ใ€Š TOKYO REVENGERS STORIES โ™ก ใ€‹

By champagnexproblem

889K 39.5K 28.1K

ONE SHOTS TOKYO REVENGERS +18 SE PROHIBE COPIAR LOS PERSONAJES NO ME PERTENECEN, A EXCEPCIร“N DE LAS OC. CON... More

A N T E S D E L E E R
S H U J I H A N M A
M A N J I R O S A N O
M A N J I R O S A N O P A R T E I I
K E I S U K E B A J I
S H I N I C H I R O S A N O
T A K A S H I M I T S U Y A
C H I F U Y U M A T S U N O
C H I F U Y U M A T S U N O P A R T E I I
S H U J I H A N M A P A R T E I I
R Y ลช G U J I K E N
E S P E C I A L: M I T S U Y A & H A K K A I
K I S A K I T E T T A
N A O T O T A C H I B A N A
R I N D O U H A I T A N I
K A Z U T O R A H A N E M I Y A
H A R U C H I Y O S A N Z U
H A R U C H I Y O S A N Z U P A R T E I I
โœจ ยกG R A C I A S! โœจ
W A K A S A I M A U C H I - EXTENDIDO โœจ
K E I S U K E B A J I
K A K U C H O H I T T O
Y U Z U H A S H I B A
T A K E M I C H I H A N A G A K I
H A J I M E K O K O N O I
N A H O Y A K A W A T A
I Z A N A K U R O K A W A
S E I S H U I N U I
I Z A N A K U R O K A W A P A R T E I I
S H U J I H A N M A P A R T E I I I
R A N & R I N D O U H A I T A N I: E S P E C I A L 2 0 0 K โœจ
T A K A S H I M I T S U Y A
H A K K A I S H I B A
R Y O H E I H A Y A S H I
A T S U S H I S E N D O
W A K A S A I M A U S H I
S H I N I C H I R O S A N O
H A R U C H I Y O S A N Z U
S H U J I H A N M A P A R T E I V
H O A X: NUEVA HISTORIA
E S P E C I A L: H A R U C H I Y O &. S E N J U A K A S H I
S ลŒ Y A K A W A T A
R A N H A I T A N I
N U E V A H I S T O R I A: R A N VS K A Z U T O R A
H A R U C H I Y O S A N Z U: M O R P H I N E
S H I N I C H I R O S A N O P A R T E I I

R A N H A I T A N I

26K 1.2K 1.5K
By champagnexproblem

ℝ𝕒𝕟 ℍ𝕒𝕚𝕥𝕒𝕟𝕚
¿𝕌𝕟 𝕔𝕝𝕒𝕧𝕠 𝕤𝕒𝕔𝕒 𝕒 𝕠𝕥𝕣𝕠?

No tienes que decir lo que hiciste,
ya lo sé, lo sé por él.
Ahora simplemente no hay oportunidad para ti y para mi
¿No te parece triste?, ahora llórame un rio.

...

Abriste los ojos aquella mañana y lo primero que viste fue a él, percatándote de que el pequeño corte en su ceja que obtuvo la tarde anterior durante una de sus tantas peleas estaba rodeado de un gran moretón, pero que incluso con eso no le hacía perder la belleza de su rostro. Llevaste tu mano a su mejilla, y sonreíste cuando le viste despertar, él beso tus labios y por unos segundos pensaste que todo seguiría siendo perfecto entre ustedes dos.

Llevaban varios años con esos encuentros; en los que se llamaban cuando necesitaran compañía, o cuando deseaban satisfacer sus necesidades carnales. Con el tiempo aquellos encuentros fueron rindiendo sus frutos, generando en tu pecho una pequeña espina que clavaba mas profundo cuando notabas que parecías ser la única sintiéndolo.

Nunca pediste nada mas que eso, sabías que Rindou no tenía tiempo para una relación formal, aunque te ponía excesivamente triste no saber siquiera un poco mas de su familia, o de su vida fuera de las cuatro paredes en las que se encontraban frecuentemente, y comenzaba a cansarte, por que el tiempo pasaba y a pesar de que eras feliz con lo que te daba, no podías evitar querer un poco más de él.

