Ámame Sin Importar Qué #2

By diandraluna12

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SEGUNDO LIBRO DE LA TRILOGÍA ÁMAME. Las cosas entre Debby y Justin se complicaron después que Jessica los enc... More

Prólogo.
Capítulo 01.|Sin importar qué.
Capítulo 02.|No es justo que continue.
Capítulo 03.|Perdiendo la cabeza.
Capítulo 04.|Se acabó
Capítulo 05.|Segunda oportunidad.
Capítulo 06.|Celos.
Capítulo 07.|Noche de superación.
Capítulo 08.|Hacer las cosas bien.
Capítulo 09.|No volverá a ocurrir.
Capítulo 10.|No la necesito.
Capítulo 11.|Miedo al abandono.
Capítulo 12.|Te perdono.
Capítulo 13.|¿Quién es Wendy?
Capítulo 14.|Te amaré sin medidas.
Capítulo 15.|Salvar la amistad.
Capítulo 16.|Mi mejor regalo.
Capítulo 17.|Pista de carreras.
Capítulo 18.|Tarde de chicas.
Capítulo 19.|Rumbo inesperado.
Capítulo 20.|¿Tú?
Capítulo 21.|Lo que necesitaba.
Capítulo 22.|En la boca del lobo.
Capítulo 24.|Al descubierto.
Capítulo 25.|Bradshaw vs Smith.
Capítulo 26.|Amenaza de amor.
Capítulo 27.|Me voy contigo.
Capítulo 28|Mala decisión.
Capítulo 29.| Mi culpa.
Capítulo 30.|No es suficiente.
Capítulo 31.|Noticia.
Capítulo 32.|Solo por ti.
Capítulo 33.|Nunca debí dejarte.
Capítulo 34.|Una pesadilla.
Capítulo 35.| El perdón.
Capítulo 36.|Inolvidable.
Capítulo 37.|Regalos.
Capítulo 38. |Sí quiero.
Aviso. Tercer libro.

Capítulo 23.|En peligro.

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By diandraluna12

Este es uno de esos momentos de película donde el malo tiene entre su poder a la chica buena e indefensa, lo que más detesto de esto, es que yo soy la chica buena e indefensa. Tener a Parker frente a mí mientras me mira como si quisiera destruirme no es nada bonito, al contrario, es una imagen que no le deseo ni a mi peor enemigo. Estábamos a una distancia considerada, ni muy cerca ni muy lejos, pero podía escuchar su respiración sofocarme desde donde estaba.

Desde el tiempo que dejé de verlo y salí de Seattle con mi padre, Parker no había cambiado nada. Quizás se había puesto más peligroso. Parker tenía unos rasgos muy parecidos a su padre, sólo que la parte buena y generosa de John Miller no la heredó su hijo. Sus ojos eran de un color castaño oscuro y mostraban una chispa de maldad en ellos, su cabello era algo rebelde y siempre lo tenía con su típico peinado, era fuerte y musculoso, y puedo jurar que tiene más defectos que virtudes. ¿Virtudes él? Lo dudo mucho.

Levanté la mirada con seguridad, necesitaba demostrar que no tenía miedo aunque la verdad es que me estoy haciendo en los pantalones. Parker no causa nada más que miedo y terror en mí. Verlo me remueve todo lo que me hizo, todo lo que pasé, como me arruinó mi vida, y lo peor de todo es que volvió para mortificarme una vez más.

—Aquí estoy, aquí me tienes Parker. ¿Qué es lo que realmente quieres?—Murmuré frustrada y con la respiración demasiada tensa.

—Te quiero a ti. ¿Es qué todavía no lo llegas a entender?—Respondió con voz desesperada.

No, no lo llego a entender porque no me interesa. Observé la playa, las olas chocaban contra la orilla y la brisa se encargaba del lugar. Me mordí el labio y tomé valor para volver a hablar y mirarlo a la cara.

—Sinceramente no sé que es lo que quieres de mí Parker. ¿Es qué no te cansas de hacerme daño?—Le escupí las palabras con temor y rabia a la vez.

El se estrujó la cara como si estuviera desesperado, sus ojos estaban llorosos y sus manos temblaban.

—Yo me enamoré de ti desde el primer día en que te vi.—Me confesó con dolor evidente.

Lo que me faltaba, que empezara a mentir.

—Eso no es verdad, tú simplemente no puedes estar enamorado de mí. ¡Estás loco! ¿Cómo diablos quieres que te crea semejante mentira? Me marcaste la vida, me jodiste de la peor manera ¿Y tú ahora me vienes con qué estás enamorado de mí?—Grité llena de impotencia y dolor.

