Jeno estaba muy emocionado porque su papi YoonOh estaba viviendo con ellos. Deseaba que XiaoJun estuviera ahí para verlo y para disfrutar como él lo estaba haciendo.
Terminó su desayuno y se recargó en la isla, mirando como YoonOh empaquetaba su almuerzo.
—¿Jun va a regresar hoy? —preguntó tensando a YoonOh—. Mañana es mi cumpleaños—musitó con un tono triste.
—Eh... —tragó saliva—. No lo sé—torció la boca.
—Si no regresa, no quiero mi fiesta—se cruzó de brazos e hizo un gran puchero.
—Hablaré con papi de eso, ¿de acuerdo? —el pequeño asintió aún con su boca hecha un mohín—. Anda, ve a buscar tus cosas o se nos hará tarde de nuevo—rio.
Jeno asintió y salió de la cocina, pero en ese preciso momento el timbre resonó por toda la casa y corrió hacia la puerta para abrir. En cuanto abrió, dio un paso hacia atrás intimidado por la gran figura frente a él.
—Hola—saludó el hombre con una sonrisa—. ¿Está tu papá?
—¡Papi! —gritó con todas sus fuerzas—. ¡Hay un extraño en la puerta!
YoonOh llegó corriendo y tomó los hombros de Jeno para alejarlo de la puerta, pero sonrió en cuanto vio de quien se trataba.
—Hola, EunWoo.
—Hola, ¿podemos hablar sobre...? —miró cuidadosamente al pequeño.
—Y-yo, eh... Jeno, sube por tus cosas—el pequeño asintió mirando de reojo al hombre extraño y desapareció por las escaleras—. ¿Alguna novedad?
—Fuimos al bar de Kang BaekHo y nos dijo que JongHyun dejó de trabajar para él desde hace un par de meses. Hace unos días lo llamó y Kang nos dijo que solo preguntó cómo estaba—suspiró y YoonOh lo imitó—. De verdad estamos haciendo todo lo posible por encontrarlo.
—Gracias—hizo una mueca.
—Sé que no es el momento, pero le conté a MinGyu y a JungKook que nos encontramos y quieren que salgamos algún día, así que en cuanto resuelva esto, salgamos—esbozó una sonrisa.
—Me encantaría—asintió con una pequeña sonrisa.
—Genial. Nos vemos después.
—Hasta luego.
TaeYong se miró en el espejo y suspiró. Había bajado de peso considerablemente en un par de días y las ojeras se habían apoderado de su rostro.
Terminó de secar su cabello y salió de su habitación con intención de bajar a despedir a su novio y a su hijo, encontrándose con el pequeño en el pasillo.
—Papi está abajo con un hombre muy guapo—hizo un puchero.
—¿Y es más guapo que yo? —el menor negó con una sonrisa—. Entonces no hay de que preocuparnos—rió y acarició su cabello—. No olvides tu lapicera, mi amor—el pequeño asintió repetidamente con la cabeza y él bajó a ver al hombre guapo con quién hablaba su novio.
Cuando se acercó a la puerta, pudo escuchar como YoonOh y el hombre platicaban muy animadamente.
—Salgamos algún día—escuchó al atractivo chico y no pudo evitar sentir celos—, así que en cuanto resuelva esto, salgamos—se sintió peor cuando escuchó a su novio decir que le encantaría.
Esperó a escuchar como se despedían y fingió pasar casualmente por ahí. Vio como YoonOh cerraba la puerta y se giraba con una sonrisa.
—Hola—se acercó a él para besarlo, pero TaeYong se giró un poco, haciendo que el beso fuera a su mejilla.
—¿Quién era? —preguntó alejándose.
—EunWoo.
—¿El oficial EunWoo? —arqueó su ceja y YoonOh asintió—. ¿Y vino a...? —no quería creer que solo había ido a invitar a salir al castaño.
—Fue al bar de BaekHo, pero no consiguió nada.
—Voy a pedir que le den el caso a alguien más.
—Tienes que ser paciente—musitó y solo se ganó una mirada asesina por parte de su novio—. Ya me voy a dejar a Jeno a la escuela—besó su mejilla y corrió hacia las escaleras para llamar al pequeño—. ¡Corre, se nos hará tarde! —"O papi me va a matar".
