Narra ______:
—Te amo Eren. —escapó de mis labios.
—Eso no me interesa ahora, eres la persona que menos quiero en mí vida. —me contestó él.
—¿Por qué me dices todo esto?
—Es que nunca dices que es lo que quieres, vives con miedo de que nadie te quiera o te acepte pero nunca te comportas como tú quieres en realidad, eres irritante. —continuó hablando, quería llorar.
—Eso no es cierto. —mis lágrimas querían volver mientras veía el rostro de Eren alejarse y ponerse borroso.
—Si estás embarazada no te molestes en decirme, no quiero estar a tu lado ahora, me haces daño y todo lo que pasó es por tu culpa. —sus palabras me dolían demasiado, esto no podía estar pasándome. —Todo esto fue un error y volverte a hablar este año fue lo peor que pude hacer.
No me digas eso Eren.
—Si realmente lo estás no es mi problema, deberías pensar mejor las cosas y no ser tan irresponsable. —siguió hablando y mi respiración estaba entrecortada mientras mis lágrimas caían.
—Pero dijiste que todo era mentira, lo que me dijiste.. estabas amenazado.
—¡Bueno pero ya lo dije! Y así sea o no con intenciones eso no quita que lo seas.. tal vez todo lo que dije es lo que realmente pensaba de ti, y no lo quieres aceptar. —Eren alzó la voz.
Eso no es cierto.
No sé porque me dice todo esto, ni siquiera sé en dónde estamos ahora.
Mi respiración otra vez se acelera, Eren me sigue gritando no entiendo nada de lo que me está pasando, tiendo llorar cuando me frustró pero ahora es diferente, simplemente todo se detiene.
Cuando al fin abro los ojos, veo bien el lugar en dónde estoy, me encuentro recostada en una cama de hospital y hay una persona en el marco de la puerta esperando.
Todo fue un sueño.
Mi respiración se fue nivelando y mí corazón latía con velocidad. Nunca soñé algo tan horrible.
—Ya despertaste.. mierda. —Ymir, la que estaba en la puerta se acercó hasta mi costado, se veía algo preocupada. —Me diste el susto de mi vida. —tenía una mano en el pecho.
—¿Q-qué pasó? —pregunté tratando de componente en la cama pero me detuvo con un gesto.
—Te desmayaste al teléfono y bajé con Historia unas calles del hospital hasta dónde estabas con Eren, no sabía que estabas con él. —me explicó y mi vista fue hacia mis muñecas, estaban vendadas y tenía un dolor muy fuerte cerca del cuello y espalda. —Te trajimos a emergencias para que te atiendan, pero estabas inconsciente. —
—¿Tengo algo malo?
—No sabría decirte del todo, recién van a traer tus resultados.
—Gracias por preocuparte por mí. —dije aún cansada por todo lo que estaba pasando.
—No hay problema, siempre estaré para ti y lo sabes. Pero la próxima vez dime dónde estabas. —agregó y sus dedos rozaron mi mano. —¿Te duelen los golpes?
—Un poco, Reiner.. me tomó por sorpresa y sentía que moriría ahí mismo. —confesé con angustia. —Tenía mucho miedo y luego vi a Eren por ahí y solo exploté con todo lo que sentía.
—Esta bien, tranquila, estás mejor ahora, Eren me dijo que le dijiste que Reiner te golpeó. —me ofreció tranquilidad.
—¿Cómo está Jean? —pregunté recordando que me había dicho que viniera rápido.
Ymir se quedó callada uno segundos, comenzaba a ponerme nerviosa.
En eso se escucharon unos pasos y la presencia de alguien más en la habitación. —Muy bien, ya despertó. —era un doctor que al parecer me estaba atendiendo.
—¿Qué fue lo que pasó? —quise saber más. —¿Tengo algo malo?
—No es nada malo. —él habló hacia a mí. —Te desmayaste porque se te bajó la presión, al parecer tuviste muchas emociones juntas y tus nervios se desestabilizaron. —explicó. —Tus amigos te trajeron aquí porque estabas inconsciente.