Los ojos de Parker estaban nublados, no puede ser que vaya a llorar, no lo creería ni siquiera viéndolo con mis propios ojos.

—Aunque no lo creas, así es pequeña.—Su voz se escuchaba débil.—Yo me enamoré de ti Debby, locamente, como un niño, pero tú no me mirabas, tú no me prestabas atención y yo cada día me desesperaba al no tenerte, y...—Lo interrumpí.

—¿Y me violaste no? ¡Que gran manera de acercarte a mi Parker! ¡Eres una basura! ¡Eres una jodida basura!

—Lo sé, pero estaba desesperado, yo te amo Debby, debes entenderlo, tú eres mía, yo fui tu primer hombre, yo te hice mujer, y eso no lo puedes olvidar por más que quieras hacerlo.

—Perdóname, perdóname por favor. Quédate conmigo, yo te necesito Debby. No sabes lo que he pasado sin ti todos estos años. Te he buscado por todos lados y ahora que te encuentro no pienso irme sin ti.

—Yo no voy a irme a ningún lado contigo, Parker. ¡Entiéndelo!

—¿Es por ese tal Justin verdad? ¡Es por ese imbécil que supuestamente es tu novio!

—Justin no tiene nada que ver en esto, debes saber de primera que no iría contigo ni a la esquina. ¿Estás bien de la cabeza Parker? Tú fuiste mi violador, y quieres que me vaya contigo a no sé donde, me das risa. Has perdido completamente la cabeza.

Mi celular se escuchó en ese momento, observé la pantalla y el nombre de Justin aparecía en esta.

—¿Es él, no? Es el imbécil que te hace el amor todas las noches. ¿No es así? ¡Me lo vas a negar Debby!

—No, no te lo voy a negar. Es el hombre que me hace más que el amor todas las noches, me hace feliz, me hace sentirme viva, me hace sentir mujer, algo que nunca nadie había logrado.—Lo dije apretando los dientes.

Justin es mi chico ideal, mi talón de aquiles, mi hombre, y todos los segundos de mi vida no hace más que hacerme feliz. Los ojos de Parker eran de puro odio. Mi celular volvió a sonar, esta vez era mi padre. Suspiré, tengo que responderle, necesito calmarlo, puede que él y Justin estén verdaderamente preocupados.

—Papá.—Hablé apretando el celular en mi oreja bajo la atenta mirada de Parker.

—Debby, al fín contestas. ¿Dónde estás hija? Estoy muy preocupado.—Dijo con su voz autoritaria de policía y a la vez preocupada como mi padre.

Parker me miró diciéndome con la mirada que no me atreviera a decirle donde estaba.

—Estoy bien, no te preocupes papá, quise salir a dar una vuelta, dile a Justin que no se preocupe tampoco. Hablamos en un rato papá.—Colgué antes de que volviera a llenarme de preguntas.—Parker, olvídate de mí, lárgate a Seattle o a donde se te pegue la gana, pero déjame vivir mi vida en paz, por favor.—Le pedí ya más calmada.

Parker se movió nervioso con sus puños apretados a ambos lados de su cuerpo.

—Ya te dije que no me iré a ningún lado sin ti, no voy a cambiar de opinión.—Respondió de forma segura.

Negué con la cabeza y di media vuelta para largarme de aquí. En milésimas de segundos la jodida respiración de Parker ya estaba sobre mi cuello mientras sus sucias manos me apretaban hacia él.

—Tú no vas a ningún lado muñeca. ¿Cuándo lo vas a entender?—Mordió la piel de mi cuello haciéndome lanzar un grito desesperado.

Otra vez no.

—Suéltame Parker, déjame ir.—Me removí entre sus brazos para poder salir, pero su maldita fuerza era demasiada.

Me tomó desprevenida y me lanzó a la arena mientras que él se subía encima de mí.

—¡Por favor suéltame Parker, me estás haciendo daño!—Lloriqueé tratando de salir de su agarre.

Toda yo estaba envuelta por la arena de la playa mientras Parker hacía presión de mi cuerpo sobre mí. Sus asquerosas manos acariciaban mi piel y yo tenía deseos de vomitar.

—¡Te amo Debby, te amo maldita sea!—Exclamó besando la piel de mi cuello.

Me entró el pánico.

—¡Tú no me amas nada, si me amaras como dices no me harías daño!—Le grité mientras me removía todavía para salir de su agarre.

