"Dentro de las olas agitadas hay silencio. Te convertiste en una estrella hermosa, floreciendo y susurrando desde lejos, luz estelar."
-Starlight
(N.FLYING)
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Jungkook no pudo evitar sentirse un poco sorprendido cuando Taehyung decidió iniciar una conversación con él. En la última semana este había dejado bastante claro el hecho de que no le gustaba ni un poco compartir espacio con su lobo después de haberle rebatido algunas cosas sobre el concepto que los habitantes de la zona norte tenían del sur. Así que verlo allí era un hecho del todo inesperado.
Ellos dos no se llevaban bien porque sus maneras de pensar eran completamente contrarias, pero se respetaban. O al menos lo intentaban cada vez que se sentaban a la mesa para disfrutar de los deliciosos platos que el señor Kim preparaba. Nunca habían logrado tener una conversación completa sin terminar discutiendo, por lo que en algún momento los dos tomaron la decisión de evitarse, aquello era mucho mejor que golpearse del modo en el que otros lobos lo hacían.
Sus manadas tenían mucho que aprender, todos allí necesitaban que la unión entre Yook Sungjae y Jeon Joy funcionase porque sabían de sobra que de lo contrario podrían tener que enfrentarse a más años de territorios enfrentados y fronteras vigiladas. Así que como futuro guardián, Jungkook no estaba dispuesto a caer en la absurda rutina de rebatir cada una de las frases del hijo de su entrenador a pesar de que a menudo sentía ganas de hacerlo. El señor Kim era un lobo tranquilo, con gran cantidad de conocimientos sobre ambas partes de la montaña y muchos años de experiencia a su espalda como guardián altiorem. Así que sin importar el hecho de que este fuese un delta, Kook estaba comenzando a respetarlo. Y ese respeto implicaba no discutir con su hijo. Tenía que respetar a la familia de Namjoon para poder seguir aprendiendo de este.
-¿Ocurre algo? - el alfa Jeon apuró su bebida para poner toda su atención sobre Taehyung y el omega que lo acompañaba. Estaba bebiendo una de esas infusiones de frutas del bosque que el señor Kim preparaba y servía con mucho hielo para refrescar su sensación termica tras horas de entrenamiento continuado.
-Nada en especial. - pero la mirada de Taehyung demostraba que había algo muy parecido a los nervios asomándose a sus ojos. Él también era consciente de que hablar con Jungkook podría terminar en una discusión innecesaria, ambos se ignoraban mutuamente para evitar problemas pero ahí estaba ahora. A punto de pedirle que les indicase cómo llegar hasta la playa de un territorio que había dicho odiar al menos una veintena de veces en frente de ese alfa Jeon con delirios de grandeza. - Jimin y yo nos sentimos como si estuviéramos atrapados en un horno, no estamos acostumbrados a este tipo de temperaturas porque incluso si en el norte los veranos son calurosos, solemos dejar que nuestros lobos pasen el día en las aguas del lago o las charcas del río que divide los territorios. Ahora que el sol está en lo alto, nuestro lago parece quedar demasiado lejos. No hemos dejado de sudar en todo el día, es… Necesitamos un poco de frescor hasta que podamos adaptarnos a este clima. Nuestros lobos se sienten agotados.
Le tomó unos segundos entender a lo que el lobo Kim se refería. Había notado el detalle de que su cabaña parecía estar repleta de ventiladores y objetos destinados a enfriar la temperatura del ambiente, como la infusión cargada de hielo que él mismo se encontraba bebiendo en ese instante. Y ahora que observaba con atención a los dos lobos norteños ante él, también podía percibir el modo en el que las mejillas de estos estaban perladas de un tono rojizo.
Como un lobo del sur, para él los veranos contemplaban temperaturas que a menudo superaban los treinta grados pero sabía que la zona más norte de la montaña no se sobrepasaba a menudo esa cifra. Mientras que la frontera mantenía un clima similar, las partes más lejanas contemplaban situaciones diferentes por su lejanía y situación geográfica. La montaña era realmente grande, sus bosques inmensos y el territorio cambiante en multitud de aspectos.
