Mi Pareja Perfecta IV

Від Brity22

251K 20.5K 23.5K

Ángela Grant, es una joven recién egresada que empieza a trabajar en el hospital Edwards, tal como su abuela... Більше

Ángela Grant
Supervisión
La salida al Spa. I
La salida al Spa. II
La vida de Martina Edwards I
La vida de Martina Edwards parte II
Buscando a la chica perfecta.
Incógnita
Catalina Grant
La chica del Tinder I
La chica del Tinder II
Fiesta en New York I
Fiesta en New York Parte II
En la boca de la loba I
En la boca de la loba II
En la boca de la loba III
Mala, del verbo ''mala''.
''No pegan, ni juntan''
Salida a casa de Tía Fer.
Lecciones de motocicleta
''Por la boca muere el Edwards''.
Única en su clase.
Aniversario de Matrimonio I
Aniversario de Matrimonio II
Sesión de Fotos.
Fin de semana de Jefazas.
''Si Quieren Guerra...''
Buscando al culpable
Juntas de amigos
Hogar, dulce hogar.
Inauguración
Citas a ciegas y aniversario
''Dos grandes que se unen''
La cena familiar.
Buenas jugadas.
Salida en familia I
Salida en familia II
''La terquedad hecha pareja''
La despedida.
Las Intensas.
Especial: ''El dilema de las Gabis''

Una historia romántica y no de acción

5.6K 493 647
Від Brity22

Ángela G.:


− ¿Y tú qué tal? −Pregunto por si las dudas. Miro a Martina de reojo.


Hace un momento.


Me acerco a la puerta atraída por el sonido del timbre, en el umbral se encuentra Martina con aspecto de no saber muy bien que diablos hace aquí.


−Tina... −Esto no me lo esperaba... −Hola −Digo mirándola sin poder ocultar mi sorpresa.


−Hola... −Me mira, mira sus pies. −Creo que era justo que viniese y darte una respuesta.


−Han pasado varios días, no necesito una maldita respuesta. −Digo invitándola a pasar. Ella entra y se queda en medio de la habitación algo vacilante.


−Sé que no, pero no quiero que pienses que no... −Se corta, mira a otro lado y luego a mi una fracción de segundo. −Que no me importas... −sus ojos observan fijamente los míos, tan apacibles y determinados que me sorprenden.


−Yo no pensaba eso −Murmuro perdida en ellos −Entiendo el malestar que debiste haber sentido. − He pensado mucho en lo que sucedió, y no creo que haya algo más que hacer al respecto. Era esperable que Tina se enojase y era esperable que yo protegiese a Aida, aunque se pasara de chismosa. No creo que haya un bueno y malo en todo esto por nuestra parte− ¿Qué tienes en mente? −Sonrío conciliadora.


−A ti −Dice levantando ambas cejas. Resopla nerviosa.


−Eso es muy dulce de tu parte −Digo enternecida. Ese comentario solo la avergüenza más −Me alegra que vinieses...


Libera una risita silenciosa y nos sonreímos, antes de que levante los brazos y la invite a venir, puedo sentir su calor contra mi cuerpo, la atraigo más extrañando su calor, su olor y su presencia. Nos quedamos envueltas en un fuerte abrazo.


No digo nada, me alegra mucho que haya venido a mí.


−Tú también me gustas −Dice.


...Y me hace muy feliz que me haya dicho eso. Cierro los ojos y apoyo mi mejilla en su cabello.


−Y tú a mi −Finalizo.


−Lo sé −susurra. Me río, supongo que ya no tengo dudas...


Ella eleva su rostro buscando el mío, suspiro al sentir el suave tacto de sus labios, sus palmas encierran mis mejillas y me acerca más dándome un hambriento beso que comparto de la misma manera, la he extrañado tanto, no negaré que pensé en la posibilidad de que todo quedaría hasta aquí. Esos pensamientos desaparecen cuando acaricia mi cabello con ternura, nos besamos hasta que nuestros movimientos se vuelven ávidos y apasionados hasta dejarnos llevar por la pasión que sentimos la una por la otra.


