enemies? | eren jaeger.

alexjooji tarafından

862K 79.3K 258K

fanfic, eren x lectora. meterte entre las sábanas del chico el cuál estabas enamorada en tu adolescencia inma... Daha Fazla

prólogo + advertencias.
01| bienvenida.
02 | la cocina
03 | stalker
04 | tensión
05 | salida
06 | trabajo en grupo
07 | te conozco
08 | el juego (+18)
09 | interrupción.
10 | la primera fiesta
11 | el baño (+18)
12 | limpieza a fondo
13 | siempre él
14 | confort
15 | nada de secretos
16 | domíname (+18)
17 | insoportable
18 | la misma flecha
19 | descontrol (+18)
20 | cercanía
21 | revancha (+18)
22 | ¿eres mío?
23 | lo sabe
24 | la verdad
25 | necesidad (+18)
26 | amigos (+18)
27 | olvidar
28 | juntos, probablemente.
29 | ojos verdes.
30 | quiero saber (+18).
31 | noche inesperada.
32 | ojos en tristeza.
33 | empatía.
34 | cayendo de nuevo.
35 | impecable.
36 | lo lamento.
38 | amar con cuidado.
39 | pensamientos y palabras.
40 | oportunidad.
41 | te lo dije.

37 | el vacío.

7.4K 808 1.4K
alexjooji tarafından

nota: m olvidé de mencionar que la historia está ambientada en Texas, es todo disfruten el cap :p

tw: angustia.

Tenía un nudo inmenso en la garganta por lo que acababa de pasar y tener que ir a clases reteniendo las lágrimas y con dolor de cabeza definitivamente no es algo que se lo desee a nadie.

—Puedes quedarte en la casa si quieres. —Ymir me miró desde mí costado mientras caminábamos, me iba a dejar en el salón junto con Historia.

—Estoy bien, no quiero parar los estudios. —contesté sin mirarla. Tragaba saliva a cada rato, había sido la peor mañana de toda mí vida

No se iba el sentimiento, sabía que Eren se alejaría me lo contó, pero jamás habló de irse de aquí.

¿Cuándo volverá?

Ya estábamos empezando el invierno, por lo que el cambio de clima me haría tener un sin fin de alergias. Odio eso, en estas épocas me provoca estornudar cada tres segundos.

Historia ya llevaba guantes, al contrario de Ymir que se negaba a aceptar que ya no es verano vistiendo una camiseta de manga corta.

—Voy a mi clase. —habló la rubia. —¿Estarás bien? —se acercó a mi tomando mi hombro.

—Mjm. —asentí con la cabeza pero estaba mintiendo demasiado.

Ella se acercó a despedirse de mí.—Después de clases nos vemos. —se despidió de Ymir también con un beso en la mejilla.

—No tienes que retener lo que sientes. —Ymir insistía, pero la verdad siento que la tengo harta llorando por el mismo tema.

No sé si esto fue una relación destructiva, pero sigo con la esperanza de que volverá a ser todo como antes.

—Ya me siento mejor. —le dije evitando que la voz se me quebrara. —Voy a clases ¿Si? Le dices a Annie que voy avanzando. —me despedí de ella.

Annie se había ido a comprarme algo de comer en las tienditas para sentirme mejor.

Antes de venir aquí lo que lloré es inexplicable.

—Esta bien yo le digo, si necesitas algo nos llamas. —me dijo ella.

—Gracias. —ella entendía cómo me sentía y sabía que me me estaría insistiendo para estar juntas, respetaba mí espacio.

No sé cómo describir ese sentimiento en el que se te achica el pecho desde adentro y sientes todo el mundo derrumbarse mientras tus ojos aguantan todo el peso.

Es como si un castillo de naipes fuera víctima de un ligero soplido de alguien. Él era ese alguien, sabía que cualquier cosa, así fuera mínima me derrumbaría porque lo hace él.

Y no era la primera vez que mí castillo de naipes se derribaba, puede interpretarse como mis estudios, mí relación con mí mamá, una amistad, un proyecto de la universidad, un ex, un casi algo. Y que saliera mal mí castillo no impedía que mí vista fuera hacia los castillos de los demás comparándome y echándome la culpa de todo, aunque no fuera una competencia.

Una y otra vez.

Tal vez ambos soplamos ese castillo de naipes al no saber que queríamos en la relación pero, ¿Él estaría dispuesto a recomponerlo?

Es decir las cartas están ahí, pero tal vez dobladas y algunas perdidas, solo hay que darles tiempo a que las cartas vuelvan a como estaban antes.

