Contexto: Eddie decide salir y disfrutar de una agradable cena, eso es hasta que Venom delibera por su propia cuenta.
Advertencias: ¿no?
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Miraba el menú con un minucioso ceño selectivo, indeciso sobre los tantos manjares que ofrecía el establecimiento.
-¡Que falta de respeto! Ni un solo platillo con chocolate.
-No siempre obtienes lo que quieres amigo.- ánimo divertido.
-¡Costillas! Suena exquisito, quiero eso.
-No, no, no, no amigo. Esta es la noche de Eddie ¿okey? No de Venom lo que significa que comeremos lo que yo quiera.
Obtuvo un gruñido en respuesta, cosa que solo alento su afable estado de humor.
Aunque porsupuesto, cualquier resignación por parte de Venom siempre resultaba demasiado buena para ser verdad.
-¡Mira a esa chica Eddie!-
Un delgado y oscuro tentáculo emergió de su hombro para apuntar repetitivamente la bella figura de una castaña camarera.
-Has que ella nos atienda ¡date prisa antes de que alguien más se adelante!
-Te lo dije amigo, es la noche de Eddie, solo Eddie decide quien-
-¡Ahora!
-¡Bien! ¡Bien! Esta bien, llamaré a la bonita camarera.
Y con el 'Si' alargado de Venom se dispuso a proclamar tu atención, su mano extendida creando un ademán de 'aproximate' logró su objetivo. En menos de un minuto yacias a su lado con una agradable sonrisa.
-Bienvenido a "El manjar Rosbif" ¿qué desea ordenar?
-A ti...-
-Oh bueno... ahora mismo no decido entre las costillas y el sirlon de rez ¿Que me recomienda, señorita?- su matiz, en separado de ser coqueto indicaba sensualidad. Reiste antes de inclinarte a imitar un susurro.
-Yo le recomendaría las costillas al horno con patatas, de ser esa su elección le daremos una maravillosa oferta por ser hoy el día de rosbif.
-Que chica....- gruño acalorado.
-Eso suena perfecto, ¡costillas serán!
-Deacuerdo, su platillo estará terminado en menos de cinco minutos, mientras tanto permítame traerle la bebida que concluye gratuita con su paquete.- antes de alejarte dedicaste una gentil sonrisa que al instante correspondio.
-Crei que no querías costillas.
-Bueno, no, no era mi principal opción pero ¿escuchaste sobre esa oferta?
-Porsupuesto "oferta"
-Ya callate.
Sorprendentemente el simbionte le concedió silencio. No por obediencia, no, lo único que pudo mantenerlo más atareado antes de contestar fue tu impecable precensia. El suave y meloso matiz que empleabas al hablar, la sonrisa risueña que abismaba dos hoyuelos en tus mejillas y el aroma que desprendía cada parte oculta de ti. Una mezcla de extractos naturales, remontandolos a una época desconocida de la que insinuaban haber vivido.
-Mira su trasero.
-¿Por que no vinimos aquí antes?
-Por que tu no tenías dinero, eras un desempleado que nadie queria- rie burlesco -.Igual que un leproso.
-¿Oh si? No eras muy diferente de mi en tu planeta. ¡Tu! eres el sinonimo de marginado.
-¡Yo! Nos hago invencibles, tengo trucos que jamás imaginarias, habilidades que ni en un millón de años replicarias, métodos de ejecución que te helarian la sangre, todo esto ¡el mundo podría ser nuestro! Pero tú, Eddie, eres el sinonimo de ¡marica! ¡Ahora disculpate!-
-¿Disculparme? No voy a disculparme con alguien que come cerebros de gallinas cubiertos de chocolate.
-¡Entonces me comeré el cerebro de ese niño!
-¿Disculpe?- tu suave voz sumando a una expresión de confusión interrumpió sus malévolos planes.
-¿Si?- contesto, acomodándose en su silla de manera torpe.
-Su bebida.- depositaste la copa frente a el, contenido amarillo burbujeante.
-Muchas gracias.
-Disculpate o paga las consecuencias.
-No.
Lo miraste antes de retirarte, nuevamente ofreciendo una sonrisa.
Pero algo te golpeo. Todo revolucionó con silencio, como si lo ocurrido tuviera más impacto que las propias conversaciones. Y si que lo tenía.