Presente.


− ¿Yo qué? −Levanta una ceja descansando sobre mi hombro.


− ¿No hay rencores?


−Por supuesto que sí −Dice malota – y si lo haces de nuevo no me jodas con tu presencia. −Su mirada es salvaje−Por otro lado−Ronronea acercándose a mí, la abrazo y siento su sensual trasero. −Extrañaba tus caricias y toda tu. −Me aprieta acercándose más, siento su pierna flectándose y rozando terreno peligroso.


Me río y deslizo mi mano por su estómago con expresión calenturientamente dudosa.


− ¿Es decir que volverás pronto? −La acerco más.


−Tú me gustas, yo te gusto, no lo arruines. −Dice −Sobre todo ahora que empieza a hacer frío. −Mira por la ventana.


−Qué bueno es ser útil −Bromeo.


Bosteza.


−Sería genial por mi parte invitarte a casa, pero no creo que nuestro apartamento sea el lugar ideal. −Hace una mueca lastimera.


Bebé de sus mamás...


−Descuida, ven cuando quieras −Digo con el tono más sexy.


Sonríe burlona.


−Eres una chica divertida.


− ¿Lo crees?


−Ajá−Pone su expresión creída característica −Si no, no estaría aquí.


−Oh gran Tina, que gusto cumplir con sus estándares para que no se aburra −Digo ácidamente. − ¿No crees que es una pena tener que estar así a escondidas? −Pregunto aparentando casualidad. −Viéndonos a pesar de que no tenemos posibilidad de que nos acepten −Digo.


Guarda silencio.


−Si −Dice. −Claro que sería más cómodo poder salir como personas normales. −Se sienta en la cama y mira a la encimera de la cocina pensativa.


Sonrío. No me cambió el tema, es una buena señal. En eso libera una carcajada y me mira con los ojos ufanos.


− ¿A qué te refieres con aceptar? −Pregunta. − ¿Quieres la bendición de mis madres? −Canturrea


−No simpaticona −Respondo. −Pero con que tu madre no llame a la policía me basta.


−No volverá a ocurrir, causó mucha molestia lo que hizo −Responde. −Dale tiempo. Ella es... −murmura.


− ¿Dirás que es una buena persona a pesar de todo? −Aventuro.


−No. −Bosteza. −Te mataría si nos viese así, pero ya qué, nada que hacer.


− ¡¿Qué?! −Me espanto. Me abraza y se acomoda con la mitad del cuerpo sobre mí.


− A mimir. −Dice.


−Pero... ¿te aseguraste de que nadie te siguiera verdad? −Me ignora− ¡Tina! − ¿Necesitaré guardaespaldas? ¡Omar!


−Hmm estoy agotada−Dice. −Demandas mucha fuerza −Bromea.


−No digas eso −Me sonrojo.


−Así son las cosas −se queda a mi lado, la observo mientras su rostro impasible descansa.


''Hmmm es cosa de tiempo para que descubra nuestras juntas'' me digo, ''enviará a uno de esos matones y adiós Ángela''.


Podría solicitar verla o algo así, supongo que su secretario se encarga de eso. Solo quiero dejar en claro que mi intención no es destruir a su familia.


[...]


Al día siguiente.


''Esta es una historia de romance, no de acción''


Me digo una y otra vez para enfocarme. El secretario podría reconocerme, así que tendré que lograr que hablemos.


Llego a recepción con gafas de sol oscuras y cabello negro.


−Tengo una cita con la Dra. Edwards −Digo en la secretaría.


El levanta la mirada con aires de importancia.


− ¿Asunto?


''No es asunto tuyo imbécil'' pienso.


−Modelaje −Digo.


''De zapatillas... lol''.


−La señorita tiene un nombre −Pregunta.


−Ella ya lo sabe −Sonrío pícaramente.


− ¿Por qué está con gafas? −Pregunta.


