A PRUEBA DE GOLPES

By AlinaBeta

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Un boxeador que se ha alejado de las cuerdas. Una mujer que va a ponerlo contra ellas. More

SINOPSIS
0. K.O
1. EL PROBLEMA
2. LA SOLUCIÓN
3. LOS TÉRMINOS
4. ANÁLISIS Y COMPETENCIA
5. A ENTRENAR
6. CONOCIÉNDONOS
7. PRIMER COMBATE
8. ENSÉÑAME
9. LA COMPETICIÓN
10. ALGO MÁS
11. EFE AKMAN
12. SEMIFINALES
13. RESCATE
15. VENGANZA Y CONFIANZA
16. LA VIEJA SOLEDAD
17. AMENAZA ENCUBIERTA
18. LA FINAL
19. ENTRE TÚ Y YO
20. EL ÚLTIMO GOLPE
EPÍLOGO

14. LA FIESTA

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By AlinaBeta

Found - Jacob Banks

Serkan Bolat:

El reloj marca la hora exacta en la que he prometido recoger a Eda, y sin embargo, aún no hay ni rastro de ella. Hace unos minutos recibí un mensaje en el que advertía el aún no estar lista para salir, así que solo puedo pasear alrededor de mi coche mientras espero.

Los últimos días han sido intensos en lo respecto al entrenamiento, he llevado mi capacidad física al límite para poder recuperar los días de descanso que me vi obligado a tomar, y debo decir que Engin no está nada contento con el resultado. Son escasas mis horas de sueño y bastante extensas las que paso golpeando la maldita pera del gimnasio. Aún así no puede decirme nada, sabe que no entraré en razón si el contrincante al que me enfrento es Deniz.
El poco tiempo libre que tengo lo dedico a pasarlo con Eda, a la cuál veo menos de lo que me gustaría. Aún así, el invertido siempre es tiempo de calidad desde aquella noche en mi casa.

La fiesta de hoy es la gran preocupación que ronda mi mente. Desde un principio me sentí reacio a aceptar la invitación, pero al parecer es algo que Akman suele hacer en este tipo de torneos, y convertirme en uno de los finalistas me obliga a acudir. Más que tener que asistir yo, me atormenta la idea de tener que llevar a Eda conmigo a la boca del lobo. No soy tonto, sé que alguien como Akman habrá investigado cada parte de mi vida, y eso la incluye a ella. Solo espero que no haya averiguado más de lo necesario o estaríamos metidos en serios problemas, de esa clase de problemas que prometí mantenerla alejada.

-Ni una queja por la tardanza, solo han sido diez minutos de nada- giro a toda velocidad ante el sonido de la voz de Eda, que me da la espalda mientras intenta cerrar la puerta de la entrada-

Si por un momento tuve la intención de quejarme por su impuntualidad, la idea desapareció de mi mente tal como llegó. Es más, creo que mi cerebro quedó totalmente vacío ante la visión que estaba presenciando. Eda Yildiz, mi novia, envuelta en uno elegante y sensual vestido blanco. Un vestido con un escote espectacular y una raja que dejaba una de sus piernas al descubierto, todo esto acompañado con el más sutil de los maquillajes y su pelo ondulado a un lado de su rostro.
Cada noche antes de dormir se me cruza el pensamiento de cómo una mujer como ella decidió estar con un hombre como yo. Y no solo me refiero al aspecto físico, más bien englobo todo, porque todo en ella es lo más cerca que he estado alguna vez de rozar la perfección con mis dedos.

-Al menos deberías ser lo suficiente educado como para ofrecerte a coger mi bolso- está frente a mí con los brazos cruzados y una ceja levantada, divertida con la expresión en mi boca-
-Estás... eres...- suspiro con fuerza, abrumado por todas las sensaciones que se apoderan de mi cuerpo-... ni siquiera existe la palabra para poder expresar lo que siento ahora mismo.
-No tienes que intentar seducirme- bromea ante mi intento de cumplido, pero la rojez acude a sus mejillas y mira al suelo con timidez-
-Es la verdad- doy un paso hacía ella, y con mis dedos índice y pulgar tomo su barbilla par alzar su rostro- No hay palabra en el mundo que haga justicia a lo increíble que eres para mí.

Las valientes manos de Eda no tardaron en enredarse alrededor de mi cuello, así que permanecí estático, sintiendo el suave cuerpo de mi novia entre mis brazos, la dulzura del olor que desprendía. Casi me sentía intoxicado cada vez que inhalaba su perfume.

-Sin embargo, yo puedo dejar bien claro que hoy y cada día tengo más claro que eres el hombre más atractivo que verán alguna vez mis ojos- deja un pequeño beso en la comisura de mis labios-
-No me puedo creer que hayas dicho eso aún a riesgo de inflar mi ego- aquello la hace reír-

Entonces cierro la brecha que aún existe entre nosotros y aplasto mis labios contra los suyos, sin importar que pueda arruinar el maquillaje que ha estado tanto tiempo cuidando, lo único importante es sentir la reminiscencia de su sabor en mi lengua.
Y es que el sabor de Eda es tan delicioso como peligroso. Lo que me llevaba al pensamiento de que era la primera mujer con la que compartía cama tras tener sexo, y eso me hacía desconfiar de mí mismo.

A lo largo de toda mi vida jamás soporté que nadie se acercase a mí mientras dormía, ni siquiera mi hermana. Incluso en esas noches de tormenta donde la encontraba asustada por los relámpagos, había sido yo quién se sentaba en su cama hasta esperar el momento en el que cediese ante el sueño.
Así que era extraño que me sintiese tan cómodo con Eda durmiendo entre mis brazos, como si con ella no tuviese la necesidad de tener que guardar las distancias. Y es que era, por naturaleza innata, desconfiado y solitario, alguien que siempre mantenía la guardia en alto, un rasgo de mi carácter que me había salvado la vida en el momento más importante. Así que era sorprendente ver como, inconscientemente, me había acostumbrado a dormir con ella en tan pocos días, a tocarla y a dejar que me tocase, aunque en mitad de la noche despertaba sorprendido ante el tacto de su cuerpo contra el mío.

Por la razón que fuese, me gustaba abrazarla y besarla antes de dormir. Así que sí, Eda era peligrosa porque suponía una tentación para mí que jamás había sentido hasta el momento. Me hacía perder el control, hasta tal punto que la simple idea de recordar el tener sexo con ella estaba consiguiendo que todos los músculos de mi cuerpo se tensasen y comenzase a excitarme.
Una lástima para ambos que no pudiese tumbarla sobre el capó de mi Jeep y hacer todas las cosas que estaban pasando por mi cabeza, eso era algo que tendría que esperar. Hoy tenía que mantener la mente despejada, alejar por completo esta sensación indescriptible que aparecía cada vez que la tenía cerca y sobre todo, cuidar el no hacer daño a unos sentimientos no correspondidos. No podía permitir que lo que Eda sentía por mí fuese demasiado lejos, por el bien de los dos.

