ADVERTENCIA RÁPIDA, ANTES DE LEER:
Este libro contiene escenas de violencia explícita, consumo de sustancias y otros temas asociados. Esto puede llevar a situaciones en las que parezca que las acciones y decisiones de los personajes están siendo romantizadas, pero esa no es mi intención, ya que esta es una historia de ficción y solo tiene fines de entretenimiento. Si no le gustan este tipo de cosas, continúe y haga clic fuera de esta página. Espero que disfrutes la historia :)
Hace cuatro años: 21 de octubre - 10:29 pm
La chica se sentó sola, dejando que sus ojos vagaran por la espaciosa sala de estar. Su madre estaba fuera por la noche, como solía ser. Estar sola era un sentimiento común, se sentía así en muchas ocasiones, cuando su madre no estaba en casa o cuando ella estaba en la escuela, así que ya estaba acostumbrada. Podría ir y llamar a un amigo... ya sabes, si realmente tuviera alguno. Miró a su alrededor mientras la televisión reproducía los habituales programas de mierda para adolescentes que realmente no deberían transmitirse al público en general, pero a ella no le importaba, solo le gustaba escucharlos de fondo. Le hacía pensar que realmente tenía compañía y que la gente se preocupaba por escucharla.
Se estremeció ante sus pensamientos, regañándose a sí misma. Tomó asiento en el suave sofá y negó con la cabeza, murmurando cosas malas en voz alta. Se dijo a sí misma que debía dejar de ser tan ingrata. Siempre pensaba en lo maravilloso que sería tener gente a su alrededor que se preocupe por ella. ¿Cómo podría sentirse mal por sí misma? ¿Cómo podría pensar que se siente vacía cuando lo tiene absolutamente todo?
Eso es correcto; absolutamente todo. Todo lo que una chica adolescente podría desear: una casa enorme, la ropa más linda, el teléfono más moderno, un Lamborghini elegante listo para ella cuando finalmente obtenga su licencia y una matrícula universitaria prepaga. Honestamente, ¿qué más podría pedir alguien? Tenía cosas tangibles y caras, que harían que cualquiera, y tal vez incluso todos, la envidiaran. Sabía que la gente estaba celosa de todo con lo que su madre la mimaba, pero realmente no veía por qué. Su madre siempre le decía: "Skylar, ¿quieres esto? Te compraré esto, esto y esto" y "Oh, Skylar, compra lo que quieras, no me importa".
"No me importa" diría su madre. Y aunque ella sabía lo que quería decir, las palabras todavía dolían. Al crecer, obtuvo todo lo que quería. Desde que le dieron todo ese dinero a ella y a su madre después de que a su padre se le prohibió mantener su custodia, y después de todos los años que su madre pasó trabajando duro, tenían más que suficiente. Tenían tanto que tampoco necesitaban. Una enorme casa albergaba a dos personas muy poco sociales y una gran cantidad de dinero que podría donarse o dársela a otras personas. Ya sabes... alguien que realmente se beneficiaría de todo. Su madre todavía trabajaba duro, y ella no puede recordar la última vez que tuvo una conversación real con su propia madre. Ninguna era muy buena para entablar conversaciones entre ellas, ni tienen ninguna habilidad para hablar con personas fuera de esa enorme casa.
Ella siempre pensaba en eso. Por ejemplo, ¿cuál es el punto de tener todo lo que podrías desear cuando no hay nadie con quien compartirlo? No más padre alcohólico, apenas madre (o eso se sentía), no hermanos ni amigos. Tenía muchas cosas... pero a nadie. Las cosas y las personas son dos conceptos muy diferentes: uno de ellos tiene sentimientos y emociones reales, mientras que el otro, en realidad, no tiene mucho significado.
Una persona podría pensar que tener mucho dinero, ropa y cosas elegantes podría hacer feliz a una persona, pero todo lo que hizo fue hacer que esta chica se sintiera sola. Debería estar agradecida, pero todo lo que sentía era una constante soledad, se aferró a ella como una cinta; envolviéndola y negándose a dejarla ir. A veces se pregunta quién está más vacío; su casa o ella misma. Y por mucho que intente hacer amigos, o simplemente olvidarse de todo, no puede. No puede evitar toda la soledad que tiene y toda la falta de libertad que parece poseer.
¿Qué es la libertad? Esa es una pregunta que se hace mucho y todavía no ha encontrado la respuesta. ¿Es hacer las cosas por su cuenta? ¿Comprar todo con tu propio dinero? Debe haber un significado más profundo, pero aún tiene que encontrarlo. Sin embargo, es joven, pero se siente perdida.