−Me hice una cirugía ocular. ¿Algo más? −Gruño. −Vengo por quince minutos, tengo prisa. −Espeto imitando a mi hermana enojada. − ¡Esto es el colmo! −Acerco mi cartera vacía a mí.


Me va a matar mi hermanita por haber suministrado cosas de su cuarto en última visita a la mansión.


−Un momento −Dice entrando a la oficina de su jefa.


−Dice que pase, que tiene cinco minutos −Responde.


Al entrar cierro la puerta y me quito las gafas.


−...Y bueno−Escucho la voz − ¿Quién rayos es? −Pregunta sin sutileza.


−Es un gusto volver a verla. −Ironizo.


''Eso Ange, apégate al papel, esto es una historia romántica, no de acción''.


Christine Edwards me mira como si estuviese chiflada hasta que me quito las gafas y reconoce mi cara.


− ¡Tú! −Gruñe. Revisa uno de sus cajones y saca un arma.


¡CARAJOS!


Me congelo con la boca abierta ¡me equivoqué! y ahora lo que fue de mi corta vida pasa frente a mí. El calor de mi madre, mi primer día de clases, mi primer beso, mi primer día de universidad, mi titulación, Tina...


−Tina −Murmuro ronco. No lo logré, espero que no seas feliz con nadie...


No mentira, que seas muy feliz.


−Dame una razón por la cual no debería matarte Grant. −Dice con odio.


Cierro los ojos, todo lo que sea personal le importara un pepino.


−Tina me quiere... −Digo.


−Respuesta equivocada. −Dice.


Adiós mundo cruel...


No se escucha el disparo, abro un ojo viendo como me mira aburrida. Abro el otro ojo.


− ¿Cuánto? −Pregunta.


−Eh... ¿Qué?


−Vamos, sabes como funciona esto, viajes, dinero, mujeres, autos, naves, barcos... postgrados. −Me mira de reojo. −Cumpliré cada uno de tus sueños si tú cumples el mío y alejas tu culo Grant de mi hija.


Nos quedamos mirando, admito que el postgrado es tentador. Pero...


−No gracias −Digo.


−No pensaré peor de lo que ya pienso de ti, anda, tómalos. −Dice. −Todos tus sueños... −Me recalca.


−No gracias, no tengo necesidad de favores como usted sabe −digo.


−Todos quieren más dinero −Dice simplemente. −Hasta los ricos.


−Yo no. −Digo. Igual tal vez sí y no es un crimen, pero no necesito a Christine Edwards para eso. −No podrá alejarme de ella recurriendo a lo económico. −Me aburro del temita. −Sólo venía a una cosa.


− ¿Qué? −Dice aburrida − ¿Buscas venganza?


−No. Busco la paz− Respondo. −No tenemos que hacer este espectáculo siempre que nos veamos ¿no cree? −Digo.


'' ¿No cree suegrita?'' Dice mi lado jodedor.


Ni muerta le digo eso.


−Si −Admite −Si tu cara no hubiese venido hasta aquí estaríamos todos mejor.


−Si, pero debe saber que yo no venía con la intención de molestarla, solo quería el trabajo y la experiencia. −Digo. −No hay ningún plan secreto de papá o algo así. −Cuando digo ''papá'' su cara se vuelve casi tan verdosa como sus ojos. ¡Pero lo estoy diciendo con toda sinceridad!


−No nombres a ese... a ese... ¡él te crio! ¡No me creo que seas tan diferente! ¡debes tener tu precio! −Espeta. −Además... joder eres igual a todos los Grant −Gruñe.


− ¡Pero yo soy yo! −Me indigno. ¡No puedo cambiar el pasado y pasar la mitad de mi a otras bolas! ¡Ni siquiera sé cómo diablos habré ganado esa maldita carrera al óvulo!


− ¡No me levantes la voz niña! −Levanta el índice.


Pues para mí la que se parece más a papá es ella.