-¿Es tan grande la diferencia de temperatura entre norte y sur? - preguntó con curiosidad. Conocía la respuesta, pero el termómetro de la cocina de los Kim no marcaba más de treinta y dos grados, si bien se trataba de una cifra superior a la que los lobos norteños estaban acostumbrados, no era demasiado. Estos podrían estar bien con un poco de aire fresco y sí, tal vez con un agradable baño en las aguas limpias de la playa en la que desembocaba el río que dividía sus montañas.
Lo complicado de ese día era el notable bochorno del ambiente, Jungkook sabía que probablemente una tormenta se acercase y desprendería lluvias al final de la semana según las predicciones meteorologicas. Eso significaba que incluso en la sombra, podía sentirse el calor que precedía las próximas lluvias de verano.
-De unos cinco grados. Taehyung y yo siempre hemos residido en la parte más norte de la montaña, por lo que realmente no superamos los treinta a excepción de olas de calor ocasionales. Nuestras casas estaban cerca del lago Crystallo, por lo que la temperatura ni siquiera se percibía con tanta intensidad como aquí. La brisa y las aguas creaban una sensación de frescor que aquí no hay. - contestó el omega. - No solemos pasar mucho tiempo fuera del agua en verano, así que ese puede ser un elemento de peso para que los dos nos sintamos agobiados.
-Y precisamente por eso queremos saber cómo llegar a la playa de la manada Jeon. He escuchado que es un sitio libre de cazadores en su gran parte y humanos curiosos, así que suena como un buen lugar en el que relajarse sin necesidad de recorrer gran parte de la montaña. Solo podemos llegar al lago a pie, sin embargo dicen que es posible alcanzar la playa en coche. - Taehyung jugueteó levemente con sus manos, se sentía un poco hipócrita al pedir aquella información después de haberse pasado varios días criticando la fealdad del territorio sur de la montaña. - Solo necesitamos la dirección y algunas indicaciones sobre cómo llegar. Nos encargaremos de conseguir transporte.
Jungkook sonrió. Bueno, esa podía ser una buena oportunidad para presumir de las zonas bonitas de su territorio ante dos lobos norteños que parecían convencidos de que el sur no tenía absolutamente nada que ofrecerles en cuanto a la naturaleza se refería. También podría suponer una buena forma de comenzar a limar asperezas con el hijo de su entrenador.
-Os llevaré, la playa no está demasiado lejos del campamento pero sería adecuado que alguien os enseñe las mejores zonas. El arenal es enorme y no todas las partes se encuentran libres de… humanos curiosos. - aclaró. - Como lobos llevamos siglos tratando de alejar a las personas de nuestros territorios y funciona bien con quienes han vivido siempre cerca de nuestras montañas, muchos creen que son zonas malditas y repletas de depredadores… Pero los turistas… A ellos les gusta curiosear, y no es peligroso cuando alguno cree que solo está viendo algunos lobos disfrutar de un merecido baño debido a las altas temperaturas. - Jungkook se levantó del sofá en el que había estado leyendo algunos de los apuntes que el señor Kim le había dado. - Sí lo es cuando entre esos turistas hay curiosos o idiotas que disfrutan dañando a los animales. Así que debo avisar, no podreis dejar salir a vuestros lobos si no revisamos bien las zonas que rodean la playa.
Taehyung sintió la tentación de recordarle a Jeon que los que siempre lastimaban a los animales sin sentido alguno eran de hecho los lobos del sur, si no lo hicieran no se habrían visto obligados a tener que forjar una alianza con aquellos que habían considerado enemigos durante al menos un par de siglos.
Sin embargo decidió mantenerse en silencio, su lobo necesitaba huir de las altas temperaturas de verano que lo estaba haciendo sentirse asfixiado en su propia piel. Además, no era tan extraño tener un poco de curiosidad acerca de los lugares que Jeon Jungkook consideraba bonitos en un territorio que actualmente tenía más ceniza que tierra en cada una de las partes que sus ojos habían captado.
-Bien. - Jimin fue el primero en hablar, su mirada repleta de ilusión. - Revisaremos lo que quieras pero realmente necesito un buen baño de agua fresca. Vamos a cambiarnos Tae.
Antes de que Taehyung pudiera agradecerle al lobo sureño, su mejor amigo ya estaba tirando de su mano para animarlo a subir a la habitación.
-¡Delante de la residencia Jeon en media hora! - gritó Jungkook, observando al par de amigos correr hacia las escaleras de la cabaña.
-¿Puedo saber a dónde pretende ir mi hijo?
