One Shots Eddie/Venom

By LiizzzObamakkk

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(No es un "simbrock o Eddie×Venom.) Eddie×Lectora Venom×Lectora Mini historias junto a él carismático, extrov... More

imagina....
2. Eddie Brock. Plan Fantasia.
3. Eddie "No fui yo"
¿Como se conocieron?
¿Como reaccionarian a una nalgada?
¿Como serian Eddie y Venom acerca de una t/n pequeña?
¿Como serian acerca de...?
Gifs
imagina...
Eddie|Venom
HOLA!
Tommy Conlon I
Tommy Conlon II
Venom/Eddie

1. Venom "Aventura nocturna"

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By LiizzzObamakkk

Contexto: Eddie ha descubierto que Venom se escurre fuera de si para divagar por las calles de San Francisco. Sin embargo, es mayor su sorpresa al encontrar que una mujer lo resive desde la ventana de un doceavo piso.

Advertencias: sexo explícito.
(Ser descubiertos en el acto) *Rudeza*...

°•°•°•°•°

De nuevo lo sintió escurrirse fuera de su anatomía, resbalando en una masa gelatinosa y pegadiza, se arrastró por el suelo hasta llegar a la ventana, asomando uno de sus tentáculos para verificar el sueño de su humano. Una vez que estuvo convencido continuó con el objetivo de escape, no tan furtivo cómo esperaba.

Y Eddie tuvo que tomar su chaqueta y sus zapatillas más cercanas, listo para correr tras Venom, dispuesto a descubrir cualquiera de sus sucias artimañas.

Tal vez escurriendose para comer algunos cerebros humanos o simplemente para poseer un cuerpo y hacer uso de este, brincando edificio tras edificio hasta saciar su sed de libertad.

Ato las cuerdas a tropezones, empujando la puerta para mirar a ambos lados y encontrar a la masa gelatinosa y oscura introduciéndose por los tobillos de un joven escuálido.

Intento ser cauteloso mientras Venom accionaba a el humano a su gusto, andando como si todo su cuerpo fuera de algodón, suave y holgado por como los brazos del joven caían asimilando trapos.

Tan solo unas cuadras después el joven se detuvo y de este emergió la enorme e imponente figura del simbionte, entre la oscuridad de un callejón de un vecindario residencial, lo observó mirar a ambos lados para finalmente subir con el cuidado que jamas había demostrado, casi como si temiera ser escuchado. Extraño, pensó Eddie.

Ya en el doceavo piso, sosteniéndose de un barrote que crujio por su peso, toco la ventanilla con la punta de su larga y afilada uña. El tintineo del vidrio anunciando una esperada llegada, aunque no prevista.

La ventana se abrió revelando largos y rizados mechones de un tono rojizo que lograron confundir aún más a Eddie, crecientemente sorprendido y asustado al esperar un grito de temor o peor aún, que delataran a su amigo y trataran de aniquilarlo, aún sabiendo que las probabilidades eran nulas.

Fue eclipsante su desorientación cuando la dueña de aquella cabellera se hizo a un lado dejando pasar a el simbionte.

-Venom, no te esperaba a esta hora- dijiste poniendo el seguro de la ventana una vez hubo entrado.

-¿Quieres que me vaya?- pregunto con su gruesa y grave voz, habías extrañado más de lo que creíste aquel timbre.

Sonreiste para el, negando lentamente mientras admiraba lo unico que cubría tu cuerpo, una bata rosada de satín. Tuvo que contenerse para no arrancarla antes de su principal propósito.

-Sabes que siempre eres bienvenido.

Y el sonrío. Reluciendo sus afilados y grandes dientes que, para tu sorpresa, ya no eran de una tonalidad amarillenta. Lucían tan o más blancos que el pelaje bien cuidado de tu pequeño minino.

-¿Y bien?- preguntaste, verlo tan tímido no era normal, usualmente mientras entraba por la ventana uno de sus tentáculos te atraía hacia el, listo para deleitarse con tu genuino calor.

-Yo.... aprendi algo.

Contesto simple, sus manos juntas frente a su abdomen lo hacían ver pequeño e insignificante apesar de los metros que porsupuesto te superaban, espalda encorvada y cabeza hacia abajo.

-¿Quieres mostrarme?- indagaste acercándote.

Claro que iba a mostrarte, deseaba mostrarte todo lo que sabía, cada pensamiento que insinuaba su mente, cualquier segundo de lo que compartía en este nuevo y noble mundo, anhelando la perfección que nunca consiguió, solo para ti.

