⚔️ Antes de empezar: Además de la imagen de arriba, cada capítulo tiene un audio por si lo quieren escuchar al tiempo que leen. Solo hagan swipe izquierda en cada imagen y den play al video.
—No voy a regresar al grupo —le dijo Solange levantándose asegurando de cubrir todas sus partes con la toalla. No sabía qué se traían entre manos pero no estaba lista para siquiera tocar una estaca de nuevo en un buen tiempo.
—Por favor, ESCUCHA —le pidió Kim—. Lo capturaron.
—¿Qué?
—A Jack de la Morte. Está programada su muerte con exposición al sol en la mañana. Supuse que querrías saberlo. Que querrías verlo.
Solange casi tira la toalla. Se tuvo que sentar.
—¿Dónde... dónde lo tienen?
—Justo enfrente.
—¿En los calabozos del túnel?
—Sí.
Solange necesitó un momento para digerir aquello.
—Ne... necesitamos un carnet para entrar, ¿no es así? ¿Te dieron uno?
—No. Hicieron la redada justo hace unas horas cuando estaba en entrenamiento con el departamento de inteligencia —dijo él mientras husmeaba inconscientemente alrededor de la habitación—, pero no necesitamos carnet para el lugar donde lo expondrán. Será cerca de la academia. Empezará en cuanto salga el sol, según esto a las 8am. Te llevaré en mi auto.
—¿Tu auto? —levantó la ceja Solange.
Kim le sonrió orgulloso con todos los dientes y de su bolsillo sacó unas llaves que giró en su dedo por el arillo.
—Nos marcharnos a las 5am y seguiremos a la caravana.
Solange asintió.
—No puedo creerlo. ¿Quién siquiera lo capturó? —preguntó ella.
—Julieta, duh —dijo Kim.
A Solange se le cayó la mandíbula.
—¿Cómo siquiera...
—Estábamos haciendo una de las tantas vigilancias para comprobar vampiros legales bajo protección del Círculo de la Luna. Terminamos en un club vampírico de mala muerte llamado "La Douleur Exquise"
Yo fui por café, así que no lo vi, pero cuando regresé, Julieta apenas podía hablar de la emoción. Dijo que lo vio entrar, a Jack de la Morte, y que justo como las descripciones en los libros dicen, es un adolecente que luce como uno de nosotros.
Solange asintió con el estómago revuelto. Kim no sabía que ella misma lo había visto en carne propia.
—Mandamos la solicitud de redada, creímos que hasta ahí llegaría, que se la dejarían a la elite y no nos dirían más pero entonces sucedió algo extraordinario; Siria la aprobó de inmediato, designó varios grupos de varios cazadores visitantes como soporte, metió a Julieta y a Miranda a los grupos de la elite y puso a Julieta a cargo.
No sé exactamente qué pasó pero Julieta me mandó el mensaje para que viniera por ti. Dijo que había prometido decirte.
Solange sonrió y asintió aún con la garganta cerrada, estaba tentada a pellizcarse porque no parecía real.
—Pero ¿cómo lo capturaron? ¿Fue ella?
—No lo sé. Le podemos preguntar cuando la veamos —dijo Kim.
Solange asintió, y aunque contenta, estaba al borde del abismo de la vergüenza por no creerle a su amiga, incluso su desconfianza había sido casi fatal. Rió irónicamente, se sentía orgullosa de ella, lo había logrado.
—Faltan unas horas —dijo Solange echando un vistazo al reloj—. ¿Quieres quedarte en el cuarto de huéspedes?
—Nah. Si hay un sleeping bag o un duvet y una almohada, estaré más que bien aquí —dijo Kim dejándose caer en la alfombra—. Por los viejos tiempos.
Pasaron la noche charlando, Kim le contó sobre sus nuevas tareas, deberes y nuevos chismes de quién salía con quién ahora en la academia.
No notó cuando cayó dormida, pero sí cuando algo la despertó.
Era la marcha imperial. El tono que Kim tenía designado para Julieta.
Eran las 3am. Kim contestó soñoliento pero al escuchar algo en el otro extremo, reaccionó de golpe.
—¡Corre, sal de ahí de inmediato, ven hacia la casa de Solange, estamos aquí! —dijo él saliendo del sleeping bag tropezando, agarró una de las tantas armas de las paredes, corrió a la ventana y saltó.
