DANMACHI: En Busca De Un Fina...

By MR-NEBRASKA0

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Hace mucho, mucho tiempo, existía un guerra entre dioses y demonios, una guerra que perduraba muchos años, ha... More

Capitulo 2
Capitulo 3:

Capitulo 1

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By MR-NEBRASKA0

Hace mucho, mucho tiempo, durante la era antigua, las diversas razas que vivían en el plano terrenal, estaban en constantes guerras, dónde cada día, cientos de vida se sumaban a la larga lista de muertos que dejaba está guerra que perduraba durante meses.

Al ver toda esta masacre, los seres que vivían en el plano celestial descendieron al plano terrenal para brindar apoyo y acabar esta guerra de una vez por todas. Estos seres eran conocidos como <Dioses>, seres que estaban muy por encima de cualquier raza que existiera.

Al ver cómo los Dioses descendieron a la tierra en pilares de luz verde, todos de sintieron aliviados, por fin los Dioses respondieron sus plegarias, por fin tendrían la fuerza suficiente para acabar con todo esto.

El propósito de la llegada de los Dioses era proporcionar ayuda a todos los habitantes, y formar una Unión con todas las razas y así poder acabar con el enemigo que había sido el responsable de toda esta masacre, <La raza demoníaca>.

La raza demoníaca fue una de las últimas razas en ser creadas por el <Caos>, el ser que está muy por encima de los Dioses, es el ser que creo a todos.

El propósito de la raza demoníaca es traer un equilibrio entre la luz y la oscuridad, entre los dioses y los demonios.

Los Dioses eran benevolentes y gentiles, ayudaban a cualquiera que lo necesitaba, pero no podian intervenir demaciado, a cambio de eso, los mortales, debían entretenerlo con cualquier Aventura, ese eran el único pago que los Dioses aceptaban. Por otro lado, los demonios eran seres malignos que solo deseaban matar a cualquiera que se interpusiera en su camino, sin importar el método que utilizaban.

El <Rey Demonio>, quien era el que regia muy por encima de ellos, era el patriarca, cansado de solo poder gobernar ese basto mundo, dónde no había nada que los satisfaga.

Con el tiempo el Rey Demonio, preparó a su gente, fortaleciendolos hasta el límite, para que cuando de la orden, los demonios invadieran el plano terrestre, y matarán y capturaran a cualquiera que se resistiera, para que así este rija en su nuevo dominio.

Con la primera oleada de los demonios, estos arrasaron con todo lo que había a su pasó. Las demás razas al no estar preparadas sufrieron grandes bajas. No podían imaginar cómo criaturas que solo se relataban en cuentos, realmente existieran y estén atacando a todos sin piedad alguna.

Con el tiempo transcurriendo y la llegada de todos los Dioses y también sus súbditos, la guerra quedó en un punto muerto durante meses, no había avanse alguno entre los dos bandos.

Los Dioses sabían que la victoria ya era para ellos, solo era cuestión de tiempo. Esto se debe a que los números de la raza demoníaca no eran infinitos, además no tenía alianza alguna, eran solo ellos contra toda raza existente, y eso dejaba una gran debilidad.

Por parte de los demonios, el Rey Demonio también sabía esto, sabía que si seguía así, terminaría perdiendo la batalla, y no toleraria algo como esto.

Es por eso, que ya era que de que "El", actuará, ya era momento de que haga su aparición y de la vuelta al marcador.

Retomando la guerra, nos vamos al campo de batalla donde, los súbditos de la Diosa Atenea estaban erradicando a los últimos demonios que habían por ese lugar y también destruyendo todas sus bases que existían por dicho lugar.

- Diosa Atenea ya hemos limpiado todo este sector- dijo Zadquiel

- entiendo.... ¿que más paso?. -

- además de la limpieza, no tuvimos ninguna baja -

Zadquiel era uno de los muchos arcángeles que existian en el plano celestial, eran seres que estaban por debajo de los Dioses, casa uno de ellos tenían el propósito de servir a los Dioses y seguir sus voluntades, solo cuando estos juran su total lealtad a ellos.

Cada uno de ellos contaba con una "Gracia", que el "Caos", le otorgaba desde su creación, todos tenían un diferente poder.

- Diosa Atenea, quiere que interrogemos a los demonios capturados, para recopilar más información?-

Un pequeño silencio lleno el lugar...

- .... no, matenlos a todos, no dejen a nadie vivo-

- entendido-

Saliendo de la carpa con las órdenes ya está, se fue directamente al lugar donde estaban los rehenes.

- Zadquiel, cuáles son las órdenes de nuestra Diosa?- dijo un arcángel.

- matenlos a todos, no dejen rastro alguno- dijo, con una voz tranquila.

- Kiki, bien-

Los subordinados que estaban bajo el mando de Zadquiel, recibieron la orden y prepararon sus armas para matar a todos.

- jajaja, y decían que nosotros, los demonios, solo éramos seres crueles.... pero viendo cómo pusiste esa cara, veo que tú también disfrutas matar- dijo unos de los demonios atrapados.

- cállate, la palabras de alguien muerto no tienen ningún valor- replicó el soldado. - bien, ahora díganme, como quieren morir, ¿de forma lenta o
rápida?-

- has lo que desees, incluso en la muerte no abandonaremos nuestro orgullo, así matanos-, dijo el demonio.

- veo que siguen siendo tan obstinados, pero eso no importa, de igual manera, morirán-

Uno a uno, emeozaron a matar a cada demonio, cortándoles su cabeza.

Los últimos demonios viendo cómo sus compañeros estaba muriendo sin piedad alguna, simplemente aceptaron su destino, ya no había esperanza para ellos.

- así que esto es el final, bueno, no me arrepiento de nada, pude pelear hasta el último minuto..... al menos se que el joven amo, vengara nuestra muerte y los hará pagar hasta el último- dijo antes de que le cortarán su cabeza.

Zadquiel, sin ver cómo mataban a los demonios se fue del lugar después de dar las órdenes y fue junto a su Diosa.

- jajaja, matarlos si que fue satisfactorio, ahora que m...- el soldado por alguna razón no pudo terminar de hablar.

- eh?, Que pas... pero que carajos!-

Antes la sorpresa, vio como el cuerpo de su compañero de desplomó al suelo y su cabeza estaba siendo sostenida por una persona.

- eh, quien eres tu niño!- grito el soldado.

-....... -

Pero este no obtuvo respuesta alguna, solo se ganó una mirada fría y profunda.

Ante el grito de su compañero, todos los soldados, voltearon y vieron el cadáver decapitado de su compañero.

Cuando vieron con más claridad, se dieron cuenta de que alguien estaba parado en los cadáveres de los demonios que habían sido decapitados.

Parado ahí, se encontraba un niño que era muy diferente a los demonios que habían matado. No tenía piel de diferentes colores o tentáculos slaieno de su cuerpo. Este era diferente, el demonio tenía una piel blanca, vestia una vestimenta blanca y guantes blancos, pantalón negro, y unas botas de metal hasta la rodilla y en su mano derecha llevaba una espada delgada con líneas moradas.

Su rostro tenía finas definiciones que se les podía comparar con los Dioses, cabello blanco como la nieve, en su frente llevaba un símbolo oscuro que lo definía como parte de los demonios, con unos ojos tan oscuros como la noche misma, y en su espalda sobresalían 4 grandes alas negras, claro distintivo de que era un demonio, pero uno más fuerte, pero el están solo , frente al ejercicio de la Diosa.

- pensé que ya habíamos aniquilado a todos-

- eso no importa, uno más no hará la diferencia, yo me encargo-

- no demores mucho, que ya tengo hambre-

- Sisi, no demorare..... oye niño, esto no te dolerá- alsando su espada

Antes de que decapitara al niño, un goteo de agua empezó a sonar, los demás soldados al oír eso, voltearon, y no puedo evitar mirar con horror la escena. El cuerpo de su compañero yasia en el suelo, y su cabeza estaba siendo sostenida por el chico en su mano izquierda. Al ver esto, los demás soldados de abalanzaron en todas la dirección, cada uno apuntando a sus signos vitales, pero el seguía sin inmutarse, caminando lentamente, con un suave balanceó decapitado a todos los soldados, dejando ver una lluvia de cabezas.