—Buenos días —dijiste contra sus labios—. Mi turno en la cafetería comienza dentro de poco, creo que ya debo irme...

—Está bien —respondió un poco adormilado mientras te miraba levantarte de la cama y comenzar a vestirte—. Creo que no nos veremos por un tiempo, tengo muchos asuntos que resolver, y no creo que tenga tiempo para esto.

—Claro, solo me llamas cuando tienes tiempo... —dijiste en un hilo de voz, enredando tus palabras en un suspiro doloroso.

—¿Que estás insinuando? —inquirió—. Sabes que no tengo tiempo ni ganas de iniciar una jodida relación o una mierda así... Lo sabías desde el principio.

—Entiendo... —dijiste apresurándote en peinar tu cabello y tomar tus cosas—. Sabes, creo que también estaré algo ocupada, así que cuando tengas tiempo creo que deberías llamar a otra persona...

—¡______, joder! —soltó frunciendo el ceño—. Es delicioso follarte y me encanta hacerlo, pero no quiero tenerte de novia o esas mierdas, ¿no me digas que te ilusionaste?

¿Escuchaste eso?, es el sonido de un corazón rompiéndose, y si, es el tuyo.

—Sabes, Rindou... —suspiraste intentando contener las lagrimas—. Solo olvida que existo, a la mierda...

No tuviste fuerzas para esperar una respuesta, tan solo lo dejaste con las palabras en la boca y te fuiste de su departamento.

...

Habían pasado dos meses desde que no se veían, lo extrañabas, pero ya había dejado en claro que no quería nada serio y la forma en que te lo hizo saber no fue para nada correcta. Pero te dolía no tener tus besos, te dolía recordar las veces en que solo se recostaban y se abrazaban, como si hubieran sido una pareja real, como si hubieran sido "algo".

Necesitabas ahogar tus penas con algo de alcohol, y ese bar en Roppongi te pareció una buena opción. Te sentaste en el taburete frente a la barra, cruzando las piernas causando que tu corto vestido rojo se alzara un poco más dejando a la vista tus muslos, agitaste tu cabello y lo recogiste en una coleta alta, el tequila margarita que habías pedido ya estaba frente a ti, te lo llevaste a los labios saboreando el licor, solo esperando a que algún incauto te ayudará a borrar su rastro de tu mente como llevabas semanas semanas haciendo, sin mucho éxito hasta ese momento.

—¿Tan bonita y tan sola? —escuchaste esa típica frase de una atrayente y masculina voz—. ¿Puedo invitarte a otro trago?

Cuando volteaste lo que viste te gustó, era un hombre alto, sus ojos color violeta y su cabello bicolor eran de todo tu gusto, pero sentías algo extraño, se parecía tanto a aquel que tratabas de olvidar.

—Otro margarita me vendría bien... —respondiste con una sonrisa coqueta.

—Un margarita y un whisky... —pidió al atendedor, mientras se sentaba en el taburete de al lado.

—Jamás te había visto por aquí... —dijo soltando un poco su corbata, dejándote observar el extraño tatuaje en su cuello.

—Intento no venir mucho por aquí... —respondiste encendiendo un cigarrillo—. Conflicto de interés...

—¿Tienes problemas con alguien? —inquirió—. No tendría problemas en ayudar a alguien tan hermosa a resolver sus conflictos, anda, dime, ¿quien es el bastardo de Roppongi que te causa problemas?

Soltaste una leve carcajada, por un segundo pensaste en el pobre iluso si intentara hacerle frente a Rindou, sin dudar quedaría sin un hueso compuesto en cosa de segundos.

—No creo que lo conozcas... —respondiste recibiendo el trago de parte del atendedor—. Pero cuéntame de ti, ¿cual es tu nombre?

—Me llamo Ran, encantado de conocerte...