Jungkook se congeló por un instante en el medio del pasillo de su casa con la mano sujetando uno de los extremos de su mochila, su padre se encontraba cómodamente sentado en el sillón del salón. Sostenía algunos papeles entre las manos y lo observaba por encima de las gafas de cristal.
-Iré a la playa, hace buen tiempo y tengo algunas horas libres antes de tener que regresar al entrenamiento. - mencionó, sentía cierta inseguridad acerca de hacerle saber a su progenitor que llevaría hasta el gran arenal de su territorio a dos lobos norteños. El omega no supondría gran problema, pero definitivamente no sería correcto que él se mostrase amigable con un delta después de todos esos años en los que su familia había tratado de convencer a su clan acerca de lo incorrecto y antinatural que era que dos alfas decidieran mantener una relación amorosa. - ¿Me necesita en casa para algo, padre?
Su progenitor se encogió de hombros, quitándole importancia a lo que sea que los papeles entre sus manos contenían en forma de palabras. A pesar de no haber accedido al poder como líder, su padre continuaba siendo un Jeon debido a su matrimonio con una omega que era descendiente directa de varias generaciones de líderes y eso implicaba que su trabajo siempre tenía cierto nivel de importancia en la manada.
Como un guardián conocido y alabado, este siempre se encargaba de dar su visto bueno o su opinión negativa acerca de las nuevas normas, decisiones u obras que pudieran emprenderse en la manada. No había nada que se aprobase por completo sin que la opinión de su padre fuese puesta sobre la mesa en la asamblea quincenal del consejo de sabios.
-¿Irás solo? - fue su madre quién hizo la pregunta, por supuesto que ella sabía leerlo mucho mejor de lo que jamás podría hacerlo su padre. Esta se había pasado cada día encerrada en esa casa manteniendo en orden hasta la más mínima cosa, al menos desde que él tenía memoria. - ¿Qué pasa con Yugyeom y tus otros amigos? Hace días que no pasan por casa.
Jungkook se relamió los labios. Podía mentirle con gran facilidad a su padre, este era un increíble guardián pero nunca le prestaba la suficiente atención como para descubrirlo en medio de una respuesta improvisada. Pero con su madre era diferente, ella tenía su corazón y le resultaba prácticamente imposible mentirle sin que en consecuencia su lobo protestase y su conciencia comenzase a funcionar consiguiendo que se sintiese del todo culpable.
-En realidad llevaré a dos lobos norteños al arenal, uno de ellos es el hijo del señor Kim. Creo que es bueno que empiecen a conocer las partes destacables de nuestro territorio, desde que empecé el entrenamiento con…
-Kim… - su padre pareció masticar con recelo ese apellido, lo cual sin duda logró captar la atención de Jungkook. - Nunca me gustó ese idiota. Dejar el sur para unirse a un asqueroso delta del sur. El maestro que te han adjudicado no es más que un traidor, puede que su hijo también lo sea si ha crecido recibiendo como enseñanzas el tipo de pensamientos que esa familia siempre ha tenido. ¿Es realmente necesario que los lleves a la playa? Deberías darle la dirección y rezar para que algún cazador apunte bien su arma…
-Cariño. - su madre alzó la voz con un leve tono de inseguridad, genuina preocupación asomándose a sus ojos. - Ten cuidado, sabes que algunas de las zonas que rodean la playa son peligrosas en esta época del año. Siempre hay humanos curiosos y como tu propio padre ha mencionado, cazadores. El número de humanos que tratan de cortarle la cabeza a lobos para lucirlos en el salón de sus casas es repugnante. Mantente en la zona segura.
Su padre carraspeó, con el ceño fruncido ante la interrupción de su mujer. Solo en esas ocasiones Jungkook se preguntaba si el sentido de la pirámide de clases que su manada establecía era justo. Él admiraba con su alma entera a su padre, pero no podía dejar de pensar en el detalle de que en realidad aquella que llevaba sangre real en las venas era la misma omega que continuamente era callada por su esposo cuando este se encontraba presente en casa.
