Rent a Boyfriend [Yizhan]

By guikunyx-

48.8K 8.3K 1.7K

"Oh, por Dios...seré como tu prostituto." "Jesucristo, Zhan, ¡no lo digas así!" ➷→Adaptación. ➷→Todos los der... More

INTRO
⦅Capítulo 1⦆
⦅Capítulo 2⦆
⦅Capítulo 3⦆
⦅Capítulo 4⦆
⦅Capítulo 5 ⦆
⦅Capítulo 6⦆
⦅Capítulo 7⦆
⦅Capítulo 8⦆
⦅Capítulo 9⦆
⦅Capítulo 10⦆
⦅Capítulo 11⦆
⦅Capítulo 12⦆
⦅Capítulo 13⦆
⦅Capítulo 14⦆
⦅Capítulo 15⦆
⦅Capítulo 16⦆
⦅Capítulo 17⦆
⦅Capítulo 18⦆
⦅Capítulo 19⦆
⦅Capítulo 20⦆
⦅Capítulo 21⦆
⦅Capítulo 22⦆
⦅Capítulo 23⦆
⦅Capítulo 24⦆
⦅Capítulo 25⦆
⦅Capítulo 26⦆
⦅Capítulo 27⦆
⦅Capítulo 28⦆
⦅Capítulo 29⦆
⦅Capítulo 30⦆
⦅Capítulo 31⦆
⦅Capítulo 32⦆
⦅Capítulo 33⦆
⦅Capítulo 34⦆
⦅Capítulo 35⦆
⦅Capítulo 37⦆
⦅Capítulo 38⦆
⦅ᰔ⦆

⦅Capítulo 36⦆

650 140 62
By guikunyx-

Desearía que nunca nos hubiéramos conocido.

Porque eres demasiado difícil de olvidar.

Mientras estoy limpiando tu desastre.

Sé que te has estado sosteniendo a alguien más.

Se estaba sofocando.

Apoyó su frente contra la ventana, viendo a duras penas consciente las gotas que mojaban el vidrio desde el exterior. Inhaló hondo, para buscar aire que su garganta cerrada no le permitía aspirar. El motor del vehículo resonaba fuerte a su alrededor y un zumbido en los oídos de Zhan le impedía pensar con claridad.

Se estaba ahogando.

El lugar repentinamente era demasiado cerrado para respirar, demasiado cerrado para moverse. Su cuerpo estaba entumecido y tenso, con sus uñas dejando marcas en sus piernas a través del pantalón. Un peso oprimía su pecho hundido, como si estuviese aplastándole los pulmones, robándole el aire... aplastándole el corazón, deteniendo sus latidos.

El mundo a su alrededor pareció dar vueltas por un momento y tuvo que cerrar los ojos para ahuyentar las náuseas. Un sabor amargo en su boca que se extendía conforme el transcurso del tiempo, mientras Zhan se daba cuenta de que esto no era una pesadilla.

Era la cruda e inevitable realidad.

No podría despertar al día siguiente envuelto en los brazos de Yibo fingiendo que nada había ocurrido. No podría besar sus labios sin saber que Yibo pensaba en alguien más. No podría tomar su mano sin recordar que Yibo quería reemplazarlo con otra persona.

Porque, lo quisiese o no, Wenhan siempre estaría ahí. No importaba bajo qué circunstancias, si estuvieran descansando en la cama o cenando en una cita, Li Wenhan siempre sería la prioridad de Yibo.

Y Zhan solamente sería desechable.

Su boca se movió involuntariamente, y no se percató de lo que estaba diciendo hasta que su mirada se topó con la del conductor por el retrovisor. La lluvia golpeaba contra el capó y el techo.

—Detenga el auto.

Una voz lejana lo descolocó un poco, más las palabras fueron ininteligibles debido al zumbido molesto en sus tímpanos. Siendo incapaz de enfocar otra cosa que el asiento oscuro frente a él y las gotas de lluvia que resbalaban por su ventana.

El vehículo se detuvo no mucho después. Zhan dirigió su atención a la manilla de la puerta y alcanzó a rozarla con las yemas de sus dedos, cuando una mano firme rodeó su brazo. Más palabras, más voces. La mente de Zhan no podía procesar la situación correctamente y se zafó del agarre en su brazo con facilidad, deslizándose fuera de la mano que se movía desesperada por alcanzarlo.

Abrió la puerta torpemente y trastabilló al bajar del vehículo. Demasiado aturdido para sentir las gotas de lluvia que chocaban contra su piel y que mojaban lentamente su cabello, enfriando su cuerpo y lo que quedaba de su corazón, en un copo de nieve.

Sus pies se sentían pesados, pero sus piernas estaban determinadas en moverse. Hacia cualquier lugar que éstas le llevaran. Escuchando la voz lejana volverse cercana, las palabras tornándose fuertes y no tan ininteligibles.