-¿Hora de irnos?- las palabras de Eda contra mis labios me sacaron de mis pensamientos-
-Por desgracia- musité, separando mi cuerpo del suyo y acompañándola a la puerta del coche. La noche recién empezaba y ya la primera duda había surcado mi cabeza.

¿Qué sentía por Eda? ¿Un sentimiento así nos destruiría a ambos? Lo que sabía era que me daba miedo, más del que jamás había sentido.

Eda Yildiz:

Serkan no ha hablado nada desde que subimos al coche, es como si estuviese más sumergido en sus pensamientos de lo normal. Y no lo culpo, sé que no está del todo contento con el hecho de tener que acudir a lo que él llama "la estúpida fiesta", y no solo por el hecho de soportar a Akman, al cuál supongo que odia por todo lo que está relacionado conmigo, sino por el hecho de que yo tenga que estar expuesta a él.

La idea de ocultar a Serkan el hecho de estar recibiendo ayuda por parte de Tahir para que no averigüe quién soy es una carga que comienza a pesar, no me gusta la idea de tener que mantener algo tan importante lejos de su conocimiento. Aún así creo que es lo mejor, al menos hasta que llegue el combate final, no quiero que se vea distraído por otras cosas que van más allá algo que pueda solucionar.

-No tienes que estar nervioso- murmuro sin aparta la vista de la ventana, observando como decenas de árboles nos dejan atrás a toda velocidad-
-No estoy nervioso- miente, he aprendido a reconocer el tono de voz que utiliza cuando no quiere que me preocupe por algo-
-Sé que lo estás, y no deberías, al contrario- aparto la vista de la ventana para observar su perfil- Yo creo que va a ser una gran noche para nosotros dos, ¿sabes?
-¿Una gran noche cerca de gente así? Permíteme que lo dude- me río ante el comentario-
-Dirías esa misma frase incluso si solo fuese gente normal, ya sabemos que no eres muy amante de las multitudes- se encoge de hombros, como si fuese algo más que lógico- Pero yo creo que va a ser una gran noche porque la gente va a estar divirtiéndose, tomando, bailando, conociéndose... nadie va a ponerse a hacer preguntas incómodas rodeado de tantas personas.
-A lo mejor sí, sería el momento perfecto para hacer ese tipo de preguntas porque no se harían incómodas y podrías disimular tus verdaderas intenciones- suspiro con pesar, arrastrando mi mano hacía su muslo y dejándola ahí-
-Entonces no responderemos, lo único que haremos será bailar, reír y disfrutar de la velada- asiente con lentitud, aún en tensión-

Sé que no es fácil para él estar rodeado de personas, le supone un estrés innecesario. Aún así, estos últimos días ha hecho esfuerzos por pasar el poco tiempo que tiene junto a mí y mis amigos, conociendo a algunos y llegando a ser hasta encantador.
Pero también sé que esta noche es diferente porque al ser uno de los finalistas todas las miradas van a estar fijas en él, pendientes de lo que diga o haga, sobretodo de la persona que lo acompaña, yo.

-Mi madre siempre me contaba bonitas historias cuando estaba muy nerviosa por algo que se escapaba de mi manos- aparta la mirada un segundo para observarme, haciéndome ver que tengo toda su atención- Si te interesa puedo contarte una también.
-Sabes que quiero, claro que quiero- la pequeña sonrisa que aparece en sus labios me reconforta-
-La leyenda de Sakura comienza hace cientos de años en el antiguo Japón. Por aquel entonces los señores feudales libraban terribles batallas, en las que morían muchos combatientes humildes, llenando a todo el país de tristeza y desolación. Los momentos de paz eran muy escasos. No terminaba una guerra cuando comenzaba otra.
-La historia se ajustado demasiado a lo que es la vida real- golpeó su hombro para hacerlo callar, y él solo se ríe-
-Pese a todo, había un hermoso bosque que ni la guerra había podido tocar. Estaba lleno de árboles frondosos que exhalaban delicados perfumes y consolaban a los atormentados habitantes del Japón antiguo. Por más combates que hubiera, ninguno de los ejércitos se atrevía a mancillar semejante maravilla de la naturaleza- sonrío al recordar como mi madre se ayudaba de dibujos para contar su historia- En aquel hermoso bosque había, sin embargo, un árbol que nunca florecía. Aunque estaba lleno de vida, en sus ramas nunca aparecían las flores. Por eso se veía desgarbado y seco, como si estuviera muerto. Pero no lo estaba. Simplemente parecía condenado a no disfrutar del color y el aroma de la floración.

Un extraño pinchazo golpea mi estómago cuando vuelvo a observar a Serkan, que parece absorto en la historia sin caer en las similitudes que pueden tener con él. Serkan se asemeja a ese árbol, aún es ese árbol. Muerto a la vista de todos, lleno de vida en su interior.