- ma-maldito!, ¿¡Que hiciste!?- hablo otro soldado.

- ¡acaben con el!, ¡Ataquen con todo su poder!-

- ¡por nuestra Diosa!-

Todos los soldados presentes, atacaron con todo lo que tenían, no dejarían ir a este Demonio, lo mataria aquí y ahora.

Eso fue sus pensamientos, pero el resultado fue diferente, sus cabezas simplemente se despegaron de sus cabezas y en sus últimos segundos mirando como se salía de su cuerpo y terminaban muriendo.

Zadquiel, quien estaba informando a su Diosa que las órdenes dadas fueron cumplidos con éxito. Cuando de pronto empezaron a escuchar varias explosiones y gritos desgarradores.

Saliendo de la tienda, vieron una gran cantidad de humo saliendo del lugar donde estaban los demonios atrapados.

- Zadquiel, trae mis armas, al parecer apareció alguien problemático-

- mi diosay, no tiene porqué, ir, yo mismo iré y solucionare el problema y eliminaré al enemigo-.

Ante la petición de su subordinado, la Diosa simplemente asintió y dejo todo en manos de Zadquiel.

- Zeus y los demás dioses pronto llegarán, así que termina rápido-

- si mi Diosa-

Rápidamente, Zadquiel salió volando hacia el lugar de donde venía más explosiones.

Al llegar, no pudo ocultar su sorpresa, al ver cómo los cuerpos de sus compañeros yasian despedazados y destrozados en el suelo, no era una buena vista para algunos. A lo lejos podía escuchar el sonido de armas chocando. Rápidamente llegó, y podía ver a su compañera, en su forma verdadero, sacando todo su poder divino, solo para enfrentar a un niño, quien solo desviaba sus ataques sin dificultad alguna.

Cada uno estaba intercambio ataques a una velocidad abrumadora, pero el chico no estaba recibiendo daño alguno, mientras tanto el soldado ya estaba lleno de heridas y bañando en sangre.

- maldito!, Te voy a matar!-

- las palabras de un muerto no tienen valor alguno- dijo bell

-tu!- dijo con miedo

Antes de que pudiera moverse, Bell desapareció de su vista y apareció detrás de el, en ese instante el cuerpo del soldado se había partido a la mitad.

Zadquiel, quien miraba desde una distancia corta, vio como este chico tenía una técnica con la espada, muy impresionante, y la crueldad ante sus ataques, no le importaba en la forma en que atacaba, solo quería matar.

Viendo al chico, quien estaba agarrando los cuerpos de los soldados, solo para apilarlos uno sobre otro y clavar su espada en la cabeza de uno y sentarse arriba de todos esos cuerpos.

Al ver esta escena, dónde sin hacer alguna mueca o alguna expresión este agarró los cuerpos y los trato como basura, manteniendo aún su miraba fría y estotica. Al ver eso, el arcángel de lleno de furia al ver cómo fueron tratándose los restos de sus compañeros.

Liberando su poder divino y cargando su mejor ataque en su espada, atacó al chico sin aviso alguno.

- !pagarás por lo que les hiciste, maldito!! Critical Over!]-

[✓. Critical Over: Un poder que incrementa la fuerza física del usuario hasta su mayor límite durante 5 minutos.]

Liberando todo su poder tanto físico como divino hasta su límite, y generando varios círculos mágicos en su espada que hizo que todos su poder divino se reuniera y se multiplicara 5 veces más fuerte de lo normal. Viendo cómo el ataque venía hacia el, solo miro como se hacarcaba y quiso ver cuan impactante era su mejor ataque y solo se quedó quieto.

La gran onda expansiva se vio desde lejos, la Diosa Atenea quien ay estaba reunida con Zeus y los demás Dioses miraron el gran ataque a gran escala. Los ojos de la Diosa se abrieron de par en par, ya que sabía lo que significaba ese ataque.

- al parecer apareció alguien
peligroso- dijo la Diosa.

Alistando sus armas y su armadura fueron al lugar junto a los demás Dioses.

Zadquiel quien se estaba recomponiendo del gran ataque que acaba de liberar, que le dejo una gran carga en todo su cuerpo.

- valió la pena usarlo..... hubiera preguntado, primero su nombre, ¿no es así?...- dijo con un tono tranquilo -bien, ahora debo avisarle a mi Diosa antes qu..-.

No pudo terminar oración, ya que una presencia le hizo temblar todo su cuerpo, haciendo que empieze a sudar. Al darse la vuelta, pudo ver cómo la niebla generada estaba desapareciendo, y vio que , en el medio de su ataque anterior, estaba ahí, el chico que había masacrado a todos sus compañeros, estaba en medio de todos el caos, pese a tal ataque devastador este, no había recibido daño alguno, ni un solo rasguñó. Solo se estaba quitando el polvo que se había levantado.

Ahora es su turno de atacar.

Dejando salir sus 4 grandes alas negras, que era una característica de los demonios, desapareció de la vista de Zadquiel, quien lo buscaba desesperadamente en qué dirección aparecerá.

Sintiendo una leve presencia atrás de él, se movió lo más rápido posible, que le dió la oportunidad de lograr esquivar el ataque, que lo iba a matar, pero no fue tan rápido, y termino con una cortada grande en su pecho, destrozándole su armadura.

- esto no será nada fácil- dijo, tocándose su herida.

La Diosa Atenea y el resto de los Dioses al llegar al lugar de la explosión solo pudieran tapar sus bocas y rezar, al ver toda los cuerpos destrozados sin piedad alguna. La Diosa al mirar esto, solo pudo derramar lágrimas, ante la impotencia de no poder hacer nada.

Volviendo a la pelea, Zadquiel y Bell estaban cruzando espadas, por todo el campo de batalla, Zadquiel quien estaba utilizando su habilidad que hacía que su poder vaya al límite, estaba abrumando a Bell, eso fue lo que pensó, ya que solo lo veía defenderse.

- al principio sentí miedo, ya que no ví tu ataque, pero ahora que te veo pelear, pienso que solo eres un cobarde que solo sabe defenderse. Preguntaría tu nombre, pero no es necesario, no necesito saber de alguien que va a morir pronto.- dijo con un tono confiado.

- al menos en eso estamos de acuerdo, no necesito saber tu nombre, porque, pronto vas a morir- dijo con tono frío.

Aumentando su velocidad, se acercó hasta estar frente a frente, dándole una patada que lo mando al cielo, logrando cubrirse con sus brazos, logró minimizar el daño, pero antes de que reaccionará, el chico ya lo esperaba arriba, dándole una patada lo mando a volar hasta golpear el suelo, hasta formar un cráter.

- acaso estaba escondiendo su fuerza- pensó Zadquiel.

Negando ese pensamiento, se recompuso y empezó a atacar a Bell. Pero este desviaba todos sus ataques con suma facilidad, y poco a poco, este comenzaba a atacar con mayor fuerza, mayor rapidez, causando heridas profundas en su cuerpo.

En tan solo unos minutos, el cuerpo de Zadquiel se había llenado de profundas heridas, mientras tanto Bell estaba tranquilo, sin daño alguno, con una mirada fría pero tranquila, toda esta pelea no significó nada para el, simplemente estaba dando un último deseó a su enemigo.

- no te creas tanto maldito, esto no es nada- dijo jadeando. - quien es este maldito demonio, incluso con mi poder al máximo, no logró hacerle daño alguno....es como si, como si.... estubiera jugando conmigo- fue lo que pensó.