−Como sea, yo no tengo la culpa de sus problemas con él −Arrugo la nariz incómoda, miro mis pies. Si no le digo las cosas directamente no me va a entender el punto. Pero ya veo que colmo su paciencia con facilidad.


−Supongo que no −Reconoce con molestia. −No me gusta la idea de que mi hija salga con alguien, pero lo aceptaría como siempre lo he terminado haciendo. −Se sincera. – Y sin duda tu serías la última en la lista.


− ¿Incluso detrás de un golpeador y un violador? −Me espanto.


−Claro que no, no digas sandeces −Responde.


−Eso me deja mejor rankeada. −Se me escapa. Frunce el ceño por mi expresión.


−Como sea, si piensas que te dejaré andar de la mano con Tina, eso no va a pasar −Me advierte.


''Andar de la mano con Tina'' me ruborizo, eso no suena mal.


Aunque no me la imagino tomando mi mano...


Bueno, una fantasía y ya...


− ¿A eso venías? −Me espabila− ¿Llamo a seguridad o te llevas tu humanidad fuera de aquí? −Pregunta


−No hace falta, pero por favor −miro sus duros ojos− Considérelo. No me tomaría la molestia de venir aquí si no fuese necesario, quizá nunca me apruebe, pero es importante que sepa que, si su hija está conmigo, estará segura y cómoda... y que volverá a usted −Afirmo. − No quiero quitársela, sería mejor mentalmente para todos que nuestras relaciones no sean tan hostiles.


−Hablas muy bonito para alguien que solo quiere divertirse −Me mira de reojo.


−Pero con Tina −Agrego audazmente. Frunce el ceño, ¡ay carajos sonó mal! −Me refiero a salir...


Bueno eso otro también pero no se lo vamos a recordar... Respira pesadamente y me mira por lo que parecen largos minutos. Trago saliva; va a tomar la pistola sobre la mesa y me convertirá en colador, lo veo venir.


− Porque tenía que ser Tina... −Dice con pesimismo − ¡¿Llegaste con la intención de coquetearle no es así?! −Levanta un dedo acusador, al parecer recuperó la energía.


−Para nada −Me sorprendo. −Prefería evitarla, no quería ser descubierta. −Digo.


− ¿Cuál era tu motivación? −Pregunta de inmediato.


−La especialización −Digo con la misma velocidad −Ser recomendado por este hospital es algo codiciado y yo no era la excepción. −Respondo. −Además mi abuela trabajó aquí, ella me contaba cosas... ya sabe, de infancia.


Ella siente pensativa, desde luego conoce a mi abuela.


−Bien −Dice. −Tendrás tu especialización, firmada por la directora y por mi −Asiente.


Quedo de piedra.


− ¿Ah sí? −Pregunto vacilante. ¡Eso valdría demasiado! ¿Acaso ahora le caigo mejor? Mi corazón rebota dentro de mí.


−Claro, si dejas de ver a mi hija −Dice con dureza causándome malestar −Le dirás que ya no estás interesada y dejarás despejado el camino para que haga sus deberes como corresponde y tal vez conozca a una pareja más...− Saborea sus palabras −apta.


− ¡Pero si yo soy apta! −Se me escapa un chillido indignado. ¡Tampoco me voy a tirar al suelo!


− ¡Claro que no, eres una Grant! −Zanja el tema escandalizada. – Mi hija no es un juguete.


− ¡Pero si yo no la quiero como juguete! −me escandalizo más. −Por algo estoy entre usted y la pistola. −Gruño con la sangre agolpada en la cabeza por la ira mientras mi cerebro se esfuerza por no dejarse llevar por lo terca que es esta señora.


¡Ahora entiendo a Tina!


− ¡Más te vale! −Dice con dureza. − ¡Si mi hija sufre por algo que le hiciste no voy a ser tan civilizada Grant! – grita.


¿Estaba siendo civilizada?


