogar.

-¿sucede algo humano?.- aún entregada al sueño preguntó cuando el torso del saiyajin se levantó.

-alguien está llamando.- respondió, cosa que también terminó de quitar el sueño a la demonio.

-¿alguién?, me habías dicho que yo era la primera en venir aquí!.- pudo notarse un poco molesta al momento de decir eso, tallaba sus ojos tratando de aclarar la mirada.

-es así Meláscula-chan y no conozco a nadie que sepa dónde vivo.- explicó de forma seria, había algo que no andaba bien. -tengo un mal presentimiento.- informó, bastó de eso para que la demonio le diese un poco de credibilidad.

-como sea, iré a ver.- dijo y se puso su ropa antes de ir a la puerta, Meláscula le siguió en todo momento y se ocultó detrás de la madera del pórtico para que nadie la viese.

-¡ya voy!.- otra vez tocaron la madera con fuerza y de forma lenta quitó el seguro de la puerta para abrir poco a poco la misma, era extraño de una manera Meláscula podía notarlo en su rostro serio.

cuando sus ojos señalaron al exterior pudo ver a la que había interrumpido su sueño y la misma que había llamado. Ahí la conoció, una hermosa mujer de mirada dorada y cabello corto oscuro, tan oscuro como la noche de ayer.

era delgada con una ropa que dejaba descubierto bastante de su cuerpo, no es que la hubiera examinado de pies a cabeza con la mirada porque era algo muy evidente que podría grabarse con solo darle un simple vistazo, eso incluía la marca de jabalí que en su cuello se grababa.

-hola, ¿usted es el dueño de casa?.- fue la primera pregunta que esos rosados labios soltaron, su fina y encantadora voz hizo conocer a la demonio que se trataba de una mujer, cosa que le molestó.

-si, así es, puedo ayudarte en algo?.- contestó gokú sin permitir mostrar más que su ojo onix a través de la abertura que entre el marco y la puerta se encontraba.

-para ser sincera y directa, sí.- exclamó cerrando sus ojos y sonriendo levemente. -hace unos días un conocido mío fue asesinado por un grupo de demonios.- comenzó a hablar, cosa que alteró enormemente a la diablesa que a través de la pared escuchaba claramente la conversación. -esos demonios se hacen llamar los diez mandamientos, seres de fuerza formidable a los cuales detenerlos sería un trabajo imposible para una sola persona, cosa que usted pudo hacer fácilmente.- llevando un dedo a sus labios comentaba, con su mirada curiosa conectada con la suya pero tuvo que apartarla pues en ese momento sintió un leve pellizco provenir de su abdomen, la chica le indicaba negar a esas declaraciones como sea.

-mire, no hay necesidad de que escuche a la demonio que vive con usted.- solo bastó de esa frase para que todo se tornase preocupante, tanto que alteró a Meláscula inmediatamente, el mal presentimiento de gokú había sido acertado.

-mi nombre es merlín de los siete pecados capitales y quiero informarle que britannia necesita de su poder.- 

fin del capítulo 7

Bien, pues comenten o digan algo para saber si les gusta o no, que aunque no parezca si los leo.

Aquí el nuevo cap y espero que les haya gustado, espero que estén bien y sobre todo, gracias por leer.

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