Jeno bajó corriendo cargando su mochila en la espalda, se acercó a su papi YoonOh y tomó su mano para caminar hasta donde estaba su papi TaeYong.
YoonOh le dio sus llaves a Jeno y mientras él corría al auto, él intentaba despedirse de su novio.
—Ahora vuelvo—posó una mano en su cintura y de nuevo, su beso fue rechazado, así que suspiró y se dió la media vuelta para salir de la casa.
Al llegar a la escuela, se bajó del auto para despedir al pequeño en la entrada y en cuánto vio al niño alejarse, hizo ademán de volver a su auto, pero fue detenido por tres personitas.
—Ho-hola, señor YoonOh—saludó Yuqi con un leve sonrojo—. Dery, Xuxi y yo queríamos ir a visitar a Jun, ¿podemos?
—Jun tiene algo muy contagioso y sería peligroso que fueran a verlo—torció una sonrisa—. En cuanto se recupere, le diré que los llame para que vayan, ¿sí? —los pequeños asintieron y se despidieron de él para entrar a la escuela justo antes de que cerraran las puertas.
—¡YoonOh! —YiXing llegó corriendo, pero en lugar de detenerse frente a él, siguió hasta la puerta para literalmente arrojar a su hijo entre el reducido espacio que había quedado. Suspiró más tranquilo y volvió con el joven—. Hubieras visto a MinSeok cuando salí de casa. Me miraba como si quisiera matarme.
—Lo entiendo—rió recordando la mirada de su novio.
—Háblame de "tú", por favor—le sonrió y el de hoyuelos asintió—. ¿Problemas con TaeYong?
—Demasiados—bufó—. Está muy irritable por lo de XiaoJun, además Jeno no deja de preguntar por él y eso lo pone peor.
YiXing torció una sonrisa y suspiró.
—¿Quieres ir por un café? —preguntó con un tono suave y el menor asintió.
Cada uno subió a su auto y fueron a una cafetería cercana. Se sentaron en una pequeña mesa para dos y pidieron un simple café, aunque YoonOh lo pidió bien cargado.
—Volviendo a la charla que tuvimos en la escuela, estoy seguro de que estás haciendo lo mejor que puedes, pero aunque sea difícil, trata de tenerle muchísima paciencia a TaeYong. Yo me vuelvo loco cuando Renjun enferma, ni siquiera me puedo imaginar que sería perderlo.
—Le tengo paciencia, pero siento que todo lo que hago y digo está mal—suspiró y le dio un buen sorbo a su bebida.
Luego de que YiXing le diera un par de consejos de paternidad y de como lidiar con novios furiosos, se despidieron y YoonOh volvió a casa luego de parar en una tienda para comprar algo que le faltaba para la comida de esa tarde.
En cuanto entró, el olor a pino inundó sus fosas nasales. Se adentró un poco más a la casa y vio como TaeYong limpiaba el piso de la sala.
—Ya llegué, amor—dijo cuidadosamente y caminó sigilosamente rodeando al mayor, quien no le había prestado atención desde que entró a la sala—. ¿TaeYong? —se puso de cuclillas frente a él.
—¿Estabas con tu amigo EunWoo?
—No, amor. YiXing me invitó a tomar un café y luego fui por salsa de soya—levantó la botella que había guardado en su abrigo—. ¿Ya desayunaste? —el mayor negó diciendo que no tenía hambre—. TaeYong, por favor—acarició su mano, la cual estaba reseca a causa de los productos de limpieza que había estado usando en exceso esos días intentando no pensar en que JongHyun podría estarle haciendo daño a su pequeño—. Vamos a comer, ¿sí?
TaeYong se levantó de mala gana y siguió al menor hasta la cocina, en donde preparó huevos fritos para ambos. YoonOh los comió gustoso, mientras veía como su novio solo jugaba con la comida.
—En la mañana Jeno me dijo que no quería su fiesta si Jun no estaba—musitó limpiando su boca con una servilleta—. No quise cancelar antes de decírtelo.
TaeYong suspiró y comenzó a sobar su cabeza con ambas manos.
—Llamaré a los padres de sus amigos para decirles que no habrá fiesta—se levantó y caminó hacia la salida, siendo seguido por el menor.
—¿A dónde vas?