Yo intentaba recordar lo que pasó.
—Vendamos los golpes que tenías en todo el cuerpo, sobre todo por las muñecas y desinflamamos con hielo por la altura del abdomen.—dijo y vi que estaba con ropa de hospital. —Tu rostro también estaba un poco hinchado pero no han sido daños muy fuertes, casi todo es superficial y los hematomas y moretones más fuertes son solo los de tus brazos, ejercieron demasiada fuerza en ti. —
Recordé las manos de Reiner golpeándome y todo lo que dijo sobre mí.
—Tus amigos no han querido decir nada al respecto, pero con esos golpes y el desmayo que has tenido.. nos preocupa que sufras de alguna clase de maltrato o violencia intrafamiliar con alguien cercano. —dio unos pasos hacia donde yo estaba recostada. —¿Necesitan hacer alguna denuncia?
Mí corazón se aceleró. —Uhm, no sé solo.. —
—Esta bien, dejaré que descanses y después nos dirás si necesitas alguna ayuda. No tengas miedo de decirlo. —ofreció ayuda
—Está bien, gracias. —dije bajito, no estaba segura de que hacer ahora, ni siquiera sé dónde está Eren. Simplemente no sé.
El doctor revisó algunas hojas con —supongo yo— datos míos y de como me sentía. Al parecer quería decir algo.
—Disculpen, ¿ustedes son familiares o trajeron a Jean Kirshtein? —preguntó el doctor y un escalofrío recorrió mí cuerpo, aún no sé nada de él tampoco.
—Si, yo lo traje, estaba lleno de sangre y tenía una herida fuerte creo yo. —contesté.
—Si, a ver. —siguió revisando entre sus archivos. —Llegó aquí con una herida medianamente profunda, no afectó a ningún órgano vital.
Sentía que volvía a respirar.
—Detuvimos la hemorragia externa a tiempo, sin embargo perdió mucha sangre, cuando lo trajiste estaba inconsciente también tenía muchos golpes. —explicó. —Nos gustaría saber que pasó y porqué tenía esa herida tan profunda.
—Fui a buscar a Jean porque había salido y no volvía, lo encontré en un callejón con la herida, probablemente lo asaltaron y fue una puñalada. —dije. —Creo que se desmayó por el impacto.
—Si, llegó con un estado de shock, la gente que llega así suele ser porque perdió más de dos litros de sangre. —empezó a decir. —Sin embargo este no es el caso, estaba con bastante sudoración y dificultad para respirar después. Se desmayó por la impresión de ser atacado al parecer.
—¿Cuánta sangre perdió? ¿Ya está bien?
—Se aproximaba a dos litros, por lo que no es urgente un donador de sangre. —dijo finalmente y liberé aire estando más tranquila. —Ahora estamos viendo cómo reacciona a los medicamentos y si resultan, porque su herida está infectada.
Maldije en mí mente, creo que eso es peor.
—Aparentemente el objeto punzocortante estaba infectado, ahora le están haciendo más estudios para evitar que avance a alguna fiebre. —explicó. —Pero no te preocupes, lo importante ahora es que nos mantengamos tranquilos.
—Esta bien, gracias. —dije con la mirada baja.
—Me retiro para que puedas seguir descansando. —dijo.
Una vez que se retiró miré mis brazos vendados, quité un poco de esta viendo mi piel ligeramente hinchada y morada, ya lo he hecho mucho pero quiero volver a llorar. La experiencia que pasé no se la deseo a nadie.
—Si Jean muere ¿será mi culpa? —le pregunté a Ymir.
—Claro que no, esto es culpa de Reiner, quién lo hizo. Tu estarás bien al igual que Jean, tranquila. —tocó despacio mí hombro ofreciéndome una sonrisa.
—Eso espero.
Después de un rato Ymir salió del lugar y tomé una pastilla que me había dejado el médico en la mesa del costado. Mí amiga me pasó un poco de agua y me mandó a descansar un poco más.
