Charlas en el tejado (Midas K...

By Julxs99

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¿Alguna vez te imaginaste ser la musa de algún artista?. More

Prefacio + Personajes
Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 16
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 21
Capitulo 22
Capitulo 23
Capitulo 24
Capitulo 25
Capitulo 26
Capitulo 27
Capitulo 28
Epilogo
2da Parte: Prólogo
Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 15
Capitulo 16
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 21
Capitulo 22
Capitulo 23
Capitulo 24
Capitulo 25
Capitulo 26
Capitulo 27
Capitulo 28
Especial #1

Capitulo 14

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By Julxs99


Skyler


—¿Qué tu que?—pregunta Klaus dejando en suspensión una cucharada de helado a centímetros de su boca, Zoe frunce el ceño.

Después del cumpleaños de Zoe, pocos días luego de mi charla con ellos, le conté la conversación con Percy en el balcón.

—¿Y tu le dijiste...esas palabras?—pregunta Zoe-—¿Textualmente? Skyler, ¿buscas que el chico pierda el poco autocontrol que tiene al verte entrar y te bese?

—¡No hice nada!—dije defendiéndome.—Solo somos amigos, pensé que bromear un poco...

—¿Qué acaso eres ciega?, ¿es tan ciega?—pregunta Klaus mirando a Zoe.—Por favor no me digas que tenemos una amiga demasiado ciega.

—Klaus, cielo, tenemos una amiga extremadamente seria.

—Sigo aquí, ¿saben?—pregunte tirando uno de los almohadones para llamar su atención, Klaus y Zoe vuelven a verme y me asusta la forma en la que ambos, de manera sincronizada, cierran los ojos y se llevan lentamente una cucharada de helado.

Me preguntaba por cuanto tiempo llevaran viéndome de una forma acusadora, Zoe se pasa suavemente la lengua por la comisura de sus labios.

—Si, es una ciega.

—¿Me dirán de que hablan o no?

—Amiga, me pase borracha la mayor parte de mi cumpleaños, no me mal interprete, fue divertido y ame pasarla asi con ustedes. Pero me acuerdo textualmente las palabras que Percy te grito haciendo que todos nos estremeciéramos, heriste al chico, lo dejaste, por cuatro años sin ninguna explicación y no te olvida.

—¿Y coquetearle asi?—pregunta Klaus.—Es una invitación a que te bese contra la pared.

—No le coquetee.

—Agsh me desespera, habla tu con ella, no hablo con ignorantes.—dice Zoe levantándose mientras busca unas servilletas y yo la miro.

—Oh, hablemos de ti mejor.—comente, ella alza una ceja viéndome a la espera de que continuara mientras limpia su boca.— ¿Por qué no hablamos de que Magnus se te viene insinuando desde que lo conocimos?

—Porque a diferencia tuya, si me doy cuenta.—dice Zoe malhumorada.—¿Y sabes otra diferencia, Sky? No herí a Magnus dejándolo en un aeropuerto.

—Pero si dejaste de hablarle por cuatro años.

—¡Lo hice por ti!—dice Zoe cansada.—Y en parte por ellos, todos ellos querían saber que diablos paso contigo, pero no les dije nada Sky, me hice la tonta y corte toda comunicación. Luego vuelven y...

—¿Y que esperabas? ¿Qué me lanzara a los brazos de Percy?

—¿Honestamente?—pregunta ella agarrando su abrigo.—Esperaba que te dieras cuenta de la maldita puta forma que te ve Percy, porque Tom no te ve de esa forma, sacate esa ceguera de los ojos, ya no tenemos dieciocho años, y nadie te obligo a dejarlo.

—¿Por qué me tratan como la mala?

—Te equivocas de nuevo.—dice ella.—Te digo lo que tuve que decirte hace cuatro años, pero no encontraba las palabras.

*

Papá es raro. De una buena forma, supongo. A pesar de que tiene un resentimiento con su hermana, se esfuerza porque sigamos estableciendo contacto con la poca familia que nos quedaba, y me obligaba a acompañarlos a él y a su novia. La llegada de su novia fue buena para la familia, me agradaba.