La misma mano de antes se asió en torno a su brazo y lo obligó a detenerse. Zhan giró sobre sus talones, tropezando levemente con sus propios pies, y logrando estabilizarse solamente gracias al agarre firme de la persona que lo sostenía.

A través de la lluvia, pudo reconocer el rostro de Yibo.

Su expresión preocupada, sus ojos pendientes y grandes, sus labios fruncidos. Y Zhan quiso golpearlo, porque de todas las miradas que el castaño le había dedicado, ninguna se parecía en lo más mínimo a la mirada que le daba a Wenhan.

—Zhan— Logró entender entre el zumbido y la lluvia. Su voz era dura en sus oídos—. Zhan, ¿qué pasó? ¿Te sientes mal?

Me siento mal...

—Sí— musitó, en un tono ausente. Las manos ásperas y humedecidas de Yibo acunaron su cara. La que estaba empapada en lluvia y lágrimas, que se perdían con la otra sobre su piel. Yibo acarició sus mejillas con los pulgares, un toque familiar y que ya casi no podía sentir.

— ¿Quieres vomitar? ¿Necesitas aire?

Alejó las manos de Yibo de su rostro delicadamente y sacudió la cabeza. —No.

— ¿Quieres agua? ¿Quieres dormir?

Dormir... Se sentía tan cansado. —Quiero irme a casa.

—Te llevaré a casa. Iremos a dejar a Wenhan primero y luego-

—No— volvió a musitar. La expresión de Yibo era graciosa; se veía tan confundido—. Me iré a casa solo.

—Zhan, está lloviendo y vas a enfermarte, no sé qué mosco te picó, pero te llevaré a casa.

—No quiero.

—Zhan— espetó acercando sus dedos a su muñeca, dispuesto a alcanzarlo para hacerle regresar al vehículo. Las yemas de sus dedos apenas acariciaron los vellos.

El roce en su piel hizo a Zhan estallar.

— ¡No me toques!— gritó apartándose de él. Yibo parpadeó con desconcierto, mientras Zhan empezaba a derramar nuevamente las incontenibles lágrimas—. ¡No vuelvas a tocarme!

—Zhan-

— ¡No quiero volver a verte!— sollozó, con su garganta siendo desgarrada por los gritos. Su cuerpo temblaba, sus pies daban un paso hacia atrás—. Ya no quiero verte de nuevo.

Los ojos ampliados de Yibo le siguieron, a la vez que empezaba a caminar en su dirección. Zhan negó con la cabeza.

—No te me acerques.

—Zhan, ¿qué sucede?— habló Yibo moviéndose con cautela. Zhan quiso reír, reír para no continuar llorando por él. Porque en aquel momento una risa seca y vacía se habría sentido mucho mejor que el escozor intolerable en sus ojos y el nudo apretado en su garganta.

—Quiero irme a casa— murmuró. Su voz que quebrándose en cada palabra—. Quiero irme a casa, Yibo. Déjame ir a casa.

—Zhan-

—Por favor, déjame ir a casa.

No me hagas decirlo. No me obligues a decirlo.

—Zhan-, por favor, dime qué sucede. Podemos hablar en el auto— balbuceó desesperado. Ansioso por alcanzarlo antes de dejarlo ir—. Zhan, dime qué pasa. Puedo ayudar.

No, no puedes. No puedes hacer nada para solucionar esto.

Y yo tampoco.

Porque sólo soy un testigo de lo que Wenhan te hace sentir y no tengo el poder para detenerlo.

No tengo siquiera el poder para que te enamores de mí.

—Quiero ir a casa— repitió aturdido. Yibo soltó un jadeo.

—Lo sé, Zhan. Pero no dejaré que te vayas por la lluvia, en la noche y solo. ¿Entiendes? Es demasiado peligroso.

¿Peligroso?

Bajó su mirada al suelo, observando las gotas chocar y destrozarse contra el pavimento. Gotas tan bien formadas, viajando desde las nubes, desde el cielo más alto y hermoso, para caer con brutalidad y sin piedad en el pavimento duro y frío que estaba bajo sus pies.

—Zhan-

— ¿Cuándo ibas a decírmelo?— lo interrumpió. Yibo frunció el ceño.

— ¿Decirte qué?

Se mordió el labio inferior, con sus ojos deambulando desde las cejas oscuras del castaño hasta su boca húmeda y rosada.

Sus labios temblaron al hablar y cerró los ojos para ahuyentar las lágrimas. —Eres un pésimo mentiroso, Wang.

— ¿Qué...? Zhan.

Era tan insoportable escuchar su nombre en la voz de Yibo.

Abrió los ojos, viendo la lluvia todavía cayendo sobre él, sobre ambos. Yibo continuaba parado ahí, con su camisa empapada y una expresión de cachorro extraviado.

—Zhan-Zhan, háblame, por favor.

Hablarte.

A ti.

¿Para decirte qué?