De vuelta recostada y con algo de sueño veo a Ymir hablar con alguien en la puerta, se me dificulta un poco ver pero era Eren.
Mí amiga le dice que se vaya, mediante sus señas puedo ver que le dice que no quiere que esté aquí. Yo tampoco quiero verlo, a veces quisiera poder decir lo que siento y defenderme por mí propia cuenta si sentirme tan culpable.
...
Pasaron cerca de dos horas, Ymir y yo estábamos sentadas en el suelo ya me habían dado de alta por completo, las vendas de mis brazos seguían ahí y el dolor era soportable. Las sillas estaban muy lejos del consultorio en dónde estaba Jean, solo buscábamos estar más cerca, por más estúpido que suene otras personas por sus familiares cerca de ahí también estaban en el suelo esperando.
Historia se acercó unos minutos después, mí cabeza cayó en el hombro de Ymir y ella tomó mí mano despacio brindándome fuerzas. La chica rubia también se sentó a mí otro costado apoyándome a sentirme mejor.
En ese lapso de tiempo les conté todo lo que me dijo Eren, atamos cabos y tenía sentido, pero no lo justificaba.
—¿Y Eren? —preguntó Ymir.
—Por allá. —Historia señaló con su dedo que él si estaba sentado en las sillas más lejos.
—¿Por qué tiene hielo en el rostro? —cuestioné al ver al castaño apoyando una pequeña bolsa contra su rostro.
—Le di un buen golpe en la cara. —admitió la de pecas.
Me quedé callada un momento sin saber que decir.
—Bajamos con Historia hasta dónde estaban y tu te encontrabas desmayada junto al chico que te hizo mierda psicológicamente. —dijo Ymir. —Pensé que él te había golpeado o otra cosa peor y solo le di un golpe en ese momento, perdón. —
—No importa. —suspiré y mí vista fue despacio hacia el chico. —Él ni siquiera me ha preguntado si estoy bien.
—¿Los golpes ya no duelen tanto? —Historia me preguntó.
—Masomenos, pero si siento que están algo hinchadas.
—______, quería comentarte algo. —dijo la de ojos azules.
—Si, dime.
—Ymir me contó sobre que tienes síntomas de un posible embarazo. —dijo y quería morir de la vergüenza. —Ya que estamos en el hospital a mí me alcanza para una prueba de sangre.
—¿Qué? ¿Cuánto está?
—Treinta dólares la cualitativa.
—No quise decirlo _____, pero ella me vio con la prueba que fui a comprar en la farmacia, es por eso que salí. —me dijo Ymir. —Pero ahora que estamos en el hospital esto sería más acertivo.
—No te preocupes, confío en Historia y no me molesta que le hayas dicho. —mojé mis labios mirando hacia abajo. —Aparte es una suposición.
—Exacto, esto es solo para sacarte la duda. —Ymir trató de que no me preocupara. —Iremos contigo si es que tu deseas hacértela.
—Ujm, y te apoyaremos pase lo que pase. —apoyó Historia. —No te olvides que lo importante eres tu ahora.
Asentí despacio. —Si la quiero hacer.
—Bien entonces, hablaré con alguna obstetra que pueda hacerla, hace unas horas pregunté información. —dijo Ymir levantándose.
—Hola, uhm ¿puedo hablar con _____? —alzo mí mirada y Eren estaba de pie enfrente de nosotras.
—Pregúntale a ella, acostúmbrate a decir las cosas de frente Eren. —Historia se levantó del suelo. Es obvio que también estaba molesta pues me dijo que él también se distanció sin explicación.
Ambas se levantaron de ahí, e hicieron bien tenía que aprender a lidiar con mis problemas yo sola.
—¿Puedo hablar contigo? —se acercó unos pasos más.
—Si quieres, pero no estoy con ganas de contestarte ahora. —respondí.
Eren se acercó más sentándose a mí lado, el silencio era insufrible, no podía evitar pensar ¿y si me hubiera dicho las cosas tal cual? ¿podríamos haber evitado esta discusión? y todos estos sentimientos encontrados. No sabe como me siento, después de haber estado con él miles de veces y todas las cosas que dijo sean o no ciertas, me afectaron, entiendo todo, pero no puedo evitar que me duela.
