JISOO POV
— Te amo, amor.
Pensé que la mujer en mis brazos se había quedado dormida, por eso el murmuro de mis palabras, no estaba lista para decírselo mientras estaba despierta. La tranquilidad de su respiración y su forma de apretarme con sus brazos, ella hace eso cuando está dormida, inconscientemente atrayéndome más cerca. No sé cuándo empecé a amarla, pero sé que definitivamente me estaba enamorando de ella aún antes del fin de semana de mi cumpleaños, antes de nuestra primera vez. Pensé que era seguro decir que la amo. Sabía que ella no tendría ninguna objeción; diciéndome que es muy pronto para decir eso, diciéndome que ella no siente lo mismo. Pero entonces ella habla y sé que me equivoqué al asumir que estaba dormida. Sé que asumir su rechazo podría volverse realidad cuando su respuesta es algo anticipado, y algo que no esperaba.
— Jisoo, tenemos que hablar.
Y entonces la abrazo con más fuerza. ¿Por qué tuve que decir que la amo? ¿No pude esperar a un momento más apropiado? ¿Cuando supiera en dónde estoy en términos de su emoción? ¿Cuando no me acababa de revelar que besó a su jodida ex novia? ¿Qué tal si piensa que lo dije solo porque no quiero que Tzuyu me la robe? Quiero decir, no la quiero perder, pero hay más razones para amarla aparte de por sentir temor a que vaya a dejarme por alguien tan perfecto como la castaña.
— ¿Jisoo?
Alza la cabeza de mi pecho y me mira, sus ojos brillan con sus propios nervios. Me aclaro la garganta para ocultar el ahogamiento en mi voz y parpadeo más rápido de lo usual para evitar las lágrimas.
— Claro. ¿Tal vez primero deberíamos salir de aquí? —Sugiero, refiriéndome a la bañera en la que hemos estamos sentadas durante casi una hora. Chaeyoung asiente precipitadamente y se suelta de mi abrazo, parándose cuidadosamente y saliendo de la bañera. No puedo hacer más que admirar su cuerpo cuando lo hace. Particularmente en una situación como esta en que existe la posibilidad de perderla. Envidio las gotas de agua que acarician su piel.
Se acerca al perchero y se envuelve en la toalla más cálida que encuentra y toma otra para mí. Está frente a mí, aún asegurando la toalla en su cuerpo y sé que está esperando que siga mi sugerencia y salga de la bañera. El claro momento de duda baña mi rostro y ella trata de esconder su resoplido, pero lo escucho. De mala gana se gira y se aleja de mí hacia la puerta, otorgándome la privacidad que siempre he requerido.
— Chaeyoung. —La llamo y ella vuelve a girarse, confundida.
Toma segundos. Solo necesitas cinco segundos de valentía, de confianza, y puedes lograr mucho. En cinco segundos decido darle lo que ella ha estado esperando secretamente que hiciera desde hace tiempo. En cinco segundos decido ponerme de pie mientras ella está mirando.
Ojos café se fijan en los míos en el momento en que me levanto y salgo de la bañera. Ella no deja de mirarme, pero no baja la vista al área que tan desesperadamente quiero cubrir, pero no lo hago, por ella. Todo en mi mente me dice que me cubra con mis manos, que cubra el área que ella ni siquiera está mirando, pero puede.
Ya no hay confusión en su rostro, hay orgullo.
Asiento suavemente y después de sus propios cinco segundos, ella decide tomar mi permiso. Su mirada cae despacio por mi cuerpo y se detiene en el área que nunca había visto. Mi cuerpo se tensa y mis ojos buscan otro punto que no sea ella, no queriendo ver su honesta reacción. Vuelvo a mirarla en el momento en que ella vuelve a verme a los ojos, no pasa ni un segundo y ella me sonríe. Una sonrisa tan suave, tan genuina. Ahí está esa cara de orgullo otra vez. Ella está orgullosa de mí.