El chico no dijo nada y solo se estaba acercando lentamente, antes de que Zadquiel ordenará sus pensamientos, este había desaparecido de su vista y apareció detrás de el, pero está vez el no vio nada, ni el momento en que desapareció ni cuando apareció, el fue demaciado rápido.

- mil cortes divinos-

Una serie de ráfagas de cortes aparecieron en cuerpo del arcángel, un gran charco de sangre había debajo de el, a penas de mantenía de pie, a penas podía sostener su espada..

- y pensar que quedarías así por un simple ataque, ni siquiera use magia alguna para esto.... que decepcionante- dijo con un tono frío.

La frías y crueles palabras de Bell, sembraron poco a poco el miedo en Zadquiel. Como un demonio tan fuerte se había estado escondiendo todo este tiempo. Si este demonio hubiera participado desde el inicio, no había duda alguna, de que los demonios hubieran ganado.

- pensé que del proclamado arcángel más fuerte de Atenea, sería fuerte..... pero solo eres una basura como los demás- dijo Bell con un tono frío.

Pateando el cuerpo de Zadquiel, lo mando a volar varios metros. Agarrándole del cabello, le dió un fuerte golpe en repentinas ocasiones, haciendo que este vomité sangre. Lanzandole al suelo, y dándole un fuerte pisotón en el estómago, dejando presionado su pie en el.

- ahora dime, como quieres morir, de forma lenta y sin dolor o de forma lenta con dolor- dijo, mirándolo fríamente.

No hubo contestación de parte de Zadquiel, quien solo está tosiendo sangré y tratando de retirar el pie de Bell.

Aumentando la presión en su estómago, hizo que Zadquiel gritara de dolor y empezara a perder sangre mucho más rápido.

- si me súplicas, talvez cambie de opinión y mate rápido y con dolor. Que dices, ¿Aceptás?- dijo Bell.

- no importa como me mates, peleare hasta la muerte, no dejare que un sucio demonio me humille- dijo, escupiendo a Bell.

Aumentando la presión- te iba a dar muerte rápida, pero eso ya no va a suceder, lo que pase a continuación, será algo que tú provocaste-

Sacando su espada, apunto directamente al pecho de Zadquiel y recito su ataque.

- Rebellion-

La delgada espada de Bell, se fragmentos en varias piezas pequeñas, y cada uno de ellos, empezó a entrar en el cuerpo de Zadquiel y comienzen a moverse, haciendo que el grite de dolor y la sangre salga a montones.

- ahora tus órganos están dañados, quiero ver cómo te ahogas en tu propia sangre lentamente- dijo con satisfaccion.

- acaso este es mi fin.... acaso moriré de una forma tan lamentable..... no pude proteger a mi Diosa....- fueron los últimos pensamientos de Zadquiel.

Poco a poco el brillo en sus ojos se estaba perdiendo, lentamente se estaba ahogando con su sangre, el suelo dónde se encontraba estaba bañado de su propia sangre.

Antes de que dejara de respirar Zadquiel de aferrado al cuerpo de Bell, activo su habilidad [critical Over], y varios círculos mágicos envolvieron a los dos, el estaba sobrecargando su habilidad, iba a autodestruirse.

- ahhgg, si este es mi fin, aahhrrr, dañare de tal forma, aahhgg, que los otros Dioses te maten- dijo con su último aliento.

El cuerpo de Zadquiel estaba reuniendo todo su poder divino y a cada segundo su cuerpo resplandecía cada vez más y entonces, el sacrificio de Zadquiel fue activado, y una gran explosión cubrió toda la zona.

Todo lo que estuviera cerca salió volando o fue destruido.

La magnitud de tal explosión fue grande tan grande que los mismos Dioses que estaban ahí, tuvieron que cubrirse.

Atenea quien estaba ahí, pudo sentir como su conexión con Zadquiel había desaparecido, el había muerto.

- Zadquiel murió- dijo Atenea con tristeza.

- lamento tu perrita Atenea- dijo Zeus- al parecer apareció alguien problemático- dijo con seriedad.

- crees que sea alguien razonable - dijo Hera

- no lo sé, todos, no bajen la guardia- dijo Zeus antes de emprender vuelo.

Llegando al lugar donde ocurrió todo, se pudo ver qué todo a su alrededor estaba completamente destruido, todo era un páramo.

Y en el centro de todo, estaba alguien parado, estaba Bell, quien sostenía en su mano el cuerpo de Zadquiel, quien estaba prendido en llamas negras.

- un esfuerzo realmente inútil- dijo Bell

Acto seguido, aplastó el cuerpo con su manos hasta convertirse en cenizas.

Atenea miro como el cuerpo de su subordinado se convertia en cenizas, y que su ataque final no sirvió de nada. Entre lágrimas miraba al demonio que lo había matado.

- Atenea, mantén la calma, no te dejes llevar por tus emociones, no dejes que te consuma- dijo Zeus.

Pero esas palabras no le llegaron, activando su Arcanum, está preparó su escudo y su lanza, y se mando al ataque a toda velocidad.

Antes de que conectara su ataque, los brazos de Atenea habían sido cortados, dejando salir sangre a montones, y eso el brazo de Bell había atravesado el pecho de Atenea.

Atenea quien estaba siendo sostenida en el aire, vomitando sangre, mientras el brazo de Bell sobresalia por la espalda d Atenea, estaba sosteniendo su corazón en su mano. Quien dió sus últimos 3 latidos antes de que fuera aplastado por la mano de Bell y Atenea muriera.

Los demás Dioses miraron tal escena con horror, ver cómo una de las Diosa vírgenes había muerto con suma facilidad y de una manera espantosa.

En el momento en que Bell destruyó su corazón, un gran pilar de luz blanca se alzó al cielo, dando a entender que Atenea había muerto y regresado al plano celestial.

- no pensé que una Diosa sería tan débil.....- dijo Bell.

Los demás Dioses miraban tristeza al ver cómo una de sus compañeras había sido aniquilada de una forma poco digna.

Ades y Poseidón, quienes habían estallado de furio al ver como su sobrina había sido aniquilada. Arremetieron, liberando su poder divino.

- ¡te voy a matar!, ¡Maldito!- dijo Poseidón.

- te quemaré lentamente, y te haré sufrir por toda la eternidad- dijo Ades.

Poseidón creo una gran pilar de agua que encerró a Bell dentro de el.

Ades creo varios círculos mágicos detroit del pilar de agua.

- !Abyss breack!-. Dijo Ades

Recitando el nombre de su ataque, los círculo mágicos se habían activado, y un gran pilar de fuego de extendió hacia los cielos, gracias a la barrera de Poseidón el ataque no de descontroló.

Después de unos segundos el ataque había cesado, la barrera había caído y esperaban que destruyeran al chico.

- por nuestra sobrina- dijo Poseidón.

Zeus quien también lamentaba la perdida de su hija, solo pudo ver cómo sus hermanos atacaban. El quería tener la oportunidad de conversar con el chico, pero ya era demaciado tarde.

Dándose la vuelta, con el objetivo terminado los dioses dieron la vuelta para irse del lugar.

- así que esté es el ataque de dos supuesto grandes Dioses....-

Todos al escuchar eso, voltearon rápidamente, y vieron que en medio del ataque, Bell estaba parado, como si nada hubiera pasado. No había marca alguna en su cuerpo del ataque de los Dioses, estaba completamente ileso.

- es bastante decepcionante, esperaba algo mejor que esto- dijo Bell, con un tono decepcionante.

Todos los Dioses presentes estaban completamente sorprendidos, el demonio frente a ellos, quien había recibido el impacto de lleno estaba ileso, esto no era normal.

- como dieron el primer golpe, es normal que yo ataque.... espero que me sirvan de calentamiento- dijo Bell.

Sacando su espada, voló a una velocidad inimaginable, sorprendiendo a todos los Dioses.

