Tan solo bastó que se miraran por una milésima de segundo, para que mandaran todo a la mierda.
Ambos lanzaron lejos las pistolas que tenían apuntadas hacia el otro y se lanzaron a besarse. Se devoraban como si no hubiera un mañana mientras Streets sonaba de fondo, Doyoung enredaba sus dedos por el cabello marrón de Jaehyun quien lo tenía acorralado contra la barra de bebidas disfrutándose como si fuera el fin del mundo.
Porque tal vez lo era.
Doyoung saboreaba todo con su lengua dejándose llevar, perdido, pero sintiéndose tan deseado... La erección de Jaehyun refregándose contra su pierna y su propio miembro también despertándose ansioso.
Hasta que, repentinamente, la canción dejó de sonar.
Los dos se quedaron totalmente quietos. Doyoung abrió muy despacio los ojos (pese a que solo podía ver por uno de ellos) y se dio cuenta que todos en el bar los estaban mirando, incluso todas las luces apuntaban a ellos y nadie hacía ni el más mínimo ruido.
—Sé que este es un bar de mierda, pero tampoco se puede confundir con un motel, señores —dijo el bartender detrás de Doyoung haciendo que saltaran sorprendidos.
—¡Consíganse una habitación! —Alguien gritó a lo lejos.
—¡Falta que solo se quiten la ropa! —Exclamó alguien más.
Doyoung jamás se había sentido tan avergonzado en toda su maldita vida. Sabía que estaba ruborizado hasta la punta de los pies y ocultó el rostro con sus manos para no tener que ver a nadie deseando desaparecer de la faz de la tierra. Sin embargo, sintió una cálida sonrisa acariciando su nuca y cuando subió su rostro, se encontró con los ojos de Jung quien acariciaba su espalda con gentileza.
Jaehyun también tenía sus orejas rojas, pero no parecía tan mortificado. Además, él era quien le estaba dando la espalda a todos.
Doyoung jamás se había fijado lo lleno que estaba ese bar en realidad.
Él se escondió en el pecho de Jaehyun el cual lo abrazó con fuerza antes de levantarlo. El cuerpo de Doyoung reaccionó de inmediato rodeando con sus piernas el torso del castaño antes de que Jaehyun comenzara a caminar hacia la salida recogiendo las pistolas a su paso con bastante maestría.
—Qué pena —susurró Doyoung en su pecho.
—Pensé que te valía una mierda lo que pensara la gente, cariño.
—Sí, bueno —Doyoung levantó su rostro y se quedaron mirando por unos cuantos segundos— me vale una mierda cuando son cosas del trabajo o si me das una paja mientras bailamos, pero no si me estoy besando con alguien, no estoy acostumbrado a esto...
—Eres tan jodidamente sorpréndete. Siempre lo logras —Jaehyun besó la comisura de sus labios cuando ya estaban apunto de llegar a la salida. Todos les daban paso sin dejar de juzgarlos con la mirada—. Gracias por darle algo de sentido a mi monótona existencia. —Declaró ignorando absolutamente todo a su alrededor.
Doyoung sonrió volviéndose a refugiar en su cálido pecho, aferrándose a su cuerpo. Si su corazón latía rápido por aquellas palabras, simplemente lo ignoraría.
Aunque de repente...
—Johnny me está esperando en la entrada. Recuerda la otra vez, nosotros siempre salimos por la puerta de-
—¿Crees que podamos confiar en él? Yo vi cómo te lastimó cariño y no puedo...
—Tampoco creo que sea muy confiable, pero podemos probar su lealtad de todos modos. —Respondió de inmediato quitándole el seguro al arma en sus manos.
Y entonces, Jaehyun abrió la puerta con una patada y efectivamente allí estaba Johnny, pero antes de que pudiera reaccionar, Doyoung ya tenía su pistola apuntada hacia él.
La escena era casi cómica para cualquiera que los estuviera viendo desde un tercer plano. Doyoung, todavía siendo alzado por Jaehyun como si fuera alguien muy delicado, abrazaba con una de sus manos la nuca de su alma gemela mientras que la otra la tenía estirada hacia Johnny preparado para disparar ante el más mínimo movimiento.