—¿A tomar aire? —dijo con un hilo de voz—. Esto me está superando, YoonOh—sollozó y cubrió su rostro.
—Yo sé que tú puedes—lo atrajo hacia él y lo abrazó con fuerza—. No te puedo atar, así que ve a donde quieras, pero por favor ve con cuidado y si te sientes mal, llámame.
Cuando TaeYong subió a su auto, de verdad no sabía a donde quería ir, así que él mismo se sorprendió cuando condujo más de una hora hasta llegar a "Dejavu", el bar de BaekHo.
Entró al lugar con pasos torpes y de inmediato vio a un TaeYong joven paseándose por ahí. Vestido con un pantalón de cuero en color negro, un croptop del mismo color, su cabello en un rojo intenso y una cadena plateada que adornaba su cintura y hacía contraste con las cadenas de sus botas.
—¿TaeYong?
En ese preciso momento, también pudo ver a un BaekHo joven, usando pantalón negro, camisa abierta para mostrar su pecho firme y adornado con un par de tatuajes que se extendían hasta su cuello, el aro color plata atravesando su ceja y su mirada intimidante.
—Hola—trató de sonreír.
—Lamento mucho lo que JongHyun hizo—mordió su labio—. Cuando dejó de venir a verme debí suponer que algo andaba mal y tuve que haberlo reportado al hospital.
—¿Hospital?
—El hospital psiquiátrico—frunció el ceño—. ¿No lo sabías? —el pelinegro negó—. Hablemos en mi oficina... Adelantate, tengo que hablar con uno de mis meseros.
TaeYong asintió y caminó hasta allá recordando el camino de memoria. Entró al lugar y no pudo evitar sentir escalofríos al ver el sofá en donde JongHyun y él pasaban el tiempo juntos besándose, teniendo sexo e incluso jurándose amor eterno.
—Ponte cómodo, por favor—BaekHo apareció detrás de él y TaeYong tomó asiento frente al escritorio—. Cuando terminaste con él definitivamente...
No pudo evitar sentirse tan estúpido al recordar que "terminaron" cuatro veces antes de la definitiva, y esa fue cuando golpeó a XiaoJun.
—Estaba muy mal y supuse que se le pasaría porque era una simple ruptura—se encogió de hombros—, pero solo empeoraba. Conoció a un chico llamado MinHyun y él le recomendó ir a terapia, pero el psicólogo creyó conveniente canalizarlo con un psiquiatra y así fue cuando comenzó a medicarse. MinHyun lo apoyaba demasiado, pero un día, simplemente desapareció y JongHyun estaba tan mal que tuvieron que internarlo en un hospital psiquiátrico.
TaeYong tenía ganas de vomitar.
—Lo dieron de alta a finales de octubre, pero no regresó a trabajar aquí. El doctor que lo atendió, me dijo que JongHyun les contaba que me tenía mucha confianza, así que me pidieron que si notaba algo raro, los llamara.
—¿Y nunca lo notaste? ¿No te contaba que iba a vigilarme?
El chico fornido negó con una mueca.
—Cuando hablábamos solo me decía que le estaba yendo bien en su trabajo.
—¿Se lo mencionaste a la policía? —el chico asintió—. ¿Podrías invitarme un trago? —comenzó a sobar su pecho y BaekHo asintió, dejándolo solo.
YoonOh <3
¿Estás bien?
Estoy bien.
Nos vemos en la cena.
—Espero que te siga gustando el vodka—BaekHo le dio un pequeño vaso a medio llenar.
—¿Podrías llamarlo? —preguntó mientras sostenía la bebida entre sus temblorosas manos—. Por favor.
BaekHo lo dudó, pero asintió y sacó su móvil para buscar su número, pero se detuvo justo antes de dar click en "llamar".
—¿Exactamente para qué quieres que lo llame?
—Porque lo conozco y sé que si le preguntas como está e insistes, se quebrará y confesará lo que hizo o incluso puede llegar a decir en donde está.
BaekHo asintió y sin pensarlo más, lo llamó.
—Hey, ¿cómo va todo? —saludó tranquilo.
—Bien. ¿A qué se debe tu llamada? Hablamos hace poco—rió.
—Sí, lo sé, pero hoy renunció uno de mis meseros y quería saber si estabas disponible para venirme a ayudar mientras consigo otro chico.