Mi corazón se hincha ante la hermosa mujer frente a mí que aún no ha parado de sonreír cuando tomo la toalla de su mano y la envuelvo alrededor de mi cuerpo. Entre las dos rápidamente soplamos todas las velas y drenamos el agua de la bañera; pequeñas burbujas quedan adheridas a los lados, pero ninguna se molesta en limpiarlo ahora mismo. La sigo a su habitación, apagando las luces y la televisión. Mi corazón comienza a latir fuerte, preocupaciones y dudas al pensar en Chaeyoung queriendo hablar conmigo todavía.
Chaeyoung tira su toalla y vuelve a cubrir su cuerpo con su bata semi transparente. Creerías que ella recuerda lo que me causa esa bata y que vendría bien para la seria conversación que vamos a tener. Su pequeña casi burlona sonrisa aparece en sus labios mientras se mueve por la habitación, quitando los cojines de la cama, sin duda consciente de mi mirada siguiéndola a ella y a su cuerpo por todo el cuarto. Yo también tiro mi toalla y busco entre los cajones un par de mis boxers que sé que ella guarda y usa, también una camiseta y me los pongo.
— Entonces... —Murmuro una vez que nos sentamos en la cama. Aunque estamos cerca, ella no se mueve para abrazarme como normalmente lo haría. Las dos levantamos las rodillas y nos giramos para quedar frente a frente, nuestras rodillas siendo la única conexión entre las dos hasta que no puedo más y le acaricio un brazo desde arriba hasta su mano que dejo en la mía.
— Creo que necesitamos hablar de algo, Jisoo. —Dice finalmente, sus ojos no queriendo ver los míos, se concentran en la manera en que mi pulgar acaricia el dorso de su mano—. Primero, quiero decir que lo siento mucho por como actué en casa de mis padres. Sé que no debí intentar nada contigo, no era apropiado y sé que tú no estabas en la misma página que yo. Estoy consciente de eso y lo siento mucho, no estaba pensando. —Trato de interrumpir, decirle que ya no importa, pero ella continúa—. También siento mucho lo que pasó esta noche con Tzuyu. —Mi pecho se aprieta ante el nombre y realmente no quiero que continúe, pero sé que lo hará—. Yo no la besé, te lo puedo prometer. No creo haberle dado ninguna señal para que ella lo hiciera, pero ese no es el punto. El punto es que no me alejé lo suficientemente rápido y aunque el beso fue breve, no debió pasar en absoluto. —Chaeyoung mantiene su voz baja todo el tiempo, como si ella tampoco quisiera discutir sobre ella y Tzuyu ahora. Quiere mantenerlo callado. Quiere mantenerlo escondido, pero sabe que no puede—. También le dije algo que no debí. Algo que quería hablar contigo primero.
Su voz se estira con eso, como si estuviera a punto de llorar. Disimuladamente niega con la cabeza como si tratara de quitarse la culpa. Sus ojos todavía están fijos en nuestras manos, fijos en cómo su pulgar pelea por quedarse quieto, ahora jugando y acariciando el mío. A pesar de su conflicto interno, aún se ve hermosa. Mi mirada viaja por su cuerpo, de los mechones de cabello moreno que caen en cascada por sus hombros y su pecho, a su figura, la hermosa curva de su cuerpo y la aún más hermosa piel bajo su bata. Todavía desnuda, pero modesta.
— ¿Jisoo? —Dirijo mi atención de vuelta a su rostro cuando veo sus ojos ahora fijos en los míos—. ¿Estás segura de lo que dijiste en el baño? —Curiosidad. Es lo único en sus ojos, nada más. Asiento en silenciosa respuesta, queriendo ser honesta, pero no queriendo decir las palabras otra vez. Ojos verdes se amplían casi cómicamente cuando responde.
— Yo también te amo, Jisoo. —Mi shock es más que obvio y ella se ríe ligeramente de mi reacción—. Creo que te he amado por un tiempo ya. —Ella no podría amarme. ¿Por qué me amaría?—. Aunque solo me lo he admitido a mí misma hace poco. No pensé que tú también me amabas.