En ese rápido ataque, Bell había cortado una de las alas de Poseidón y volando una de las manos de Ades.

Los dos agonizaron de dolor ante el ataque.

- Oe, Oe, no me digan que un simple ataque les dolió...... que pena, al final terminaré rompiendo mis juguetes- dijo con una sonrisa sádica.

- no te creas tanto mal...- no pudo terminar Ades.

Antes de que terminara de hablar, le había dado un fuerte golpe que lo mando al suelo. Y también una patada en el estómago a Poseidón hasta mandarlo al suelo.

Los dos dioses estaban sumamente heridos, en tan solo segundos los 2 dioses más fuertes habían sido neutralizados.

Descendiendo al suelo, Bell pateó el cuerpo de Ades y lo puso junto a Poseidón.

Prendiendo su espada en llamas negras apunto a los dos cuerpos de los Dioses.

- padre del Olimpo, estás a punto de presenciar la muerte de risa hermanos, no tienes nada que decir?- dijo Bell, mirando a Zeus.

Zeus quien solo se limito a ver cómo 'humillaban", digo, golpeaban a sus hermanos, no quiso intervenir ya que el no vino a pelear.

- si, baje al mundo para hacer un trato y no para pelear.... Ellos se lo buscaron...- dijo Zeus.

- ya veo, y puedo saber cuál es ese
trato- dijo Bell

- pero antes de decirte eso, me puedes decir quién eres tú?- dijo Zeus.

Por fin dijo la pregunta que todos querían saber si respuesta.

- ..... mi nombre es Bell, hijo del rey demonio y sucesor del trono- dijo Bell.

Todos se sorprendieron, frente a ellos se encontraba el primogénito del rey demonio.

- un gusto conocerlo, como ya sabe yo soy Zeus padre del Olimpo- dijo Zeus.

- ..... que es de lo que quiera hablar- dijo Bell

- quisiera formar una tregua, y acabar esta guerra de una vez por todas- dijo Zeus.

Bell se sorprendió, ya que no se esperaba que el mismo Zeus le propusiera una tregua.

- y porque debería aceptarlo, mejor solo elimino toda la vida existente y nosotros viviremos en paz- dijo Bell

- si haces día, no quedará nada al final, no habrá nada que te satisfaga. Por otro lado, una tregua sería mejor, los muertos hasta la actualidad, son incontables, tanto de nuestro como el tuyo. Nosotros la tener alianza somos más en números, ustedes que actúan solos, al final todos terminarán muriendo- dijo Zeus.

Todo lo que dijo era correcto, la Unió superaba en números a los demonios, y los demonios en poco tiempo acabarán muriendo todos.

- tienes buen punto, pero que pasaría si los mato a ustedes primero y luego vemos lo siguiente- liberando una sed de sangre que paralizó a todos.

La llama de la espada de Bell, ardía con más fuerza, poco a poco la espada se estaba acercando al pecho del Dios. Aún faltando varios centímetros, la calentura de las llamas negras era tan fuerte que ya estaba derritiendo la armadura.

- !basta!-

Antes de que los matará una gran voz resonó en el campo, Bell y Zeus sabía de quién se trataba.

- que haces aquí... Padre-

En el campo de batalla apareció el mismísimo Rey Demonio en persona.

Los demás Dioses se pusieron en guardia, pero Zeus los detuvo de hacer alguna locura.

- al parecer tuvieron un lindo encuentro con mi hijo- dijo el rey demonio, con tono de burla.

- se puede saber que haces aquí, rey demonio?- pregunto Zeus.

- solo vine a ver cómo lo hacía lo hijo.... y puedo que lo está haciendo demaciado bien- dijo mirando a Bell.

- rey demonio, le tengo una propuesta, considera la idea de una tregua- dijo Zeus

- ¿tregua?- preguntó confuso el Rey Demonio

- con una tregua formada, podremos por fin acabar con esta larga lucha, asi nadie más tendrá que morir.

- acaso me estás pidiendo clemencia- dijo el Rey Demonio.

- no, solo ya estoy harto de esta pelea, yo no deseo su exterminio, es por eso que elijo una tregua

- no hay trato, la única manera de resolver esto, es con su muerte- dió la última palabra

Zeus salió un poco decepcionado, no pudo llegará nada, no pudo ni resolver al menos un poco está pelea, todo seguía igual.

- ya es hora de irnos bell-.

- está bien, padre- dijo Bell.

Pateando a los dos Dioses, paso a retirarse.

- todos ustedes, la próxima que no encontramos, no seré tan piadoso- dijo con una mirada fría y penetrante.

Así el Rey Demonio y Bell había desaparecido del campo de batalla, dejando a dos Dioses mal heridos y sorprendidos.

- Artemisa, con la pelea que viste, que me puedes decir- dijo Zeus.

-.... el no peleó enserio- dijo Artemisa.

Ante eso, todos se sorprendieron.

- el evitó atacar en puntos críticos y solo limito sus movimiento y se quedó a la defensiva, en resumidas palabras, solo jugó con esos Dos- dijo sería.

- ya veo- dijo Zeus

- si es así de fuerte como para dejar a Poseidón y a Ades en ese estado, lo más favorable es matarlo- dijo Hera.

- si no puedo arreglar nada, tendré que enfrentarlo y matarlo por el bien de todos- dijo Zeus con una mirada sería.

- pero antes de eso, llevemos a esos dos al campo de curación, cuando despierten seguro que se molestaran- dijo Afrodita.

Tomando los cuerpos de Poseidón y Ades, los demás Dioses procedieron a retirarse hasta nuevo aviso.

Después de la humillación, digo pelea, la batalla entre los demonios y la Unión, perduró por varios meses, los Dioses que habían conocido a Bell, escuchaban de sus subordinados como este causaba desgracia y caos por los lugares que esté pasaba, nadie sobrevivía, todos quedaban completamente aniquilados. Gracias a esto, los demonios recobraron las ganas de seguir peleando y continuaron su avanse.

Durante meses las masacres aumentaron, las plegarias hacia los Dioses casa vez eran menos, ya no tenían esperanzas en ellos, con cada día que pasaba, abandonaban toda esperanza y solo esperaban su muerte.

En eso, "Ella" despertó, escuchando las plegarias de sus hijos/as, sintiendo su miedo, su tristeza, viendo cómo abandonaban sus esperanzas, "Ella" despertó para responder el llamado de sus hijos/as.

El " Verdadero espíritu" o " Espíritu original", había despertado. Ella era la madre de los habitantes del plano terrenal. Ella era la vida como la muerte.

Nuevamente la esperanza que se había perdido, volvía con más fuerza, al ver, como ella los protegía, como una madre a sus hijos.

Los demás Dioses también sintieron su presencia y decidieron ir con ella.

Zeus y Hera la conocía muy bien, ellos eran como su abuelo y abuela para ella y ella también lo consideraba como su abuelo y abuela.

Ella era alguien, que por el lugar que pasaba, la vida renaciá, las áridas tierras, volvían a la vida.

Cómo las infértiles tierras volvían a la vida y generaban bosques.

Los ríos se purificaban.

Ella era la nueva esperanza.

Era alguien que cuyo poder divino podía rivalizar con el de Zeus y en el mejor de los casos hasta superarlo.

Era alguien quien tenía afinidad con el poder divino, y podía controlar los cuatro elementos a voluntad propia.

Poniéndose al día con todo lo que a sucedido, hasta el punto de como Bell el príncipe, arasaba con todo a su paso y de como apaleó a Poseidón y a Ades hasta dejarlo en mal estado.

Ella ya tenía una idea de cuan alto era su poder y que no debía confiarse.

No pasó demaciado tiempo hasta que éstos dos se encontrarán frente a frente.

Bell quien había destrozado otro campamento de otro Dios, pero fue detenido por "ella" antes de que matará al Dios.