—Sabes que ya tengo un empleo.
—Lo sé, aunque no sé cual es.
—Restaurante de comida rápida.
—Oh, eso es genial. Espero que sigas bien y ya sabes que puedes acudir a mí si te pasa cualquier cosa.
—Sí, gracias... —hizo una breve pausa—. BaekHo.
—¿Sí?
—¿Tú crees que soy una buena persona?
TaeYong señaló el móvil emocionado como si supiera lo que venía.
—Claro, ¿por qué lo preguntas?
—Es que no lo soy—musitó con un tono triste.
—¿Por qué lo dices?
—¿Recuerdas a TaeYong? —el musculoso asintió—. Hice algo malo.
—¿Qué hiciste?
—En mi mente se veía genial. N-no sé porque lo hice.
—Hayas hecho lo que hayas hecho, déjame ayudarte, por favor.
—Ya tengo ayuda.
—Pero yo te puedo ayudar a salir de esto.
—¿Me vas a encerrar de nuevo?
—No, podemos buscar a MinHyun.
—MinHyun ya no va a volver.
—Por favor, JongHyun, dime en dónde estás e iré para ayudarte.
Ambos escucharon como tiraban una llaves en una superficie de vidrio.
—Y-yo me tengo que ir—y antes de que BaekHo pudiera decir algo más, colgó la llamada.
TaeYong bebió de un trago el vodka y se despidió de BaekHo con un gran "gracias" para volver a casa.
Encendió la radio y dejó cualquier estación, ya que realmente no le estaba prestando atención a la música. Paró en el supermercado y compró lo necesario para el pastel de Jeno. Sabía que su hijo no quería su fiesta si Jun no estaba con él, pero no quería que su cumpleaños pasara desapercibido.
Mientras se paseaba por los pasillos del supermercado buscando lo necesario para el pastel, no pudo evitar pensar en la relación que tuvo con JongHyun. Era todo tan dañino y ahora teniendo a YoonOh a su lado, no tenía ni punto de comparación y tal vez esa era la razón por la cual no sabía cómo tomar todas las cosas buenas que el menor le daba.
Comenzó a enlistar las cosas que YoonOh había hecho por él en esos días y se sintió tan idiota por corresponderle de manera hostil. Le preparaba el desayuno, llevaba a Jeno a la escuela, preparaba la comida, iba por el pequeño a la escuela, lo ayudaba a hacer su tarea, jugaba con él, preparaba la cena, lo llevaba a dormir y le contaba un cuento. Todo eso y aún tenía tiempo para trabajar desde su computadora.
¿Y tú qué carajos estás haciendo? Se preguntó a sí mismo y pensó en que tal vez estaba siendo un poco egoísta.
Se salió de la fila para la caja registradora y volvió a pasearse por el lugar hasta encontrar algo que lo ayudara a recompensar a YoonOh.
Entró a casa y vio a YoonOh y a Jeno dormidos en el sofá. El mayor estaba sentado con la cabeza tirada hacia atrás y la boca levemente abierta; con su mano cubría los hombros de Jeno, quien estaba ocupando su pierna como almohada y estaba babeandola como tal.
Decidió tomar un par de fotos e ir a la cocina para guardar las cosas que compró y comenzar a preparar la cena.
—Hola—YoonOh lo saludó con la voz algo ronca—. ¿A qué hora llegaste? —se recargó en la isla.
TaeYong bajó la flama de la estufa y se acercó a su novio.
—No tiene mucho—se colgó de su cuello tomándolo por sorpresa y besó sus labios—. Creo que no te he agradecido por todo lo que has hecho—musitó avergonzado y escondió su rostro en el cuello del menor.
—No tienes que hacerlo—acarició desde su cabello hasta la mitad de su espalda y lo besó muy cerca de su oreja—. ¿Te ayudo a preparar la cena?
—No, gracias—se alejó sin soltar su agarre—. Ya hiciste demasiado por mí, así que me toca recompensarte—depositó un beso en su mejilla y sonrió.
—Gracias—susurró.
—¿Me puedes ayudar más tarde a preparar el pastel de Jeno, por favor?
YoonOh no entendía su cambio de humor, pero decidió no preguntar y asintió con una sonrisa antes de besar al mayor dulcemente.