-El árbol permanecía muy solitario. Los animales no se le acercaban por miedo a contagiarse de su extraño mal. La hierba tampoco crecía a su alrededor por las mismas razones. La soledad era su única compañera- suspiro con pesar- Entonces, un hada de los bosques se conmovió al ver a aquél árbol que parecía viejo, siendo joven.
-Siempre hay un hada en la vida de los más desdichados- Serkan me está mirando con ojos dulces y sonrisa amable, así que me estremezco por todo el amor que siento-
-Una noche el hada apareció junto al árbol y con nobles palabras le hizo saber que quería verlo hermoso y radiante. Estaba dispuesta a ayudarle para que lo lograra. Entonces le hizo una propuesta. Ella, con su poder, haría un hechizo que duraría 20 años. Durante ese tiempo, el árbol podría sentir lo que siente el corazón de un humano. Tal vez así lograría emocionarse y quizás volvería a florecer- extiendo mi mano para colocarla sobre la mano de Serkan, que descansa sobre la palanca de cambios- El hada agregó que gracias al hechizo podría convertirse tanto en planta como en ser humano, indistintamente, cuando así lo deseara. Sin embargo, si al cabo de los 20 años no lograba recuperar su vitalidad y brillo, moriría inmediatamente.
-Esto va a terminar mal- murmuró mi novio, chasqueando la lengua con la vista fija en la carretera-
-Tal como el hada dijo, el árbol vio que podía convertirse en ser humano y volver a ser vegetal cuando así lo quería. Probó a quedarse un largo tiempo como un hombre, para ver si las emociones humanas le ayudaban en su propósito de florecer. Sin embargo, el comienzo fue una decepción. Por más que buscaba a su alrededor, solo veía odio y guerra. Entonces volvía a ser árbol durante una buena temporada. Los meses fueron pasando y también los años. El árbol seguía como siempre y no encontraba entre los humanos nada que lo librara de su estado. Sin embargo, una tarde que se convirtió en humano, caminó hasta un arroyo cristalino y allí vio a una hermosa joven. Era Sakura.
-Ahora empieza lo bueno- se río Serkan, completamente metido en la historia-
-Impresionado por su belleza, el árbol convertido en humano se acercó a ella. Sakura fue muy amable con él. Para corresponderle, él le ayudó a cargar el agua hasta su casa, que quedaba cerca. Tuvieron una animada conversación en la que ambos hablaron con tristeza del estado de guerra en el que se encontraba Japón y con ilusión de grandes sueños.
-Qué fácil se enamoran los árboles y las personas- bromeó Serkan, y puse los ojos en blanco-
-Cuando la chica le preguntó cuál era su nombre, al árbol solo se le ocurrió decirle "Yohiro", que significa "esperanza". Los dos se hicieron muy amigos. Todos los días se encontraban para conversar, para cantar y para leer poemas o libros de maravillosas historias. Cuanto más conocía a Sakura, más necesidad sentía de estar a su lado. Contaba los minutos para ir a su encuentro.
-Seguro que ahora viene la parte triste- tragó saliva antes de mirarme-
-Un día Yohiro no pudo más y le confesó su amor a Sakura. También le confesó quién era en realidad: un árbol atormentado, que ya pronto iba a morir porque no había logrado florecer. Sakura quedó muy impresionada y guardó silencio mientras se alejaba de él.
-¡Lo sabía! Siempre sale mal- chasque la lengua con frustración y sonrío al ver como se ha metido en la historia-
-El tiempo pasó y el plazo de los 20 años estaba por cumplirse. Yohiro, que volvió a tomar la forma de árbol, se sentía más triste cada vez. Pero una tarde, cuando menos lo esperaba, Sakura llegó a su lado. Lo abrazó y le dijo que ello también lo amaba- suspiré con alivio- No quería que muriera, no quería que nada malo le pasara. Entonces, el hada apareció de nuevo y le pidió a Sakura que eligiera si quería seguir siendo humana, o fundirse con Yohiro en forma de árbol.
-Hay que joderse con el hada, no puede poner las cosas sencillas.
-¡Calla! Deja que termine- me quejo ante sus interrupciones- Sakura miró a su alrededor y recordó los campos desolados por la guerra. Eligió entonces fundirse para siempre con Yohiro. Y solo entonces se hizo el milagro. Los dos se convirtieron en uno solo para comenzar a florecer. La palabra Sakura significaba "Flor de cerezo", pero eso Yohiro no lo sabía. Desde entonces, el amor de ambos perfuma los campos de Japón.

Serkan no dice una palabras después de que termine de contar la historia, solo asiente lentamente, como si estuviera impregnándose de todo lo que ha salido de mis labios durante el viaje.
Solo pasados unos minutos gira el rostro para mirarme con una ligera sonrisa llena de todo lo bueno que hay en él.

-¿Y qué tiene que ver esto con mis nervios?- pregunta, entonces es mi turno de sonreír-
-Nada, pero mientras me escuchabas has olvidado por completo que los sentías.

La sonrisa se amplía en su rostro cuando ve como tomo su mano derecha y la llevo a mis labios, besando esa cicatriz que tanto desconocía pero que tan especial se había vuelto para mí.
Serkan era ese árbol, solitario, muerto por dentro. Ojalá algún día me dejase ser la persona capaz de despertar todo lo bueno que veo en él a el resto del mundo. Ojalá algún día se diese cuenta de que también me ama de la misma forma en la que yo lo amo a él. Con toda mi alma.

Y por encima de todo, espero que las mentiras que guardo no destrocen la confianza que hemos depositado el uno del otro. Porque la falta de confianza es capaz de destruir al más fuerte de los corazones, y yo no podía seguir manteniendo mucho tiempo este pequeño secreto. Debía contarle todo sobre Tahir, después de esta noche, lo haría.

Serkan Bolat:

La mano de Eda aprieta con fuerza la mía una vez atravesamos la entrada al vestíbulo de la fiesta, que ya está repleta de personas desconocidas que fingen tener interés en lo que cuenta la gente que tiene a su alrededor. Por suerte o por desgracia, tengo a mi hada de la suerte firmemente sujeta a mí después de prometer no dejarme solo en ningún momento. No es que creyese que eso fuese a ser posible en un ambiente como este, pero calmaba la ansiedad que tenía en mi interior.

-La noche más larga de toda mi vida- murmuro para que solo Eda pueda escucharme mientras nos adentramos entre la multitud-
-¿Puedes dejar de quejarte? Solo llevamos 3 minutos aquí- responde ella en un susurro, sonriendo a algunos de los presentes por educación-
-Y lo dices como si fuera poco tiempo- bufo, siendo incapaz de aparentar esa educación que ella tiene y poniendo mala cara a un completo desconocido que me hace un gesto con la cabeza-

Hasta el momento no he visto a nadie que me sea mínimamente conocido entre los presentes, y más que un pesar, me parece un alivio. Lo peor que puede ocurrir en este tipo de situaciones es dar con la persona pesada que te reconoce y quiere saber todo de tu vida como si realmente fuese alguien importante en ella. O peor aún, tener que fingir que a ti también te importa y escuchar las charlas sobre como sus hijas empiezan a salir con chicos...

-¡Serkan!

Vale, rectifico por completo lo que he dicho. Lo peor que puede suceder en este tipo de situaciones es encontrarte con la que ha sido tu polvo de emergencia durante los últimos años mientras caminas de la mano con tu actual novia. Sí, eso es atroz, y es justo lo que está sucediendo ahora.
Selin saluda con la mano a varios metros de distancia mientras se acerca a mí con la mayor de las sonrisas, realmente parece feliz de verme después de mas de medio año sin saber nada de mí.