Ella no cree que la felicidad provenga de las cosas que tienes, pero eso es lo que le han enseñado. Quiere encontrar a alguien con quien sonreír, pero con su falta de habilidades sociales y cariño por los demás, no tiene a nadie. Nunca supo realmente por qué alguien más no podía simplemente hacerse su amigo. Si hay algo que quiere hacer con su vida cuando sea mayor y se mude, es causar una buena impresión. No quiere sentirse sola... y si lo hace, no quiere sentirse culpable por ello.
Pero, ¿cómo se puede encontrar la felicidad en otras personas y ayudarlas? ¿Cómo puede alguien estar en el fondo y sentir que está en la cima del mundo al mismo tiempo? Nunca ha salido de esa ciudad suburbana en la que ha vivido en toda su vida, y no cree que la libertad y la felicidad sean muy fáciles de conseguir.
Ella no entiende por qué este mundo gira, o por qué está destinado a ser un lugar feliz. Es consciente de cuántas personas malas llenan el mundo y cuánto daño pueden causar. Siempre ha tenido miedo de muchas cosas, pero nadie sabe lo asustada que puede estar. Todavía es joven, y aún no se ha dado cuenta de lo aterrorizada que puede llegar a estar. Debajo de su piel había una guerrera, y la única forma de mostrar esa valentía es si alguien se la empuja. Hasta ahora, con su falta de experiencia en cualquier cosa excepto en el anhelo de al menos un amigo, todo lo que puede esperar es el destino.
Sí, el destino. Escuchas mucho sobre esa palabra, pero a veces se necesita un tiempo para que suceda. Le gusta mucho pensar en el futuro y esperar a que le suceda algo grandioso. Confía en el destino; tal vez la lleve a algo... o incluso a alguien que la haga sentir que el destino es algo bueno. Todo lo que quiere hacer es crecer. Quiere encontrarse a sí misma sin la ayuda de todo este dinero y la revelación con la que se crió. Y aunque se burla de sí misma por sentir que no tiene nada, realmente tiene ganas. Quiere encontrar un propósito en sí misma, además de ser una chica que no tiene amigos ni una familia real, solo mucha soledad. El destino puede ser la respuesta, si tan solo lo pudiera ver desde esta temprana edad.
Pero... ¿Cómo puedes encontrar un propósito en ti misma cuando el destino es el que te jode?
Hace cuatro años: 21 de octubre - 10:29 pm
El chico estaba sentado solo, con la espalda contra el banco de la parada del autobús y los ojos mirando hacia arriba. El cielo estaba oscuro, salpicado de nubes que le recordaban al humo. Esperó en silencio, en la única parada donde llegan los autobuses tan tarde en la noche. Por supuesto, realmente no sabía si eso era cierto, es solo lo que la gente le dijo. Decidió simplemente intentarlo, ya que necesitaba salir de esa pequeña ciudad en la que ya no era bienvenido. Nadie le dijo físicamente que tenía que irse, pero cuando se corra la voz por la mañana, estará jodido. No sabía adónde se dirigía, cómo llegaría allí o qué haría.
En este punto, no importa cuántas veces haya intentado decirse a sí mismo que todo estará bien, no tenía absolutamente ningún lugar adonde ir.
Su mente estaba en blanco, su cuerpo estaba inmóvil y no tenía nada que decir, nada que hacer y ninguna forma de saber cómo se sentía. El aire era frío y amargo, y se cubrió con el abrigo tanto como pudo. Las cenizas aún permanecían en su ropa, el olor a hollín y humo de lo que había hecho todavía llenaba su nariz. No sabía cómo sentirse, por lo que su mente permaneció en blanco.
Sus ojos vagaron por la calle vacía, preguntándose por qué él era el único allí afuera. Las tenues luces amarillas de la calle solo alumbraban lo suficiente para ver los edificios derruidos y las casas vacías, sin una sola fuente de vida que no fuera él mismo. Se sentía solo, indefenso, pero no culpable en absoluto. No tenía adónde ir, nadie en quien confiar, y tal vez no le quedaba ni una pizca de cordura.
Estaba asustado. Tenía miedo de muchas cosas, de hecho, como siempre. Pero estaba aún más asustado mientras estaba sentado solo, esperando que sucediera algo; esperando alejarse lo más posible de este lugar.
No podía soportarlo más y necesitaba una salida.