Solange se frotó la cara y se tambaleó fuera sintiendo la adrenalina despertarla. Corrió hacia la ventana también sin saber qué esperar y pudo ver una silueta aclarándose más y más conforme salía del parque frente a su casa, hasta dejar ver que era Julieta.
Llevaba aún el celular en el oído y luchaba para mantenerse de pie dejando un rastro de sangre tras ella, Kim apenas y pudo atraparla antes de que se desplomara en el piso. Solange también saltó fuera de la casa, ambos corrieron al auto de Kim con Julieta en brazos y salieron disparados al hospital.
Estuvieron en la sala de espera hasta que por fin el doctor les dio buenas noticias.
Esperaron un poco más, el equipo médico de los cazadores llegó y tomó control de la situación.
Después de unas horas Julieta despertó y les dieron finalmente acceso.
Jamás la habían visto así.
Traía mordidas en todos los brazos, cuello y seguro otras partes, pero no quiso dejarles ver más. Un ojo estaba hinchado no solo de golpes sino por lágrimas que le fluían y el otro lo traía bajo un parche.
—Oh por ...—Solange jadeó.
—Escapó —dijo Julieta de golpe —Jack de la Morte escapó.
—¡¿Cómo que escapó?!
—Lo siento tanto —dijo Julieta antes de llorar casi ahogándose en sollozos. Kim y Solange la calmaron pero podían ver que la habían roto por completo y eso les partía el corazón. Jamás un vampiro la había mordido. Había sido algo de lo que se había sentido orgullosa por mucho tiempo. No era un misterio que les odiaba y que aquello la había puesto mal.
—¿Qué sucedió? —preguntó Kim.
—¡Lo sabía, algo me decía que estaba mal, y aún así continué! Soy una idiota...
—Julieta, por favor...
—Siria convocó a cazadores visitantes, aquello me dio mala espina desde el principio pero no dije nada porque no quería contradecirla.
Nadie tenía una idea certera de quién era quién, fuera de guiarnos por el uniforme de cazadores.
—Te dije que trabajar con ella sería terrible —le dijo Solange.
—Bueno, no hubiésemos podido hacer una redada de esa magnitud ahí de no haber sido por ellos —dijo Julieta exhalando —. Fue una carnicería. No solo estaba Jack de la Morte, la banda del lugar son vampiros por arriba del centenario. Muchos cazadores perdieron la vida, pero al final se reportó que capturamos a cada uno de esos antiguos, bajo sospecha de complicidad.
Vieron cómo Julieta apretó los puños y su ritmo cardiaco aumentó.
—Pero alguien, usando el uniforme, sacó a una de ellos y dejó abierta la puerta a los demás vampiros. Está en el video. Cuando lo notamos fue muy tarde. Jamás nos pasó por la mente que algo así sucedería. Eran muchos. No pudimos hacer nada, solo había diez de nosotros ingresando vampiros y haciendo la guardia. Nos emboscaron. Be...—se le cortó la voz— bebieron de mí, me dejaron moribunda.
—¿Fue ese infeliz? Te juro que le romperé los dien...
—No —negó Julieta y tragó saliva temblando de ira —. Jack de la Morte me... Apenas y podía moverme. Él fue hacia mí. Yo... le rogué por mi vida —sollozó—, y él lo hizo... me curó lo suficiente para poder sobrevivir, me dejó y cerró la puerta tras salir, lo oí decirle a otros vampiros que ya no había nadie más vivo y que salieran—lloró con coraje —, fue tan humillante... tras hacerle frente yo... solo le rogué... y ahora siento tanta vergüenza porque le debo la vida a ese... a ese asesino.
—Maldición— murmuró Solange frustrada. Si tan solo hubiera estado ahí con ella, pero debía cambir el tema, parecía que tan siquiera pensar en ello le afectaba —. ¿Dónde está Miranda? ¿Y Kathy?
—Deben estar bien. Miranda estaba en el grupo de apoyo de afuera. Jamás fue al túnel. ¿No es así? —preguntó Kim, se veía preocupado.
—Kathy está bien —dijo Julieta con la mirada baja —. Tras la captura, escoltó a los heridos al hospital pero Miranda... Miranda está en las celdas en castigo... por ayudar a intentar escapar a un vampiro —dijo Julieta.