— ¡Por supuesto que también te amo! —Ninguna de las dos esperaba tal explosión de palabras, pero dudo que a ella le importara por la pequeña risita que salió de sus labios—. Por supuesto que te amaría también, Chaeng. —Repito, quitando mi mano de la suya para acunar su mandíbula, atrayendo su cara hermosamente esculpida hacia la mía—. Te he amado por tanto tiempo.
Pensé que no volvería a probar estos labios, pero estoy tan jodidamente agradecida de poder hacerlo. Ella niega el acceso a mi lengua a su boca y se aleja ligeramente de mis avances.
— No quiero que nada nos arruine. —Susurra Chaeyoung, su voz casi temblorosa.
— Nada va a arruinarnos. —Digo severamente, sosteniendo su cara en mis manos—. Nada va a arruinarnos porque nada va a cambiar. No quiero que nada cambie. Quiero exactamente lo que tenemos. —Su rostro es ilegible. Ojos muy abiertos, quizá llorosos.
— Promete que pase lo que pase, nada cambiará entre nosotras. —Pide con obvia desesperación.
— Lo prometo, Park Chaeyoung.
En segundos, ella pasa de pequeña y vulnerable, a alguien en llamas.
La pequeña mujer sube a mis regazos, atacando mis labios con practicada tranquilidad, pero con una clara impaciencia. Tal vez mi promesa de amarla siempre, cambió algo. Tal vez es algo más. Pero no voy a negarme a la hermosa mujer, si hablar es lo que quiere, o algo más. Hacerla feliz es todo para mí.
Mis manos se pasean por su espalda, encontrando su camino por debajo de la bata, acariciando delicadamente su espina hasta llegar a su cadera y apretarla fuerte. Ella se entusiasma y gime, moviéndose contra mí casi con rudeza, persiguiendo algo por lo que estaba lista para perseguir. Chaeyoung no me permite moverme para besarle el cuello, es persistente batallando su lengua con la mía y es mi turno de gemir. No solo por su gloriosa lengua, también por su húmedo centro frotándose contra mí. Sigo con mis boxers, pero puedo sentirla perfectamente.
Con un fuerte mordisco a mi labio, se remueve en mi regazo levantando su cadera momentáneamente para comenzar a bajarme los boxers. La ayudo levantando mi trasero, usando la mano que no está apretándole el trasero a ella para tirar de mis boxers por el otro costado. Me meneo un poco y finalmente los pateo fuera de mí. Chaeyoung rápidamente me quita también la camiseta antes de que pueda volver a sentarme con ella en mis piernas. Su lengua regresa y gimo más fuerte cuando se frota contra mi erección.
— ¿Debería buscar un condón?
Chaeyoung solo tararea en mi boca y luego se alza en sus rodillas.
— No te molestes.
Apenas y escucho la respuesta. Una vez que las palabras salen de su boca, su mano ya está en mi pene, guiándome dentro de ella mientras vuelve a sentarse. No escucho nada en ese momento, nunca lo hago. Mi respiración se detiene y todo mi cuerpo se tensa con la sensación de estar con ella tan íntimamente. Chaeyoung se toma un momento, permitiéndonos a ambas disfrutar del delicioso cambio en sensación.
Nuestros torpes labios se quedan juntos a pesar del ahora bajo ritmo de Chaeyoung. Su cadera se levanta hasta que solo estoy un centímetro dentro de ella, y lentamente baja otra vez para tomarme entera. Su cadera se mueve en círculo y sé que está impaciente por más. Raramente hacemos el amor en esta posición, Chaeyoung lo disfruta más cuando estoy encima de ella, pero joder, me encanta verla así. Nos muevo hacia abajo para ya no estar sentada y ella gime con el movimiento porque me muevo dentro de ella también. Nunca he visto algo tan hermoso. Con mis rodillas alzadas detrás de ella, las que usa como balance, su cadera se mueve a un ritmo más rápido y froto sus áreas más profundas. Mordiéndose el labio ella mantiene sus gemidos y maldiciones entre nosotras, mis propios gemidos penetran la habitación.
La bata de Chaeyoung aún cuelga de sus hombros, pero no hay nada oculto.