—¿Qué demonios, Doyoung? —Preguntó Johnny atónito.
—Tú nos vas a acompañar a una parte, Suh—Sonrió malévolamente aunque después sintió que Jaehyun besó su mejilla y aquello lo sacó por completo de sus casillas—. ¿Por qué hiciste eso? Estoy intentando imponer respeto aquí, ¿sabes? —Refunfuñó sintiendo que volvía a sonrojarse.
—Es que eres tan perfecto, mierda, ¿por qué antes no me había fijado en lo caliente que eres cuando amenazas a otras personas, cariño? —Jaehyun le mordió con suavidad la mejilla y Doyoung ahogó un grito de sorpresa.
—¿¡Qué te sucede!? Sigue diciendo eso y le voy a decir a Taeyong que te asesine —Doyoung le sonrió con cara de pocos amigos.
—¿A Taeyong? —Preguntó Johnny y hasta ese momento ambos volvieron a la realidad.
Doyoung se bajó del cuerpo de Jaehyun y caminó con paso firme hasta Johnny mientras colocaba su pistola en el estómago de su adversario.
—Vas a hacer todo lo que te diga a partir de ahora, John Suh.
—¿O si no qué? Sé que están en el bucle, tengo un leve déjà vu de que así es, así que técnicamente no me puedes hacer nada, Doie —Johnny lo miraba furioso, era la típica mirada de una dolorosa traición.
—¿Y a ti quién demonios te asegura que este no es nuestro último día, imbécil? —Doyoung subió paulatinamente la pistola desde su estómago hasta llegar a su cuello, debajo de su rostro.
—No van a salir de esta vivos. —Aseguró Johnny tragando saliva.
—Pero si tú mismo nos aseguraste ayer que nos ibas a ayudar —dijo Doyoung sarcásticamente—. No entiendo por qué cambiarías de opinión.
—¿En serio dije eso?
—Así es y vamos a comprobar si lo decías de corazón o si solo era pura mierda. Camina —Doyoung bajó un momento su pistola, pero Johnny aprovechó ese momento para atacarlo.
Le dio una patada en el hombro que hizo que Doyoung cayera, pero antes de que pudiera sacar alguna arma o llamar por ayuda, Jaehyun se lanzó hacia él furioso. Ambos comenzaron a tener una pelea mano a mano, pero aquello no duró mucho porque Doyoung también se lanzó hacia Johnny después de recuperarse y en cuestión de cinco minutos, Jaehyun tenía a Johnny contra el suelo antes de que Doyoung colocara un cuchillo muy cerca a su tráquea.
—Dame una sola maldita razón por la que no debo asesinarte ahora mismo, hijo de puta —su voz temblaba debido a la furia.
—Porque soy la llave para que puedan salir de aquí —dijo Johnny respirando entre cortadamente y muy bajo para que no le pudieran escuchar en el reloj—. Porque yo controlo a gente muy importante y si me matan, no podrán respirar ni un solo instante antes de que ustedes también estén muertos... Aunque van a estar muertos después de todo al final del día. —Él se burló.
Doyoung y Jaehyun se miraron con preocupación.
Mierda.
(...)
—Me siento muy cansado —Doyoung escuchó que le dijo Jaehyun cuando los tres entraron al motel.
—Deberías dormir un poco.
—¿Y dejarte solo con Johnny? Jamás, cariño. No puedo cerrar los ojos si él está aquí.
Los dos miraron a Johnny el cual tenía unas esposas que apretaban muy fuertemente sus muñecas. Estas estaban ocultas tras una manta que parecía que estuviera cargando. Al igual Jaehyun siempre estaba detrás de él con la pistola en mano para asegurarse que no intentara hacer nada.
—¿No puedes configurar su reloj para que ante un movimiento brusco explote o algo así? —Susurró casualmente. Para ese punto Jaehyun y él ya se habían quitado los suyos y el chip en la nuca de Doyoung también había sido destruido.
