"Puedes venir, necesito verte..."
Suspire pesadamente al ver aquel mensaje recién llegado a mi dispositivo móvil.
Había tenido un día de mierda, estaba cansada y lo último que quería era ir a verla.
"Día pesado. Estoy muerta. Te veo después..."
Pulsé enviar y apague mi celular. Sabía que mi respuesta no sería suficiente para ella y trataría de convencerme en aparecer en su casa.
Me dirigí hasta mi habitación en donde aventé mi portafolio, el saco de mi traje ejecutivo, amarre mi cabello en una coleta y me sumergí en la ducha.
Minutos después, tome unos bóxers, una musculosa blanca y fui hasta la cocina para prepárame algo de cenar.
Un emparedado de atún con un vaso de jugo de fresas, era mi cena esa noche; camine hasta la televisión y tome el mandó tratando de encontrar algo que me llamara la atención.
Después de dos vueltas a los 150 canales de mi servicio de cable, termine viendo el documental de la última gira de IU.
Dos horas después, con mi estómago satisfecho, procedí a irme a la cama. Lo bueno de mañana, es que era sábado y no tendría que asistir a la oficina y podría descansar un tiempo mayor a las seis horas que duermo de lunes a viernes.
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El teléfono de mi departamento sonó, mire el reloj y en efecto, había dormido el doble de horas que normalmente duermo.
Me estire en la cama y tome el aparato sin fijarme bien en el número que me llamaba.
"Diga" dije evitando soltar un bostezo.
"Apagas el celular y después de varios intentos, al fin me contestas el teléfono" suspire pesadamente al escuchar su voz
"¿Qué pasa ahora? No quedaste satisfecha y quieres que vaya para llenar ese vacío en tu cuerpo" escuche como resoplaba al otro lado de la línea.
"Ni siquiera se para que te llame " sin decir alguna palabra más, me colgó la llamada.
Me golpee mentalmente. Sabía que aquello había estado fuera de lugar, pero estaba más fuera de lugar lo que ella hacía conmigo.
Suspire y aventé el teléfono en algún lugar de mi habitación. Tome mi celular y en efecto, tenía veinte llamadas pérdidas, quince mensajes y varias notificaciones de mis redes sociales.
Tome una ducha y me arregle para salir a despejarme un poco. El clima en Seúl estaba maravilloso ese día y me apetecía montarme en mi skate.
Salude a Daniel una vez que lo localice. Me tendió los más recientes discos, desde Big Bang hasta Justin Bieber. Una vez con mis discos en mano y una promesa de salir el próximo fin de semana, salí de la tienda en rumbo a la casa de mis padres.
Hola nueva tortura.
***
"No te entiendo, mujer." Mi madre golpeó mi hombro provocando la risa de mis dos hermanos y mi padre.
"Más respetó para tu madre" rodé los ojos
Tenía veintidós años, era licenciada en derecho, estudiante de una maestría en amparo, independizada de mis padres, y mi madre aún quería que le pidiera permiso para hacerme un nuevo tatuaje.
Después del tercero sin su autorización, creí que ya había entendido el mensaje.
"Necesito verte. Por favor... "
Negué con la cabeza.
"Me tengo que ir. Pero prometo venir mañana." Mi madre rodó los ojos
"Siempre que te vas a estas horas es para irte de fiesta con Tzuyu y el resto de tu tripulación "anti compromisos" era inevitable no soltar una carcajada
"Mamá ..." Ella suspiro
"Se que aún estas muy joven, Chaeyoung. Pero me gustaría verte con una linda chica bajo tu brazo, que la trajeras a cenar y que por fin sentarás cabeza." Suspire.
"Tratare de hacer lo que pidas, Mamá" bese su mejilla y me despedí de mi papá y mis hermanos para tomar rumbo a mi destino.
Si mi madre tan solo supiera.
**
"Joder, te extrañe tanto" sus labios se apoderaron de los míos, mientras la sostenía de su trasero fuertemente y la aprisionaba contra la pared y mi cuerpo.
Sus manos se enredaban en mi cuello, mientras sus dedos jugaban con el tatuaje de mi nuca; sus labios impacientes mordían los míos mientras mi lengua invade y exploraban territorio.
"Dios.." suspire al bajar mis labios a su cuello y apretar una de sus nalgas pegándola más a mi cuerpo, sí es que eso era posible.