Aunque ya es familiar, la sensación de estar dentro de ella sigue siendo increíble. Una mano abandona su lugar en la cadera de Chaeyoung y agarro su trasero, apretando fuerte, dejando que las puntas de mis dedos acaricien la piel de en medio entre las nalgas. Con la otra mano estimulo su sensible clítoris mientras observo las emociones en su rostro. El pecho de Chaeyoung se pega al mío ante el roce entre sus piernas y se tensa conmigo, se corre conmigo. Pasado un momento, dejamos de besarnos y ella se levanta de mi miembro. Nos acostamos bajo el cálido edredón de su cama y yo me abrazo a ella para mantenerla cerca de mí.
— Eso fue perfecto. —Susurra Chaeyoung. Mi corazón se enciende con amor y orgullo al tiempo que la abrazo más fuerte, besando su cabeza y concuerdo con lo que dijo. De verdad fue perfecto.
— Siempre lo es contigo. —Susurro de vuelta, buscando su boca con la mía otra vez. Durante unos minutos disfrutamos de nuestro sabor y el jugueteo de nuestras lenguas—. ¿Hay algo más de lo que querías hablar? Antes de que, ya sabes, nos distrajéramos. —Le pregunto con una sonrisa, apretando su muslo gentilmente haciéndola reír agudamente—. Te veías un poco triste.
— Nada que no pueda esperar, solo quiero disfrutar este momento contigo.
— Siempre tenemos momentos así, mi amor. Afecto post-sexo. —Lo etiqueto con un guiño, amando cómo se ríe otra vez y me besa el pecho—. Podemos disfrutarlo siempre.
— Normalmente nos dormimos justo después del sexo. —Provoca, punzándome el estómago con un dedo.
— ¡No soy tan mala! —Me defiendo, bromeando.
— No, sí lo eres. Pero yo también. Nunca tenemos la oportunidad de hablar mucho después del sexo.
— Bueno es porque me abrazas así y eres tan malditamente cómoda que me da sueño. —Halago con una sonrisa.
— No, es porque tu estamina es débil.
— ¡¿Disculpa?! —Me desenredo de sus brazos y rápidamente ataco sus costados con mis dedos.
Pronto ella pierde el volumen por la risa sin aliento y la energía para pelear contra mí, lo que es probablemente algo bueno, no querríamos despertar a la bestia polinesia. Me sostengo en mis codos sobre Chaeyoung y admiro su belleza. Sus mechones de cabello esparcidos por la almohada y una encantadora sonrisa en sus suaves labios. Chaeyoung riendo es francamente lo más hermoso.
— ¿Jisoo?
— ¿Sí, amor?
— Si pudieras, ¿volverías a cuando recién nos conocimos y tal vez hacer que pasara más rápido? ¿O estás feliz por como se dieron las cosas?
Entrecierro los ojos por un momento, mirando lo curiosa y sensible que se ve preguntando eso. Beso los labios de mi novia y vuelvo a acostarme a su lado a como estábamos antes, de frente y abrazada a ella.
— Definitivamente. No me malinterpretes, he amado cada minuto desde que entré a tu vida y ha sido perfecto, pero seguido deseo que hubiese pasado más pronto. Principalmente por el bien de Sohyun. Dijiste que ella no fue feliz por un tiempo, queriendo conocerme, así que hubiese sido genial hacerla feliz mucho antes. Pero también me perdí mucho de su vida. Cuando caminó, cuando habló, todos los logros de niña. Casi tiene 5 años y solo la he conocido unos meses.
Chaeyoung me limpia unas lágrimas que no sabía que había derramado.
— No estés triste, Jisoo. Ahora eres parte de su vida y eso es todo lo que importa.
— Y estoy muy feliz de estar en su vida. Ustedes dos son lo mejor que me ha pasado en la vida. Solo desearía haber empezado el proceso y ver por ella de inmediato. Nunca pensé que tú me aceptarías.
— No podemos devolver el tiempo, pero desearía haberte conocido más antes. Más tiempo contigo suena perfecto. —Dice con una sonrisa amorosa.
