Había tres personas caminando hacia el escenario. Pero la razón del silencio repentino fue la persona que caminaba al frente. El hombre era alto, de piel bronceada y complexión musculosa. La charretera sobre los hombros de su uniforme militar blanco mostraba a todos los de su rango: un general.
Aunque ese fue el caso, su uniforme militar ni siquiera se usó correctamente. La chaqueta fue puesta descuidadamente sobre sus hombros, mostrando la camisa negra ajustada debajo. Parecía que no quería usarlo, pero se vio obligado a hacerlo, así que se lo echó sobre los hombros.
Caminó hasta el centro del podio y se echó hacia atrás su cabello blanco antes de mirar a los estudiantes frente a él con su mirada dorada. Sí, esta persona no era otro que Wulfric de Lunaris. El único príncipe del Imperio y uno de los cinco generales.
Todos los estudiantes de primer año en ese salón de actos lo reconocieron. ¿Cómo podrían no hacerlo? Con ese simbólico cabello blanco y ojos dorados. ¿Quién más tendría esas características memorables además de él? Sin mencionar el uniforme que llevaba. Para aquellos que querían ser soldados como ellos, ¿cómo no reconocer al infame 'Carnicero de Orus'?
Es por eso que todos se callaron en el momento en que apareció. Aparte de la conmoción por ver al príncipe, también se sintieron un poco incrédulos. Todo lo que podían pensar era '¿cómo podría estar aquí esta persona?'.
Reas no fue diferente. No, de hecho, su reacción fue aún más exagerada. ¿Qué estaba haciendo este tipo aquí? ¿No dijo que estaría aquí durante la ceremonia de apertura? Entonces, ¿por qué aparecía aquí cuando era solo el comienzo del entrenamiento?
Desde que escuchó que uno de los cinco ejércitos estaría a cargo de su entrenamiento, había estado preocupado de que el Escuadrón Fenris fuera el asignado a ellos. Esa es la razón por la que casi no pudo dormir anoche. Y ahora, parecía que ese era realmente el caso.
De repente sintió como si todo el universo estuviera conspirando contra él. Realmente no quería ver o tratar con este tipo.
El mejor escenario para esta situación era que el otro lo atacara constantemente durante el entrenamiento debido a su actitud irrespetuosa. El peor de los casos sería si lo favoreciera por su hermano. Solo pensar en eso ya le estaba poniendo la piel de gallina.
Eso que sucedió no fue realmente demasiado descabellado. Si uno observaba cuidadosamente la acción del príncipe hacia Astrid, cualquiera podía ver que estaba interesado en el otro.
Reas fue incluso mucho más sensible al respecto porque tenía algo que ver con su hermano gemelo. Por eso podía verlo con mucha claridad. El interés del príncipe por Astrid. Y no le gustó. No solo por todas las complicaciones que conllevaría, sino sobre todo porque, en su opinión, ese maldito príncipe no se merecía a su hermano en absoluto.
"¡Vaya! ¡Es realmente el general del Escuadrón Fenris! Significa que su ejército sería responsable de nuestro entrenamiento, ¿verdad? Esto es tan emocionante. Me pregunto qué tan fuertes seríamos si fuéramos entrenados por el mismo general".
Esos comentarios de Ash impidieron temporalmente que Reas siguiera pensando en cosas más complicadas. Al escuchar esas palabras, se dio cuenta de algo. Que podría volverse más fuerte.
No importa cuánto no le agradara el príncipe, la fuerza del otro era genuina. Al igual que Ash había dicho, si alguien del calibre del príncipe los entrenaba, no había forma de que uno no se hiciera más fuerte. A menos que esa persona tuviera un problema. O son arrogantes y pensaron que ya eran fuertes o alguien que simplemente no tenía ningún potencial.
Reas no quería pertenecer a ninguno de los dos. Incluso si tuviera un problema con el príncipe, no estaría lo suficientemente orgulloso como para pensar que ser entrenado por él sería una pérdida de tiempo. No sería inmaduro y traería su problema personal con el otro en esta situación. En cambio, devoraría lo que fuera que le enseñara el otro. Y se volvería más fuerte de lo que era ahora.
Cerró los ojos y respiró hondo. Cuando los abrió una vez más, esas profundidades de color gris azulado ya estaban llenas de determinación.
Wulfric, que estaba de pie en el escenario, estaba escaneando la habitación y se encontró con la mirada del mocoso. El sonrió. Ese chico estaba realmente aquí. Sorprendentemente, en lugar de la hostilidad que ya había esperado de alguna manera, se encontró con una mirada decidida.
Eso es bueno. Al menos, este mocoso no era tan estúpido. Disfrutaría "entrenarlo".
Entonces, notó que el otro mocoso estaba sentado al lado de Reas. ¿No era el hermano de Leland? ¿Cuál era su nombre de nuevo? Ah, Assil. Supo de su teniente que su hermano menor entraría a la academia militar este año escolar.
¿Fue solo una coincidencia que los dos estuvieran sentados juntos? Bueno, no es que realmente le importara.
Hablando de ese teniente suyo, probablemente haría un escándalo una vez que se enterara de que él mismo fue personalmente aquí en lugar de dejar este trabajo a uno de los capitanes. La idea de capacitar a los estudiantes de primer año este año escolar provino del Ejército Aegis. Querían ser estrictos al recortar a los estudiantes solicitantes este año.
Después de todo, este año fue el tercer milenio de la Academia Militar Imperial. El lote de este año solo debe ser la crema de la cosecha.
Leland tomó la iniciativa para asegurarse de que su ejército obtuviera el Departamento de Mecha. Probablemente porque sabía que Wulfric ni siquiera mostraría un ápice de interés si fuera cualquier otro departamento. Lo cual tenía razón, por supuesto.
Lo planeado era dejar que los otros capitanes se encargaran del entrenamiento y dejarlo aparecer el último día. Habría estado de acuerdo si no se hubiera enterado de que ese mocoso estaba realmente en este departamento.
¿Cómo no podía "cuidar" del hermano de Aster?
Wulfric sonrió a los estudiantes que tenía ante él. Pero para los demás, solo parecía un lobo mostrando sus colmillos. "Buenos días a todos. A partir de hoy, seré su instructor de entrenamiento".
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(Capitulo ciento setenta y ocho ^^)