Su rostro se transformó haciéndome temblar, parecía un demonio desesperado por consumir un alma. Apretó mis manos sobre mi cabeza sobre la arena haciendo presión en estas, me estaba lastimando.

—¡Nunca, jamás dudes de mi amor! ¿Me escuchaste?—Rugió con verdadero enojo sobre mi cara haciéndome temblar cada vez más.

Las olas del mar eran cada vez más fuertes y estaban llegando más arriba de la orilla, dónde me estaba empapando todo el cuerpo de agua salada.

—¡Eres un cerdo! ¡Eres una basura! ¡Te mereces lo peor! ¡Suéltame!—Insistí en mi escape pero me era imposible.

Me hizo rodar por la arena ahora mojada sin quitarse de encima mío, era desesperante no poder quitármelo de encima, ya lo dije, voy a practicar karate, lo necesito urgente, unas cuantas prácticas de defensa personal no me vendrían nada mal. Claro, si salgo viva de esto.

Su boca ahora estaba por mi cuello y de mi cuello bajaba a mis pechos. ¡Que asco!

¡No otra vez, por favor!

—¡No te atrevas, no otra vez Parker, suéltame!—Intentaba empujar su cabeza fuera de mi cuerpo pero el mal nacido no se movía ni un centímetro.

—Sabes delicioso, mucho más que antes Debby, eres todo lo que quiero.—Susurró mientras su sucia boca besaba toda mi cara de forma desesperada.

Necesitaba salir de sus brazos antes de que sea demasiado tarde. Tomé todo el valor que en ese momento podía tener y levanté mi pierna dándole en su zona intima haciéndolo tambalear del dolor. Parker se retorcía en la arena del dolor mientras se sujetaba la parte afectada, yo me quedé un momento en shock mirándolo pero luego volví a la realidad e intenté pararme para correr lejos de aquí. Cuando me puse de pie y empezé a correr, Parker me tomó del tobillo haciéndome caer de bruces contra la arena, jaló mi pie hasta que estuvo nuevamente encima de mí y me arrastró a ponerme boca arriba. Al ver su rostro tan asqueroso comencé a golpear su pecho furiosamente tratando de que me soltara, pero lo único que logré es que apretara su agarre sobre mí.

—Estás más valiente y decidida que antes, eso me gusta, pero lo que no me gusta es que intentes alejarte de mí ¿¡Es que no puedes entender que te amo y que estoy como un loco por ti!?

Quería reírme en su jodida cara por las estupideces que está diciendo.

—Eres una basura. ¿¡Cómo carajos puedes decir que me amas cuando quieres desgraciarme la vida otra vez!? Tú no amas a nadie, ni siquiera te amas a ti mismo, eres un cerdo asqueroso, y juro que vas a pagar por todo el daño que me has hecho.

Sus ojos se cristalizaron, parecía como si fuera a llorar.

—Estoy enamorado, estoy obsesionado, ilucionado, loco, y totalmente jodido por ti Debby, y si esta es la única manera de poder tenerte, lo tengo que hacer, mi necesidad por ti es demasiado fuerte.

No puede estar hablando en serio. Sus manos tomaron la parte superior de mi blusa rompiéndola en pedazos.

—Parker, Parker...por favor, no lo hagas, ¡Maldita sea, detente!—Grité desesperada cuando sus manos tocaron la piel de mi estómago y su boca comenzó a besar esta zona.

—Maldita sea que me has hecho. ¡Te amo mujer!—Exclamó cuando sus manos intentaron abrir el broche de mi pantalón.

No sé si resistirme valdría la pena, ya estaba totalmente perdida.

—Sal de encima de mi hija o juro que en este momento me olvido de la ley y te vuelo la cabeza en un instante .

Era la voz de mi padre. ¡Está aquí! Parker se paralizó y yo intenté respirar con normalidad, pero hasta que no me encontrara kilómetros lejos de Parker no respiraría con calma.

—Las manos donde pueda verlas.—Exigió mi padre y Parker se puso de pie lentamente, mientras yo me sentaba en la arena cubriendo mi cuerpo de la vista de todos.

Los policías que acompañaban a mi padre se encontraban apuntando a Parker con un arma por si intenta dar un paso en falso. Entre los policías Justin apareció corriendo hacía mí.

¿Qué hace aquí?

Se arrodilló a mi lado abrazándome y besando mi cabeza varias veces mientras con sus fuertes brazos ocultaba mi desnudez.

—¿Estás bien nena?—Me preguntó mientras sus manos me cubrían todo el cuerpo.

