A PRUEBA DE GOLPES

By AlinaBeta

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Un boxeador que se ha alejado de las cuerdas. Una mujer que va a ponerlo contra ellas. More

SINOPSIS
0. K.O
1. EL PROBLEMA
2. LA SOLUCIÓN
3. LOS TÉRMINOS
4. ANÁLISIS Y COMPETENCIA
5. A ENTRENAR
6. CONOCIÉNDONOS
7. PRIMER COMBATE
8. ENSÉÑAME
9. LA COMPETICIÓN
10. ALGO MÁS
11. EFE AKMAN
12. SEMIFINALES
13. RESCATE
14. LA FIESTA
15. VENGANZA Y CONFIANZA
17. AMENAZA ENCUBIERTA
18. LA FINAL
19. ENTRE TÚ Y YO
20. EL ÚLTIMO GOLPE
EPÍLOGO

16. LA VIEJA SOLEDAD

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By AlinaBeta

Tired - Galvin James

Serkan Bolat:

El vendaje del hombro es altamente incómodo, demasiado para un boxeador que está a punto de realizar la pelea de su vida. La lesión es débil, se supone que en dos días podría volver a entrenar, pero eso no quita el hecho de que haya perdido tiempo de entrenamiento.
Aún así he decidido abandonar el infierno de mi habitación para acompañar a Engin en uno de sus días más importantes. Hoy va a recibir, nada más y nada menos, que un premio por haber mantenido en activo el gimnasio más antiguo de todo Estambul.

Y dentro de todo este bucle de dolor en el que me he sumergido, ver sonreír a mi mejor amigo es un soplo de aire fresco. Ahí, posando para la foto mientras rodea con un brazo a Piril y demuestra toda la felicidad que le ha dado la vida al mundo. Todo lo que cualquier persona normal soñaría frente a mis ojos, al alcance de mis dedos, y sin embargo tan lejos de lo que alguna vez tendré.
Cuando giro la cabeza hacía la izquierda contemplo el perfil de mi hermana, la cuál ha estado estos días ignorando cualquier comentario por mi parte y haciendo como que no existo. No la culpo, al menos no después de la conversación que mantuvimos y del estado en el que habrá encontrado a Eda las veces que ha ido a verla. Al menos Ferit sí que es capaz de responder a mis comentarios o preguntas, puntos positivos para mi cuñado.

- No tienes ni idea del tiempo que va a estar presumiendo de todo esto- sonrío mientras hablo con Ferit, que tiene la mirada fija en el pequeño escenario en que Engin sigue posando para las fotos-
- Y con toda la razón del mundo, si no hubiese sido por él habrían tirado abajo el edificio y él decidió invertir en algo que podría haber salido mal.
- Lo sé, en su momento lo llamé loco por ello, pero aún así lo animé a seguir adelante si ese era su gran sueño- sonrío de nuevo al recordar esos tiempos donde Engin era la única persona que tenía a mi lado, y la realidad es que el presente no dista mucho de pasado- Puede parecer que no, pero él siempre ha sido el valiente de los dos. Levantó este lugar a pesar de que todo el mundo lo tachó de loco, asumiendo que le crearía más perdidas que ingresos y... al igual sucedió con Piril, ¿cómo iba a fijarse una mujer como ella en alguien tan loco como Engin? Realmente eran polos opuestos, y míralos ahora...
- Se aman- termina Ferit, y puedo notar como una de sus manos aprieta ligeramente la de Ceren. Aquel gesto me hace tragar saliva porque siento que mi hermana también encontró ese amor que la merece-

Aparto la vista de esa zona y giro a mi alrededor, intentando encontrar algo interesante en lo que poder poner toda mi atención. La realidad es que ver a parejas enamoradas constantemente no era bueno para mi estado de ánimo, no cuando mi cerebro no dejaba de pensar en Eda a la mínima oportunidad que se le presentaba.
El problema es que lo que encuentro entre la multitud no es nada que quiera ver, al contrario, es el motivo de todas mis desgracias. Efe Akman está mirándome atentamente, con esa estúpida sonrisa en sus labios. Como siempre está acompañado de dos de sus gorilas.

- Cuida de Ceren, yo tengo cosas que hacer- digo a Ferit, que asiente sin entender que podría hacer- La veré en casa.
- De acuerdo- me da una palmada en la espalda, con cuidado de no hacerme daño en el hombro herido.

Al volver a mirar en dirección a Efe puedo ver como se está moviendo entre la gente, alejándose de toda la multitud, y sé que quiere que lo siga. Así que lo hago, por muy absurdo que sea después de lo que sucedió la última vez que estuvimos en presencia del otro.
No esperaba que el lugar fuese a llenarse de tantas personas, pero me toma al menos cinco minutos llegar al pequeño pasillo en el que me espera. Una vez ahí, me detengo para mirarlo fijamente.