-¡Serkan!- llega frente a mí y no repara en la compañía de Eda, porque se abalanza a mis brazos de tal manera que me veo forzado a soltar su mano para evitar que ambos caigamos hacía detrás- ¡Cuánto tiempo!
-Selin- murmuro entre dientes, sin corresponder el abrazo del todo y dando palmaditas suaves en su espalda. Dirijo la mirada a Eda, que tiene el ceño fruncido mientras observa la escena- La verdad es que ha pasado demasiado tiempo desde la última vez que nos vimos, sí.
-Eso es porque tú has querido que sea así al no responder mis mensajes- por suerte para ella, da un paso atrás, porque creo que si hubiese permanecido enredada en mí durante unos segundos más, Eda la habría apartado sin ningún tipo de cuidado-
-He estado realmente ocupado con la vuelta al boxeo y con mi novia- recalco la última palabra, estirando la mano para que Eda vuelva a entrelazar sus dedos con los míos, algo que no hace-
-¿Novia?- los grandes y recelosos ojos de Selin reparan de una vez en la impresionante mujer que me acompaña, y una mueca de disgusto aparece en su rostro- Oh.
-Soy Eda Yildiz, encantada- al menos una de las dos es educada y extiende la mano para presentarse, pero Selin decide ignorarla y volver a centrar la atención en mí-
-Creí que no eras la clase de hombres que se estanca en una relación, de haberlo sabido habría aprovechado mucho mejor estos últimos tres años que hemos compartido cama- aprieto la mandíbula ante la forma de hablar de Selin, parece no estar interesada en el hecho de que mi actual pareja está a mi lado con cara de pocos amigos-
-Las cosas cambian- murmuro, incapaz de saber qué decir en una situación como esta-

En cualquier otro lugar habría llamado la atención de Selin al ser tan irrespetuosa con Eda, pero aquí no podía arriesgarme a formar ninguna clase de número y convertirnos en el centro de las miradas de todos los presentes. Algo que no estaba bien por mi parte después del desplante y la falta de respeto que le había hecho a Eda, que me mira con labios fruncidos y ojos llenos de rabia. Tampoco debe ser agradable para ella ver como una de mis ex conquistas la hace de menos y habla de algunas de las intimidades que compartimos tiempo atrás.

-Entonces creo que deberías ponerme al día con una copa de champán- sonríe de la misma forma en que lo hacía cuando pretendía otras cosas de mí-
-La verdad es que...
-¡No te preocupes!- Eda vuelve a hablar, alzando una mano de manera relajada pero tensando la mandíbula como nunca antes la había visto- Pasa tiempo con tu amiga mientras yo doy una vuelta por el lugar, al parecer ha pasado mucho tiempo desde la última vez que os encontrastéis y tendréis que poneros al día.
-Pero...- intento quejarme, pero ella no está por la labor-
-Si necesitas cualquier cosa vas a tener que buscarme porque estaré demasiado ocupada robando todas las copas de cava que encuentre por mi camino.

Por la expresión de Eda, sé que no está para nada contenta con la situación que se está dando. Y gruñe antes de girarse porque Selin ha enredado su brazo en el mío para comenzar a caminar en alguna dirección del amplio salón, lo que me hace perder de inmediato la vista de Eda entre la multitud.
¿Qué diablos acababa de pasar en cuestión de escasos minutos? Porque había pasado de sentir la seguridad de los dedos de Eda entrelazados con los míos al horrible tacto de la mano de Selin en mi antebrazo, eso sin dejar de mencionar detalles pasados que poco me importaban.
La conclusión es que no había hecho nada y aún así entendía que estaba metido en un buen lío.

-¿Champán?- dijo uno de los camareros, y lo tomé con rapidez. Just la medicina que iba a necesitar para poder soportar una noche que recién acababa de comenzar-

Eda Yildiz:

Estúpido Serkan Bolat con su estúpida sonrisa encantadora y su estúpido ex ligue. ¿Cuántas eran las probabilidades de encontrar a una de las ex parejas de mi novio en una fiesta como esta? Porque conociendo lo antisocial que era con el resto del mundo, yo habría puesto la mano en el fuego porque las probabilidades eran inexistentes.
Y aún así, aquí estaba yo, intentando alejarme todo lo posible de la imagen de mi novio enredado en los brazos de otra mujer con cara de no saber que hacer como su vida. Porque la verdad es que habría estado bastante bien que hubiese resaltado mi figura después del desplante que me había hecho esa tal Selin al presentarme, pero no, había permanecido en silencio y hablando con ella como si nada ocurriese.

-¡Estúpido!- doy un largo trago a la copa de champán sin dejar de caminar en dirección a ninguna parte, seguramente dando vueltas en círculos alrededor de aquel gigantesco salón-
-Se te ve encantada con la persona que recibe tus insultos- la voz de Tahir me sobresalta de tal manera que tengo que llevarme la mano al pecho y cerrar los ojos para calmarme-
-¿Es que intentas matarme?- cojo aire por la nariz y la suelto por la boca de manera exagerada- Creo que es bastante fácil saludar como una persona normal.
-Lo es, pero ni tú ni yo somos personas normales- mira a su alrededor, como si no quisiese que fuésemos observados por miradas extrañas- Tengo que hablar contigo.
-¿Qué pasa?- el corazón ahora me late a toda velocidad ante el escalofrío que me atraviesa, viniendo de él no pueden ser buenas noticias-
-El jefe ha pedido un archivo para investigar a Serkan Bolat y parece haber encontrado algo bastante serio- suspiro, porque ya habíamos barajado esa opción. Lo que me sorprende es que haya algo en su vida que yo desconozca- Pero en el archivo que pidió sobre ti parece haber puesto bastante interés a pesar de que me ocupé de eliminar las páginas que te relacionan con tu tía, es como si quisiese conocer hasta tus más mínimos secretos.
-¿Qué?- es un jadeo más que una pregunta-
-No creo que tarde mucho tiempo en descubrirse todo y ahí no voy a poder protegerte de él- doy otro sorbo a la copa, esta vez con menos ímpetu-
-Entiendo. Aún así, muchas gracias por todo, no tenías que hacerlo y aún así te has expuesto por mí.

A pesar de nuestros más y nuestros menos, de las salidas de tonos que ha tenido en más de una ocasión o en el hecho de que fuese uno de los usureros de un mafioso, Tahir ha resultado ser una persona de fiar para mí. Y aunque sé que a la hora de la verdad no dudaría en lanzarme a los tiburones, ya se había arriesgado demasiado para salvarme el culo con este último movimiento.