La mano de Eddie impacto contra tu glúteo izquierdo, creando un llamativo sonido que le heló la sangre.
Te giraste para compartir una mirada de sorpresa, el, al igual que tu se encontraba perplejo.
Tu mirada se transformó drásticamente. De cohibida a enfurecido. Lo siguiente llamo aún más la atención.
-Yo no-
-¡Como se atreve! ¡Degenerado!- tu palma aterrizó en su mejilla, girando su rostro bajo la risa furtiva de Venom.
Te marchaste de grandes zancadas, completamente indignada con su comportamiento.
-¿¡Estas loco!? ¿¡Como se te ocurre!?
-No me acuses de tus impulsos, Eds-
-Eres un- nisiquiera pudo finalizar la oración, el ardor en su mejilla lo hizo rememorar tu rostro lleno de ira.
Su mirada preocupada te ubicó desapareciendo tras una pared que conducía a la llave del arte culinario, no lo vislumbro más de dos veces para levantarse y seguirte, si embargo, a mitad de camino una mano en su pecho lo hizo detenerse.
-Señor, le pediré que se retire de este establecimiento.
-Pero-
-No me haga tener que llamar a seguridad.
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Su reloj marcaba las 10 en punto, la lluvia y las burlas de Venom lo acompañaban mientras esperaba.
-Admitelo Eds, eso se sintió de maravilla.
-Juro que me aprenderé fuego si no te callas de una vez.
Aquello resultó, por breves segundos al menos.
-¿Pero se sintió bien o no?
-¡Ya basta! ¡Arruinaste la noche de Eddie!
-¿Arruinar? ¿¡Hace cuanto que no tocabas un trasero!? Admítelo tú también querías
-¡Pero no así!
-¡Yo te lo advertí!-
-Todas estas ofensas habrían pasado por alto si por realista no hiriera tu orgullo, ¡muchas gracias Venom! Arruinaste mi posible oportunidad con esa camarera.-
Por alguna razón, lo dicho afecto más de lo previsto.
-¡Ya lo tengo!-
-No tienes nada, parásito chiflado.
-Tengo el plan perfecto Eddie.-
-Aja ¿y tu plan es?
-¡Secuestremosla! Ambos ganamos.
El humano parecio pensarlo.
-Bueno, yo pensaba más en una disculpa pero eso es....- callendo en la cuenta de lo que estaba considerando retrocedió es sus palabras. -¡Deja de manipularme! La violencia no siempre es la solucion.
-¡Ahi viene!-
El cerrojo de la puerta trasera fue abierto, camareros y camareras abandonaban el lugar, uno tras otro hasta que tu menuda figura se hizo entre la oscuridad del callejón.
-¡Señorita!- hablo el llamando tu atención, lo miraste antes de rodar los ojos y acelerar tu ritmo.
-Por favor, permita que le explique, no fui yo el que-
-¿No fue usted? ¿Va a decirme que algo lo obligo a faltarme de tal manera?- su silencio logro incrementar tu enfado. -Descarado.
-¡Esta bien! Lo hice, fui yo pero créame, no lo hice de manera conciente le ruego me perdone, ofenderla no fue mi intención.-
-¿Que creia? ¿Que iba a sentirme halagada?
-Porsupuesto que no, nuevamente, le ruego me perdone y, si usted me lo permite quisiera reparar mi error.
-¿Ah si? ¿Puedo saber como?
-No quiero que me malinterprete o me crea un desvergonzado, tampoco creo que sea la mejor manera de arreglar mis errores pero al menos así tendría la oportunidad de demostrarle cuán arrepentido me encuentro. Por favor, acepte salir conmigo.
Su rostro al igual que sus palabras demostraban arrepentimiento puro. Lo pensaste, y antes de que se resignara a tu indiferencia te acercaste con lentitud, tomando su celular del bolsillo de su chaqueta.
Condujendo a la aplicación de contactos para agregar tu número telefónico con el apodo de "Bonita camarera."
-Puede que te haya escuchado llamándome bonita camarera.
Sin más, te marchaste dejando a un perplejo y suspirante Eddie.
-Y conmigo no te disculpaste.
Disculpen no haber actualizado antes lxs amo♡♡♡