- ¿Qué haces aquí?- pregunto directamente, y me gustaría poder cruzarme de brazos para aparentar más rudeza-
- ¿Una lesión a tan pocos días de la final? Eso debe tenerte bastante nervioso, quizás no debí sugerirte una propuesta como aquella cuando tú mismo te ibas a encargar de facilitarme las cosas- aprieto la mandíbula y miro en otra dirección, inspirando con fuerza-
- Si el único motivo por el que has venido en un día como hoy es para intentar alterarme, déjame informarte de que no lo vas a conseguir. Y no estoy lesionado, solo es un truco para mejorar la sujeción- miento-
- No, ese no es el motivo de mi visita- sonríe- Soy un hombre de palabra, y mi propuesta sigue en pie a pesar de la situación actual en la que te encuentras. Quiero que trabajes para mí cuando el torneo finalice, y obviamente con la imposición de que facilites las cosas a Deniz para que pueda ganar- mi risa es seca- Haré que tu cuenta bancaria siempre esté llena y que seas uno de los nombres recordados en el boxeo.
- Tú no entiendes lo que es un no por respuesta, ¿verdad?- niego con la cabeza- ¿Sabes lo único que me demuestras con esto? Que el gran Efe Akman tiene miedo. Miedo porque un hombre con el que no contaba ha entrado en su negocio y le está haciendo perder mucho dinero, y no solo eso, sino que aparte derrotará a su ganador... Así que mientras más te arrastras, más motivos me das para continuar adelante.
- ¿Estás seguro de que esa es tu última palabra?- ya no sonríe, y sé lo que eso significa-
- ¿Estás seguro de que vas a continuar avergonzándote de esta manera?- suspira-
- Me estás obligando a hacer cosas que no quiero, Bolat.
- No hay nada que venga de ti que pueda asustarme. Así que no pienso hacer nada que sea ilegal, y voy a ganar esta competición para demostrarte que no tienes poder sobre todos. No controlas a todos- recuerdo las palabras que me dijo la primera noche en la que lo vi, y caer en ese pequeño detalle me reconforta-
- ¿Seguro?- alza una ceja- ¿Ni siquiera te asusta el hecho de que pueda acercarme a Eda? Sé que puedo arrebatártela con un chasquido de dedos.
- Para empezar, Eda y yo no somos nada porque ella se ha dado cuenta de la clase de persona que soy, lo que significa que sabrá de sobra la clase de persona que eres tú para no acercarse- asiento- Ya no hay nada que nos una a ella, a ninguno de los dos, y si te atreves a tocarle un pelo...
- ¿Qué harás?- me encara, pero no muevo ni un dedo-
- Te mataré- afirmo- Que tengas un buen día.

Sin necesidad de decir una sola palabra vuelvo a girar sobre mis pasos, no queriendo compartir ni un segundo más de mi tiempo con alguien como él. Menos cuando siento toda esa rabia y odio crepitar por mi cuerpo ante la idea de todo lo que me ha arrebatado sin ser consciente de ello. Primero mi madre, ahora a Eda. Akman es el responsable de que todas las personas que me quieren terminen desapareciendo de mi vida.

- Sé quién eres, Serkan Bolat- lo escucho decir, así que me detengo sin girarme para mirarlo- Puedes creer que eres más inteligente que el resto, pero sé quién eres.
- Lo dudo mucho- susurro antes de volver a caminar-

El encuentro con Akman me ha dejado clara una cosa. No necesito arrebatarle el dinero para hacerle daño, no necesito acabar con su vida para hacerle daño, el simple hecho de enfrentarme a él y ganar este combate es suficiente. Y lo que realmente he conseguido ver es que no merece la pena llevar a cabo una venganza a costa de alejar de mi vida a las personas que quiero cerca.
No quiero ganar por hacer daño a Akman, quiero ganar porque el boxeo es lo que realmente me hace feliz. Quiero ganar por mí, por Eda, porque ella también es el motivo de mi felicidad. A pesar de que sea demasiado tarde, ahora soy consciente que desde el principio siempre he elegido a Eda por encima de todo. Incluso por encima de esta estúpida venganza.

Eda Yildiz:

El amor es una completa mierda. Sí, esa era la conclusión de todo. ¿Enamorarse? Una mierda. Claro y conciso. Y no es que yo haya sido anteriormente una de las negacionistas del amor, al contrario, pero es que ahora que lo siento tengo la certeza de que es lo peor que le puede suceder a una persona.
Melo insiste en que no debo pensar de esta manera, pero eso es porque ella aún no ha encontrado una persona a la que entregar su corazón para que lo rompa en pedazos, lo tire al suelo y se dedique a saltar sobre él para triturarlo por completo. Así que sí, el amor es una mierda y yo me siento como una mierda. ¿Casualidad? No lo creo.