Kim y Solange jadearon y ante ver a Julieta exhalar con dolor, se miraron extrañados.
¿Huh?
—Espera, ¿estás diciendo que ella fue la del video? —jadeó Kim con la boca seca.
—No. A Miranda se le mandó a castigo mucho antes de ingresar a los vampiros al túnel, pero sospechan que tiene algo que ver. No sé los detalles. No tengo idea por qué haría algo así. ¿Qué demonios está sucediendo?
Eso no tenía sentido alguno.
Tras la visita intentaron contactar con Miranda pero no les dejaron. La incertidumbre de no saber sobre ella y el estado de Julieta llevó a Kim y Solange a verse cada día para al menos saber que el otro estaba bien y darse consuelo.
El pobre Kim la estaba pasando tan mal que Solange tenía que vigilar que comiera porque se le olvidaba. El temer lo peor y no recibir noticias, le ocupaba de tal forma la mente que apenas y hablaba, y cuando lo hacía, en mayor parte solo murmuraba en coreano.
Solange tuvo que forzarse a ir a la escuela. Se había sentido tan bien en los días anteriores que no importaba qué, debía conservar su rutina, pues le ayudaba a recuperar cierta paz mental, aunque aquello fuese un gran reto pues tenía mil cosas en la cabeza:
Sus sueños se habían vuelto solo difusas secuencias de búsqueda en las que se sentía intranquila. Como si se hubiese perdido de algo. Como si algo obvio estuviera frente a ella y no lo viera.
—¿¡Qué harías si quedaras embarazada por no poner atención!?— le preguntó su profesora de educación sexual golpeando el escritorio.
Solange se sentó de golpe derecha y la miró confundida aún con baba fresca en el cachete. La profesora estaba molesta y Solange entendía el porqué. Se había quedado dormida por tercera vez en su clase.
Y por lo mismo, no se quería reír en la cara de la profesora, pero el concepto era ridículo.
En primera, tenía un implante anticonceptivo que además de ser casi a prueba de fuego, les inhibía casi todo el líbido.
En segunda, para los cazadores estaba prohibido tener relaciones sexuales antes de los 17, donde podían decidir entre empezar una familia (sí, tenían que empezar jóvenes a reproducirse) o continuar siendo cazadores.
Habían castigos muy severos incluídos la expulsión completa, perder herencias y hasta encarcelamientos o borrados de memoria si caían en la tentación, por eso los equipos de cazadores podían ser mixtos.
Uno debía ser capaz de resistir o no era digno.
—Lo siento —dijo Solange.
—Dime Soleil. ¿Cuantas pastillas del día siguiente se pueden tomar en el mes?— le preguntó la profesora.
Solange se encogió de hombros con una sonrisa tímida. No tenía idea. Los métodos de la gente normal no eran 100% seguros. Los cazadores tenían sus propios medicamentos porque sus cuerpos, por el suero de cazavampiros, funcionaban distinto. Para ellos no había necesidad de la pastilla del día siguiente siquiera.
—¿Cada vez que se tengan relaciones sexuales? —dijo Sandra, una de sus compañeras, tratando de robar la pregunta sin sonar muy segura.
Elvira, una de sus mejores amigas, se volteó con los ojos bien grandes hacia Sandra.
—NO MAMES SANDY. ¡SI NO SON PINCHIS CARAMELOS, SE TE VA A DERRETIR EL CHOCHO!
La clase estalló en risas. Solange casi se ahoga, no había esperado aquello.
—¡Elvira!— le llamó la atención la profesora.
—Perdon, ¡SE TE VA A DERRETIR LA VAGINA!
Hubo risas de nuevo.
—¡BASTA! —exclamó la profesora al tiempo que se cubría medio rostro, harta—. Sandra, las pastillas del día siguiente tienen MUCHOS efectos secundarios.
Si tienen sexo con consentimiento, considerando los muchos privilegios de los que gozan, no tienen que haber "emergencias" a menos que existan fallos. ¿Me entienden? Puedes usar condones y tomar pastillas ANTICONCEPTIVAS (muy diferentes a las del día siguiente) para una mayor protección.
—El condón además de darte mayor seguridad protege de enfermedades de transmisión sexual —añadió Elvira, mirando a Sandra con superioridad.