− ¡Muy bien! −Digo con la voz cargada de reclamos que me tengo que tragar para no sacarla de sus casillas. − ¡Ella estará bien, gracias por la conversación que tenga un buen día! −Espeto lamentando haberme cruzado con semejante madre.


Me voy enojada hasta que afuera de la oficina me doy cuenta de que... ¡estoy viva!


−Genial −murmuro deshaciendo todas mis molestas frases que resuenan en mi mente producto de la contención de la anterior discusión. Dijo... ''más te vale''. Es lo mejor que podría obtener de esto. ¡al menos sabe que la quiero y me dejo viva!


''Espera que pasen unos días'' me dice mi consciencia calmando mis interpretaciones, ''si sigues viva para esos días es porque quizá tal vez tengas un chance...''


Resoplo sudada, el tinte negro me manchara el cuello y la ropa...


Hablando de eso ¿por qué carajos fui tan drástica? Tomo el ascensor y me pongo un gorro.


Se abre en mi antiguo piso, me da una punzada en el pecho la nostalgia de que hace algunos meses yo a esta hora bajaba a comer.


− ¿Ange? Wow, wow, ¡¿eres tú?! ¡Wow! −Dice Jo, Trini tiene los ojos como platos.


Que maldita coincidencia.


−Amiga te...


−Si, si me veo rara, era para algo... ya volveré a la normalidad. −Me sonrojo.


− ¡Te ves preciosa! ¿Bromeas? Tus ojos, tus ojos son hermosos, resaltan en la negrura de tu alma −Hace como que se cohíbe. Trini se ríe.


−Oye −Sonrío. −No te acostumbres a mi estilo metalero. −Bromeo.


−Cántame algo y cállate −Dice con los ojos brillantes. −Si lo haces te amaré.


−Yo creo que me odiarás... − El día que los cerdos vuelen cantaré − ¿Y guturales no? −Esos quizá me salen mejor.


−Argh no −Dice.


Me indigno.


Antes de que me despida de las chicas veo a Tina que las está esperando.


No creo que me reconozca con el gorro...


−Hola −Dice con un tono melódico y coqueto mirándome de arriba abajo.


−Ho... Hola −Digo sonrojada. Sus ojos hambrientos suben a mi rostro.


− ¡¿Ángela?! −Se sorprende.


− ¡¿No sabías que era yo?! − ¡Maldita sea ella coqueteando y a mi casi me disparan!


−Era broma si sabía −Me da un golpecito en el hombro risueña. −No me lo esperaba, eso no te lo niego.


−No te creo −Gruño.


− ¿Eres celosa? −Se sorprende. −No me gusta eso. −Acaricia un mechón de su cabello.


−No. −Frunzo el ceño digna. −No gastaría mi energía en vigilarte Edwards.


− Genial entonces, ¿Y qué haces aquí pelinegra?


−No te acostumbres, llegaré a la casa y me lavaré el cabello. −Anuncio.


− ¿Qué? Buuuh −Se queja.


− ¿Te gusta? −La miro de reojo.


−Claro, creo que te vez sexy −Susurra batiendo las pestañas.


La quedo mirando sorprendida, ella levanta una ceja.


(...)


Mi espalda se estampa con fuerza en la pared, atraigo a Tina y la apego a mi mientras nos besamos en el subterráneo de este gran complejo. Su mano hoy es sospechosamente curiosa, acaricia uno de mis senos y mete su lengua en mi boca. Nos damos un beso rápido y nos separamos.


−Hagámoslo −Dice.


Mi mirada es serena, la suya es... perversa. ¿Andará con aumento de los estrógenos? si digo que sí, nos podrían oír y me cohíbe un poco. Por otro lado, si le digo que no, pierdo a esta belleza ardiente, me pregunto ¿qué hacer? Cierro los ojos. Mientras Tina besa mi cuello bajo la oreja, me da una mordida.


−Ay−Se me sale agudito. − ¡Tina! −Me quejo. Se empieza a reír. Tocan fuerte la puerta.


−Señorita, que hace en mi cubículo −Dice una voz conocida.