- El horóscopo deja bien claro que no deberías rendirte ante las adversidades en el amor, que aunque ahora parezca todo oscuro buenos tiempos llegarán- Melo está leyendo esa estúpida cuenta de astrología, y yo la dejo porque nada va a poder detenerla-
- Si el buen tiempo implica que inventen una cura contra los corazones rotos, sí, me lo creo- murmuro mientras extiendo el barniz violeta sobre la uña de mi pulgar-
- ¡No seas así! Estoy segura de que mi cuñado va a recapacitar, y antes de lo que te imaginas estará suplicándote que le perdones- gira la cabeza, con rostro ilusionado- Ya lo imagino, en la entrada de nuestra casa, bajo la lluvia, desesperado por decirte lo mucho que te ama.
- ¡Melo!- con la mano que aún no tengo esmaltada, lanzo un cojín hacía su rostro para que deje de hablar- En esta casa queda terminante prohibido hablar, pensar o soñar con Serkan Bolat, ¿entiendes?
- Yo lo entiendo, la que veo complicado que pueda cumplir algo así eres tú- se encoge de hombros cuando pongo los ojos en blanco- Solo han pasado dos días desde que apareciste hecha un asco, es prácticamente imposible que puedas sacarlo de tu corazón con tanta rapidez.
- Tiene razón, es imposible- suspiro- Pero si continúas hablando de él de una forma tan idealizada, estoy segura de que jamás conseguiré olvidarlo.
- ¿Quieres olvidarlo?- miro a Melo con toda la tristeza que intento contener a lo largo del día, y mis ojos forman una ligera capa de agua-
- Lo que yo quiero no importa, él decidió por los dos, y no fui yo la opción ganadora. Así que da igual el resto, tengo que olvidarlo porque sí, porque así debe ser o terminaré volviéndome loca- empiezo a esmaltar la otra mano para alejar las emociones tanto como pueda-
- Si necesitas llorar, sabes que está bien- susurra Melo, poniéndose en pie y caminando hacía el sofá donde me encuentro- Es más, si lo que pretendes es olvidarlo, es lo que se aconseja en las fases del duelo. Hay que sufrirlo para poder echarlo fuera de tu mente.
- Creo que durante estos dos días he llorado tanto que no debería quedar ni un ápice de ese hombre dentro de mí- aquello me hace sonreír, porque Melo sabe que es mentira y porque no pienso decir lo contrario-
- También puedo ir a buscarlo y darle una paliza de muerte.

Con ese comentario consigue arrancarme la primera carcajada en dos días. Sería curioso ver a la dulce Melo golpear sin descanso al intimidante Serkan. Lo más probable es que él le permitiese hacerlo, sé que sería incapaz de hacer daño a Melo y mucho menos cuando sabe que se merece cualquier golpe que alguien le quisiese dar después de la forma que tuvo de terminar lo nuestro.

- ¿Y sabes qué es lo mejor después de una ruptura?- niego con la cabeza, aún sonriendo levemente- Hablar sobre otros hombres interesantes que están interesados en mi mejor amiga.
- ¿Ah, sí?- niego con la cabeza, dejando de prestarle atención y volviendo a retomar el esmaltado- Porque yo no creo que pueda poner los ojos en otro hombre ahora mismo.
- ¿Ni si quiera en Paul de Urbanistica?- me guiña un ojo, pero yo ni siquiera le pongo cara ahora mismo a la persona de la que habla- ¡Oh, vamos! Si estáis trabajando juntos en el proyecto junto a Cenk, es imposible que no lo recuerdes.
- Espera, ¿hablas de Paolo?- frunzo el ceño, intentando orientarme-
- Se llama Paul, Eda.
- No, es Paolo.
- Estoy completamente segura de que se llama Paul porque he tenido que fotocopiar su DNI para el carnet de la biblioteca- olvido por completo el esmalte o cualquier cosa y llevo las manos a mi boca-
- ¡No me puedes estar diciendo esto! He estado más de la mitad del curso llamándolo Paolo.

Y gracias a esa conversación siento que una parte de mí vuelve al cuerpo, vuelvo a reír, a sentirme ligera, a poder conversar sin sentir ganas de echarme a llorar en cada momento. Melo insiste en que Paolo, ahora Paul, ha estado interesado en mí desde hace tiempo y de ahí el motivo por el que no ha hecho ademán de corregirme el nombre.
A pesar de las insistencias de mi amiga para que dé una oportunidad a mi supuesto enamorado, no es consciente de que ahora mismo mi mente no puede pensar en otro hombre que no sea Serkan. Y dudo mucho que esto vaya a poder cambiar durante bastante tiempo.

Serkan Bolat:

Aún no comprendo el momento en el que mi cerebro ha tomado la decisión de actuar de esta manera, o en el que mi cuerpo ha decidido acatar la orden por inercia, se ha subido al coche y ha conducido hacía la universidad de Eda con la intención de poder hablar con ella.
Las probabilidades de que me lance un libro en la cabeza son altas, y ni siquiera hacía el intento de esquivarlo porque me lo merezco. Merezco cualquier intento de asesinato que tenga en mi contra después de las mentiras que he dicho, de todo lo que he hecho a sus espaldas y, por encima de todo, de como le hice creer que nuestro amor no era suficiente.