El salón aulló en un "UUUHHHHhhhh"
—¿Y tú cómo sabes, Elvirita?— gritó Sandra riendo, defendiéndose, con el "UUUHHHHhhhh" como combustible de ardides para una respuesta ingeniosa.
El salón empezó a gritar y a estallar en risas.
—BASTAAA— gritó la profesora, quién había perdido el control de la conversación.
—Porque además de pura y santa, soy inteligente — le guiño un ojo Elvira.
Ante tal mentira garrafal, todos se quedaron callados.
Gabriel, otro de sus compañeros, tosió antes de involucrarse.
—Pura o put...
Pero Elvira no lo dejó continuar, casi saltó de su asiento y habló sobre eso último, interrumpiéndolo al tiempo que se inclinaba sobre su pupitre.
—LO SEGUNDO, pero solo con tu papá— le dijo Elvira. Al escuchar aquello, Telma se puso más pálida que la pared —, dile a Papi Gabriel que ¿cuando reanudamos? Es bueno con la lengua. Tal vez no te ha dicho pero pronto me llamarás mamá—dicho esto señaló una V frente a su rostro con los dedos y lengueteó obsenamente entre ellos.
Gabriel solo se quedó balbuceando.
—¡SEÑORITA ELVIRA ESTÁ USTED JUGÁNDOSELA! No la podré sacar de esta clase por tratarse de salud pero puedo levantarle un reporte.
—Lo sientooo.
—Elvira...— gruñó Telma.
—Ay, calma. Es una broma, jamás me metería con el papá de nadie, no son lo mío, pero ¿viste su cara? —le murmuró Elvira con una sonrisa pícara.
La profesora inhaló contando hasta diez y continuó.
—Algo interesante y bastante útil de saber es que si toman la pastilla anticonceptiva, la regla que tienen entre los placebos no es una regla real es solo un sangrado de abstinencia, no hay ningún ovulo, solo sale el endometrio ante la baja hormonal. Por tanto, pueden seguir tomando las pastillas sin descanso ni placebos para no tener el periodo fuera de manchados ligeros rara vez. Por favor. Si toman la pastilla anticonceptiva sepan que su absorción completa tarda al menos 3 horas. Si tienen diarrea...
Hubo risas.
—¡BASTA! Si tienen diarrea o vómitos y la sacan antes de esas 3 horas, TIENEN que tomar otra dosis o pueden quedar embarazadas si son sexualmente activas —continuó la profesora—. Lo más seguro es complementar 2 métodos seguros y nunca se debe asumir que con un método sin condón, se estará bien y no pasará nada porque también hay un gen, llamado CYP3A7*1C, que si lo tienen deshace los anticonceptivos hormonales.
Hubo un jadeó colectivo ante aquello.
—Espero cada uno de ustedes haya puesto MUCHA atención porque todo eso viene en sus exámenes. Ahora, veremos el video de un nacimiento—dijo la profesora.
Era un videocaset VHS.
Hubo unos "awws" que pronto murieron en cuanto la cinta, que estaba a medio contenido, les mostró EL NACIMIENTO gráfico con una cabeza atorada en una vagina a medio parir. Sangre y fluidos desconocidos por todo el encuadre.
Toda la clase puso cara de horror
—¡¿Qué le están cortando?!— gritó uno de los chicos al tiempo que con una mano se protegía sus partes.
—Ay, perdón. Qué distraída. No la regresé al inicio —dijo la profesora con una sonrisa sádica —. Lo haré ahora porque vamos a ver desde el principio. Y con tu pregunta, Tony, a veces cuando el bebé no sale, se corta desde la vagina hacia el ano, o se corta hacia el clítoris. O hay desgarres incluso hacia los lados. Esto puede ser daño permanente. Espero, que cuando vuelvan a casa, les agradezcan a sus madres por sus sacrificios.
—¡En especial tú, Jaime con esa cabezota enorme! —gritó Elvira.
Todos volvieron a reir.
—¡Señorita Blengio. Le advertí. Se ha ganado un reporte. Espero esté contenta!
—¿Por qué estaría contenta?
—¡Shhh! —volvió a decir la profesora al tiempo que ponía play al principio del video.
—Ella es Sheila —narró la voz desde la televisión mientras una tonada de fondo entre ochentera y noventera sonaba —, y está a punto de tener un bebé...
