"Fui arrastrado por una ola. Ooh, entonces, te escuché decir mi nombre."
-LOST (Maroon 5)
El arenal de la zona sur de la montaña era una enorme extensión de arena blanca que parecía relucir gracias a los rayos del sol de verano. Alrededor de la playa se arremolinaban algunos árboles de aspecto mucho más sano que aquellos que se veían en el interior y habían logrado sobrevivir a los incendios.
Naturaleza. Taehyung casi podía notar a su lobo volviéndose loco de felicidad por tal imagen, estaba cansado de la ceniza del sur y los montes arrasados.
-Es más grande de lo que imaginaba. - Jimin sonrió, sus dientes mostrando una enorme expresión de felicidad mientras correteaba por el camino de tablas de madera que salía del bosque y llegaba hasta el pequeño paraíso de arena que albergaba la zona sur. - ¿Esta es la zona segura? ¿Todo esto?
Jungkook escondió las manos en los bolsillos de sus pantalones cortos, no habían compartido palabra alguna después de su confesión acerca de lo que los sureños le hacían a los deltas durante el liderazgo de su bisabuelo. Podía afirmar que aquellos actos no le proporcionaban ningún tipo de orgullo, él como otros lobos de su territorio había crecido con la información de que los deltas no estaban permitidos y que estos eran poco más que traidores, pero eso no significaba que los quisiera muertos. Creía en los métodos de educación sobre la importancia de mostrar respeto ante la pirámide de poder, pues su existencia dependía de ella. A lo largo de las generaciones su familia había ido modificando el modo de actuar con respecto a las anomalías que algunos alfas mostraban.
La anomalía de buscar a otro alfa aún cuando eso no debería ocurrir jamás. Los alfas tenían el compromiso de proteger y hacer crecer a la manada, y eso era algo que nunca lograrían si decidían formar pareja con otro lobo de su misma clase estamental.
-Nada es completamente seguro pero desde aquí hasta el final del arenal, hay guardianes continuamente recorriendo el interior del bosque y las fronteras por las que los humanos podrían entrar. - caminó sin prisa, con los ojos puestos en el agua del mar en vez de en el par de amigos norteños. - Mientras no caiga la noche, no debería ser demasiado peligroso.
Taehyung avanzó con más rapidez a su lado, sus mejillas repletas de rojez debido a la temperatura y el sudor humedeciendo el cabello plateado que resbalaba sobre su mirada. Los ojos del hijo de los Kim eran un punto de interés para el alfa sureño, pues la totalidad de los mismos continuaba cambiando su intensidad en función de la fuerza de la luz que los rodeaba. Se preguntaba si aquello quizás se encontraba ligado a su naturaleza albina, había visto su mirada brillar con un tono púrpura cuando fueron al lago Crystallo.
Jungkook lo siguió pensando por varios minutos cuando llegaron hasta el final del camino de madera y se sentó sobre un montículo de arena, observando la forma en la que los dos lobos norteños habían comenzado a desprenderse de la ropa con prisa.
-No creo que sea buena idea que os convirtáis, la zona es segura pero de vez en cuando los turistas curiosos acercan sus barcos hasta la orilla. No tenemos cubierto el mar, sólo la tierra sobre la que habitualmente nos movemos. Nunca se sabe cuándo un cazador furtivo con ganas de obtener la cabeza de un gran lobo, puede aparecer. - informó. - Pero si realmente necesitáis hacerlo... - Jungkook señaló con su mano las grandes rocas que se encontraban cerca de la orilla. - Usad las partes de la playa que puedan manteros lejos de la gente, las rocas os cubrirán mientras nadais.
-¿No vas a meterte en el agua? - fue el hijo de los Kim quién hizo la pregunta, cruzando una mirada con él por primera vez desde hace al menos veinte minutos. - La temperatura es... horrible. No entiendo como tu lobo puede aguantarla.