Observo mi reflejo en el espejo retrovisor y aprieto con fuerza el volante mientras escucho el murmullo de decenas de personas saliendo de la biblioteca. Conozco demasiado bien el horario de Eda como para saber donde se encuentra en horario lectivo, y no es que eso me reconforte, me hace sentir un tanto acosador con ella.
El caso es que ahora mismo debería estar saliendo de una de esas reuniones para el trabajo de Urbanismo que tanto le está costando llevar a cabo. Nunca me hizo mucha gracia que estuviese obligada a pasar tiempo con Cenk solo por ello, pero al fin y al cabo, con quién ella esté no es de mi incumbencia siempre que lo haga con respeto. Bueno, siempre que lo hiciese, ahora no es que seamos pareja.

Cuando miro hacía la derecha, a través de la ventana del coche, no me lleva más de unos pocos segundos reconocerla entre el gentío. Sería capaz de encontrarla en mitad de un desierto porque mis ojos sentían una atracción desmedida por su belleza.
Aunque la imagen que muestra ahora mismo dista mucho de la Eda rota y desolada que abandonó mi apartamento, o de la triste y apagada que se había formado en mi cabeza. No, lo que ven mis ojos es a una Eda sonriente y alegre, enredada en el brazo de un chico que no reconozco y comentado algo entre risas.

- ¿Pero qué?- arrugo todo el rostro ante la sorpresa de lo que estoy presenciando, ni en mil vidas habría imaginado algo así-

Sé que no tengo derecho a nada, que ya no somos parejas pero... ¡han pasado tres días! ¿Cómo puede estar feliz y del brazo de otro hombre cuando yo ni siquiera podía comer sin pensar en ella?
Desvío la mirada y me centro en el coche que está aparcado frente a mí, cerrando los ojos e inspirando para calmar mis pensamientos. No creo que nada de lo que esté viendo sea lo que parece, pero aún así no puedo contener la rabia que me da no ser ese hombre. Más bien soy el opuesto, el que la ha hecho llorar, enfadarse, sentirse decepcionada...

Cuando vuelvo a mirar hacía la pareja feliz, los ojos de Eda están fijos en los míos. La sonrisa ha desaparecido, al igual que la felicidad que desprendía cada uno de sus movimientos, ahora todo lo que hay es una cara llena de furia y dolor.
Tampoco es que me sorprenda mucho ver como emprende una marcha fuerte y decidida en mi dirección, así que trago saliva ante el pavor que me provoca esta Eda. Antes de ser pareja estuve acostumbrado a sus enfados, a sus cabreos absurdos, pero esta vez cualquier signo de rabia estaba completamente justificado y la va a descargar toda sobre mí.

- ¿Qué haces aquí?- introduce la cabeza en el interior, y su voz está llena de rabia- Creo haberte dejado bastante claro que no quería saber nada de ti, que no me buscases y...
- ¿Quién es ese?- la pregunta escapa de mis labios y al segundo me arrepiento de ello-
- ¿Perdón?- golpea la parte de arriba del coche y se ríe secamente- ¿En serio has venido aquí para recriminarme con quién paso el tiempo? Porque hasta donde recuerdo, no tienes derecho a montar ninguna escena de celos.
- Lo sé, pero...- aprieto tanto el volante que noto mis nudillos ponerse blancos-
- Pero nada, ¿qué haces aquí?- suspiro-

Podría decirle la verdad y suplicar que me perdonase. Podría hacerlo pero... ¿volver a arrebatar su cara de felicidad? No, eso sí que no podría hacerlo. Eda estaría mucho mejor fuera de mi vida, así no sufriría, no viviría cerca de una persona que tendría que necesitar mucho tiempo para terminar con el odio que lo invade.
Elegí a Eda por encima de la venganza. Elegí a Eda y por ella voy a ganar este combate. Sin apuestas, sin ilegalidades, solo yo en un ring frente a un contricante normal. Y como elegí a Eda, elijo su sonrisa, su felicidad, su alegría.

- He venido a buscar a Ceren, quiero resolver algunas cosas con ella.
- Oh- el rostro de rabia cambia a sorpresa y después decepción-
- Así que si puedes decirle que venga, te lo agradezco.
- Bien- no se despide, vuelve sobre sus pasos sin mirar atrás-

Eda Yildiz:

Ha venido allí por Ceren. Ni siquiera entiendo la ilusión que creció en mi pecho al verlo, al parecer una parte de mí creía que había venido en mi búsqueda para disculparse y decir que yo soy lo que quiere. No una venganza, no dar una paliza a Deniz, no destrozar a Efe... me quiere a mí. Pero no, ha venido a por Ceren.