Las horas pasaron rápido charlando con Ran, era un hombre interesante, maduro y muy atractivo, pero lo que mas te llamaba la atención en él eran sus ojos violeta, tan similares a los suyos. Simplemente te dejaste cautivar por él, así que cuando la conversación se había vuelto lo suficientemente insinuante decidiste dar el siguiente paso, la parte mas interesante.

—Bueno, creo que iré al tocador —murmuraste contra su oído, estaban tan cerca el uno del otro que casi podías sentir lo ardiente que estaba su cuerpo producto del alcohol—. El ambiente está algo caliente y necesito refrescarme un poco...

—Oh, espero que no tardes mucho... —respondió—. Dicen que este bar es peligroso, alguien podría secuestrarte en el baño, y no queremos que eso pase, ¿no es así?.

Te dirigiste al baño de mujeres, acomodaste tu cabello en una coleta para refrescarte con un poco de agua y luego retocaste tu labial carmesí. No pasaron ni dos minutos y la puerta del tocador se abrió, obviamente había captado tu insinuación, le miraste a los ojos dándote cuenta del deseo que expresaba en ellos, arqueaste la comisura de tus labios formulando una sonrisa coqueta y le viste poner el seguro a la puerta, esto si que iba en serio.

—Así que alguien llegó a secuestrarme... —soltaste para luego pasar tu lengua por tu labio inferior, sin quitar tu mirada desafiante de la suya.

—No deberías jugar con fuego, cariño... —respondió sin titubear—. Puedes terminar quemándote.

Se acercó a ti aprisionándome contra la cubierta de los lavamanos, su cuerpo emanaba un calor inquietante. Habías llegado hasta ese punto y no pensabas echarte para atrás, algo en aquel extraño te parecía demasiado excitante, no podías fingir, te encantaban los hombres con aura de peligro. Posaste tu mano sobre su pecho jugando con los botonea de su camisa, quitando los dos primeros para mostrar su curioso tatuaje, tragaste saliva preparándote para la acción y te alzaste un poco en las puntas de tus pies para deslizar eróticamente tu lengua por el tatuaje en su cuello.

—Si el fuego eres tú, entonces hazme arder...

Lo escuchaste jadear ante tu acción, una de sus grandes manos jaló ligeramente de tu cabello haciéndote levantar un poco tu rostro mientras la otra se acomodó en la parte baja de tu espalda, atrayéndote a él para devorar tus labios con lujuria, podías sentir como tus diminutas bragas comenzaban a empaparse al tener a semejante hombre comiéndote a besos.

La temperatura se seguía elevando entre ustedes, mas aún cuando sus manos comenzaron a masajear tus glúteos sin delicadeza y su cálida lengua trazaba su suave camino por el borde de tu escote. Cada toque que Ran daba a tu cuerpo te parecía jodidamente sensual y desesperante, tanto que tu intimidad comenzaba a palpitar de deseo por follarlo.

—Mierda~ —jadeaste al sentir su erección chocar contra tu abdomen, estaba duro como una roca y morías por tenerle dentro de ti.

—¿Estás segura de que quieres que sigamos con esto? —cuestionó—. Porque debes saber que me gusta duro, y no voy a tener piedad contigo...

—Eres muy hablador... —te burlaste con la respiración entre cortada mientras él comenzaba a deslizar los tirantes de tu vestido y descubrir tus pechos—. Solo follame y ya...

No pudo evitar soltar una risa al escucharte, sus manos rápidamente bajaron hasta tu cintura la parte superior de tu vestido, no llevabas sujetador así que tus pechos estuvieron expuestos a él, quien relamió sus labios antes de comenzar a succionar con fiereza tus botones rosados, mordisqueando sin piedad mientras tus manos se enredaban tratando de quitar el broche de su pantalón.

Cuando lograste tu cometido comenzaste a acariciar su falo palpitante, era largo, grueso y se sentía ardiente. Tus pequeñas manos lo masajeaban en toda su extensión, logrando que su boca soltara uno que otro gemido que capturabas con tu boca, en un juego intenso de dominación entre ambos. Quisiste resultar victoriosa y sin dudarlo te arrodillaste ante él, llevando su extensión dentro de tu boca para comenzar a succionar y deslizarlo hasta tu garganta, llenando tu cavidad bucal por completo.

