EL VIAJE (MICHAENG)

By Lachicaonce

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"Lo mejor de la vida nunca se planea, solo sucede" Algo que Mina terminaría entendiendo después de aquel simp... More

Prólogo
Capítulo 1: Soledad
Capítulo 2: Nervios
Capítulo 3: Pánico
Capítulo 5: Risas
Capítulo 6: Celos
Capítulo 7: Compañía
Capítulo 8: Caos
Capítulo 9: Satisfacción
Capítulo 10: Éxtasis
Capítulo 11: Aflicción
Capítulo 12: Nostalgia
Capítulo 13: Tranquilidad
Anuncio
Capítulo 14: Euforia
Capítulo 15: Sentimientos
Capítulo 16: Inseguridades
Capítulo 17: Reencuentros
Capítulo 18: Un Hogar
Capítulo 19: Desahogo
Capítulo 20: Conexión

Capítulo 4: Adrenalina

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By Lachicaonce

Vamos a intentarlo

Me estoy liberando

.
.
.

Narra Mina

Estaba recargada en el barandal del segundo piso del hotel mirando mi celular. Sana me había dicho que me enviaría recomendaciones de restaurantes cerca.

Alcé mi vista observando el hermoso paisaje que se encontró a mi alrededor.

A un costado estaba la playa, frente a mi muchos árboles, una sección de albercas, nubes esponjosas y blancas que adornaban el cielo azul y sentía como el viento tocaba mi rostro. Respiré profundamente el ambiente cerrando los ojos. El olor a mar entraba por mis fosas nasales. Era bueno salir de esas 4 paredes a los que ahora no me atrevía a llamar hogar.

Pero es que. Ese era el único lugar que mantenía los recuerdos de cuando estábamos juntos. Me sentía sola y acompañada al mismo tiempo. Pero ¿que más podía hacer? Era frustrante, pero era todo lo que tenía.

Recordé su rostro, sus ojos, su sonrisa y ese hoyuelo que lo acompañaba al mostrarla.

Su hoyuelo.

Automáticamente a la mente se me vino esa chica rubia de ojos color avellana a la cual no había visto desde que bajamos del avión, sin embargo recordé la conversación que habíamos tenido.

¿Cómo podía mantenerse positiva ante las cosas que decía? ¿Realmente lo decía porque ya lo había vivido? ¿O sólo lo decía porque lo había escuchado de alguna parte? Fuera lo que fuera, me había dejado pensando

"Solo es cuestión de pedir ayuda y sabrás dónde encontrar las respuestas "

algo que no había hecho, pues me había mantenido aislada de todos.

Siendo sincera, ella era la primer persona con la que había mantenido una conversación de ese tipo después de mucho tiempo. Y me agradó, se sintió bien platicar con alguien que no conocía tu vida, pero que se tomaba el tiempo de contestar a tus preguntas de manera sincera.

Abrí mis ojos y sentí un mareo apoderarse de mi cabeza, me sostuve del barandal esperando a que pasara la sensación. Definitivamente debía dejar de pensar tanto, o tal vez era el hambre que ya le estaba exigiendo a mi cuerpo comida.

Me puse las gafas decidida a ir a cualquier lugar que me había recomendado Sana.

Antes de empezar a caminar bajé la mirada para ver a mi alrededor analizando el lugar, cuando vi a una chica conocida.

Era Chaeyoung.

Como si supiera que la estaba viendo alzó la mirada y me vio.

Me volví a quitar las gafas para acomodarlos en mi cabello y me saludó agitando su mano con una sonrisa en su rostro, yo solo abrí y cerré mis manos en forma de saludo.

Ella gesticuló con sus labios un "¿Tienes algo que hacer?"

a lo que yo solo negué.

Me hizo señas para que bajara y le hice una seña de que me esperara.

Me coloqué nuevamente las gafas y me dispuse a bajar.

decidí que la invitaría a comer, no me caería nada mal tener un poco de compañía y menos al lado de alguien que me había caído bien.

Iba saliendo del hotel de camino hacia donde estaba Chaeyoung.

Momentos antes en lo que iba bajando me había decidido por ir a uno de los restaurantes donde hacían el sushi más rico de la ciudad, según Sana. Me envió la dirección y no quedaba muy lejos de aquí

me quedé parada justo donde la había visto pero ya no estaba allí. Volteé a ver hacia mis lados buscándola entre la gente que pasaba por ahí pero no la encontré.

¿Dónde se habrá metido? ¿Se habrá ido? ¿Sólo me habló para después irse?