- ¿No es ese tu novio?- Paul me pregunta con interés, aunque sé que sabe perfectamente sobre mi relación con Serkan-
- Ex novio- recalco la primera palabra, y duele decirlo- Al parecer últimamente solo soy capaz de rodearme de imbéciles sin sentimientos.
- Espero no entrar dentro de esa categoría- sonríe al decirlo, y puedo darle la razón a Melo de inmediato, está interesado en mí-
- Pues la verdad es que...- giro hacía detrás de manera inconsciente, y Serkan sigue con la vista fija en mí-... la verdad es que hoy en día creo que eres el único hombre decente que tengo cerca.
- Una alegría para mí saber eso- me guiña un ojo, y yo me acerco un poco a conciencia de la persona que nos observa-
- Oye, quiero pedirte disculpa por todo el tiempo que he estado llamándote Paolo, ha sido una completa descortesía por mi parte- apoyo mi mano en su brazo-
- No te preocupes por eso, creo que incluso me gusta más Paolo que mi propio nombre- la mano de Paul se coloca sobre la mía-

Sé que no debería estar comportándome de esta manera porque ese chico sí que está interesado en mí, nadie se deja cambiar el nombre por otra persona y encima se alegra de ello. Por eso mismo doy un paso atrás, sintiéndome mal con el hecho del ligero coqueteo cometido.

- Yo... la verdad es que no debería darte falsas esperanzas, Paul- suspiro- Aún estoy enamorada de ese imbécil sin sentimientos y no veo justo para ti comportarme de esta manera.
- Oh, vaya- se toca el lóbulo de su oreja con nerviosismo- Tranquila, es normal que te confundas al salir de una relación. Necesitas tiempo para recuperarte y la verdad es que a mí no me importa ser sólo tu amigo, eres una persona muy interesante.
- Tú también- sonrío con dulzura- Ojalá hubiese puesto mis ojos en ti antes de encontrarme con él.
- Estoy seguro de que me habrías dejado tras encontrarte con él, cuando te enamoras de alguien, lo haces y ya está, no es algo que se planee con antelación.

Y duele demasiado que tenga bastante razón respecto a eso. Solo me encojo de hombros, viendo como Ceren aparece junto a un pequeño grupo de su clase. Alzo la mano para llamar su atención y de inmediato me ve, así que señalo con la cabeza en dirección a Serkan para señalarle el verdadero motivo de mi gesto. Ella frunce el ceño, pero asiente y va en dirección al coche justo cuando comienza a sonar mi teléfono móvil. Es Tahir.

- ¿Me disculpas un momento?- levanto un dedo a Paul- Es una llama importante-
- No te preocupes, te espero en la cafetería.

Descuelgo el teléfono mientras me alejo un poco de la multitud, observando como el Jeep de Serkan se aleja lentamente y sintiendo ese pinchazo de la pérdida en el pecho.

- ¿Me has llamado esta mañana?- la voz de Tahir suena en un susurro, lo que quiere decir que no puede hablar durante mucho tiempo-
- Sí, necesito hablar contigo, aunque no creo que vaya a poder ser en persona durante estos días- suspiro ante lo que tengo que decir-
- No tengo mucho tiempo y...
- Es probable que no vaya a poder cumplir con el pago de la deuda- hablo a toda velocidad, cerrando los ojos porque soy consciente de la repercusión que tendrá esta noticia-
- Eda, ¿es en serio?- noto un deje de risa en su voz-
- Sé que todo apunta a que podría por la situación en la que estaba, pero las cosas han cambiado y es imposible que consiga el dinero en unas semanas.
- Eda, detente- me quedo callada para escucharlo reír- La deuda se saldó ayer. Hemos recibido un cheque de parte del entrenador de Serkan Bolat donde dejaba bastante claro para qué era el dinero.
- ¿Qué?- me quedo sin aliento ante eso-
- Ya no estás unida a Efe Akman en ningún aspecto, porque según he escuchado al jefe ya no eres pareja del boxeador, por lo tanto, no hay nada de lo que preocuparte.
- Serkan ha pagado la deuda...- susurro para mí misma-
- Ha sido un placer compartir pequeños secretos contigo, pero lo mejor será que no vuelvas a llamarme. ¡Adiós, Eda Yildiz!

No espera que me despida porque cuelga la llamada, y no me importa, porque permanezco estática ante la idea de que a pesar de todo lo sucedido Serkan cumplió con la promesa de que me liberaría de la deuda. Aún así me enfada que lo haya hecho una vez ha finalizado la relación, cuando dejé bastante claro que no quería nada de él, que me buscaría la vida. ¡Idiota!

Serkan Bolat:

Es de noche, lo que significa que han pasado exactamente tres días desde que Eda salió de mi casa para dar por finalizada nuestra relación. Tres días desde la última vez que la tuve realmente cerca y sentí su cálido cuerpo junto al mío. Cada día sin ella me parece el triple de largo.
En el tiempo que ha pasado desde que la conozco, me había acostumbrado a verla cada mañana en los entrenamientos por el Bósforo, en las llamadas para poder escuchar su voz, en salir corriendo de los entrenamientos nocturnos para poder llegar a su lado y rodearla con mis brazos, escuchar su opinión sobre lo ocurrido durante el día y estrechar mi cuerpo contra el suyo.

