La música resonaba por toda la casa, risas mezcladas con la linda melodía que se reproducía era lo que se oía.
L-o-v-e, de Nat King Cole se escuchaba, mientras padre e hija bailaban divertidos y eufóricos. Ambos cantaban la canción al son de está.
Pronto el timbre de aquella casa sonó y ambos tuvieron que parar, para que después la pequeña pidiera ser cargada y así ambos abrieran la puerta.
- ¿Qué se le ofrecía...- Miró atónito a la persona que había al otro lado de la puerta.
- ¡Papá!
- Taehyung.- Sonrió.- Mi linda bebé, ven con papá.- Dijo el pelinegro, extendiendo sus brazos para así cargar a Nayeon.
Detrás de aquella puerta se encontraba nada más y nada menos que Jeon Jungkook, su ex esposo. Junto a él se encontraba una extraña mujer que al verlo puso de desagrado.
La pequeña ya en brazos de su padre Jungkook habló.- ¡Papi pon la música!. Quiero bailar con los dos, ¿se puede papá?.- Dijo, formando un lindo puchero.
- Oh mi bebé, es que les quiero presentar a alguien. Podemos bailar en otro momento, ¿si?.- Habló, besando la mejilla se la niña, que al sentir en beso solo asintió y sonrió.
- Y bien Taehyung, ¿nos dejaras entrar...?.- Preguntó Jungkook.
- ¡Oh de verdad lo siento!.- Se disculpo el castaño.- Pasen por favor...
- Tan distraído como siempre florecita.- Rió Jungkook.
- ¿Florecita?.- Habló por primera vez la mujer.
- Oh cariño lo siento, es de costumbre. Aún cuando éramos amigos siempre lo llamé florecita.- Explicó el pelinegro.
- Por favor siéntense. ¿Les ofrezco algo de beber?.- Preguntó Taehyung, aún algo aturdido.
- Vino, por favor.
Taehyung la vio con una ceja alzada y miró a Jungkook.
- ¿Se puede?.- Preguntó el pelinegro, viendo a Taehyung con ojos suplicantes.
- Oh claro su majestad, por usted lo que sea.- Dijo sarcásticamente el castaño haciendo una reverencia hacia Jeon.
Los ex esposos solo rieron ante la broma del castaño, pero la chica aún lado de Jeon solo pudo ver con cara de asco la escena.
Ahora ya todos en la sala con una copa de vino a excepción de Nayeon, está tenía una cajita de jugo que su papi TaeTae le había dado diciéndole que ella no podía beber lo que ellos tomaban pero que no la dejaría fuera.
- ¿Y cómo te fue en tu viaje?.- Habló Taehyung, por fin rompiendo aquel silencio.
- Oh me fue bien.- Suspiró.
- Habla ya.- Jungkook lo miro atónito.- Se que me quieres decir algo. Vamos Jungkook, sabes que puedes decirme lo que sea.- Calmó al pelinegro.
Jungkook suspiro nuevamente y levanto su mirada, encontrándose con la mirada perdida de su hija y la mirada de apoyo que siempre le daba Taehyung.
- Taehyung yo...- Buscó la mano de su prometida una vez la tomará hablo.- Ella es Park Jihyo, ella es mi prometida.
- Oh...- Bajó la mirada y sonrió.- Me alegro mucho.
- ¿Papi Koo que es una prometida?.- Habló la pequeña algo confundida.
- Una persona que a recibido una propuesta para casarse y a aceptado bebé.- Explicó Jungkook con calma.
- Pero...- Susurró Nayeon mirando al pelinegro.- Tú estas casado con papi, ¡No te puedes casar con ella!.
Todos quedaron sorprendidos, mayormente los padres de la niña. Ambos creían que la pequeña Nayeon había superado su matrimonio hacia mucho, pero ahora ven que no es así.
- Nayeon por favor compórtate. Ya habíamos superado eso, no nos hagas volverlo a hablar, ¿si pequeña?.
La pequeña niña al no tener otra excusa simplemente asistió y se acurrucó en el pecho de su papá TaeTae.
- Nayeon.- Dijo, queriendo llamar la atención de la niña, y cuando lo logró habló.- Yo se que ésto es difícil para ti, pero tratare de ganar tu confianza.
- Está bien.- Asistió la pequeña castaña.