Pero odiaba que me persuadiera para ir con ellos.

Porque de alguna forma termino sentada en el sillón, viendo a mis dos primas siendo las famosas influencer destinadas a ser, Ramona buscaba un buen ángulo para mostrar su outfitt, mientras que Dafne se encargaba del blog.

Ojala hubiera una baja de los bloguistas porque me estoy cansando. Suspiro acomodando mejor el sweter rosa que tengo, aunque ya perdí el pánico por las cámaras, y Dafne o Ramona de una forma extraña respetan que no quiero salir en ellas, siempre hay uno que otro error.

¿Cómo olvidarme del insignificante error donde se dispararon todas mis inseguridades?

Las escucho hablar entre ellas y opinarse, Dafne la graba para su blog mientras cierro los ojos hasta que siento que a mi lado el sillón se hunde, Kate mira a mis primas, seria. Me agradaba Kat, de cierta forma había agregado mas emoción y felicidad en la vida de papá y era demasiado amable conmigo.

—¿Sabes? Recuerdo cuando le regale una pequeña cámara a mi hija cuando cumplió nueve años, grababa todo.—dice riendo.—Hacia documentales de insectos.

—Eso es adorable.

—Si, luego perdió las ganas de hacerlo.—contesta.—Tus primas no, parecen sumergidas en eso.

—Es su mundo, primero empezó Dafne y luego Ramona le siguió.—conteste.

—¿Y tu no?

—No es el mio.—dije encogiéndome de hombros. 

—Lo tuyo es el mundo de los escritores, ¿no?—pregunta.—De los chefs...tal vez de los de una banda.

—Me arrepiento de haber tenido confianza en una de mis crisis contigo.—murmure haciendo que Katherine ría mientras me abrazaba por los hombros y acaricia mi cabello. Nos quedamos calladas viendo a mis primas, no dirigen comentarios hirientes hacía mi, mi tía no me dirige dos veces la palabra en cuanto a mi peso.

—¿Sabes? Te queda bien el rosa.—dice Kate levantándose.—Deberías usarlo más seguido.

Luego del almuerzo en casa de mi tía, y siguiendo compartiendo tiempo de caridad, volví a casa donde me esperaba Tom, mi novio me sonríe y me abraza antes de dejarme un beso corto en los labios mientras ingresábamos al interior del edificio.

Tom me hablaba de su trabajo mientras yo lo miro.

—Por cierto, ¿haces algo en san Valentín?—me pregunta y alzo una ceja.

—Si, salir con mi amante.—conteste haciendo que ponga los ojos en blanco.—Gran chico, te caería bien.

—Ignorare ese sarcasmo.—dice él mientras me mira.—Intento invitarte a una cita romántica pero si eres sarcástica no puedo.

—Es difícil no serlo cuando mi novio me pregunta que hare en San Valentín.—susurre con una sonrisa mientras él se acerca y besa mis labios.—¿Dónde me llevaras?



El restaurante a que Tom me había invitado era lindo y decorado especialmente para la noche con una promo especial para parejas, con luces tenues, floreros en la entrada, un ambiente tranquilo, con gente con sus parejas u amigos riéndose en las mesas. Las mesas tenían manteles blancos y pequeñas velas en el centro, una música agradable salía de los parlantes, y las ventanas te daban una hermosa vista de la noche,  los meseros caminan en su uniforme de camisa blanca, con pantalones oscuros, en el lado izquierdo de sus camisas en la altura de su pecho había un corazón de cartón. Y también estoy yo, con un vestido azul oscuro con los hombros al descubierto, algo ajustado porque me sentí con la confianza absoluta de usarlo, y una que otra joyería.

Ah si, y los meseros que me miraban de manera triste.

Porque hace una hora que Tom me dejo esperando en el restaurante.

No importaba la cantidad de mensajes que le envié, o llamadas que le deje, ninguna sola fue respondida, y los mozos ya les daba pena la pobre y patética chica que fue cancelada en el día comercial más romántico del año.

¡Bien por mí!

Intente llamarlo de nuevo, y me salta al buzón de voz, estúpido Tom.