-Los humanos son repugnantes en multitud de aspectos. - confirmó su progenitor. - Pero no más que esos sodomitas deltas. Su olor los delata, ¿no lo sabes? Ningún lobo podría mantenerse cuerdo al lado de uno de ellos. Que un omega sea sumiso es bueno, es correcto. - su padre se levantó del sillón y miró a los ojos a Jungkook. - Pero no es correcto que un alfa le ceda su culo a otro alfa para ser follado, un alfa jamás debería mostrar sumisión si no es ante su líder. No quiero que tengas más contacto del necesario con esa familia, los Kim no son ejemplo de nada y no puedo entender en qué estarían pensando tu prima y tu tío cuando decidieron que era buena idea que uno de esos bichos era la mejor opción para enseñar a un Jeon. Por la diosa Luna, tú eres de la realeza y no deberías tener que soportar que un traidor delta pretenda darte lecciones.
Cierto. Cierto. A veces Jungkook se olvidaba de ello pero él continuaba siendo un Jeon y debería ser fiel al legado de su estirpe.
-Lo sé, padre. - Jungkook inclinó levemente la cabeza. - Después del entrenamiento inicial exigiré a Joy que me traslade o elija un mejor maestro para mí. Como ha dicho, un delta no es ejemplo de absolutamente nada.
Jungkook podría hablar con su prima una vez el verano finalizase para pedirle que modificase sus propias decisiones con respecto a quién debía enseñarle lo necesario para graduarse como guardián altiorem. Nadie de su familia debería ser visto recibiendo órdenes o consejos de un lobo que había traicionado a los miembros de su propia manada. Y aunque él no conocía por completo la historia del señor Kim, no la necesitaba si su padre le decía que no era un hombre decente.
Creía en la fuerza de su progenitor como guardián, todos alababan siempre las decisiones de su padre por muy frío que este pudiese llegar a mostrarse. Era un hombre respetado y querido entre los lobos del sur, Jungkook quería eso para sí mismo. Él ansiaba convertirse en un altiorem en el que las personas de su manada pudiesen confiar ciegamente.
A pesar de que Jungkook confiaba en los consejos de su padre, estaba seguro de que el señor Kim no era tan malo como él pensaba. Aún así Namjoon y su familia suponían un conflicto con el que él no quería lidiar, comprendía lo que había querido lograr su prima al juntar a los aprendices de guardianes del sur con los experimentados lobos altiorem del norte. Se trataba de darle a las generaciones futuras una educación diferente de la que habían obtenido durante años. Si los norteños le enseñaban a los sureños con cierta importancia social aquello que suponía la base de sus creencias, sería más sencillo obtener una alianza pacífica en la que la gente se respetase.
Pero él no era como cualquier otro aprendiz de guardián. Su padre lo dijo, Jeon Jungkook formaba parte de la realeza y convivir con una familia delta que portaba la semilla de la traición en su interior, supondría un enorme conflicto con aquellas personas de la manada que respetaban a su familia. Estaba bien para unos meses, incluso podría prolongarlo hasta el final del otoño más allá del verano, pero no sería adecuado para alguien como él quedarse al lado de la familia Kim cuando muchos los definían como traidores. ¿Cuántas críticas podría llegar a obtener el primo directo de la líder si confraternizaba y se dejaba ver con el hijo de un lobo que había dejado el sur para unirse a un delta del norte?
Su manada no aceptaba a los deltas. Mucho menos a los traidores.
-Se hace tarde. - Jungkook sonrió acercándose a su progenitor para envolver su mano en la muñeca de este. - Prometo que me convertiré en un hombre que lo haga sentir orgulloso, padre. No alargaré mi aprendizaje con el señor Kim más allá de lo obligatoriamente necesario.
-Bien. Si no te encargas tú, yo mismo iré a hablar con tu prima para que reflexione acerca de sus decisiones. Sé que mis consejos son de su total agrado.
Jungkook se limitó a asentir antes de separarse de su padre, con una sonrisa alzó la mano para despedirse de su madre y siguió su camino hacia la puerta de la casa. Mientras conducía hacia la residencia de los Jeon que se había convertido en la casa de cada líder a través de los años, se preguntó si quizás Kim Taehyung realmente llevaba en su sangre la naturaleza de la traición.
Jimin y Taehyung habían estado esperando por al menos diez minutos cuando finalmente un amplio coche de color negro se estacionó cerca de la entrada de la residencia Jeon.