Jungkook se limitó a encogerse de hombros, moviendo sus manos para liberarse de la camiseta que llevaba. Sí, podía notar que las temperaturas eran bastante más altas de lo habitual debido a la tormenta eléctrica que probablemente llegaría para finales de esa semana, pero eso no significaba que fuera insoportable para él. En realidad le gustaba mantenerse bajo el sol durante el verano, hacía un tiempo desde la última vez que había acudido al arenal con sus amigos y todo lo que ansiaba era llevar su mente lejos del entrenamiento por unos minutos.
Así que apoyó los codos contra la arena y suspiró con gusto al sentir la alta temperatura de esta alrededor de su cuerpo. Hundió los dedos de los pies en esta, escuchó el sonido del mar y miró al lobo norteño que se encontraba esperando una respuesta de su parte.
-He vivido en el sur toda mi vida, la temperatura entre nuestras zonas no es exageradamente diferente pero puedo decir que llevo mejor el verano que el invierno. Prefiero el sol abrasador antes que el viento congelado. - Jungkook rebuscó en el bolsillo de su pantalón. - Todo lo que necesito es protección solar para evitar quemaduras innecesarias. Id a nadar, si veo algo sospechoso os avisaré.
-Aburrido. - Taehyung bufó con gracia, terminando de desprenderse de toda su ropa a excepción de un bañador color turquesa. - Te asarás, es imposible que puedas aguantar el sol durante toda la tarde.
Bueno, Jungkook no iba a quedarse toda la tarde en el arenal. Su tarea era la de enseñarle al par de amigos la zona y cuando se cansase les preguntaría si querían volver solos o con él. Había guardianes cerca, así que no tendría porque pasarles nada malo si volvían antes del anochecer.
Fue dos horas después y mientras Jungkook se sentaba sobre una de las rocas que se encontraban más allá de la orilla, allí donde podía sumergir la mitad de su cuerpo, cuando percibió que algunos sureños estaban entrando en el arenal.
Aquello no le importó demasiado, era la playa del sur después de todo. Los lobos de su territorio acudían constantemente con el objetivo de pasar un buen rato y divertirse. Él mismo solía llenar su coche con neveras repletas de hielo y cerveza para pasar el día con sus mejores amigos en ese especial lugar que había escapado del fuego abrasador. Ya fuese verano o invierno, los sureños acostumbraban a reunirse en aquella playa para hacer hogueras y parlotear de temas sin ningún tipo de importancia mientras buscaban a la pareja ideal que se adecuase a la clase de su lobo y que cumpliera con las características adecuadas.
Jungkook todavía no había encontrado a una omega lo suficientemente buena o suficientemente dispuesta a respetar el legado de su familia, aunque siendo honesto quizás era injusto echarle toda la culpa a los omegas de su territorio. Porque tal vez él era demasiado indeciso e inquisitivo a la hora de encontrar a alguien, puede que incluso si no creía en las parejas destinadas esperaba que la suya le hiciera latir el corazón con más fuerza que cualquier otra persona en el mundo. Quería para él algo más honesto que lo que tenían sus padres.
Así que en resumen, que un grupo de lobos sureños llegase a la playa no se escapaba de lo común, estos probablemente buscaban divertirse y aprovechar el instante para comenzar su etapa amorosa. No era nada extraño, por lo que su vista continuó despreocupadamente sobre Taehyung y el amigo de este. Los dos parecían realmente felices de poder sumergirse en el agua fresca y chapotear como dos niños pequeños lo harían.
Nuevamente su mirada se posó sobre los tatuajes de tinta negra que recorrían el cuerpo de los dos norteños. No podía evitar sentirse atraído hacia aquello, pero que alguien como él decidiese imitar tal cosa sería considerado como un acto de total traición hacia su gente, tampoco estaba seguro de sí a la manada Yook le gustaría que un lobo Jeon decidiese llevar algo que para ellos significaba mucho solo porque la estética lo atraía. No importaba lo bonitos que fueran o lo diferentes que parecían de aquellos que otros lobos y humanos se hacían en locales especializados, su piel nunca recibiría algo así. Nada como esos dibujos que parecían brillar con cada rayo de sol que chocaba contra estés.
-Jeon, ven al agua.