—¿Papi? —ambos se separaron y respondieron al mismo tiempo—. Tengo hambre—talló su ojito y bostezó.
—Papi ya está preparando la cena—YoonOh soltó la cintura de su novio y extendió sus brazos para que Jeno subiera a ellos.
TaeYong terminó de cocinar y luego de servir los platos, se sentó al otro lado de Jeno.
—Mi amor, YoonOh ya me dijo que no quieres una fiesta, pero ¿tampoco quieres ir a comer a algún lugar? —TaeYong preguntó acariciando la melena de su hijo.
—Cuando vuelva Jun—sonrió en dirección a él y siguió comiendo tranquilamente.
Terminaron su cena en un ameno silencio y Jeno se despidió de ambos para subir a recostarse y esperar a que YoonOh le contara su cuento.
—Hola, mi amor—el pelinegro entró a la habitación de sus hijos y se sentó en la orilla de la cama del menor—. YoonOh se quedó limpiando abajo, pero si quieres le digo que suba para contarte tu cuento... —Jeno negó con la cabeza y se acomodó bien en su almohada para comenzar a oír la historia que su papi le tenía.
Luego de contarle una historia de princesas y dragones llena de clichés, el pequeño se quedó plácidamente dormido, así que lo arropó y bajó a la cocina, en dónde su novio ya estaba esperándolo con todos los ingredientes sobre la isla.
Prepararon la mezcla con calma, mientras soltaban alguno que otro comentario acerca de los ingredientes. Al terminar, TaeYong tomó un poco con una cuchara y la llevó a su boca para probarla. Sonrió ampliamente y le invitó un poco al castaño.
YoonOh sonrió de igual manera y se acercó al mayor para limpiar el chocolate de sus labios con un casto beso.
—Sabe muy bien—lamió sus labios y vertió la mezcla en un par de moldes.
Esperaron a que terminaran de hornearse para sacarlos y dejarlos sobre la isla para que se enfriaran. Luego de limpiar todo el desastre, subieron a la habitación.
YoonOh salió del baño con su pijama puesta y se sorprendió al ver un par de velas encendidas sobre la mesita de noche.
—Quítate la playera y recuéstate boca abajo—pidió con un sonrojo enorme.
—¿Ah? —inclinó su cabeza a causa de la confusión.
—Compré un aceite de lavanda—levantó la botellita—. Leí que es buena para relajarse y me gustaría darte una masaje con ella, p-pero si no quieres...
YoonOh asintió con una sonrisa y se deshizo de su camisa sin pena alguna. Se recostó y miró de reojo a su novio, esperando a que se acercara.
TaeYong tragó saliva con dificultad. ¿En qué estaba pensando cuando lo propuso? Suspiró y vertió un poco sobre la columna del menor. Llevó una de sus manos a su cuerpo desnudo y comenzó a esparcir el líquido por toda su espalda. Siguió acariciando su piel y se concentró en los hombros, ya que se sentía la tensión acumulada.
No pasó mucho tiempo cuando escuchó como la respiración del menor se hacía más pesada. Se cercioró de que ya estuviera dormido y lo cubrió con la frazada para luego recostarse a su lado.
A la mañana siguiente, despertó cuando sonó su alarma y bajó para decorar el pastel. Estaba batiendo el glaseado cuando sintió las manos del castaño rodeando su abdomen.
—Dormí muy bien gracias a tu masaje—besó su mejilla. TaeYong sonrió avergonzado y terminó de preparar el glaseado con su ayuda.
Terminaron de montar y decorar el pastel, y subieron a la habitación del menor para despertarlo con la canción de "feliz cumpleaños".
Jeno despertó con una sonrisa y se incorporó en su cama. Comenzó a buscar a su hermano con la mirada y su sonrisa desapareció cuando no lo encontró por ningún lado. Él de verdad creía que su hermano lo sorprendería llegando el día de su cumpleaños.
—Pide un deseo, mi amor—TaeYong acercó más el pastel a él y Jeno hizo un puchero antes de soplar la velita.
—¿Qué deseaste? —preguntó YoonOh y deseó no haberlo hecho.
—Que Jun me vuelva a querer.
—Pero Jun no te ha dejado de querer—TaeYong se sentó frente a él.