Solange había visto BASTANTE en su vida. Cuerpos inertes, destripados, cabezas separadas del cuello, ¡vaya! hasta cuerpos partidos exactamente a la mitad, pero aún tras todo eso, cuando terminó el video, se sintió temblar con cierta nausea. Nadie siquiera dijo nada. El salón completo estaba en silencio.
La campana sonó. La profesora les dijo algo sobre algún sitio web con más información mientras varios caminaban temblando a la puerta.
—No voy a tener hijos— dijo Elvira con la cara pálida —. Mi hijo adoptivo Gabriel será suficiente— dijo levantando la voz en cuanto él pasó cerca.
—No eres graciosa— le dijo Gabriel antes de irse molesto azotando los pies.
—Ya habías dicho eso antes —le dijo Telma en cuanto Gabriel se marchó.
—Sí, pero hoy lo confirmé —dijo Elvira. Necesito un refresco... y quizá una manta. La profesora... parece que disfruta sus métodos de enseñanza. Nunca vimos ese video con el profesor de antes.
—Sí, la contrataron después del boom de embarazos de los meses pasados— dijo Telma —. Tras ese vídeo, dudo que alguna de nosotras termine con un embarazo adolescente... o siquiera un embarazo en toda nuestra vida. Personalmente me alegro de ser asexual. Buena suerte, amigas.
—Oh, absolutamente no. Los chicos ni son tan simpáticos, no lo vale. Me pregunto ¿cuánto costará un vibrador? Nada se acercará a mis partes de ahora en adelante a menos que use pilas —dijo Elvira.
Solange repasaba en su mente toda la información de la clase de educación sexual mientras caminaba por los pasillos de la academia.
—Bienvenida de vuelta —le dijeron algunos compañeros al verla de nuevo.
Solange sonrió tímida. No estaba por regresar, solo iba a una evaluación psicológica pero naturalmente, para mantener las apariencias de que todo iba bien, su padre la había hecho vestir la capa del uniforme. Según lo último que Kim le dijo, la versión oficial era que Solange ya estaba en círculos de la elite haciendo misiones secretas.
Había llegado algo temprano así que iría antes por un refrigerio a su máquina expendedora favorita, se le antojaba una de esas barras energéticas que sabían entre cartón y chocolate, pero entonces notó una multitud tapando el camino.
—Sol, ¿viniste por la misión? —le preguntó Georgina, una de las sobrevivientes del equipo C, estacionando su silla de ruedas frente a ella.
—¿Huh?
—Todos piensan que la van a obtener pero no se la van a dar a cualquiera, definitivamente una mayor experiencia será necesaria—le dijo ella.
Solange volteó al tablón de misiones que todos rodeaban sin saber a qué se refería.
Y entonces la vio ahí mismo. La foto de su mejor amiga. Era hasta una de sus fotos escolares.
Tuvo que mirar de nuevo y apoyarse en la pared para no caer.
¡Caminaba! Catrina caminaba de nuevo... pero ¿cómo? ¿Cuándo siquiera sucedió eso?
Todos la rodeaban y metían su código de captura a sus teléfonos esperando respuesta, pero hasta ahora todos solo habían recibido negativas.
¿Por qué era tan popular?
Se abrió camino aún sin entender pues debido a que todos tapaban parte del cartel, no había visto la recompenza.
$15000000 MXN
Solange se sintió caer. No, seguro había visto mal, ¡seguro había algún punto por ahí que dividía la cifra!
Se acercó más. Hasta abajo salía la cantidad escrita en letras.
Quince Millones de Pesos Mexicanos.
Se llevó instintivamente las manos a la boca.
¡¿Qué demonios?! ¿Qué había hecho? Tendría que investigar. Eso no era normal. ¿Cómo a su corta existencia vampírica se había metido en algo que pagara tanto por su cabeza?
Solange fue directo a uno de los pods de privacidad en una sala de descanso cercana. Casi se ahoga.
¡Maldición! ahora entendía justo lo que su profesora Alemina le había dicho. Aquello era lo más monstruoso. Seres con intenciones desconocidas, sed de sangre y el cuerpo y recuerdos de seres queridos.
El mismo incidente con Nolan no la abandonaba ni un solo día. Su confianza estaba en ceros. El nunca haberlo confrontado, el nunca haber sabido con certeza, de verdad la había afectado.