−Largo Chloe −Dice burlona. −Estábamos conversando.


Se escuchan una voz más serena hacer un ruido de entendimiento.


− ¿Sam? − Tina frunce el ceño, ordena su ropa rápidamente y me abrocho el jeans mirándola con reproche. Sonríe y abre la puerta.


Nos miramos las cuatro. Risitas nerviosas.


−Que hay con ese estilo −Dice Chloe más sorprendida por mi cabello.


Sam levanta ambas cejas sorprendida.


−Es solo por el día −Digo. −Llegando me lo quito.


− ¿Enserio? −duda Chloe mirando mi cabello – Quedó muy bien teñido ¿qué usaste?


−Una de las cajas que tenía mi hermana. −... Cuando fui de visita aproveché de sacar algo para pasar desapercibida.


Se miran de reojo.


−Ella siempre tiene cosas así en su cuarto −Digo. −Tinturas, uñas, pestañas, ya sabes.


−Quizá hayas elegido la correcta −Dice Tina mirándome con algo de lastima. −Tu cabello era bastante claro, tomó excelente el color −Se toca el mentón evaluadora, sonríe coqueta.


−A Tina le gustó la idea −Sam la mira burlona.


−Si, creo que acentuó tus facciones, y tus ojos −Mueve las cejas.


−Uy −Dice Chloe. −En fin, nosotras nos vamos−Dice. −Gracias por ocupar nuestro lugar secreto, te aprovechaste de mi historia con Sam.


−No cuentes esas cosas −Se enoja Sam.


−Jejeje vamos a comer o serás la comida− la lleva de la mano.


Chloe...


Al final se adelantan.


−Deberías ir, yo iré a casa a bañarme.


Me mira pensativa.


−Sabes, creo que te pusiste tinte permanente. −Hace una mueca apuntando mis cejas −Y te teñiste las cejas.


−Si no, no combina ¿no crees? −Digo creída. Se ríe.


− ¿Qué estabas haciendo aquí Ange? −Su mirada es resignada.


−Sólo quería hablar ...con tu madre. −Digo.


−Ajá si −Me mira incrédula – Me sorprende que estés acá, no vuelvas a arriesgarte, no lo lograrás.


Me decepciono.


− ¿Te amenazó o algo así?


−No fue tan terrible. −Miento. −Al menos me escuchó.


−Ya−Me mira con lastima y burla. – Que mal, aunque eso fue tierno sin duda−Me da un beso.


¿Me puso en la misma oración que la palabra ''tierno''?


(...)


La veo alejarse y me voy a casa algo sorprendida. Eso no cambia las horas posteriores cuando me baño nada más llegar, la tinta; además de ser fuerte... efectivamente era permanente ¡tengo manchas negras en las orejas!


−Uuuh −Digo mirándome al espejo. Es imposible no pensar en la reacción de papá... Mi cabello castaño claro, tan claro como el amanecer, quedo negro, negro como la misma noche.


Creí que permanente era que se adhería bien al cabello por mucho tiempo... pero no de esa manera...


Debí haberme molestado en leer la caja.


[...]


En un par de días recibo una visita habitual.


−Hola señorita −Dice Omar cuando trato de abrir la puerta luego de botar mi basura. − ¿Eres amiga de Ángela?


Me giro más sorprendida porque me dijo señorita que porque no me reconoció el muy imbécil ¡mi contextura y altura es la misma!


−Soy yo −junto las cejas −idiota.


Le da tal ataque de risa que abro la puerta y se queda ahí apoyado en el respaldo, desternillándose.


− ¡Qué diablos te pasó! −Ríe. En eso se preocupa− ¿acaso terminó todo ese flirteo con Tina y quieres cerrar etapas?


−No jodas y entra que hace frío −Le digo con molestia. −cometí un error, te hice caso y fui de incógnito.


−Existen las pelucas, tinturas temporales, que se yo.


Ahora lo entiendo todo.


En eso sonríe.