No les llevó mucho averiguar qué se trataba de Jungkook. A pesar de que este portaba unas gafas de sol oscuras y ropa mucho más amplia que la que generalmente usaba durante los entrenamientos con su padre Taehyung podía reconocer con facilidad el olor que lo acompañaba. Jeon Jungkook olía a la hierba mojada por la lluvia tras un día caluroso de verano y a las castañas recién asadas del otoño, un aroma tremendamente lleno de naturaleza para un alfa que vivía en un entorno donde esta era destrozada de manera constante. El aspirante a guardián portaba una camisa de tiras anchas de color negro que se abría hasta casi la mitad de sus costados y un simple pantalón corto de baño. El sol estaba en lo alto del cielo e incluso un sureño acostumbrado a los veranos sofocantes parecía sentir la necesidad de mantenerse fresco.
Taehyung no podía culparlo, la temperatura ese día era lo suficientemente alta como para evitar cualquier prenda de ropa innecesaria. Motivo por el cual ansiaba tantísimo dejar que su lobo saliera mientras bufaba al notar el lino de su camiseta blanca humedeciendose por el pegajoso sudor que le recorría la nuca, en la zona por la que su cabello levemente largo se deslizaba.
-Quiero asegurar las zonas más alejadas, hay guardianes en las entradas más peligrosas del arenal pero me gustaría comprobar por mí mismo que no estaremos cerca de algún grupo de cazadores con alto grado de curiosidad por un sitio que ninguna población cercana pisa. Será positivo para vosotros de todos modos, conoceréis la ruta más rápida y aprenderéis a evitar algunas zonas. Los humanos siempre meten la nariz en asuntos que no son de su incumbencia, si ven una señal prohibiendo el paso entonces de algún modo ellos deciden ignorar la advertencia.
Taehyung asintió, alzando sobre su hombro izquierdo la mochila de tela en la que había guardado algo de comer y ropa de recambio. Los lobos del clan Jeon y los humanos no eran demasiado diferentes, los lideres Yook les habían advertido muchas veces que su nivel de explotación los acabaría dejando sin recursos si no reponían nunca aquello que usaban. Y así había sido, porque a pesar de la gran cantidad de advertencias ningún sureño quiso aceptar consejos por parte del clan del norte de la montaña.
-¿Cuánto nos llevará asegurarnos de que no hay ningún cazador? - preguntó, observando como Jimin correteaba hacia el coche de Jeon felizmente. - Puede parecer exagerado pero realmente no soportamos bien esta temperatura.
Sus mejillas fuertemente enrojecidas y el sudor que cubría su flequillo plateado eran un claro ejemplo de que no había rastro de mentira tras sus palabras.
-Veinte minutos como mucho. No tendréis que salir del coche, una de las cosas que se nos enseña desde pequeños en el sur es la delimitación del territorio. Hay zonas seguras y otras no tanto, conocer las partes peligrosas reduce bastante las posibilidades de sufrir un accidente inesperado. Así que será rápido. - Jeon apoyó la cintura contra el capot de su coche y cruzó los brazos alrededor de su pecho mientras miraba al hijo de Kim. - La temperatura seguirá subiendo durante esta semana, es difícil incluso para las personas del sur y las predicciones meteorológicas mencionan que habrá tormentas eléctricas en consecuencia durante el sábado y el domingo. Una ola de calor nunca es sencilla pero… ¿Realmente crees que no podréis aguantar sin ir a la playa cada día? Tengo que entrenar durante la mayor parte de la semana, será necesario que aprendáis a localizar los lugares prohibidos hoy mismo o de lo contrario correreis un grave riesgo. No creo tener tiempo para enseñaros con paciencia, es hoy o el próximo miércoles por la tarde.
Taehyung hizo un sonido frustrado.
-El tópico de que en el norte el tiempo es fresco incluso en verano suele ofendernos, pero en realidad nuestros veranos no se comparan a los del sur. Ahora mismo siento que me derrito, no estoy acostumbrado a esta temperatura y eso supone que necesitaré algo para aliviar la sensación de que me voy a quemar vivo. No me importa si es la playa, el río que pasa por al lado de los bungalows o nuestro lago. Solo quiero sentirme fresco por al menos una hora. -Taehyung avanzó hacia el coche. - Mi lobo memoriza con facilidad, enséñanos bien cuáles son las zonas en las que no deberíamos meter el hocico y no tendremos que requerirte de nuevo para llegar hasta el arenal por nosotros mismos.
