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━━━♢❝Tú me enseñaste lo transparente de un corazón❞♢━━━
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Ví teñirse su rostro de un lindo tono escarlata que casi podía llegar a comprarse al de sus ojos, sus manos dejaron de apartarme de él para pasar a apretar entre sus dedos la tela de mi chaqueta además las lágrimas en sus ojos había dejado de salir y estos estaban abiertos grandemente.
Sonriendo complacido de haber provocado tan hermoso desastre con una simples palabras que deseaba desde hace mucho hacer realidad. Porque era difícil contener y controlar el hecho de que ante su cercanía quería de él. Su simple aroma, risa, mirada o roce podía desarmarme aunque por el orgullo que le precede a Bakugou Katsuki posiblemente nunca llegó a notarlo.
Levanté su barbilla y la mano que había pasado en su cintura con agilidad la había llevado a su espalda para acercarlo a mí. Sin importarme que en algún momento se quejara o fuera a golpearme incluso llegar al caso de que explotará su mano en mi rostro.
¿Y qué?
Sin con eso podía tener la cercanía que tanto quería y me había hecho falta, incluso más que eso.
—¿Ya dejaste de hablar? Bien, mejor para mí.,—comente sin soltar su barbilla, viendo que misteriosamente lo dócil que se volvía y como parecía que la vergüenza además del nerviosismo le ganaba. ¿Katsuki nervioso? Algo digno de ver.
—Dejam-...
—No, hasta que tú me expliques porque te alejas de mí. Y sino lo haces tendré que sacar la verdad de una u otra forma, empezando que puedo besarte hasta que te marees...,—le amenacé y fue eso que sus manos empezaron a temblar aún apretando mi ropa.
—Eres un idiota
—Aun así no tratas de alejar a este idiota ahora, dime. Necesito saber que pudo haberme apartado de ti estas dos malditas semanas,—me quejé delineando sus labios lentamente con el pulgar de la mano que seguía sosteniendo delicadamente su barbilla.
Entre palabras y tartamudeos que si la situación fuera distinta eso no te podría creerse de alguien como tú quien siempre podría demostrar seguridad y confianza. Escuché tu relato dónde posiblemente ante tus palabras muecas aparecían en mi rostro hasta poco a poco mirarte seriamente ante lo incrédulo de todo, bufar para mí hasta que acabaste de hablar y tu mirada era apartada de mí. Con tu impaciencia volvías removerse alejándote y aun así lo impidia.
—¿Eso es todo? Bien, entonces debí usar mejores palabras en ese momento. Tienes razón fui un idiota pero no porque lo que haga dicho sea verdad.—le dije, y soltaba su barbilla lentamente para apoyar mi mano sobre su mejilla queriendo se su vista regresará a mi y solamente a mi,— no hablaba de tí, Kats.
—¿Entonces quien jodidamente ibas a estar hablando? ¿Eh? ¡Te escuché! ¡No soy tan idiota!
—Nunca hablé... Bueno, no era de tí directamente aunque si usará tu nombre.—intente explicar de manera vaga.
—¿¡Ah!?
—«Katsuki», bautice así a un pequeño gatito que encontré con Koda. Me recordó a ti, pero es tedioso jugar con él por qué siempre me rechaza hasta que se aburre de mí. Y es molesto también que intente arañarme, esos detalles me recordaban a tí cuando hablábamos por primera vez.—explique de manera sincera y tranquila, con lo que pudo ser la explicación del cumulo de malinterpretaciones que surgieron por la situación que nunca llegue mencionar además de que... Si había sido una especie de idiota.
Su silencio fue mi pase para creer que el estaba molesto, además de que seguía sin verme más ahora que su mirada estaba baja.
—¡Voy a matarte!,—fue la declaración que rompió el silencio que se había instalado entre los dos, luego eran sus manos la que estaban sobre mis mejillas estirando estás al punto que si llegaba a doler. Pero si con eso el estaba bien, le dejaría hacerlo.
Si con eso me dejaba de odiar.
Si con eso le miraba sonreír complacido por mi tortura, adelante.
Si con eso su cercanía estaba ahí, podía hacer conmigo lo que quisiera.
—¡Deja de mirar a la nada! ¿Cómo carajos se te ocurre ponerle a un pulgoso mi maldito nombre?
—Es que era rubio y bueno... Tú...
—¡Bastardo, no trates de burlarte de mi!,—sus tirones se volvieron más fuertes pero la tristeza en su mirada había desaparecido. Incluso la incomodidad que posiblemente el sintió ante la vergüenza de estar en mi regazo.— ¡Pudiste ponerle cualquier otro nombre!
—No, debía ser Katsuki. Aunque sea arisco, es alguien muy tierno,—y ante esa confesión sus manos dejaron de hacer presión sobre mis mejillas para verle sonrojar ante la comparación que había hecho.— Tú, eres tierno. Y son una de las cosas que me gustan de tí. Solo agradezco una cosa del día que te encontré llorar luego de que... Te confesaras a Kirishima, aunque suene egoísta, quería una oportunidad contigo.
—¡C-callate!
—Callame, tienes muchas formas de hacerlo,—susurre y volví a inclinarme a él tan cerca que podía sentir la mezcla de nuestras respiraciones y como la luz del sol del atardecer golpeaba su espalda. El resplandor del mismo tocaba su cabello rubio además de su figura sobre mi regazo, tan bello.
—Idiota...
—Tu también eres uno...—intente molestarle.
—No, solo tu lo eres,—no pareció retroceder ante la cercanía así que quise acariciar su mejilla una vez mas delineando bajo sus ojos hasta su barbilla para subirlo a la altura de su oreja, enredando mis dedos en su cabello rubio cenizo poco a poco. Posando mi mano ahí para sostenerle mientras el parecía cerrar los ojos ante aquella muestra y sus labios mínimamente abiertos; hacían el dedo de besarlos mayor.
—Por favor, Katsuki... Ámame,—pedi como muchas veces antes le había dicho y este explotaba de manera normal. Muchas veces recibiendo su indiferencia, su sobresaltos o simplemente ignoraba mis palabras aunque nunca rechazo mi cercanía.
—Mmm,—el sonido ahogado de un gemido suave símbolo de que me escuchaba, solo sonreír ante su actuar infantil. Y tenía razón, el se parecía a ese gato... Porque ante lo brusco que podía ser, aún buscaba atención.
—Por favor ámame, idiota,—le pedí una última vez ante de escucharle reír y habiéndo recibido únicamente como respuesta... Sus labios sobre los míos.
Aquél beso que soñaba desde que el invierno había acabado, y las flores de primavera se extendían. Beso que añore como idiota cuando me enteré que quería tenerlo a él y que ante todo, sería su pañuelo de lágrimas.
Su consuelo.
Su tranquilidad si así lo quería.
Solo no espere que mi sueño de tenerlo para mí también se hiciera realidad.
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[ F I N ]
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¡Hola! ¿Cómo están? ¿Ya bebieron agüita?
Espero les haya gustado está corta historia, que nació más por la idea de subir algo algún grupo en facebook y creció hasta querer ser una especie de historia suave y tierna de este shipp que se ha vuelto uno de mis favoritos luego del #ShinKami.
No tengo más que decir, que gracias. Y espero hayas disfrutado de esto, además de su apoyo con votar y leer. Soy feliz con solo eso.
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¡Muchas gracias por leer y comentar!
Cuídense mucho que los aprecio.
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Nos leemos pronto.
Denns, fuera. Paz.
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