Tuve todo el derecho de pensar que ella no me aceptaría. Mucha gente en mi vida no lo ha hecho. Pero saber que sí me acepta realmente la hace la persona más increíble que conozco. ¿Cómo fui tan afortunada para tener a alguien que me aprecie como ella lo hace?
— Puedes tenerme por el tiempo que tú quieras. —Susurro dulcemente, acercándome para besarla de nuevo. Antes de adentrar mi lengua en su boca y probar la teoría de mi estamina, mi celular vibra en la mesa, notificando un mensaje—. Disculpa, amor, debería revisar eso.
Chaeyoung asiente, pero no feliz.
— ¿Es Nayeon —Pregunta cuando me siento en la orilla de la cama con el celular en mano.
— ¿Qué? No. Te dije que ya no me escribe. Le dije que no lo hiciera. —Veo el texto de mi hermana y mi humor se cae. Joder, esto no es bueno. Le respondo y vuelvo a dejar el celular donde estaba, acomodándome de vuelta junto a mi novia—. Era Soojin, en realidad. Estamos teniendo algunos problemas con nuestra madre. Los doctores creen que no pueden seguir tratándola con la misma constancia con que han estado haciéndolo.
— ¿Ya no está recibiendo transfusiones de sangre?
— Sí, pero no regularmente, lo que no ayuda a su condición. Tiene un tipo de sangre raro y nadie de mi familia es compatible, por lo que no podemos ayudarla, dependemos de donaciones.
Recientemente hablé con Chaeyoung sobre la condición de mi madre y nos ha estado apoyando mucho. Ella preguntó por qué Soojin está manejando el Centro de Rescate Big Cats y no mi mamá, pues le había dicho que fue ella quien lo fundó. Le expliqué que sufre anemia falciforme y desafortunadamente ya no puede encargarse del Centro. Su falta de energía ha empeorado desde que el tratamiento comenzó a ser menos frecuente desde hace casi un año. Y se está poniendo peor. Mamá todavía se encarga del negocio desde casa con la ayuda de mi padre, pero todos sabemos lo mucho más feliz que era antes cuando podía estar ahí, recibiendo visitantes y cuidando de los animales. Simplemente ya no puede hacerlo.
— Puedo hablar con mi médico y hacerme un examen, si quieres. Ya sabes, ver si soy del mismo tipo de sangre que ella. De todas maneras tengo que ir al médico.
Supero mi repentina sorpresa por su sugerencia y me concentro en la última parte de lo que dijo. Chaeyoung ha dicho antes que no hablamos tanto como deberíamos; quejándose de por qué nunca hablé de la enfermedad de mi madre, o por qué nunca le dije de mi cumpleaños. Pero ella no me ha hablado sobre ir a ver al médico.
— ¿Por qué vas a ir al médico? ¿Estás bien? —Se ve nerviosa por un minuto hasta que se aclara la garganta y responde con falsa confianza; mi preocupación convirtiéndose en confusión.
— Es solo rutina. No tengo nada malo. Pero en serio, voy a examinarme y si soy del mismo tipo, entonces por supuesto que le donaré.
— ¿Estás segura? —No estoy segura de a qué parte de su respuesta me refiero. ¿Estás segura de donar? ¿O está segura de que no tiene nada malo?
— Absolutamente. —Y ahí están esos gloriosos labios otra vez—. Haría cualquier cosa para ayudar a tu familia. Son maravillosos.
Mi preocupación por ella se disipa por un momento y me río de su entusiasmo.
— ¿Maravillosos? —Repito en pregunta, riendo—. Son bastante geniales, siendo honesta. Les debo mucho.
— No les debes nada. Son tu familia. Ellos habrían hecho cualquier cosa por ti.
— Hicieron mucho por mí cuando era niña. Me ayudaron a sobrepasar mucho. —Digo con una sonrisa, recordando que sin importar las cosas horribles que pasé, mi familia es increíble.
— Ahora que estamos hablando algunas cosas. ¿Puedo preguntarte algo?
— Lo que quieras.