A espaldas de Bell, se podía ver un infierno por así decirlo, todo estaba destruido, todo estaba en llamas, en cambio, por el lado de "Ella", todo volvía a la vida, todos se recuperaba.

Bell instintivamente la atacó sin dejarla hablar, comenzando una nueva pelea.

Los choques de estos dos eran lo suficiente fuerte, como para hacer temblar la tierra, retumbar los cielos, destruir las montañas.

Ninguno de los dos cedía un solo centímetro, Bell por primera vez , se estaba poniendo sería en una pelea.

También por el lado de "Ella", no podía dejarse retorcer ni un centímetro, debía pelar con todo lo que tenía y matar a ese demonio.

Está pelea duro días y semanas, por dónde pasaban la destrucción los acompañaba, los fuertes temblores que esté causaba, ponían en alerta a todos ellos, pero con la ayuda de los Dioses minimizaban los daños hacia ellos.

Con las semanas pasando, se podía ver el signo de agotamiento de parte de los Dos, pero no debían ceder ni un solo paso, retroceder es como admitir la derrota.

Bell quien estaba cansado, tuvo que mostrar varios de sus ataques mágicos, para así mantenerla a raya, y lo mismo con "Ella", tubo que usar el poder de los 4 elementos y su poder divino para estar a la par de el.

En algunas ocasiones Bell empezó a flaquear en sus ataques, repentinamente el dejo de apuntar a sus signos vitales y solo atacaba sin querer.

Al igual que "Ella", simplemente usaba su poder para alejarlo y no dañarlo, ya.... no quería hacerle daño..... ya no quería pelear.

Tomando una decisión un tanto arriesgada guardo su espada y hablo.

- ¡espera!- dijo ella.

Al escuchar su voz, Bell detuvo su ataque a pocos centímetros de su brazo y la miró fijamente.

- desde que comenzamos a pelear, no hemos tenido tiempo para hablar- dijo ella.

Guardando su espada solo se limito a asentir con la cabeza.

- se que es algo tarde para decir esto, pero mi nombre es Aiz, puedo saber el tuyo?- dijo ella con un tono calmado.

- ..... No necesitas saber mi nombre, pronto morirás - dijo el.

- no seas así, te hablo de buena manera y me respondes asi- dijo ella.- solo quiero saber tu nombre - insistió ella.

Mirando la cara de suplica que estaba haciendo, solo para dejar de ver esa "horrible" cara lo dirá.

-..... Bell, ese es mi nombre- respondió el

- ya vez no fue tan difícil, me da gusto conocerte Bell- respondió ella- puedo saber el motivo por el que peleas?- preguntó ella

- ..... para cumplir el deseó de mi padre, de gobernador este mundo- respondió el.

De alguna manera este había respondido de manera natural, cosa que también lo sorprendió, ya que el no revelaba cosas así de la nada

- solo eso ..... es lo que tú también quieres?- pregunto ella.

- ..... yo no deseo nada .... solo me basta con cumplir y aniquilar a todos- dijo el.

- ya veo... pensé que tendrías algún sueño o alguna meta que quisieras cumplir- respondió ella.

- algún sueño- pensó el.- solo deseo pelear y seguir matando- respondió el.

Sacando su espada.

- también bueno saber el motivo por el que peleas?- pregunto el.

- yo, bueno yo peleó, por todos/as, peleó para que ellos tengan un futuro feliz, dónde no tengan miedo a nada, peleó para que tengan un lugar donde crecer y vivir con su familia durante mucho tiempo, ver cómo ellos logran tener una vida feliz y tranquila y con una sonrisa en su rostro, me hace feliz, ese es mi motivo- respondió ella orgullosamente.

- es un motivo absurdo, con mi espada cortaré todas sus esperanzas y los mataré a todos- dijo con un tono frío.

- ya veo, pensé que te conmoveria o algo por el estilo....pero bueno- sacando su espada- entonces póngale fin a
ésto- dijo ella

Los dos tenían sus armas listas, estaban listos para retomar la pelea de hace unos minutos.

- bien, aquí v...-

No pudo terminar de hablar, ya que ella había perdido el conocimiento en el aire y ahora estaba en caída libre.

Bell quien estaba listo para atacar, vio como repentinamente ella comenzó a caer, pensando que era una trampa, solo decidió ver, pero ver como se estaba acercando al suelo y ella no reaccionaba, empezó a dudar de que era una trampa o no.

- pensándolo bien, de esta altura talves ella muera, y sería un deleite ver su cuerpo hecha pedazos, sin duda alguna esto me ahorrará el trabajo- dijo el

Viendo cómo caía y estaba apunto de chocar con el suelo, su cuerpo comenzaron a dudar.

Los dedos de sus manos no dejaban de moverse, se estaba poniendo ansioso.

- ah, maldita sea- gruño el.

Sacando sus alas se impulso y bajo a toda velocidad, el cuerpo de Aiz estaba apunto de tocar el suelo y la distancia todavía era muy grande.

Mostrando su verdadera velocidad, logró alcanzar y cubrir el cuerpo de Aiz antes de que tocará el suelo, así con su cuerpo logró amortiguar un poco la caída.

Dejando un rastro de destrucción por la caía, quedaron varados debajo una colina.

Saliendo de los escombros, Bell quien estaban abrazando a Aiz, la dejo en un lugar abierto, y espero a que ella recobrará la conciencia.

Después de una horas, el rostro de Aiz se notaba con más color y más vivo.

- uh...hmmm..... que hago aquí?- dijo Aiz, quien se estaba despertando.

Sentándose y sombandose los ojos, pudo ver a ella estaba en el suelo, completamente ilesa, y varios metros más allá, estaba Bell, quien miraba el "paisaje".

- veo que ya despertaste- dijo Bell.

- que me pasó- preguntó Aiz.

- en media pelea, perdiste la conciencia y caíste- respondió Bell.

- ah!, Enserio, no pensé que estaría tan cansada- respondió con sorpresa- un momento, si dices que caí de semejante altura, pero estoy sana.... quiere decir que tú me salvaste!- dijo con exaltación.

Bell quien se sorprendió con lo dicho, solo se limito a quedarse callado.

- gracias por salvarme, mi valiente héroe- dijo con tono burlona.

- .... Que mujer tan grosera, todavía tienes el descaro de desmayarte y ahora haces talves comentarios- dijo con un tono exaltado.

- perdón perdón, no quise ser grosera, solo estoy agradecida por haberme salvado..... una cosa más..... si me salvaste, no hubiera sido una buena oportunidad para matarme, mientras estaba inconsciente?- preguntó ella.

-......-

- o acaso eres un demonio y tonto que no se le pasó esa idea por la cabeza,jsjs- dijo en forma de burla

- ya deja de decir estupideces!.... la razón por la que te salve y no te mate.... fue porque, no iba a dejar que murieras de esa forma, sería yo quien te mate con mi espada.... además, atacar a alguien mientras está inconsciente, va en contra de mi orgullo- dijo de una forma sería.

- ya veo..... pensé que tenías orgullo, pero no imaginé que sería de ese tamaño..... eres diferente a lo que me imaginé- dijo mirándolo fijamente.

- ......ya deja de balbucear, por ahora solo recupérate- levantándose y sacando sus alas- la próxima vez que no veamos, te mataré- dijo dándole una mirada.

- igualmente para ti.... la próxima vez habrá un ganador- dijo con motivación.

Escuchando eso Bell, emprendió vuelo, y se alejo rápidamente del lugar, dejando a Aiz para que se recuperará.

Después de varias semanas, los dos se habían vuelto a encontrar, ya completamente recuperados.

Retomando la batalla anterior, comenzaron a pelear, y al tierra tembló nuevamente.

Pero..

Igual que la vez pasada, ella volvió a desmayarse, y Bell nuevamente tuvo que salvarla.

Cuidandola hasta que despertara, este solo se limito a decir algunas cosas y se marchaba.