Sentí la indignación apoderarse de mi

—¿Quién se cree que es?—murmuré soltando un bufido. Me coloqué las gafas de nuevo y me dispuse a caminar hacia ese restaurante de sushi que me había dicho Sana

—¡Hola Mina!—Di un ligero brinco del susto al escuchar a alguien detrás de mí

Su voz. Era ella.

Me giré para verla

—Chaeyoung—tenía una gran sonrisa en el rostro—Hola, pensé que te habías ido. Ya estaba a punto de irme.

soltó una risita

¿Por qué siempre se ríe de todo?

—Sí me di cuenta, te estaba observando, pero luego vi que tu cara se puso seria y mejor decidí acercarme

—pues no fue una buena broma—me crucé de brazos

—No, no lo hice en broma—se apresuró a explicar—lo que pasa es que me acerqué a un señor que se notaba algo preocupado y quise saber si podía ayudar en algo—me volví a acomodar las gafas en el cabello mientras me explicaba—me dijo que acababa de comprar dos boletos para hacer un viaje turístico en una zona cerca de aquí con su esposa.

—¿Y por qué estaba preocupado?

—Porque poco después le hablaron de su trabajo diciéndole que se tenía que presentar con urgencia y que ahora no sabía qué hacer con los boletos.

—Ajá—asentí lentamente—¿Y qué pasó?

—se los compré—me dijo en tono de sorpresa agitando los boletos frente a mi

—Ahh... ¿Y qué piensas hacer con ellos?

—No sé. Estaba pensando en comerlos tal vez—que graciosa

la miré con una cara de ironía mientras alzaba una ceja y ella comenzó a reír.

—¡Vamos!

—¿a dónde?

—¿A dónde más? ¡Al paseo!

obvio ya había entendido a que se refería, no era tonta, pero ya tenía planes

—si, ya, pero...

—Sé que no estaba planeado—me interrumpió—Así como tampoco estaba planeado encontrarte aquí—su voz era de emoción—Por eso vamos. Te invito. Puede ser emocionante

—no sé... De hecho te iba a invitar a que me acompañaras a comer

—¿a dónde?

—una amiga me recomendó un lugar no muy lejos de aquí dónde—según Sana—hacen un muy rico sushi

—De hecho a mi también me recomendaron uno muy bueno—agregó—Pero de onigiri. Mira hay que hacer algo. Vamos al paseo y comemos algo ligero allí. Después más tarde si quieres vamos a comer al lugar que te recomendaron, o al mío—guardó los boletos en la bolsa de atrás de su pantalón—¿O tienes algo que hacer en la tarde?

Ehh... dormir

—No, estoy libre

—Entonces vamos, ¿Qué dices?

Lo pensé por un momento. La verdad no tenía mucha hambre y el plan no sonaba tan mal, además, confieso que verla tan animada me contagiaba un poco a querer conocer ese lugar

—esta bien, acepto

—Yeii—festejó dando unos brinquitos y comenzamos a ir hacia el famoso lugar

—Pero con una condición—le dije mientras caminábamos

—la que tú quieras—se detuvo y me volteó a ver

—que regresando iremos al lugar que tenía planeado para comer

no me iba a dejar ganar tan fácil

—uff. pensé que iba a ser algo más complicado—¿eh? —pero esta bien, acepto

—bueno—seguí caminando—¿y sabes dónde queda ese lugar para empezar? —me detuve a orillas de la calle volteando a verla

—de hecho no—se rascó el cuello—pero podemos preguntar

—bueno podemos bus...—mientras sacaba mi celular para buscar en google maps alcé mi mirada para hablarle, pero ya no estaba—¿Chaeyoung?—me giré en mi lugar y la vi hablando tan confiadamente con una persona preguntándole la dirección. Suspiré—o podemos hacer eso—hablé para mí misma y me encaminé hacía ella

Nos habían indicado que el lugar no quedaba muy lejos del hotel, así que tomamos un taxi que nos llevó hasta allá.