-Eda, no entiendo en qué momento tu vida se cruzó con la de Serkan Bolat- comienza a decir en un tono más conciliador- Pero no creo que conozcas lo suficiente sobre él como para estar en una relación, según dices.
-¿Qué intentas decirme?- frunzo el ceño y me pongo a la defensiva ante las palabras hacía el que es mi novio-
-Que pongas en duda cualquier cosa que te diga, que estés alerta y seas inteligente porque sea lo que sea que ha encontrado Efe, no puede ser nada bueno si es capaz de usarlo en su contra.
-Serkan jamás haría daño a nadie, si tu idea es que pueda haber cometido algún delito grande- tenso la espalda para erguirme lo máximo posible- Y confío tanto en él que sé que jamás me ocultaría nada que pudiese estar relacionado conmigo o ponerme en peligro, así que gracias por la advertencia pero no es necesario.

Tahir parece ignorar mis palabras porque de un momento a otro pasa de ser un hombre preocupado a una persona carente de expresión. Su espalda se ha puesto recta y la mirada ha quedado fija en algún punto del infinito mientras su mano se unen frente a su cuerpo.
Es la misma posición que adoptó la última vez que estaba acompañando a su jefe, es su yo profesional, lo que quiere indicar que...

-¡Eda Yildiz!- una palmada de felicidad retumba a mi espalda, llamando la atención de algunos de los presentes- Esperaba verte a lo largo de la noche pero ni por un segundo se me pasó por la mente que fueses a estar tan hermosa.
-Efe- saludo con una pequeña sonrisa al hombre que se detiene frente a mí, tomando mi mano entre las suyas y llevándola con galantería a sus labios- Muchas gracias por tu cumplido, también luces bastante bien esta noche.
-Ni de cerca se me puede comparar a ti- retira la copa de mi mano y la coloca en la bandeja de uno de los camareros que pasa, coge otra llena y me la entrega- Tampoco esperaba verte sola, ¿dónde está Serkan?
-Oh, Serkan- hago una mueca al recordar su paradero- Se ha encontrado con una vieja amiga y he decidido dejarles un poco de tiempo para ponerse al día.
-Una vieja amiga, entiendo- niega con la cabeza, comprendiendo más de lo que me gustaría- Si me permites la indiscreción, es un absoluto idiota si te deja ir estando tan hermosa esta noche, ningún hombre puede apartar la vista de ti.
-Y si me permites el comentario poco cortes, soy lo suficientemente independiente como para poder pasear sola sin mi pareja y evitar que cualquier hombre con intenciones turbias se acerque a mí.

A lo mejor es el alcohol el que ha comenzado a hablar por mí para responder de esa manera, pero empiezo a estar bastante cansada de que los hombres solo parezcan respetar a una mujer si se encuentra acompañada de un hombre. Soy una persona que puede manejarse bastante bien frente a todos los trogloditas que la rodean.

-Me alegra escuchar esas palabras, y lamento mi comentario bastante machista- junta las manos en señal de disculpa- Eres más que capaz de controlar a cualquiera de los hombres que están en este salón, recuerda que he visto la forma en la que golpeas.
-Espero que no se te olvide nunca- sonrío de verdad, sorprendiéndome a mí misma con estar siguiendo esta especie de coqueteo que ha empezado-
-Y yo espero que a él tampoco se le olvide.

Dirijo la mirada en la misma dirección que Efe para encontrar a Serkan caminando en mi dirección con paso firme y decidido. Toma todo de mí contener un suspiro al analizar lo increíblemente atractivo que se ve en ese traje, algo poco usual de ver en él, y la realidad es que debería llevarlos más a menudo.
Maldito Serkan Bolat y su forma de hacer que lo ame. Maldito.

Serkan Bolat:

Los nervios a flor de piel es una expresión bastante lejana a lo que siento ahora mientras observo como Eda sonríe a Akman de forma sincera. Ni en mis peores pesadillas habría llegado a imaginar una situación como esta, y me gustaría pensar que me la merezca por lo idiota que he sido hace un rato con Selin y Eda, pero no, nadie merece ver como su novia parece entablar una conversación amigable con la persona que más odia en todo el mundo.

- ¿Interrumpo?- la pregunta es por cortesía, poco me importa estar interrumpiendo la mejor conversación que hayan tenido en sus vidas-
- Para nada, solo alababa la manera que tiene Eda de saber defenderse- asiento lentamente, porque yo también soy consciente de que ella se vale por sí sola ante cualquier persona que se le ponga por delante- Ha tenido un buen entrenador, ¿no es así?
- El mérito es todo de ella, no cualquier puede alcanzar su nivel en tan poco tiempo- esquivo la pregunta de la mejor manera que sé, no quiero que indague en el tiempo que invierto a entrenarla-
- No seas modesto, todos los aquí presentes sabemos que si no fuese por ti seguiría siendo una persona que no puede correr más de dos minutos sin tener flato- Efe ríe ante el comentario de Eda, y yo le dirijo una mirada de advertencia que parece no comprender-
- Entonces creo que la mejor forma que tienes de recompensarme es aceptando bailar conmigo- extiendo mi mano en su dirección, ignorando la ceja levantada de Efe- ¿Aceptas?
- Supongo que no puedo decir que no a un baile.

La calma se apodera de mí cuando la mano de Eda se posa sobre la mía, tal y como siempre debe ser. Es como si en el momento en el que Selin rompió nuestra unión no me hubiese sentido del todo bien en aquel lugar, como si hubiese perdido una parte importante de mí que necesitaba recuperar.
Con soltura y costumbre, enredo mis dedos entre los suyos para dirigirnos a la zona donde varias parejas están dando vueltas sobre sí mismas. Creo recordar que la última vez que bailé fue en el baile de fin de curso de mi hermana, a tanto que insistió ella en que debía acompañarla para hacerlo.

Las manos de Eda se colocan en mis hombros y las mías rodean su cintura, acercándonos todo lo que esté bien visto públicamente. Después desvío la mirada hacía nuestros pies para concentrarme en los pasos, temeroso de poder pisarla y hacerle daño.

-Cuando bailas con una persona es de vital importancia que tus ojos permanezcan fijos en los ojos de tu acompañante- la escucho decir, así que levanto la vista con un ligero sonrojo en mis mejillas-
-Jamás he bailado con una mujer que no sea Ceren o mi madre, así que tengo miedo de pisarte y hacerte daño- la verdad sale de mis labios con más facilidad de la que imaginé-
-No te preocupes por eso, no creo que vayas a hacerme daño- murmura entre dientes-

Y parece tener razón, porque nos balanceamos al ritmo de la voz de Jacob Banks, que está sobre un pequeño escenario comenzado a cantar "Found" junto con la banda en directo. La música parece perfecta para cualquier cuento de hadas, un momento romántico sacado de alguna película donde el chico y la chica se miran con amor a los ojos y terminan fundiéndose en un beso.
Pero ni Eda ni yo somos esa clase de pareja, y antes de recibir un beso necesita escuchar una explicación por mi parte.