Después de unos días, volvieron a pelear, y nuevamente está se desmayó en media pelea, y nuevamente tuvo que salvarla.

Después en la siguiente pelea, volvió a desmayarse, igual que la siguiente, la siguiente, la siguiente, y la siguiente .

Cosas que Bell, ya se estaba cuestionando que tipo de Salvadora este está , si se desmaya a cada rato, a caso estaba enferma o algo por el estilo.

Con las repetidas ocasiones en las que se desmaya, uno mismo ya se podía cansar por dicha actitud. Pero para Bell fue lo contrario, no le resultaba molesto.

Cada que vez que la rescataba, este iba acortando la distancia en la que permanecía alejado de ella. Y cada vez, este solo se quedaba observando su cara durante un largo rato, no sabía que, pero le llamaba le atención, durante horas se quedaba mirando su rostro.

Llegó un momento, dónde la distancia fue tan corta, que esté se sento al lado de ella en el mismo árbol. Sin Voltear a verla. No sabía ni el movito por el que hacia eso, solo tenía la necesidad de hacer eso y ya.

La cabeza de Aiz, había caído en el hombro de Bell, este solo se sorprendió por dicho acto, estando en guardia y mano en la espada, este solo espero. Pero se dió cuenta de que aún seguía dormida, - si que tiene un sueño profundo- pensó Bell.

Relajándose un poco saco la mano de su espada y solo dejo que ella siguiera durmiendo.

Nada de eso le resultaba molesto, era algo agradable.

Deslizándose un tanto sospechoso, la cabeza de Aiz había caído en las piernas de Bell.

Este se sorprendió, y trato de no hacer tantos movimientos y solo quedó mirandola, como alguien estaba durmiendo en sus piernas, tan cómodamente.

Efectivamente, Bell le estaba dando una "almohada de regazo" un tanto obligado, pero cuenta.

Dejando pasar el rato, el continuo viendo el paisaje, durante un rato.

- uhmmm, eso se siente bien- dijo Aiz, quien ya había "despertado".

- veo que ya desper...!!!- al verla, se sorprendió por algo.

Este inconscientemente había puesto su mano en la cabeza de Aiz, y la estaba cariñando, como " una persona a su gato", y no sabe desde cuándo había estado haciendo eso.

Rápidamente quitó su mano.

Agarrando su mano y poniendola en su cabeza- no la saques, continúa..... se siente bien- dijo Aiz.

Desaciendo un poco la fuerza, este solo se dejó guiar por la mano de Aiz, y posó nuevamente su mano en su cabeza y comenzó a acariciarla.

- puedo saber, que es lo que harás si cumples tu objetivo?.- preguntó ella.

-....... no lo sé... nunca había pensado en eso- respondió el.

- hmm, ya veo ...... que es lo que siempre deseaste tu, solo tu- preguntó ella.

- yo lo que yo quiero?........ nunca quise nada en toda mi vida, solo se que desde que tengo memoria, ya estaba sosteniendo una espada, y nunca se me dió a elegir- respondió el.

- y eso, no te triste o te desanima de algún modo?- hablo ella.

- no es que, odie sobre eso...... es solo que, no me gusta darle tantas vueltas a un problema, yo simplemente lo hago a mi manera, sin importar que tan cruel sea- respondió un tanto decaído.

- ya veo.... y si alguna vez te encuentras en una situación dónde la persona al que atacas te suplica y todo eso, que harías tú?- preguntó ella.

- lo mataría- respondió serio.

- no me esperaba una respuesta directa, mi si quiera dudaste- respondió ella.

- así soy yo, no siento nada al matar a alguien, más bien, es como si me exaltará o emocionará hacer eso, y mejor al ver cómo suplican....- dejo de hablar y se quedó callado.- dicho eso, ahora sí paresco peor que los rumores que has escuchado de mi-

-....... no te preocupes, si piensas que tendré miedo o voy a odiarte, no haré eso ..... ahora tengo la idea el tipo de vida que tuviste..... tu no tuviste otras alternativas..... es algo normal... no te preocupes- respondió con un tono acogedor.

Sorprendiendose un poco- jsjsjsjs, jajaja- empezó a reirse.

- de que te ríes!- hablo ella- acaso dije algo gracioso!?- dijo haciendo un puchero.

- jajaja, no, es solo que eres un mujer extraña al pensar eso de tu enemigo. Este es la primera vez que me río en toda mi vida- dijo, dándole una pequeña sonrisa.

!!////*mirándolo fijamente*

- pasa algo?- preguntó el- acaso tengo algo en la cara-

Volteando rápidamente- no es nada, es solo que tienes una bonita sonrisa- respondió en un tono bajo

Ante dicha respuesta, Bell se sorprendió y un pequeño rubor apareció en su cara, nunca nadie le había dicho eso. Bueno nunca había sonreído para nadie.

- ahora estás delirando, si que estás loca- dijo serio

- ahhh, yo que te digo algo lindo y me respondes asi, ya se fue el momento - respondió con amargura.

- que momento- preguntó el con curiosidad

- nada solo olvídalo- dijo sin gana alguna - déjame preguntar algo.... si te dieran a escoger una vida lejos de las peleas, lejos de toda guerra, vivir en un lugar lleno de paz, hasta que envejescas, abandonarias el mundo de los demonios para cumplir ese sueño- dijo ella, atenta a la respuesta de Bell- bu-bu-bueno, no estoy diciendo que abandones tu clan y te vayas lejos conmigo, di-digo tu solo y vivas tu vida a tu manera, n-no dije eso!- dijo con exaltación y tartamudeos.

Durante varios segundos, Bell no respondió nada, solo se quedó en silencio, ante la repentina pregunta de Aiz.

-.... creo que ya estas bien, ya creo que dejó irme- levantando a Aiz de sus piernas y preparandose para irse-..... no vemos luego-.

Sin que ella pudiera decir alguna otra cosa, Bell solo se fue volando, dejando a Aiz con la mano en el aire.

A partir de ese día, Aiz no volvió a ver a Bell, no había noticias de el, que había aparecido en el campo de batalla, es como si solo se hubiera esfumado como el humo, sin dejar rastro alguno.

Día tras día, ella iba al mismo lugar donde "peleaba" con Bell, esperando a que aparezca.

Los días pasaron, las semanas pasaron, y no había rastro alguno de Bell.

Ella quien se había desanimado por no poder volver a "pelear" con Bell, solo se quedaba allí, en la colina, esperando.

Cerrando los ojos por el cansancio, ella quedó dormida en el árbol.

Son poder recostarse bien, su cuerpo lentamente, fue cayendo al suelo.

Antes de que cayera, una manos blancas , la sostuvieron y, la recostó en su hombro.

- mírate, me voy por unos días, y te pones de esa manera..... me das lastima- dijo, comenzando a cariciarle la cabeza.

Después de una cintas horas, Aiz se estaba comenzando a despertar.

- hmm, que cálido es..... después de un tiempo dormí muy tranquila- pensó ella.

- ya despertaste- dijo Bell.

!!

Rápidamente se alejo un poco, y pudo ver qué a su lado, se encontraba Bell, quien después de semanas había aparecido.

- no te alegra ver...- no pudo terminar de hablar porque Aiz le dió un fuerte golpe, que lo mando al suelo- por qué fue eso!?- hablo, sobándose la cara.

Preparando otro goleó, y Bell cubriéndose, pero- porque desapareciste?- solo poso su mano y cara en su pecho- sabes lo mucho, que eso me preocupó..... sabes lo mucho me preocupó- aferrándose a el- que no volvieras a aparecer- dijo entre lágrimas.

Al ver esto, se sorprendió mucho, nunca pensó que el "espíritu original", la Salvadora de los humanos, tendría está faseta, se veía tan vulnerable, tan frágil..

Abrazándola- no me di cuenta que era tan pequeña- pensó bell- perdón por irme todo este, tiempo.... necesita pensar, aclarar mi mente- dijo Bell.