Y lo que acababa de hacer, tal vez hace 20 minutos, fue la única forma en que pudo encontrar un escape. Un escape de todo lo que hacía que el mundo pareciera que no tenía sentido. Necesitaba escapar de todas las cosas que lo cerraban y lo hacían llorar. Las cosas con las que quizás un pequeño porcentaje del mundo podría relacionarse, y las cosas que le hicieron preguntarse por qué existe la "libertad".
«Tranquilízate, Ashton.» Murmuró para sí mismo, sacudiendo la cabeza en respuesta. Quería reírse de esas palabras, porque no tenían ningún sentido para él. ¿A quién engañaba? No podía recuperarse, nunca ha podido. No importa cuántas veces haya tratado de recomponerse, nunca ha sido tan fuerte como le gustaba pensar que era. Era demasiado frágil para recuperarse y lo odiaba. Estaba más que cansado de ser ese chico delicado, incapaz de defenderse por sí mismo. No lo ha llevado a ninguna parte, y nunca lo hará.
Ha estado sentado en esta misma parada de autobús durante horas y se estaba impacientando. No podía quedarse ahí por más tiempo, quieto durante tanto tiempo. Finalmente, comenzó a pensar, si debía esperar o ir a buscar un aventón en otro lugar. Le dolían los músculos y estaba cansado. No podía caminar ni encontrar fuerzas para pedirle a alguien que lo llevara a alguna parte. Además, ¿quién estaría despierto a esta hora de la noche?
Aproximadamente 10 minutos después, el corazón del chico comenzó a latir con fuerza cuando una camioneta de tamaño mediano giró hacia la calle en la que estaba sentado. Es un poco extraño ver un automóvil al azar conduciendo por esa calle de la nada, pero ¿qué puede decir? Él también es un poco raro. Las ventanas eran polarizadas y conducía lento, estaba empezando a sentirse nervioso. Lentamente, se puso de pie y agarró su mochila. Se la echó al hombro y se bajó del bordillo a trompicones.
—Tengo que salir de aquí —dijo temblorosamente.
Levantó la mano, mirando ciegamente al conductor, esperando que se detuviera. Afortunadamente, la camioneta redujo la velocidad aún más, hasta que realmente se detuvo, para sorpresa del chico. Sus piernas temblorosas lo llevaron un par de pasos más, hasta que subió por la ventana abierta del vehículo oscuro.
—¿Necesitas que te lleve, chico? —preguntó el conductor masculino. No podía ver su rostro, pero no le importó.
—P-por favor —tartamudeó el chico, asustado por su propia voz ronca. No dudó en abrir la pesada puerta y empujar su cuerpo inerte hacia el asiento del pasajero. Afortunadamente, hacía calor dentro, lo que le dio una pequeña sensación de alivio. Se quedó mirando el banco en el que estaba sentado anteriormente cuando el extraño comenzó a conducir hacia la salida de la ciudad de 300 habitantes.
—¿Tienes nombre? —preguntó el hombre casualmente—. ¿Y tal vez direcciones de adónde quieres ir?
—Ashton —dijo el chico avergonzado—. Y solo... por favor, llévame lo más lejos posible de aquí.
Y con eso, Ashton se quedó completamente en silencio, no queriendo conversar con el hombre al que estaba agradecido por llevarlo. Sacudió la cabeza y miró sus manos entumecidas que se unían en su regazo. Su mente volvió a cómo era antes, y cómo suele ser todos los días: absolutamente en blanco.
Es un chico asustado, que todavía está tratando de descubrir qué es lo que realmente hace que el mundo sea especial y lleno de vida, porque realmente aún no lo ha encontrado. Es joven, pero lo perdió todo. Literalmente, todo lo que una vez poseyó y amó ahora se ha ido.
Pero, partes de él no tenían ningún problema con eso en absoluto. Siempre le han dicho que deje pasar las cosas, pero nunca ha podido. ¿Cómo es que uno simplemente lo deja ir? ¿Cómo puede alguien olvidarse de todo lo que le ha pasado o de lo que ha hecho, y seguir adelante? Para Ashton, la idea de olvidar todo y centrarse en el futuro era una idea absurda. Hay tantas cosas que le pueden pasar a una persona, y tantas que una persona puede hacer para arruinarlo. Empiezas a hacer cosas para adormecer tu mente y tu dolor, y lo siguiente que sabes es que estás hundido. Él realmente no sabe cómo se siente eso... pero es joven, y estar asustado no es la mejor combinación, ¿no crees?
Entonces...
¿Por qué olvidar las cosas que te vuelven loco, cuando puedes verlas arder?
¡Hola! Le doy el inicio a esta nueva historia, espero que les guste y cualquier crítica constructiva será bienvenida.