−Igual te vez guapa, extraña... pero guapa. −Mueve las cejas burlón.


−Al menos el error quedó bien −comento.


Entramos, él se sienta en el sofá.


−Ya me imagino cómo reaccionará papá Grant cuando te vea. −Apunta mi cabello.


−Tendrá que asimilarlo y ya −Respondo.


−Uf, le enorgullece mucho que todos ustedes sean parecidos −Dice. − ¿Tienes algo para remojar la garganta por la risa?


−Si. −Revisa la nevera.


− ¿Y cómo te fue?


−Bien −Lo pienso mejor − es decir... al menos no montó escándalo, pero me apuntó con una pistola...


− ¡¿Te apuntó con una pistola?! −Se interrumpe mirándome incrédulo.


−Si, vi mi vida pasar −Digo recordándolo con escalofríos −Me ofreció hasta el postgrado, pero fui firme. −Estoy orgullosa de mí. −Si no, no tengo credibilidad.


−Ah, como te gusta la Edwards −Dice. −Rechazaste uno de tus sueños


No lo había pensado de esa manera


−Oh vamos, no es la forma de ganarlo −Digo. −Debo tener méritos.


−Solo acepta que te tiene loca y ya.


−Es que... hace cosas... sexys −Me sonrojo.


−Así es la cosa −Dice sacando unos cigarros. −Cosas sexys −Guiña el ojo. − ¡Qué seríamos sin las cosas sexys!


[...]


El día en que el voy de visita a mi familia llueve. Llevo un gorro que me cubre la mayor parte de la cabeza. De esos del chavo.


−Hola hola −Digo a Catalina.


− ¡Por Dios hermana! −Exclama. Me quita el gorro, yo se lo quito a su vez y me lo pongo maltrechamente de mal humor.


− ¿Cómo lo supiste?!


−Tus cejas −Exclama boquiabierta, y te vi el cabello por detrás−Ríe. − ¡Te ves cool! Era cosa de tiempo con tu música y eso...


− ¡Eso no tiene nada que ver!


− ¿Y para que te teñiste? −Se sorprende.


−Para... para un trámite de incógnito.


− ¿Estás metida en algo ilegal? −Pregunta burlona.


−Claro que no.


−Eres como una agente secreta.


Enrique arruga la frente y me queda mirando.


− ¿Por qué el gorro?


−La moda −Respondo.


−Que horror −Dice. − Que pasen buena tarde.


−Tal vez si él no se dio cuenta papá tampoco. −Dice mi hermana.


Enrique se gira.


−¿Darme cuenta de qué?


En eso me mira las cejas y arruga la frente.


− ¿Te teñiste? −Para mi sorpresa oculta una risa. −A ver.


−No. −Me cruzo de brazos. Catalina me arranca el gorro y deja ver una reluciente cabellera negra.


Enrique rompe a reír.


¿Por qué carajos se ríen?


−No está mal hermanita, no sabía que eras de esas −Se va riendo con su desagradable voz grave forzada de niño rico.


− ¿De qué se ríen? −Genial... − ¡¿QUÉ TE HICISTE?! −Papá esta al borde de un ataque, se ve más blanco de lo que es.


−Era un disfraz y me equivoque de tinta. −Digo.


− ¡Tenías una preciosa melena castaña! ¡Digna de un Grant! −Aish ya empezó...− ¡Te metieron cosas en la cabeza! ¡Yo sabía!


−Nadie me metió la idea de teñirme el cabello −Gruño.


−Ahora te ves como ¡esos delincuentes! −Se espanta.


−Ya no te emociones −Gruño. −Ya volverá a la normalidad, cuando pierda la negrura −Digo. −Si me decoloro temo que quede peor... o amarillento... o nada.


−Ángela −Se toca el puente de la nariz. −Llevas menos de un mes viviendo sola y mira... ¡eres una! ... −Ahora que se le va a ocurrir... − ¡de esos vándalos que protestan y queman las calles!