- sobre que necesitabas pensar todo este tiempo?.- preguntó ella.

-.... la respuesta a la pregunta que me hiciste ese día.... si sería capaz de abandonar a mi raza, ya todos , con tal de vivir una vida tranquila- dijo Bell.

- y a qué conclusión llegaste, cuál es tu respuesta?- preguntó ella.

- no lo haría- dijo rápidamente.

- ..... ya veo...- alejándose un poco de el.

- no lo haría, ya que si lo hago, viviría durante un tiempo solo, y yo no quiero
eso- dijo Bell.

- uh, que quieres decir entonces?- preguntó con duda.

- quiero vivir una vida tranquila.... pero que tú estés a mi lado- dijo, mirando a aiz-, quiero que estés ahí conmigo, quiero vivir contigo-

Con ojos cristalizados y lágrimas desbordando, Aiz quedó mirando a bell- Bell, yo...- no pudo hablar, ya que no le salían las palabras, no tenía voz para responder.

- es por eso Aiz.... vámonos lejos de aquí.... lejos de esta guerra, vamonos a un lugar alejado, dónde nadie nos encontrará, que dices? - hablo Bell, con una mirada determinada.

Entre lágrimas- Bell yo también quiero hacer eso contigo y muchas otras cosas más, pero si hacemos eso, estaríamos cometiendo traición hacia las vidas que juramos proteger- dijo con una voz rota.

- se muy bien eso.... pero Miles de vidas no se pueden comparar a una vida junto a ti..... me tomo tiempo saber todo esto, darme cuenta de lo que siento, incluso pedí ayuda para saber eso.... solo quiero estar a tu lado, contigo me siento en paz, me siento tranquilo, contigo olvidó todas las atrocidades que hice en el pasado- dijo miranokaya los ojos- que dices, nos vamos de aquí?.-

- yo también, cuando estoy contigo, me siento aliviada, no me quiero separar contigo, quiero estar a tu lado- dijo entre lágrimas.

- y bien, nos vamos de aquí?- miro a Aiz

- ... está bien, vámonos de aquí, lejos de todos- dijo con una sonrisa.

Levantándose y a Aiz también- bien, entonces- tomando las manos de aiz- aceptarías a este demonio, junto a las atrocidades que cometió en el pasado, y a sus pecados hasta la eternidad- dijo Bell

Aiz se sorprendió por las palabras que Bell decía.

- dónde aprendiste a hablar esas clases de palabras- dijo en forma de burla.

- por favor, no me hagas recordar esos momentos- dijo volteando la mirada.

- bien, respondiendo a tu pregunta, aceptarías a este espíritu en la salud y en la enfermedad, en las buenas y en la malas, por toda la eternidad- dijo Aiz.

- si- dijo Bell

- si, aceptó- dijo Aiz.

Poco a poco, sus frentes chocaron, y sus narices rozaron, para que esté compromiso de toda la eternidad, lo sellen en un inexperto pero tierno beso entre los dos.

Los días pasaron, y la nueva pareja, aún continuaba reuniéndose en el mismo lugar.

No se fueron aún, porque aún no encuentran un lugar donde puedan vivir en paz, está guerra devastó casi todo el mundo, solo era tiempo de que encontrarán uno y se fueran a vivir.

Aiz, quien daba la excusa de ir a "vigilar" los alrededores, se desaparecia todo el día, y esto ya le había un tanto extraño a Zeus y a Hera, no era costumbre de ella salir así y volver tarde.

Un día, Zeus y Hera fueron dónde Urano, quien era un Dios neutral, le pidió que usará su poder y los dejara ver a Aiz.

El Dios con algo de molestia uso su poder y mostró a Aiz.

Y para sorpresa de los Dioses, cayeron de espalda al ver lo que estaba haciendo.

Aiz estaba en un río acompañada.

El acompañante de Aiz era el mismísimo demonio, quien humilló, digo hirió a los 2 Dioses más fuertes, infundio miedo en todos los Dioses que lo habían visto, masacro sin piedad a cualquiera en su camino, era un demonio que era la encarnación de la maldad pura.... o eso creían.

Justo lo que estaban viendo ahora, era a un sonriente demonio, quien estaba jugando con Aiz en el río, nunca pensaron que el tenía esa cara.

Eran como dos niños jugando sin cansancio.

- jajaja!, Esto es increíble!- hablo con alegría Zeus- y pensar el demonio que infundio miedo, estaría jugando jajaja-

- lo veo y no lo creo, ahora sabemos a dónde se iba Aiz todos los días con alegría. Pero no me esperaba que está sea la
razón- hablo Hera

- y pensar que dos lados opuesto estarían juntos- dijo Uranos.

- ya vez como dicen," cuánto más diferentes sean, más se atraerán uno al otro".- dijo Zeus.

- viéndolos ahora, es como si fueran solo niños. Me despierta mi lado materno- dijo Hera.

- en cierto modo, me alegra que esos dos estén juntos. De alguna manera, me siento aliviado de que esos dos ya no se involucren en esta pelea- dijo Zeus.

- pero si aparte de nosotros, alguien más se entera de que ellos dos estén juntos, habrá una disputa y habrá algunos que no van a estar de acuerdo- dijo Hera.

- tienes razón, en los únicos en los que podemos confiar son en, Artemisa, Deméter, hefestos, Hermes, Miach, takemikasuchi, después el resto se opondrá, debemos mantener esto en secreto- dijo Zeus.

- por mi parte no diré nada- dijo Uranos.

- el mío tampoco- dijo Hera.

- bien- viendo a Aiz y a bell- solo queda esperar lo que sucederá en el futuro, eh- dijo Zeus.

En la imágen que estaban viendo, Aiz se alejo de su vista, y en ese momento Bell alzó la cabeza y los miro a los ojos, dirigiendoles una fuerte sed de sangre.

- carajo!, Jajaja, eso sí me tembló todo el esqueleto- dijo Zeus- eso fue una advertencia, ya puedes dejar de usar tu poder Uranos, ya vimos más que suficiente-

Haciendo caso, la magia de Uranos se dicipo y dejo de mostrar la imagen.

- el nos miro, no es así?.... acaso eso es posible, Uranos?-. Dijo Hera.

-..... no debería ser posible...... no sé el porque, pero solo hay que dejarlo como una coincidencia- hablo Urano.

Dejando de lado todo eso, Zeus y Hera procedieron a retirarse.

Las semanas pasaron, y Aiz y Bell, habían desaparecido, sin dejar rastro alguno.

Los dos lados empezaron a tener miedo, sus fuerzas, habían desaparecido, ahora que será de ellos, ya no había alguien quien los proteja. El miedo sucumbió ambos bandos, pero mantenieron en secreto para que ningún bando se entere.

Los Dioses al enterarse, acudieron dónde Zeus, preguntadole si sabía algo, pero solo recibieron fuertes palabras.

- Aiz, es una chica fuerte, dónde quiera que esté, ella estará a salvó..... no la busquen, debe tener sus razones-.

Con eso dicho, los Dioses quedaron descontentos, y como segunda opción, buscaron a Hera, pero ella también dijo lo mismo.

Mientras tanto Bell y Aiz, habían estado volando durante días, cruzando el inmenso océano, tratando de llegar al otro continente.

El otro continente, era un lugar, dónde la guerra no lo afectó tanto, existen varios lugares de refugiados, dónde ayudan a las personas que fueron víctimas de todo ésto.

Ellos se dirigieron al pueblo más alejado, dónde no haya cualquiera que tenga conexión con los Dioses.

Faltando unos kilómetros, estos descendieron al suelo, Lara llegar a pie y no parescas un tanto sospechoso.

Aiz había guardado sus alas y ocultado tu aura Espiritual, pareciendo, una humana común y corriente.