O cambiar de cartas

Entré al salón y jamás me sentí tan agobiada de tener que estudiar sintiéndome así. Saludé a la profesora que estaba dando clase en ese momento. —Pasa ______. —ofreció.

—Buenos días. —saludé avanzando hasta mí asiento junto a Sasha, ese curso lo llevaba con ella y la profesora Nanaba.

—Como les estaba diciendo las clases se atrasaron un poco por algunos inconvenientes, así que se les permitirá a sus compañeros llegar hasta las nueve de la mañana para marcar asistencia. —dijo la profesora hacia el salón, faltaban algunos pero no un montón.

—Oye ¿Estás bien? —Sasha me preguntó preocupada.

—Mhm si. —aclaré la garganta y traté de ordenar un poco mí cabello, ni siquiera me había dado el tiempo de peinarme ese día. —¿Qué hay que hacer?

—Por ahora solo leer este texto y hacer un parafraseo. —señaló una ficha que tenía sobre la mesa y asentí. —¿Estás segura que estás bien? Por lo que pasó con Eren esta mañana..

—Ah si, supongo que lo vamos a extrañar todos un poco, no sé cuándo regresará. —respondí sacando algunas cosas de mí mochila.

—Se cambiará de universidad, me lo dijeron hoy apenas llegué al colegio.

No, no puede ser y ¿Por qué me lo tenías que decir aquí?

—No sabía eso. —dije.

—Pero cuentas conmigo por si necesitas hablar con alguien ¿Si? —me ofreció una sonrisa.

—Sasha..

—Quiero decir debe ser bastante difícil terminar eso, pero tienes que despejarte un poco y tal vez más tarde podamos salir o algo. —propuso. —Aunque Connie también me dijo que..

—No entiendo ¿Tu también lo sabías? —la miré a los ojos.

—De hecho.. hoy en la mañana apenas se fue Eren alguien comenzó a decir cosas sobre ti y él. —me dijo y fruncí el ceño.

—¿Qué dijeron?

—No es algo muy importante, créeme que yo no lo veo como algo malo. —comenzó a jugar con los lapiceros de su cartuchera. —Realmente yo espero que tu estés bien.

—Sasha, yo te quiero mucho pero quiero saber que están diciendo de nosotros. —comenzaba a ponerme nerviosa. —Te juro que no me molestaré contigo.

—Floch en la mañana estuvo hablando de ti en la entrada por dónde se entran al pasadizo y los salones, por lo que casi todos escucharon. —se le dificultaba decírmelo por completo al parecer. —Dijo que ustedes estaban juntos. —

—Agh, si, él ya sabía eso, ¿Por qué tiene que repetirlo tantas veces? No le hice nada para que siga exparciendo el rumor. —me quejé en voz baja.

—Yo también lo sospechaba, eso no es lo malo. Lo que pasa es que dijo que te acostabas con él y te empezó a tachar de "puta" —explicó la castaña. —Y lo hacía en sátiras e indirectas, como pretendiendo que había dinero de por medio y estupideces así. —

—¿Ah? ¿Qué le pasa?

—No sé, los de otros salones si están enterados también pero me parece estúpido. —dijo mi amiga apoyándose en el respaldar. —Es un metiche de mierda, parece que no tuviera vida propia.

—¿Ha hecho más de estas cosas? —quise saber.

—Tu sabes cómo es floch. —me miró exhausta y asentí. —Hace unas semanas sabes que empecé una relación a distancia. —me contó.

—Si, con Niccolo, ¿Por qué?

—Ese imbécil empezó a decir que fácil me engañaría o que no resultaría para nada. —Sasha me explico algo fastidiada. —Quiera o no me generó inseguridad ¿Si?

—No le hagas caso, él te quiere mucho.

—Si sé, por eso después de unos días que me estaba fastidiando le contesté "al menos yo tengo pareja". —ella dijo. —De ahí se olvidó del tema y parece andar buscando a alguien más para molestar o pasar chismes. —

—Bueno fue una muy buena respuesta. —admití y me sacó una sonrisa. —No puedo creer que esté diciendo cosas de mí aún sin conocerme.

—Es un chismoso, y odio a los chismosos, nunca son buenos amigos y casi siempre te fallan cuando los necesitas. —ella aclaró.

—Es lo más seguro.

—Pero no te preocupes, te lo comento porque mereces saberlo, la mayoría de aquí estamos lo suficientemente maduros como para saber que si alguien coge o no, es irrelevante. —admitió ella. —Y si Floch viene a molestarte, dile sus verdades a la cara sin miedo.

—Gracias Sasha, si me lo llego a cruzar lo intentaré. —dije con sinceridad, tampoco es que sea la persona más franca posible, a veces lo pienso mucho y nunca digo o actúo.

