Ya habían pasado dos semanas desde la muerte de Tom, los chicos me apoyaron mucho estos días, nos juntabamos el doble que antes y Richie vivía en mi casa prácticamente. Por suerte Natalie ya había vuelto a California, hablando de ella, permitió que el cuerpo de Tom quede en Derry, creo que fue la única cosa que hizo bien aparte de crear a mi amigo. Convencer a Natalie fue de las cosas más difíciles que logré cumplir, y estoy orgullosa de mí por eso, no fue fácil.
Cada tarde iba a visitarlo al cementerio, le dejaba unos girasoles ya que eran sus flores favoritas, y también le contaba sobre todas las cosas que me iban pasando en el día, aunque no me escuchara, a mi me hacía sentir bien hablarle. A veces los chicos me acompañaban y otras veces prefería ir sola o con mi madre.
Esta tarde mis amigos y yo íbamos a la casa de Eds a molestar a la Señora K, y a pasar la tarde todos juntos y a comer galletas que preparó Eds, para él era importante compartir sus galletas, dijo que se quemó los dedos y que casi prende fuego su casa.
-¡Ma, voy a la casa de Eduardo!- exclamé desde la puerta.
- Espérame que te acompaño- dice mí mamá bajando las escaleras apresuradamente.
-Tranquila, no me va a pasar nada- respondí ya saliendo de la casa- Aparte, la casa de Eds no es tan lejos.
-¿Segura que no quieres que te acompañe?-pregunta ella no muy convencida.
-Si, bueno, me voy- le doy un beso en la mejilla y me voy para la casa de mí amigo.
Para ser sincera, no me gustaba mucho salir de casa después de todo lo que pasó con Tom, prefería quedarme en mí habitación leyendo libros y mirando fotos viejas con mí mejor amigo, pero lo hacía para que mí mamá no se preocupe tanto por mí, ya que tiene mucha carga con el trabajo y no quería ser parte de eso también.
Últimamente no dormía bien, y cuando por fin lograba dormirme me levantaba de repente y solo descansaba 4 o 3 horas o cuando dormía soñaba con Natalie que me culpaba por todo lo que pasó con Tom o con aquel payaso. No le comenté a mí madre sobre las cosas que soñaba y tampoco creo hacerlo.
-¡T/N!- saludaron los chicos cuando me vieron llegar.
-¡Hola!- sonreí y los abracé.
-¿Como estás?- me preguntó Richie abrazándome.
-No lo sé- le sonreí un poco y luego lo besé- Te extrañé "Tozino".
-Yo también "Rossa"- respondió él sonriéndome.
-No entiendo, Richie vive en tu casa e igual se extrañan?- pregunta Eddie- Que raros los jóvenes de hoy.
-S-sonaste como tu madre e-Eds- dice Billy.
-Silencio Billy, no me molestes!- dice Eddie pegándole a Bill por el hombro.
-¿Ya estamos todos?- pregunta Ben
-Sip, iré por las galletas- dijo Eddie- Si se van a quedar afuera pónganse repelente para que no le molesten los mosquitos.
-Bueno Señor K- respondió Richie para molestar a Eds.
-Chicos, mí mamá les dejó entrar- dice Eddie ignorando a Richie.
Todos entramos, la casa de Eds era una de mis favoritas, no tengo idea del porqué pero me gusta el ambiente, me transmite una especie rara de tranquilidad, cosa que mí casa ya no lo tiene después de todo, o al menos yo lo siento así. Cualquier casa de algunos de mis amigos me hace sentir bien.
Todos estábamos en la sala hablando hasta que Eddie nos llama.
-¡Chicos, me estoy quemando!- gritó desde la cocina -¡Ayuda!
Todos fuimos rápido a la cocina porque nunca se sabe, puede que Eddie sea muy exagerado pero tal vez si le pasó algo. Aunque está vez si fue exageración, las galletas no estaban ardiendo, estaban perfectas, ni frías ni muy calientes.
-Eduardo, ¿Sos o te haces?- le pregunta Richie mirándolo a Eddie como si fuera un estúpido.
-¡ES QUE ESTABAN CALIENTES!- respondió él.
-No discutan- interviene Ben- Mejor vayamos a comer las galletas.
-Las galletas quemadas- murmura Richie.
-¡No están quemadas Ricardo!- dice Eddie.
-Si, claro- sonríe Richie.
-¡ROSS, DILE A TU NOVIO QUE DEJE DE MOLESTARME!- me dice Eds y yo solo sonrió.
-Richie, deja en paz a Eddie- lo miro a Tozier.
Las galletas si estaban un poco quemadas, pero deliciosas, Richie siguió molestando a Eddie, le decía que no hizo las galletas, que las había comprado, todos nos reíamos de las caras de enojo que hacía Eds pero lo defendimos.
La tarde pasó y se estaba haciendo de noche, le había prometido a mí madre que volvería temprano, no quiero que se preocupe.
-Chicos, tengo que irme, prometí volver temprano- dije levantandome del sillón.
-Te acompaño- me dice Richie haciendo la misma acción que yo.
Me despedí de todos, la juntada ya estaba terminando porque todos nos estábamos yendo. Richie me acompañó hasta mí casa, hacía un poco de frío, era el frío que a mí me gustaba.
-¿Mañana tienes planes?- me pregunta Tozier.
-Nop- sonreí.
-¡Uh genial!, Tengo planeado una tarde para nosotros dos- me sonríe y toma mí mano.
-Sos muy lindo cuando sonríes- pensé en voz alta y él solo se rió.
-Muchas gracias, obvio que ya sabía pero tu opinión es importante para mí- responde anteojitos.
Cuando llegamos mí madre ya me estaba esperando en la puerta, siento que ella aún no se acostumbra a Richie, pero la entiendo.
-¡Hola chicos!- dice ella.
-Hola ma- le doy un beso en la mejilla.
-Hola señora- saluda Rich sonriendole y ella le devuelve el gesto.
-¿Quieres pasar?- le pregunta mí madre a Ricardo.
-No gracias, ya tengo que irme- responde él y me mira.
-Te espero adentro- me dice ella y entra a la casa.
-Gracias por acompañarme- lo abrazo y él me abraza.
-Gracias nada- me responde- Sos muy especial para mí, esto no es nada.
-Estas muy cursi hoy- me río- Tú también eres muy especial para mí.
Lo abracé otra vez y él me dió un beso antes de que se vaya.
No creo que entiendan lo feliz que me hace estar con él y con mis amigos, es como que mis problemas desaparecen por un rato, ellos me hacen feliz.
Volví¿?😋