En el camino Chae me iba platicando que vivía en Busan en la zona metropolitana y que últimamente no disponía de mucho tiempo para ir a disfrutar de las zonas verdes y que por eso se sentía emocionada. Pues ya quería ver a los "animalitos" que habitaban en el zoológico del lugar a donde íbamos

Todo lo contrario a mi ya que yo vivía en una zona alejada de la ciudad con mucha naturaleza al rededor y por ahora tenía mucho tiempo libre. Al menos teníamos algo en común, a ambas nos gustaba la naturaleza

No niego que ella hablaba mucho, pero me agradaba escucharla, era divertida y los gestos que hacía al hablar hacían que le prestaras más atención

Al llegar buscamos la zona de boletos y Chaeyoung se acercó a el para hablar con la recepcionista. Me quedé observándola por un breve momento notando que tenía que ponerse de puntitas para poder ver algo que la chica le mostraba en la computadora. Reí por lo bajo al ver ese detalle, realmente era bajita, eso la hacía verse más... Volteé a mi lado y borré mi sonrisa y olvidé mis pensamientos  al darme cuenta que un señor me quedaba viendo extrañado al verme reír sola, me giré al contrario de él dando un carraspeo viéndolo de reojo y discretamente saqué mi celular para jugar con el. Me quedé parada esperándola mientras navegaba un rato en las redes sociales.

No había nada bueno.

En eso se acercó y me dijo que podíamos pasar. Entramos por un portón enorme mientras la naturaleza nos recibía adentro, todo se veía muy bonito y tranquilo.

El lugar era muy grande y habían muchas atracciones y zonas de exploración, pero lo primero que hicimos fue ir a comprar algo para comer en el camino.

Mientras recorríamos el lugar nos acercamos a la zona de animales que Chaeyoung tanto quería conocer y vimos algunos monos y avestruces.

Llegamos a una zona de tigres y Chae se emocionó

—¡Mira Mina! ¡Tigres!—la escuché decir emocionada pero no volteé debido a que me quedé observando a unas jirafas al otro lado y como una niña pequeña les daba de comer. Sonreí ante la imagen. Regresé mi mirada hacia Chae pero ya no estaba. ¿Por qué siempre se escabullia?. En eso la vi parada en la reja cerca de los tigres y se volteó haciéndome señas para que fuera. Me apresuré a caminar acercándome a ella y me paré a su lado para verlos

—que hermosos—hablé sorprendida al tenerlos más de cerca

—Sí, son mis animales favoritos—volteé a verla y su enorme sonrisa hacía que su hoyuelo se marcara profundamente

—a mi me gustan mucho los pingüinos—dije regresando mi mirada a ellos—mis amigos decían que por mi forma de caminar parecía uno—volteó y sentí como me recorrió con la mirada de pies a cabeza—Así que me interesé más en ellos y terminaron gustándome mucho—volteé a verla y empezó a asentir

—de hecho pareces uno—dijo riendo

—lo sé—presumí—además, son fieles igual que yo—la miré alzando una ceja y ella empezó a carcajear

—sí, claro—ironizó sus palabras cruzandose de brazos

—sólo digo la verdad—me encogí de hombros tratando de sonar obvia

—¿sabes? Ahora que lo pienso no te pareces mucho a ellos—se giró quedando de frente a mí y me volvió a mirar de arriba a abajo

—¿a no?—imité su pose—¿y por qué el cambio de parecer?

—los pingüinos son más chaparritos y más bonitos

—¿a caso estás diciéndome que no soy bonita?—me hice la ofendida

—bueno, quizás no tanto como los pingüinos—alzó los hombros—prueba que eres uno de ellos—me retó

La quedé mirando con los ojos entrecerrados tratando de esconder mi sonrisa

—okey, te lo puedo probar

—Bien, párate en esa esquina y camina hacía acá como ellos—Me sorprendí ante sus palabras pero lo acepté

—Já. eso es fácil—hice lo que me pidió y miré a mi alrededor para ver si nadie me observaba. Empecé a caminar pero su voz me detuvo

—pero tienes que hacer el sonido que hacen ellos, si no no cuenta—la quedé mirando—¡ah! Y también tienes que agitar tus brazos—noté como rió levemente cuando me puse en la pose y rodé mis ojos

Comencé a caminar y volteé a mi lado viendo a un niño observarme con su helado en la mano. Volví a rodar los ojos y los cerré para concentrarme

—listo—me detuve al escuchar su risa cerca y abrí mis ojos notando que tenía su celular enfrente apuntandome—Chaeyoung, ¿no me digas que me grabaste?—me quejé

—creo que no fui la única. Que buen espectáculo diste tierna pingüina—fruncí mi ceño y me giré hacia atrás al escuchar leves risas y murmullos. Abrí mi boca sorprendida al ver que varias personas se habían acercado para ver mi hazaña y unas cuantas para grabarlo—creo que no debiste cerrar los ojos—volteé a verla y ella comenzó a carcajear