—Todo estará bien, y si necesitas hablar con alguien Connie y yo estamos para ti. —las comisuras de sus labios se alzaron despacio.

—Gracias. —le respondí de forma cálida, no se me quitaba lo triste pero saber que habían personas que me entendían me ponía mejor.

Todo poco a poco.

Pensé que no sería tan difícil, al cambiar de clases pasé de pensar en Eren una vez al día en cerca de cinco veces, es que no sabía cómo estaba o si realmente era cierto lo que dijo hace años, sobre intentar suicidarse y ahora que pasó todo esto ¿Y si lo intenta? ¿Y si no hay nadie con él?

Pasaban las horas y miento si digo que me concentré en alguna clase, llegaron todos a una a presentar una tarea, sin embargo no estaba enterada de esta.

Lo mal que me sentí en ese momento de decir que no traía ningún material listo, esa culpa es de las peores sensaciones.

A cada rato habían cosas que me recordaban a él y mis ojos se ponían llorosos, sentía que era exageración mía pero recordar todos los meses que estuvimos juntos compartiendo cosas me duele demasiado.

Luego me llamaron para hablar con Hange después de clases.

La clase se quedó en silencio, era muy raro que me llamaran de clase mis calificaciones y actitud eran espléndidas por un esfuerzo tal vez no tan sano.

El primer día sin Eren se resumió en esperanza, sabía que entraría por esa puerta en cualquier momento, la de clases, la de la fraternidad, la de mí cuarto. Solo era yo esperándolo.

...

Una semana después estuve casi todas las clases dormida, mí cuerpo estaba en mí contra y tenía ganas de llorar todo el día, mis compañeros en los que a veces ayudaba con tareas, se acercaban a preguntar algo académico y solo quería huir.

No me sentía bien en ningún sitio.

Tanto así que llegué esa tarde de las clases y caminé rápido hacia el baño entre sollozo a retenidos.

Entré y solo cerré la puerta, mis lágrimas caían con desesperación, como si nunca hubiera llorado por el tema, pero la verdad es que es en lo que más he pensado desde que se fue.

—Carajo. —mi cabeza dolía demasiado, el doctor me había dicho que tuviera cuidado con respecto a estas recaídas, porque mí presión actualmente era un caos.

Me senté en el piso y abrí el bolsillo delantero de mí mochila sacando mí celular y todas las cosas acumuladas ahí con brusquedad, habían un montón de papelitos sin sentido y entre tantas cosas los audífonos que me dió.

Los saqué y quería romperlos, estaba en desesperación sin dejar de llorar, es que no sé cómo explicarlo, jamás te das cuenta que estabas apegada a alguien hasta que se va sin más.

El ruido de mí llanto era cada vez más fuerte y sentí que me tocaban la puerta. —¿Estás ahí? Abre por favor. —la voz de Annie y Mikasa se escuchaban desde afuera.

—Quiero estar sola, yo..—tragué saliva en cuanto me concentré en los latidos fuertes de mí corazón y mí respiración agitada.

Estaba en la mierda.

Enrollé los pequeños cables tirando los contra el piso de forma fuerte, sabía que no les pasaría nada, quería dañarlos, y dejar de ser tan estúpida, y dejar de llorar por esto pero no puedo.

Necesito ayuda.

—¿Por qué se fue? —abracé mis piernas apretando mis rodillas molesta. —¿Ahora que hice mal? No pudo decirme nada al respecto. —la garganta me ardía.

La manija de la puerta se movía de forma brusca. —Abre la puerta _____, vamos a ayudarte, sal de ahí. —Mikasa me hablaba.

Trataba de desatar ese nudo en la garganta que solo parecía atarse con más fuerza.

—¡No! —sabía que mis lágrimas seguían cayendo pero ya no las sentía, no sé que me pasaba, mis manos temblaban de pánico.

Había llorado tanto que estaba empezando a tener náuseas, la cabeza me daba vueltas y aunque quisiera no podía abrir la puerta. —Sé que hice algo mal, pero quiero que me quiera de nuevo.. —alcé la voz.

Son recuerdos en pausas sucesivas, solo sé que encontraron forma de abrir la puerta y medirme la presión, Connie, Annie, Levi y Mikasa estaban en la cocina ayudándome.

Me dijeron miles de cosas, consejos, pero mi cerebro no podía procesar más nada.

—¿Estás segura que estás bien? Deberías descansar un poco. —Connie toma mi hombro mientras trato de calmarme.