Todo sin que Johnny los viera o se diera cuenta de lo que estaban haciendo (de lo que podían hacer).
—Aquí está la llave para la habitación en el último piso —les dijo la recepcionista quien los miraba impresionada. Después de todo eran tres apuestos hombres altos y fuertes—. Puedo regalarles un tubo adicional de lubricante si compran los servicios de-
—No va a ser necesario —Jaehyun le dedicó una encantadora sonrisa de hoyuelos—. Gracias.
Los tres subieron al elevador y la cercanía se hizo todavía más incómoda, sobre todo porque Doyoung sentía que Johnny tenía sus ojos clavados en él y a su vez, Jaehyun tenía su mirada puesta en Johnny. El ambiente era pesado, pero debían soportarlo si querían tener una oportunidad.
—Doyoung, ¿puedo hablar contigo a solas? —dijo Johnny cuando salieron del elevador.
—No, no puedes —Respondió Jaehyun de inmediato clavándole la pistola en las costillas.
—¿Qué necesitas decirme que no pueda escuchar Jaehyun?
—Solo será un minuto, si la información no sirve, no sucede nada —dijo seriamente.
Doyoung conocía a Johnny desde que entró a la organización hacía bastantes años y jamás lo había visto tan serio, aunque de igual forma podía ser una trampa. Todos ellos también sabían actuar a la perfección, era parte del trabajo.
Pero también sabía que la curiosidad no lo dejaría dormir.
—Ve a la habitación, Jaehyun.
—¿¡Qué!? ¡Pero-!
—Si confías en mí, ve a la habitación.
—No es por eso, ¡no sé que haría si él te llega a hacer algo!
Doyoung paso su mano por el cuello de Jaehyun y lo atrajo hasta que sus rostros estuvieron increíblemente cerca, sus narices pegadas.
—No me va a pasar nada. Johnny no me va a hacer nada porque sé defenderme, aunque te guste protegerme, no te necesito para esto —Doyoung lo besó profundamente succionando todo su aliento—. Ve.
—Esto no me causa un buen presentimiento, cariño —murmuró Jaehyun mirándolo con preocupación.
—No importa, vete. El tiempo en este momento está corriendo para nosotros —Doyoung lo besó una última vez antes de empujarlo.
Jaehyun no dejó de mirarlo ni siquiera cuando ya estuvo frente a la puerta de la habitación. Doyoung se aseguró que entrara antes de volver a mirar a Johnny.
—¿Qué es lo que sucede?
—Tú sabes que él debía asesinarte, ¿no?
—Vaya, información nueva —dijo sarcásticamente cruzando sus brazos.
—¿Sabes quién fue la persona que mandó a que te asesinaran, Doyoung? ¿Conoces la verdadera razón de por qué te quiero ayudar ahora que sé que tienes un hijo?
—¿Qué tiene que ver lo uno con lo otro?
—Ja, él no te lo ha dicho —comentó Johnny con una mueca de amargura en su rostro.
—¿No me ha dicho qué?
—Sabes, si quieren empezar a hacer un verdadero plan de escape, tienen que irse del país y si pueden del continente y para eso necesitan dinero, mucho, mucho dinero y adivina quién tiene el suficiente como para ponerle un precio tan elevado a tu cabeza.
Doyoung frunció el ceño pensando en quien conocía que fuera medianamente millonario, pero solo había una persona y ese era el jefe de Jaehyun. Estaba seguro que era él, pero ¿qué tenía que ver ese hombre con su hijo?
—Recuerdo que me la presentaste una vez. Cabello largo y ojos brillantes... Que me miraban con rabia y con envidia porque en ese momento yo tenía algo que ella siempre ha creído que es suyo.
—¿Q-Qué?
—Fue Hyewon, la madre de tu hijo. Ella es quien te quiere muerto.
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Nos vemos en una siguiente actualización unu bye
Recuerden que tenemos un grupo Jaedo en wa y siempre estamos recibiendo gente jaja