—¿Entonces por qué se fue antes de mi cumpleaños?
—Jun no se fue adrede, mi amor—YoonOh se hincó frente a ambos y al mayor le sorprendió oír como llamaba a Jeno—. Se fue por otras razones, pero va a volver pronto y estoy seguro que no se separará de ti.
—¿De verdad, papi? —el mayor asintió y él lo imitó con una pequeña sonrisa.
Estaban hablando sobre lo que le prepararían para el desayuno, pero el timbre los interrumpió. YoonOh bajó a abrir la puerta y no esperó ver a EunWoo con un grupo de hombres detrás.
—Kang me llamó—hizo un gesto para que YoonOh lo invitara a pasar y siguió en cuanto estuvo adentro—. Me dijo que conociendo a JongHyun, podría llamar hoy al señor Lee, así que estaremos al pendiente de cualquier llamada o movimiento.
YoonOh suspiró y asintió dejando que todo su equipo se pusiera cómodo en la sala. Subió a la habitación y llamó a TaeYong para explicarle lo que pasaba.
—¿Qué le diré a Jeno? —susurró histérico—. Es su cumpleaños y apenas se estaba animando—suspiró.
—Papá descansó hoy—se encogió de hombros—. Podría llevarlo a casa y sé que papá podría distraerlo para que no pregunte por nosotros.
Sonaba como una locura, pero era una locura necesaria, así que TaeYong asintió.
—Le diré a Jeno.
—Llamaré a papá.
YoonOh se quedó en el pasillo para llamar a su padre, mientras que TaeYong trataba de convencer a su hijo de que se fuera con los Jung. Cuando el castaño entró a la habitación, encontró a Jeno escondido bajo las cobijas.
—No quiere ir—suspiró y dejó caer sus brazos a su lado, como si estuviera haciendo berrinche.
—Jeno—lo llamó dulcemente—. ¿No quieres ir a mi casa? —el menor negó aún debajo de las cobijas—. SooJung noona me dijo que tenía muchas ganas de dibujar contigo y mi papá te preparará algo muy rico para comer.
—¿Y SungChan hyung? —preguntó bajito descubriendo un poco su rostro.
—A SungChan le encantará verte ahí y jugar contigo—y no mentía. Para los Jung no era un secreto que SungChan siempre quiso un hermano menor para jugar con él, como YoonOh lo hacía cuando eran pequeños. Tal vez no lo llamaría "hermano", pero se sentiría feliz de influir en la vida de Jeno.
El pequeño se levantó con una sonrisa y le pidió a su papi que le ayudara a empacar algunos juguetes mientras él se vestía.
YoonOh fue a casa a dejar al pequeño y al llegar se llevó una muy grata sorpresa. SooJung había acomodado sobre la mesita de la sala su estuche de colores y un montón de hojas, además de pegamento, tijeras y hasta brillantina de algunos colores, por otra parte, su padre estaba lavando los vegetales que ocuparía para la comida.
Se quedó un rato, ya que YunHo le dijo que había conseguido el contacto de un detective privado y que de ser necesario, él mismo lo pagaría.
—Si le digo a TaeYong, se negará a que lo pagues.
—No se lo digas—se encogió de hombros mientras lo decía con obviedad.
YoonOh asintió con una pequeña sonrisa y se despidió de su padre para volver a casa de su novio.
En cuanto YoonOh llegó y entró a la sala, se ganó la mirada de todos los presentes. Unos lo miraban con indiferencia, pero su novio lo miraba como si fuera lo más preciado en el mundo.
EunWoo lo miraba de la misma manera y eso no pasó desapercibido por TaeYong, así que en cuanto su novio se sentó a su lado, lo saludó con un beso muy cerca de los labios, haciendo que el oficial girara su rostro.
El ambiente se sentía incómodo y hubiera seguido así de no ser porque el móvil de TaeYong comenzó a sonar, alertando a todos.
Al ver que era un número desconocido, sus manos comenzaron a sudar y su ritmo cardíaco se elevó en demasía.
—Responda tranquilo—EunWoo se levantó y se paró frente a TaeYong, ganándose una mirada asesina por parte del mayor, ya que era obvio que iba a responder tranquil.
TaeYong suspiró y con las manos temblorosas tomó su móvil, sintió la mano de su novio sobre su rodilla y respondió la llamada, poniendo el altavoz.