Lo que más le causaba angustia era lo similares que siempre notó en personalidad a ambos. Catrina a veces le había recordado a Nolan, Nolan a veces le había recordado a Catrina. ¿Pondría de nuevo el pie en el precipicio? ¿Caería esta vez?
Quería escapar por un momento. No podía seguir en la academia. Llamó a subtransporte y le pidió que la dejara en Xochimilco. Compró un Boing de guayaba en los puestos de comida y a zancadas se dirigió a aquél lugar especial que había compartido tantas veces con sus amigas, mientras marcaba un número en el celular. Esperaba con todo su corazón que entrara la llamada, ya no sabía qué más hacer.
Ya no sonaba muerto, la llamada entró y su amiga contestó.
—¡Miranda! —dijo en un gritito de alegría —. ¡¿Te dejaron libre?! ¿Qué fue todo eso?
—Solange. Sí... eh... quizás influí un poco en eso pero luego te cuento. Escucha Sol... Catrina... ella camina.
—Sí, justo... Espera... ¿cómo lo sabes?
—Fue ella por quien me encerraron. La vi en la redada. La reconocí por la foto que tienes en tu mesita de noche en la academia. ¡Quise ayudarla! De verdad que lo intenté pero Siria nos emboscó, no entiendo por qué.
Me puse a leer los reportes. Lo más que encontré fue que le hizo una visita a su familia.
Solange dejó caer su boing. El casco de vidrio se rompió en contra del concreto.
—¿QUÉ? Oh, por Dios —chilló en pánico esperando lo peor. Los ojos se le llenaron de lágrimas.
—Tranquila, no pasó a mayores —dijo rápido Miranda.
Solange sintió un alivio enorme. Adoraba a la familia Linann.
—Solo le rompió la nariz a su hermano. Requirió una sencilla rinoplastia, fue todo.
—¿Es todo? Espera... ¿vio sangre y no se le tiró encima? No me digas que es una hematozoofaga —se lamentó. Aunque de esa forma solo pudiera beber de animales, y fuera inofensiva, sabía que la existencia de ese tipo de vampiros era solo miseria y dolor físico insoportable.
—No. Al parecer alguien la detuvo.
Solange dejó caer su mandíbula, ¿sería su creador o creadora?
—¿Quién? —preguntó con nerviosismo.
—En el reporte dice que uno de nosotros —contestó Miranda—. Un cazador. Eso es lo que dijo la familia de Catrina, que fue alguien que vieron con anterioridad representandonos, pero su descripción física no cuadra y nadie de nosotros estaba por esos rumbos.
—Maldición esto se pone cada vez peor. Nada hace sentido ¿Tenemos o no infiltrados en las tribus?
—No lo sé. Hasta ahora lo único que sé es que la razón por la que sabemos de ella es que fue delatada por una vampira que tiene alrededor de un centenario, a cambio de protección y transferencia por parte del circulo de la luna Y las tribus sinne.
Pero no sé por que la recompenza es tal ni quién vaya a pagar. No puedo imaginar una instancia en la que una vampira recién hecha sea buscada de esta forma. ¿Estas segura que conocías a tu amiga bien?
Solange balbuceó.
—Ya no estoy segura de muchas cosas.
—Seguire investigando, Kim también está en ello. Nos vemos después, ¿ok?
—Sí —contestó Solange desganada, repasando su vida junto con Catrina e intentando obtener cualquier pista que le aclarara qué demonios sucedía.
Se sentaría a la orilla del lago a meditar... pero enconces escuchó pisadas irregulares y apresuradas frente a ella, como si alguien quisiera ganarle.
Solange miró a aquella persona con apatía, probablemente algún loco cubierto con todo su cubrecama cochino, EXACTAMENTE en SU pequeño lugar mágico del río apestoso. ¡Qué irritante! Solo quería sentarse ahí y meditar un momento, ¿era mucho pedir?
Se encontraba enojada con el mundo y en ese momento aquella persona era su representante. Le diría amenazadoramente que se marchara y si no, le tiraría al lago, no le importaba.
Pero entonces le escuchó sollozar y ante eso paró en seco, la voz le pareció familiar.
Al ver mejor el cubrecama notó que las manchas no eran de lodo sino que eran escarlatas. No tuvo mucho tiempo para meditarlo, cuando el cubrecama cayó al pasto y Solange vio aquel cabello ondulado tan característico de su mejor amiga. Su rostro se descubrió. Tenía los ojos cerrados llenos de lágrimas.