Jungkook respondió con el chasquido de su lengua antes de interponerse en el camino del hijo de su entrenador.
-Puedes elegir escucharme o no, pero si quieres mi consejo deberíais esperar hasta que pueda llevaros. - Jungkook abrió la puerta del coche y se metió dentro, el amigo de Taehyung ya se encontraba cómodamente sentado en el asiento de copiloto disfrutando del aire acondicionado que removía su cabello dorado. - No es seguro para dos lobos del norte que acaban de llegar y menos todavía para un del…
-¿Hablas de tu propia gente ahora?
Jungkook solo pudo asentir. Si se trataba de deltas, su gente no estaría feliz de olisquearlos cerca, así que no importaba si Jungkook los acompañaba. Él sencillamente no podría prohibirle a su manada tener una opinión propia acerca de los norteños, por mucho que Joy estuviese trabajando en lograr que las cosas empezasen a cambiar poco a poco.
-Los lobos del sur consideran el arenal como una de las pocas zonas que se mantiene intacta dentro de nuestro territorio. No les gustará ver a lobos del norte allí pero menos todavía si uno de ellos es un delta. - Jungkook no miró a Taehyung mientras hablaba. Sabía que este defendería con fuerza aquello que su familia le había enseñado, del mismo modo en el que él y los lobos sureños también lo harían. - Para vosotros dos alfas juntos no suponen un problema, pero a nosotros nos han enseñado a respetar la piramede de clases y esta dicta que dos alfas jamás deben unirse de ninguna manera. Un alfa y un beta es normal, un alfa y un omega son naturales… Un alfa con otro alfa, está destinado al fracaso.
-En algún momento tendréis que empezar a evolucionar entonces. - Taehyung no respondió con tanta vehemencia como generalmente lo hacía. Estaba cansado y el calor lo mantenía sumido en un dolor de cabeza constante, discutir con los sureños tradicionalistas era como gritarle a una pared. Sencillamente no tenía sentido hacerlo. - En algún momento los alfas que no están de acuerdo con esas creencias tendrán que exigir que se los respete, y escúchame Jungkook, estoy seguro de que en el sur hay muchos más "deltas" de los que crees. Están ahí, escondidos y esperando la oportunidad para poder mostrarse ante el mundo sin temer represalias. En contra de lo que vuestras antiguas creencias enseñan, no los vais a reconocer a través del hedor de su aroma.
Jungkook se limitó a dejar salir una carcajada de sus labios, olisqueando en su coche el espeso olor de Kim Taehyung. Demasiado fuerte, demasiado alfa, demasiado… Diferente y extraño a lo que él estaba acostumbrado, hacia a su lobo retorcerse un poco y eso era insoportable.
-Oh. Estoy dispuesto a jurarte que eso no es así, puede haber excepciones pero los lobos en mi manada respetan eso que mantiene el equilibrio.
Taehyung imitó su gesto, con una carcajada ronca y casi sarcástica.
-Seguro Jeon. Deberías comenzar a pensar por tí mismo en lugar de creer ciegamente en aquello que tu senex decidió enseñarte. - Taehyung rodeó con un brazo el respaldo de su asiento, apoyando levemente la palma de su mano contra su pecho. - ¿Acaso no te cuestionas nunca nada? Si todos los lobos hubiésemos hecho eso, todavía seguiríamos viviendo en cuevas para alejarnos de los humanos.
-Tae huele bien. - Jimin mencionó, ajeno a aquello que lo rodeaba mientras cerraba los ojos para disfrutar del frescor que le regalaba el aire acondicionado. - Huele a casa, al bosque del norte.
“Laurel, eucalipto, frutas del bosque, magnolias, acacias e incluso lluvia.” - pensó Jeon. - “Demasiados olores para un solo lobo. Demasiados.”
-Agg. Eres imposible Kim.
Jungkook protestó, apartando con su mano la del otro alfa para a continuación arrancar el coche. El olor de este impregnándose hasta en la más pequeña parte de piel de pecho que este había rozado con las yemas de sus dedos.
Ninguno de los dos alfas siendo realmente consciente de ello.
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Hiiii!!!!
Nuevo y laaargo capítulo de Alpha War, espero que os esté gustando y prometo que pronto las cosas empezarán a ser un poquito más interesantes.
Un beso,
os amo
Mel
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