La invitación del hijo de los Kim lo sorprendió, sin embargo aceptó saltar desde la roca hacia la zona en la que el par de norteños se encontraban buceando. Podía notar como el sol comenzaba a provocar que el sudor resbalase por su frente y el frescor era algo que definitivamente se sentía bien tras un tiempo disfrutando de las temperaturas altas del verano.
-¿Estás tratando de ser amigable? - cuestionó, su cabello azabache goteando en el instante en el que salió del agua.
Jungkook adoraba aquello. La sensación de hundirse en el mar fresco.
-Estoy tratando de evitar que un alfa tozudo se derrita.
Taehyung era consciente de que Jungkook no parecía del todo cómodo a su alrededor, y no podía culparlo con la educación que su senex probablemente le había dado. Estaba casi seguro de que ese alfa que ahora lo miraba con ojos grandes y sorprendidos, había aprendido que los deltas eran malos y su deber era combatirlos además de evitarlos en todo momento.
-Oye, sé que no te gustan los deltas y puedo entender en cierto modo que se debe a que no sabes nada sobre nosotros. Imagino que siempre te han dicho que somos una anomalía y eso para tí se ha convertido en un hecho... Pero no lo somos y si me das la oportunidad, quizás puedas llegar a entenderlo un poco mejor. - Taehyung nadó hacia Jungkook. - Venga, ¿tengo pinta de que me vaya a comer a cada alfa que se cruce en mi camino?
No, no la tenía. Excepto cuando gruñía, por norma general Kim Taehyung parecía un alfa bastante tranquilo. Así que Jeon Jungkook se encontró a sí mismo asintiendo e introduciéndose en el agua con los dos lobos norteños a pesar de los muchachos que comenzaban a arremolinarse en la playa.
Jeon Jungkook era un alfa extraño, con una forma de actuar casi confusa si tenía en cuenta que durante un instante le llamaba delta y al siguiente aceptaba su invitación para nadar. Taehyung pensó eso mientras salían del agua, también pensó que el muchacho no parecía malo pero eso tampoco lo hacía bueno.
La gente del sur era algo con lo que él no sabía todavía cómo reaccionar. Algunos lobos sureños eran increíblemente territoriales, otros simplemente no aceptaban a los deltas y la gran mayoría sencillamente no sabía qué opinar acerca de convivir con personas del norte después de haber pasado siglos luchando contra ellos. No podía culpar a esa última parte, porque él tampoco estaba del todo seguro acerca de si los dos clanes de la montaña podrían llegar a convivir en algún momento de manera completamente pacífica.
Por el contrario, Jungkook no parecía tener una solo idea concreta acerca del conflicto que los envolvía, a pesar de lo que a veces decía por su incontrolable boca. Taehyung sabía que el chico era fiel a aquellas enseñanzas que su senex le había inculcado, al igual que sabía que este no se mostraba violento con los norteños o aquellos que los de la manada Yook definían como deltas. En realidad, todo lo que parecía interesarle a ese muchacho empezaba y acababa en el objetivo de convertirse en guardián para seguir con el legado de su familia.
-¿Jeon? - una voz llegó hasta los oídos de Taehyung seguido de un olor que no le resultaba familiar. - ¿Qué haces con un delta? ¿No es el hijo del líder de los guardianes del norte? He escuchado que ese Kim convive con otro alfa como pareja y...
La persona menos se esperaba se encontraba situada ante los ojos de Jeon Jungkook, y si hubiera sido otro lobo quizás lo hubiese ignorado al instante. Aunque ni siquiera pudo abrir su boca antes de que cierto alfa norteño se le adelantara.
-Kim Taehyung. - Taehyung ignoró el hecho de que en los ojos de Jungkook se encontraba impregnada una sensación de sorpresa. Probablemente debido al detalle de que un miembro de su manada lo había descubierto con uno de esos lobos a los que los sureños se empeñaban en seguir llamando "deltas". - Por supuesto, soy el hijo de Kim Namjoon y Kim Seokjin. ¿Hay algún problema?