Mientras tanto Bell, también oculto sus alas, pero tardó mucho en ocultar su aura, que lo delataba como demonio, pero al final lo logro.

- ahora solo queda, cubrir tu marca domoniaca y el color de tus ojos....... de tu marca se pide hacer, pero tus ojos....- hablo Aiz, un tanto pensativa

- no te preocupes, puedo hacer algo con eso- dijo Bell.

- así, y que es lo que harás?- dijo Aiz

- ya lo verás...- dijo Bell.

Después de unos segundos, Bell abrió los ojos, y la marca demoníaca juntos al color de sus ojos habían desaparecido completamente.

Solo se podía ver su piel blanca y unos ojos rojos, que parecían rubíes.

- no sabía que podías hacer eso.....- agarrando la cara de bell- es la primera vez que veo unos ojos rojos tan hermosos- dijo Aiz.

Trato de Voltear para ocultar si vergüenza- no digas tonterías, ahora con esto podemos ir, ahora ya paresco más 'humano"- dijo Bell.

- si, así es.... pero no te pareces a un humano.... más pareces a un adorable conejito- dijo Aiz, para burlarse de Bell.

Tapándose la cara- y-ya basta, vamonos- dijo Bell.

- jiji, te ves lindo cuando haces esas expresiones- se vuelo Aiz.

- ya deja de hacer eso- hablo Bell, con un tono tímido.

- yaya, bueno, pero quiero saber algo..... cómo eres capas de desaparecer todo rastro de demonio en ti.... se supone que eso es imposible- hablo con curiosidad.

- bueno, no te lo había contado..... pero mi madre, fue una humana- dijo Bell, revelando una gran secreto.

- una humana!?, Y porque no me lo dijiste eso hace tiempo!?- hablo con seriedad.

- bueno, nunca me lo preguntaste- dijo eso, solo para recibir un golpe de aiz.- es por eso, que tengo está apariencia, por eso tengo la apariencia de un humano- hablo con un tono tranquilo.

- y, recuerdas algo de tu madre- preguntó Aiz .

- como no hacerlo, eso nunca me voy a olvidar..... Ella tenía un fino cabello plateado que le llegaba hasta la cintura, una piel blanca como la nieve, una fina cara y delicada, y unos ojos rojos, que te hipnotizaba. En resumido, saque todo de ella.- dijo Bell, con un tono y mirada nostálgica.

- mmm, me hubiera gustado conocerla, donde está ahora- dijo Aiz, pero fue un tema delicado.

- ella está muerta, al ser humana, no soporto el poder con el que yo nací, murió cuando tenía 2 años...... pero todo ese tiempo , ella me amo más que nadie en el mundo, incluso cuando era un demonio.....- dijo con una mirada triste.

- ya veo, al oírte como hablas de ella, puedo saber que fue una gran persona, nos hubiéramos llevaldo bien- hablo Aiz.

- de eso no lo dudo...... bueno, ya es hora de irnos, ya caerá la noche- dijo Bell, antes de empezar a caminar.

- okey, pero cuando nos encontremos un lugar donde vivir, me tienes que contar todo- dijo Aiz.

- como tú digas- dijo Bell.

Al llegar al pueblo, estos pudieron pasar normal, y por suerte, no se encontraron con nadie, que tenga conexión con los Dioses.

El pequeño, es uno de los pocos lugares donde la guerra no había llegado, era un pueblo que casi no tenía conexiones con el mundo exterior, se auto sustentaban, con sus cosechas, y no carecían de hambre.

Y lejos de allí, se encontraba una mazmorra, que rara vez se encuentra uno.

Una mazmorra, dónde nacen vários monstruo, infinitamente, pero por un largo periodo de tiempo, y era por eso que no se preocupaban mucho.

El jefe de pueblo, quien los acogió, les dió una casa, que se ubicaba arriba en pueblo, estaba un poco maltratada, pero nada que no se pudiera arreglar.

Poniendo manos a la obra, Bell y Aiz comenzaron a reconstruir la casa, y después de unos días ya la casa estaba lista.

Las semanas pasaron y Bell y Aiz bajaban a pueblo para conocer a las personas, y relacionarse más. Más por Bell, quien solo se mantenía callado ya que no sabía cómo actuar.

Pero poco a poco fue ayudando al pueblo en varias tareas, y como pago le daban varias canastas de comidas, que ellos aceptaban alegremente.

Pasaron los meses, y ellos vivían una vida tranquila y llena de armonía.

La guerra que había durado durante mucho tiempo, había llegado a su fin.

El rey Demonio se vio obligado a retirar sus tropas, y eso contaron como una victoria de la humanidad y de los Dioses.

Y como recompensa, organizaron una gran banquete para todo el mundo, que se celebro durante 4 días y 5 noches.

Los años siguieron, y Bell y Aiz, tuvieron un linda vida, teniendo a su hija e hijo.

La pequeña se llamaba Lenna y el el pequeño Tristán.

Y así la vida de estos personajes, que comenzaron como enemigos y terminaron como pareja, vivieron felices por todo la eternidad.

Fin.

Cerrando el libro- que les pareció el cuento niños?- preguntó un joven de cabellos blancos y ojos rojos.

- me gustó bastante el final! - dijo emocionada una pequeña elfa, que se llamaba Roux.

- me alegró mucho que tuviera un final feliz- dijo con alegría una pequeña Chienthrope, llamada Fina.

- A mi solo me encantó, cuando peleó con los Dioses y también si final- dijo un pequeño humano llamado Rye.

Estos tres niños, pertenecen a un pequeño orfanato, dónde viven con la hermana María, quien es la dueña y una madre para ellos.

Mientras tanto, el que les estaba contando en cuento, fue nada más que Bell, quien se estaba quedando en el orfanato al no tener a dónde ir.

- Bell, ya deja de contarles esos tipos de cuentos, se harán una loca idea. Además no tienes porque hacer wsto- dijo la hermana María.

- jeje, lo siento, no era esa mi intención.- dijo Bell rascándose la nuca- además, quiero hacer al menos esto, para ayudarte a cuidar a los niños y de alguna manera pagarte por haberme ayudado.

- no te preocupes, necesitabas ayuda y yo te la di. No hay nada que pagar- diko María.

- aunque digas eso, te pagaré de alguna manera- dijo Bell tercamente.

- hay, si que eres alguien terco- dijo María.

- jeje, verdad- dijo Bell .

- buenos niños, ya es hora de ir a dormir, ya es tarde- dijo María hacia los niños.

- no!, Queremos escuchar más del cuento- dijo Roux.

- si!, Queremos saber que más pasa!- dijo fina.

- no!, Ya es tarde, es hora de que vayan a dormir- dijo María seriamente.

Pero los niños tercamente, no quería. Hacer caso.

- niños, hagan caso a la hermana María, mañana los puedo contar más de ésto, pero si no hacen caso, no volveré a contarles nada, está bien?- dijo Bell.

- eso no es justo- dijeron los niños.

- si no hacen caso, los demonios vendrán y se los llevarán! Buu!!

Saltando y gritando rápidamente fueron a sus respectivas camas cubriendose todo el cuerpo y a dormir.

- gracias por ayudarme, bell- dijo María.

- no te preocupes- dijo Bell.

- además, donde conseguiste ese cuento?, no recuerdo haberlo escuchado en algún lugar- preguntó María

- ah esto- señalando el libro- es un cuento muy viejo, no hay muchos con este- dijo Bell.

- ya me lo imaginaba, demonios y cosas haci, una buena imaginación tuvo el que escribo el cuento- dijo María.

- verdad que si- respondió Bell.

- bueno, me voy a dormir, y tú también bell- dijo María antes de ir a su cuarto.

- buenas noches María- dijo Bell.

Bell quien salió y se subió al techo, solo se quedó mirando la luna y su libro.

- solo un cuentos de hadas....- dijo en un murmullo que el viento se los llevó..






Fin del capítulo 1.


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