— Cuando estabas trabajando en el colegio, ¿cómo es que los estudiantes se enteraron de tu condición?
Suspiro y cierro los ojos, queriendo evitar el ataque de recuerdos que vienen a mi mente.
— Fue el año pasado durante el verano, el último fin de semana o algo así de las vacaciones de verano antes de volver al colegio. Ya llevaba trabajando ahí algunos años y le agradaba a las personas, a los estudiantes especialmente. Pero el colegio organizó esta celebración de "bienvenida" o lo que sea, fue básicamente un viaje de campo en Nueva Jersey con actividades divertidas y me pidieron que fuera como una de las profesoras. En la última noche tuvimos una fogata y algunos chicos se emborracharon. Obviamente nosotros no les dimos alcohol, ellos lo llevaron y estaban bebiendo en secreto. Fue obvio cuando bebieron demasiado y tuvimos que cuidarlos, aunque por supuesto, los adultos también estaban bebiendo. Moderadamente, pero también. Una amistad del departamento de matemáticas llevó algunas botellas para nosotros. Pero yo tenía cierta reputación en el colegio. Yo era esa profesora. Ya sabes, una de las geniales y jóvenes con la que la gente tiene crushes. Es raro pensarlo y nunca supe por qué, pero tuve varios admiradores en ese colegio. También se habían enterado de que soy gay porque me habían visto con Nayeon, pero eso no fue problema, en realidad hizo que les agradara más. —Chaeyoung no escondió la mueca de disgusto en su cara ante la mención de Nayeon—. Una de las chicas, Son Seungwan, de la que te he hablado, ella estaba muy ebria en la fogata. O eso pensé. Ella era bellísima, siempre lo ha sido, pero obviamente nunca me habría fijado en serio en ella por su edad y por el hecho de que yo era su profesora. Pero como sea, ella se estaba poniendo algo coqueta y también tenía a Nayeon mandándome de todo tipo de mensajes, combina eso con alcohol, y sí, estaba un poco "al borde".
— No tienes que decir nada más, Jisoo.
Chaeyoung interrumpe cuando estoy llegando a lo relevante de la historia y ve que pestañeo rápido para evitar las lágrimas.
— Pero no quiero que pienses que me metí con una estudiante. No lo hice, jamás lo hubiese hecho. Pero Seungwan no lo entendía. En un momento de la noche cuando no había nadie alrededor, yo estaba tratando de ayudarla por lo ebria que pensé que estaba, pero ella terminó besándome. Resulta que no estaba tan ebria después de todo, solo quería tenerme sola y me besó. Su mano estaba en mi muslo y ella podía sentirme. Y como dije, yo estaba un poco caliente por el alcohol y los textos de Nayeon, así que fue fácil para ella notar que tenía algo bajo mis jeans. Al principio pensó que era un strap-on. —Continúo con una pequeña y patética sonrisa—. Pero si yo concordaba con eso, la situación habría sido peor. ¿Usar un strap-on en una fiesta con estudiantes? Sí, estoy segura de que hubiese terminado en prisión. Traté de alejarla de mí, pero no quería lastimarla; y ella me palpó de nuevo para averiguar lo que era. Y lo hizo. Se convirtió en su misión el decírselo a todos, después de acusarme de abuso, por supuesto.
— Oh, Jisoo. Lo siento. —Mi novia me atrae contra su pecho y encuentro la suavidad de su piel como algo para refugiarme.
— Para el tiempo en que empezamos las clases la semana siguiente, ya todos lo sabían. Kang Daniel, el popular del colegio, se encargó de esparcirlo por todas partes, profesores incluidos. Abuso verbal, hasta físico algunas veces por parte de estudiantes. Los profesores no fueron mejores, fueron horribles conmigo.
— ¿Daniel? —Dice Chaeyoung fortuitamente.
— ¿Huh?
— ¿Dijiste Kang Daniel? —Asiento, confundida. Mi cara todavía en su pecho, pero mirándola a ella—. ¿Y trabajaste en County High School, cierto?
— Sí. ¿Qué, lo conoces?
— Es el hermano de Seulgi.