Jamás se habría imaginado dócil frente a una especie inferior, normalmente se habría sentido el rey del mundo, como lo era ahora. Pero tratándose de ti, aquel sentimiento desaparecía con sensatez.

Resignado por adoptar una mejor imagen, apesar de que ya amarás como era antes de llegar esa noche.

Asintio.

Positivo en igualar aquel gesto humanoide que había visto a tantos profanar.

Su tamaño disminuyó considerablemente, sus garras se escondieron y sus afilados dientes no parecieron tan mortíferos como antes. Tomo tu cintura apegandote a su cuerpo para admirarte con una visión entrecerrada, casi ronroneando contra tu boca.

Pero no te beso, no lo hizo hasta tener suficiente de tu rostro, gradualmente más deleitado que de costumbre tras tu aliento golpeándolo cálidamente, suave y abrazador, su cabeza se inclinó hacia un lado y su boca asimiló la de un humano, finalmente te beso.

Te beso como había deseado hace tanto, descubrió por su propio movimiento que jamas querría apartar sus labios de ti, agradeciendo internamente por haberse fijado en los gestos humanos que conformaban una relación amorosa.

Su beso era lento, a su perspectiva, pasional, embriagador. Saboreó la dulzura de tu lengua con la suya, exploró tus pliegues bucales y cuando menos lo espero, ya rodeabas su protuberante cintura con tus piernas, gimiendo en el cuando se restrego.
Te cargó hasta la habitación, empujando la puerta con la mayor gentileza posible, no queriendo que enfadaras como la última vez que desgarró la cama en una reprimienta por no desgarrarla a usted.

Su masculinidad emergió, un miembro viril que ansiaba inyectar dentro de ti, pronto la bata de seda que escondía tu anatomía le resultó estorbosa e incomoda, se deshizo de ella con el reconocido desespero que comenzabas a adorar.

-¿Lista para mi dulzura?- pregunto contra tu oído, humedecerte con sus palabras fue más fácil de lo que pensó, un sentimiento de grandeza lo invadió.

Asentiste impaciente, ansiosa por que te tomara como ya estabas acostumbrada.

-Necesitaras un gran balde de hielos- y sin esperarlo sus manos te hicieron girar contra la cama, alzo tus nalgas sin mucho esfuerzo logrando que gimas ante lo deseado.

Sus tentáculos abrieron tus piernas mientras sus manos tus nalgas, fue el momento de alinearse.

Probablemente tendrías que faltar a el trabajo por la mañana.

Gritaste cuando se introdujo de un solo empujón, era grande, no importaba cuántas veces lo hubieras resivido antes, siempre serías estrecha para su gran tamaño.

-Comenzemos- ronroneo erizando la piel de tu cuello, pasando su lengua por este para iniciar a embestirte a su gusto.

Apenas y pudo moverse sin límites, condabido de tu pequeñez que jamás dejaría de ser cálida y placentera para el.

Te mecio de adelante hacia atrás, clavando sus manos en tu cintura para no caer sobre ti, se mantuvo de pie, impulzandose en tu contra como mejor le convenía.

Sus gemidos eran altos, una verdadera aclamación de lo que le provocabas, lloraste contra la almohada, eras tan pequeña junto a él, tan insignificante ahora que no dudaría en descargar todo su poder.

Se resbaló con audacia, echando su cabeza hacia atrás mientras que de su boca una alargada lengua se desparramaba con cansancio, sedienta derrepente cuando acuno tus pezones, gemiste de regreso, el cosquilleo placentero se sintió como algo de lo que podrías acostumbrarte por el resto de la vida.

Uno, dos, tres, cuatro, innumerables embestidas que retumbaban por toda la habitación, empujando con rudeza que casi te volviste una con la cabecera tintineando.

Sus tentáculos no perdieron participación, rodearon tu espalda donde sus manos ya marcadas te aprisionaban, abrazaron tu estómago para introducirse como uno solo dentro de tu feminidad.

Siendo follada duramente de las dos maneras que no podías más, te dejaste caer contra la almohada, gritando tan fuerte como el.

Sus ronroneos se volvieron lo más excitante que pudiste oír, tus gritos los más agonizante que el pudo presenciar.

Jamás encontraría otra calidez como la tuya, resiviendolo tan diminuta y suave.

Tus paredes se apretaron aún más, su ritmo se volvió primitivo, el Venom con nula civilización desapareció llenándose más de lo que debía.

Lloraste y jadeaste, el orgasmo más acalorado y brusco de tu vida, tus caderas dolían al igual que tus piernas y en general todo tu cuerpo.