—¡Chaeyoung!—me acerqué a ella rápidamente colocandome detrás avergonzada mientras sus hombros se movían por la risa—esto es tu culpa—me quejé en un murmullo

—ya sal, ya se dispersaron—me dijo a los pocos segundos y se giró para verme—Además tu fuiste la que aceptó el reto

—pero no quería que nadie me viera—le reclamé—¡ni mucho menos que me grabaran! —di un golpe con mi pie en el suelo a modo de berrinche—¿y si alguien sube el video a Internet y me hago viral?—dije con preocupación

—yaa, no seas tan exagerada, ya verás que la gente lo va a olvidar. Además, felicidades—dio unos ligeros aplausos—ganaste el reto. Tenías razón, Sí caminas cómo un pingüino—me felicitó—Diría que eres única en tu especie, nunca había visto un pingüino tan tierno, tal vez estés en peligro de extinción—agregó y no pude evitar sonreír ante su tonto comentario

—muy graciosa—agregué cruzandome de brazos con un ligero puchero

—además yo confieso que en mi otra vida quisiera ser un Tigre—le iba a decir que sus ojos se veían muy felinos y que hiciera un rugido para compensar el mal rato que me hizo pasar pero en eso uno de sus hermanos lanzó uno muy fuerte y ambas dimos un grito del susto

—eeh... Creo que mejor no, mejor quiero ser un lindo gatito—cambió de parecer y yo empecé a reír.

Seguimos caminando y en eso pasamos por una zona de tirolesas, yo no era para nada fan de ellas y no quería averiguar si ella lo era

Así que hice como que no lo vi y traté de caminar más rápido

Por favor que no lo vea... que no volteé... que no...

—¡Mira Mina, Tirolesas!

¡Diablos!

—hay que subir!

—¡Chaeyoung no!—hablé cortante—¿Qué no viste cómo me puse en el avión?

en serio fue una sensación horrible

—Si, por eso mismo, es para que te vayas quitando un poco el miedo—trató de restarle importancia

—Chaeyoung, no creo que pase eso—y no estaba exagerando

—Vamos Mina, esto es diferente, no es un avión

—No, ¡es peor!

—Noo, es divertido, vamos, porfas—me rogó—Mira, si quieres yo me aviento primero y después tú para que veas que es seguro. ¿Si, Si? porfaas

Vi como me hizo una cara de suplica juntando las manos para convencerme

rayos... ¿Por qué se veía tan...adorable?

—No Chaeyoung, no lo haremos.—fue mi última palabra.

15 minutos después

Me encontraba con unas perneras y un cinturón puesto que conectaban a un arnés, el cual me sujetaba de una cuerda. Además de tener un casco puesto para mi protección, cosa que no mejoraba mi ánimo. ¿Cuál se supone que era su función para este tipo de situaciones? ¿Lograr que mi cabeza llegara completa a la morgue para que así mis familiares pudieran reconocer mi rostro y mi cadáver destrozado ante una caída de varios metros?

Respiré profundamente y agité mi cabeza tratando de tranquilizarme y quitar todos los pensamientos negativos de mi mente.

¿Cómo es que Chaeyoung me convenció de subirme a esto? No. No. No. ¿Cómo es que YO acepté hacer esto?

Me sentía muy nerviosa cuando llegó mi turno.

Chaeyoung me había insistido en que le diera mi celular para que al final me tomara una foto, yo no quería, pues era por seguro que saldría con una cara de terror, pero me convenció diciéndome que era para guardar un "buen recuerdo"

Aunque yo no le veía nada de bueno a esto, es más, no lo veía ni seguro.

Ella ya se había lanzado y me dijo que me esperaría del otro lado y que al final pusiera mi "mejor sonrisa" para la foto.

Cosa que sin duda sería imposible de hacer

Y me puse aún más nerviosa cuando la escuché gritar a lo lejos

Era la primera vez subiéndome a una de estas cosas, así que era normal que me sintiera así.

Nunca había sido fanática de los juegos mecánicos o de atracción turística, en los juegos recreativos sólo aceptaba participar porque me gustaba ganar, no me excuso, soy muy competitiva.

Yo era más de ir a fiestas, antros, clubes, viajes a las playas, explorar tiendas, ir a arcades, (sí, me gustaban mucho los videojuegos), museos, cines.

Claro que ahora mi vida era diferente, pues perdí el interés por todas esas cosas, sólo quería estar encerrada en mi cuarto sin que nadie interrumpiera mis pensamientos, ya ni los videojuegos me apasionaban tanto, que era lo único que me quedaba.