Fue horrible, sentía una culpa inmensa, el resto del día me la pasé durmiendo, sabía que estaban preocupados por mí y yo solo quería estar bien.

...

Tres días después estuvo regular, salí de clases con mis amigas y nos subimos al auto de Annie, estuvieron hablando un poco y me subían el ánimo en el camino.

Hasta que mí celular sonó de repente.

Mamá.

Juró que sentí que el corazón se me caía hasta el estómago.

—Uhm, mi mamá me está llamando. —les dije a las demás, se callaron unos segundos para que no se escuchara mucho bullicio.

Ellas conocían como era mi mamá, o al menos les conté como era, no me gustaba que saliera a fiestas o a distraerme muy seguido.

—Hola mamá. —hablé al teléfono.

—Hola. —respondió neutra. —¿Cómo vas?

—Todo bien. —mentí. Creo que hasta se lo dije a Hange una vez, ella solo me llama para saber cómo están mis notas y grado académico.

—No me parece que esté "todo bien" _____. —respondió. —¿Dónde estás ahorita? —

—Regresando de la uni con unas amigas.

—Ah, ya sabía estás perdiendo el tiempo ¿Verdad? —yo traté de hablar pero me interrumpió. —Mira hablé con tu profesor pidiendo informes sobre tus notas porque no me las estabas mandando como te pedí. —

—Mamá, estuve ocupada.

—Has bajado demasiado, no sé qué te está pasando la verdad. Además ocupada dices ¿En qué? La única razón por la que te dejé postular a esa universidad es para que estudies.

Mis amigas voltearon a mirarme si estaba bien y yo solo asentía.

—Me estuviste toda la preparatoria molestando en que te dejara postular a la bendita beca, ¿solo para que ahora no estudies? —siguió hablando. —No me parece justo, estoy haciendo un esfuerzo para pagarte la mitad de tu beca para que no te esfuerces.

—Ya lo sé, es que tuve un problema con alguien y..

—Creo que dejamos claro que no me interesa saber en qué estás perdiendo el tiempo allá, te recuerdo que te estoy dejando vivir sola. —interrumpió. —No me hagas arrepentirme de creer que puedes hacerlo. ¿Puede hacerlo, verdad?

—Si mamá. —me resigné para evitar llorar ahí.

—Ahora lo que sea que estés haciendo quiero que lo dejes y completes tus tareas o lo que te hayan dejado. —reclamó en tono imperativo. —

—Es que ahorita no estamos en casa señora. —dijo Annie desde adelante.

Quería morir.

—¿Cómo que no estás ahí? —contestó molesta.

—Estamos yendo para la casa, es que mis amigas me estaban animando, no me sentía muy bien. —acepté.

—Ay Dios Mío, a ver y según tu ¿Por qué te sentías mal? —contestó con sarcasmo, estaba de mal humor.

—Estaba triste por algo que pasó con un chico pero no te lo dije porque solo te intereso cuando saco notas altas. —solté.

—¡¿Qué?! —exclamó molesta. —¿Estás descuidando tus estudios por un chico? Ya habíamos hablado de esto.—se notaba que estaba gritando. —No puedo creerlo ¿Solo por eso has bajado tanto? Creí que era algo más importante.

—Lo es para mí.

—Bueno ya ves que el amor no te hace nada bien, creí que eso ya lo tenías claro. —siguió hablando. —Los pocos novios que has tenido nunca han resultado. —

—No me hables más del tema mamá. —le pedí.

—No, ahora te jodiste, voy a hablar todo lo que yo necesite hablar del tema ¿Quién me asegura que no has tenido sexo con él? —me reclamó. —Eres una mentirosa, solo querías ir allá a estudiar para hacer lo que se te dé la gana ¿No?

—Mamá no saques otros temas. —estaba reteniéndome. —Siempre haces lo mismo.

—¿De qué hablas ahora?

—¡De que piensas que soy tu robot! ¡Y que no puedo hacer otra cosa más que estudiar! Y cuando logró mí límite siempre me lo rebajas —estaba molesta con ella. —Esta asiendo egoísta, me siento mal porque Ere— me interrumpió

—Estoy decepcionada de ti la verdad. —cambió de tema. —Solo exijo lo que debes de ser, una estudiante superior y si no eres capaz no es mi problema. —

—¿Acaso no crees en mi?

—No vas ni un año viviendo en Texas y ya estás llorando y quejándote y solo porque seguro un chico no te respondió un beso. —rebajó lo que sentía. —Estoy tan decepcionada, sabes que tu única responsabilidad es estudiar y lo hechas a perder. —

Limpié una lágrima rápidamente.