¿Qué lo sé? ¿Que lo descubrí? Ese secreto que has estado ocultando desde hace años.

¿Debería felicitarme por mi perspicacia? ¿Deberían premiarme por mi ingenio?

Por ser el primero en ver lo que nunca quise ver.

La pieza faltante en tu rompecabezas espera en el taxi por ti, Yibo.

No aquí bajo la lluvia.

—Creo que es mejor partir caminos— logró decir sin aliento. Yibo le miró inmóvil en su sitio, con la mandíbula apretada y la mirada expresando la familiar confusión que estaba embargándole desde hacía rato.

— ¿Quieres...— Le costó continuar y Zhan no sabía por qué—... terminar?

—Sí.

Llovía.

En su corazón nevaba.

Y se preguntaba por qué sentía que estaba en pleno invierno, cuando continuaba siendo otoño.

— ¿Por qué?— cuestionó el castaño. Zhan sonrió, una sonrisa vacía que no fue convincente, pero que le permitió fingir, al menos por un breve momento, que podría superarlo.

Las palabras le desgarraron por dentro.

Y deseó no haberlas dicho.

Lo deseó con cada fibra de su ser.

Porque le dolía.
Le dolía más que nada.

—Porque amas a Wenhan.— contestó.

Guardó silencio, esperando que alguna especia de magia hiciera desaparecer la lluvia, esperando que todo se desvaneciera, para revelar que era una ilusión y que Yibo lo quería tanto como Zhan quería a él.

Esperó, en silencio, por una negación.

Esperó, con el corazón desembocado, que Yibo le dijese que no lo amaba.

Esperó... y cuando vislumbró en la mirada de Yibo, el terror y el miedo de haber sido descubierto, supo que no había vuelta atrás.

Lo ama.

Lo ama.

Lo ama.

—Lo amas. — aseguró, notando lo mucho que le rompía decirlo en voz alta y tener una confirmación. Yibo evadió su mirada, pero eso no borró la realidad ni convirtió su mentira en algo creíble.

Su amor, como gotitas de lluvia cayendo contra el suelo.

—Me iré a casa.

—No— soltó Yibo, conectando sus ojos desesperados con los suyos—. No te vayas.

—No hagas esto más difícil de lo que ya es, Yibo...

No me hagas rogarte que me ames.

No me hagas quedarme.

—Esperan por ti en el taxi. — susurró con la voz rasposa.

No necesitó un aviso o una despedida. No fue capaz de decir adiós, cuando todo su ser imploraba estar entre los brazos de Yibo. Porque aunque su cercanía entonces le doliera, también lo protegía.

Caminando bajo la lluvia, yendo hacia cualquier lugar, se preguntó dónde hallaría un refugio, cuando acababa de abandonar el único que había encontrado. Mojando sus zapatos con la lluvia, y sonriendo sardónicamente al notar que Yibo no había ido tras él, sino que había regresado al taxi.

Porque lo ama.

Y aunque Zhan deseaba estar en el lado receptor de ese amor, sabía que nunca podría estarlo.

Tan idiota. Tan estúpidamente embelesado por alguien que nunca había reciprocado sus sentimientos.

Por alguien cuyo corazón estaba ocupado.

Acarició el teléfono en su bolsillo y lo sacó sin pensarlo demasiado. Marcando con dificultad un número que sabía que respondería, no importaba qué hora fuese, o dónde fuese.

Siempre estaba ahí para él.

— ¿Zhan?— habló la voz al otro extremo de la línea. El mencionado sonrió, mientras las lágrimas cálidas brotaban de nuevo.

—Hola, Yubin.

— ¿Qué sucede? Es tarde. ¿Estás bien?— preguntó. Zhan negó con la cabeza, reprimiendo un sollozo que le quemaba la garganta. Odiando sentir, odiando amar. Bajo la lluvia, sintiéndose patético y roto, destrozado en mil piezas diminutas, que se perdían en la corriente de agua.

— ¿Podrías venir a buscarme?

••••

Dios, como odio que Zhan sufra.

Mi bebé merece mucho amor.

¿Que tal?

Espero les guste, no se olviden de votar y darle al botón para seguirme, gracias 💚

Continue Reading

You'll Also Like

24.9K 1K 20
Chiara una famosa boxeadora conocida por todas las chicas. Violeta una joven empezando su carrera de modelo Cómo creen que se dará esto?👇🏻 ❤️confie...
747K 37.6K 113
las imágenes no son mías yo solo los traduzco si tu arte aparece aquí y no estás de acuerdo envía mensaje para borrarlo gracias 💜🧡...
21.5K 1K 14
・ traducciones anime ( lectora femenina ) contenido sexual explícito. ninguna de las traducciones me corresponde, créditos a sus creadores al pri...
47.2K 2.4K 40
Holaa, esta historia sera sobre un amor de un felino y un perro pero será una historia con muchos pasados oscuros y cosas pertubantes, espero que te...