Sin ella, la vida comenzaba a sentirse realmente complicada y vacía. La quería, y no tenía sentido seguir fingiendo que ella no es más importante que cualquier venganza u odio por otra persona. Es tarde, pero en ese momento dije esas palabras porque me daba miedo esto, me daba miedo saber que la elegiría a ella por encima de todo.
¿Cómo pasas de no tener a nadie a tu vida a encontrar una persona por la que dar la vida? No es un proceso fácil, y para mí es chocante, por eso mismo la actitud de estos días. Por eso mismo el negarme a mí mismo cualquier cosa.
Y Ceren tiene razón con algo, es preciso que le haga saber lo mucho que significa para mí aunque no tenga oportunidad de volver a estar a su lado. Aún así, aunque sea un completo egoísta porque esta misma mañana había pensado que estaba mejor sin mí, necesito ser claro y hacer todo lo posible para poder recuperarla. Eda era mucho más importante para mí que cualquier otra cosa en el mundo, y si había estado dispuesto a esforzarme tanto para arruinar la vida de Akman, podía esforzarme el doble por ella si era necesario. Y dada la situación, lo era.

Voy sin rumbo por el interior de la casa y no pienso en nada antes de abrir la puerta de la habitación de Ceren, encontrándola en la cama con el móvil y los auriculares puestos. Al verme se endereza y pone cara de enfado, no es que hayamos hablado demasiado de vuelta a casa, tampoco creo que queden muchas más cosas que decir ahora mismo.
Rodeo la cama para acostarme al otro lado, y me acerco a ella, mirándola fijamente. Y entonces lloro. Grandes sollozos que llegan con hipo.

- Serkan, shh- sé que está sorprendida de verme así, jamás en toda su vida ha presenciado un segundo de debilidad por mi parte- No pasa nada, todo va a salir bien- coloco la cabeza sobre su regazo y me acaricia el pelo- Está bien.
- Por condenar a una persona me he condenado a mí mismo.
- El mundo nunca ha necesitado una razón para condenar a la gente, Serkan. Condenar es fácil. Es el perdón lo que necesita trabajo, tanto darlo como recibirlo- susurra- Pero está bien.

Pero está equivocada, por supuesto. Nada está bien. Pero lo que sí se siente bien es poder ser débil frente a la gente que quieres y dejarte consolar por ella. Y ahora le lloro al duelo que nunca tuve hacía mi madre, a todo el dolor de una vida que no merecimos, al hecho de que he alejado a la única persona que ha conseguido devolverme a la vida.
Me pasa las manos por el cabello, me frota la espalda en círculos. Me calla, me alivia y me consuela como sólo una hermana puede hacerlo.

Y es que la he abrazado tantas veces. Después de tantas rupturas y decepciones amorosas... pero aquí, ahora, siento que en realidad siempre ha sido al revés. Siempre creí que yo era su protector. Que Ceren era débil, inocente y demasiado emocional. Mi trabajo era protegerla de cualquier daño. Yo era el fuerte, el que contrarrestaba esa debilidad, su pilar para sostenerse. Pero ahora podía ver que siempre he estado equivocado. Ella era la fuerte, no yo.
Porque Ceren jamás se encerró en sí misma, siempre sintió todo como le llegó. Y ahora comprendo que es lo que se siente al arriesgarse, al salirse de las líneas que tú mismo te has puesto, al tomar decisiones no basadas en hechos sino en sentimientos. Y duele. Se siente como un tornado que arrasa con mi alma. Parece que no voy a ser capaz de sobrevivir.

- Lo harás- susurra, inclinándose para dejar un beso en mi mejilla- Ya lo estás haciendo- y no es hasta que lo dice que me doy cuenta de que he dicho las palabras en voz alta-
- He perdido todo lo que quiero, solo me quedas tú- sollozo- La he perdido, Ceren. Soy un cobarde.
- No te des por vencido con tanta facilidad, no seas ese cobarde que has sido siempre contigo mismo- suspira- Permítele amarte. Toma todo y déjala calarse en tus huesos. No la dejes ir. Si ella rompe tu corazón al no volver, por lo menos sabrás que todavía tienes uno- otro beso en la cima de mi cabeza que me hace sollozar más aún- Permítete sentir amor. Deja que te rodee por completo y te mantenga en pie cuando ya no puedas continuar- la noto sollozar a ella también- Permítete. Sentir. Amor.

Nos quedamos así, yo hecho un ovillo en su regazo y ella acurrucada sobre mí durante lo que parecen horas. Nos quedamos el tiempo suficiente para intentar capturarlo, embotellarlo y guardarlo, porque es la primera vez que realmente somos hermanos que se abren.

Guardar cada momento lo suficiente para que dure, lo suficiente para estar en mi memoria durante toda la vida. Y me doy cuenta que el amor no requiere de un futuro, requiere de hacer las cosas en el presente, en el aquí y el ahora, después puede ser demasiado tarde.