Entre beso y beso, camine hasta quedar sentada en el sillón con ella sobré mi regazo. Los besos iban más allá de un beso inocente, esos habían dejado de existir hacía unos minutos atrás, ahora todo de tornaba pasional y hasta cierto punto, lujurioso.
Sentí como su lengua exploraba mi boca y como sus dientes mordían mis labios, provocando que el agarre de mis manos en su cuerpo fuera aún más fuerte.
Recorrí desde su cuello con mis labios, hasta su cintura con mis manos, explore la suavidad de su piel con mis dedos y sentí su excitación bajo mi cuerpo.
"¿Quién va a follarte como yo, Mina?" Y sin esperar respuesta, volví a unir mis labios con los de ella en un intento desesperado por hacerle saber que nadie la va a tocar como yo, y ella necesitaba saberlo, así como yo necesitaba oírlo.
"Chaeyoung..." Gimió contra mis labios.
"Dilo, ¿quién te va a tocar como yo? Ah... ¿Quién te va a follar como yo?" Pregunte mientras mis manos estrujaban sus pechos bajo aquella fina camiseta que llevaba.
"Nadie, sólo tu... Sólo tu..." Dijo en un gemido desgarrador que encendió cada célula de mi cuerpo.
La tome por los muslos, parándome del sillón con ella enredada en mi cuerpo e inicie camino hasta su habitación.
La arroje contra la cama, quitando su camina y lamiéndome los labios, contemple a aquella mujer.
Sus pechos estaban al aire libre y en su cuerpo sólo había una pequeña tanga negra, haciéndola ver aún más deseable de lo que ya era.
Quite yo misma mi camisa y mis jeans, quedándome sólo en brasier y bóxer.
Sentía la humedad en mis piernas y podía ver la humedad de Mina sobre su última prenda; como una depredadora fui hasta ella y la bese con una pasión que no sabía que existía en mi.
Un sendero de besos en todo su cuerpo se hicieron presentes así como ella recorría mis abdominales con sus besos y remarcaba el tatuaje de mis costillas.
"Jodidamente sexy" suspiro sobre mi piel.
No podía más, me sitúe sobre ella, rasgue su pequeña tanga y me hundí en ella, provocando que de su boca saliera un gemido que pudo haber oído su padre hasta Londres.
"Oh mierda, Chaeyoung" gimió y yo seguía con mi sincronía. Sintiendo como su cavidad se apretaba aún más sobre mi.
Había perdido el tiempo y después de unas cuantas metidas, ambas llegamos al orgasmo.
Nuestros cuerpos desnudos y sudorosos, descansaban a un lado del otro.
Mina aprovechaba para besarme el abdomen de vez en cuando o simplemente jugaba con las líneas que se marcaban en mi.
"Fue increíble, amor..." Soltó un suspiro.
"Sí que lo fue..." Afirme y ella elevo su rostro para besarme los labios una vez más.
Sonreí entré el beso y antes de que este fuera subiendo de intensidad, un celular se escucho.
Era el de Mina y justo estaba a un lado de la cómoda de mi lado. Lo tome y no tuve evitar ver el mensaje.
"Preciosa, tu padre me ha dicho que estas sola así que tome el primer vuelo a Seúl y estaré contigo en menos de cinco horas. Estoy desesperado por verte..." leí el mensaje en voz alta.
Enfadada con aquel mensaje, le pase el móvil a su dueña y yo salí de la cama, tomando mi ropa y poniéndomela ante la mirada confundida de Mina.
"Chaeyoung..." La escuche después de unos minutos.
"Me tengo que ir. Tu ya tienes planes y yo también." Frunció el ceño y rodé los ojos.
"Planes, ¿con quien?" Pregunto visiblemente molesta.
"Bueno" comencé a atarme los zapatos. "Sana está de regreso de su viaje, así que iremos por allí..." Rodó los ojos.
"Me molesta Sana..."
"Y a mi tu patética excusa de novio, sin embargo no puedo hacer nada, ¿o sí? " ella agachó su mirada y suspiro.
"Sabes que no lo amo... Simplemente le sigo la corriente a mi papa. Sólo hasta que cierre su negocio con los Kim" negué con la cabeza.
"Vienes diciendo eso desde hace dos años, Mina. A este punto, ya no se sí es verdad o mentira." No di oportunidad que contestara, sólo salí de su departamento.
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