—Em disculpa...¿quieres ordenar?—me pregunta una mesera, con voz amable, era joven y tenia su cabello oscuro atado en un ajustado rodete. Al verse darse cuenta de mis ojos llorosos parece alarmarse.—¿Sabes? Toma tu tiempo, tranquila.

—Mi novio me dejo plantada.—murmure jugando con una servilleta, la chica me mira haciendo una mueca de tristeza.—No atiende los estúpidos mensajes.

—¿Podemos hacer algo?

—Si lo ven buscarme, ¿puedes arrojarle agua fría por mi?—pregunte y ella ríe.

—Claro, puedo hacerlo, no le digas a mi jefe...¿quieres que te llame un taxi?, oh podemos prepararte una linda velada aun así.

Eso seria de mucha ayuda, si no fuera porque gaste lo poco que traje en el taxi que me dejo aquí porque estaba completamente segura que Tom me llevaría a su casa. ¿Los taxis aceptaran tarjetas a caso?

Le niego a la moza mientras me levanto y me disculpo, ella me asegura que le dejara el mensaje a mi novio e incluso me pida que le diga su nombre y le muestre una foto. Limpio mis lagrimas mientras me pongo el abrigo y me apoyo en la pared del restaurante mientras miro mi lista de contacto.

Sabía que Zoe y Klaus estarían ocupados, Zoe dijo que saldría con sus amigos del estudio de tatuajes, Klaus tiene una cita, y mi padre seguramente también, ni hablemos de Rosie que la ayude a buscar el regalo para Caleb. Se que muchas de estas personas dejarían sus planes para venir a buscarme.

Pero no quiero molestarlos.

Mi dedo se mueve de manera nerviosa en un nombre. Suspiro.

¿Merezco que sea el caballero de armadura dispuesto a ayudarme? Sin pensarlo demasiado le marco, y suena tres veces antes que me atienda.

—¿Marcaste el número correcto?—pregunta y sonrío.—¿A que debo tal beneficio para que me llamaras?

—En realidad me sorprende que no me hayas eliminado de tus contactos luego de la pelea o algo así.—suspire apoyándome en la pared del exterior del restaurante.—¿Estas ocupado?

Si Percy llegaba a decirme que si, o que fue a una cita con Hailey o algo de eso. No me quedaría otra opción que pedir un taxi y rogarle que espere a que suba a mi departamento para buscar la plata y pagarle. 

—¿Llamas ocupado a darme una maratón de Tim Burton? Porque si la respuesta es "si" entonces lo estoy.

—Claro, porque sus películas son los mas románticas.

—Le agarre el gusto de ver Sweeny Todd en esta época del año.—lo escucho decir y comer.—¿Tu no deberías estar en una cita?

—¿Cómo dices?

—Bueno...es San Valentín, una festividad super romántica y comercial,  y tu tienes novio...es decir, Niklas salió al igual que Caleb, Magnus fue de fiesta y Ezra...no se que hace pero se negó a mi invitación, entonces supongo que tu deberías estar en una cita...oh no, no juzgo lo que hacen en San Valentín.

—Bueno, no estas alejado, debería estar en una cita.—susurre mirando a la calle y a los autos pasar delante mio, sabía que ninguno era Tom, seria demasiado utópico que Tom llegara a ultimo momento. Y me estaba sintiendo tan egoísta y tan estúpida de estar pidiéndole un rescate al chico que menos se lo deberia pedir en todo el universo. 

—¿Y entonces?

—Hace una hora.—murmure sintiendo que iba a volver a llorar mientras Percy estaba callado del otro lado, suspire.—Hace una hora que no tengo llamadas, ni mensajes, y solo me a dejado plantada...—suspire acariciando mi frente.—Y... mierda, me siento muy egoísta al pedirte esto, no debería hacerlo...debería volver caminando, es decir, no queda lejos, bueno, eso creo...

—Skyler.—me interrumpe con una voz tranquila.—¿Dónde estas?

Solo fue cuestión de unos minutos para que un Audi negro se estacione frente mío, Percy baja del mismo vestido con jeans y una remera blanca con un saco de cuero sintético mientras me mira y yo me acerco cabizbaja. No decimos nada, ni me atrevo a verlo tras pedirle un socorro.

