Capítulo 39: Intervención.
Ese mismo día, en otra parte de la ciudad, un pequeño rubio de cabellos rizados observaba demasiado preocupado el contacto de teléfono de su superior. Desde hace días que no pudo comunicarse con él para hablar de la situación, tampoco pudo saber cómo se encuentra y lo último que supo es que ahora pertenecía a Tenjiku y que se encuentran en guerra con esa pandilla.
Sus hermanos tampoco le quisieron dar muchos detalles del tema, en la Toman todos evitan por completo hablar de Sadao Satoru y eso es por culpa de Mikey. El comandante se muestra demasiado agresivo y hostil con la simple mención de ese nombre, pregúntale al último que habló de él y no podrá hablarte de lo mal que quedó a base de los golpes del hombre más fuerte de todos.
—Él está bien, después de todo siempre supo salir adelante por sí solo ¿No? — intenta animar Kazutora, sirviendo un poco para aligerar el ambiente en esa habitación.
Se juntaron en un bar para hablar del asunto de Satoru. En aquella reunión estaban Baji, Chifuyu, Takemichi, Kazutora, Touya, Yuzuha y la Mizo Gang. El plan principal era tratar de como contactarse con el mayor, pero hasta ahora nadie pudo comentar nada al respecto por la fragilidad del asunto.
Esa guerra contra Tenjiku los tiene a todos tensos.
Touya suspiró cansado y Yuzuha se encargó de masajear suavemente su espalda. El de cabellos rizados y ella están sufriendo una situación similar con personas que aman con todo su ser y no es para menos pues Tenjiku ya hizo su primera jugada. Touya aparte de estar preocupado por su mejor amigo también temía por la salud de su hermano mayor que fue atacado por uno de los miembros de Tenjiku al igual que Mitsuya, Yuzuha reza por la salud del último, pero más por su hermano que desde que el peli plateado fue ingresado en urgencias no ha podido dormir muy bien.
Ambos se preocupan por sus hermanos, pero también por aquel pelinegro que los ayudó demasiado en su momento.
—Debe haber algo que podamos hacer por Satoru... — murmura frustrado Takemichi.
Desde que volvió en el tiempo ha notado que noto va cuesta abajo constantemente, volvió para impedir que Hina se una a una pandilla, pero en el proceso comenzaron a ocurrir más cosas que complicaron más la línea del tiempo y teme volver a su línea de tiempo, teme abandonar al Sadao y que este nuevamente cargue con 12 años en el tiempo completamente solo.
No lo quiere abandonar.
— ¡Ya se! — exclama rápidamente Baji. — Vayamos a su casa.
— ¡Esa es buena idea! — apoya Akkun emocionado.
—Pero... ¿No se molestará que invadamos su casa? — pregunta muy asustado Makoto, Yamagishi le dio la razón.
— ¡Entenderá a las malas entonces! — explota Baji, quien golpeó la mesa frente a él con su puño cerrado. — ¡No me importa ir en contra de Mikey! ¡¡Voy a recuperar a Tochan y a llevarlo devuelta a la Toman!!
Esa declaración alegró al resto, claro, así debe ser. Satoru no es él mismo si no está en la Toman, él es el padre de la Toman junto a Draken, ambos debían estar juntos para funcionar como el mejor dúo de todos los tiempos como los padres de la Toman.
Pagaron sus bebidas y fueron directo a tomar un bus para ir al territorio del Yoru no Ikari. El Kawata del medio iba mensajeándose con Souya para que el otro esté al tanto de sus movimientos, desde que Nahoya está lastimado le toca a él asumir el puesto de hermano mayor y es por ese motivo que para lograrlo primero debe salvar a aquel que considera un hermano mayor ejemplar. A Satoru Sadao, su mejor amigo.
Llegaron en menos de 15 minutos al lugar y tardaron unos 5 en llegar caminando hasta el hogar del mayor. Miraron por fuera este, notando lo vacío que se encontraba, no parecía haber alguien en casa y temieron que ese viaje haya sido en vano, pero no dieron el brazo a torcer.