La imagen que se llevaba al verte de rodillas ante él con tus senos al descubierto y tus ojos llorosos ante la profundidad de sus embestidas en tu boca era sensual y sucia, pero a él le encantaba, así que tomó tu cabello en una coleta y comenzó a guiar los erráticos movimientos, su sabor era agradable, y estabas tan excitada que sentías que tus muslos comenzaban a mojarse con tus jugos, no pasó mucho tiempo hasta que su líquido amargo inundó tu boca, intentaste tragar todo lo que pudiste pero un par de gotas se deslizaron por la comisura de tus labios, él paso sus dedos para limpiarte pero acabo esparciendo su semen por parte de tu rostro, excitándose aún más.

—¡¿Donde estuviste toda mi jodida vida?! —soltó sin vergüenza alguna—. Jamas me habían dado un oral tan bueno...

Soltaste una sutil carcajada ante su comentario, no te molestó en absoluto. Te limitaste a ponerte de pie y volver a besar sus labios apasionadamente.

—Estaba ocupada con un idiota que no lo apreciaba... —respondiste.

—¡Que pedazo de imbecil! —dijo él, masajeando tus pechos nuevamente sin romper el apasionado beso—. ¡Voy a hacer que te olvides de ese imbecil follandote duro!

Sin mucho esfuerzo te volteó hasta que estuviste con tu abdomen apoyado en la cubierta del lavamanos, la vista a través del espejo era erótica, tus pechos chocando contra el mármol de aquel mueble, tu vestido hecho un desastre y aquel hombre desconocido levantando la falda de tu vestido mientras sus manos acariciaban tu trasero.

Le viste morder su labio inferior y el calor recorrió tu cuerpo, no recordabas haber estado tan caliente hace mucho tiempo, y la forma en que ese hombre te tocaba te llevaba a las estrellas. Ahora estabas allí, meneando tu trasero para él como una invitación a que te follara duro y sin contemplaciones. Lo viste desabotonar su camisa lentamente, permitiéndote ver su trabajado abdomen, morías de ganas por deslizar tu lengua por los surcos de su musculatura, pero en ese momento era él quien dominaba la situación.

Sacó un preservativo del bolsillo de su pantalón, acomodándolo en su miembro con una mano mientras con la otra palpaba la humedad en tu ropa interior.

—Mira lo mojada que me pones... —le incitaste con un tono de voz suplicante y haciendo un puchero que él vió a través del espejo.

Tragó saliva y comenzó a acariciar tus curvas, se sentía delicioso cuando te tocaba. Sobre todo cuando bajo tus bragas, quitándolas por completo y guardándolas en su bolsillo.

—Vas a necesitar una ducha después de esto, mujer —respondió introduciendo de golpe dos de sus dedos en tu interior mientras masajeaba bruscamente tu clítoris con su pulgar.

—¿Me dejarás usar la tuya? —respondiste.

—Claro que si, nena. Pero primero tendremos una larga y caliente noche...

Sin mas quitó su mano de tu interior y acercó su miembro a tu entrada, acariciando tus labios vaginales con la punta haciéndote gemir de la excitación, sabía que hacer para provocarte, sentías que tu vagina goteaba de necesidad notando como su glande recorría tu feminidad y jugueteaba con tu hinchado botón de placer.

Jadeaste al sentir como su miembro se abría paso en tu interior, tus paredes se abrieron de golpe cuando embistió intensamente tu interior, llegando a lo mas profundo de tu ser. Una primera palmada se marcó en la perfecta piel de tus glúteos, gemiste al sentir su palma azotando tu cuerpo, dejando tu piel rojiza y ardiente. Sujetó tus caderas y comenzó a penetrarte con fuerza e intensidad, el ritmo que llevaba era errático y se deleitaba mirando tus pechos rebotar a través del espejo.

Sus gemidos roncos eran música para tus oídos, estabas perdida en el placer, sucumbiendo a los deseos carnales con aquel extraño que te hacía sentir tan bien.