Solange corrió como nunca y se abalanzó sobre aquella criatura, la golpeo por puro instinto en la nuca, la cual en vampiros nuevos, era un punto débil, y la cubrió con su propia capa.
Empezó a gritarle pero su cuerpo no respondía.
Oh, cierto... el golpe en la nuca probablemente la había noqueado.
Ante seguir oliendo piel quemada y darse cuenta que le había dejado la mano fuera de la capa, hasta que casi solo quedaba su esqueleto con solo algunos tendones cubriéndole, la arrastró de inmediato a la sombra poniéndole el edredón cochino encima de todo.
¡Maldición, Maldición!
Escuchó música. De inmediato se tiró sobre Catrina envuelta y pretendió actuar natural mirando a los árboles y bostezando. Pasó una trajinera frente a ellas. La gente la saludó mientras bailoteaban y bebían, y ella saludó de regreso con una sonrisa falsa.
Necesitaba algo para llevársela.
Corrió a los puestos de comida y miró a todas partes. Quizá una caja de cartón...tenía que ser algo que la pudiera cubrir del sol y que aguantara su peso en el trayecto de regreso.
Y entonces los vio.
Una banda de Mariachis se subía a una de las trajineras, y entre los instrumentos, había un contrabajo.
Solange corrió, aparentó caminar ya en el estacionamiento y encontró la camioneta de la banda.
Se asomó. No tenía tiempo así que no sería un trabajo limpio.
Jaló fuerte la manija y tronó el seguro doblando y rompiendo algo la puerta de la camioneta vieja.
Sacó el enorme estuche del contrabajo y salió corriendo con él tan rápido como pudo. Llegó a Catrina. La metió ahí, cerró con fuerza el estuche y escuchó algo crujir.
Lo bueno es que estaba no muerta, ya repararía cualquier cosa que se le hubiera roto.
¿Pero a dónde planeaba ir?
Cargó el estuche con Catrina dentro y corrió.
Tendría que tomar el metro. Cargar el estuche la agotaría y por la situación incierta y loca en la que se estaba metiendo, necesitaría toda su energía.
¡Que error fue aquello del estuche!
Solange notó que la detestabilidad de los hombres en el transporte público aumentó en un porcentaje ENORME al cargar lo que parecía un instrumento musical.
No pasaba un segundo sin que algún fulano, varios de ellos en edades que claramente gritaban "pedófilo", se sintiera con el derecho de insinuársele o tocarle la mano o pedirle sus datos de contacto. Tuvo que resistir el impulso de lastimarlos de gravedad, transportar a su amiga sin llamar más la atención era prioridad.
Subió tan rápido las escaleras de su casa que no notó lo que había hecho hasta que fue muy tarde.
Había metido a su amiga muerta a la habitación pública.
Pero todo estaría bien. Sí, no pasaría nada.
Una. Sus padres jamás usaban esa habitación desde que habían puesto una sala de reunión en el garage.
Dos. No podría arriesgarse a otra traición como quizá Nolan había hecho. Necesitaba un lugar seguro para ella. Para pedir ayuda de inmediato si se necesitaba.
Puso una toalla grande y la recostó ahí tras cerrar las cortinas. Todavía sangraba. Tenía quemaduras muy graves pero por como lucían su pupila e iris, supo que las sobreviviría.
Salió se dio una ducha y se cambió de ropas en su habitación. Seguro Catrina despertaría al anochecer. Su cuerpo tenía mucho daño.
Esperó afuera haciendo como que descansaba y leía en la silla frente a la habitación pública, y entonces escuchó un poco de ruido. Respiró tras la puerta varias veces antes de ingresar.
Notas de la Autora
Otro capítulo más terminado :) espero lo hayan disfrutado tanto como yo disfruté escribirlo.
Hay muchas cosas que están sucediendo y odio dejar los capítulos así (bueno, entre odio y amo, muajajaja) pero los capítulos no estaban tan listos como pensé al principio y tardo un poco en dejarlos publicables :p
Les agradezco enormemente a cada persona que se está tomando el tiempo en leerla primero, me dan muchísima energía con cada lectura, voto y comentario.
Y si tienen preguntas, con todo gusto las responderé :)
¡Nos vemos en el siguiente capítulo!