-Quiero disculparme por mi manera de actuar con el desplante de Selin- ella desvía la mirada de mis ojos-
-No te preocupes, no pasa nada- la forma que tiene de decirlo deja bastante claro que no es así-
-Primero, has dicho que hay que mirar a tu pareja de baile a los ojos- mi respuesta la hace volver a fijar la mirada en mí, y sonrío ante ello- Y segundo, sé que si pasa algo porque yo me siento mal por ello. Tendría que haber actuado de la forma que realmente quería y no pensar en el hecho de que Selin pudiese formar una escena delante de todas estas personas, no tendría que haberme importado un detalle como ese. Por eso mismo te pido disculpas.
-Y yo acepto tus disculpas- pero aún así parece irritada- ¿Quién es Selin?
-Selin... es una vieja amiga- suspiro- Ni siquiera puedo considerar que sea una amiga, más bien era la mujer con la que solía pasar tiempo cuando...- muevo los ojos para dar a entender a lo que me refería-
-Entiendo- susurra-
-Eda, no significa nada para mí, ninguna mujer significa nada para mí desde el preciso instante en el que entraste en mi vida. Y debí reconocer que nunca ninguna que no fuese de mi familia ha sido algo para mí- explico con claridad- Quiero que eso quede claro, porque tienes que aceptar de la misma forma en que yo lo hago, que ambos tenemos gente en nuestras vidas que hemos conocido con anterioridad, pero lo que importa es que ahora estamos juntos.
-Lo sé- suspira con un quejido, poniendo cara de inocencia- Pero eso no significa que me guste ver como se comporta contigo como si no tuvieses pareja, porque no estoy en contra de que tengas amigas pero sí prefiero que muestren un poco de respeto por mí, y ni siquiera ha tenido la decencia de aceptar la mano que le he tendido y presentarse de manera adecuada.
-Eso es porque Selin no es mi amiga, ya te lo he dicho- sonrío, apoyando mi frente contra la suya- Ha pensado que aún existía la posibilidad de que algo ocurriese entre nosotros dos, y le he dejado bien claro que la única mujer que ocupa todo mi ser eres tú.
-¿La única?- las pestañas de Eda hacen un ligero aleteo que me produce un remolino de sensaciones en el estómago-
-No hay nadie más que tú, Eda Yildiz- beso la punta de su nariz- Nunca ha habido nadie que se asemeje a ti, ni lo habrá. Eres la única mujer que existe para mí, la única que ocupa mi mente, mi corazón..

Detengo mis palabras al darme cuenta de lo que estoy haciendo, al ser consciente de que lo que se suponía que debía de ser una disculpa ha terminado convirtiéndose en... ¿una declaración de amor? ¡No! No puede ser. Es imposible. No puede estar pasando.
Sé que quiero a Eda, que la necesito, que es importante para mí... pero de ahí a haberme enamorado de ella hay un camino muy largo. Un camino que no quiero recorrer, que no estoy preparado para recorrer, pero... ¿entonces por qué he reconocido que ocupa mi corazón de esa manera? ¿entonces por qué la simple idea de no tenerla cerca me hace sentir vacío? ¿Por qué el mundo se siente más habitable cuando ella está conmigo?
¡No, no, no! ¿Qué mierdas he hecho? He dejado que Eda se adentre tan profundo que ha terminado confundiendo mi vida, hasta tal punto de conseguir que... me enamore de ella. Que me enamore de Eda. Estoy enamorado de Eda. La amo. ¡Mierda!

Eda Yildiz:

Serkan se ha quedado en silencio después de pronunciar las palabras mas hermosas que me había dicho hasta la fecha, como si aquello lo hubiese sorprendido tanto como a mí.
El problema es que todo el color ha desaparecido de su rostro, tanto así que incluso sus labios ha palidecido y está comenzando a preocuparme. Con disimulo, alzo las manos hasta sus mejillas para golpear con suavidad, intentando devolverlo a la hermosa realidad que estamos viviendo.

-¿Serkan?- susurro con un deje de preocupación. Él mueve los ojos en cientos de direcciones, pero nunca se fijan en mí, parece estar respirando con irregularidad-
-Yo... yo...- sonrío ante su tartamudez, siendo consciente del motivo por el que se encuentra así. Serkan tampoco esperaba hacer una confesión como esa esta noche, lo ha pillado desprevenido y no sabe como reaccionar. Por suerte para ambos yo sí que sé-

No me importa el lugar donde estamos o que cualquier persona pueda estar observándonos, porque agarro las solapas de su chaqueta y lo presiono completamente contra mí. Y a pesar de estar en estado de shock, se acerca de buena gana, dejando que presione mi boca contra la suya. No pierde el tiempo y me reclama de la forma que quiero que lo haga.
Todo lo demás en el gran salón se desvanece. En este momento, solo estamos Serkan y yo. Y puedo jurar que el mundo se mueve bajo mis pies. Su lengua se desliza entre mis labios separados, profundizando nuestro beso. Gimo en su boca. Una de sus manos se enreda en mi pelo para sujetarme a él mientras la otra permanece en mi cintura, estabilizándome.

Mi mundo parece estremecerse y desequilibrarse. Me quedo allí, quieta, con las manos en su pecho, y dejo que él haga con su boca lo que quiera, incapaz de otra cosa que no sea darle lo que desea.
La boca de Serkan es más dura de lo normal, y ansiosa. Me besa con la destreza apasionada y lenta de la experiencia, jugando con mi lengua, y la aspereza de su barba arañando mi piel. Entonces, apartando muy bruscamente la boca, me mira con los ojos bien abiertos. Las manos de Serkan caen a ambos lados de su cuerpo, inertes. Entonces comprendo lo que ocurre.

-Tienes miedo de lo que sientes- murmuro con seriedad-
-No- susurra él en respuesta-
-Entonces, ¿por qué te comportas de esta manera?

Lo único que necesitaba es que fuese sincero conmigo, tanto como creía que lo había sido hasta el momento. No quería que me ocultase ninguno de sus miedos, y si sentir algo por mí era uno de ellos, quería saberlo. Lo miré fijamente, viendo como la tormenta se desataba en el interior de sus ojos.

-Todo esto es demasiado para mí- reconoce. Aquello me hace sonreír, aunque sé que no tiene nada de gracioso-
-No- niego con la cabeza- Nada de lo que exista entre nosotros jamás será suficiente.
-Yo...- hace un breve silencio antes de cerrar los ojos con fuerza y dar un paso atrás-... necesito aire, necesito... yo...