El alfa Yook hizo una mueca antes de apartarle la mirada para centrarse en Jungkook de nuevo. Había algo en la forma en la que ese lobo se comportaba, aires de grandeza que a Taehyung sencillamente no le gustaron y casi le parecieron peligrosos desde su perspectiva.
No le apetecía tener que enfrentarse a uno de esos lobos Jeon que habían estado causando problemas a la gente de la manada Yook desde el instante en el que sus territorios comenzaron a intentar una unión. Y sin duda aquel tipo parecía tener un ansia enorme por hacer que las cosas se escapasen del control de alguno de los presentes.
-¿Qué le pasa a este norteño? ¿No sabe que a los alfas Jeon no nos gusta que los deltas sobrepasen la línea? Puede que tu prima haya decidido darles la oportunidad de seguir viviendo a través de una tregua, pero eso no significa que puedan pasearse por nuestro territorio o contaminar nuestro mar con su asqueroso olor a sodomita. Haré que se trate ese asunto en la próxima reunión del consejo territorial...
Jimin, quién se había mantenido observando en silencio desde la orilla de la playa, no pudo evitar que un gruñido automático se escabullese de su boca. El tatuaje de su cuello brillando levemente con la necesidad de hacer que su lobo brotase empezaba a quemarle la piel. Y si no hubiera sido porque a los lobos del norte siempre les habían enseñado que la guerra era el último recurso, quizás hubiese saltado para morderle el tobillo al asqueroso alfa que se encontraba diciendo estupideces mientras evitaba la mirada de Taehyung y centraba toda la atención en Jungkook.
-Esto es absurdo. - susurró el omega para sí mismo. - ¿Hasta dónde vale la pena intentar una unión si los Jeon ni siquiera entienden que los estamos salvando de sí mismos?
Ninguno de esos estúpidos lobos sureños podría contra un lobo como Tae, ellos no conocían su fuerza y su amigo probablemente no les permitiría verla. Sus senex se lo habían advertido a ambos desde que aullaron a la luna por primera vez, era demasiado arriesgado pretender que cada uno de los sureños entendiese sus tradiciones o el poder que la naturaleza le aportaba a aquellos lobos que nacían durante las fases del año en las que los espíritus del bosque estaban cargados de energía. Esas noches mágicas donde los sonidos de los árboles creaban canciones de cuna para calmar el llanto de los nuevos hijos de la luna que llegaban al mundo, no estaban pensadas para lobos que ni siquiera respetaban su entorno.
-Está bien Eunwoo, solo han venido para comprobar que en el sur quedan zonas tan llenas de naturaleza como en el norte. - Jungkook decidió mantener la charla en un tono bajo, a pesar de que había notado la señal de ataque queriendo aparecer en los dos lobos norteños. - Sabes que Joy quiere que se adapten a nuestro entorno, es... - no lo era en realidad, pero pretender que el hijo de uno de los miembros del consejo lo entendiera sería complicado.
Cha Eunwoo era un alfa poderoso dentro de la estructura de su manada. Su familia había estado presente hace siglos, cuando sus antepasados tomaron la decisión de dividir la montaña en dos en función de las creencias que cada facción deseaba portar. Eran fieles a los Jeon a su propia manera, siempre manteniéndose atentos al trabajo de los líderes para poner la zancadilla si lo encontraban adecuado. Buscando la oportunidad de obtener el relevo para instaurar un nuevo mandato de poder dictatorial.
Una familia tradicional que encontraba la mayor debilidad en la evolución de pensamiento, pero una familia fuerte debido a su conexión directa con los lobos que un día fundaron el sur al lado de sus propios familiares. Jeon y Cha siempre trabajaban de la mano, a pesar de que estos últimos no se mostraban tímidos a la hora de confesar que ansiaban el poder más que cualquier otra cosa. Más aún que la recuperación de sus bosques y animales.
-Es una tarea que antes o después tendremos que realizar todos los guardianes. - continuó Jungkook, tratando de mantener el tema lo más lejos posible de los dos norteños que lo acompañaban. - No pienses cosas que no son.