Eda Yildiz:

El viento consiguió quitarme la capucha de la cabeza mientras avanzaba por la calle. Si mi plan era darme una ducha al llegar a casa, ahora tenía la certeza de que estaba recibiendo una totalmente gratuita debido a la tormenta que había surgido de la nada. Tenía el pelo empapado y me dolían las manos de las largas horas en la floristería. Mi tía tenía razón, no podía hacer deporte, ir a clase y pasar las tardes trabajando o todo ello me pasaría factura. Ahora mismo lo único que sentía era una ganas desgarradoras de tomar algo caliente y meterme en la casa.

Volví a subirme la capucha y agaché la cabeza para protegerme del viento que venía de frente, al igual que de las gruesas gotas de lluvia que impactaban con fuerza contra mi cara. Conseguí llegar a la calle de mi casa en cuestión de minutos, pero retrocedí un paso cuando vi que había alguien esperando en las escaleras que daban a la puerta. Y no era una persona cualquiera. Era Serkan.

- Hola- dije en shock, porque no comprendía que otra cosa podía decir cuando el hombre del que estaba enamorada aparecía en mitad de una tormenta. Así que me quedé clavada en el sitio, incapaz de procesar que esta fuese la segunda vez en el día que se interponía en mi camino-

Con el sonido de mi voz se puso en pie, sorprendido y completamente empapado. No veía su coche por ningún lado, así que asumí que había llegado caminando. Los ojos de Serkan brillaron ante la luz de la farola, haciendo que el color fuese una mezcla de verde y azul.

- Hola- respondió con voz desdeñosa, y entonces me di cuenta de como sus ojos estaban rojos e hinchados. ¿Había llorado? Imposible. ¿Y como hacía para estar todavía más sexy completamente empapado y con aspecto derrotado?- No te lo dije esta mañana, pero estás muy guapa hoy- después de eso le lancé una mirada de desprecio, porque me recordaba la situación en la que estábamos-
- Estás muy lejos de casa- dije, y se encogió de hombros-
- No lo creo, tú estás aquí- me dolió el estómago al escuchar eso, porque lo echaba de menos. Pero no podía ceder a una sola palabra, no podía-

Saqué las llaves del bolsillo de la sudadera para dar a entender que solo quería entrar a mi casa, y claramente no me importaba la tormenta que había fuera, él no estaba invitado a pasar. El problema de dejarlo pasar es el peligro de no querer que se fuera nunca.

- Hoy Engin ha recibido un premio bastante importante para él, por la antigüedad de su gimnasio- hablaba sin mirarme a la cara- No podía dejar de sonreír, era insoportable.
- Se lo merece, me alegro mucho por él- sonrío con sinceridad-
- Ojalá hubieras estado allí para verlo- susurra-
- Serkan, ¿qué quieres?- estoy cansada, realmente cansada-
- Si no venía a hablar contigo, no conseguiría vivir mi vida ocultando mi verdad- responde- Y si no me escuchas, te pasarás el resto de la tuya encadenada a una mentira- una bocanada de aire salió de mis labios-
- Sé a dónde va esta conversación y es a ningún lado- comienzo a caminar, pasando a su lado- Voy a guardar mi energía para poder llegar a la cama en lugar de discutir una batalla sin sentido contigo.
- Creo recordar que las peleas sin sentido son nuestras favoritas- coloca la mano en mi brazo para que me detenga, y lo hago porque no estoy preparada para sentir su calor a través de tantas capas de ropa- Me gusta tu sudadera, es amarilla, no combina con el día, pero es muy tú.
- A mí, a diferencia de algunas personas, me gusta rodearme de las cosas que traen alegría incluso en los días más oscuros- él resopló, sin soltar su mano de mi brazos- Quiero ir a casa.

Al parecer, había estado esperando que emprendiese la marcha, porque se interpuso en mi camino a toda velocidad, haciendo que mi cuerpo impactase contra el suyo Chocamos con un fuerte golpe, y me tuvo que rodear la cintura con las manos para que no perdiese el equilibrio. Tragó saliva cuando mis ojos encontraron los suyos, y un lado de su boca se elevó lentamente.

- Estás en casa- dijo mientras sus ojos recorrían mi rostro como si llevase siglos sin verme-

El frío desapareció cuando el calor envolvió mi cuerpo. Antes de darme un segundo para reconsiderar la idea de saltar sobre sus labios, me aparté de él, lo suficiente para que sus manos dejasen el contacto con mi cuerpo.

- Serkan- suspiré- Detente.
- No estoy haciendo nada- pero me estaba mirando de esa forma que hacía que todo en mi interior se removiese- Eda...
- Por favor, no.
- Ya no te estoy tocando- y tras eso sentí ganas de alejarme aún más- ¿Debería irme y no hablar? Porque no es fácil para mí decidir venir aquí a exponer todos mis pensamientos y tampoco es que me lo estés poniendo demasiado fácil, pero realmente quiero solucionar...