Baji tomó la iniciativa de tocar el timbre de forma educada, esperando a que alguna de sus tías lo atendiera. La espera se hizo larga, es por eso que tocó una segunda vez el timbre de forma más larga para que lo escuchen, ya estaba por llegar a su límite cuando al fin la puerta fue abierta, pero para sorpresa de todos, quien atendió no era Satoru ni sus madres.
Quien les abrió era Kokonoi Hajime.
—Oh, son ustedes... Satoru no está en casa, salió hace un rato. — informa serio.
— ¿Qué haces tú aquí? ¡¿Dónde están mis tías?! — pregunta muy molesto Baji, siendo retenido por Chifuyu y Kazutora que veían de igual manera al chico del dinero.
— ¿Ah? ¿De qué hablas?
—Baji habla de las madres de Satoru y por qué abriste tú en lugar de ellas. — habla Kazutora alterado, no le está gustando para nada por dónde va el asunto.
Porque él es el único que vio aquel altar donde estaban las fotos de la mujer y el hombre que criaron con mucho amor a Satoru Sadao.
—... Ellas fallecieron hace 6 años... ¿Él no se los dijo?
Todos quedaron en shock por tal noticia, pero mucho más Baji y Kazutora. Los hilos comenzaron a ser conectados para ambos adolescentes, entonces todo pareció encajar y el aire de sus pulmones comenzó a faltarles. Estaban teniendo un ataque de pánico mientras recordaban la ancha espalda del pelinegro protegerlos en el Bloody Halloween, de aquel niño de mirada apagada que los protegió de todo mal, porque antes de ir a la cárcel ambos chicos recuerdan ver un hermoso brillo en sus ojos y que desde ese día ya no lo vieron igual.
Porque escucharon de un accidente que ocurrió el mismo día que mataron a Shinichiro Sano.
—No... No puede ser verdad... — habla con un hilo de voz Baji. Kazutora estaba con la mirada perdida, perdido en el infierno que ahora es su mente.
— ¿Dónde está senpai? — pregunta angustiado Touya, temiendo lo peor.
—Ya les dije, salió.
—... Creo que no estás entendiendo. — Yuzuha lo tomó por el cuello de su playera para alzarlo unos centímetros, la mujer estaba demasiado enfurecida, quería encontrarlo para ayudarlo y el chico frente a ella era el único que sabía su paradero. — Dinos dónde está Satoru en este mismo instante o recurriré a la fuerza para hacerte hablar, maldito infeliz.
—Eres muy agresiva para ser tan pequeña~ — insulta con una arrogante sonrisa.
—¡Maldito...!
Yuzuha y Baji estaban dispuestos a lanzarse sobre Kokonoi para molerlo a golpes, pero una voz que provenía del interior de la casa les dio la información valiosa que tanto buscaban.
—Satoru Sadao está en el territorio de los Black Dragons.
—Inupi, no tenías que meterte... — riñe molesto su novio.
— ¿En el territorio de los Black Dragons...? — pregunta sorprendido Takemichi. Empezó a hilar todo en su cabeza, intentando recordar o encontrar algún motivo por el cual Satoru tenga que estar ahí. Le costó un poco, pero al final encontró un solo motivo válido que no hizo más que asustarlo. — Él... ¿Fue a pelear con el jefe de los Black Dragons?
—Su décimo comandante es... — empieza Touya.
—Taiju Shiba. — termina con miedo la única mujer del grupo.
Ninguno esperó más para salir corriendo de ahí e ir a la parada de autobuses para volver a Tokyo lo más antes posible. En la parada fueron Takemichi, Touya y Yuzuha quienes sacaron sus teléfonos para llamar a quienes creen que los van a ayudar, menos uno, el rubio de afro marcó con demasiada preocupación el teléfono de su mejor amigo, siendo mandado en todos esos intentos al buzón de voz.
—"Por favor, senpai..." — suplica entre lágrimas.
Takemichi se comunicó alterado con Mikey, quien sospechó al instante que Tenjiku tuvo algo que ver con el asunto, y Yuzuha llamó a su hermanito para advertirle de lo que estaba por ocurrir.
Ella no cree que Taiju salga vivo de esa pelea y debía preparar mentalmente a su hermanito para tal noticia.