Percy abre la puerta para mi donde no dudo en subirme y me abrazo a mi misma mientras que él sube al lado del conductor, activa la calefacción y conduce sin ningún rumbo.

—¿No te llamo?—pregunta.—Y sabes si...¿no tuvo una emergencia o algo?

La naturaleza de Percy es buscar una explicación a todas las cosas, lo mire.

—El restaurante me atendió, pero el chef Thomas estaba ocupado. —murmure, Percy suspira y lo veo conducir.—No me estas llevando a mi departamento.

—Lo se. Pero la noche es joven, y tu estas muy bonita como para desperdiciar un encantador vestido, mas gente debe verlo. Asi que te llevare a un lugar.

—¿Qué clase de lugar?—susurre y él sonríe.

Nos toma minutos encontrar el lugar a donde Percy me llevaba en Londres, era bastante lindo y por lo visto, tranquilo, con plantas interiores en el lugar, un traga luz en el techo dejando que la luna iluminara su interior, sillones en diferentes partes con una pequeña mesa redonda y un escenario. Las paredes eran de ladrillo vistos con cuadros Vintage.

Seguí a Percy hasta una barra donde una chica de cabello negro y corto hasta los hombros nos sonríe.

—Hola Percy, ¿mesa para dos en el mismo lugar?

—Por favor, Isabelle.

—¿Quién es tu cita?

Percy y yo nos miramos.

—Es una vieja amiga.—dice dejando unos billetes.—Por favor, lleva una botella de cerveza y las famosas papas de la casa, ¿quieres?

—Claro que si, ve a tu lugar, está reservado.

Creo ver a Percy guiñar un ojo, y a Isabelle sonreír. Yo rodee los míos mientras caminamos a un sillon negro que estaba lo mas cerca de un escenario.

—Alguien es muy popular y no solo por ser Percy Craig—dije provocando su risa.—¿Vienes aquí seguido?

—Cuando quiero estar solo.

—¿Y que tal Isabelle?—pregunte, pareciera que estoy cuestionando sus relaciones, Percy me mira y luego le sonríe a Isabelle cuando nos trae la cerveza con las papas y una salsa que debía ser del lugar.

—Solo somos amigos.—dice viéndome.—Ella esta enamorada de su novia, ¿Quién soy yo para interponerme en esa relación? Solo somos asi, es la rara amistad que tenemos.

Asentí mientras que Percy sirve los dos vasos del liquido color ámbar, me mira y me sonríe acercándome las papas indicando a que coma. Casí quiero gemir al sentir la salsa chocar con mi paladar del placer que me dio comer algo tan simple.

—Entonces, ¿Qué hacemos aquí?

—Bueno...oh, ahí empieza.—dice Percy, no se que esperaba encontrarme mientras miro al escenario, todos chasquean sus dedos y comienzo a imitarlos mientras vemos a un hombre subirse al escenario con una tímida sonrisa.

-Tu voz parece de otro tiempo,

ya no tiene aquel tono cálido

de antes, ni la complicidad

de siempre, sólo son palabras

y su afecto es ahora discreto:

en tus mensajes ya no hay mensaje.

Cuando termina, todos chasqueamos los dedos de vuelta, miro a Percy mientras bebo del vaso sintiendo el sabor amargo caer por mi garganta.

—Me trajiste a un recetario de poemas.

—¿Te gusta?—pregunta con una sonrisa, Tom no le gusta la poesía, lo ve como algo tonto, sin sentido, no la entiende. Entonces nunca vi la necesidad de venir a uno.—Deberías subir.

—Oh no, ni soñando.

—¿Cómo demostraras lo increíble escritora que eres si no recitas un poema?—dice él viéndome, me encogí de hombros bebiendo la cerveza, el chasquea su lengua y se para llamando la atención de absolutamente todos los del lugar, no se si por el echo de que era famoso o porque se pone a hablar demasiado alto.—Señores, mi amiga Skyler se niega a recitar unos poemas entonces me gustaría que todos la recibamos con una cálida y alentadora bienvenida.