Tu vagina lo apretaba gustosamente, su longitud llegaba hasta tu punto máximo de placer llevándote al cielo, tus párpados pesaban, sentías que desfallecerías en ese momento, tu cuerpo ardía de lujuria y sentiste el climax aproximarse, contrayendo tus paredes alrededor de su falo, lo oíste gemir y acelerar sus movimientos, azotando nuevamente tu trasero y separando tus glúteos para alcanzar una mayor profundidad al embestirte, la imagen era jodidamente obscena y sucia, estabas hecha un desastre pero lo estabas disfrutando increíblemente.

No parabas de gemir una y otra vez cuando el orgasmo recorrió tus entrañas y él se movía lenta y tortuosamente en tu interior prolongando tu climax y acabando dentro de ti, llenando el condón con su semen para caer rendido sobre tu espalda, acariciando tus hombros y besando suavemente tu piel.

Un golpe en la puerta los sacó de su momento mientras intentaban recuperar el aliento.

—Señor... —habló un tipo detrás de la puerta—. Su hermano llegó y pregunta si desea que lo espere...

Él se levantó, alcanzando un poco de papel para ayudarte a limpiarte y acomodar tu vestuario y hacer lo mismo con el suyo.

—Esta noche estaré algo ocupado... —respondió aclarando su garganta, mirando con placer como acomodabas tus pechos en tu vestido—. Dile que se vaya, lo buscaré mañana...

—Esta bien, señor Haitani...

—¿Haitani? —pensaste ignorando la realidad—. Que pequeño es el mundo, un alcance de apellidos...

Cuando terminaste de vestirte y ordenar un poco el desastre que eras, te erguiste frente a él con una mirada inquisidora.

—¿No piensas devolverme mis bragas? —preguntaste intentando meter tus manos en su bolsillo.

—Te las devolveré, cariño... —respondió con sorna—. Pero primero debemos tomar una ducha en mi departamento, ¿lo olvidaste?

—Claro que no...

—¿Vamos? —dijo ofreciéndote su mano. Y sin duda la tomaste y te dejaste guiar por él.

Con el paso de los meses las cosas se fueron tornando mas serias entre ustedes, al punto en que ese día conocerías a su familia para que él comunicara aquella importante decisión, le acompañarías en su viaje de negocios por distintos países.

Esa mañana algo extraño se sentía en tu pecho, miraste tu nuevo teléfono, recordando que el anterior te lo robaron y Ran envió a sus hombres a golpear al ladrón, pero ya fue tarde, no tenía tu aparato así que simplemente te compró otro.

No imaginabas que en el lugar al que te dirigías Rindou escribía un mensaje, algo que jamás llegarías a leer.

| La cagué, si. Sé que han pasado varios meses, pero te extraño como no imaginas. Sé que dije que no quería nada serio contigo, pero joder, lo quiero todo. Por favor responde mis llamadas, por favor, _________.|

Pero nunca obtuvo respuesta, así que simplemente se limitó a ayudar a su madre mientras esperaban a su hermano y su hasta entonces "desconocida" pareja.

El timbré sonó y casi sentiste el sonido de un corazón al romperse, pero estaba vez no era el tuyo, pues tu corazón estaba en pedazos desde hace tiempo, por culpa de la misma persona que ahora estaba de pie frente a ti luego de haber abierto la puerta.

—¡Hermano! —dijo Ran señalándote con su mano mientras con la otra sujetaba tu espalda—. Te presento a ______, mi novia.

Sentías que ibas a desmayarte cuando el pasado se presentó ante ti, tu pecho ardía inexplicablemente y tus ojos se volvieron vidriosos, aunque trataste de controlar tus emociones para evitar que Ran se diera cuenta.

—Gusto en conocerte, _______ —dijo él con un tono cortante, tan filoso como las palabras que había dicho la última vez, su semblante lucía sombrío, agradeciste ser la única en darte cuenta de ello, pues lo conocías demasiado bien—. Soy Rindou, aunque supongo que ya debes saber de mi.

—Claro... —respondiste amargamente—. Ran habla mucho de su hermano menor...