No pude soportar más el deseo que sentía por sus labios, así que lo siguiente que supe fue que de manera voluntaria me había presionado contra él, con mi boca estrellándose contra la suya y mis manos agarrándose a sus antebrazos.
Si estaba sorprendido por el beso, no lo demostró. Se movió para que nuestras cabezas estuvieran perfectamente alineadas, su boca cubriendo la mía y cayendo en el remolino del placer juntos. Sabía a café y necesidad, y cuanto más lo besaba más quería de él. Al final eso era para lo único que le hacía falta, para saciar su deseo, para tener mi cuerpo, mi corazón no le importaba lo más mínimo.
Cuando intenté introducir una mano en el interior de su camiseta, Serkan me sujetó y se quedó inmóvil.

- Espera- su respiración era desigual y tensa, mientras sus dedos formaban ataduras alrededor de mi muñeca para sacar mi mano del interior de su camiseta-
- ¿A qué?- cuando mi boca se amoldó a la suya de nuevo, succionó mi labio inferior- Es para esto por lo que has venido, es lo único que quieres de mí y lo tienes.
- No, Eda, no- no sonaba como él en absoluto, y la tensión lo demostraba- Por favor, detente porque no lo estás poniendo fácil.
- Creo que lo estoy haciendo bastante sencillo- reproché-
- Pero es que yo no quiero eso- aquellas palabras me silenciaron- Eda... quiero hablar contigo, necesito hablar contigo.

Aparté mi cuerpo por completo del suyo, sintiéndome levemente herida por su rechazo. Si no quería tenerme físicamente, no le iba a dar la oportunidad de seguir torturándome emocionalmente. Mi corazón estaba demasiado dolido como para seguir escuchando sus palabras o creyendo sus mentiras.

- La otra noche fui un completo cobarde que prefirió creer sus propias mentiras a seguir adelante con la verdad- una arruga profunda se formó en sus cejas- Por culpa de eso te perdí, y no he podido respirar desde que eso sucedió.

Mi mente luchó por mantenerse al día sobre lo que estaba sucediendo. No entendía esta especie de monologo que había iniciado, pero sentía ganas de echarme a llorar una vez ha pasado la sorpresa y la pasión del momento.

- No quiero escucharte- susurré-
- No quiero perderte de nuevo.
- Es que no me tienes para poder perderme- recriminé- Dejaste bastante claro cuál era mi posición en toda esta historia- negué con la cabeza, sintiendo las primeras lágrimas mezclarse con la lluvia-
- No, no, no, es que si me dejas explicarme- suplicó- Fui un cobarde, porque me daba miedo la idea de amarte de esa manera.
- He dicho que no quiero escucharte.
- ¡Lo vas a tener que hacer!- gritó, sonriendo y abriendo los brazos- Porque he venido a mostrarte mi corazón, he venido a contarte que me has mostrado alegría donde antes solo veía desesperación. Me has enseñado la esperanza donde antes solo conocía la desesperanza...- suspiró- Y puede que esté roto, pero ahora tengo claro que todas mis piezas te pertenecen. Así que no importa lo que me cueste porque trabajaré todos los malditos días de mi vida para merecerte, Eda. Porque no hay venganza, ni persona en este mundo que no me haga elegirte a ti siempre. Te elijo a ti.

En el momento que terminó ya estaba llorando a mares, porque esas eran las palabras que me habría gustado escuchar tres días atrás, eran las palabras que había esperado escuchar. Y ahora más que alegrar, dolían. Porque a la hora de la verdad, dudó. Porque a la hora de la verdad no pensó en el daño que podía hacerme, y prefirió dejarme a un lado o echarme de su vida antes que aceptar todo lo que nos sucedía.

- No puedo- murmuro entre lágrimas- No puedes venir aquí y pretender que te perdone por todo lo que has hecho con un par de palabras, porque no tienes ni idea del dolor que sentí al saber que el hombre que amo me engañó y encima me echó a un lado como si no valiera nada.
- Pero Eda...
- No, no puedo- cojo aire para respirar- Necesito tiempo para pensar, no puedo hacer esto ahora.

Avanzo por las escaleras, y esta vez Serkan no me detiene cuando abro la puerta y me detengo para mirarlo. La lluvia cae sobre él mientras me mira con cara de dolor, un dolor que reconocía porque era el que había visto reflejado en mi rostro estos últimos días. Pero aquella imagen me recuerda las palabras de Melo sobre como él aparecería ante mí para contarme que me elegía, que yo era su primera opción.

- Te devolveré el dinero de la deuda- es lo último que digo antes de desaparecer de su vista- No quiero deberte nada.

......

Espero que os haya gustado y me lo contéis en vuestros comentarios.
Recordad dejad una estrellita, así sabré si gusta y debo continuarlo.

Al principio del capítulo os dejo el título y artista de la canción con la que he escrito el capítulo, aparte de ser la frase que aparece en las fotos que pongo a cada capítulo.

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