Mire a Percy, el tipo de miradas que me dan ganas de asesinarlo mientras que él sonríe sentándose mientras el publico chasquea sus dedos y recibo palabras de animo.

—Luego sigues tu.—susurre señalándolo mientras camino al escenario, él solo levanta sus manos con una fingida inocencia y sonrisa de niño pequeño. Mire a todas las personas en la tenue luz mientras me acerque al micrófono.—Bueno...hola, soy nueva en esto, seguro no soy la mitad de fantástica que ustedes pero, dare lo mejor.

Percy me suelta un grito alentador y sonríe. Mientas que todos chasquean sus dedos antes de terminar y viéndome. 

—El tiempo es relativo

Pero contigo se me hace eterno

Sentados hasta las cinco de la mañana

Aun puedo oír tu risa

Se desvanece como un fantasma y ya no queda nada para oírla

Charlas que ya no existen

Secretos que se esfuman

Siento que me persiguen, pero no puedo atraparlo

Sentada en ese tejado, me pongo a recordar

Que te dije adiós, y no hable mas

Con todas las palabras atoradas en mi garganta que jamás pude decir

Lo siento, pero se que serás feliz.

Cuando termine, siento los ojos de Percy sobre los míos, me lastimaba, no me importo los chasquidos de celebración de las personas mientras que nuestras miradas se conectaban antes de que la esquive, baje del escenario y él se levanta, pero no me mira, solo sube. Me siento en el sillón viéndolo.

—Hola, me llamo Percy.—dice él—Escribo canciones, pero no se si me complica tanto como para escribir un poema...entonces...aquí esta.

Percy carraspea, y nuestras miradas se encuentran.

—Arranque el corazón de mi pecho y lo puse en mis manos

Y con ella toque las mas dolorosas melodías

Escribí canciones, cante letras, grite hasta que mi voz no daba mas

Pero el dolor no se iba

El ¿Por qué? Era inevitable que apareciera en mi cabeza

Quería saberlo, quería una explicación

¿Por qué te fuiste?, tal vez debí quedarme

¿Por qué te fuiste?, quisiera saberlo

Las palabras de un "te amo" quedan suspendida en mis labios mientras espero una respuesta

Quiero respuestas

Pero no estas aquí

Ahora te veo feliz, dime, y yo lo estoy por ti, mis amigos dijeron que algún día lo seria también. 

¿Qué hice que no estuvo bien?

Quiero saberlo, pero debo admitir

Me gusta como sonríes, aun cuando no soy yo quien esta junto a ti.

Era notable que era compositor, nos cruzamos una mirada y bajo del escenario antes de volver a sentarse a mi lado. 

El resto de nuestra noche fue normal y algo incomoda, como siempre sucede cuando nos quedamos a solas, donde bebimos un poco mas de cerveza y escuchamos otros poemas, comimos y nos quedamos callados hasta que decidimos irnos.

Percy estaciona su auto en el puente y se baja. Lo veo sacar una caja de cigarrillos y apoyarse en el barandal sacando uno para fumar, suspiro saliendo del auto y camino hacía él.

—¿Te acuerdas de este lugar?—pregunta y señala arriba de nosotros.—Me llevaste ahí arriba.

—Y me entere que eres un chico con vértigo y amante de la adrenalina.—dije haciéndolo reír mientras fuma, Percy se saca su chaqueta y me la coloca en los hombros aun cuando no me di cuenta que estaba temblando, suspire apoyada en el puente, recordando esa noche donde fuimos a caminar de madrugada, donde tuvimos insomnio y compartimos risas y helados.

Fuimos felices.

Percy suspira el humo de su cigarrillo.

—¿En que piensas?—pregunte en un susurro haciendo que me mire clavando sus ojos celestes en mi mientras se acerca, coloca sus brazos a cada lado de mi cuerpo dejándome acorralada entre él y el barandal del puente. Mi cuerpo se paraliza ante la cercanía de su cuerpo con el mío mientras que sus ojos me examinan fijamente, me estremezco un poco cuando susurra.

—¿Quieres saberlo?

—Si.