Y ahí estaba otra vez. Él buscando un modo de justificar el que se encontrase situado al lado de un delta, incluso a pesar de que la tarde no había sido tan horrible como pensó que podría llegar a serlo.
Si hubiese sido otro lobo quizás le hubiera dado exactamente igual, pero se trataba de Cha Eunwoo y cualquier cosa que este viese podría afectar directamente al incansable trabajo de Joy para revivir su zona de la montaña.
-Cobardes. - fue el mejor amigo de Taehyung quien mencionó esas palabras. - Apuesto a que los alfas sureños soñáis con ser jodidos por otros alfas pero vuestra cultura no os permite admitirlo en voz alta. - algunos pasos y Jimin ya estaba encarando a Eunwoo mientras el tatuaje de su cuello brillaba con fuerza cegadora. - Apuesto a que tú lo desearías, solo eso puede explicar el odio en tu voz. ¿No es eso? Estás deseando probar a un alfa pero es mejor pretender que los deltas son sodomitas que ni siquiera merecen vivir. ¿Qué mierda vas a hacer al respecto ahora que estás rodeado de "deltas" potencialmente buenos para joderte? Ese es tu verdadero miedo, no hay nada contagioso en Taehyung o cualquier familia de alfas que veas, pero tienes miedo de encontrarte con un lobo Yook que te guste lo suficiente como para que aparezca un deseo abrasador del que ninguno de tus senex te ha hablado antes con buena opinión.
Eunwoo gruñó, su frente chocando con fuerza contra la del omega antes de que Taehyung se convirtiese en tan solo un parpadeo de Jungkook. Era grande, el lobo blanco del hijo de los Kim parecía seguir creciendo más y más con cada una de sus transformaciones, y sin duda aquello causó una impresión en los lobos sureños que habían acudido al arenal esa tarde.
Bastó un paso adelante para lograr que el imbécil de Eunwoo retrocediera y Jungkook no pudo evitar sonreír un poco. Adquiriendo esa valentía kamikaze y absurda que de vez en cuando escalaba por su estómago hasta llegar a su boca, un atrevimiento del que sabría que podría arrepentirse más adelante si finalmente todo recaía sobre su prima.
-En realidad, Eunwoo... - habló. - Creo que el omega norteño tiene razón, eres un cobarde. Tu padre y tú siempre lo habéis sido, os encanta caminar detrás de los líderes Jeon asintiendo pero los árboles y los petrel tienen oídos. Todos sabemos lo mucho que os gustaría tomar el poder para llevar a cabo cada una de vuestras macabras ideas.
Jungkook caminó, colocándose delante de Taehyung y dejando que su olor tapase el de este mientras confrontaba a Eunwoo.
-¿Por qué no vas a contarle a tu padre que Jeon Jungkook ha decidido defender a un delta sodomita? Apuesto a que tardará solo unos segundos en bajar la cabeza cuando mi prima me dé la razón.
-Puedes estar seguro de que eso es exactamente lo que haré. - gruñó Cha. - Nos veremos las caras en dos días, el consejo territorial tiene mucho que opinar con respecto a que guardianes del norte se encuentren viviendo con nosotros y comportándose como si sus anomalías fueran completamente respetables.
Jungkook sonrió, incluso si por dentro se encontraba un poco nervioso.
-Bien. Nos veremos en dos días, hasta entonces dile a tus amigos que molestar a los Yook está fuera del nuevo sistema de leyes y serán castigados si deciden sobrepasar la línea. La líder, es la líder.
Eunwoo no respondió, en lugar de eso se giró con un gruñido brotando de su boca. Mierda, Jungkook realmente estaba metiendo en problemas a Jeon Joy solo por un par de norteños que ni siquiera conocía lo suficiente como para afirmar que valían la pena.
Y de hecho, uno de ellos era un jodido delta.
--------------
Hiii!!!
Nuevo miércoles y nuevo capítulo. Como os suelo decir, admito teorías sobre lo que creéis que va a suceder en consejo territorial. Aclaro que más adelante se explicarán mejor los conceptos y tradiciones de las dos manadas a los que de vez en cuando se hace referencia.
Un beso,
os amo
Mel
💜