—Por eso no me gusta llamarte, porque sé que me puedes decepcionar con lo que estés haciendo por allá. —dijo. —Hasta luego, solo te pido que te esfuerces y que dejes de ser tan floja, es por tu bien.

Colgué la llamada sin despedirme, por mi expresión ninguna de mis amigas dijo nada al respecto para no incomodarme.

Me sentía tan culpable ahora.

....

Ese mismo día cerca de las siete de la noche Hange me llamó a su oficina, creo que fue más que todo porque no fui la primera vez que me dijo.

—Pasa, por favor. —la maestra castaña me ofreció dónde sentarme y el profesor que me acompañaba se retiró.

La última vez que hablé con ella fue por mí sentimiento de estar exhausta y cansaste darlo todo en los estudios, de ahí no volví y era extraño que me esté llamando, no quería hablar de Eren, por favor no quiero hablar de él.

—Tus profesores me han expresado su preocupación por ti _____. — comenzó a hablar. —Me contaron que has estado triste, desconcentrada y sin ganas de hablar con nadie. —

—No me siento muy bien. —no sabía por cuánto tiempo podría retenerlo.

—Entiendo que tal vez lo de Eren te ha puesto mal. —habló. —Y no te culpo, eres libre de faltar un día si tu lo deseas, es importante desahogarse. —

—No me gusta hacerlo, me siento culpable después.

—No tienes porque, tus amigos y cercanos a ti pueden ayudarte y escucharte, siempre y cuando no les afecte de forma negativa a ellos lo que les dices, está bien. —me explicó acomodando sus lentes. —No tienes porque sentir culpa. —

Otra vez el nudo en la garganta se forma, y creo que esta vez no se irá tan fácil, mí corazón se acelera cuando pienso en las cosas que pude hacer mejor, es que no sé, siempre voy a sentir que es mi culpa, todo.

—Tranquila. —me dice justo cuando una lágrima se derrama por mi mejilla. —Si estás cómoda, puedes decirme que es lo que pasó con Eren.

Claramente no conté todo tan explicito, básicamente como antes no nos hablábamos por problemas de comunicación, no expresábamos como nos sentíamos con el otro y eso era entendible, pues teníamos quince y diesciséis. Pero ahora seguía siendo lo mismo, no hablábamos, no contábamos nuestros sentimientos y capaz si ambos nos hubiéramos esforzado en saber lo que queríamos y contado las dificultades antes de iniciar la relación, no hubiera quedado así de destruida.

—Al principio se veía muy bien todo, pero yo no sabía que él tenía problemas con Reiner, podríamos haber buscado ayuda. —le seguí contando a Hange. —Pero no hablamos de eso. —

—Okay, tengo entendido que era una relación puramente sexual ¿Verdad? —me preguntó y asentí. —Esas relaciones son muy delicadas. —

—¿Por qué?

—Porque la mayoría de los casos creen que en algún momento la otra persona se enamorará. —dijo. —Es algo que no tiene título oficial pero se vive de todo. —

—Eso fue lo que sentí.

—¿Él se quedaba contigo? Hablo de después de algún encuentro.

—No, a veces él se iba o yo, pensaba que podía incomodar o algo así. —expresé. —Solo una vez que realmente se lo pedí, se quedó a mi lado, pero mi amiga también me repite eso a cada rato ¿Por qué si o si debemos quedarnos después? —

—Al tener relaciones sexuales, hay un punto máximo por lo tanto hay un punto bajo también. —gesticuló con sus manos. —Se liberan miles de hormonas y tu cuerpo necesita reponerse junto a la persona con la que estuviste. —

Me daba vergüenza preguntar esto. —¿Y si es algo suave? ¿Aún así hay que quedarse?

—Siempre, no importa si fue vainilla o algo más "fuerte" en ambos casos se necesita del descanso junto a tu pareja porque sino pueden haber repercusiones emocionales. —explicó. —Como lo que estás sintiendo ahora.

Me quedé callada.

—¿Cómo te sientes referente a esto?

Con Hange sentía la confianza necesaria de contarle mis cosas.

—Vacía, y sobre todo siento que pude dar más de mí para que él se quedará a mí lado. —confesé angustiada. —Suelo tener problemas de eso, ahora probablemente pase las próximas semanas pensando y todos mis errores.

—¿Por qué dices eso? ¿Alguna vez alguien te hizo sentir insuficiente en tu pasado o en algún aspecto? —ella me preguntó.

—No creo. — dije.