Empieza a caminar lejos de mí como si tuviese que encontrar la salida más cercana o podría desfallecer allí mismo. Es como si estuviese poseído y necesitase estar lo más lejos de mí que le fuese posible, así que tengo que admitir que ese hecho duele.
Duele porque mientras que yo lo veo huir de allí, me quedo quieta en mi lugar. Quieta y sola entre decenas de personas. Ahora yo soy ese árbol que ha dejado expuesto sus sentimientos y al que han abandonado sin una explicación.
Serkan me había convertido en Yohiro aún teniendo la certeza de que mi papel era el de Sakura. Así de confuso era todo. Así de doloroso se estaba volviendo de un momento a otro.

Serkan Bolat:

El tirón que doy a la corbata para hacer que se despegue lo máximo posible del cuello no parece ayudar en absoluto a lo que la respiración se refiere, por eso mismo suelto el primer botón de la camisa sin importar como pueda afectar a mi imagen delante del resto de personas.

Estar allí, tan cerca de Eda, tan expuesto ante ella... ha sido una sensación que no puedo controlar. No puedo hacer frente al torrente de sentimientos y pensamientos que me han invadido de repente, como una bomba nuclear que alguien había tirado sobre mí y con la que debía lidiar sin tener ni idea de explosivos.
Por eso mismo camino a toda velocidad en busca de la salida más cercana, ansiando algo de aire que me haga retirar el ardor de mis pulmones y respirar con normalidad. Algo que se ve interrumpido cuando mi cuerpo choca con el de otra persona que se interpone en mi camino.

Efe Akman está parado frente a mí, sonriendo a modo de disculpa por el brusco choque entre nuestros cuerpos pero sin intensión alguna de apartarse de mi camino. La rabia nubla mi vista cuando lo veo torcer el rostro para analizar mi expresión, como si intentase descifrar algo en mí, como si supiese los verdaderos motivos por los que me había metido en su camino.

-¿A dónde vas con tanta prisa?- pregunta de forma inocente- No he querido interrumpir el romántico baile con Eda, casi he tenido que salir de la sala para no ponerme verde por la envidia. Eres un hombre bastante afortunado, Serkan Bolat.
-No puedo decir que no- musito, sin reconocer mi voz, que sale más apagada de lo que pretendo-
-El caso es que al salir he decidido ir en busca de Deniz, tu contrincante en la gran final de este fin de semana- con una mano señala a su derecha, y por primera vez en lo que ha parecido una eternidad contemplo el rostro del hombre que casi termina con mi vida aquella noche-

Los puños se aprietan a mi lado y controlo todo de mí para no impactar uno contra el rostro de ese hombre. El estómago se me retuerce de manera enfermiza, el simple hecho de estar en presencia de estas dos personas está pasando factura a mi salud.
Algo sale de los labios de Deniz antes de extender su mano en mi dirección a modo de presentación, pero no puedo escucharlo, el pitido en mi oídos por lo ocurrido con Eda y la rabia del momento me lo impiden. Por suerte soy lo suficiente consciente como para apretar su mano con toda la fuerza que dispongo en un momento como aquel.

-Es hora de que ambos me acompañéis al salón y saludéis a los invitados- dice Efe, que tiene como manía el juntar las manos en un aplauso cuando algo le parece una excelente idea-
-Vais a tener que disculparme, pero necesito salir a tomar el aire- me excuso, intentando caminar hacía la puerta, pero la mano de Efe impacta en mi pecho cuando hago el intento. Miro su mano y después alzo la vista hacía él-
-Ya... no me importa que te vayas, pero antes me gustaría poder comentarte un pequeño detalle sin importancia.

Mi mirada tiene que haber sido suficiente, porque retira la mano de inmediato y la mete en el interior de su chaqueta. No lo intimida lo suficiente como para borrar aquella asquerosa sonrisa de su rostro.

-Te escucho- cruzo los brazos y alzo una ceja, ignorando la sensación punzante que hay en mi pecho debido a la falta de oxígeno-
-Resulta que, como comprenderás, he tenido que llevar a cabo una exhaustiva investigación sobre el hombre que tanto ha brillado en este torneo- apoya su cuerpo contra la pared que tiene detrás- Y ha sido una sorpresa enorme para mí averiguar que anteriormente habías competido en algunas de las peleas que suelo organizar... ya sabes, de manera no oficial.
-Es posible, antes solía pelear en varios locales para ganar dinero- me encojo de hombros, intentando no centrar su atención en ese detalle tan importante-
-Ahí es justo donde quería llegar, el dinero- alza un dedo en el aire- Resulta que tus increíbles dotes para el boxeo me están haciendo perder inconmensurables cantidades de dinero, más de lo que estoy generando con esta competición.
-¿Y tengo la culpa de eso porque...?
-Oh, no me malinterpretes, no te estoy culpando por ser bueno en lo que haces y hacer que la gente se interese en ti- la sonrisa desaparece lentamente de su rostro- Pero sí que me gustaría que dejases de hacerlo.
-¿Perdón?- niego con la cabeza, sonriendo con burla- Creo que no estoy comprendiendo bien.
-Sí, estás entendiendo perfectamente- ya no sonríe, está tan serio como aquella noche frente al gimnasio- Vas a perder la pelea final contra Deniz si no quieres que haga de tu vida un infierno, y no quiero que esto suene como una amenaza porque realmente me gustas.
-Para no querer que suene como una amenaza, me estás amenazando.
-Es por tu bien, no siempre puedo controlar lo que ocurre a mi alrededor- mira a Deniz con un asentimiento- Si pierdes la pelea... me comprometo a pagarte la misma cantidad de dinero que hay en el premio, aparte de incluirte en la liga profesional. Los beneficios son los mismos, mejores si me lo preguntas, contarías con mi respaldo absoluto.
-Muchas gracias por la oferta- musito- Pero creo que voy a pasar.
-Respuesta equivocada- vuelve a sonreír de medio lado- No sé que te hace estar tan ciego como para no ver que tienes la solución a todos tus problemas frente a ti, pero si lo que quieres es ver como los que te rodean sufren por tus decisiones...
-¿Qué estás insinuando?- alzo una ceja, ya más alterado de lo que debería-
-Significa que sé lo suficiente de Eda como para que su vida se convierta en un calvario- lleva un dedo a su mentón- Mejor aún, sé lo suficiente como para que se dé cuenta de que merece a alguien mejor que un simple boxeador de pacotilla, y no puedo negar que esa mujer ha llamado mi atención desde el primer día que la vi. Estoy seguro de que no tardaría ni un día en tenerla sobre mi cama...