—En el poema que te dije, porque ya no sé cómo más ser directo contigo.—susurra viéndome mientras una sonrisa amarga aparece en sus labios.—Es decir, ni con un álbum entero logre sacarte de mi cabeza, y aquí estas, plantada por el estúpido de tu novio, luego de que nos dijimos unos poemas, y aun no me contestaste.

—¿Qué cosa?—susurre.

—¿Por qué me dejaste enserio esa noche?—pregunta él.—En el aeropuerto, tu y yo...

—Ya te lo dije...

—No te creo, Skyler, no creo esas palabras.

—¿Por qué no?, ¿Por qué no crees lo que te dije?.

—Porque de ser asi, ni siquiera se te hubiera pasado por la cabeza llamarme a mi para que fuera a ayudarte.

—No tenia a otra persona...

—Si, tenías.

—Iba a ser un estorbo.

—¿Y cómo sabias que yo no tenía? ¿Cómo sabías que me ibas a tener aquí?—pregunta separándose de mi cuerpo.—¿Por qué te pusiste nerviosa cuando me acerque?.

—Yo no...

—¿Por qué pensaste en llamarme a mi?—pregunta de nuevo.—¿Algún día contestaras todas mis preguntas?

Me quede de piedra sin saber que contestar, Percy suspira y sus labios se posan en mi mejilla murmurando algo que me llevaría a mi departamento. Se que Percy merecía explicaciones, ¡todos me lo dicen!, mi padre me lo dice, mis amigos, Rosie. Hasta Midas King me recuerda que debo darle a su guitarrista explicaciones.

¿Por qué te deje, Percy? Es algo que no lograrías entender.

Suspire cuando llegamos al edificio y veo a Tom ahí afuera esperándome, molesto.

—¿Quieres que me baje?—pregunta, pero no le respondo mientras bajo y Tom se me acerca, reprimo una risa al ver que la mesera si le tiro una jarra con agua y alguien le tiro comida.

—¿¡Que diablos Sky!?, ¿Por qué unos mozos me tiraron comida y agua como un mensaje? ¿Por qué diablos no respondías?

—¿¡Yo!?—grite ahora enojada.—¡No te hagas la victima!, me abandonaste por una hora Tom, ¡una miserable hora! ¡Y me alegra que los mozos te hayan echo eso!

—Se me hacia tarde, estaba...

—Trabajando, lo se.—gruñi.—No eres el que debe  estar enojado conmigo, ¡yo si contigo porque me abandonaste una hora!, ya me miraban con lastima.

—¿Y tu que? ¿Dónde te habías ido...?¿Que hace este aquí?—pregunta molesto, me volteo a ver a Percy quien se acerca con la mirada seria.—No te metas amigo, este es una charla de pareja, no necesitamos una estrellita.

—¿Quieres que te deje con él?—pregunta viéndome. 

—Te dijimos que...

—En realidad, tu hablaste.—dice Percy interrumpiendo a Tom.—Y le pregunto a Skyler, ¿quieres que te deje con él?

Mire a Tom quien parecía a punto de saltarse encima de Percy, luego miro a Percy.

—¿Te acostaste con él?—escupe Tom molesto.—¿Eso pasa? Una cita mala, ¿y tu te acuestas con tu ex por despecho?

—Creo que mejor te vas.—dice Percy poniéndose delante de Tom.—Deberías irte, hablas idioteces y aunque no me agradaste desde antes, creo que deberías irte.

—Tu deberías irte.

—Yo creo que Tom debería irse.—murmure haciendo que ambos chicos me miren.—Hablare contigo cuando estés tranquilo y tus excusas tengan sentido, no así, no ahora.—susurre. Tom me mira molesto, murmura un insulto y lo veo irse enojado subirse a su auto y arrancar provocando que los neumáticos chirríen en el asfalto.

Percy me acompaño al interior de mi departamento, y mientras hacía café, llore. Y Percy me abraza besando mi frente con cuidado, se quedo ahí esa noche, pero se fue cuando me desperté con una nota deseándome buen día.

"Algún día, espero tus explicaciones, pero no quiero esperar para siempre. Aunque seamos honestos, por ti lo haría".

Oh querido Percy, ¿enserio llegarías a entender?

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