Pero sí sabía divertirme.

Pero ¿hacer esto? definitivamente rebasaba mis límites y me quitaba de mi zona de confort. Pero para todo hay una primera vez ¿cierto?

Así que, este era mi momento, estaba a punto de tirarme de un acantilado sólo siendo sujetada a un mecate, únicamente porque una desconocida chica loca me convenció de hacerlo

Sólo la "invitaría a comer", sí, claro.

—Señorita... ¡señorita! —escuché la voz del encargado junto con unos chasquido que me quitaron de mis pensamientos—¿está lista?—negué rápidamente

—¿no hay otra manera de llegar al otro lado?—mi voz era de arrepentimiento

—la única manera es ir a pie, pero tiene que recorrer el bosque el cual le aseguro que no es más cómodo que esto, además que eso duraría aproximadamente una hora—me explicó—si se lanza de aquí el recorrido dura unos cinco minutos, se ahorrará tiempo y energía—suspiré con pesadez asintiendo lentamente

—señorita créame, todo va a salir bien, esto es seguro—me habló mientras yo veía al acantilado frente a mi y sentía como mis manos sudaban—han pasado diez minutos desde que le coloqué el equipo y necesito que se lanze ahora porque la gente detrás de usted ya se está desesperando—me habló levemente pero con preocupación. Tragué saliva con fuerza

—¿está seguro que si es seguro?—lo volví a mirar y me asintió con una sonrisa que me transmitió un poquito de confianza. Asentí resignada—de acuerdo

—Tranquila, todo va a salir bien, sólo relájese, disfrute del recorrido y la hermosa vista—asentí insegura y el comenzó a hacer una cuenta regresiva.

Me sujeté con fuerza. Y respiré hondo

Al llegar al último número me sujeté mejor de la zipline y cerré con fuerza mis ojos ante la sensación de miedo que comencé a sentir cuando me lanzó

apreté todo mi cuerpo, mientras sentía como mis manos temblaban por el agarre ¿o era por miedo? Además que no paraban de sudar

después de unos segundos sentí como el viento me tocó el rostro y me decidí a abrir un ojo para ver el camino, pero lo cerré rápidamente al ver la altura y me encogí nuevamente

¡dios santo!

Me mantuve un rato más así hasta que poco a poco mi cuerpo se adaptó a la sensación y agarré el coraje necesario para volver a abrir esta vez ambos ojos. Ya me había lanzado y no quería arruinar la experiencia.

Los abrí lentamente manteniendo mi mirada enfrente y comencé a observar el paisaje, primero vi el cielo, el cual estaba completamente azulado con unas grandes nubes blancas a lo lejos, era una vista increíble. Decidí bajar lentamente la mirada y observé los árboles pasar tan rápido abajo de mi, alcé la vista a un lado y a lo lejos se veía el mar, el sol pegó en mi rostro y vi unos pájaros volar muy cerca.

De pronto me sentí un poco más relajada y sentí como mi miedo cambió a adrenalina en un segundo mientras una sonrisa aparecía en mi rostro. Era una hermosa vista en verdad

Entonces sentí el impulso de extender mis brazos y dejar que el aire golpeara todo mi cuerpo cerrando brevemente mis ojos

Se sintió tan bien que mi sonrisa ya no cabía en mi rostro y sólo me dediqué a disfrutar el resto del recorrido.

Mi cuerpo se destensó y mi sonrisa no desapareció en ningún momento

Me sentí tan bien, tan libre, que abrí mis ojos nuevamente y extendí más mis brazos soltando un leve grito, pero sentí que no fue suficiente para poder sacar toda la adrenalina que traía en ese momento, así que respiré profundamente y volví a soltar un fuerte grito de emoción el cual sin duda mejoró la experiencia

Mi corazón latió a mil por hora y pareció como si me hubiera dado las gracias por haberlo despertado.

A lo lejos empecé a ver el final del camino y vi a Chaeyoung parada allí esperándome con una gran sonrisa agitando su mano

yo la imité y vi como alzaba el celular para tomarme una foto.

—¡Mina, sonríe!

Agrandé mi sonrisa y le dediqué mi mejor pose.

Fue una experiencia única e increíble que sin duda me gustaría volver a repetir.

El resto del día fue muy divertido.

Visitamos otros sitios más antes de terminar el paseo y no recuerdo que mi sonrisa se hubiera borrado en ningún momento después de eso. Sin duda la compañía de Chaeyoung era algo que me hacía sentir muy cómoda

Gracias desconocida, chica loca, Chae.

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