No puedo contenerme ni un solo segundo más y me abalanzo sobre Efe, sujetando su camisa por el cuello y apretándolo contra la pared. Él me saca más de una cabeza de altura, pero yo estoy tan enfadado que consigo levantarlo en el aire.
Aún así no parece sentirse intimidado, porque alza una mano para advertir a Deniz de que no interfiera en lo que está sucediendo.

-Sé quién eres, Serkan Bolat- susurra- Sé que tarde o temprano vendrás a mí para suplicar ayuda, sobre todo cuando veas que no podrás ganar esta última batalla. No vas a poder vencerme.

Alzo la mano para golpear su rostro cuando la visión de todo lo ocurrido 5 años atrás transcurre ante mis ojos. El dinero perdido, la paliza recibida, la imagen de mi madre...

-¡Serkan!

Y es la voz de Eda la que me devuelve a la realidad, una realidad que solo me hace daño. La miro con furia, pero sabiendo que en ella encontraré la calma para no terminar destrozando todo lo que he construido, en un solo segundo, por más que lo merezca.
Lentamente suelto a Akman y palmeo su chaqueta con brusquedad. Vuelvo a mirar a Eda y suspiro, negando con la cabeza para apartar cualquier tipo de pensamiento que me recorra.

Y hago lo que llevo intentando desde un principio, continuar el rumbo hacía el aire. Hacía la salida. Lejos de todo los problemas que han aparecido en esta fatídica noche.

Eda Yildiz:

El hecho de correr detrás de Serkan en tacones debería convalidarse como deporte de alto riesgo, porque he tenido que traspasar diversos obstáculos en el camino y ahora estoy bajando infinidad de escaleras para poder igualarle el ritmo.

-¡Serkan!- grito por enésima vez, esperando que esta sea aquella en la que me haga caso y se detenga- ¡Serkan, para, por favor!
-¿¡Qué quieres, Eda!?- grita con brusquedad al llegar al final de las escaleras, posiblemente porque es consciente de que debe esperar a que traigan su coche hasta la puerta-
-¿Se puede saber por qué te estás comportando así?- froto mis brazos al notar el frío de la noche- No entiendo el motivo por el que me estás gritando, y mucho menos entiendo la actitud que has tenido allí dentro- señalo hacía el edifico-
-¿Qué actitud?- sonríe con ironía- ¿Qué me haya ido lejos de ti después de decir las palabras equivocadas o que casi golpee al mayor gilipollas con el que he tenido el placer de encontrarme?

Las palabras de Serkan me golpean con fuerza, sobre todo por la parte en la que dice haber dicho las palabras equivocadas hacía mí. ¿Es que tan mala era para él la idea de estar enamorado de otra persona? Porque sin importar lo que pueda decir para herirme, sé que eso es lo que ocurre, que le asusta lo que siente por mí más que el hecho de tener que enfrentarse a decenas de hombres con sus propias manos.

-A lo mejor deberías detenerte un segundo y ver que estás actuando como un imbécil ahora mismo- por más que quiero hacer lo contrario, enfrento su mirada, retándolo y mostrando que no va a conseguir intimidarme con esa actitud brabucona-
-No, Eda, siempre he actuado como un imbécil- me apunta con el dedo, no más tranquilo que antes- El problema es que tú has querido buscar dentro de mí algunas cosas que no podrán volver a existir porque murieron hace tiempo.
-Vete a casa y tranquilízate, mañana hablaremos- sugiero, incapaz de soportar un segundo más su presencia en este estado-
-Es que no necesito tranquilizarme- coloca ambas manos en sus caderas y mira hacía el cielo- A veces siento que vives en una burbuja. Crees que podrás salvar a tu tía, ganar ese dinero sin enfrentar ningún problema con Efe y vivir un felices para siempre conmigo. Pero no te das cuenta de que el mundo no funciona así, que cuando menos te lo esperas sucede algo que lo arruina todo... Deberías dejar de confiar tanto en las personas.
-¿Lo dices porque confío en ti?- las palabras de Tahir surcan mi mente, pero las aparto, negándome a creer que Serkan pueda ser diferente a lo que yo veo-
-Por ejemplo, confiar en mí es un gran error- me mira con los ojos llenos de angustia y temor- No lo dudaste ni un segundo, me elegiste y depositaste toda tu confianza en mí sin tener ni idea de la clase de persona que puedo llegar a ser.
-Ahora sé la persona que eres.
-¡No tienes ni idea!- grita, alzando los brazos y dejando escapar una carcajada seca- No tienes ni idea de quién soy, no sabes nada de mí, de mi pasado, nada.
-Sé quién eres- repito, cerrando los ojos para contener las lágrimas-
-Deja de engañarte- suspira, pasando la mano por la nuca con desespero- Deja de creer que podremos tener un final feliz, porque sabes tan bien como yo que eso es imposible. '
- Ahora estás enfadado y por eso dices eso, pero...
- ¡Pero nada!- vuelve a gritar, fuera de sí- No somos compatibles, nunca lo hemos sido. Y estar cerca de mí es el mayor error que has cometido porque no soy bueno para ti, no soy bueno para nadie... ¡así que vete! Déjame de una vez antes de que veas por ti misma lo dañino que soy para las personas que me rodean, antes de que se te caiga la venda y descubras todo lo que callo o te oculto- pasa la mano por su pelo con desesperación- Aléjate de mí, por favor.

Cuando abro los ojos solo veo la estela de Serkan rodeando el coche que ya le han traído y mirándome una última vez antes de desapercer en la oscuridad de la noche. Dejándome ahí, sola, con el corazón en un puño y llena de todas las dudas que no me había detenido a pensar durante este tiempo.
¿Es Serkan la persona que creo u oculta algo que me haría dejar de quererlo? Es imposible, me niego a creer en la idea que ha posado Tahir en mi mente, en la afirmación que ha hecho Serkan sin pretenderlo. Me niego a no confiar en la persona que quiero, en la persona que he visto.
Él jamás me haría daño, jamás me pondría en peligro, jamás antepondría cualquier otra cosa a mí. Jamás.

......

Espero que os haya gustado y me lo contéis en vuestros comentarios.
Recordad dejad una estrellita, así sabré si gusta y debo continuarlo.

Al principio del capítulo os dejo el título y artista de la canción con la que he escrito el capítulo, aparte de ser la frase que aparece en las fotos que pongo a cada capítulo.

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