Contexto: Desde tu llegada a el edificio Eddie ha estado actuando extraño. Más interesado de lo normal.
Advertencias: Eddie siendo un torpe obstinado, mencion de relaciones sexuales y masturbacion *breve y limitada obsecion*.
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Así que, ¿estaba comportandose más psicótico e insistente de lo normal? Probablemente.
Espiando por el mirador de la puerta, aparcando los segunos para que atravesaras ese rincon de pavimento desgastado, y tres y dos y uno. Tu menuda y extravagante figura se hizo en el indecoroso pasillo, tu maletín colgando del hombro, tu cabello recogido en una coleta alta y tu traje perfectamente alisado.
Un andar seductor que lo desarmaba antes de recordar como respirar con normalidad.
-Te estás poniendo rígido ¿por qué no solo te acercas y la tomas como tanto ansias? Ya estoy harto de tus automasturbaciones- Venom insinuando.
-Shhhh- contesto Eddie, demasiado ensimismado con el meneo de tus caderas al caminar.
Se recargo en el marco, animado con una mejor vista cuando llegaste frente a la puerta de tu apartamento.
-Eddie?- musito un pensativo Venom.
-¿Mhm?
-Me lo vas a agradecer- por supuesto lo siguiente hizo saltar el corazón de Eddie.
Venom se escurría fuera de si para traspasar la madera de su portal. Todo en el vibro con un aire energetico, claramente asustado cuando tiro de la manija y se arrojó sobre la oscura masa del simbionte a mitad de pasillo.
-Por Dios ¿se encuentra bien?- preguntaste sobresaltada.
Aquello estaba lejos de ser algo usual, no todos los días vez a un hombre arrojándose al suelo como si este le adeudara algo.
-De maravilla- contesto el, incapaz de alzar la mirada.
-Dejeme ayudarlo- y antes de que pudiera replicar u hacerlo por su propia cuenta te inclinaste para tomar su brazo y tirar de el.
Le resultaría imposible describir cuántos efectos provocaste con aquel insignificante tacto, no serias conciente de todo lo cosechado respecto a ello.
-¿Esta herido?- sabias que las probabilidades de un daño mayor eran nulas, aún así decidiste hacer acto de la incalculable educación poseída.
-Dile que si- opino el simbionte, de persuadir al engaño las cosas podrían terminar en positivo para su humano ¿y por qué no? Incluso para el.
-¿Que? No, no voy a mentirle- bramo en un intento por disimular su habla.
-¿Perdon?- no fue la respuesta que esperabas, pero debía significar su clemencia de estado ¿no?
-Hazlo Eddie, si te muestras adolorido querrá ayudarte, nos llevará a su apartamento, te "curara" probablemente conversen, se besuqueen y tengan sexo.-
Por más que aquello sonara bien la realidad siempre superaria sus fantasías a tu lado ¿y si dijera algo inadecuado? ¿Y si miraba descaradamente tu escote? El riesgo de quedar como un idiota estaba allí, no se expondría asi.
-No, no yo estoy bien, magnífico. Solo....ya sabe, los mareos- palmeo tu mano en su hombro y dio mediavuelta, jamás se había sentido tan avergonzado.
Pero porsupuesto, Venom hizo un nuevo acto de precensia doblando su rodilla para que el suelo fuera un próximo punto de impacto.
Su alarido de dolor fue mínimo tras el crujido de su pierna, 'evidentemente estaba herido'. Pensaste. Te arrodillaste a su lado, tomando sus brazos para brindarle el mayor sustento posible.
-¡Pero claro que no se encuentra bien! Dejeme ayudarle.- lo auxiliaste a quedar de pie usando la superior de tus fuerzas para que no tuviera que apoyarse ocasionando otra lesión.
-Estoy bien- Tartamudeaba, una mezcla de enfado y vergüenza.
-Porsupuesto- la evidencia de tu sarcasmo lo llevo a tornarse rojo y así mismo a resivir un "marica" del simbionte en su interior.
'Que hombre tan obstinado. Aunque valeroso y soberbio' ideal a tus pensamientos.
Tomaste las llaves de tu bolsillo, flexionando ambas piernas cuando empujaste la llave y giraste. La mano impropia empujó de la rigidez con brusquedad, tal vez solo se tratara del dolor transmitido o de una búsqueda en remedio inmediato.
-Es por aquí- El pasillo resultó eterno durante la permanencia de oscuridad, apenas pudieron desplazarse sin más tropezones de lo normal.
-¡Has algo!- dijo el, claramente no se dirigía a ti, alegaba una cura contigua a el ser que lo habitaba. Además de sentirse en ridículo la lesión a su lateral dolia como ser demolido a golpes.
