últimamente habías estado yendo a la empresa en múltiples ocasiones y con diferentes excusas.
era un día bastante normal cuando fuiste a visitar a tu novio a su trabajo, pero algo te estaba molestando internamente.
— me hubieses avisado que ibas a venir —se quejó jay sin mirarte—, te habria dicho que estaba ocupado.
estaban los dos en su estudio mientras él escribía, o al menos intentaba escribir, la letra de una nueva canción para así poder incluirla en su nuevo álbum.
— lo siento, no quería molestarte —te disculpaste apenada mientras te acercabas a su silla.
— no me molestas, t/n —jay se dio vuelta en su asiento y te miró con una sonrisa—. pero ahora vas a tener que esperar hasta que termine.
— está bien...
pasaste tus brazos por sus hombros para abrazarlo y así poder ver qué era lo que estaba escribiendo, pero tapó la pantalla de su computadora con sus brazos y te miró seriamente.
— ¿qué crees que haces?
— tal vez pueda ayudarte —dijiste soltándolo.
— no necesito ayuda, aunque gracias de todos modos —respondió jay con un gesto, haciéndote entender de que no te quería cerca.
esperaste pacientemente por unos diez minutos, intentando ser lo más silenciosa posible para no molestarlo, pero estabas comenzando a aburrirte.
usaste tu celular, escuchaste música, revisaste tus redes sociales, pero no habías ido a la empresa para eso. dejaste tu teléfono a un lado y volviste la mirada a tu novio, que no se había movido de su lugar desde que habías llegado.
— ¿ya terminaste? —preguntaste seriamente.
— no... —contestó sin mirarte.
pasaron dos segundos y miraste a tu alrededor buscando alguna entretención—. ¿listo?
— todavía no...
— ¿cuánto te falta?
— no tanto.
— pero me dijiste eso cuando llegué —te quejaste haciendo un puchero.
— sí, y también creí haberte mencionado que estoy ocupado —respondió jay frustrado—. solo dame dos minutos, ya estoy terminando.
visualizaste un abrigo de jay y te lo pusiste con la intención de llamar su atención, pero parecía que nada iba a hacerlo sacar la vista de los papeles.
no te diste por vencida y te sentaste en el suelo, justo al lado de él y lo miraste fijamente para hacerle notar ti presencia.
— ¿ya terminaste? —volviste a preguntar.
— ¡t/n! —se quejó jay girándose en su asiento para mirarte.
tenía el ceño fruncido y se había puesto de pie de manera amenazante, pero ni bien te vio usando su abrigo ahí sentada en el suelo como un niño en penitencia, se suavizó.
— no puedo terminar si me estás mirando así todo el rato —se quejó luego de soltar un profundo suspiro.
— entonces no termines —murmuraste cruzada de brazos.
— bien, tú ganas...
jay se lanzó al suelo para recostarse sobre ti y al final terminó pasando el resto del día contigo como compensación por no haberte prestado atención antes.
Nota de la autora:
Después de este bellísimo escenario todo tierno y soft se viene un one-shot con Jay... Pero va a ser smut, solo aviso.