—Es importante saberlo, puede que tenga que ver con esas actitudes y miedo al abandono. —ella me dijo. —Es por eso que lo das todo, para no decepcionar y que no se vayan de tu lado ¿cierto? —

Jamás me habían dicho esa palabra "miedo al abandono" sonaba algo malísimo, y solo podía asentir mientras que Hange me decía a cada rato que esto no es ningún reclamo, solo me estaba evaluando y que no estaba mal llorar.

—¿Alguna vez te has sentido insegura de tu físico? —me preguntó.

—No, más que todo es sobre las decisiones que tomo, o lo que hago, siento que me estoy equivocando y que debo pensarlo muy bien. —confesé. —Por eso yo creía que con lo de Eren todo saldría bien y cuando no fue así mí mundo se vino abajo. —

—Te entiendo _____, tranquila, pronto superarás todo esto.

—Gracias. —le agradecí con los ojos llorosos.

—Ahora cuéntame ¿Quisieras volver a ver a Eren? —preguntó de repente.

—Si. —asentí varias veces con la cabeza.

—¿Por qué?

—Porque lo quiero mucho, me encariñé con él y estoy enamorada de él. —le dije. —No me gustó que se fuera, sentí que todo fue mí culpa.

—Esto no es todo tu culpa. —me aseguró y después de unos segundos lanzó un suspiro. —Eren se fue porque su papá pidió sacarlo de esta universidad y que siguiera su carrera en otro lugar. —me contó.

—No volverá ¿no?

—Antes de irse me dijo que no te despertara porque él sentía que esto era su culpa. —agregó la castaña. —También dijo que quería lo mejor para él, ya que no se sentía sano. —

Quería seguir llorando.

—Escucha _____, no lo tomes a mal, sabes que si alguien no está listo para una relación debe de separarse o prepararse para una. —explicó. —Asi como también Eren debió decirte todos sus asuntos con Reiner. —

—¿Tienen contacto con él? —quise saber.

—No. —escuché la voz de Levi en la entrada del lugar.

—Se toca antes de entrar. —Hange le llamó la atención.

—Disculpa. —dijo él entrando unos pasos. —Quería decírselo yo.. —

—¿Sobre qué? —Levi me empezaba a asustar.

—Cuando el padre de Eren vino nos pidió que lo dejemos en paz también, él no volverá a esta universidad. —explicó.

—El problema de Eren fue mucho antes de entrar a esta universidad por lo que no habrán cargos. —dijo Hange. —En todo caso sería apoyar a su hijo en esta situación. —

—Bueno el papá de Eren no es así. —Levi bufó y se sentó en una silla a nuestro costado. —Por otro lado creo que es importante que asistas a terapia con Hange. —me dijo.

—Yo no necesito eso. —insistí.

—Hoy toda la tarde tus compañeros te han visto decaída, lamento decirte que también tus notas han bajado muchísimo. —él me dijo. —Pasaste de estar en el puesto dos de tu clase, hasta el diescisiete. —

Me sentía tan mal por descuidar mis estudios. —Si, mí mamá hoy me llamó y me dijo algo no muy lindo. —

—¿Qué te dijo? —Hange quiso saber.

—Nada, solo discutí con ella un poco, se enteró que mis notas bajaron bastante y me gritó por eso. —contesté mirando hacia mis manos sobre mí regazo. —Supongo que ya se le va a pasar. —

—¿Hablas seguido con tu mamá? —me preguntó la mujer. —Como al mudarte aquí por los años necesarios yo supongo que debe de extrañarte bastante. —

—Uhm, masomenos, solo cuando ve que mis notas van bajando, para tener cuidado con eso por la beca parcial. —comenté.

—¿Es todo? —Levi frunció el ceño y asentí.

—Normalmente tiende a gritarme por no esforzarme lo suficiente pero sé que lo hace por mí bien supongo. —tragué saliva recordando que esa llamada no era la primera en la que me hablaba así.

Levi se quedó afuera del lugar retrocediendo algunos pasos para no incomodar ahí.

—Un padre o madre no debería de hacer sentir mal a sus hijos. —dijo la mujer sentada enfrente de mí. —Ni hacerlos llorar así, y mucho menos generarles una necesidad de ser suficientes porque con el simple hecho de levantarse todos los días a seguir, lo son. —

—No sé.

—Escucha ______, puede sonar exagerado para ti en este momento, pero puedes tomar sesiones conmigo cuando lo desees. —alcé la vista. —Estas semanas estuvieron pesadas para ti pero puede empeorar. —

—¿Usted cree que sea necesario? —cuestioné.