Pero no querías que parara, no hasta correrte y que el estuviera satisfecho.

Bombeo y golpeó tu interior, saboreando tu pertenecer hacia el con cada gruñido, los vecinos creerían que en tu apartamento se liberaba una masacre.

Y lo sintió llegar, lo persiguió como alguien que persigue lo anhelado, el clímax descendía.

A Eddie le había costado trabajo encontrarlo, sin embargo cuando subía por las escaleras del décimo piso y escucho los gruñidos y los gritos temió lo peor, corrió escaleras arriba, tan rápido como los fuertes sonidos pronunciandose desde tu apartamento.

Golpeo la puerta, dichos golpes siendo disfrazados por los alaridos que asemejaban una matanza, su corazón brincaba en su pecho.

-¡Venom!- grito, nadie contesto a sus llamados insignificantes. -¡Mierda!

Pateo la puerta, pateo y golpeó hasta que el candado se rompió, un pequeño gato lo resivio al interior. Jugaba con una bola de estambre tan tranquilo que parecía tétrico.

O talvez solo familiarizado con la situación.

Se dirigió a donde los sonidos pesaban más que en ningún otro lado, el hueco de su pecho secaba su garganta y su mente creaba imágenes aterradoras de todo lo que Venom podría estar llevando acabo.

Claramente no imaginaba lo que vendría después.

Abrió la puerta de una patada, lo primero que encontró fue a Venom de pie, cubría el cuerpo de una mujer mientras esta gemiqueaba y lloraba.

Tomo la lámpara que reposaba sobre una mesa de noche. -¡Dejala!- bramo antes de lanzarla contra la cabeza del simbionte.

-Que..?- parecía desconcertado.

-¡¿Que le estas haciendo!?- Eddie se aproximo a ti, jalandote hacia el y adoptando una pocision de defensa, ignorando por completo el hecho de que estuvieras desnuda.

--¡Quítale tus diminutas y ridículas manos de encima!

-¡No! Señorita ¿esta usted bien? ¿Le hizo alg- no pudo terminar debido a el empujón del simbionte.

-No la toques-

-¿Venom? ¿Quien es el?- preguntaste agonizante, jadeando con cada palabra.

-El..... el es-

°•°•°•°•°

-Entonces ¿es aquí a donde te escurres todas las noches? A ¿¡copular!?- Exclamo después de una breve explicación para nada gentil de Venom, quien lucia enfadado tras la intervención del hombre.

Mantenias tu brazo aferrado al de Venom, una nueva bata de color azul rodeaba tu anatomia fatigante, lo viste asentir en respuesta, sus tentáculos no te abandonaron en ningún segundo, por alguna razón se mantenía a la defensiva con el que ahora sabías, era su humano. Su "conducto".

-Wow- rechisto con la mirada perdida, sintiendo que si te miraba se tornaría tan rojo como tus labios hinchados. -Pero ¿¡Como!?, es decir el... y tu y ¿¡cómo!?- balbuceaba confundido e intrigado, con un creciente sentimiento de recelo, no creyendo que el "parasito" frente a el tuviera más suerte en temas "amorosos" o de pareja que el.

-Venom- llamaste, tus ojos comenzaban a cerrarse. -Los dejaré, así podrán hablar con más libertad- le sonreiste amable y con brevedad a el desaliñado hombre antes de intentar levantarte, un agudo dolor se pronunció al inicio de tu trasero, tus piernas parecían de espaguetti, temblando cuando te impulsaste sin lograr tu objetivo.

Tus mejillas se tiñeron de rojo, un sentimiento de vergüenza te invadió. notoriamente avergonzada por lo antes acontecido sumado a esto.

-Uh, tu crees que ¿podrías....- mencionaste, palabras atropelladas.

-Oh ¡si! Claro- Añadio Venom, tomándote entre sus fuertes brazos para llevarte cargando hasta la habitación donde antes se desataba su apogeo de lujuria.

-Ay Dios- exhalo Eddie.

°•°•°•°•°

Después de aquello caminaron fuera del edificio, abandonaron el cuerpo del inconsciente joven -antes utilizado por Venom- sobre un montón de bolsas de basura, único recurso tras pensar que sería preferible a dejarlo sobre el simple y duro suelo.

Venom se adhirió a Eddie, ninguno menciono algo, simplemente caminaban con las expectantes miradas de quienes aún transcurrían las ya lúgubres calles de San Francisco.

1er one shoootttt *^○•°¤°•○^*

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