Asentí con la cabeza ya que no me sale la voz. Parker al verme en brazos de Justin intentó soltarse del agarre de mi padre que le colocaba las esposas.

—¡Hey, no te muevas!—Le amenazó mi padre.

—¡Suéltala, ella es mía!—Gritó Parker mirándonos.

Justin se puso de pie y se acercó a Parker propinándole un puñetazo en su rostro haciéndolo tambalear hacia atrás un poco.

—Si no fuera porque se va a hacer justicia por lo que le hiciste a Debs, juro que en este mismo momento te matara con mis propias manos.

Justin tenía el rostro rojo del enojo y sus puños apretados a los lados, él no estaba bien, lo conozco, está perdiendo el control y si no fuera porque mi padre y los demás policías están aquí, hace tiempo que hubiera tomado la justicia por sus manos.

—Yo la hice mujer, yo fui su primer hombre, eso nunca lo podrá borrar de su cabeza.—Habló despacio pero con todo el desprecio del mundo.

Es una mierda, él y todo él es una mierda.

—Cierra la boca animal. Yo haré que sufras por todo el daño que le hiciste a mi hija, te juro por Dios que esta no la libras pedazo de mierda.—Y con esas palabras se lo llevó junto a los otros oficiales.

Una de las patrullas me trajo a mi departamento junto con Justin. Desde que salimos de la playa ha estado tenso, distante y sé que por su cabeza rondan miles de cosas, pero yo sólo quiero que me abrace y que me diga que todo va a estar bien, pero él no parece pensar lo mismo, está serio.

Ya me había vestido y colocado una pequeña pijama. Su mirada estaba perdida en el suelo y su semblante no es muy amigable.

—¿En qué piensas?—No sé realmente que preguntarle, pero necesitaba saber que estaba pasando por su cabeza.

Volteó su mirada y la posó en mí, estaba enojado.

—¿Por qué te fuiste a verlo?—Me preguntó apretando los dientes mientras sus manos se mantenían unidas en el aire.

—Yo...necesitaba protegerte.

Frunció el ceño mientras me miraba sin entender nada.

—¿Protegerme?

Tragué saliva y pasé mis manos por mi rostro.

—Parker me amenazó con que si no aparecía, te haría daño, y lo conozco Justin, sé perfectamente que es capaz de joderte la vida de alguna manera y yo no podía permitir eso.—Tenía un nudo en la garganta.

—¿Y te arriesgaste a que te volviera a poner una mano encima para protegerme?—Dijo abriendo los ojos ante la sorpresa.

¿Es qué aún no entiende que lo amo y que soy capaz de lo que sea por él?.

—¿Te estás escuchando Justin? Sabes perfectamente que te adoro, haría eso y mucho más si ello ayuda a que nada te pase. ¿Qué mierda te está pasando?—Le dije en un tono bastante alto, no lo entiendo realmente.

—¡Que pusiste tú vida en peligro joder! Estaba a punto de matar a ese imbécil cuando te vi con la blusa rota y a él encima de ti.—Gritó fuertemente asustándome.— Me asusté cuando me desperté y no te vi, y mucho más cuando tu padre rastreo tu llamada y se dio cuenta donde estabas, supimos de una vez que Parker te tenía con él.—Se tranquilizó un poco con su mirada pérdida.—Me volví loco Debs, sentí que iba a morir de la presión que sentía en mi pecho.

¿Rastrearon mi llamada? Con razón me encontraron. Mi papá es el mejor. Observé sus ojos y estos estaban aguados, no me gusta verlo así y todo es mi culpa. Me acerqué a él y coloqué mis manos sobre las suyas haciendo que su mirada chocase con la mía.

—Perdóname, pero tienes que saber que lo volvería a hacer si de eso dependiera que tú estuvieras bien. Eres lo que mueve mi mundo Justin, así como sé que tú también harías eso y mucho más por mí, yo lo haré por ti, porque te amo.—Era cierto, lo volvería hacer una y mil veces, aunque eso me llevara a volver a sufrir.

Justin relajó sus hombros y se acercó a la poca distancia que nos separaba y apretó mis manos acercándolas a su boca y besándolas dulcemente mientras clavaba su mirada en mis ojos.

—Eres lo mejor que tengo, y sin importar qué te voy a amar siempre Debs.

Me abrazó fuertemente sabiendo que ambos lo necesitábamos. Él era mi salvación, él era todo lo que necesitaba y como él dice, sin importar qué, lo amaría hasta el final.

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