—No lo digo por mi, es una opción que puedes tomar, tus amigos también me comunicaron que estaban preocupados por ti. —me dijo, entreabrí los labios, estaba impresionada. —Ninguno de nosotros piensa hacerte sentir mal por lo que sientes ahora, puedes confiar en mí. —

—Es que no lo sé, estoy angustiada, ha pasado poco tiempo que no estoy con Eren y ya me siento mal. —contesté mientras la planta de mi pie chocaba con el piso repetidas veces. —Lo quiero a mi lado, solo siendo mi novio y actuando como antes. —

—Es entendible, y no está mal sentirse así al principio, es peor que una ruptura ¿verdad? —asentí. —No te preocupes, cualquier cosa que necesites tu o algún conocido pueden venir a hablar. —

Sonreí ligeramente, tenía razón, quería hablar de él, expresar porque siento todo esto, son emociones encontradas, estas semanas las pasé tan mal.

Quiero estar mejor, y espero que él también pueda estarlo, separados pero en paz y sin confusiones.

—Si quiero. —asentí y las yemas de mis dedos limpiaron mis pómulos.

—Esta bien, te pasaré un horario por correo y me dirás qué días puedes o no ¿te parece? —asentí nuevamente. —Entonces a partir de mañana empezamos después del almuerzo. —

—Gracias.

—Gracias a ti por darte la oportunidad de querer mejorar. —dejó algunos papeles que tenía entre sus manos sobre una mesa que estaba al costado. —Nos vemos mañana, ya ve a descansar. —

—Gracias profesora, hasta luego.

Salí de su oficina para pasar por el pasillo, hasta que vi a Levi en la suya, tal y como la vez en la que me vió salir con Eren en la noche.

—_____. —me llamó. —Acércate por favor. —el pelinegro hizo un gesto con sus dedos.

Hice caso dando unos pasos hasta allá. —Si, dígame profesor. —me indicó que me sentara al frente de su escritorio.

—Quiero pedirte perdón. —me dice. —Tal vez mis insistencias con tus buenas notas también afectaron en todos tus problemas con tu mamá. —dijo.

—Está bien, sé que usted quería lo mejor para mí y también para Eren. —respondí. —Aún recuerdo cuando nos sacaba de clases para llamarnos la atención por hablar mucho. —se me escapó una risa.

—Si, tienes un punto. —aceptó. —Pero jamás los vi tan felices riéndose, bueno no solo se reían eso lo tengo entendido. —se cruzó de brazos. —¿Verdad? —

—Creo que eso usted ya lo sabe. —bajé la mirada.

—Hoy hablé con Erwin respecto a tu susto de embarazo, alguien más le contó. —me explicó. —Estoy apoyando a Hange para que pueda repartir anticonceptivos pero él se niega. —

—¿Por qué?

—No sé, yo creo que Reiner le mete ideas y eso que es un adulto y debería saber cómo actuar al respecto.

Suspiré fastidiada.

—Pero no me quiero desviar del tema, Erwin ya nos dijo que hablaríamos de ese tema en unos días, debería ¿despedirme de mi trabajo? —bromeó. —Siempre me he esforzado por complacer a Erwin en todo que me olvidé que ustedes son la prioridad. —

—Esta bien profesor, lo bueno es que ya entendió que es necesario la salud mental, Hange es una excelente psicóloga. —admití.

—Si, es mi mejor amiga también. —dijo. —Solo quiero quedarme en este trabajo esta vez y que Erwin no sea tan ignorante. —soltó.

—Eren no volverá ¿Cierto?

La expresión de Levi cambió. —No, como te dije, su papá no quiere que vuelva y ya a perdido varios cursos, sería casi imposible que lo convalidaran. —

—Entiendo.

—No te preocupes. —brindó seguridad. —Respecto a tus notas, no te exigiré de más, poco a poco podrás hacerlo, sé lo que es que estén sobre ti para mejorar la más mínima cosa y no quiero estar así contigo. —expresó mirándome a los ojos. —Todo estará bien.

—Gracias por decir eso.

—E intenta conseguir algún hobby nuevamente. —dijo él. —¿Sabes? En esta casa hay varias cámaras de seguridad excepto en los cuartos y baños. — informó.

—No me diga eso..

—Bailas bachata muy lindo con Eren. —comentó, reí y cubrí mi rostro  pensando y todo lo que vió en esas cámaras. —¡Lo digo enserio! —

—Gracias supongo. —finalmente alcé la mirada.

—También vi quiénes vinieron a molestar y a malograr las plantas de Hange, son muy importantes para ella, tienen un significado sentimental personal. —explicó. —Así que propondré que expulsen a Floch y a Reiner.

—Espero que se pueda.

—Verás que si. —hizo una pausa. —Ahora si te dejo, debo corregir unos exámenes.

—¿Había exámen?

