- Por puesto que no.
Eso es lo que había dicho Taehyung cuando tanto Jungkook como Nayeon le habían dicho la idea de ir de vacaciones juntos. No había dado ni siquiera una explicación alguna al haber dicho eso.
Claro que como padre e hija conocían tanto al castaño que con unos simples ojitos bonitos lo terminaron por convencer. Porque si algo era la debilidad de Taehyung a parte que Nayeon, eran los lindos ojitos del pelinegro.
Cuando ambos se conocieron lo primero que el castaño había visto en Jungkook eran esos lindos ojos, aquellas lindas galaxias donde se podía perder por horas y no notar como el viento avanzaba.
Claro que cuando se hicieron novios lo primero que hizo Taehyung fue cumplir su gran sueño; besar los ojitos lindos de Jungkook.
Hoy en día recordaba con algo de gracia como hasta el presente aún caía rendido por esos lindos ojos.
- Está bien.- Accedió.- Pero quiero quiero ir a la casa del lago.
- ¡Sí!.- Gritó Nayeon, recordando como la rellenos había dicho que ella quería ir a la playa.
- Pero Nayeon...
- Shhh papi.- Interrumpió la castaña.- Si dices algo más ya no querrá ir.- Le recordó.
- Está bien...- Susurró Jungkook.
Taehyung se levantó de su lugar y así habló.- Haré la cena, ¿Te gustaría quedarte?.
- Depende, si haces verduras no.- Rió el pelinegro viendo el ceño fruncido de Taehyung.
- Eres peor que un niño Jungkook.
El castaño no dijo una palabra más y se encaminó hacia la cocina, sin darse cuenta que un Jungkook sonriente lo seguía de cerca.
- Quédate aquí pequeña. Haré cambiar de parecer a tu papá para que no nos de verduras.- Musitó sonriendo cómplice hacia su hija.
El pelinegro camino un poco más y así entró a la cocina, encontrándose con un Taehyung algo enojado lavando los platos sucios que había.
- Vamos florecita no te enojes. Sabes que solo bromeaba.- Susurró, posicionándose detrás del castaño y así abrazandolo.
Taehyung dejo de lavar y sin voltear musitó.- Ya hablamos de ésto Jungkook.
- Pero siempre me e comido las verduras.- Susurró, poniendo su cabeza en el hombro del otro.
- No hablo de las verduras.- Aclaró.- Sabes que no podemos hacer ésto.
Se libero del abrazo del pelinegro y así lo miro a los ojos.
- Jungkook, se que quedamos siendo amigos, pero que dirá Jihyo tu prometida si nos ve así.- Musitó.- Ya no podemos hacer ésto, esta mal y ambos lo sabemos así que porfavor alejate.
- Lo siento Tae...- Habló Jungkook, bajando su cabeza y mirando al piso.
Al ver eso el corazón de Taehyung se partió. Sabía cuan sensible podía ser el pelinegro a veces y está vez no era la excepción.
Se acercó lentamente y rodeo el cuerpo de Jeon con sus brazos.- No vayas a llorar porque ahora no podría consolarte con besos y no sabría sabría hacer.
Jungkook rió despacio y se dejó abrazar. Tal vez muchos veían que era un tipo grande en cuanto a masa muscular, pero en unas ocasiones para Taehyung se convertía en un pequeño conejito necesitado de mimos.
Tal vez esa era la razón por la que ambos aún seguían buscándose, podían ser ellos sin miedo a recibir alguna crítica, y todos sabemos que eso es lo mejor que existe en una persona; no juzgar ni burlarse de las personas.
- Ve con Nayeon y juega con ella.- Propuso el castaño.- Haré tu cena favorita.
- Eres el mejor florecita...- Sonrió el pelinegro.
- ¡QUE!.- Gritó Jihyo.
- Cariño es que si decía que no, Nayeon no tendría permiso.- Se excusó el Jungkook.
El pelinegro después de cenar en casa de su ex esposo había ido a su casa, para después soltar la bomba de que irían a la casa del lago y no a la playa. Claro que la reacción de Jihyo era justa la que esperaba Jungkook y por eso estaba preparado.
- Prometo que después tendremos vacaciones solo nosotros dos y serán en la playa.- Propuso el pelinegro.
- ¿Solo los dos?.
- Claro que si cariño.- Sonrió Jungkook, para después abrazarla.
Eres hermosa como mi linda flor, pero jamás podrás ser igual.
- ¿Cuándo nos iremos?.- Preguntó Jihyo.
- Mañana por la tarde.
Sentimientos por ti que debo dejar ir.
- ¿Al menos es lindo?.
- Muy lindo.
Empecemos de nuevo, para que en futuro podamos encontrarnos con una linda sonrisa.
- Buenas noches mi amor.
- Buenas noches cariño.- Musitó Jungkook.
Así ambos quedaron profundamente dormidos con diferentes pensamientos.
Una pensando en lo lindo que lo pasaría con su amado prometido al día siguiente, llena de ilusión creando escenarios imaginarios en sus más profundos sueños.
Mientras que un pelinegro caía dormido con lágrimas se deslizándose por todo su fino rostro lleno de tristeza. Soñando con lo hermosa que fue su familia y que bien pudo haber sido.
Muchas veces Jungkook despertaba lamentándose y culpandose por estar intentando engañarse a sí mismo diciendo que amaba a Jihyo. Y es que no era que no gustará de ella, para nada, era linda sí; pero su florecita jamás salía de su cabeza.
El pelinegro intentaba cubrir todo su sufrimiento diciendo que todo lo que sentía por Taehyung era simple cariño por el tiempo que habían pasado, pero claro que no era así.
Muchas veces pensó dicir lo que sentía hacia Taehyung pero nunca lo hizo pensando que el castaño merecía algo que lo hiciera feliz de verdad. Si Taehyung correspondía sus sentimientos y de un momento a otro él se daba cuenta que solo era simple cariño arruinaría a su linda florecita.
Todo era mejor si solo ocultaba su sufrimiento por lo más profundo de su ser y simplemente olvida todo mintiendose a si mismo.
"Estoy listo para dejarte ir..."
Yo no, no estoy listo.
Gracias por leer mi libro ｡◕‿◕｡
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