—¿No quieres sentarte en las sillas de allá mejor? —propuso él.
—Es que aquí me siento más cerca a Jean, no nos dejan avanzar más.. además la sala de espera debe ser un lugar deprimente y es dónde menos quiero estar. —expliqué.
Él se quedó callado, hay veces en las que yo explico algo y automáticamente quiero decir "perdón" como si mis opiniones y mí comodidad fuera algo malo. Es algo de lo que Hange me ha hablado y he ignorado.
Y no saber decir que no es de las peores cosas de mí, realmente me hubiera gustado aprender a no ser tan indecisa y tomar mis sentimientos en serio.
Solo silencio.
—¿Te harás la prueba? —me pregunta después de unos segundos ahí sentados.
—Si. —pienso más de lo que debo decir, solo que nunca han tomado mis emociones enserio como para saber expresarlas de la manera correcta sin romper en llanto. Ya no quiero ser así.
—¿Estarás bien?
—Si. —tragué saliva con dificultad y después de unos segundos sentí su mano en mi mejilla, lo miré directamente cuando una lágrima se derramó, él la limpió, pero no era lo mismo, no me sentía bien.
—Todo estará bien. —su mano baja hasta mí hombro para querer apegarme a su cuerpo en un abrazo, al principio lo acepto y mí cabeza cae sobre su pecho despacio. Sin embargo jamás sentí un vacío tan fuerte al estar cerca de alguien, era como si todo lo que hubiera pasado entre nosotros se haya tratado de un sueño y acabo de despertar.
No quiero.
Aún en su pecho, quería llorar, pero mis lágrimas no salían, no había más confianza. Aquella promesa de "Siempre tendrás un pecho en dónde llorar" ya no funcionaba, porque su simple cercanía a mí no se sentía como algo seguro, como alguien en quién confiar.
Parecía una persona diferente, sin ganas de una relación, ya adicta al tabaco, con alguna posible enfermedad, arrepentido por sus acciones son pensar en las consecuencias antes de hacerlas. Cómo la vez en la que me pidió tener esta relación ¿acaso pensó en como acabaría? Pero tal vez siempre fue así y no me quise dar cuenta.
Todas las promesas, palabras, fueron eso y no entendía, simplemente no entendía porqué, pero creía que era mí culpa. Estoy comenzando a entender que debería empezar a decir lo que quiero o no hacer. Si tanto sobre pienso las cosas, al menos podría no quedarme callada y decir de una vez por todas mis miedos.
Tomé su brazo entre una de mis manos apartándolo de mí por completo, estuve a punto de decir perdón, pero no lo hice. —No quiero esto ahora. —agregué.
Él no dijo nada por unos segundos una vez que de nuevo había distancia entre nosotros.
—No sabes lo que me preocupé por ti cuando te desmayaste. —soltó y se formó un nudo en mí estómago. —Y cuando te dije todas esas cosas y te fuiste sola a casa. —un sollozo se formó en sus labios. —No sé porqué lo hice yo.. sabía que te podría matar.
Sus palabras desordenadas intentaban darme explicaciones, pero era complicado.
—Mikasa no tuvo porqué decírtelo, debí hacerlo yo, sentarme a hablarlo. Pero no sé.. —mordió la piel delgada de su labio inferior. —Ahora solo quiero estar bien y que tu también lo estés, no sé si juntos lo lograremos. —dijo sin más.
—Yo tampoco sé, y sinceramente no quiero intentarlo más.
—¿Es por cómo te hablé?
—Fuera de eso.. el tiempo que invertí, los mensajes, lo que sentía por ti, no lo sé, no estoy bien ahora, ni siquiera conmigo misma, nunca lo he estado. —me asinceré.