-Claro claro- aceleraste tu ritmo, abrazando el interior de sus hombros para posarlo sobre el primer sillón a tu alcance. -Dejeme ver- te arrodillaste entre sus piernas para tomar con delicadeza la que presentaba daños.
-¿Lo vez Eddie? ¿No es una linda vista?-
-Si.... muy linda.
-¿Disculpa?- te alzaste para mirarlo tras aquella expresion, gotas de sudor escurrian de su frente, sus dientes mordisqueaban del labio inferior y sus manos se mantenían unidas a el frente de su entrepierna.
Atribuiste tal imagen a una reacción de dolor, si, definitivamente genuina tras comprobar que su pierna desencajaba de la otra.
-Necesitaremos un doctor.- afirmaste.
Sin embargo cuando estuviste por levantarte para dedicarte a el número de auxilio su magna y vigorosa mano te sostuvo con fuerza, jalandote hacia el con una repentina brusquedad.
-¡No! No a el doctor ¡haz algo ahora mismo!-
Resignado tras la indicación de Venom se vio obligado a intervenir, definitivamente no quería tener que ir a un doctor y menos aún desperdiciar la mínima de posibilidad que tenía a tu lado.
-Me duele mucho, por favor no te vayas.
-¡Exelente! Ahora besala.
Claramente habría cedido a sus, al parecer, compartidos instintos. Pero tú sonrisa comprensiva lo ensimismo de cualquier cosa que demandará Venom, la curva de tus labios se volvió una guía de pérdida.
El dolor de su pierna se extravió al igual que la vergüenza, solo eran el y tu asimilando su rebosar.
-¿Esta seguro de que no necesita un doctor?
Teniendo a su propio comisario dentro definitivamente no, sin embargo estaba seguro que lo necesitaría una vez su corazón dejara de latir, como sentía que haría ahora mismo si continuabas mirándolo de ojos preocupados.
Simplemente saber que yacias intranquila por el lograba mantenerlo dependiente a tus encantos.
-Bueno si estás tú, no.
Reiste ante su atontado comentario, a pesar de ser un completo desconocido para ti, lo adecuabas como alguien gentil y galano sin mencionar la evidencia de su atractivo.
-¡Bien eddie! Continua así y será nuestra para siempre.
-Que bien se escucha eso.- murmuró jadeante.
-¿El que?-
-¡Oh! Nada, quise decir.. bueno hablaba de ti ¡no! Si hablaba de ti pero no así, es decir, no es que tu no estés bien, estás muy bien es solo que...-
-¡Basta! Estas arruinando todo déjame arreglarlo.
-¡No! Más vale que te quedes donde estás.
-¿Estas bien?-
Su silencio además del parlamento en solitario te devolvieron una risilla hilarante que disfrutó tal y como Venom disfruta de las papas fritas y los chocolates, sin otro remedio u coartada acompañó tus gestos liberando la sinfonía de una carcajada.
-Eres bastante.... singular.- ante tu supocision adoptó una postura seria, no deseaba quedar como un completo idiota frente a ti.
-¿Eso es bueno para ti?- pregunto indeciso, temeroso por tu respuesta.
-¡Desde luego! Aveces también hablo sola, me ayuda para no olvidar las cosas.-
-¡Genial! Tenemos tanto en común ¿no crees?-
-¡Porsupuesto!-
-La señora Chang dijo, "siempre hay un roto para un descocido". Y yo que no creía sus habladurías.
Y tras aquello dicho el simbionte se dedico a tomar en consideración cada palabra emitida, atento por las próximas tres horas en las que tu y Eddie permanecieron charlando de trivialidades, el tiempo jamás pasó así de rápido y lento a la vez, sin darse cuenta la media noche había llegado y con ella la requerida partida de Eddie.
-Dejame ayudarte.- expresaste antes de ponerte de pie.
-No te preocupes, estoy bien ¿lo vez?- indicó caminando de adelante hacia atrás, alardeando su ilesa pierna.
-Juraria que hace un par de horas lucia rota.
-¿Rota? Para nada, solo fue una pequeña fisura, si.
Se mantuvo inerte y de pie, no queriendo abandonarte sin antes expresar cuán embelesado lo contenías.
-Bien... supongo que es hora.-
Y la decepción de tu voz lo ánimo a dar el siguiente paso. Acercándose lo suficiente para dejar un largo y delicado beso en la comisura de tus labios.
Suspiraste una vez dio la vuelta y te dejaste caer en el sillón donde antes mantenían el hechizo de una cautivadora charla.
-Uh, lo siento ese no era el pasillo.-
Abriste ambos ojos para encontrarlo sonriente y cabizbajo, notoriamente apenado.
Reiste antes de acompañar su caminar. -Es por aquí.
(Ya tengo ideas de otro shot/imagina. Lo haré ahora mismo para que no se me olvide:)