De esa forma todos sonrieron; Jungkook por el hecho de que su pequeña aceptara a la que ahora decía "el amor de su vida", Taehyung por el hecho de que solo le quedaba sonreír y muy en el fondo estuviera alegre por el hecho de ver a Jungkook tan feliz.
Lo que nadie se dio cuenta era el hecho de que ambas mujeres sonreían de la manera más hipócrita posible. Ambas teniendo en mente quedarse con su amado Jeon Jungkook.
La tarde había concurrido con calma después de que Jihyo hubiera prometido maravillas a Nayeon.
Ahora ambas hipócritamente jugaban en el patio trasero de la casa con las muñecas de la niña, mientras que los ex esposos hablaban en la habitación de la castaña y Taehyung alistaba una maleta de ropa para que su hija fuera a estar unos días con el pelinegro.
- ¿Taehyung?.- Habló Jungkook, sentado en el sillón que estaba junto a la ventana donde veía jugar a Jihyo con Nayeon.
- ¿Qué pasa?.- Dijo el castaño, deteniendo lo que hacía para prestar atención a Jungkook y dirigirse al sillón donde esté estaba.
- ¿Qué piensas de ella?.- Dijo suspirando.
- Es linda, seguro sus hijos saldrán igual de lindos.
- ¿Por qué me mientes?.
- ¿Qué...?.
- Se que no te gustó para nada.- Suspiró volteando a verlo.- Dime la verdad florecita.
Taehyung sonrió al escuchar el lindo apodo que el pelinegro le puso desde que se conocieron.
El castaño se acomodo y puso su cabeza en las piernas de Jungkook.
- No puedo pensar nada de ella, apenas la conozco y estaría mal al juzgarla antes de conocerla.
El pelinegro comenzó a dejar suaves caricias en la cabeza del castaño y así habló.- Siempre tienes la razón.
- Lo sé.- Ambos rieron.
Después de decir aquello no se movieron de su lugar, el silencio era lindo y reconfortante, se sentían tan en paz.
Jungkook bajo la mirada y encontró a Taehyung con los ojos cerrados disfrutando de las lindas caricias que brindaba a su cabello y sonrió al verlo.
Taehyung siempre fue tan lindo tanto física como personalmente. Siempre tenía que decir, era comprensivo y atento.
Pequeños rayos de sol entraban por aquella ventana y así iluminaban el lindo rostro acaramelado, aquella hermosa piel que un día toco sin límites. De los labios salían leves suspiros relajantes, aquellos labios rosados como pequeñas cerezas. Su cabello que se hacia aún más claro con los rayos de sol.
Lo cierto es que no se dio cuenta como llegó a esa posición, pero ahora simplemente su cabeza estaba inclinada y su cabeza cerca del rostro de Taehyung.
- Tae hoy te vez tan lindo...- Susurró, asustando al castaño al abrir los ojos y verlo tan de cerca.
- Jungkook... estas muy cerca...
- Taehyung, ¿Por qué me dejaste?...
- Ambos lo hicimos, ¿que acaso no recuerdas como ambos sacamos el mismo papel de divorcio?.- Cuestionó el castaño.
- Sí, lo recuerdo.- Afirmó.- Fue estúpido...
Y no perdieron más tiempo, unieron sus labios en un beso.
No era un beso que usualmente hombres de 30 y 31 se darían, no, era un beso lindo donde ambos parecían inexpertos. Sus labios solo estaban ahí, no se movían ni nada simplemente disfrutando del contacto que ambos transmitían.
Era como si ambos corazones que se habían apagado hace mucho, revivieran y comenzarán a golpetear fuertemente en sus pechos.
Su mente recordando viejos recuerdos y reviviendo viejas sensaciones que hacía mucho no sentían...
- Jungkook... esto no está bien...- Dijo Taehyung, poniendo sus manos en el pecho del pelinegro y así levandose de las piernas del pelinegro.- Tu prometida esta abajo.
- Taehyung...
- ¿Si?.
- Dime que no me case y no lo haré mi florecita.- Propuso el pelinegro, tomando las manos de Taehyung.- Dime que aún me amas mi hermosa florecita...
Gracias por leer mi libro ｡◕‿◕｡
Espero les guste el primer capitulo y por favor cuenten, me gusta mucho leerlos<3