—Yo tampoco sé. —él contestó. —Solo que todo esto, me ha puesto muy sensible y no quiero imaginar cómo estás tu. —suspiró entrecortadamente. —Mi hermano por ejemplo, cuando pasaban estas cosas él me ayudaba, creo que me acostumbró a ser así de impetuoso.
No sabía que decir.
—Supongo que ambos la cagamos. —acepté, también si hubiera dicho como me sentía, tendríamos un final distinto.
—Más del ochenta por ciento fue mí culpa. —Eren seguía con la mirada baja. —Lamento todo esto, decirte lo de querer.. ya sabes, no estuvo bien decirlo en ese momento no sé que me pasó.
—Estuvo bien que lo dijeras. —hablé, pues era un tema delicado. —Tal vez no me sentía preparada o lista para tantas cosas a la vez. —hice una pausa y mí corazón latía muy rápido. —Solo quiero amarte genuinamente, porque esto no es amor, no sé que es, pero el amor no te hace llorar como tú me has hecho hacerlo.
—Lo sé.
En eso escucho a Ymir llamarme, me levanto del asiento en dónde estaba con Eren y la castaña habla. —Ya está todo listo, Historia ya pagó tus análisis. Debemos ir al consultorio B-12.—dijo
Jamás me cansaré de decir que Ymir es la mejor amiga que la vida me pudo dar.
—Gracias, ahí voy. —estaba algo nerviosa y con miedo, regresé al asiento para recojer mí bolsa y Eren roza mí mano despacio, intenta tomarla pero me quito.
—No quiero más que me toques.
—¿Quieres que te acompañe? —se levanta de la silla.
—No, estaré bien. —respondí para darme la vuelta hacia el lugar.
Quiero llorar.
El pinchazo de la aguja me dolió un poco, mis amigas estaban esperando a fuera mientras que había una ginecóloga que me preguntaba cosas sobre mí periodo, mi vida sexual, los métodos que usaba para cuidarme, entre otras cosas.
Trataba de guardar la calma, por lo que me dijo el doctor si se me sigue bajando la presión a cada rato puede que me receten pastillas o algo por el estilo.
Después de unos minutos me pusieron un algodón y me indicaron que los resultados tardarían unas horas. —¿Estás bien? —Historia se acerca a preguntarme y asiento con la cabeza.
—Vamos a sentarnos a esperar. —dijo Ymir.
Avanzamos hasta dónde estaban las sillas, esta vez estaba más tranquila y creo que podía soportar el hecho de que un montón de gente estuviera ahí también.
—Hm ¿Le dijeron a alguien más que estaban aquí? —la voz de Eren sentado cerca invade mis oídos.
—Por Dios Eren, deja de hablar. —Ymir se quejó.
—No, es que los profesores están aquí y parecen buscar a alguien. —agregó y abrí los ojos volteando hasta la entrada del lugar.
Levi y Hange dieron algunos pasos dentro, el pelinegro estaba con el ceño fruncido mientras que la castaña mantenía su semblante serio.
—Carajo. —Ymir se quejó cuando Levi volteó hasta el lugar en donde estábamos.
—¿Qué es lo que ha pasado? —Levi me preguntó una vez que llegó hasta mí asiento. —Increíble que me vengo enterando de todo esto recién y ninguno dijo nada. —se veía realmente molesto.
—¿Qué le dijeron? —pregunté y noté que Eren miraba a Hange.
Él se sentó a mí costado.—Hange sospechaba que Eren tenía problemas con Reiner, me dijo que en sus sesiones hablaba mal de él y de alejarse. Sin embargo nunca me lo dijo.
—Se lo dije a Erwin, pero le restó importancia, como siempre. —respondió Hange, estaba cruzada de brazos. —Y si te lo decía a ti, tampoco me harías caso, ambos se preocupan solo del nivel académico de los alumnos.
—Pero..
—No voy a discutir contigo Levi, no entiendo cómo esperas que no pasen estas cosas si no te preocupas a preguntar si quiera como están de salud mental tus alumnos. Yo hago una parte y tu también puedes hacerlo.—respondió.—¿Qué es lo que pasó? —Hange preguntó hacia a mí.
