A veces cumplir un sueño requiere de ciertos sacrificios y ciertas acciones que pueden dar miedo al principio. Que nos pueden asustar y que nos requieren de ponernos a nosotros primero antes que las personas a las que amamos.
A veces las cosas no son sencillas, sobretodo cuando te das cuenta que el tiempo es limitado. Amaría que todo se pudiera hacer en un abrir y cerrar de ojos, que el tiempo pudiera ser ilimitado, que no tuviera que elegir entre dos cosas que amo. Hacer prioridades es importante, hacer un esfuerzo por seguir el camino que deseas y poner todo de tu parte para que tu vida sea, algún día, el sueño que estas deseando cumplir.
Los días pasan sin darnos cuenta, poner demasiada presión puede hacer mas mal que bien. Hay que aprender a gestionar el querer hacer con el descanso, con la salud, mental y física. La vida puede darnos muchas cosas buenas y muchas malas, el como reacciones a ellas es lo que te hace ser tu.
Muchas veces lo he pensado, esforzarse o no, seguir o dejarlo todo como está. Pero algo en mi me dice que quedarme en el mismo sitio toda mi vida no es algo que me vaya a hacer feliz. Quiero estar orgullosa de mi, quiero mirar atrás y decir que valió la pena, que el esfuerzo no fue en vano. El apoyo de familiares y amigos es importante, esta carrera no se gana solo, aunque puedes intentarlo. Alguien que te abrace cuando las cosas van mal, que te obligue a llevar al límite tus capacidades, que te enseñe que las cosas pueden funcionar si luchas para que funcionen.
Gestionar la presión, sobretodo. Pararse a respirar, a escribir, a dejar la mente en blanco y sentir la adrenalina de la aventura que estas a punto de empezar. Los nervios son normales, no debemos huir, sentirlos es normal. La incertidumbre es lo que nos pone alerta y nos hace querer tener todo bajo control.
He sufrido de ansiedad durante mucho tiempo, y ahora me es difícil reconocer cuando es ansiedad y cuando simplemente nerviosismo. Me cuesta relajarme los días como hoy, días en los que empiezo algo de cero. Días que temo que salgan mal. Días en los que un abrazo y un "todo estará bien" son necesarios.
Hoy empiezo un curso de vigilante de seguridad, no quiero seguir en mi trabajo y conseguir entrar en Baeza no es algo sencillo. Prefiero acercarme poco a poco al objetivo y poder saber si esto es algo que pueda llegar a gustarme para vivir de ello. No mentiré, a veces se me pasa por la cabeza que, a lo mejor, este no es mi camino. Que puede que no esté tomando las decisiones correctas. Aunque los nervios, la ilusión, como me hace sentir leer y ver cosas sobre el tema, me hace saber que algo estará bien en este camino.
Nunca me había puesto nerviosa por un "inicio de clases". "Solo una vuelta a la rutina" pensaba. "Solo un curso más" creía. Hoy sé que no, pero sigo sin tener claro el porqué.