—Hola, lindo. ¿Cómo estás?
—¿Y Jun?
—Que maleducado te has vuelto.
—Estoy bien—respondió luego de bufar—. ¿Cómo está Jun?
—Él está bien. Llamaba para negociar contigo.
Eso definitivamente llamó la atención de todos en la habitación y EunWoo le hizo una seña para que le siguiera la corriente.
—Te escucho.
—Te daré a XiaoJun... solo si tú vienes conmigo.
—¿Qué?
—Si vuelves conmigo, podemos ser felices como antes. Tú y yo solos.
—N-no puedo dejar a mis hijos.
—Puedes dejarlos con el nuevo papá.
—¿Cómo sé qué si me voy contigo cumplirás tu palabra?
—Una persona de mi entera confianza llevará al niño a tu casa en cuanto tú estés conmigo.
TaeYong escuchó algo que lo hizo volver al pasado.
—Piénsalo, cielo— y antes de que TaeYong pudiera decir algo, JongHyun colgó la llamada.
—El arcade—musitó.
—¿Qué dices, amor? —YoonOh preguntó de la misma manera.
—Cu-cuando éramos novios y peleábamos, el desaparecía, pero siempre terminaba yendo a un arcade. Estoy seguro de que está ahí.
EunWoo lo miró con el ceño fruncido, pero asintió y pidió la dirección de lugar. Salió de ahí con sus compañeros, a excepción de un hombre que dejó cuidado de la pareja.
En cuanto llegaron a uno de los barrios más pobres de la ciudad, EunWoo temió por el pequeño, ya que seguramente lo tendrían en condiciones deplorables.
Su equipo y él dieron un recorrido discreto por el arcade, y al no ver a JongHyun por ningún lado, decidieron preguntar al dueño del lugar. El hombre amablemente respondió a todas las preguntas que le hicieron. Al parecer JongHyun iba casi todas las tardes a jugar unos minutos y se iba.
—A veces viene con su novia—EunWoo abrió los ojos de par en par—. Es una chica muy bella.
Luego de que el hombre les dijera cuál era el camino que tomaba habitualmente, salieron del lugar y comenzaron a preguntar en cada comercio o persona que iba pasando por ahí hasta que llegaron a un edificio con muy mala facha.
Buscaron al encargado del lugar y una viejecita se proclamó como tal, así que comenzaron a hacerle algunas preguntas.
—Sí, ese joven ha vivido aquí desde hace un par de meses. De hecho se acaba de ir con su hermana y con su sobrino.
—¿Sobrino?
—Un niño pequeño con cejas tupidas y cabello castaño.
—¿Es este niño? —le mostró la foto que TaeYong le había dado y la mujer asintió—. Carajo—susurró—. ¿Vio hacia donde iban?
—Por allá—señaló—. Iban en el auto de la chica.
EunWoo preguntó más detalles del auto, y en cuanto los tuvieron, preguntó si era posible entrar al departamento que tenían arrendado. La mujer los llevó hasta ahí y luego de abrirles la puerta, los dejó solos. Comenzaron a revisar todo el departamento y no encontraron nada que les indicara a donde habían ido.
En la habitación, la cama estaba desordenada, como si alguien hubiera estado durmiendo ahí; la ropa del pequeño, con la que fue secuestrado, estaba en una esquina, junto a más ropa del mismo tamaño. En la cocina había bolsas de frituras abiertas, comida recién hecha y algunas verduras frescas.
EunWoo se dejó caer en el sofá y soltó un suspiro cargado de frustración. Para él, lo peor de ser policía no era tanto el no resolver los casos, era que tenía que darle respuestas a una familia.
No estaba preparado para volver con el padre del niño y con su amor imposible de la preparatoria para decirles que no había encontrado a XiaoJun.
🌹 🌹
Un capítulo entero sin Xiao bb 😭
La "novia/hermana" sí es quien se imaginan 👁️
Les dije que les hacía caso a mis lectores y pues ahí va el drama con Eunwoo 😳
Creo que hice muy denso el pasado de JongHyun, pero no encuentro otra razón para la sarta de cosas que ha hecho ¯\_ಠ_ಠ_/¯
Nos estamos leyendo uwu