—Reiner le hizo algo malo a Jean, es que, es un tema muy largo y ni siquiera es mí asunto. —dije bajito. No podía creer que todo esto estuviera pasando. ¿Es tan difícil para Eren decir lo que pasaba? Me ponía en su lugar y sinceramente el riesgo de perder a mis amigos debe de ser horrible.
Pero tenía a todos, ayuda, a una psicóloga, adultos que podrían ayudarlo, las pruebas para una denuncia, amigos que lo apoyarían. A veces pienso que solo no quiere que lo ayuden.
Después de unos minutos Eren por fin habló, le contó a ambos profesores lo que había pasado, como su hermano se endeudó y como Reiner lo estaba amenazando desde el año pasado. Por más que estaba alejado y yo lo veía a distancia, estaba feliz porque por fin lo estaba hablando.
Tal vez no con autoridades pero si servía decírselo a ellos.
La profesora Hange también pidió saber que le había pasado a Eren en su ojo, que tan fuerte fue la infección de Jean y por último que análisis míos estaban esperando.
—Todo estará bien.. —Hange me da ánimos porque me vio muy decaída, ya habían pasado dos horas esperando los resultados.
Asentí con la cabeza mientras veía que Levi hablaba fuerte con Eren, el ojiverde derramaba algunas lágrimas.
El tiempo pasaba muy rápido, pero a la vez muy lento, pero no dolía tanto, porque esta vez cada que quería llorar solo las lágrimas caían, no debía retenerlas, estaba consiente de que era malo para mí.
Después de unos minutos dando algunas miradas hacia Eren ocasionales, es difícil ver a alguien a los ojos o si quiera hablarle cuando sabes que tuviste cierta culpa de cómo se siente ahora.
Luego me llamaron, no quería que nadie me acompañara, los resultados estaban listos después de unas largas horas.
Cuando ingresé a aquella sala la doctora pareció notar mis nervios. —Disculpe, ¿Ya no se consideraría embarazo adolescente verdad? —ella negó con la cabeza, quería negarlo todo.
Mi corazón late con fuerza cuando tiene unos papeles en sus manos, ¿Y si me dice que tengo alguna enfermedad? O tal vez tuve un aborto espontáneo y nadie me quiere decir. Capturó mi labio inferior con suavidad al principio y luego lo apreto para evitar gritar de la ansiedad que me genera.
Está pasando de nuevo, pensar todo a la vez, al menos ahora soy consciente de que lo hago.
—Tienes dieciocho, eres mayor de edad por lo que ya es un embarazo normal. —me dijo.
—¿Y hay la posibilidad de que— me interrumpió.
La doctora tomó una de mis manos ambas nos percatamos que yo estaba temblando. —Tranquila. —hizo una pausa. —No debes de preocuparte por eso, los análisis salieron negativos, no estás embarazada. —
Volví a respirar.
—¿E-está segura? —ella asintió. —Porque a mi también me golpearon y cerca del abdomen, tal vez..
—No. —negó. —eso lo hubiéramos determinado cuando llegaste al hospital. —acotó soltando mi mano.
—Pero mí periodo no bajaba hace semanas, soy irregular pero estaba bastante ansiosa por eso. —quise saber.
—Ese es el problema, según el test de embarazo en sangre, el resultado es negativo. —volvió a decir. —Es probable que su retraso sea por estrés.
—¿En serio? ¿O sea que no estoy embarazada? —
Ella negó con la cabeza. —No, todo está bien y tú también estarás bien.—suspiré entrecortadamente. —Lo que si te voy a pedir es que utilices anticonceptivos para evitar esta clase de preocupaciones.
—Estaba muy asustada. —dije limpiando un poco mis ojos que ardían.
—Es entendible.
Estuvo unos buenos minutos hablándome sobre los métodos para cuidarse de algún embarazo o enfermedad de transmisión sexual, escuché y respondí algunas preguntas más que me hizo, sin embargo no quería hacerme nada que requiriera operaciones siendo tan joven.