—Ya tendrás tiempo para ponerte el día, tranquila.—suspiré después de que dijera eso. —Ve a dormir. —

—Hasta luego profesor. —me despedí para luego ir a mi cuarto.

Avancé por el pasillo hasta llegar a mi cuarto dónde vi a Ymir de espaldas limpiando mi lado de la habitación.

No sabía porque estaba pasándome esto, suelo ser una persona muy organizada y recién me daba cuenta de tantas cosas a la vez.

—Hola, ¿cómo te fue? —respondió brindándome una sonrisa. —¿Estás mejor?

Ni siquiera lo pensé y me acerqué a darle un abrazo fuerte.

Ella me recibió en sus brazos dejando las cosas que traía de lado. —¿Hablaste con Hange? —afirmé con la cabeza. —Estoy muy orgullosa de ti. —murmuró.

—Gracias. —me sentía más tranquila gracias a eso.

—Volví con Historia. —dijo sin despegarse de mi. —Es decir, nos daremos otra oportunidad, me dijo que se siente más segura con respecto a salir del clóset. —

Sonreí en el abrazo. —Estoy muy feliz por ti Ymir. —

—Pero no quiero dejarte sola. —hizo una pausa y mi expresión cambió. —Después de verte así estos días, siento que debo estar para ti. —

—Ymir, no eres mi mamá. —confesé mientras mi corazón se aceleraba. —Tienes derecho de hacer tu propia vida. —

—No es eso, es que siento que debo estar contigo ahora, me necesitas como amiga, quiero ayudarte. —insistió, pero no podía ver su rostro debido a que seguíamos abrazadas.

Me separé de ella despacio. —Lo entiendo pero, Hange ya me va a ayudar en ese aspecto. —le expliqué tomando sus manos. —Yo estaré bien, sé que quieres cuidarme pero debo aprender a hacer mis cosas sola. —

—¿Estás segura? —aún se veía preocupada.

—Si, y aunque a veces no sea algo perfecto, lo voy a intentar. — le ofrecí confianza. —Iré a terapia, aunque suene un poco exagerado, realmente lo necesito, esta semana estuve al borde del colapso.

—No es exagerado. —me dijo. —Todo lo que te haga bien jamás será exagerado. —

Mientras seguíamos conversando, nos cambiamos la pijama, me contó que para las vacaciones de diciembre Historia hablaría con su familia sobre su sexualidad, para no sentir la ansiedad de todo lo que hace y que alguien la observa constantemente.

—¿Sabes? Eren me parecía un buen partido para ti. —me dijo Ymir recostada en su cama y yo en la mía.

—¿En serio?

—Si, pero era confuso, a veces los veía super juntos, abrazados, hasta un día los vi besarse. —confesó. —Es solo que después parecían desconocidos. —

—Bueno, creo que es lo que somos ahora, aunque tengo la esperanza de que.. tal vez regrese.

—Espero que si lo hace no se vuelvan a lastimar así. —ella dijo. —Todo estará bien. —

—Eso espero. — me recosté de lado seguido de decirle buenas noches a mi amiga.

Eren.

¿Estarás pensando en mí como yo lo hago en ti?

Solo necesito una señal tuya, de que volverás a ser el mismo de antes. Y si no la das te juro que no insistiré en tratar de ser perfecta para ti para cuando vuelvas.

Te necesito, idiota.

Okumaya devam et

Bunları da Beğeneceksin

181K 10.2K 17
El maldito NTR pocas veces hace justicia por los protagonistas que tienen ver a sus seres queridos siendo poseidos por otras personas, pero ¿Qué suce...
257K 18.1K 35
Con la reciente muerte de su padre el duque de Hastings y presentada en su primera temporada social, Annette empieza a acercarse al hermano mayor de...
187K 24K 116
𝐅𝐀𝐊𝐄 𝐂𝐇𝐀𝐑𝐌 || 𝙴𝚕 𝚎𝚗𝚌𝚊𝚗𝚝𝚘 𝚎𝚜 𝚎𝚗𝚐𝚊ñ𝚘𝚜𝚘, 𝚢 𝚌𝚘𝚗 𝚜𝚞 𝚋𝚎𝚕𝚕𝚎𝚣𝚊 𝚑𝚊𝚛á 𝚚𝚞𝚎 𝚝𝚎 𝚊𝚛𝚛𝚎𝚙𝚒𝚎𝚗𝚝𝚊𝚜. Teen Wolf...
966K 102K 142
1era y 2da temporada ♥️ Sinopsis: En donde Jimin es un Omega mimado y Jungkook un Alfa amargado, los dos se casan por sus propias conveniencias. ⚠️...