Jamás una cena había sido tan incómoda, Ran se divertía contándote anécdotas de su infancia. Te parecía irónico conocer detalles de la vida de la persona que amabas de la boca de tu actual novio, alguien a quien intentabas amar, con quien intentabas borrar esos sentimientos que destrozaban tu corazón.

El sonido de tu teléfono interrumpió, te excusaste y te dispusiste a contestar mientras escuchabas a Ran contar el tema del robo de tu anterior aparato, percibiste como las facciones de Rindou se relajaron al instante, como si escondiera algo.

Cuando volviste a la mesa las cosas parecían un poco menos tensas, sus miradas se cruzaban de vez en cuando, tu cuerpo temblaba al sentirle escrutarte con sus ojos violeta, miraste su cuello, ahora él también llevaba aquel tatuaje, estaba diferente, se sentía diferente.

—Bueno, a lo que vinimos... —dijo Ran—. Quería presentarles a ______, ella será quien me acompañé en mi viaje...

—¡Eso suena genial, hijo! —intervino su madre—. Y gracias por acompañarlo, querida, me alegra que Ran tenga a alguien, espero que su hermano pronto encuentre su alma gemela... —soltó mirando a Rindou, logrando que este chasqueara la lengua y mantuviera sus ojos en ti, como si te quemara con su mirada.

—Bueno, se hace un poco tarde, ya nos vamos...

—¡Que tengan un buen viaje! —dijo su madre—. Y _______, cuida de mi hijo, por favor.

—Lo haré, señora... —respondiste—. Gracias por la cena...

—Y tú cuida de _____, Ran... —intervino Rindou—. Se ve que es una gran mujer, no se te ocurra dejarla ir, no seas un idiota...

...

Habían recorrido varias ciudades, conocido. nuevos lugares, cerrado importantes negocios. Quien lo viera desde afuera pensaría que estaban enamorados y eran la pareja perfecta, pero la verdad se ocultaba detrás de las paredes, y a pesar de que el sexo era jodidamente maravilloso, cuando las sábanas se enfriaban y te quedabas sola los recuerdos llegaban a tu mente y tu pecho volvía a doler, recordando a ese que no podías lograr olvidar y que ahora no era más que un amor imposible.

Ran no era un tonto, era obvio que lograba darse cuenta de tu tristeza, pero no te dejaría ir, quería tenerte para él, así que se esforzaba para hacerte feliz. Pero con el tiempo las esperanzas de que lograras compartir ese sentimiento se iban apagando, enfriando la frágil llama que habíais logrado encender.

Una noche volvió al hotel, habían pasado varios meses, recibiste con una sonrisa el hermoso ramo de peonías que había traído para ti, besando dulcemente sus labios aún sabiendo que no sentías lo mismo por él.

—¿A que se deben las flores? —preguntaste buscando un florero y algo de agua—. ¿Algo especial?

—Una buena noticia... —dijo acercándose a ti para besar tu cuello.

—¿Que cosa?

—Volvemos a Tokyo...

Hola genteeeee, he andado bien desaparecida. Pero me he tomado mucho tiempo en escribir el especial de Halloween que me tiene muy emocionada...

Espero les haya gustado y nos vemos quizás mas pronto de lo que esperan 👀

Continue Reading

You'll Also Like

636K 52.7K 167
~SINOPSIS DE LA 1ยช PARTE~ Anya Forger, la adorable y telepรกtica niรฑa, se ve envuelta en un enredo de rumores junto con Damian Desmond, el hijo del pr...
63.7K 5.4K 18
"No, claro que no, es obvio que no me gusta Bradley, el es mi enemigo y... Maldito idiota, sal de mi mente, haces que mi corazรณn se acelere." Max es...
741K 109K 99
Toda su vida fue visto de menos y tratado mal por las personas que decรญan ser su familia, estaba cansado de que todas las noches llorara por aunque s...
179K 10.2K 17
El maldito NTR pocas veces hace justicia por los protagonistas que tienen ver a sus seres queridos siendo poseidos por otras personas, pero ยฟQuรฉ suce...