—Cualquier cosa puedes acudir a algún ginecólogo o ginecóloga de aquí, para que te guíe a cómo ver tu ciclo menstrual siendo irregular. —me propuso. —Trata de estar más tranquila, estaba segura que te desmayarías mates de decirte los resultados.
—Si, disculpe.
—No te disculpes, todo está bien. Y respecto a tus golpes y a los de tu amigo, quiero que sepas que podemos contactar a la policía si es que necesitas denunciar algo. —me dijo.
—Gracias obstetra. —agradecí aún con los ojos llorosos, pero más tranquila.
Salí del consultorio, la cabeza me dolía y todo me daba vueltas, hasta cierto punto eran muchas cosas a la vez y no sabía procesarlo del todo.
—Negativo. —le dije a Ymir y ella liberó aire también estando más tranquila.
Hange y Levi también me preguntaron y aunque me daba vergüenza decirlo, era necesario.
Levi era de esos maestros que sentía que podía decepcionar al director Erwin, estaba para todo lo académico aunque descuidara la salud mental de los jóvenes a veces, me hacía recordar a mí de vez en cuando.
—¿Qué salió? —la voz de Eren a mi derecha fue lo único que reconocí ante todo el ligero bullicio.
—Negativa. —le dije para avanzar de nuevo con los demás porque se iban a sentar a otro lado, pero me tomó del hombro. —Eren..
—¿No podemos hablar?
—La verdad es que estoy harta de todo esto, no quiero hablar contigo. —ni siquiera lo miré a los ojos. —Querías que me alejara de ti y creo que fue lo mejor que pudiste decirme, no me haces bien.
—Por favor, solo quiero hablar contigo.
—No quiero, al menos ahora no. —seguí avanzando hasta los asiento a dónde estaban los demás, podía notar la frustración de Eren y de sus ganas de querer mejorar, pero no quiero, ahora me siento tan afectada emocionalmente por todo esto.
—______, hay que ir a casa. —Levi habló.
—¿No esperaremos a Jean? —fruncí el ceño.
—Lo van a dar de alta en cuatro días. —dijo. —El doctor que lo atendió dijo que la infección no es tan fácil de curar.
—¿Cuatro días?
—Si. —él suspiró cansando. —¿Hange qué hora es?
—Las dos y cuarenta de la mañana. —Hange estaba sentada al costado de Historia.
—Dios.. ahora tendré que explicar porqué a un alumno está con una infección por una puñalada, otra con un susto de embarazo y otro con un moretón en la mejilla. —habló con molestia.
—Ya Levi, por Dios. —Hange reclamó. —Ya está hecho, ahora deja de demandar cosas, estos chicos estaban a nuestro cuidado, son mayores de edad pero quieras o no también comenten errores a los que te ciegas constantemente. —
—No digo que no los comentan Hange, ¿Sabes lo que pensaría Erwin cuando se entere del posible embarazo? —el pelinegra insistió.
—Por algo hice al año pasado una propuesta de brindar anticonceptivos, quieras o no lo van a hacer. —le respondió. —Ustedes dos nunca toman nada en cuenta de lo que digo.
—Ya Hange, no quiero discutir. —exhaló pesado. —¿Cómo nos iremos ahora? No creo que hayan taxis a esta hora.
—Puedo llamar a Annie, ella tiene auto. —dijo Ymir. —Está en línea para mandarnos mensajes.
Aunque por unos segundos me negué por la vergüenza de todo esto, solo quería irme a mí casa y literalmente pedirle a todo lo existente en la tierra que mí mejor amigo sobreviviera.
—Esta bien chicas, Hange, Eren y yo iremos en un taxi por separado. —comunicó Levi. —Es mejor que ustedes vayan con su amiga.
Annie ya había llegado y estaba estacionada para esperar a irnos. Me despedí de los profesores solo con las manos al igual que mis amigas y a Eren solo le di una mirada corta.