− ¡Déjala tener su identidad papá! −Gruñe Catalina.


− ¡Jovencita! −Exclama algo morado. Mi hermana se cruza de brazos. − ¡Eres mi hija! ¡Eres parte de esta familia! ¡No quiero habladurías! ¡Antes de que vuelva a verte quiero ese cabello como debería estar!


− ¿Te das cuenta de que es un culo venir a visitarte? −Espeto.


− ¡Y también cambiarás ese vocabulario!


−Imposible −Murmura mi hermanita.


− ¿Qué se viene? −pregunta haciéndose el dolido− ¿Un piercing en medio de la nariz? ¿En la ceja? En...


−No creo que se me vea bien −Digo. −Relájate Enrique −Trato de bajar los ánimos.


−Yo no sé de donde diablos saliste −Dice muy derrotado.


−Hay uno en cada familia −Lo consuelo. En esta familia me tocó ser la oveja arcoíris.


−Eso debí frenarlo cuando eras niña, siempre llevando la contraria, con esos... videojuegos, amigos raros... −empieza.


− ¿Saben qué? volveré cuando sea peli castaña. −Digo enfurruñada.


− ¡Si! Como una Grant −Comenta de inmediato


−Hay millones de peli castaños afuera, no te creas tan especial. −Las personas y sus recursos desesperados para sentirse especiales...


Antes de que nuestro padre continúe el show, Catalina me toma del brazo.


−Me la llevo papá, no arruines mi tarde de hermanas.


El frunce el ceño y nos ve en silencio subir las escaleras.


Me quedo callada subiendo a su cuarto.


− ¿Tarde de hermanas?


−La que me debes por sacarte de esta. Cállate y abrázame. – Dice. Con una risita la abrazo.


− ¿Y tú como has estado? −la mezo en mis brazos.


−Bien, aunque esto se ha vuelto aún más solitario. Lo que es bueno a veces −Sonríe traviesa −Pero no tan seguido.


−Te dije que puedes ir a verme.


−No estoy acostumbrada a tus nuevos amigos, no entiendo lo que hablan.


− ¿Y de cuándo no eres tan sociable? −Sonrío− Ve otro día y ya.


−Es que es la primera vez que los veo. Bueno aparte de Omar.


−Si, ese mismo. −Me río. − ¿Y qué quieres hacer?


Grande fue mi error al preguntar eso, quiso salir a ''ponerse más guapa'' en sus palabras, fuimos a comer y a dejar que gente nos haga cosas en la cara ¡tuve que aceptar por amor al arte! Al final de la tarde, bastante exfoliada, con el cabello reluciente y con las orejas del color de el resto de mi cuerpo, me voy a casa.


Me quedaré pelinegra un tiempo más, es para que no se me destruya el pelo.


Lo juro.


Eso sí, tendré precaución de ir a la mansión, ya en el Spa, me miraron raro. Pero debo decir que sus halagos funcionaron. Ahora, inalcanzable, pulida y reluciente, me duermo.



---------------

Y me solté el cabello, me vestí de reina aeaeae

Cerrando ciclos. Ok no

Es un gusto volver a saludarles y traerles un nuevo capítulo, espero tengan un feliz domingo.

¡Nos leemos pronto!

Продовжити читання

Вам також сподобається

109K 8.1K 24
Hazel, una chica que es famosa en la escuela por agarrar a patadas a todos y ser muy extrovertida y Noah, la chica mas popular de toda la escuela, a...
56.1K 2.8K 20
Gabriela lucha en contra los sentimientos que crecen por su molesta jefa Katherina, en el camino se da cuenta de que no todo lo que se ve es la reali...
129K 28.1K 59
La mano del rubio se coló bajo la máscara del anbu acariciando su rostro suavemente, los azules lo veían con debilidad y un gran amor, Itachi se dejó...
12.8K 1K 22
Diana es una prostituta que ha sido encontrada en medio de una carretera solitaria tras haber sido golpeada por un hombre el cual le deja moribunda p...