Todas subimos al auto, Historia a mí costado e Ymir adelante junto con Annie. La rubia conduce sin decir una palabra, al parecer Ymir ya le había dicho todo por mensajes , es increíble como dejó a Armin unos momentos para venir a ayudarnos.
—Entonces ¿Salió negativa? —pregunta Annie después de unos segundos de recorrido.
—Si. —yo miraba mis muslos evitando que dejarán de moverse por los nervios. —Pero Eren.. no sé, él.. ya no estamos juntos.
—Dios _____, lo siento tanto, no sabía que estabas pasando por eso con Eren, creí que todo iba bien entre ustedes. —declaró, abrí la ventana para que el aire me dé un poco en el rostro.
—No importa.
Mis amigas se miraban entre sí, probablemente les preocupaba mí estado de ánimo, que mí mente soporte tantas cosas y que en unas horas tengamos que ir a clases.
—Escúchame. —Annie vuelve a hablar. —Su mañana por la noche te sientes mejor, podemos salir las cuatro. —propuso tratando de animarme. —Y así te olvidas de ese imbécil.
—No creo. —dije. —Disculpa es que no creo estar bien para mañana.
—Esta bien, no es bueno retenerlo. —me dice Historia tomando mí hombro.
Pero lo quita una vez que yo bajo mi cabeza casi hasta las rodillas aún sentada. —Perdón, no puedo, siempre lo intento y no soy lo que nadie busca nunca. —
—No es el único hombre, tranquila. —mi amiga que iba manejando contesta preocupada.
—Pero yo lo quiero a él. —el nudo en mí garganta se forma, me desconcierta porque tan solo pensarlo las lágrimas se volvieran solas, sin voluntad de mí parte. —Lo quiero conmigo, lo amo.. —
Perdí la cuenta en cuántas veces lo voy haciendo, y es que una vez que crees poder retener las lágrimas en frente a los demás, es imposible, no sé si soy cobarde o una llorona, solo sé que es lo que siento y lo que me hizo sentir siempre. Jamás le importé, desde que nos conocimos, solo piensa en él, él y él.
—Yo, solo quiero que todo sea como antes, no quiero faltar a clases por sentirme insuficiente. Quisiera que jamás hubiera aparecido en mí vida y no darle la posibilidad de manejar mis emociones. —dije mientras la humedad de mis ojos no se iba. —Se supone que si amas a una persona y cometes un error le pides perdón.
Sentí que Annie detuvo en auto, por lo que ya habíamos llegado, aún sin sacar el rostro por completo percibí los brazos de Historia abrazarme al costado mío.
—Oye, vamos a qué descanses ya. —Ymir me dice abriendo la puerta del lado derecho mío.
—Un rato. —regulé mí respiración por unos segundos e Historia también bajó del auto.
—Todo mejorará, pero comencemos saliendo del coche y dormir bien para mañana ¿Si? —Annie me dice.
Alzó el rostro y puedo ver a Eren llegar con Levi y Hange saliendo de un taxi, entran a la casa al asegurarse de vernos estar ahí también.
Todo se queda en silencio unos minutos, solo se escucha un poco mis sollozos y como intento parar lo que siento.
—Vamos, mí amiga es fuerte. —Annie habla y la miró a los ojos. —Sal del auto y te prometo que todo estará bien. —me otorga más tranquilidad.
Me quedó unos segundos pensando, tiene razón, al menos quiero dormir tranquila lo que queda de la noche.
Finalmente me incorporo y doy unos pasos afuera, mis amigas me ayudan a levantarme para entrar a la casa 104.
¿Maldito el día en que entré a esta universidad? Tal vez, pero sé que por algo pasan las cosas y por algo estoy aquí.
Y por algo Eren y yo terminamos.
...
buenas
q les pareció cap? yo estoy en llanto ayuda
pd: una amiga me descubrió aquí en wattpad y no sé si es joda lo que me dijo, así q gianella si lees esto manifiéstate..
ya empecé clases por eso ando media inactiva peeero en unos días tmb actualizaré some peace aaa
los tqm, no se olviden votar, tomar agua y ser felices
bais